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MACRO PARA TODOS

Una introducción a la economía


con aplicaciones al caso argentino
Alberto Pontoni

Del mismo autor

BURBUJA, CRISIS Y MILAGRO


MELODRAMA Y CARNAVAL EN LA
ECONOMÍA ARGENTINA

MODELOS MACROECONÓMICOS
PARA ECONOMÍAS EN CRISIS

CRISIS FINANCIERA Y
CICLO CAPITALISTA

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Macro para todos

Alberto Pontoni

MACRO PARA TODOS

Una introducción a la economía


con aplicaciones al caso argentino

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Alberto Pontoni

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Pontoni, Alberto
Macro para todos - 5a ed. - Buenos Aires:
Ediciones Cooperativas, 2009.
256 p. ; 21x14 cm.

ISBN 978-987-1076-43-6

1. Macroeconomía. I. Título
CDD 339

 2009 Pontoni, Alberto 1º edición, Marzo 2004


Derechos exclusivos 2º edición, Junio 2005
 2009 Ediciones Cooperativas 3º edición, Marzo 2007
4º edición, Marzo 2008
Tucumán 3227 (1189) 5º edición, Agosto 2009
Buenos Aires – Argentina
 (54 011) 4864 5520 / (15) 4937 6915
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Hecho el depósito que establece la ley 11.723

Impreso y encuadernado por:


Imprenta Dorrego. Dorrego 1102, C.A.B.A.
1ª. ed. Tirada: 100 ejemplares. Se terminó de imprimir en Agosto 2009.

Edi tori al asoci ada


IMPRESO EN ARGENTINA – PRINTED IN ARGENTINE a:

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ÍNDICE

Introducción 7

Parte I. Indicadores Macroeconómicos


- Indicadores de Actividad 13
- Indicadores de Ocupación 39
- Indicadores de Precios y Salarios 57
- Indicadores de Distribución del Ingreso 79
- Indicadores de Pobreza y Bienestar 97

Parte II. Sectores Económicos


- Sector Monetario 111
- Sector Financiero 139
- Sector Externo 151
- Sector Público 179

Parte III. Notas sobre Crecimiento Económico


- Principales Abordajes Teóricos 204
- Políticas y Casos Exitosos 214
- Límites del Crecimiento 230
- El Compromiso Ambiental 232

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INTRODUCCIÓN

A diferencia de las ciencias de la naturaleza, la economía es


una disciplina social sobre la que convergen distintos intere-
ses sectoriales, en muchos casos antagónicos. Sin embargo,
existe un fuerte intento por parte de ciertos sectores de gran
influencia en el campo académico de querer imponer la vigen-
cia de una única teoría económica con pretensión de saber
científico universal, omitiendo el carácter temporal y la limitada
validez de muchos de sus postulados.

El engreimiento del economicismo universalista y atemporal


no es nuevo ni extraño en el campo de las ideas, por el con-
trario, resulta el mecanismo tradicional al que recurren las
ideologías dominantes para promover sus intereses.

La nueva moda en la economía son los enfoques vinculados


con la globalización. La exacerbación de este enfoque lo re-
presenta la filosofía del "fin de la historia", muestra clara del
intento de consagrar y eternizar un sistema de producción tan
pasajero como lo fueron la esclavitud o el vasallaje.

Los partidarios de esta forma de fundamentalismo suelen se-


parar la teoría económica de la política económica esforzán-
dose en contrastar la supuesta asepsia de la teoría, a la que
se intenta promover a la categoría de ciencia universal, con la
fuerte contaminación de la política económica, factor contin-
gente y campo de batalla donde se dirimen los distintos con-
flictos de intereses.

En este sentido, la selección de indicadores e instrumentos


utilizados para evaluar la performance de una economía o de
acciones de esta naturaleza tampoco resulta una elección
ingenua ni neutral. En economía, al igual que en otras cien-
cias que estudian manifestaciones del comportamiento hu-
mano, también resulta valido el antiguo aforismo que señala
que “todo depende del cristal con que se mira”.

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Alberto Pontoni

Un ejemplo que ilustra claramente la carga de intencionalidad


que guía el análisis económico se refleja en la interpretación
de lo ocurrido en nuestro país en la década del 90.

Hasta el inicio de la crisis del 2001/2, detonada por el explosi-


vo endeudamiento externo, Argentina era señalada como
ejemplo de economía saludable y un camino a imitar. Los
“técnicos” de la pseudomodernización difundieron por todo el
mundo las supuestas bondades del milagro criollo, resultado
de las reformas de claro signo privatista y aperturista imple-
mentadas. Las voces de quienes denunciaban las serias pato-
logías de ese modelo, expresadas en la quiebra de empresas,
el desmantelamiento del aparato productivo, el persistente
déficit de las cuentas externas, las siderales tasas de interés y
el creciente endeudamiento, eran descalificadas o ignoradas.

Es más, como expresión de buena salud macroeconómica se


señalaba el hecho que Argentina superaba holgadamente la
llamada prueba de Maastricht, que países más desarrollados,
como Italia, tenían dificultad en pasar1.

Numerosos diagnósticos “demostraban” la lozanía de nuestra


economía poniendo el énfasis en indicadores que destacaban
las oportunidades de buenos negocios, el flujo de inversiones
extranjeras y de capital financiero, el crecimiento de las reser-
vas y la modernización del aparato productivo.

Sin embargo, cuando estalló la burbuja y dejamos de ser el


alumno modelo del FMI y ejemplo para el resto, los responsa-

1
Resulta paradójico que aún en plena crisis Argentina pudiera pasar la
prueba de Maastricht. El Tratado de Maastricht, celebrado en 1991 entre
los países de la Unión Europea, establecía los parámetros que debían sa-
tisfacer los países para ingresar a la unión monetaria que abrió el camino
al Euro. Los criterios que se debían satisfacer eran: (a) Déficit fiscal infe-
rior al 3% del PBI, (b) Coeficiente deuda pública/PBI inferior al 60% y (c)
Bajo nivel de inflación.

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Macro para todos

bles del desastre y sus apologistas se llamaron a silencio y


abandonaron el país a la deriva.

La herencia fue calamitosa: aumento del desempleo y la po-


breza a cifras récord, cesación de pagos externa, colapso del
sistema financiero, restricciones al retiro de depósitos, quiebra
del aparato productivo, caída abrupta de la recaudación impo-
sitiva, entre otros.

Algunos de los ejecutores de esas políticas -que suelen em-


boscar sus intereses particulares tras las banderas de la liber-
tad de mercado- trataron de atribuir las causas del estrepitoso
fracaso al carácter “populista” de nuestro país y las dificulta-
des de establecer un sistema capitalista sano.

Para esta corriente de pensamiento, ligada a la defensa de los


intereses de los grupos económicos dominantes, la Argentina
no tiene una clara convicción capitalista -de allí la crisis- y el
gran desafío reside en realizar las transformaciones necesa-
rias para convertirla en una real economía de mercado. Ob-
viamente, los deberes pendientes se refieren al desmantela-
miento de lo poco que queda del Estado nacional, ya sea en
el campo económico o social, principalmente en educación,
salud y seguridad social.

A pesar del sostenido bombardeo ideológico la ciudadanía se


expresó e hizo sentir su repudio generalizado a la dirigencia
política y económica que por acción, ineficacia u omisión pro-
vocó la peor crisis de nuestra historia.

El fracaso comentado debería servir de lección a quienes,


paradójicamente, han puesto de manifiesto poco profesiona-
lismo en la gestión de políticas públicas dejándose arrastrar
por aspectos ideológicos, en particular, por las propuestas del
fundamentalismo globalizante.

Es necesario desterrar las anteojeras. La protección del mer-


cado interno no constituye, de por sí, una patología del siste-
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Alberto Pontoni

ma económico ni la apertura indiscriminada y la reducción del


Estado garantizan la salida del subdesarrollo.

Por otro lado, tampoco representa garantía alguna la expan-


sión de un sector público ineficiente. Un Estado idiota, de vi-
sión estrecha o corrupto será siempre un freno al desarrollo y,
en estos casos cuanto más grande peor.

Uno de los objetivos de este trabajo es, justamente, contribuir


a ampliar la visión de los fenómenos económicos incorporan-
do otros instrumentos de análisis teniendo en cuenta que en
economía hay intereses antes que leyes.

Por ello es que consideramos necesario reinstalar el debate


sobre aquellos temas fundamentales en los procesos de desa-
rrollo, como la distribución del ingreso, la apertura económica
y, principalmente, el rol del Estado.

Estamos convencidos que las transformaciones requeridas


para que en la Argentina se establezca un real capitalismo de
producción y competencia no pasan por el desmantelamiento
del sector público. Por el contrario, es necesario dotar al Esta-
do de instrumentos que favorezcan el desarrollo de la produc-
ción nacional en un marco de competencia. Esto requiere pro-
fundos cambios, tanto políticos como económicos pero, fun-
damentalmente, contar con una clase dirigente con vocación
nacional y capacidad de implementar propuestas que benefi-
cien al conjunto.

La solución de los problemas nacionales antes que un pro-


blema de teoría económica es un desafío de política económi-
ca. Los instrumentos existen pero se requiere claridad y volun-
tad para su ejecución.

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Macro para todos

PARTE I

INDICADORES

MACROECONÓMICOS

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Macro para todos

INDICADORES DE ACTIVIDAD

1. PRODUCTO BRUTO INTERNO

El indicador más utilizado para estimar el desempeño de una


economía es el Producto Bruto Interno (PBI). El PBI es el
valor de todos los bienes y servicios finales producidos en un
país en un periodo, generalmente un año o trimestre.

La medición del crecimiento obliga a recurrir a operaciones


complejas debido a la gran heterogeneidad del universo de
bienes y servicios que componen la producción de un país. La
valorización monetaria permite homogeneizar esa diversidad,
ya sea a través del sistema de precios, para los bienes y ser-
vicios que se intercambian, o de ingresos para aquellos que
no dependen del mercado.

El PBI es un flujo, a diferencia de la riqueza o el patrimonio,


que son stocks, ya que registra la corriente de producción ge-
nerada durante un período de tiempo.

Insumos, Factores y Valor Agregado

De todo proceso productivo participan insumos y factores.


Los insumos son ingredientes que se consumen o transfor-
man durante el proceso productivo, como las materias primas
y los combustibles, mientras que los factores son elementos
que se desgastan pero conservan su identidad, como es el
caso de la fuerza de trabajo, las maquinarias y la tierra.

Mientras que un insumo utilizado en la producción de un bien


traslada su costo, el aporte de un factor se cuantifica por la
retribución o ingreso que percibe el dueño de ese factor por su
participación en el proceso productivo.

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Es importante distinguir entre el valor final de un bien, que


incluye el costo de los insumos utilizados, del valor agregado
en la producción de ese bien, que considera sólo la retribución
pagada a los factores intervinientes.

Ejemplo: En el proceso de producción de pan participan insu-


mos y factores. Mientras los primeros (harina, sal, agua, gas,
electricidad, etc.) trasladan su costo de compra, los segundos
agregan los pagos efectuados a trabajadores, propietarios y
prestamistas (salarios, alquileres e intereses, respectivamen-
te). El empresario también es un factor de producción y su
retribución es la ganancia o beneficio. El precio final del pan
resultará de sumar el costo de los insumos y el valor agregado
por los diferentes factores que contribuyeron a su elaboración.

En una economía de mercado se distinguen tres agentes eco-


nómicos básicos o titulares de factores de producción: capita-
listas, asalariados y empresarios. Los capitalistas o rentistas
son los propietarios de los medios utilizados para producir,
desde maquinarias y equipos hasta instalaciones y edificios,
pasando por el crédito, mientras que los asalariados son quie-
nes aportan el esfuerzo físico y mental al proceso productivo.
Los empresarios son los responsables de organizar y dirigir
las unidades productivas o empresas, conjugando y armoni-
zando los diferentes elementos que la integran.

La remuneración que perciben los asalariados y los capitalis-


tas (renta que puede asumir la forma de alquiler, interés, etc)
esta determinada ex ante y la mayoría de las veces desvincu-
lada de los resultados económicos. Por el contrario, la retribu-
ción de los empresarios (ganancia) es “lo que queda” una vez
liquidado el bien y canceladas las obligaciones. La ganancia
del empresario puede ser grande, chica o incluso negativa
(pérdida) y esta asociada al riesgo que asume el titular de una
unidad productiva en una economía de mercado.

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Macro para todos

En economías menos desarrolladas y en el caso de pequeñas


empresas el empresario suele ser, también, dueño de los
principales medios de producción, pero en la medida que un
sistema económico se desarrolla las funciones tienden a es-
pecializarse y separarse. En las grandes empresas los res-
ponsables de organizar la actividad productiva son funciona-
rios a sueldo (ejecutivos) que no son necesariamente los due-
ños de la empresa (accionistas).

Medición del PBI

Existen tres formas de calcular el PBI de un país, según se


contabilice:

 Valor de la producción final. Se suma el valor de toda la


producción de bienes y servicios finales (aquellos que ya no
son utilizados como insumos de otros procesos productivos)
y se resta el costo de los insumos importados, es decir, de
aquellos no producidos internamente. En este caso no se
considera el valor de los bienes intermedios o insumos para
evitar la "doble contabilización", por cuanto el precio del bien
final ya incluye el costo de esos ingredientes.

 Valor agregado por las empresas. Se calcula sumando el


valor neto aportado por todas las empresas que participan
de los diferentes procesos de producción.

 Ingresos o renta2 de los factores. Se adicionan las retribu-


ciones de todos los factores intervinientes.

Utilizando cualquiera de los tres métodos se obtienen los


mismos resultados, ya que al "desmenuzarse" los procesos

2
El término renta utilizado en forma genérica equivale a ingreso, ya sea del
conjunto (renta nacional=ingreso nacional) o de cada factor en particular.
En forma específica expresa la retribución del propietario de la tierra.

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Alberto Pontoni

productivos sólo quedan insumos importados, que no se con-


sideran para el PBI, y el valor agregado por los factores.

Para contabilizar como PBI la producción de un bien o servicio


final se requiere que haya sido comercializado o que los facto-
res intervinientes hayan percibido retribución monetaria. Por
ello, en el PBI no se incluye el trabajo del ama de casa.

Producto y Producción

En la terminología económica se suele diferenciar producto de


producción. El producto es el valor agregado generado por
una empresa, un sector industrial, una región o un país. De
allí, que considere sólo la retribución de los factores intervi-
nientes. Por su parte, producción suele referir al valor total
de un bien o actividad, incluyendo los insumos adquiridos.

Ejemplo. Una mueblería que compró insumos por $ 1000, pa-


gó salarios por $ 500, alquileres por $ 200 y obtuvo una ga-
nancia de $ 800, el valor agregado o producto es de $ 1500
mientras que el valor de su producción alcanza a $ 2500.

PBI per cápita

El PBI per cápita o producto por habitante (PBIpc), resulta de


dividir el PBI por la población. A los efectos de comparaciones
internacionales se lo suele expresar en dólares, utilizando el
tipo de cambio existente al momento de la medición. El PBIpc
es un muy buen indicador del desempeño de una economía.

PBIpc = PBI / Población

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PBI a precios corrientes y precios año base

El PBI a precios corrientes expresa el valor de todos los pro-


ductos finales a los precios existentes al momento de la medi-
ción mientras que el PBI a precios año base utiliza los precios
correspondientes a un año determinado.

El PBI a precios de año base es utilizado para cuantificar los


cambios en la producción física de un país, es decir, en la
cantidad de bienes producida, pero no permite apreciar cam-
bios en los ingresos. Es el indicador utilizado para medir la
evolución económica de un país.

La diferencia entre ambas estimaciones del PBI permite cons-


truir el índice de precios implícitos, que expresa la “inflación”
del PBI.

PBI a precios de mercado y a precios de productor

El PBI a precios de mercado (PBIpm) considera el precio de


venta de los productos finales, incluyendo impuestos indirec-
tos, mientras que el PBI a precios de productor (PBIpp) o cos-
to de factores los excluye3.

Los impuestos indirectos (como el IVA) gravan los bienes o


sus transacciones a diferencia de los impuestos directos que
se cargan sobre los ingresos (ganancias) o la riqueza.

PBIpm = PBIcf + Imp. Indirectos

3
En Argentina el PBI a precios de productor es equivalente a costo de facto-
res y excluye los impuestos que gravan las importaciones y el IVA.

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PBI en dólares y a paridad de poder adquisitivo (PPA)

Frecuentemente, para considerar la importancia económica de


un país y confrontar niveles de desarrollo económico se suele
expresar el PBI en dólares.

El utilizar una misma moneda facilita las comparaciones pero


provoca distorsiones derivadas de la capacidad de poder ad-
quisitivo de esa divisa en los diferentes países. Un dólar en
EEUU compra menos que un dólar en China (país “barato”) y
más que un dólar en Alemania o Japón (países “caros”). De
allí, que para efectos comparativos resulte conveniente ajustar
los valores de acuerdo al costo de vida de cada país, lo que
permite obtener un indicador de producción e ingresos a pari-
dad de poder adquisitivo (PPA).

La paridad del poder adquisitivo (PPA) es un término econó-


mico introducido a principios de los 90 por el Fondo Monetario
Internacional para comparar de una manera realista el nivel de
vida de distintos países. Permite ajustar el producto bruto in-
terno, generalmente expresado en dólares, en función del
costo de vida de cada país.

Una idea de las diferencias resultantes (notables en el caso


de Argentina y China) se refleja en el cuadro siguiente, elabo-
rado con datos del año 2011.

PBI en u$s PBI u$s PPA PBIpc u$s PPA


País
Miles Millones Miles Millones
Estados Unidos 15,000 15,000 48,000
China 7,000 11,000 8,500
Japón 6,000 4,400 34,000
Alemania 3,600 3,000 38,000
España 1,500 1,400 31,000
Brasil 2,500 2,300 12,000
Argentina 440 700 17,500
Elaboración propia en base a datos del “The World Factbook”” (CIA)

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Macro para todos

A fines ilustrativos se señala que el promedio del PBI per cápi-


ta a PPA en la Unión Europea es de 34.000 dólares, con valo-
res superiores para los países nórdicos e inferiores para Por-
tugal, Grecia y los recientemente incorporados.

El PBI per capita argentino a paridad de poder adquisitivo se


ubica actualmente en el orden de los 17-18,000 dólares.

Resulta ilustrativo señalar que una particularidad de la eco-


nomía argentina, es la fuerte oscilación del PBI y del per capi-
ta medido en dólares corrientes, consecuencia de las abruptas
variaciones y diferencias en la evolución del tipo de cambio y
los precios domésticos. En 1980, el PBIpc argentino alcanzó
un “pico” de 15.000 dólares a consecuencia de la fuerte apre-
ciación del peso, mientras que después de las devaluaciones
que siguieron al fracaso de Malvinas en 1982 y al estallido de
la Convertibilidad en el 2002 llegó a caer debajo de los 3.000
dólares. Actualmente fluctúa en los 11.000 dólares.

Producto Bruto y Neto

El Producto Neto Interno (PNI) resulta de restar del PBI la


depreciación del capital, esto es, el costo de reposición del
desgaste sufrido por maquinarias y equipos en el proceso de
producción. La depreciación suele estimarse en 11% del PBI.

PNI = PBI – Depreciación

Producto potencial y real

El nivel de actividad económica esta determinado por diferen-


tes componentes y circunstancias, que van desde la capaci-
dad de producir hasta la posibilidad de colocar en el mercado
los bienes y servicios generados.

