ciudades bien protegidas, pero Josué y Caleb le creyeron a Dios¡De
seguro podemos conquistarla!"
TODOS TENEMOS UN TIMON
Lucas 15:1-2 Todos los cobradores de impuestos y pecadores se
acercaban a Jesús para escucharlo. 2 Los fariseos y los escribas
comenzaron a murmurar, y decían: «Éste recibe a los pecadores, y
come con ellos.»
Santiago 3:4-6 Con un pequeño timón los pilotos obligan a grandes
barcos a ir a donde ellos quieren, aun en medio de fuertes vientos. 5
De la misma manera, la lengua es una pequeña parte del cuerpo,
pero presume de grandes cosas. Hasta un gran bosque puede
incendiarse con una pequeña y débil llama de fuego. 6 La lengua es
como la chispa que prende el fuego. De todas las partes del cuerpo,
la lengua es todo un mundo de maldad, contamina todo el cuerpo. La
lengua incendia todo el curso de nuestra vida y sus llamas vienen del
mismo infierno
Las palabras tienen el poder de permitirnos o no VIVIR una vida en
abundancia “feliz” Por que las palabras refuerzan lo que sentimos.
1 Pedro 3:10 Si quieres disfrutar de la vida y ver muchos dias felices,
refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras.
Proverbios 13:3 Los que controlan su lengua tendrán una larga vida;
el abrir la boca puede arruinarlo todo.
Nuestras palabras son como semillas que plantamos en nuestro
corazón y según lo que confesemos serán de vida o de muerte.
Entonces ¿qué estamos confesando? ¿Será que lo que vivimos se debe
a lo hablamos?
Secreto 1: dar un buen informe
Josué y Caleb fueron enviados a explorar la tierra prometida, al igual
que otros diez espías. Todos vieron lo mismo: gente poderosa y
Los otros diez espías permitieron que los obstáculos abogaran las
palabras de Dios y trajeron un reporte malo. ´
Números 13: 30-31 Pero Caleb trató de calmar al pueblo que se
encontraba ante Moisés. —¡Vamos enseguida a tomar la tierra!—dijo
—. ¡De seguro podemos conquistarla! 31 Pero los demás hombres
que exploraron la tierra con él, no estuvieron de acuerdo: —¡No
podemos ir contra ellos! ¡Son más fuertes que nosotros!
Secreto 2: Confesar la Palabra de Dios y no lo que sentimos.
Es normal que si experimentamos los sintomas de una enfermedad
queramos decir: "Me siento mal", "creo que me voy a enfermar" o
"hasta aquí llegué". Pero en lugar de eso, debemos confesar lo que
dice la Biblia: "ipor las heridas de Jesús ya fui sanado!". Es posible
que tengamos los síntomas, pero el diablo no puede enfermarnos a
menos que lo confesemos, es decir, demos nuestro consentimiento. A
veces somos tentados a decir que nos sentimos tristes, desanimados o
enojados, pero la Biblia dice que el gozo de Dios es nuestra fortaleza.
Lo mismo sucede cuando tenemos problemas financieros: nuestra
tendencia es decir "no hay plata", y quizás lo hacemos para que no nos
pidan dinero, pero en lugar de eso debemos declarar suplirá todo lo
que nos falta según sus riquezas en gloria; él es nuestro Pastor, por
eso nada nos faltará.
Secreto 3: hablar lo que no es como si fuera.
Aunque no podía tener hijos, la Biblia nos cuenta que Dios le dijo a
Abraham: "... Te hice padre de muchas naciones...", y él le creyó a
Dios que "... llama las cosas que no son como si fuesen Así es como el
Señor quiere que hablemos sobre nuestros hijos, esposa, empresa,
iglesia y país. Cuando soy tentado a declarar algo negativo, salgo a
caminar y profetizo lo que no es como si fuera.
Santiago 5:15 dice que la oración de fe sanará al enfermo. Consiste
en perseverar en oración hasta que veamos el milagro. Veintiún días
de oración de fe pueden perderse por uno solo de confesión de muerte,
duda o temor.
Secreto 4: hablarle a la montaña.
Jes "Les aseguro que si alguno le dice a este monte: 'Quitate de ahí y
tirate al mar, creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice
sucederá, lo obtendrá.
Esta palabra tiene un gran secreto; si se fija, Jesús no dijo que
hablemos acerca de las montañas en nuestra vida, sino que les
ordenemos que se arrojen al mar. Esos montes pueden ser
enfermedades, problemas financieros, adversidades, tristezas y
cualquier contrariedad a la que nos enfrentemos.
En lugar de hablar del pecado, hablemos del Salvador; en lugar de
hablar de la enfermedad, hablemos del Sanador, en lugar de hablar del
problema financiero, hablemos del Proveedor. No hablemos más de
nuestros problemas, mejor declaremos las soluciones. Le doy un
ejemplo: En lugar de decir: "Estoy sin plata..." diga: "tengo
abundancia y no me falta nada.
En vez de decir: "Estoy malito..." diga: "ninguna plaga tocará mi
morada...". No diga más: "No puedo, no soy capaz...", debemos usar
la otra pieza, el cinturón de la verdad.
¿Por qué somos tan vulnerables al ¿Por qué creemos mentiras?
En primer lugar porque es una tendencia de nuestra naturaleza. Eva le
creyó al diablo por encima de la verdad de Dios: "La serpiente era el
más astuto de todos los animales salvajes que el SENOR Dios había
hecho. Cierto dia le preguntó a la mujer:
-¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de
los árboles del huerto?
-Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto-contestó
la mujer-. Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del
que no se nos permite comer. Dios dijo: 'No deben comerlo, ni
siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán
-¡No morirán!-respondió la serpiente a la mujer "
Creemos la mentira porque si algo refuerza nuestros temores,
inseguridades, amarguras, celos, prejuicios... aunque no sea cierto, lo
creemos. Asumimos verdades a medias porque nuestra tendencia es
creer lo que la mayoría cree, y todo se pone peor cuando nos
apegamos a personas controladoras que nos manipulan y engañan.
También creemos mentiras porque no nos tomamos el tiempo de
averiguar la verdad, es decir, por ignorancia.
Conclusión
Si queremos controlar las palabras, necesitamos tomar la decisión.
Escucharlo es sencillo; hacerlo, un poco más complejo. Cuando
decidimos cambiar, somos conscientes de que nuestros pensamientos
deben someterse a Cristo para formar el hábito de hablar palabras de
vida.
Las palabras de vida, la confesión positiva, la oración de fe o como
quieran llamarla es tan importante que por eso Jesús nos dejó el
"Padre Nuestro" como una oración modelo. Esa es la razón por la cual
tenemos un tiempo de alabanza y adoración en nuestras reuniones, es
el momento para que cantemos la Palabra de Dios, sus promesas, las
grandes verdades de nuestra fe, los nombres de Dios, las buenas
nuevas.