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Justamente, la necesidad de planificar estratégicamente el


desarrollo consiste en analizar y decidir acerca del modelo
productivo viable más conveniente, comenzando por conside-
rar el tipo de inserción en el mercado mundial.

Los países suelen enfrentar tanto problemas de demanda


como de oferta, ya que encuentran dificultades para colocar
su producción o se encuentran al límite de su capacidad pro-
ductiva. Obviamente, las recetas para superar estos proble-
mas difieren, ya que en el primer caso deberá prestarse mas
atención al aumento del consumo o exportaciones, mientras
que en el segundo, la solución generalmente pasa por ampliar
o mejorar la utilización de los factores productivos.

El producto potencial es un indicador de la capacidad de


producción de un país acorde el stock disponible de recursos
naturales y bienes de capital, lo cual supone pleno uso de la
capacidad e infraestructura instalada.

A su vez, se denomina capacidad ociosa la brecha o diferen-


cia existente entre la producción potencial y la real, ya sea
total o en un sector económico determinado. Se suele expre-
sar en términos porcentuales.

Producto e Ingreso

La categoría de Ingreso equivale al PBI a precios de productor


y se utiliza para visualizar la distribución del producto entre los
distintos sectores.

El Ingreso Nacional (Yn) resulta de restar del PBI la renta


percibida por factores extranjeros que desarrollan su actividad
en el país -principalmente, pago de intereses y remisión de
utilidades y beneficios- y de sumar los ingresos de factores
nacionales residentes en el exterior.

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Macro para todos

En países con fuerte presencia de capital extranjero, como


Argentina, el PBN suele ser inferior al PBI, a diferencia de
naciones con importantes empresas en el exterior (Holanda).

El Ingreso Disponible (Yd) se obtiene al restar del Ingreso


Nacional los Impuestos Directos y sumar las Transferencias
(Tr), que son las contribuciones directas del sector público a
las personas, como jubilaciones y subsidios.

- Depreciación - R Ext en Arg.


+ R Arg en Ext.

- Directos + Tr

PNI PBIpp Yn Yd

Destino de la Producción

La Oferta Global (OG) expresa la totalidad de productos dis-


ponibles. Incluye producción nacional (PBI) e importaciones
(Q). Se suele estimar a precios de mercado.

OG = PBI + Q

La Demanda Global (DG) expresa la distribución de la oferta


de bienes disponibles, nacionales e importados, destinados al

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Alberto Pontoni

Consumo Privado (C), Consumo o Gasto Público (G), Inver-


sión (I) o Exportación (X).

DG = C + G + I + X

Consumo Privado (C). Mide el valor de los bienes y servicios


destinados al consumo de familias.

Consumo o Gasto Público (G). Valoriza el gasto de las acti-


vidades que realiza el sector público, incluyendo Gobierno
nacional y administraciones provinciales y municipales.

Inversión (I). Representa los bienes y servicios destinados a


incrementar o reemplazar el stock de capital (activos fijos).

Exportaciones (X) Expresa las operaciones de venta de bie-


nes y servicios al resto del mundo.

Los valores de la Demanda y Oferta Global son iguales y


permiten obtener la siguiente relación:

OG = DG = PBI + Q = C + G + I + X

De la cual puede extraerse la identidad conocida como la


ecuación fundamental de la macroeconomía, donde (X - Q)
expresa el saldo del comercio con el exterior.

PBI = C + G + I + (X – Q)

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Macro para todos

2. ARGENTINA: INDICADORES DE PRODUCCIÓN

En Argentina, la elaboración de los distintos indicadores ma-


croeconómicos es responsabilidad del Sistema de Cuentas
Nacionales (SCN).

El calculo del PBI, al que se denomina Valor Agregado Bruto


(VAB), se realiza a partir del valor aportado por todas las uni-
dades de producción. El destino final de la producción (de-
manda global) se distribuye entre:
 Consumo Privado
 Consumo Público
 Inversión Interna Bruta Fija
 Exportaciones

Evolución de la producción

En la última mitad del siglo pasado el producto por habitante


de la Argentina creció sólo un 50% mientras que el promedio
mundial se sextuplicó. El estancamiento argentino es, justa-
mente, una gran paradoja del desarrollo económico.

En ese lapso se distinguen dos grandes períodos de fuerte


contraste: 1950-75 y 1976-2000. En el primero, de economía
cerrada, el PBI creció el 125% y el per cápita 50%, mientras
que en el segundo, caracterizado por la implementación de
políticas abiertas, la economía argentina creció sólo un 45%,
porcentaje similar a la expansión de la población, que implica
un estancamiento del producto por habitante.

La regresión sufrida por el sistema productivo argentino tam-


bién se manifestó en la evolución del producto industrial. Entre
1950 y 1975 la industria multiplicó su valor agregado más de
tres veces convirtiéndose en el motor de la economía, mien-
tras que entre 1976 y el 2000 la situación se modificó profun-
damente al registrarse un retroceso del sector industrial.

23
Alberto Pontoni

La década del 90, caracterizada por la Convertibilidad, repre-


senta un momento muy particular en la historia económica
argentina, ya que arranca de una profunda crisis provocada
por un agudo proceso inflacionario, a la que sigue un proceso
de expansión hasta 1998 para sumirse posteriormente en una
nuevo proceso recesivo que toca fondo en el 2002, año en
que el país sufre la peor crisis económica de su historia, regis-
trando el PBI una caída del 11%. El balance final es el de una
nueva década perdida para el país.

A partir del colapso del 2001-02 comienza un proceso de re-


cuperación que desemboca en un proceso de expansión ex-
cepcional con tasas de crecimiento que promedian el 7,5%
acumulativo anual. En el decenio comprendido entre fines del
2001 y fines del 2011 el valor generado por la economía ar-
gentina se duplicó y el PBI per capita aumentó un 80%.

Argentina. Evolución del PBI. 1993-2011


(1993:100)
200

180

160

140

120

100

80
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

El nuevo patrón de crecimiento contrasta con el periodo de la


convertibilidad por las elevadas y sostenidas tasas de creci-
miento, como se puede apreciar en el grafico siguiente.

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Macro para todos

Argentina. Crecimiento anual del PBI. 1994-2011


(A precios 1993)
10
8
6
4
2
0
-2 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11

-4
-6
-8
-10
-12
Elaboración propia en base a datos del Mecon

El desempeño de la economía argentina en el último decenio


estuvo a la vanguardia a nivel mundial y de la región. En Amé-
rica Latina ocupó el segundo lugar, después de Perú, y dupli-
có el ritmo de expansión de Brasil y Chile. Factores externos
favorables, derivados principalmente del dinamismo de China
y Brasil (el denominado “viento de cola”), influyeron decisiva-
mente en este “boom” económico.

Estructura productiva

Un aspecto relevante para el análisis económico de un país es


la composición sectorial del producto. Para ello se suele dife-
renciar la producción de bienes de la de servicios, así como
ponderar la importancia de las actividades industriales y pri-
marias dentro de la producción de bienes.

En el cuadro siguiente se pueden observar los cambios en la


estructura productiva en los últimos decenios.

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Argentina. Estructura del PBI en años seleccionados


(En % del PBI a precios corrientes)

1993 2001 2011


Producción de Bienes 32 % 30 % 42 %
 Industria Manufacturera 19 % 17 % 21 %
 Actividades Primarias 6% 6% 14 %
 Otros: Construcción, Gas, Agua 7% 7% 7%

Producción de Servicios 68 % 70 % 58 %
 Comercio, Transporte y afines 26 % 25 % 23 %
 Financieras y Empresariales 22 % 22 % 17 %
 Otros Servicios 20 % 23 % 18 %

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Resulta importante destacar la sustancial contribución que


esta realizando el sector agropecuario en el proceso de recu-
peración productiva del país, impulsado por cosechas crecien-
tes y mejora de precios. Las actividades primarias, que incluye
los sectores agropecuario y minero, representan actualmente
el 14% del producto total, más del doble que en los 90.

También la producción industrial muestra una sostenida reac-


tivación, llegando a alcanzar una participación del 21%. Un
claro indicador de la evolución positiva del sector manufactu-
rero es la utilización de la capacidad instalada en la industria
que en el 2001 se situaba por debajo del 50% mientras que en
los últimos años esta en el orden del 80%4.

En la Argentina, durante la década del 90 la industria vivió un


proceso de asfixia a consecuencia de la perversa asociación
de tipo de cambio sobrevaluado y desmantelamiento de las
redes de protección. Esto se reflejó en la perdida de participa-
ción de la producción de bienes en la producción total.

4
Este valor implica la necesidad de realizar nuevas inversiones para am-
pliar la producción ya que se ha alcanzado un techo para seguir creciendo
con el stock de capital existente.

26
Macro para todos

Un debate interesante resulta de analizar el fenómeno conoci-


do como tercerización de la economía. En la medida que un
país se desarrolla tiende a cobrar mayor importancia la pro-
ducción de servicios mientras que se reduce la importancia de
la producción de bienes.

Sin embargo, países poco desarrollados también pueden


mostrar una alta incidencia de servicios en la composición del
producto. La diferencia reside que en los países mas avanza-
dos los servicios suelen reflejar actividades vinculadas a in-
vestigación técnica y científica, como producción de software,
mientras que en los menos desarrollados existe una fuerte
incidencia de servicios ligados a actividades de baja producti-
vidad y de supervivencia que realizan sectores excluidos del
mercado laboral, como es el caso de vendedores ambulantes,
pequeños comercios (tipo kiosco) y cartoneros.

De allí, que la tercerización no debe ser considerada necesa-


riamente como un indicador de “modernización”, ya que en
ciertos casos puede expresar un escaso desarrollo del apara-
to productivo.

Valor Agregado e Impuestos

En Argentina, para calcular el Valor Agregado Bruto a precios


de productor se deduce del PBI a precios de mercado el im-
puesto al valor agregado (IVA) y el impuesto a las importacio-
nes. En los últimos años, estos dos impuestos representan
aproximadamente el 9% del PBIpm.

Cabe señalar que la presión tributaria total, que incluye otros


impuestos (principalmente retenciones a las exportaciones,
ganancias e ingresos brutos), es sustancialmente mayor, re-
presentando actualmente cerca del 35% del PBI, de los cuales
el 30% corresponde a la recaudación de impuestos por el go-
bierno nacional y el 5% restante a las provincias.

27
Alberto Pontoni

El cuadro siguiente muestra la evolución de la recaudación


total y de nacional de impuestos. La diferencia corresponde a
la recaudación de impuestos que realizan las provincias.

Argentina. Presión Tributaria


(En % del PBI)
36

33
Total/PBI
30

27
Nac/PBI
24

21

18

15
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

A partir del 2002 se registra una participación creciente del


sector público en la economía. Clara expresión de ello es el
sustancial incremento de la presión tributaria, que pasó del
21% al 35% del PBI.

Componentes del PBI

Los componentes del Producto Bruto Interno, calculado a pre-


cios corrientes, tenían el siguiente peso en el año 2011:

 Consumo Privado 60 %
 Consumo Público 16 %
 Inversión Bruta Fija 22 %
 Exportaciones 22 %
 Importaciones -20 %

28
Macro para todos

El 60% de la Inversión Bruta interna Fija (IBIF) de ese año


correspondía al rubro Construcción y el 40% restante a equipo
Durable de producción, que a su vez se desagrega en Maqui-
naria y Equipo y Material de Transporte.

3. ARGENTINA. INDICADORES DE RIQUEZA

La disponibilidad de activos físicos de un país constituye un


importante componente de su riqueza y su análisis resulta un
elemento de suma utilidad para explicar tanto las tendencias
de crecimiento económico como para identificar los obstáculos
que dificultan su desarrollo.

La última información disponible corresponde al año 2006.


Según estimaciones del INDEC el stock total de capital as-
cendía en ese año al equivalente de 600 mil millones de dóla-
res, poco más de 15 mil dólares por habitante5. El cuadro
muestra la distribución entre sus principales componentes.

Argentina. Distribución del Stock de Capital. Año 2006

Construcción 74 %
- Residencial 37 %
- No residencial 37 %
Privada 21 %
Pública 16 %
Maquinaria y Equipo 15 %
Material de Transporte 7%
Activos Agropecuarios 4%
TOTAL 100 %
Elaboración propia en base a datos del INDEC

5
Debe tenerse en cuenta que esta cifra no considera el valor de la tierra.
Según el Censo Agropecuario del 2002 hay más de 30 millones de hectá-
reas con aptitud agrícola con un valor estimado en más de 100 mil millo-
nes de dólares.

29
Alberto Pontoni

Un dato que llama la atención es el contraste entre la impor-


tancia del stock de Construcción respecto de Maquinaria y
Equipo y Activos Agropecuarios. Esta distorsión en el destino
de las inversiones permite entender tanto el raquitismo de
nuestra industria como cierta deformación de nuestro desarro-
llo, representada por las cuantiosas inversiones improductivas
realizadas en ciudades balnearias6.

El estudio también aporta información sobre el ritmo de capita-


lización en la década del 90. En ese periodo el stock de Ma-
quinaria y Equipo aumentó sólo un 20%, lo cuál implica una
tasa de crecimiento promedio del 1.5% anual, una prueba más
de la escasa confiabilidad de la publicitada “revolución produc-
tiva” y “modernización” durante la Convertibilidad. Es lógico
asociar el pobre desenvolvimiento de la actividad económica
de ese periodo con el escaso aumento del stock de capital.

Las dos principales conclusiones que arroja el análisis del


stock de capital del país son, por un lado, la escasez de acti-
vos productivos y, por otro, su bajo ritmo de crecimiento.

Capital intangible

Según un estudio del Banco Mundial, que valoriza las diversas


existencias de capital disponibles, Argentina es el país más
rico de América Latina, con stock que supera los 5 billones de
dólares, equivalentes a 140 mil dólares por habitante.

La clave de esa alta valoración reside en el importante stock


de capital intangible, al que asigna un 80% de la riqueza
total. El capital intangible comprende tanto al capital humano
como la infraestructura institucional y contabiliza el valor de la
educación, el gobierno y la calidad de las autoridades.

6
Mar del Plata, con una infraestructura para albergar 2 millones de habitan-
tes que permanece ociosa 10 meses al año, constituye un brutal contra-
sentido de un país en desarrollo.

30
Macro para todos

Este nivel de capital intangible es el más alto en el mundo en


desarrollo y está cerca del 80% que registraron los países
más ricos.

Al capital natural -recursos pesqueros, bosques, yacimientos


mineros y energéticos- le otorga una importancia reducida
(sólo 5% del total).

De acuerdo al trabajo, que abarcó a 120 países, la riqueza


promedio a nivel mundial esta en el orden de los 90 mil dóla-
res por habitante. El ranking de mayor riqueza lo encabeza
Suiza, con 650 mil dólares per cápita, seguida por Dinamarca,
Suecia, Estados Unidos, Alemania y Japón.

31
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

La manipulación política y técnica de las estadísticas

El sistema estadístico argentino está conformado, a nivel nacional,


por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y 24 Di-
recciones Provinciales de Estadísticas (DPE).

El INDEC elabora estadísticas sobre Precios, Población, Calidad de


Vida, Trabajo, Ingresos, Educación, Salud, Seguridad, Turismo,
Sectores, Empresas y todo lo referente al Sistema de Cuentas Na-
cionales. A esto se suman tres censos que se realizan o deberían
realizarse cada 10 años: el Poblacional (en años que terminan en 0)
el Económico (en años que terminan en 4) y el Agropecuario (en
años que terminan en 8).

Manipulación política

El 2007 ha sido un año crítico para la credibilidad de las estadísticas


argentinas debido a la intervención del INDEC y la manipulación de
las cifras del Índice de Precios al Consumidor (IPC), desde el que se
mide la inflación, así como algunos datos de la Encuesta Permanen-
te de Hogares (EPH). Como consecuencia de la perdida de confian-
za en las estadísticas oficiales el Gobierno se ha visto obligado a
anunciar que para el 2008 se hará una nueva estimación del IPC,
conforme el índice utilizado en EE.UU.

Controlar las estadísticas es una tentación para cualquier gobierno.


La publicación de una tasa de inflación “política”, sustancialmente
inferior a la estimada por entidades privadas e, incluso, de la calcu-
lada en provincias, ha llevado a una nueva perdida de confianza en
las instituciones públicas. Esto constituye un hecho grave, ya que
los beneficios de corto plazo de esa manipulación resultan mínimos
en relación al perjuicio futuro.

Un ejemplo más de la escasa voluntad de la dirigencia local de


avanzar en la construcción de la proclamada calidad institucional y,
en definitiva, de la subordinación del interés colectivo a las necesi-
dades particulares o circunstanciales de un grupo.

32
Macro para todos

Manipulación técnica

El análisis económico suele recurrir a argumentos cuantitativos y al


manejo de cifras que pueden ser utilizadas en respaldo de diferentes
posiciones. La simple elección de un valle o un pico para medir la
evolución de un indicador puede generar resultados contradictorios.

La década del 90 constituye un buen ejemplo de las posibilidades de


este tipo de manipulación estadística.

La expansión de los 90 ¿espectacular o moderada?

Los partidarios de una “visión exitosa” de esos años destacan la


espectacular expansión de la economía, fundando su afirmación en
el logro de una tasa promedio superior al 7% anual entre 1990 y
1998. El ex presidente Menem en una oportunidad afirmó que "entre
1990 y 1998, el PBI aumentó un 43.7%, lo que implica una tasa de
crecimiento promedio del 6.7% anual".

Otros consideran exagerada esa visión, pues si se toma un periodo


levemente mayor, 1987-2001, la tasa de crecimiento promedio se
reduce al 4.3% anual. Es más, si se ajusta el efecto "lineal", la tasa
acumulativa anual del período se contrae del 4.3% al 3.4% (Debido
a que la acumulación de una tasa anual de crecimiento genera una
función exponencial y no una lineal).

Esta cifra representa menos del 2% anual en términos de crecimien-


to per capita, ya que la población se incrementa el 1.5% anual. En
síntesis, el "espectacular" crecimiento del 7% anual, queda reducido
a una modesta performance del 1.9%.

Los siguientes gráficos, tomados del trabajo del Prof. Jorge Schvar-
zer “Economía argentina: situación y perspectivas” y “Las tendencias
productivas durante la Convertibilidad”, publicados en Gaceta de
Económicas 11 y 12, ilustran ambas versiones.

33
Alberto Pontoni

Versión "exitosa": 7.1% anual

150

140 1998
130

120

110

100

90
1990
80

70
1980 1990 2000

Versión "moderada": 4.3 % anual


150
140
130 2001
120
110
1987
100
90
80
70
1980 1990 2000

34
Macro para todos

Tema de reflexión

Argentina, ¿país rico o país pobre?

La pregunta admite respuestas antagónicas. Argentina es, induda-


blemente, un país muy rico si se considera la gran disponibilidad de
recursos y capacidad de producción que posee. Tanto en lo que
hace a medios físicos o naturales, contabilizando la extraordinaria
extensión de tierras potencialmente cultivables (5 hectáreas por
habitante, veinte veces más que el promedio mundial), el impresio-
nante stock ganadero, los inconmensurables recursos de origen
mineral, las importantes reservas de petróleo y gas y el caudal pes-
quero, entre otros, todo ello sazonado por excelentes recursos hídri-
cos, buenos climas y abundantes lluvias.

Si a este inventario se suman los recursos humanos el cuadro resul-


ta aún mas optimista, debido a la calificación educativa de la pobla-
ción, modernidad cultural y tradición científica. Ejemplo de ello son
los tres premios Nóbel en medicina y fisiología y las contribuciones
de argentinos al desarrollo científico y tecnológico.

Desde otro punto de vista, Argentina es un país pobre y postergado,


como consecuencia de un bajo producto per capita (menos de la
mitad del promedio europeo) y una regresiva distribución del ingre-
so. Es el caso de un país rico pero con una importante proporción de
población pobre.

¿A qué se debe esta paradoja de país rico con mucha pobreza?

Una primera explicación de este fenómeno puede rastrearse en la


exclusión laboral. A pesar de la recuperación sostenida de los
últimos años menos de la mitad de la población cuenta con empleo
e ingresos suficientes para sostener un nivel de vida satisfactorio. El
resto integra el ejército de desempleados, subempleados y desani-
mados. En esto radica la mayor perversión del actual sistema eco-
nómico, que desaprovecha el aporte productivo de una porción sus-
tancial de la población en condiciones de trabajar.

35
Alberto Pontoni

Otra distorsión es la baja productividad de nuestra sistema eco-


nomico, consecuencia del insuficiente desarrollo del sector indus-
trial, el más auténtico generador de valor agregado. Nuestras expor-
taciones son un fiel reflejo de esta realidad, ya que dos terceras
partes son productos primarios o con escaso nivel de elaboración.

En resumidas cuentas, la riqueza de una nación y de sus habitantes


comienza por el aprovechamiento de la capacidad transformadora
de su población. Para un mayor bienestar se requiere trabajo y,
principalmente, industria. De allí, que la fuente del atraso y la pobre-
za argentina resida en la escasa utilización del potencial productivo
de sus habitantes y la necesidad, al menos, de duplicar nuestra in-
dustria para acrecentar las fuentes de empleo.

Un buen ejemplo de esa situación fueron los años de la gran crisis,


entre el 2000 y el 2002. Nunca Argentina había producido tantos
granos, minerales y petróleo como en ese periodo, ni explotó tan
intensamente sus recursos naturales. Sin embargo, nunca los argen-
tinos estuvimos tan mal.

Sin embargo, hay muchos argentinos que no entienden esta sencilla


ecuación y siguen viviendo en el pasado, juzgando nuestra riqueza
conforme a patrones que han perdido vigencia (¿reminiscencia fisio-
crática?). La historia del mundo y de América Latina es prodiga en
ejemplos de frustraciones nacionales fundadas sobre la abundancia
de recursos naturales. El oro americano fue la perdición de España
y la plata de Potosí la maldición boliviana.

El campo de hoy no es el campo de ayer. Un siglo atrás era la prin-


cipal fuente de absorción de mano de obra y el precio de los produc-
tos primarios tenía un alto valor agregado por el trabajo. Hoy el em-
pleo en el sector agropecuario es ínfimo y el valor agregado de los
bienes agrícolas es principalmente renta, que se destina a impues-
tos o remunerar al dueño de la tierra.

¿Por qué estamos como estamos?

En este punto las explicaciones difieren, según la ideología de quien


responda.

36
Macro para todos

Para los ortodoxos la culpa reside en el exceso de Estado y popu-


lismo, que ha trabado el desarrollo de un “verdadero capitalismo” (a
pesar de tres décadas de dictaduras y democracias de mercado!!!).
La solución, desde este punto de vista, consistiría en un mayor
aliento de la actividad privada y la reducción del Estado a sus fun-
ciones indelegables, como justicia y seguridad.

Para otros la responsabilidad hay que rastrearla en la hegemonía


que ejercen los centros sobre la periferia, que les permite la exac-
ción de recursos y trabajo a través de diversos mecanismos de ca-
rácter financiero, productivo o comercial. La receta para salir del
pozo pasaría por romper con las formas de sumisión neocolonial.

Una tercera explicación del retraso y la pobreza, que tuvo su auge


en las décadas del 50 y 60, pone el acento sobre el signo primario
exportador de estas economías y el carácter rentista de sus dirigen-
cias. De allí, los esfuerzos de las corrientes desarrollistas de pos-
guerra en estimular el surgimiento de una clase empresarial dinámi-
ca (burguesía nacional) con decisión y capacidad para encarar un
proceso de industrialización. Desde esta visión, el Estado debería
cumplir un rol activo canalizando recursos financieros y garantizando
el acceso prioritario de la producción nacional al mercado interno.
Esta corriente, conocida como estructuralismo, debido al énfasis
puesto sobre la necesidad de cambios profundos, influyó decisiva-
mente en las políticas de industrialización por sustitución de impor-
taciones, características del periodo de posguerra.

Actualmente existe un creciente consenso social acerca de la nece-


sidad de emerger del atraso con políticas activas de apoyo a la pro-
ducción. El fracaso de la ortodoxia aplicada en América Latina en las
últimas décadas, el deterioro del país a consecuencia del desmante-
lamiento fabril y la exitosa experiencia de los emergentes asiáticos
con China a la cabeza, se han transformado en argumentos contun-
dentes a favor de la industrialización.

La solución de nuestros problemas no puede limitarse ni descansar


sobre la eventual mejoría del precio de los granos ni la eliminación
de los subsidios agrícolas en los países desarrollados. Para el país
pastoril sobramos 20 millones de argentinos.

37
Alberto Pontoni

Preguntas de fijación

1. ¿Qué diferencia hay entre valor agregado y valor final de un


producto?
2. ¿Qué significa el término “final”, utilizado al definir el PBI como
producción de bienes y servicios finales?
3. ¿Se contabilizan en el PBI: el sueldo de un policía, la propina a
un cuidacoches, la compra a un ambulante, la actividad de un
sacerdote o de un estudiante con beca?
4. ¿Qué indicador utilizaría para mostrar la evolución de la produc-
ción de un país? Y ¿del bienestar?
5. ¿En qué se diferencian el PBI a precios de mercado y el PBI a
costo de factores?
6. Un aumento de la deuda externa ¿afecta al PBI y al Ingreso
Nacional?
7. ¿Qué expresa la brecha entre PBI potencial y real?
8. ¿Qué es y cuál es la utilidad de medir el PBI en términos de
paridad de poder adquisitivo?
9. El PBIpc en dólares ¿es buen indicador del desarrollo económico?
10. Un aumento del PBIpc en dólares ¿implica mayor bienestar?
11. ¿Que consecuencias tendría sobre el PBI (cf y pm) aumentos de
la alícuota del IVA e impuesto a las ganancias?
12. Comente las características de la presión tributaria en Argentina
13. El desarrollo del sector servicios¿es expresión de “mayor mo-
dernidad”? Comente
14. Comente la estructura sectorial del PBI en Argentina
15. ¿Qué lecciones se extraen del valor y evolución del stock de
capital fijo de la Argentina?
16. En base a que argumentos el Banco Mundial considera a la
Argentina el país más rico de América Latina.
17. Argentina ¿es un país rico? Comente

38
Macro para todos

INDICADORES DE OCUPACIÓN

Una señal clave de la salud económica y nivel de bienestar de


una sociedad reside en la posibilidad de acceso al empleo, ya
que existe una relación estrecha entre la dinámica de creci-
miento de una economía, expresada en su capacidad de pro-
ducción de bienes y servicios, y la generación de puestos de
trabajo.

1. ÍNDICES DE EMPLEO

Desde el punto de vista económico la población se diferencia


según su actividad en activa e inactiva.

La población económicamente activa (PEA) está integrada


por quienes tienen una ocupación remunerada (ocupados) o
están buscando empleo (desocupados). En Argentina no se
considera la edad, a diferencia de otros países que excluyen
automáticamente de la PEA a los menores de 14 y mayores
de 65 años.

En consecuencia se consideran inactivos, y no integran la


PEA, quienes no están realizando una actividad remunerada
ni buscando empleo, como es el caso de los jubilados y pen-
sionados que no trabajan, las amas de casa o quienes sólo se
dedican a estudiar.

Como los principales indicadores de ocupación se construyen


tomando como referencia la PEA resulta conveniente destacar
un factor distorsivo que se hace presente en momentos de
alto nivel de desempleo: el trabajador desanimado. Esta
categoría describe a quienes han renunciado a buscar trabajo
debido a las pocas posibilidades de éxito en obtenerlo.

39
Alberto Pontoni

A los fines estadísticos el trabajador desanimado es conside-


rado un inactivo y no un desocupado, por no estar buscando
empleo. Luego, no integra la PEA.

En Argentina, se distingue entre inactivos típicos y margina-


les. Los primeros son aquellos que no tienen trabajo (ni lo
buscan) y no están dispuestos a incorporarse a la actividad
laboral, a diferencia de los marginales que están dispuestos a
hacerlo. En consecuencia, el inactivo marginal se corresponde
con la categoría de desanimado.

Otro aspecto a tener en cuenta es el llamado desempleo fric-


cional, que corresponde a quienes se encuentran "migrando"
de trabajo en el contexto de una sociedad sin problemas de
empleo. En toda sociedad, incluso en situaciones de plena
ocupación, existen personas que momentáneamente se en-
cuentran sin trabajo por meras razones personales ó familiares
(mudanza, búsqueda de mejores oportunidades, etc.). De allí,
que se considere como de pleno empleo una economía que
presente una tasa de desocupación inferior al 3% ó 4%.

Una clave para entender mejor esta categoría reside en el


tiempo que demora un desocupado para encontrar un nuevo
empleo, ya que el desempleo de corta duración es reflejo de
una situación de mucha movilidad y de una fuerte demanda
laboral. En EEUU, en años de pleno empleo, el 40% de los
desocupados demoraba menos de un mes en encontrar una
nueva ocupación mientras que otro 30% tardaba entre dos y
tres meses. Esto era una clara manifestación del carácter fric-
cional de ese desempleo.

Finalmente, resulta importante tener en cuenta que los niveles


de ocupación no son necesariamente homogéneos en los
diferentes sectores y que suele ser común el caso de econo-
mías con alto desempleo que en ciertas actividades muestran
plena ocupación y demanda de mano de obra.

40
Macro para todos

A continuación se pasará revista a las categorías e indicado-


res laborales de mayor relevancia, conforme las definiciones
utilizadas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC), organismo que en Argentina tiene a su cargo la res-
ponsabilidad de obtener y procesar este tipo de información.

Desocupado. Esta categoría expresa la desocupación abier-


ta, es decir, personas que sin tener ningún trabajo lo están
buscando en forma activa. Es importante tener presente que
según esta definición no se consideran desocupados a quie-
nes realizan trabajos transitorios (changas) o por debajo de su
calificación (ocupados), ni tampoco a quienes han suspendido
la búsqueda laboral (desanimados), entre otros.

Ocupado. En nuestro país se considera ocupado quien en la


semana de referencia para la encuesta ha trabajado por lo
menos una hora en forma remunerada ó 15 ó más sin remu-
neración. La amplitud de esta definición permite incluir toda
forma de precariedad laboral. Entre los ocupados se diferen-
cian ocupados plenos y subocupados.

Ocupado pleno. Comprende a los ocupados que trabajan un


lapso considerado “socialmente normal”, es decir, más de 35 y
menos de 45 horas semanales, sea como empleado, patrón,
independiente o cuentapropista. Este es un indicador muy
importante ya que, en principio, estaría reflejando la población
que cuenta con un empleo satisfactorio.

Sin embargo esto no es tan así, ya que existe un importante


sector de la población clasificado como ocupados plenos que
realizan actividades de subsistencia con muy baja remunera-
ción, como es el caso de vendedores callejeros, cuidacoches
y cartoneros, entre otros.
.
Esta distorsión se debe al hecho que el criterio utilizado para
clasificar la ocupación sólo considera la intensidad de tiempo
trabajada, sin distinguir formas de precariedad laboral origina-
da en bajos ingresos.
41
Alberto Pontoni

Subocupado. Abarca a los ocupados que trabajan menos de


35 horas semanales y están dispuestos a trabajar más horas.
El INDEC discrimina entre subocupado demandante (esta
buscando otra ocupación) y no demandante.

Sobreocupado. Incluye a los ocupados que trabajan más de


45 horas semanales. La sobreocupación, al igual que la
subocupación, suele ser expresión de precariedad laboral y de
bajos ingresos.

Trabajador no registrado o informal. Esta no es una catego-


ría de ocupación por intensidad de tiempo trabajado pero re-
sulta importante al momento de analizar la situación laboral. El
dependiente no registrado (denominado vulgarmente en ne-
gro) es aquel que no figura como contribuyente del sistema de
seguridad social. Su empleador no realiza las contribuciones
que establece la ley ni tampoco efectúa los descuentos que
corresponden al aporte del trabajador. Se considera que casi
la mitad de los asalariados del sector privado revisten actual-
mente esta categoría.

Los principales indicadores de ocupación, expresados en por-


centajes, son:

Tasa de Actividad = PEA / Población Total


Tasa de Empleo = Pob. Ocupada / Pob. Total
Tasa de Desocupación = Población Desocupada / PEA
Tasa de Subocupación = Población Subocupada / PEA

42
Macro para todos

2. EL EMPLEO EN LA ARGENTINA

Históricamente, Argentina ha sido un país caracterizado por el


bajo nivel de desempleo, lo cuál explica su condición tradicio-
nal de receptor de inmigración. Sin embargo, en las últimas
décadas la exclusión y precariedad laboral han comenzado a
ocupar un lugar de importancia y a constituirse en creciente
motivo de preocupación social.

La mayor parte de la información referida a aspectos ocupa-


cionales se extrae de los censos y de las encuestas de hoga-
res que realiza el INDEC. Los censos de población tienen la
ventaja de ofrecer un diagnóstico preciso del conjunto de la
población nacional, pero el inconveniente de realizarse cada
10 años. Por su parte, la Encuesta Permanente de Hogares
(EPH) permite un mejor seguimiento de la evolución laboral,
pero sólo cubre el 63% de la población del país.

Situación según fuente censal

El cuadro siguiente presenta la situación de la población en el


2001, ordenada por condición de actividad económica.

Argentina. Población según actividad económica. Año 2001

Población total 37.100.000 100.0 %


PEA 15.200.000 40.5 %
- Ocupados 10.900.000 29.5 %
- Desocupados 4.300.000 11.0 %
Inactivos 21.900.000 59.5 %
- Menores 14 años 10.500.000 28.3 %
- Jubilados y pensionados 3.000.000 8.1 %
- Estudiantes 3.000.000 8.1 %
- Otros (discapacitados, desanimados, etc) 5.400.000 15.0 %

Elaboración propia en base a datos del Censo de Población 2001

43
Alberto Pontoni

Uno de los datos a destacar es el bajo porcentaje (40.5%) de


PEA. Este constituye un problema estructural de los países en
desarrollo cuya explicación se encuentra en la carencia de
fuentes de trabajo, de allí que en las naciones de avanzada la
PEA llegue a superar el 60% de la población. La mujer es la
principal variable de ajuste de la PEA, pues cuando los índi-
ces de desocupación son elevados termina renunciando a la
búsqueda de trabajo.

La contracara de una baja proporción de PEA es, justamente,


la población censada como inactiva “por otros motivos”, que
en los censos de 1991 y 2001 representó un 15% de la pobla-
ción total. Este rubro recoge, principalmente, sectores de po-
blación “desanimada”, aquella que ha desistido de buscar tra-
bajo por la falta de oportunidades.

Existen fuertes diferencias regionales en la PEA. Mientras que


en la ciudad de Buenos Aires supera la mitad de la población
(actualmente alcanza al 56% del total), en las provincias más
postergadas, como Chaco y Formosa, la PEA ronda el 30%.

Diferencias por género

La postergación laboral de la mujer constituye una de las ca-


racterísticas tradicionales de los países en desarrollo. La dis-
criminación comienza desde el acceso mismo al trabajo7 y se
extiende al nivel de remuneraciones y explotación laboral.

Argentina no es una excepción a esta regla. El cuadro siguien-


te permite observar que en el 2001:
 Más de dos terceras partes (67%) de las mujeres se en-
contraban inactivas económicamente a diferencia de los
varones cuya exclusión alcanzaba al 50%.

7
De allí que la principal fuente de crecimiento de la PEA en el tiempo se
deba a la mayor incorporación de la mujer al mercado laboral.

44
Macro para todos

 Entre las mujeres que integraban la PEA, había una que


carecía de empleo (pero estaba buscando) por cada dos
ocupadas. En los varones, la relación era menor, había un
desempleado por cada tres ocupados.

Argentina. Población según actividad y sexo. Año 2001


(en %)

Varones Mujeres
Población total 100.0 100.0
Ocupados 37.5 21.7
Desocupados 12.0 11.0
Inactivos 50.5 67.3
Elaboración propia en base a datos del Censo de Población 2001

Distribución por categoría ocupacional

El Censo del 2001 también ilustraba sobre la distribución en


categorías ocupacionales de los 11 millones de personas que
constituían la población ocupada.

Como se observa en el cuadro siguiente, casi la mitad de la


población ocupada eran asalariados privados (5.3 millones),
un 21% (mas de 2.3 millones) se desempeñaba en el sector
público y el 30% restante eran patrones y cuentapropistas.

Argentina. Población por categoría ocupacional. Año 2001


(en %)

Población ocupada 100 %


Asalariados S. Privado 49 %
Asalariados S. Público 22 %
Cuentapropistas y otros 23 %
Patrones 6%

Elaboración propia en base a datos del Censo de Población del 2001

A continuación se presentan análisis más actualizados sobre


la base del seguimiento permanente que realiza el INDEC.

45
Alberto Pontoni

Situación según fuente EPH

Las EPH (Encuesta Permanente de Hogares) son relevamien-


tos que realiza el INDEC sobre la situación en centros urba-
nos. Actualmente se extiende sobre un total de 31 aglomera-
dos que representan el 70% de la población urbana, equiva-
lente al 63% del total nacional8. La información se obtiene de
muestras de hasta 1.500 hogares en cada aglomerado (y de
4.500 en el Gran Buenos Aires).

Al analizar información de esta fuente debe tenerse presente


el carácter parcial y urbano de las EPH, a diferencia de los
datos de origen censal, de cobertura nacional.9

La información que surge de las EPH es la que se utiliza para


analizar la evolución de la condición de actividad económica
del país, principalmente los cambios que se registran en las
tasas de ocupación. De allí su importancia.

Empleo y desocupación

En los últimos 25 años ha venido creciendo en forma sosteni-


da la porción de población urbana económicamente activa. En
1980 la PEA representaba sólo el 38% de la población total,
mientras que para fines del siglo pasado se acercaba al 43%.
Sobre finales del 2011 superaba el 46%.

Los gráficos que se presentan a continuación muestran la


evolución de las principales tasas de ocupación, según la
EPH. Se observa claramente el deterioro de la situación del
empleo en la década del 90, el colapso producto de la crisis
del 2001-02 y la recuperación a partir del 2003.

8
En Argentina la población urbana supera el 88% del total.
9
En el 2001 el Censo mostró una PEA del 40% y una ocupación del 30%.
En la EPH de ese año la PEA era del 42% y la ocupación del 35%.

46
Macro para todos

Argentina. Evolución de la tasa de empleo 1992-2012


(En % de la población para aglomerados EPH)
44

42
45.2
40

38

36

34 21.5

32
92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12

Argentina. Evolución de la desocupación y subocupación


(En % de la PEA para aglomerados EPH)

27
24
45.2
21
Desempleo
18

15
12 Subempleo
9 21.5
6
92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12
Fuente: Elaboración propia en base a datos del Mecon

El desempleo y la precariedad laboral se acentuaron a partir


del año 1992 hasta alcanzar sus máximos históricos durante
la crisis del 2002. En mayo de ese año la desocupación su-
peró el 21% y la subocupación alcanzó al 19% de la PEA, los

47
Alberto Pontoni

mayores niveles que registra el país. Sólo una cuarta parte del
total de la población urbana tenía empleo pleno10.

En los últimos años se produjo una baja sustancial de la de-


socupación y subocupación. A principios del 2012, la tasa de
empleo había crecido al 43,5% y la tasa de desempleo se
situaba por debajo del 8%, correspondiendo al subempleo un
valor levemente superior, entre el 9 y 10%.

Indudablemente, el otorgamiento de subsidios a desemplea-


dos, como el Plan Jefes y Jefas de Hogar, ha ejercido una
influencia determinante en la consideración de su situación
ocupacional, ya que los beneficiarios de dichos planes suelen
calificarse como “subempleados” en lugar de “desempleados”.

Los fuertes cambios registrados en el empleo en tan poco


tiempo dieron lugar a un importante debate acerca del grado
de confiabilidad de las mediciones y la relación con la recupe-
ración de la actividad económica. A partir del 2007 los índices
de precios y de empleo del INDEC fueron seriamente cuestio-
nados a raíz de intervenciones de la autoridad política.

Distribución por rama de actividad

El cuadro siguiente muestra, para fines del 2011, la distribu-


ción por rama de actividad de la población ocupada registrada
en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). El total
de puestos de trabajo era de 7,6 millones.

Se observa que casi el 70% de los ocupados se desempeña


en servicios, mientras que el 30% restante lo hace en la pro-
ducción de bienes. Las dos ramas de actividad que concen-
tran mayor empleo son la industria manufacturera (17.5% del
total) en la producción de bienes y el sector de comercio, ho-
teles y restaurantes (17%), en servicios.

10
El indicador de “empleo pleno” (que excluye subocupados) muestra el
porcentaje de población que cuenta con un empleo satisfactorio.

48
Macro para todos

Argentina. Distribución de la población ocupada. 2011

Prod. de Bienes 28 %
Industria Manufacturera 16 %
Construcción 6%
Act. Primarias y Electricidad, Gas, Agua 6%

Prod. de Servicios 72 %
Adm. Pública, defensa y otros 19 %
Comercio, hoteles y restaurantes 17 %
Act. inmob., finan., empresariales 14 %
Serv. Sociales, educación y salud privados 9%
Otros servicios 13 %

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Puestos de trabajo

Existen dos fuentes básicas de información para conocer la


situación e ingresos de quienes trabajan: el INDEC y el Siste-
ma Integrado Previsional Argentino (SIPA).

La diferencia entre la información del INDEC y del SIPA reside


en el hecho que ésta última no comprende, además de los
trabajadores no registrados (en negro), a:
 Menores de 18 años
 Empleados públicos provinciales, cuyo número supera los
2,5 millones.
 Personal militar de las fuerzas armadas, de seguridad y
policial, que suma otros 250.000 asalariados.

De allí, que en el SIPA se encuentren registrados sólo 7,6


millones de asalariados, sobre un total de aproximadamente
10 millones de trabajadores en blanco, es decir, aportantes a
diferentes sistemas de seguridad social.

En el cuadro que se presenta a continuación puede observar-


se como se encuentran distribuidos los trabajadores registra-
49
Alberto Pontoni

dos (fuente SIPA) y las variaciones que se produjeron entre


fines de los años 2002 y 2011.

Argentina. Puestos de trabajo por sector económico


A fines de los años 2002 y 2011

2002 2011 Variación


Totales SIPA 4,500,000 7,650,000 3,150,000
Prod. de Bienes 1,250,000 2,100,000 850,000
Ind. Manufactureras 780,000 1,200,000 420,000
Construcción 130,000 440,000 310,000
Act. Primarias 280,000 400,000 120,000
Electricidad, Gas y Agua 60,000 60,000 0
Prod. de Servicios 3,250,000 5,550,000 2,300,000
Adm. Pública, Defensa y otros 750,000 1.450,000 700,000
Comercio 600,000 1.150,000 550,000
Act. Inmob. y Empresariales 430,000 860,000 430,000
Transporte y Comunicaciones 330,000 530,000 200,000
Hoteles y Restaurantes 120,000 230,000 110,000
Serv. Com. y Personales 310,000 480,000 170,000
Serv. Sociales, Edu. y Salud 560,000 680,000 120,000
Intermediación Financiera 150,000 170,000 20,000
Elaboración propia en base a datos del Mecon y del SIPA

Las principales conclusiones que surgen del cuadro son:


 La creación de más de 3 millones de puestos de trabajo en 9
años, lo que representa un aumento del 70%.
 De ese total, 2,3 millones fueron generados en el sector ser-
vicios, un 73% del total, mientras que el número de nuevos
puestos en la producción de bienes fue de 850 mil.
 Los que crearon mas empleo fueron la administración públi-
co (700 mil) y el comercio (550 mil) en el sector servicios y la
industria (420 mil) y la construcción (310 mil) en bienes.

50
Macro para todos

 En materia de crecimiento porcentual destaca el aumento de


puestos de trabajo en el sector de la construcción (2,4 ve-
ces). Por su parte, la administración pública, el comercio y
los restaurantes duplicaron la cantidad de trabajadores.

Resulta importante señalar que el mayor crecimiento de em-


pleo, 2,2 millones, se produjo antes del 2007. En los años
subsiguientes el ritmo disminuyó y se crearon 1,1 millones de
nuevos puestos de trabajo, casi todos en la producción de
servicios, principalmente en el sector público.

Trabajo no registrado

Se estima que más de la tercera parte de los trabajadores en


situación de dependencia no realizan los aportes obligatorios
a la seguridad social, porcentaje similar al existente durante
mediados de la década del 90. En los últimos años se ha re-
gistrado una importante baja en la proporción de trabajadores
no registrados respecto del total de asalariados, ya que en el
2002 la mitad de los trabajadores bajo dependencia no reali-
zaba aportes a la seguridad social.

El mayor porcentaje de empleo no registrado se encuentra en


el servicio doméstico y la construcción. En términos genera-
les, se trata de empleados de poca o escasa calificación con-
tratados por familias o pequeñas empresas para realizar tra-
bajos de baja productividad.

Existe un círculo vicioso entre evasión impositiva y trabajo no


registrado. A los fines de aumentar su rentabilidad las empre-
sas, en particular las pequeñas, tienden a facturar en negro
una porción importante de sus ventas, evadiendo el pago de
impuestos, principalmente el IVA. Esto les dificulta blanquear
el total de sus gastos, entre ellos salarios.

Asimismo, para evitar la realización de aportes muchas activi-


dades aparecen como “tercerizadas” y la dependencia se en-

51
Alberto Pontoni

cubre bajo la modalidad de locación de servicios. En estos


casos el trabajador suele ser registrado como monotributista.

A modo de conclusión

Según datos oficiales, en la Argentina del 2012 la población


económicamente activa supera los 18 millones de personas
(el 46% de la población). Los restantes 22 millones se compu-
tan como inactivos, categoría que comprende a jubilados, me-
nores de edad, estudiantes, discapacitados y aquellos que no
buscan trabajo. Del total de la PEA unos 15 millones gozan de
“empleo pleno” y sólo 3 millones se encuentran desocupados
o subocupados.

A nuestro entender, estas cifras resultan engañosas a los


efectos de considerar la problemática del empleo y el desafío
de abordar su solución en nuestro país.

Creemos más apropiado considerar, en primer lugar, la pobla-


ción que tiene capacidad e interés en conseguir un empleo,
cuyo número supera al de la PEA por cuanto incorpora a los
desanimados, es decir, quienes han desistido de buscar traba-
jo por la dificultad de conseguirlo. De asumir este análisis la
PEA real alcanzaría a unas 22 millones de personas, el 55%
de la población total (en los países mas desarrollados la PEA
supera el 60% de la población).

Por otro lado, debería considerarse sólo la disponibilidad de


puestos de trabajo que permiten obtener un ingreso social-
mente adecuado a las necesidades presentes. En la Argentina
actual la oferta de empleo con remuneración satisfactoria difí-
cilmente supera los 11 millones de puestos de trabajo11.

11
La categoría de “ocupado pleno” no implica remuneración satisfactoria, ya
que hay muchos que se desempeñan en actividades de "empleo pobre”,
son plenos porque dedican toda su jornada a trabajar pero pobres por la
escasa retribución que perciben.

52
Macro para todos

En síntesis, una demanda de empleo potencial que ronda los


22 millones de personas tropieza con una disponibilidad de
puestos de trabajo con remuneración satisfactoria que sólo
alcanza a la mitad. El desafío es claro: duplicar la cantidad de
puestos de trabajo.

La escasez de trabajo productivo es, sin duda, el mayor de los


dramas nacionales y el gran desafío de nuestra dirigencia pú-
blica y privada será crear oportunidades y empleo para el
enorme sector de la sociedad excluido laboralmente.

53
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

El empleo en los años noventa


Por Roberto Frenkel. Selección de párrafos del artículo publicado en
La Nación del 5.8.01

La tasa de desempleo es la información más difundida de las mu-


chas que suministra regularmente la Encuesta Permanente de Ho-
gares (EPH) del INDEC. Esto es lógico, puesto que es un termóme-
tro elocuente de las condiciones de vida -materiales y espirituales-
de la porción más humilde de nuestra sociedad. Sin embargo, pese
a su elocuencia, la tasa de desempleo, por la complejidad de los
factores que confluyen a su cómputo, no es la información que mejor
se presta para analizar la evolución del mercado de trabajo, particu-
larmente en aquellos aspectos más relacionados con la marcha de
la actividad económica.

La misma EPH entrega un indicador simple que apunta directamente


a la relación entre empleo y actividad económica. Este indicador es
la proporción de la población que trabaja una jornada completa, sea
como empleado, cuentapropista, profesional independiente, patrón o
inversionista. Con los resultados de la encuesta se mide como el
porcentaje de la población urbana del país (la total, no la activa) que
trabaja más de 35 horas a la semana, en cualquier modalidad. Ob-
sérvese que, por estar referido a la población total, el indicador no
depende de la tasa de actividad, cuya medición tiene cierto grado de
imprecisión y, además, responde a procesos de cambio cultural y no
sólo a factores económicos. Por otro lado, la medición excluye a las
personas que trabajan algunas horas a la semana -los subemplea-
dos involuntarios- que sí están incluidas en la medición del empleo
total. El indicador así definido, la tasa de empleo pleno, es una in-
formación simple y robusta de los puestos de trabajo generados por
la actividad económica.

La evolución del empleo pleno en la década es impactante. Entre las


puntas del período, el porcentaje de población trabajando a tiempo
completo cayó 4 puntos porcentuales de la población total mientras
que el PBI se incrementó 38%.

54
Macro para todos

Como la proporción de población activa en la población total fue en


el promedio de la década 41,6%, esos 4 puntos porcentuales de
contracción representan aproximadamente el 10% de la población
activa. Así, la contracción del empleo pleno explica prácticamente
por sí sola el aumento de la tasa de desempleo -que se mide en
proporción a la población activa. Entre los primeros semestres de
1991 y 2001 la tasa de desempleo pasó de 6,9% a 16,4 por ciento.

Muchos atribuyen la impresionante caída de la relación empleo a


tiempo completo/PBI a la reducción de empleos improductivos en los
estados nacional y provinciales y en las ex empresas públicas. Otros
la atribuyen a la "modernización" de la economía. Para introducir un
breve comentario sobre estas cuestiones ayuda considerar la com-
posición de la contracción. Con información de la EPH del Gran
Buenos Aires puede estimarse que dos tercios de la contracción
total del empleo a tiempo completo corresponde a la industria manu-
facturera. Se contrajo también, en menor medida, el empleo en co-
mercio y construcción y sólo aumentó la ocupación en transporte y
comunicaciones y servicios financieros.

Estos datos permiten descartar la primera de las explicaciones men-


cionadas y sugieren un comentario sobre la segunda. La contracción
del empleo en la industria resultó, en parte, de la reduccción del
valor agregado nacional en ese sector, por baja competitividad inter-
nacional y, por otra parte, de la reducción de mano de obra por uni-
dad de producto de las empresas sobrevivientes. En ambos proce-
sos juega un rol importante el tipo de cambio apreciado, por incidir
negativamente sobre la competitividad y por inducir presiones adi-
cionales a la adopción de tecnologías y métodos de baja utilización
de mano de obra.

Un análisis econométrico de la relación empleo pleno-PBI muestra
que hay una correspondencia de un punto porcentual de la tasa de
empleo pleno por cada 6% de variación del PBI. En conclusión, si la
economía vuelve a expandirse puede esperarse un aumento de 1
punto porcentual por año de la tasa de empleo a tiempo completo
por cada 6% anual de crecimiento del PBI.

55
Alberto Pontoni

Preguntas de fijación

1. ¿Quiénes son PEA en Argentina?


2. ¿Cómo repercuten sobre la tasa de actividad (a) los procesos de
modernización y (b) las crisis económicas?
3. ¿En qué se diferencia un inactivo típico de uno marginal?
4. ¿Cuál es el peso de los inactivos en nuestro país?
5. ¿A quiénes comprende la exclusión laboral?
6. Comente la situación ocupacional del país.
7. Comente la brecha entre PEA real y potencial en el país.
8. Indique las tasas de desocupación, subocupación y empleo
pleno para 1990, 2000 y 2011, según la EPH
9. Señale las principales diferencias ocupacionales por género.
10. Clasifique la población por categoría ocupacional.
11. ¿En qué categoría revisten los beneficiarios del plan Jefes y
Jefas? Y ¿Los que perciben subsidios por desempleo?
12. ¿Cómo influyó en los indicadores de empleo el programa que
permitió jubilarse a las amas de casa?
13. Brinde estimaciones del trabajo en negro. Explique la relación
que existe con la evasión de IVA.
14. El taxista que alquila un vehículo para trabajar y no hace aportes
sociales ¿es un trabajador en negro?
15. ¿Qué muestra la evolución del empleo en relación al PBI?
16. ¿Qué se requiere para solucionar la crisis ocupacional?
17. ¿A qué se deben las diferencias en las tasas de ocupación de
varones y mujeres?

56
Macro para todos

INDICADORES DE PRECIOS Y SALARIOS

Las variaciones de precios son motivo de preocupación de


toda la sociedad debido a su repercusión sobre el poder ad-
quisitivo de los salarios, el rendimiento del capital y la compe-
titividad de la producción. Generalmente, los procesos de
suba sostenida de precios (inflación) determinan importantes
cambios en la conducta de los agentes económicos y afectan
la marcha de la economía.

El estudio de la problemática de la inflación interesa a los


economistas por los efectos nocivos que involucra, ya que
genera incertidumbre y desorientación en consumidores y
productores, desalentando inversiones y provocando transfe-
rencias de ingresos que afectan la distribución de la renta. La
inflación también produce distorsiones en el sistema de pre-
cios, en particular de aquellos regulados o expuestos a una
mayor competencia externa.

La tasa de inflación () expresa la variación de precios regis-


trada en un período determinado. Suponiendo que Po es el
nivel de precios correspondiente a un periodo pasado (mes,
trimestre u año) y P1 el del periodo en curso, la tasa de infla-
ción puede presentarse bajo la forma siguiente, expresada en
términos porcentuales:

= (P1 - Po) / Po

1. ÍNDICES DE PRECIOS

Normalmente, los economistas examinan dos indicadores del


nivel de precios para determinar la tasa de inflación. Ellos son:

57
Alberto Pontoni

el Índice de Precios Implícitos en el PBI, llamado también


deflactor, y el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

La tasa de inflación obtenida a través de la utilización del de-


flactor generalmente difiere cuantitativamente con la obtenida
a través del IPC. La razón reside en la diferente ponderación
de la canasta de bienes que utilizan ambos índices, ya que el
deflactor recoge el precio de los bienes producidos en el país
mientras que el IPC agrupa el de los bienes consumidos.

Si se considera un incremento de precios en un grupo deter-


minado de bienes, como los alimentos que representan un
38% del IPC y menos del 10% del PBI, el resultado será una
mayor incidencia en la tasa de inflación calculada por el IPC
respecto de la estimada a través del deflactor.

Otros índices que permiten cuantificar la evolución de los pre-


cios en una economía se basan en la distinción entre precios
al consumidor y mayoristas. La diferencia entre ambos índi-
ces se vincula a la diversa composición de las canastas de
bienes y servicios y los precios que toman en consideración.

La canasta del IPC está integrada exclusivamente por bienes


y servicios finales, mientras que en los índices de precios ma-
yoristas se consideran productos finales e intermedios. A su
vez, los precios a nivel IPC incluyen la intermediación minoris-
ta, a diferencia del índice mayorista que sólo toma en cuenta
los precios de la primera venta.

Otro indicador importante de inflación es el que surge de la


evolución de precios de los productos que integran la Canasta
Básica Total (CBT) que, a diferencia de la “canasta” del IPC,
sólo la integran bienes y servicios esenciales o básicos para la
supervivencia digna de una persona, principalmente alimenta-
ción, vivienda, indumentaria, salud, transporte y educación.

58
Macro para todos

Justamente, es el costo de esta canasta la que define el con-


cepto de pobreza en Argentina, ya que “pobre” es la persona
con ingresos inferiores al costo de la CBT12. De allí, que la
evolución de precios de la CBT resulte más adecuada para
visualizar el impacto de un alza generalizada de precios en la
economía de los sectores de bajos ingresos.

En otras palabras, la suba de precios de la CBT expresa la


“inflación de los pobres”. Por eso, suele utilizarse este indica-
dor, en lugar del IPC, para medir el impacto de los precios
sobre el poder adquisitivo de los asalariados.

Índice de Precios al Consumidor (IPC)

El indicador más utilizado para medir la tasa de inflación es el


Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mensualmente
elabora y publica el Instituto Nacional de Estadísticas y Cen-
sos (INDEC), el ente responsable de las mediciones y segui-
miento de los precios.

El conjunto de bienes y servicios cuyos precios influyen en el


cálculo del IPC constituyen la canasta del índice. Esta canasta
es representativa del gasto de los hogares urbanos.

La canasta utilizada para determinar el nivel actual del IPC


esta desagregada en 9 capítulos, 24 divisiones, 54 grupos y
132 productos, que incluyen 440 variedades de artículos13.

A continuación se presenta un resumen de las principales di-


visiones de los diferentes capítulos de la canasta:

12
“Indigente” es aquel con ingresos inferiores al costo de la Canasta Básica
Alimentaria (CBA).
13
"Asado" es una variedad del producto "Cortes delanteros de carne vacuna
fresca", integrante de la división "Alimentos para consumir en el hogar"
del capitulo "Alimentos y Bebidas".

59
Alberto Pontoni

Capítulo 1. Alimentos y Bebidas. Se divide en Alimentos y Bebidas


para consumir en el hogar o fuera del hogar. Dentro de los primeros
se agrupan, entre otros: panificados, pastas, carnes, aceites, lác-
teos, huevos, frutas, verduras, dulces y bebidas.

Capítulo 2. Indumentaria. Incluye Ropa, Calzado y Accesorios y


Servicios para la Indumentaria (telas, art. de mercería, accesorios
para vestir y confección y reparación).

Capítulo 3. Vivienda. Sus divisiones son: Alquiler, Servicios Básicos


(combustibles, electricidad, agua y sanitarios) y Reparaciones.

Capítulo 4. Equipamiento y Mantenimiento del Hogar. Incluye


Equipamiento (como muebles, artefactos, vajilla) y Mantenimiento
(productos de limpieza, herramientas y servicios).

Capítulo 5. Atención Médica y Gastos para la Salud. Abarca Me-


dicinas, Accesorios Terapéuticos y Servicios para la Salud.

Capítulo 6. Transporte y Comunicaciones. Transporte comprende


transporte público y adquisición y mantenimiento de vehículos. Co-
municaciones abarca correo y teléfono.

Capítulo 7. Esparcimiento. Se divide en Turismo, Equipos y Servi-


cios de Audio, Televisión, Computación, Diarios, Revistas, Libros,
Juguetes y Art. para Deporte, Plantas y Atención de Animales Do-
mésticos y Otros (cines, teatros, clubes, etc.).

Capítulo 8. Educación. Comprende Servicios Educativos y Textos y


Útiles Escolares.

Capítulo 9. Bienes y Servicios Varios. Incluye Cigarrillos, Artículos


y Servicios para el Cuidado Personal y Servicios Diversos.

Para el cálculo del IPC del Gran Buenos Aires se recopilan


mensualmente unos 100 mil datos de precios de una muestra
de 6.000 negocios informantes de la ciudad de Buenos Aires y
los 24 partidos aledaños.

60
Macro para todos

Las variaciones de precios de los bienes y servicios que com-


ponen la canasta influyen sobre el IPC conforme su pondera-
ción, es decir, de acuerdo a su importancia en el gasto de
consumo promedio mensual de los hogares. La composición y
ponderación de la canasta se modifica periódicamente como
consecuencia de cambios en las pautas de consumo de la
población y de los precios de los bienes.

Las ponderaciones actuales fueron elaboradas a partir de la


Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGH) realiza-
da por el INDEC en 2004/05 y actualizadas por la evolución
de los precios hasta 2008, nuevo año base del IPC. La ante-
rior canasta era de 1999 y las ponderaciones correspondían a
la ENGH de 1996/97.

El cuadro siguiente permite observar las ponderaciones de la


canasta de productos del IPC utilizadas para medir la varia-
ción de precios en el Gran Buenos Aires.

Argentina. Ponderación de la canasta del IPC


(Para Gran Buenos Aires)
2008 1999
Cap. 1. Alimentos y Bebidas 37.9 % 31.3 %
Cap. 2. Indumentaria 7.3 % 5.2 %
Cap. 3. Vivienda y Serv. Básicos 12.1 % 12.7 %
Cap. 4. Eq. y Mantenimiento Hogar 4.9 % 6.5 %
Cap. 5. At. Médica y Gastos Salud 5.6 % 10.0 %
Cap. 6. Transporte y Comunicaciones 16.6 % 17.0 %
Cap. 7. Esparcimiento 5.1 % 8.7 %
Cap. 8. Educación 4.3 % 4.2 %
Cap. 9. Otros Bienes y Servicios 6.2 % 4.4 %
Total 100.0 % 100.0 %
Elaboración propia en base a datos del INDEC

En la canasta del IPC de 1999 los bienes representaban el


53% del total, mientras que los servicios sumaban el 47% res-

61
Alberto Pontoni

tante. A su vez, los servicios privados tenían una ponderación


del 33% y los públicos del 14%14.

La comparación de las canastas de 2008 y 1999 ilustra acerca


de los cambios sucedidos en la composición del gasto men-
sual promedio de los hogares en el conglomerado urbano de
Buenos Aires. Los aspectos más relevantes son:
 Fuerte incremento de la participación de Alimentos y Bebi-
das e Indumentaria en el gasto total. Ambos rubros repre-
sentan actualmente el 45,2% del gasto familiar mientras
que a fines de los 90 alcanzaban al 36,5%.
 Una fuerte reducción en Atención Médica y Gastos de Sa-
lud, que pasó del 10% al 5,6%.

Índices de Precios Mayoristas

Las principales diferencias entre los índices de precios al con-


sumidor y mayoristas se relacionan con la diversa composi-
ción de la canasta de bienes y servicios y con los precios que
toman en consideración. La canasta del IPC está integrada
exclusivamente por bienes y servicios finales, mientras que
los índices mayoristas consideran productos finales e inter-
medios. A su vez, los precios del IPC incluyen la intermedia-
ción minorista, a diferencia de los mayoristas que sólo consi-
deran la primera venta.

En Argentina, el Sistema de Índices de Precios Mayoristas


considera distintos indicadores.

Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM). Mide la evolución


de los precios de todos los productos ofrecidos internamente (nacio-
nales e importados) sobre la base del precio de la primera venta,
incluyendo los impuestos que los gravan.

14
Entre los servicios privados destacan alquiler y gastos de vivienda, salud,
educación y turismo. Los servicios públicos más importantes son transpor-
te de corta distancia, taxis, correo, teléfono, electricidad, gas y sanitarios.

62
Macro para todos

Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB). Tiene


igual cobertura que el anterior pero excluyendo los impuestos.

Índice de Precios Básicos del Productor (IPP). Tiene la misma


cobertura que el IPIB (excluye impuestos) pero se diferencia en que
sólo considera los productos de origen nacional.

Índice del Costo de la Construcción (ICC). Mide las variaciones


del costo de la construcción privada de edificios destinados a vivien-
da en el Gran Buenos Aires. Un 46% de la ponderación del ICC esta
representada por el costo de la mano de obra.

El Índice de Términos del Intercambio (ITIM) expresa el cociente


entre los índices de precios de las exportaciones e importaciones.
Es un indicador muy importante para estimar el poder de compra de
nuestras exportaciones.

2. LOS PRECIOS EN ARGENTINA

Desde la posguerra y hasta el inicio de la Convertibilidad, abril


de 1991, Argentina fue un país de inflación crónica, llegando a
alcanzar en algunos años verdaderos récords mundiales.

Una clara expresión de ese historial se expresa en los 4 cam-


bios de denominación que sufrió la moneda nacional entre
1970 y 1992 y la eliminación de 13 ceros15.

Entre 1950 y 1975 la tasa de inflación fluctuó entre el 15% y el


40% anual16. Posteriormente, y hasta 1991 siempre superó el
100% anual. Los mayores registros corresponden a los años
1984-85 (mas del 600%) y 1989-90, este último con niveles
hiperinflacionarios del 3.100% y 2.300%, respectivamente.

15
El Peso moneda nacional subsistió 88 años (1881-1969). Luego le suce-
dieron el Peso Ley 18188 (1970-83), el Peso Argentino (1983-85), el Aus-
tral (1985-91) y finalmente, desde enero de 1992, el Peso.
16
Con excepción de los valles de 1953 (4%), 1954 (4%) y 1969 (8%) y los
picos de 1959 (130%), 1972 (59%) y 1973 (60%).

63
Alberto Pontoni

A partir de la Convertibilidad y superado el período de acomo-


damiento de precios en 1992 (25%) y 1993 (11%) se logra
alcanzar una sorprendente estabilidad, con niveles de infla-
ción inferiores al 2%. Más aún, en 1999 y el 2000 se registran
una variación de precios negativa (deflación).

En el 2002, como consecuencia de la salida de la Convertibili-


dad y libre flotación del tipo de cambio, que triplicó el valor del
dólar, se vuelven a registrar fuertes incrementos de precios.

Los precios durante la Convertibilidad

A pesar de la estabilidad del tipo de cambio, durante los años


de la Convertibilidad se registraron importantes variaciones en
la evolución de los precios internos.

Entre 1991 y 2000 el índice general de precios registró un


aumentó del 50%, pero los bienes sólo crecieron un 30%
mientras que los servicios lo hicieron en un 82%.

Argentina. Evolución del IPC 1991-2001


(Base abril 1991:100)
200
190
180
IPC Servicios
170
160
150
140 IPC General
130 IPC Bienes
120
110
100
91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01
Elaboración propia en base a datos del Mecon

64
Macro para todos

Si se toma en cuenta que durante esos años el tipo de cambio


permaneció estable a una relación peso/dólar de 1:1 resulta
sencillo concluir que la inflación, medida en dólares, fue tam-
bién del 50%. Esto explica el “dólar barato” y todos los fenó-
menos asociados a esta circunstancia, entre ellos, el aumento
de importaciones y el turismo al exterior. Argentina se convir-
tió en uno de los países más caros del mundo.

Entre los servicios también se registraron cambios, ya que en


los públicos el alza fue del 94% mientras que en los privados
fue del 80%, con educación y salud a la vanguardia de los
aumentos. Entre los servicios públicos tuvo un alza especta-
cular el transporte urbano de pasajeros.

El menor incremento de los precios de bienes respecto del


precio de los servicios se explica, por la fuerte competencia de
productos importados. La rigidez cambiaria y la apertura co-
mercial obraron como una verdadera camisa de fuerza para
los bienes. Es más, el precio de los productos nacionales au-
mentó un 15%, mientras que el de los importados disminuyó
un 9%, generando una fuerte perdida de competitividad de la
producción nacional.

Este brusco cambio de precios relativos en favor de la pro-


ducción extranjera contribuye a explicar la crisis que afectó al
aparato productivo nacional, el achicamiento del sector indus-
trial y el creciente nivel de desempleo.

La inflación pos Convertibilidad

A inicios del 2002 el Gobierno abandonó la Convertibilidad y la


cotización del dólar superó en pocos meses los 3.50 pesos.
Posteriormente, el tipo de cambio se estabilizó en una banda
que osciló en los 3 pesos.

Como se puede apreciar en el cuadro siguiente, en los cinco


años que siguieron a la maxi devaluación del 2002, los precios
medidos según el IPC crecieron en sólo un 93%. Luego del
65
Alberto Pontoni

ajuste del 2002, con una suba de precios que trepó al 41%,
los precios fueron disminuyendo y el nivel de inflación siguió
un curso aceptable: 3.7% en el 2003, 6.1% en el 2004, 12.3%
en el 2005 y 9.8% para el 2006. El gobierno contribuyó acti-
vamente a ese logro a través de intervenciones para alcanzar
acuerdos de precios, establecimientos de retenciones y cie-
rres de registros de exportaciones.

Argentina. Índice de Precios al Consumidor de GBA


(Diciembre de cada año. Dic 2001: 100)

Nivel Bienes Servicios


General Total Privados Públicos
2001 100 100 100 100 100
2002 141 169 111 116 105
2003 146 173 117 123 108
2004 155 183 125 134 110
2005 175 204 143 157 115
2006 193 221 160 181 115
Elaboración propia en base a datos del Mecon.

El relativamente bajo impacto inicial de la maxi devaluación


del 2002 sobre el nivel general de precios encuentra su expli-
cación en los siguientes factores:

1. La disposición de todos los actores económicos en contri-


buir a evitar una explosión de precios y el temor a repetir
la traumática experiencia hiperinflacionaria de fines de los
80. Asimismo, la profunda recesión del 2001 y 2002 con-
tribuyó a contener los ajustes de precios.

2. Los impuestos (retenciones) sobre las exportaciones de


commodities y bienes-salarios, como es el caso de com-
bustibles, harinas, aceites, carnes, que pone un límite a la
convergencia de los precios domésticos respecto de los
valores internacionales. A pesar de ello, los alimentos y

66
Macro para todos

bebidas registraron una suba del 124% entre fines de los


años 2001 y 2006.

3. La contención de aumentos salariales compensatorios, a


pesar del deterioro de su poder adquisitivo. Las remunera-
ciones de los asalariados del sector privado sólo se incre-
mentaron en un 30% en los tres años sucesivos a la crisis
frente a una inflación superior al 50%. A partir del 2005 se
inició un proceso de mejora de los salarios reales que a
principios del 2007 habían recuperado su poder de compra
anterior a la crisis.

4. El impedimento, por decisión pública, de ajustes en los


precios de los servicios públicos, que entre fines del 2001
y 2006 sólo aumentaron en un 15%, muy por debajo de los
aumentos registrados en los bienes (120%), la construc-
ción (150%) y los servicios privados (80%).

Como se observa en el cuadro siguiente los aumentos de pre-


cios se repartieron en forme desigual entre los diferentes capí-
tulos que componen la canasta del IPC.

Argentina. Inflación acumulada 2001-2006

Dic 02-Dic 01 Dic 06-Dic 01

Nivel general 41.0% 93.0%


Alimentos y bebidas 58.0% 124.0%
Indumentaria 59.0% 142.0%
Vivienda y serv. básicos 13.0% 60.0%
Eq. y mantenimiento hogar 54.0% 95.0%
At. médica y gastos salud 28.0% 68.0%
Transporte y comunicaciones 31.0% 56.0%
Esparcimiento 54.0% 110.0%
Educación 7.0% 65.0%
Elaboración propia en base a datos del INDEC

67
Alberto Pontoni

Entre fines del 2001 y del 2006 los rubros que más aumenta-
ron fueron indumentaria (142%) y alimentación (124%). En el
extremo contrario se ubicaron educación, vivienda y transpor-
te y comunicaciones, estos últimos muy influenciados por los
controles de precios.

Resulta sencillo comprender que han sido los sectores de


menores ingresos los más perjudicados por la inflación, ya
que son quienes tienen una canasta de consumo más intensi-
va en bienes y, particularmente, alimentos.

La situación a partir del 2007

Un fenómeno particular se produjo durante el año 2007 a raíz


de una intervención del Ministerio de Economía en el INDEC
que produjo importantes cambios tanto en la conducción de
ese organismo como en la forma de calcular el IPC. Esto afec-
tó seriamente la confiabilidad de sus estimaciones.

Conforme señalan los críticos de la intervención, incluyendo


gran parte de los cuadros técnicos del organismo, el objetivo
del gobierno fue “manipular” las cifras del Índice de Precios al
Consumidor (IPC) para obtener menores registros de infla-
17
ción, distorsionando la realidad .

Una idea de la magnitud de esa distorsión se manifiesta en el


hecho que el índice oficial de variación de precios, basado en
el IPC de Buenos Aires (tomado como referencia general de la
inflación argentina) fue, para el 2007 del 8,5% mientras que
conforme el IPC-7 Pvcia superó el 20%. En los 5 años com-
prendidos entre fines del 2006 y 2011 la inflación medida a

17
La información alternativa ha sido tomada de los estudios del Centro de
Información y Formación de la República Argentina (CIFRA-CTA)

68
Macro para todos

través del IPC-INDEC, fue de sólo el 52%. De considerarse la


evolución del IPC-7 Pvcia fue del 176%.18.

Cabe señalar que hasta la intervención del INDEC los movi-


mientos de precios en el GBA como en las ciudades del inte-
rior mostraban una correlación casi perfecta. Por esta razón,
los principales críticos de las estadísticas oficiales consideran
que la inflación “real” partir del 2007 es muy superior a la es-
timada por el INDEC. Los gráficos siguientes ilustran acerca
de las diferencias:

Argentina. Evolución del IPC-INDEC y del IPC-7 Pvcias


(2003:100. Datos diciembre cada año)
400
45.2
350

300
IPC 7Pvcia
250

200
21.5
150
IPC Indec
100

50
02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC y CIFRA

En el año 2011 la inflación oficial fue del 8,9%, mientras que


para los institutos provinciales se ubicaba en el 25%. Durante
ese año sólo 11 países en el mundo superaban los dos dígitos
de inflación, encabezados por Belarus (41%), Venezuela
(25%) e Irán (22%). De tomarse en cuenta las estadísticas no
oficiales nuestro país estaría compartiendo el segundo lugar.

18
El IPC-7 Pvcia considera la variación de precios en los capitales de R.
Negro, Jujuy, Neuquén, E. Ríos, Chubut, Salta y La Pampa.

69
Alberto Pontoni

Argentina. Inflación anual según IPC-INDEC y IPC-7 Pvcias


(Diciembre a Diciembre)
30
45.2
25

20

15

10
21.5
5

0
07 08 09 10 11
IPC Indec IPC 7 Pvcia

Fuente: Elaboración propia en base a datos del INDEC y CIFRA

¿Por qué “manipular” las cifras de inflación y que consecuen-


cias se desprenden de esa acción?

La subestimación del alza de precios tiene importantes conse-


cuencias fiscales porque el 45% de la deuda pública se indexa
siguiendo el crecimiento de los precios reportado por el IN-
DEC. Según algunas estimaciones cada punto de inflación
que no se reporta le ahorra al Estado más de 300 millones de
dólares por año.

Un importante beneficio para el gobierno resulta de la no ac-


tualización del ingreso mínimo no imponible para la percep-
ción del impuesto a las ganancias. En la medida que los sala-
rios aumentan acompañando la suba de precios pasan a in-
gresar en categorías que deben tributar este impuesto. Algo
similar ocurre con las asignaciones familiares, que dejan de
ser percibidas cuando las remuneraciones superan ciertos
topes. En junio del 2012 se suscitó un importante conflicto
entre entidades sindicales y el gobierno por la resistencia de
70
Macro para todos

este a efectuar los ajustes correspondientes, situación que


afectaba a unos 3 millones de trabajadores.

Otro beneficio adicional para el gobierno resulta del llamado


“impuesto inflacionario” que si bien en lo formal no es un
impuesto, es una forma de financiar al Estado por parte de los
particulares tenedores de dinero. En un ambiente inflacionario
la necesidad de dinero se incrementa y esto beneficia de ma-
nera directa a quien ejerce la potestad de emitir dinero (dere-
cho de señoreaje), el Estado.

En consecuencia, podemos considerar la inflación como un


impuesto informal a la tenencia de dinero que beneficia al Es-
tado y afecta el ingreso de los particulares. Con la inflación
pasa lo mismo que con los impuestos: reduce el poder de
compra de la gente y aumenta la recaudación del sector públi-
co a través de la emisión de nuevos billetes.

La percepción de inflación

A menudo, el común de la gente experimenta una "sensación"


de inflación que suele ser mayor a la real, es decir, a la resul-
tante de la medición que realiza el INDEC.

La explicación reside en el hecho que el “termómetro” que


utiliza la gente para medir la variación del costo de vida varia
entre los diferentes sectores socioeconómicos y esta ligado al
tipo de consumo de cada hogar.

Mientras más se desciende en la escala de ingresos más im-


portancia tiene el gasto en alimentos, que en sectores popula-
res llega a insumir la mitad de los ingresos totales. A su vez,
en las familias de clase media existe mayor sensibilidad res-
pecto de aumentos en algunos servicios como la cuota de la
prepaga, el colegio privado o taxis.

71
Alberto Pontoni

Por otro lado, la gente suele recordar las cosas que aumentan
no las que bajan, lo cual también distorsiona la realidad pues
existen fluctuaciones temporales de precios.

Sensibilidad al tipo de cambio

Uno de los precios básicos de la economía es el precio de la


divisa, que incide sobre toda la producción de bienes y servi-
cios, particularmente la transable, ya sea por vía de los costos
de insumos o bienes finales importados o por la elevación de
los precios de los exportables.

En la economía argentina los productos muy sensibles a va-


riaciones del tipo de cambio representan más de la mitad de
los bienes que integran la canasta del IPC. Entre ellos:

- Exportables. Comprende carnes, pescados, aceites, arroz, man-


zanas, cítricos, azúcar y caramelos. Representan un 22% del total
de los bienes. Sobre estos el Gobierno ha realizado una importan-
te acción reguladora a través de las retenciones.

- Alto contenido de insumos importados. Abarca una amplia gama


de productos, principalmente medicamentos. La participación de
estos productos alcanza al 30% de los bienes.

- Totalmente importados. Incluye equipos de audio, telefonía, foto-


grafía, computadoras, bananas, café. A estos corresponde la ma-
yor sensibilidad. Representan el 6% de los bienes.

Los bienes menos sensibles al tipo de cambio son productos


de origen local que no se exportan, como ciertas verduras y
frutas. Representan un 25% de la canasta del IPC.

Comparación internacional

Un sencillo pero difundido método de comparación de precios


internacionales es el índice Big Mac, utilizado por la revista
inglesa The Economist a partir del costo en dólares de la fa-
mosa hamburguesa de McDonalds.
72
Macro para todos

A mediados del 2012 el costo de una Big Mac en los Estados


Unidos era de 4,20 dólares. El ranking mundial era encabezado
por Suiza, y otros países del norte de Europa donde la Big Mac
ronda los 6-7 dólares. Los menores precios se registran en India
y países asiáticos con aprox. 2 dólares (China u$s 2,50). En
América Latina Brasil (5,70) y Argentina (4,60) resultaban ser
los países más caros, con precios por encima de EEUU.

3. LOS SALARIOS EN ARGENTINA

Hay varios indicadores que permiten seguir la evolución de las


remuneraciones y jubilaciones. Los más importantes son el
nivel promedio de salarios, el Salario Mínimo Vital y Movil
(SMVM) y el Haber Mínimo Jubilatorio.

Argentina. Evolución de Indicadores salariales 2003-2011


(2003:100)
900
800 SMVM
700 45.2
600
500 JUBI MIN
400
300
200 SALARIOS
100 21.5

0
03 04 05 06 07 08 09 10 11

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Mecon

El gráfico siguiente permite apreciar que entre los años 2003 y


2011 el salario y la jubilación mínima se multiplicaron entre 8
y 9 veces, mientras que el promedio de remuneraciones se
cuadriplicó. Si se considera que durante ese periodo la infla-
ción “real” fue del 350% (según el INDEC del 200%) resulta

73
Alberto Pontoni

sencillo concluir que hubo una pequeña superación en el po-


der adquisitivo de las remuneraciones promedio y una sustan-
cial mejora del salario y jubilación mínima.

En marzo del 2012 el Salario Mínimo Vital y Movil era de $


2.300 (u$s 520), el Mínimo Jubilatorio de $ 1.740 (u$s 400) y
el promedio de remuneraciones en $ 6.600 (u$s 1.500).

74
Macro para todos

Tema de reflexión

Más de cuarenta años de inflación


Por Roberto Cortés Conde. Publicado en La Nación del 10.4.05

Aunque fenómenos inflacionarios ocurrieron desde antiguo nunca


tuvieron la magnitud de los que se conocieron en el siglo XX. Se
produjeron aumentos de precios cuando los reyes quitaban parte del
metal a la moneda o cambiaban su aleación. El costo de producción
de los metales puso -sin embargo- un límite a la acuñación. El fe-
nómeno inflacionario antiguo más impactante fue la revolución de
precios en el siglo XVI, producida por la llegada de metales precio-
sos de las colonias hispanoamericanas a Europa.

En España, para frenar los aumentos se prohibieron -sin resultado-


las exportaciones mientras que la escuela de Salamanca advertía
que su causa era la enorme entrada de plata. Fue, sin embargo, el
uso del dinero papel, con costo de producción ínfimo, lo que hizo
posible expandir la cantidad de dinero casi sin limitaciones. Muchos
Gobiernos apelaron a la impresión cuando se encontraron en dificul-
tades para pagar sus gastos más urgentes. En EEUU durante la
Guerra de la Independencia, el Congreso emitió una enorme canti-
dad de papel moneda provocando una inflación descomunal y su
total desaparición. Durante la Revolución Francesa se emitieron los
asignados, lo que provocó también una inflación tremenda que la
Convención quiso detener con precios máximos y la guillotina. Con
la hiperinflación, los asignados salieron de la circulación y Napoleón
volvió a la moneda metálica, que no permitió financiar al Gobierno.

En la Argentina independiente durante la guerra con Brasil, y bajo


Rosas, cuando se bloqueó el puerto de Buenos Aires dejando al
Gobierno sin los ingresos de la aduana, se realizaron grandes emi-
siones del peso papel, que, de cambiarse uno a uno con el de plata,
cayó a cinco centavos. Desde la crisis de 1890 se vivieron cinco
décadas de una gran estabilidad monetaria y de precios.

El prolongado proceso inflacionario comenzó en la segunda posgue-


rra y se extendió por más de cuatro décadas. Se originó en la deci-
sión de utilizar al Banco Central para financiar sus proyectos.

75
Alberto Pontoni

Con las reformas de 1946 el Banco Central redescontaba los crédi-


tos que otorgaban los bancos oficiales al IAPI con el objeto de na-
cionalizar empresas, comprar materiales, equipos, mercancías y
subsidiar la producción o el consumo. También lo hacía con los cré-
ditos del Banco Hipotecario para la construcción de viviendas y los
del Banco de Crédito Industrial, a tasas de interés que con la infla-
ción fueron fuertemente negativas (entre -10% y -20% anual). Los
redescuentos se tradujeron en una gran creación de dinero, que
tuvo un fuerte impacto en los precios. Entre 1945 y 1955 los medios
de pago (M1) crecieron un 22% y los precios un 19% por año.

Pero los créditos -subsidios disfrazados- fueron en su gran mayoría


incobrables y tras la caída de Perón para sanear los bancos oficiales
se tuvo que colocar en el Central, un bono de saneamiento que
equivalía al 43% de la base monetaria y al 55% del circulante. Preo-
cupado por los aumentos de precios, el Gobierno declaró una batalla
de 60 días contra el agio. La redada de pequeños comerciantes
trasladados a la cárcel no contribuyó a detener la inflación ni lo hicie-
ron tampoco los controles en aplicación de la ley de abastecimien-
tos. El Gobierno buscó evitar que los mayores precios afectaran los
salarios reales. Con un tipo de cambio artificialmente bajo importó
combustible, castigó las exportaciones (para brindar alimentos a
precios bajos) y mantuvo tarifas por debajo de sus costos. Como
resultado, los exportadores no aumentaron la producción y se dejó
de invertir en las empresas de servicios con un notable deterioro de
sus prestaciones. Los déficit fueron financiados con mayor emisión.

Estos mecanismos perduraron. Desde la última etapa de Perón se


reiteraron los intentos de ajustes en el tipo de cambio, en las tarifas,
control del crédito, la creación de dinero y el gasto, que terminaron
frustrándose. No se advirtió que el problema consistía en que el
trabajador debía recibir un salario que le permitiera acceder a bienes
y servicios a precios de mercado y con medidas proteccionistas que
subsidiaban sectores de baja productividad no era posible.

La segunda mitad del siglo XX transcurrió en medio de estos conflic-


tos distributivos que hicieron perdurable y acentuada la inflación.
Cuando se perdió la posibilidad de usar el impuesto inflacionario los
Gobiernos recurrieron al endeudamiento produciéndose crisis aún
más severas.

76
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. ¿Qué diferencias existen entre el índice de precios implícito


(deflactor del PBI) y el IPC como termómetros de inflación?
2. ¿Cómo influye un aumento del precio de un bien importado so-
bre el deflactor y en el IPC?
3. Indique la composición actual de la canasta del IPC y señale las
variaciones más importantes respecto de la anterior.
4. Comente el historial inflacionario de la Argentina
5. Explique el impacto de la Convertibilidad en la década del 90
sobre (a) la inflación general, (b) la suba de precios de bienes y
servicios y (c) el tipo de cambio real.
6. ¿Cuál fue la evolución de los precios después de la devaluación
del 2002? Comente el impacto sobre bienes y servicios.
7. ¿Por qué la suba de precios después de la maxi devaluación del
2002 fue inferior a la esperada?
8. ¿Cómo evolucionaron los precios en el último decenio?
9. ¿Qué indicadores de precios alternativos al INDEC suelen utili-
zarse? ¿Qué grado de confiabilidad tienen?
10. Comente la sensibilidad de los diferentes bienes a variaciones
del tipo de cambio.
11. ¿Cómo influyen las retenciones sobre la inflación?
12. ¿Cómo incidiría una eliminación de subsidios agrícolas en los
países desarrollados sobre (a) la economía argentina, (b) el ni-
vel de vida de los sectores populares.
13. Explique la diferencia entre la “sensación” de inflación en la gen-
te y lo que muestra el IPC.
14. ¿Qué razones podrían explicar una manipulación de los indica-
dores oficiales del nivel de precios?
15. ¿Cómo evolucionaron los salarios nominales y reales durante el
último decenio?

77
Alberto Pontoni

78
Macro para todos

INDICADORES DE DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

La distribución del ingreso generado por la actividad producti-


va es una variable significativa del análisis económico y un
componente fundamental de las estrategias de desarrollo.

¿Cuál es o debiera ser la justa retribución que corresponde a


trabajadores y propietarios de medios de producción? ¿La
igualdad debe considerarse desde el punto de vista de las
oportunidades o de los ingresos? ¿Cómo compatibilizar el
sano propósito de equidad con la conveniencia que una so-
ciedad recompense adecuadamente el mérito individual? 19

Estas preguntas permiten comprender porque el tema de este


capitulo constituye uno de los puntos de mayor controversia
entre las diferentes escuelas económicas y lleva a considerar
el rol del Estado en la distribución de los beneficios del creci-
miento. Obviamente, las respuestas difieren de acuerdo al
marco ideológico y características o grado de desarrollo de los
diferentes sistemas económicos.

En lenguaje corriente, la problemática distributiva conduce al


¿cómo y entre quienes repartir la torta?

Es importante no confundir distribución del ingreso con distri-


bución de la riqueza. La riqueza tiene que ver con la propie-
dad de un stock de recursos, tangibles e intangibles, ya sean
estos de capital, naturales o financieros. El ingreso se encuen-
tra ligado al concepto de flujo. Es necesario recordar que una
parte sustancial del ingreso proviene del uso o venta de un
recurso no valorado como riqueza: la fuerza de trabajo.

19
“De cada cual según su capacidad y a cada cual según su necesidad”
sentenciaba una clásica máxima de inspiración socialista. En varios paí-
ses y en particular en la Cuba post revolucionaria se dio un importante
debate acerca del carácter y alcance de los estímulos materiales y mora-
les en las economías socialistas.

79
Alberto Pontoni

La distribución del ingreso puede ser abordada desde tres


criterios: personal, funcional y regional. La distribución perso-
nal analiza el reparto entre individuos u hogares, mientras que
la funcional muestra como el ingreso se distribuye entre los
diferentes factores productivos, principalmente, capital y traba-
jo. Finalmente, la regional se utiliza para comparar los ingre-
sos medios de distintas áreas.

Distribución por brecha de ingresos

Para medir la distribución personal se suele ordenar a la po-


blación (o hogares) por los montos de sus ingresos y, poste-
riormente, se los agrupa en subconjuntos que contienen cada
uno al 10% (decil) o el 20% (quintil) de la población. Luego se
miden las brechas entre los diferentes estratos.

El cuadro siguiente, utilizado para ilustrar este concepto,


muestra una distribución quintílica del ingreso personal en tres
países (Alemania, Argentina y Brasil) y el Mundo. Como se
observa, la brecha entre el quintil de población más pobre y el
quintil más rico varia sustancialmente entre ellos.

Estratos Progresiva Intermedia Regresivas


Alemania Argentina 07 Brasil Mundo
---------------------------------------------------------------------------------------------------
1º. 20% más pobre 9.0% 3.7% 2.5% 1.4%
2º. 20% medio bajo 14.0% 8.4% 6.0% 2.0%
3º. 20% medio 18.0% 13.7% 10.0% 3.0%
4º. 20% medio alto 23.0% 22.0% 18.0% 10.0%
5º. 20% más rico 36.0% 52.2% 63.5% 83.6%
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Brecha 5º/ 1º quintil 4 14 25 60
Elaboración propia en base a datos de Naciones Unidas e INDEC

Se advierte que la distribución mundial del ingreso es muy


desigual o regresiva, contrastando la poca participación del
quintil más pobre (1.4%) respecto del más rico (83.6%), lo
cual implica que los más prósperos capturan una porción del
ingreso 60 veces mayor que la del sector más postergado.

80
Macro para todos

Si este análisis se proyecta regionalmente se advertiría que la


mayor concentración de ingresos se encuentra en los países
“del Norte”, mientras que la pobreza predomina en el Sur.

A nivel de países en particular, pueden compararse las distri-


buciones entre Alemania, Argentina y Brasil.

En Alemania, que tiene una de las distribuciones del ingreso


más igualitarias o progresivas del mundo, la brecha de ingre-
sos entre los quintiles extremos es de sólo 4 veces. El mismo
fenómeno se observa en otros países desarrollados que en-
cabezan el ranking de desarrollo humano, como Bélgica, Di-
namarca, Noruega y Suecia. En todos ellos, el quintil más rico
captura una porción del ingreso global del orden del 35-37%.

Brasil muestra una de las distribuciones más regresivas. La


brecha entre quintiles es de 25 veces y el 20% más rico captu-
ra casi las dos terceras partes del ingreso total del país.

En el caso de Argentina se observa una situación intermedia.


El quintil más rico captura más del 52% del ingreso total,
mientras que el más pobre participa con menos del 4%. La
brecha entre ambos estratos es de 14 veces.

Una alternativa sencilla y didáctica de visualizar los distintos


tipos de distribución del ingreso es a través del gráfico "de
copas distributivas" que se presenta a continuación.

Cuanto mas desigual la distribución más abierto el cáliz y mas


delgado el tallo de la copa mientras que cuanto mas igualitaria
mas se parece a un vaso. Por eso se ha comparado a la dis-
tribución en Alemania con una jarra de cerveza mientras que
la del mundo es una copa de champaña.

81
Alberto Pontoni

Coefi- ciente de
Gini

Otro indi- cador de


uso fre- cuente
para mos- trar la
desigual- dad en la
distribu- ción del
ingreso es el coe-
ficiente de Gini,
que con- sidera
valores compren-
didos entre 0 y
1. El valor 0 corres-
ponde al caso de
igualdad absoluta
de todos los ingre-
sos, mientras
que el valor 1
represen- ta el caso
contrario, donde
una sola persona
se lleva el total del
ingreso. En la
práctica, cuanto
mas ele- vado el
valor del índice (o
mas cer- ca de 1)
mayor resulta la
desigual- dad.

Para cal- cular el


Gini se toma en
cuenta el conjunto
de la po- blación, a
diferencia de otros
indicado- res, como
82
Macro para todos

los de brecha entre deciles o quintiles que sólo tienen en


cuenta la divergencia entre extremos.

El coeficiente de Gini es el indicador mas difundido para com-


parar la distribución del ingreso entre países o para mostrar
como evoluciona en un país. En términos generales, puede
considerarse como buena distribución del ingreso (conside-
rando los parámetros actuales de equidad) la que expresa
valores de Gini inferiores a 0.30. Coeficientes superiores a
0.40 expresan altos niveles de desigualdad.

El cuadro siguiente, que muestra la distribución del ingreso en


países seleccionados, permite apreciar algunas divergencias
en la consideración de las diferentes situaciones en la medida
que se utilice como criterio de medición de la desigualdad el
coeficiente de Gini, la brecha entre deciles extremos o la pro-
porción de población pobre sobre el total.

83
Alberto Pontoni

Distribución del Ingreso y Pobreza (año 2011)

Coef. Brecha 10% 10% Pobres


Año
Gini deciles +pobre +rico % Total
Bolivia 58 45 1,0 % 45 % 51 %
Brasil .52 35 1,2 % 42 % 26 %
Chile .52 28 1,5 % 42 % 12 %
Argentina .44 20 1,5 % 30 % --
EEUU .45 15 2,0% 30 % 15 %
Japón .37 14 2,0 % 27 % 16 %
Australia .31 12 2,0 % 25 % NA
India .37 9 3,6 % 31 % 25 %
Canadá .32 10 2,6 % 25 % 9%
España .32 10 2,6 % 27 % 20 %
Bélgica .28 8 3,4 % 28 % 15 %
Elaboración propia en base a datos de The World Factbook

2. LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO EN ARGENTINA

En las últimas tres décadas del siglo pasado Argentina vivió


un proceso sostenido de regresión en la distribución del ingre-
so que se expresa tanto en los indicadores de distribución
personal como funcional. Durante ese periodo los más ricos
incrementaron en un 40% su participación en el producto glo-
bal a expensas de los sectores más pobres y medios.

Distribución personal

Con el colapso que siguió al desplome de la Convertibilidad la


torta se redujo pero los más perjudicados siguieron siendo los
sectores de bajos ingresos, ya que los más ricos aumentaron
su participación. Recién a partir del 2003 comienza a revertir-
se ese proceso regresivo.

84
Macro para todos

El cuadro que se presenta a continuación compara la situa-


ción a fines del 2003 y fines del 2011. Para el caso se ha es-
tratificado la población en deciles según escala de ingresos
individuales, conforme datos de la Encuesta Permanente de
Hogares Continua (EPHC) que procesa el INDEC.

Argentina. Distribución del Ingreso por deciles y quintiles

Decil 2003 2011


---------------------------------------------------------------------------------------------
1 1,2% 1,4%
2 2,5% 3,7% 3,2% 4,6%
3 3,4% 4,4%
4 4,6% 8,0% 5,4% 9,8%
5 6,0% 6,9%
6 7,4% 13,4% 8,7% 15,6%
7 9,2% 10,3%
8 11,9% 21,1% 12,7% 23,0%
9 16,3% 16,8%
10 37,5% 53,8% 30,2% 47,0%
100 % 100 %
Elaboración propia en base a datos del INDEC

Se observa una sustancial reducción de la participación en el


ingreso del decil de población más rica, que pasa del 37,5% al
30,2%, mientras que todo el resto la aumenta, particularmente
los sectores más pobres. A su vez, la brecha entre el decil
más rico y el más pobre se redujo de 31 a 22 veces20.

En los gráficos siguientes se observa la evolución de la distri-


bución de ingresos en el mismo periodo, considerando las
brechas entre deciles extremos y el coeficiente de Gini.

20
Se estima que la brecha es mayor debido a los efectos “evasión” y “ver-
güenza”. Los más ricos suelen declarar menos por razones impositivas,
mientras que los más pobres declaran más.

85
Alberto Pontoni

Evolución de la brecha de ingresos entre deciles extremos.

32

30

28

26

24

22

20
03 04 05 06 07 08 09 10 11

Elaboración propia en base a datos del INDEC

Evolución del Coeficiente de Gini.

0,54

0,52

0,50

0,48

0,46

0,44

0,42
03 04 05 06 07 08 09 10 11

Elaboración propia en base a datos del Mecon

86
Macro para todos

En el último decenio la desigualdad del ingreso se redujo: el


coeficiente de Gini pasó de 0,53 en 2002 al 0,44 en el 2011.
Entre los factores que explican la reducción de la desigualdad
están la generación de empleos asociada a la recuperación
económica, la mejoría de los salarios reales -principalmente la
de los mínimos salariales y jubilatorios que se multiplicaron 9
veces frente a una suba de precios de 3,5 veces- y la imple-
mentación de amplios programas de transferencias moneta-
rias como el de Jefes y Jefas de Hogar, la moratoria previsio-
nal y la Asignación Universal por Hijo.
De todos modos la desigualdad en la distribución de ingresos
sigue siendo mayor a la existente a mediados de los 70,
cuando el coeficiente de Gini estaba en la banda de 0,34-0,36.

A titulo de conclusión

Una forma simple e ilustrativa para describir la actual estructu-


ra social del país, compuesta de clase alta, media y baja, se
sintetiza en la formula 10-50-40, que expresa la distribución
de la población entre las tres clases tradicionales.

La clase alta es el 10% de la población, unas 800 mil familias,


que captura una tercera parte de los ingresos totales del país.
Este sector es el motor del consumo sofisticado y de produc-
tos importados, como automóviles de alta gama, así como el
objetivo de las campañas publicitarias referidas a productos
industriales de alto valor.

La clase media esta conformada por la mitad de la población


que sigue en la escala de ingresos y que captura poco más de
la mitad del total de la torta. El consumo de este sector esta-
blece la dimensión y oportunidades de un mercado nacional.

Los sectores más pobres son el 40% restante de la población


con una participación en el ingreso del 13-15%. El consumo
de este sector se centra en productos de primera necesidad,
principalmente alimentos e indumentaria. Estos sectores se

87
Alberto Pontoni

corresponden con los cuatro primeros deciles de la estratifica-


ción del cuadro anterior.

La distribución de ingresos resulta un factor clave en el diseño


de una estrategia de país. Resulta ilustrativo considerar, a
titulo hipotético, que si un gobierno decidiera aplicar un im-
puesto del 10% a los ingresos del decil más rico de la pobla-
ción argentina para su transferencia al decil más pobre, los
ingresos de estos últimos se cuadriplicarían.

Una redistribución de estas características produciría impor-


tantes cambios en la estructura productiva, generando mayor
mercado para los productos alimentarios y promoviendo el
desarrollo de la industria nacional. De allí, la importancia de
este tema en el análisis macroeconómico y diseño de políti-
cas. Paradójicamente, ha sido condenado al olvido en muchos
libros de enseñanza de economía.

Distribución funcional

La distribución funcional del ingreso es un indicador de cómo


se reparte el producto social entre los factores intervinientes,
principalmente capital y trabajo.

En el 2006 el INDEC publicó el estudio “Cuenta de Genera-


ción del Ingreso 1993-2005” que venía a llenar un vacío en la
información oficial, ya que desde 1975 no se realizaban traba-
jos de esta naturaleza en el sector público. En la nueva meto-
dología se distingue entre:

Excedente Bruto de Explotación (la antigua remuneración del


capital), que corresponde a la retribución del activo de las em-
presas, que abarca, entre otros, utilidades, intereses, rentas
patrimoniales y amortizaciones.

Remuneración al Trabajo Asalariado, que incluye las retribu-


ciones de todo trabajador en relación de dependencia más las
contribuciones sociales que realizan los empleadores.
88
Macro para todos

Ingreso Bruto Mixto, que recoge el saldo no contemplado en


las dos categorías anteriores, incluyendo los ingresos de tra-
bajadores autónomos y de las empresas familiares o no cons-
tituidas como sociedades, entre otros. El IBM representa una
participación de aproximadamente el 12-15% del total.

Entre 1950 y 1973 más del 40% del producto social iba a ma-
nos de los trabajadores llegando al 50% durante la década del
50, cuando se consagró como política de estado la repartición
igualitaria del ingreso entre el capital y el trabajo (50/50). Pos-
teriormente, tras el advenimiento de la dictadura militar, la
participación de los asalariados se fue reduciendo.

El siguiente gráfico resume las conclusiones del estudio citado


incorporando la actualización correspondiente al 200621.

Argentina. Distribución funcional del ingreso. 1993-2006


55

50 Exc.
Explotación
45

40
Rem.
Asalariados
35

30
93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06

Elaboración propia en base a datos del INDEC

Las principales observaciones que se desprenden de la lectu-


ra del mismo son:

21
En el gráfico no se muestra la participación del Ingreso Bruto Mixto.

89
Alberto Pontoni

 El fuerte retroceso del sector asalariado en la década del 90


y, en particular, el derrumbe sufrido durante la crisis del
2002-03, cuando su participación cayó por debajo del 35%
del total. También puede notarse que mientras la participa-
ción laboral caía del 42% al 35% la retribución al capital pa-
saba del 42% al 52%, porcentaje que nunca antes había lle-
gado a obtener en el desarrollo de esta serie, confirmando la
creencia que el ajuste siempre pasa por el sector trabajador.

 La recuperación económica de los últimos años viene


acompañada de un incremento de la participación de los
trabajadores en la distribución del ingreso, que para el 2006
era similar a la del 2001 pero aún sustancialmente inferior a
la de principios de la década del 90.

 Finalmente, cabe señalar que la decreciente participación en


el ingreso de los dueños del capital que se observa a partir
del 2004 no implica, necesariamente, una reducción en tér-
minos absolutos de los beneficios. De allí, que a pesar que
el porcentual de excedente de explotación se redujo del 47,7
al 45,1 entre el 2005 y el 2006, en términos absolutos regis-
tró un crecimiento del 16%.

90
Macro para todos

Tema de reflexión

Distribución del ingreso: lo tuyo es mío y lo mío es mío


Por Juan Cerruti, en El Cronista.com del 29 de noviembre del 2007

Una para vos, otra para mí. Una para vos, otra para mi…El debate
sobre la distribución del ingreso suele ser tan complejo y polémico
que a veces se torna tedioso. Aunque está lejos de ser un juego de
niños y es uno de los temas de la economía que sin dudas más va a
condicionar la vida de futuras generaciones.

La cuestión se puede enfocar desde distintas aristas. Un historiador,


un sociólogo o un politólogo seguramente desarrollarán un argumen-
to 100% diferente al enfoque "economicista" que aquí se propone.
Pero a fin de cuentas lo importante es alimentarse un poco de todos,
algo así como mantener una dieta equilibrada. Como me recuerda
cada tanto mi nutricionista...

Pero más allá de esto, vale la pena preguntarse ¿y por casa como
andamos? La Argentina creció casi 50% en los últimos cinco años.
En este período la distribución del ingreso sin dudas mejoró: en
2002 el 10% más rico de la población ganaba 44 veces más que el
10% más pobre, mientras que ahora esa brecha se redujo a 30 ve-
ces. “¿Significa esto que tras el mejor quinquenio de la historia eco-
nómica del país nos debemos conformar con una distribución del
ingreso donde los ricos ganan 30 veces lo que los pobres?", me
preguntó la semana pasada un amigo sin ocultar cierto desencanto.

Sucede que crecer es una condición necesaria, pero no suficiente


para mejorar la distribución del ingreso. No alcanza sólo con crecer.
Pero entonces, ¿cómo creamos una sociedad más equitativa?

Vale la pena diferenciar dos conceptos que suelen confundirse: po-


breza y distribución del ingreso. En el primer caso la Ciencia Eco-
nómica ha logrado avances importantes (que no significa "suficien-
tes"). Sobre todo a partir de la necesidad de complementar al mer-
cado con políticas activas desde el sector público. De hecho, a nivel
mundial la pobreza se redujo en los últimos 15 años.

91
Alberto Pontoni

Pero el panorama luce mucho más incierto respecto a la distribución


del ingreso, donde -considero- la Ciencia Económica le debe a la
sociedad un mea culpa. Es decir, admitir que no ha logrado hallar
aun una solución efectiva al respecto (hecho que es evidente a sim-
ple vista). A diferencia de la pobreza, se trata de un problema relati-
vo (no absoluto). Es decir, tiene que ver con "cuanto gano yo en
relación con mi vecino y cómo evolucionan mis ingresos en relación
a él". Supongamos que de la noche a la mañana mi vecino y yo de-
jemos de ser pobres y nos convertimos en ricos por X motivo. Aun
así la desigualdad en la distribución del ingreso entre nosotros po-
dría empeorar. Y de hecho, esta es la película hiper-resumida (y
exagerada) del mundo en los últimos 20 años.

La creciente disparidad entre ingresos es un flagelo mundial que


explotó en los setenta y que crece a tasas exponenciales. El eco-
nomista español Xavier Sala-i-Martin demostró en un trabajo reali-
zado en 2003 que la desigualdad se incrementó en todo el mundo
entre 1970 y 2000.

El problema está precisamente en la naturaleza de esta palabra


"exponencial". Significa que la desigualdad en la distribución del
ingreso, lejos de achicarse, se amplia año tras año, o generación
tras generación. ¿Cómo puede competir hoy un chico analfabeto
con otro que a los nueve años domina Internet y habla en dos idio-
mas? Amartya Sen -economista indio premio Nobel en 1998 y uno
de los hombres que más aportes hizo en este campo en los últimos
años- llamó a esto "pobreza de capacidades", y advirtió que es la
base de la desigualdad. El punto es que estas diferencias entre uno
y otro individuo al nacer se acrecientan a medida que pasan sus
años de vida, y así se repite la historia con miles y miles de niños
que conformarán las futuras generaciones.

La desigual distribución del ingreso es un flagelo mundial y por lo


tanto se trata de un problema que nos alcanza a todos. No sólo a los
que quedan del lado menos favorecido. También es una piedra en el
zapato de los poderosos. Nadie está ajeno. Al menos si pretende-
mos que la globalización deje de ser un "slogan" para adornar pom-
posos discursos para convertirse en un proyecto común e integrador

92
Macro para todos

Tema de reflexión

Concepciones de equidad
Selección de texto extraída del trabajo “La Distribución del Ingreso
en la Argentina” de L. Gasparini y otros.

Equidad e igualdad son conceptos a menudo usados de manera


intercambiable, pese a que claramente pertenecen a categorías
diferentes: el primero es un concepto normativo, mientras que el
segundo es descriptivo. Si bien igualdad es conceptualmente distinto
a equidad, casi todas las concepciones de la equidad implican igual-
dad en algo. De hecho, el filósofo y economista Amartya Sen señala
que “una característica común de todos los enfoques de la ética de
los arreglos sociales es que buscan la igualdad de algo”. La diferen-
cia entre estos enfoques radica esencialmente en la variable que
consideran es importante igualar entre las personas para alcanzar
una sociedad equitativa.

Con el objeto de resumir la discusión es posible dividir a las concep-


ciones de equidad distributiva en dos grandes corrientes. En la pri-
mera, equidad se identifica con igualdad de resultados, mientras que
la segunda requiere igualdad de oportunidades.

Dentro del primer grupo, la concepción más usual es la de equidad


como igualdad de ingresos. Esta concepción tiene algunas objecio-
nes remarcadas por filósofos y cientistas sociales. La principal seña-
la que el ingreso, como toda variable de resultados, es en cierta
medida elegido, al depender, por ejemplo, de las decisiones de tra-
bajo-ocio. Dos personas enfrentadas a las mismas restricciones
pueden tomar decisiones de trabajo diferentes que las conduzcan a
ingresos diferentes. Es probable que un gran número de personas
no evalúe a esta situación de desigualdad de ingresos como injusta.
Lo mismo ocurriría en el caso en que las diferencias de ingreso sean
el resultado de necesidades o de méritos distintos, como en las me-
ritocracias: sociedades en las que el premio económico está ligado
sólo al mérito de una persona.

En síntesis, la crítica central al enfoque de la igualdad de resultados


remarca la necesidad de no ignorar las circunstancias en las que
éstos se generan.

93
Alberto Pontoni

Esta convicción lleva a plantear una concepción de equidad empa-


rentada con la igualdad de circunstancias u oportunidades. Según
esta visión, es importante dividir a los factores que determinan un
resultado en factores que el individuo elige (ej. esfuerzo) y factores
que no elige (ej. circunstancias). Si la desigualdad en resultados es
consecuencia de factores que van más allá del control de los indivi-
duos, esa desigualdad es declarada injusta. En cambio, la desigual-
dad dentro de un grupo de personas que comparten las mismas
circunstancias no es considerada injusta.

Si bien el concepto de igualdad de oportunidades es atractivo, su


implementación empírica es engorrosa. Ni el concepto de oportuni-
dad tiene un correlato empírico claro, ni la comparación de oportuni-
dades, en lugar de simples números como en el caso del ingreso,
permite un ordenamiento completo. Esta es la principal razón por la
cual la enorme mayoría de los estudios sobre equidad analiza la
distribución del ingreso, en lugar de focalizarse en conceptos más
ambiciosos.

De la discusión anterior surge la siguiente conclusión: si se compar-


te la concepción de equidad como igualdad de oportunidades, una
parte del nivel de desigualdad en la distribución del ingreso registra-
do en las estadísticas es perfectamente aceptable. El hecho de do-
cumentar ingresos diferentes entre personas no es evidencia con-
cluyente de una situación injusta por la que deba existir preocupa-
ción social. Esta preocupación sí surge cuando la desigualdad al-
canza niveles “altos” o es significativamente creciente. De cualquier
forma, establecer cuál es el nivel a partir del cual la desigualdad es
preocupante, o establecer cuánto de la desigualdad existente es
aceptable y cuánto no, es materia en gran parte opinable.

Pese a esta irremediable ambigüedad, existe la convicción en mu-


chas personas que una parte significativa de las desigualdades de
ingreso registradas en las estadísticas son el reflejo de situaciones
inequitativas que merecen ser centro de estudios rigurosos, motivo
de preocupación social y objeto de políticas públicas orientadas a
una sociedad más justa.

94
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. Indique diferentes formas de medir la distribución del ingreso.


2. ¿Qué características presenta la distribución del ingreso en la
Argentina? Compare con otros países.
3. El desarrollo ¿mejora la distribución del ingreso? Comente la
evidencia empírica de las últimas décadas.
4. Una distribución regresiva de ingresos ¿es causa o consecuen-
cia del subdesarrollo?
5. ¿Cómo repercutiría sobre la distribución de ingresos, la produc-
ción y el sector externo, la aplicación de un impuesto, en Argen-
tina 2011, que capturará el 10% de los ingresos del decil más ri-
co para distribuirlo entre el decil más pobre?
6. ¿Puede darse una distribución relativamente equitativa del in-
greso junto con una aguda desigualdad en la propiedad de los
medios de producción?
7. Compare los diferentes sistemas de medición de la distribución
del ingreso
8. ¿Qué indica un coeficiente de Gini de 0.38?
9. ¿Cómo ha incidido la recuperación económica de la Argentina
en la distribución del ingreso?
10. ¿Cómo se mide la distribución funcional del ingreso?
11. ¿Cómo ha evolucionado la distribución funcional del ingreso en
Argentina

95
Alberto Pontoni

96
Macro para todos

INDICADORES DE POBREZA Y BIENESTAR

1. POBREZA E INDIGENCIA

Para medir la pobreza se suelen utilizar dos enfoques alterna-


tivos: por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) o por Insu-
ficiencia de Ingresos.

El enfoque por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)


apunta a la dimensión estructural de la pobreza, resultando de
utilidad para el diseño de estrategias de largo plazo.

Se consideran hogares con NBI aquellos que presentan algu-


na de las siguientes características:
 Convivencia de 3 o más personas por cuarto (hacinamiento),
 Viviendas y condiciones sanitarias inadecuadas
 Inasistencia a la escuela de niños de 6 a 12 años,
 Jefe de hogar a cargo de 4 o + personas de bajo nivel educativo.

El otro enfoque, Insuficiencia de Ingresos, diferencia entre


indigencia y pobreza. El procedimiento parte de utilizar una
Canasta Básica de Alimentos (CBA) y ampliarla con la inclu-
sión de bienes y servicios no alimentarios (vestimenta, trans-
porte, educación, salud, etc.) con el fin de obtener el valor de
la Canasta Básica Total (CBT). Véase Composición de la CBA
del adulto equivalente (mensual) al final del capítulo.

Para calcular la incidencia de la pobreza se analiza la propor-


ción de hogares cuyo ingreso no supera el valor de la CBT;
para el caso de la indigencia, la proporción cuyo ingreso no
superan la CBA.

El procedimiento consiste en calcular los ingresos mensuales


de cada uno de los hogares relevados a través de la EPH, y
compararlos luego con la CBA y la CBT correspondientes a
cada hogar, teniendo en cuenta su composición en términos
de adultos equivalentes, es decir, considerando los valores

97
Alberto Pontoni

“equivalentes” de todos sus miembros en función de sus ne-


cesidades energéticas.

Indigencia. Cuando el ingreso de un hogar es inferior al mí-


nimo necesario para adquirir una Canasta Básica Alimentaria
(CBA), que contiene productos esenciales para la subsistencia
física (su composición puede verse al final del capitulo) sus
integrantes quedan por debajo de la línea de indigencia.

Según el INDEC el costo para la ciudad de Buenos Aires en


mayo del 2012 de la CBA de un adulto era de $218. Para una
familia tipo de 4 miembros, con dos menores, el costo se tri-
plica, $ 660 mensuales. Por lo tanto, una familia con ingresos
superiores a $ 22 por día dejaba de ser indigente.

Pobreza. Cuando el ingreso de un hogar es inferior al mínimo


necesario para acceder a un nivel de vida decoroso, tomando
en cuenta necesidades alimentarias y no alimentarias (CBT),
sus miembros quedan por debajo de la línea de pobreza.

Según el INDEC el costo para la ciudad de Buenos Aires en


mayo del 2012 de la CBT de un adulto era de $ 482. Para una
familia tipo de 4 miembros, con dos menores, el costo se tri-
plica, unos $ 1450.

En síntesis, en la Argentina actual (mayo 2012) una familia


con ingresos superiores a $ 50 (poco más de u$s 10) por día
no puede ser considerada pobre.

De conformidad a esos requisitos según el INDEC en mayo


del 2012 los pobres representaban sólo el 6,5% de la pobla-
ción (unos 2,6 millones) y los indigentes el 1,7% (menos de
700 mil personas).

Para muchos analistas estas cifras se encuentran maquilladas


y resultan poco confiables. Según las estimaciones del Obser-
vatorio Social de la Universidad Católica Argentina la pobreza
alcanzaría al 22% y la indigencia sería del 5,4%, lo que arroja
98
Macro para todos

un total 8,7 millones de pobres (6 millones más que la estima-


ción oficial), de los cuales 2,2 millones serían indigentes.

La diferencia con las apreciaciones del INDEC resulta de las


mediciones sobre el precio de las canastas que sirven de ba-
se para el cálculo, que para las entidades alternativas tienen
un costo que supera el doble del estimado oficialmente.

El gráfico siguiente muestra la evolución de la pobreza (sólo


se ha considerado hasta el 2007).

Argentina. Pobreza e indigencia. 1994-2007


(En % de la población para el total de conglomerados urbanos)
60

50

40

30 % bajo línea de pobreza

20

10
% bajo línea de indigencia
0
94 96 98 00 02 03 04 05 06 07

Elaboración propia en base a datos del Mecon

En plena crisis del 2002 los niveles de pobreza e indigencia


alcanzaron sus mayores registros, afectando al 58% y 28% de
la población. El plan Jefas y Jefes de Hogar, con más de 2
millones de beneficiarios contribuyó a frenar el aumento del
número de indigentes.

2. INGRESOS FAMILIARES E IMPUESTOS


Según un estudio del 2007 una familia argentina que trabaja
en blanco y compra todos sus bienes también en blanco, debe

99
Alberto Pontoni

destinar en promedio el 35% de sus ingresos al pago de im-


puestos, lo que implica que durante el año se verá obligada a
trabajar un promedio de cuatro meses para poder cumplir con
la carga tributaria que le impone el Estado22.
Pero no todos los hogares deben resignar la misma porción
de sus ingresos, ya que el mayor o menor peso impositivo
está determinado por el lugar en el que se vive y por el impac-
to de los distintos tributos provinciales y municipales en cada
jurisdicción. Así, mientras que un habitante de Paraná, Entre
Ríos, soporta la mayor presión, con más del 38%, uno de Río
Grande, Santa Cruz, sólo destina un 24% de sus ingresos al
pago de sus obligaciones tributarias.

Argentina es uno de los países que grava con mayores tasas


alimentos y otros productos y servicios de alto consumo popu-
lar –la tasa general del IVA asciende al 21%.

En un contexto donde un importante porcentaje de la pobla-


ción vive por debajo de la línea de pobreza resulta contradic-
torio que el impuesto al consumo de productos de primera
necesidad supere al que aplican países desarrollados, máxi-
me cuando la calidad de los servicios públicos que recibe a
cambio dista mucho de la que se brinda en aquellos.

En Canadá los alimentos y medicamentos son considerados


bienes sensibles y tienen una alícuota impositiva reducida que
oscila entre 0% y 7%, en cambio la tasa se extiende al 15%
para ciertos productos y servicios costosos. En el Reino Unido
la tasa general de IVA es de 17% pero diferenciada entre 0%
y 5% para alimentos. Lo mismo en Suecia, que si bien man-
tiene una elevada tasa, se aplican alícuotas reducidas de en-
tre 0% y 6% para productos básicos y de 12% para servicios y
bienes de categoría intermedia. En Alemania la tasa general

22
El trabajo, del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Lati-
noamericana (Ieral), considera la carga tributaria legal sobre una familia
de 2 adultos y 2 menores con una estructura de ingresos y consumo pro-
medio, conforme datos de la Encuesta Nacional de Hogares.

100
Macro para todos

es de 16% pero para alimentos se reduce a 7%. En España


se grava a los productos farmacéuticos con el 3,8%, a los ali-
mentos con el 4% y 7% y la tasa general es del 16%.

El impuesto al valor agregado aplicado en forma generalizada


es un gravamen que afecta más a los pobres y la clase media,
que a los ricos y acomodados.

3. DESARROLLO HUMANO

Uno de los principales indicadores de bienestar es el Índice de


Desarrollo Humano (IDH), una medición que viene elaborando
el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) desde el año 1990 y surgió como una iniciativa para
clasificar los países a partir de otras variables que no fueran
las usadas tradicionalmente en economía, educación y salud,
entre otras.

El IDH busca medir dichas variables a través de un índice


compuesto por tres parámetros:
 Vida larga y saludable, medida según la esperanza de vida
al nacer,
 Educación, medida por la tasa de alfabetización de adultos y
la tasa bruta combinada de matriculación en educación pri-
maria, secundaria y terciaria,
 Nivel de vida, medido por el PIB per cápita estimado por
paridad de poder adquisitivo en dólares).

Al tope del ranking de los 187 países que actualmente inte-


gran el IDH se suelen encontrar las naciones del norte de Eu-
ropa, Australia, Canadá, Irlanda, Suiza y Japón, el país con la
más alta esperanza de vida (82,3 años) del mundo.

En el 2011 los primeros lugares correspondieron a Australia,


Noruega y Holanda, seguidos de Estados Unidos, Nueva Ze-
landia, Canadá, Irlanda, Liechtenstein, Alemania y Suecia.

101
Alberto Pontoni

Por otro lado, los 10 países que ocupan los últimos puestos
del IDH están en la región de África Subsahariana: Guinea,
República Centroafricana, Sierra Leona, Burkina Faso, Libe-
ria, Chad, Mozambique, Burundi, Níger y la República Demo-
crática del Congo.

La Argentina ocupa actualmente el puesto 45, dentro del gru-


po considerado como de desarrollo humano muy alto. En
América Latina el primer lugar le corresponde a Chile, que se
ubica en el puesto 44 y mas atrás siguen Uruguay (48) y Cuba
(51). Brasil ocupa el puesto 84.

El Informe de 2011 revela que la distribución del ingreso ha


empeorado en la mayoría de los países. Así, América Latina
sigue siendo la región más desigual en materia de ingresos, a
pesar de que algunos países, como Brasil y Chile han conse-
guido reducir sus respectivas brechas internas en este ámbito.
Sin embargo, el Informe también muestra que, en términos
generales o si se tiene en cuenta la esperanza de vida y el
nivel de escolaridad, América Latina es más equitativa que
África Subsahariana o Asia Meridional.

102
Macro para todos

Tema de reflexión

Composición de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) para un


adulto equivalente de Buenos Aires (mensual)

Se considera que esta canasta satisface las necesidades energéti-


cas de un varón de 30-59 años, estimadas en 2.700 Kcal.
El costo de esta canasta es utilizado para el cálculo de la indigencia.
Para mayo del 2012 el INDEC estimaba el costo de la CBA en $
218, poco menos de u$s 50 al tipo de cambio vigente en esa fecha.

Componente Gramos

pan 6.060
galletas 1.140
arroz 630
harina de trigo 1.020
otras harinas (maíz) 210
fideos 1.290
papa 7.050
batata 690
azúcar 1.440
dulces 240
legumbres secas 240
hortalizas 3.930
frutas 4.020
carnes 6.270
huevos 630
leche 7.950
queso 270
aceite 1.200
sal 240
vinagre 90
bebidas gaseosas 7.500
café/té 120
yerba 600

103
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

La ayuda de los pobres al desarrollo

En el mundo hay 180 millones de trabajadores expatriados que re-


mesan regularmente dinero a sus familias. Según estimaciones del
Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del BID, las transferen-
cias a América Latina y el Caribe provenientes de los 20 millones de
trabajadores de la región residentes en el extranjero alcanzaron, en
el 2003, los 40 mil millones de dólares. Esta suma supera amplia-
mente los 32 mil millones remitidos el año anterior y todo hace su-
poner que ese monto continuará en ascenso.

Una idea de la importancia de las remesas que envían estos inmi-


grantes reside en el hecho que actualmente en algunos países -El
Salvador, Dominicana, Nicaragua, Honduras, Ecuador y Haití- el
dinero enviado por los expatriados representa más del 10% del in-
greso nacional y en varios es la principal fuente de generación de
divisas. En El Salvador el monto de las remesas equivale a la mitad
de todas las exportaciones y en México ocupa el segundo lugar co-
mo fuente de ingreso de divisas, sólo superado por el petróleo.

A nivel macroeconómico estas transferencias reducen la pobreza,


contribuyen a equilibrar la brecha comercial, facilitan el pago de la
deuda, acrecientan las reservas de divisas y flexibilizan la restricción
de créditos. Otro factor importante es que las remesas son más esta-
bles que los volátiles flujos de capital y no generan endeudamiento.

Desde el punto de vista microeconómico interesa destacar que ese


dinero suele beneficiar directamente a poblaciones pobres de zonas
marginales, constituyendo el principal o único ingreso de millones de
familias condenadas a la pobreza e indigencia. Según estudios es-
pecializados, la mayor parte del dinero se usa para necesidades
básicas (casa, comida, salud) y, en menor medida, en educación,
propiedades y negocios familiares.

Las tres cuartas partes del dinero recepcionado en la región provie-


ne de Estados Unidos, donde 10 de los 17 millones de latinoameri-
canos adultos residentes en ese país envían periódicamente fondos
de ayuda a sus familias. Otra fuente importante es España.

104
Macro para todos

Una sorprendente paradoja de esta realidad es el hecho que los


montos que remiten los pobres expatriados de América Latina y el
Caribe llegan a cuadriplicar la asistencia externa que recibe la región
y superar en un 50% la inversión directa extranjera.

En otras palabras, es sustancialmente mayor la contribución al desa-


rrollo que hacen nuestros emigrantes pobres que la proveniente de
entidades públicas o corporaciones privadas extranjeras, en conjun-
to. Esto, sin llegar a considerar los costos que representan las inver-
siones del exterior por las salidas de recursos en concepto de repa-
triación de utilidades, regalías o pagos a personal de dirección. Pe-
ro, de esto no se habla.

Por el contrario, poco o nada hacen nuestros Gobiernos para aliviar


las penurias que cotidianamente sufren estos millones de compatrio-
tas que con su sacrificio contribuyen al bienestar de nuestros países.
Sacrificio que en muchos casos representa la propia vida, como los
cientos que anualmente mueren de sed en los desiertos del norte de
México o ahogados en el Mediterráneo, o los miles que diariamente
son privados de su libertad y sometidos a discriminación y abuso por
el delito de querer trabajar.

105
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Ayudar a los Pobres Beneficia a los Ricos


Por Jeffrey D. Sachs

Ha comenzado la cuenta regresiva hacia un cambio de enfoque de la


globalización. En septiembre de 2005, los jefes de Estado y de Go-
bierno se reunirán en la ONU para examinar lo hecho desde la Cum-
bre del Milenio. En aquella ocasión se comprometieron a apoyar una
serie de proyectos ambiciosos -las Metas del Milenio para el Desarro-
llo- que ayudarían a los pueblos más pobres del mundo a librarse de
la miseria, el hambre, las enfermedades y el analfabetismo.

Fijar metas fue fácil. Cuando vuelvan a reunirse, el año próximo,


tendrán que decidir cómo alcanzarlas. Veamos cuál es el problema.

La globalización ofrece a todos los pueblos la oportunidad de salir


de la extrema pobreza, pero en muchos países en desarrollo no
funciona. Mientras China y la India crecen rápido, la mayor parte de
África se ha estancado. En vastas zonas de América latina y Asia
central los índices de pobreza van en aumento en vez de disminuir.

En la mayoría de los casos, la geografía es un factor importante de


éxito o de fracaso. Los lugares más exitosos son las ciudades por-
tuarias con fácil acceso a los mercados mundiales, como Shanghai.
Los peores fiascos ocurren, por lo general, en áreas rurales alejadas
de las costas. El aislamiento afecta particularmente a las comunida-
des que viven en plena montaña (en los Andes, Asia central, tierras
altas de África oriental). El aislamiento geográfico es aún más ex-
tremo en los países sin salida al mar, como Bolivia, Afganistán, Etio-
pía y Burkina Faso.

Hace años que los países ricos vienen prometiendo más ayuda,
pero siguen sin cumplir sus promesas. Treinta y cinco años atrás,
prometieron donar a las naciones pobres el 0,7 por ciento de su PBI
para ayudar a su desarrollo. En vez de eso, dan el 0,25 por ciento, o
sea 120.000 millones de dólares anuales menos. La mitad de este
déficit corresponde a Estados Unidos.

106
Macro para todos

Si cumpliera su promesa de aportar el 0,7 por ciento de su PBI, es-


taría donando 75.000 millones de dólares anuales, en vez de unos
15.000. Estados Unidos podría afrontar un mayor aporte sin dificul-
tad alguna. El Gobierno de Bush entregó 250.000 millones de dóla-
res anuales a los norteamericanos más ricos, al rebajarles los im-
puestos, e incrementó los gastos militares en 150.000 millones de
dólares. Luego, les dijo a los pueblos más indigentes del mundo que
no disponía de fondos para cumplir la promesa dada.

Nada de esto tiene sentido desde el punto de vista de la seguridad


mundial. Ni siquiera lo tiene para los intereses financieros de los
países donantes. Los fracasos en el desarrollo económico de las
naciones andinas, africanas y de Asia central contribuyen a la ines-
tabilidad global, las insurrecciones locales, la violencia, el narcotráfi-
co y la creación de bases terroristas. Los métodos militares por sí
solos no darán resultado, por cuanto la raíz del problema es la vul-
nerabilidad de la gente pobre y hambrienta frente a los profetas del
odio.

Si los donantes persisten en prestar una ayuda minúscula, insufi-


ciente para resolver los problemas de las naciones más pobres,
éstas nunca saldrán de su miseria. Si en los próximos años los paí-
ses ricos financiaran muchas más inversiones, darían a los Estados
pobres la oportunidad de crecer económicamente.

107
Alberto Pontoni

Preguntas de fijación

1. ¿En qué se diferencia la pobreza medida por NBI respecto de la


medida por insuficiencia de ingresos? Señale medidas que pue-
dan afectar un indicador sin producir cambios en el otro.
2. ¿En que se diferencia un pobre de un indigente? ¿Cuántos son
en la Argentina actual?
3. ¿Cuáles son los valores correspondientes a las líneas de indi-
gencia y pobreza en Argentina? Comente
4. Comente la evolución de la pobreza y la indigencia en la última
década.
5. ¿A que se deben las diferencias de estimaciones del porcentaje
de pobres e indigentes entre el INDEC y otras entidades?
6. ¿Cómo incidirían sobre los índices de pobreza e indigencia re-
bajas de las retenciones y del IVA?
7. ¿Qué es el IDH y quien lo elabora?
8. ¿Qué parámetros se toman en consideración para la elabora-
ción del IDH?
9. ¿Qué posición ocupa Argentina en el ranking del IDH?

108
Macro para todos

PARTE II

SECTORES

ECONÓMICOS

109
Alberto Pontoni

110
Macro para todos

SECTOR MONETARIO

1. ACERCA DEL DINERO

Dinero, en una concepción amplia, es todo instrumento acep-


tado como medio de cambio y de cancelación de obligaciones.
En un sentido restringido se considera dinero a los billetes y
monedas emitidos por un Estado. La aceptación puede ser
obligatoria, como consecuencia de una norma jurídica -dinero
de curso legal y forzoso- o por consenso fundado en la con-
fiabilidad del activo. La aceptación puede ser limitada23.

Consideramos como activos financieros a los instrumentos


transmisibles que representan la propiedad de empresas (ac-
ciones) o deudas (bonos, certificados de depósito bancario)
otorgando el derecho a percibir intereses o beneficios. Otras
definiciones incluyen bajo esta denominación los préstamos y
depósitos bancarios.

El dinero en sentido estricto también es considerado un activo


financiero (deuda del Estado), a pesar que su mera tenencia
no rinde interés o beneficio alguno.

En el análisis macroeconómico se suele recurrir a una sencilla


clasificación de los activos financieros a partir de la alta liqui-
dez y elevado grado de seguridad (respaldo estatal) distin-
guiendo bonos públicos y dinero, según rindan o no interés.

Función

La moneda es una institución económica muy importante, par-


ticularmente en las economías de mercado, por cuanto los
precios de los bienes y servicios se miden en dinero.

23
Ciertos bonos públicos (Patacón, Lecop) tenían capacidad legal restringi-
da de cancelación y aceptación limitada. El dólar, a pesar de haber perdi-
do fuerza legal, sigue siendo un medio de pago aceptado.

111
Alberto Pontoni

Medio de cambio. La principal función del dinero es la de ser


un medio de cambio y de cancelación de obligaciones. Es una
ventaja que hace innecesaria la existencia de una “doble coin-
cidencia de deseos” para cerrar una transacción. Imaginemos
una economía en la cual no existiese el dinero, en donde to-
das las transacciones implican necesariamente intercambio de
bienes o servicios de las partes interesadas y comprendere-
mos inmediatamente la facilidad que representa contar con un
medio de cambio aceptado por todos.

Deposito de valor. El dinero es un activo que no se deteriora


físicamente con el paso del tiempo pero que puede perder
valor. El aumento sostenido de los precios (inflación) reduce la
calidad informativa del sistema de precios -que orienta a em-
presas y consumidores- y provoca una desmejora en el fun-
cionamiento de la economía. La situación también repercute
en las finanzas públicas pues se complica la ejecución presu-
puestaria y distorsiona la recaudación impositiva. El manejo
en economías inflacionarias resulta más incierto y complejo.

De allí que algunos economistas pongan gran énfasis sobre la


calidad de la moneda, que depende de la capacidad de brin-
dar estabilidad al sistema de precios y del grado de aceptabi-
lidad que genera entre los agentes económicos.

Unidad de cuenta. Los precios y las cuentas se expresan en


unidades monetarias. Para cumplir adecuadamente esta fun-
ción el dinero debe poseer la capacidad de ser estable y no
perder su valor con facilidad frente a otro tipo de activos. Si
una moneda se deprecia permanentemente (inflación) no será
aceptada como unidad de cuenta

Demanda de Dinero

Keynes distinguió tres razones básicas que motivan a deman-


dar dinero:

112
Macro para todos

(i) Para realizar transacciones o pagos vinculados a la adqui-


sición regular y frecuente de bienes y servicios (demanda para
transacciones).

(ii) Para hacer frente a imprevistos, es decir, hechos que no


son habituales y que resultan inciertos (demanda precautoria).

(iii) Como depósito de valor (demanda especulativa). En este


caso la demanda de dinero se refiere a su función especulati-
va, a diferencia de los dos anteriores que se vinculan a la fun-
ción del dinero como medio de cambio, es decir, a la necesi-
dad de tener dinero para efectuar pagos.

Hay ciertos casos que invertir en un activo que no rinde inte-


rés, como es el dinero, puede resultar más rentable que ha-
cerlo en otro que paga una bonificación preestablecida. En
Argentina es frecuente atesorar dólares en lugar de invertir en
plazos fijos en moneda local para aprovechar los efectos de
una devaluación o evitar el deterioro de capacidad adquisitiva
por inflación.

Liquidez

Los activos financieros pueden distinguirse por su grado de


liquidez, según la facilidad para su conversión en efectivo.

El mayor grado de liquidez corresponde al Circulante (dinero


en sentido estricto) y los Depósitos en Cuenta Corriente
(Dcc), fondos disponibles en un banco que pueden ser movili-
zados a través de cheques o tarjetas de débito. La difusión y
aceptación de estos instrumentos ha reducido sustancialmen-
te el uso de efectivo.

En otro escalón se encuentran los Depósitos de Ahorro


(Dah) o en Cajas de Ahorro. Actualmente, con la difusión de
cajeros automáticos existe gran facilidad para convertir estos
depósitos en efectivo, aún cuando se establezcan limitaciones
en el monto de la extracción. La diferenciación respecto de los
113
Alberto Pontoni

depósitos en cuenta corriente viene de otras épocas, cuando


el titular de un depósito de ahorro debía presentarse perso-
nalmente donde tenia su cuenta para retirar efectivo.

Los Depósitos a Plazo (Dpl) son instrumentos de menor li-


quidez, ya que sólo pueden convertirse en efectivo al venci-
miento del plazo establecido.

Por otro lado, el grado de liquidez de un activo se encuentra


inversamente relacionado con la renta que produce, es decir,
con el interés que genera. La razón es simple y se vincula a la
disponibilidad de fondos. Un banco siempre pagará una mayor
tasa de interés por un depósito a plazo que por uno en caja de
ahorro o cuenta corriente, ya que en el caso de un plazo fijo el
banco dispone de mayor libertad en el uso de los fondos, sa-
biendo que no serán rescatados hasta su vencimiento.

Dinero y Agregados Monetarios

En el uso corriente se suele circunscribir el término dinero a


los billetes y monedas pero en economía se suelen distinguir
otras categorías, como circulante, base monetaria y agrega-
dos monetarios, que permiten hacer análisis más precisos de
la realidad financiera.

Circulación monetaria o Circulante (Ci). Son los billetes y


monedas emitidos por la entidad que detenta el monopolio de
emisión, denominado banco emisor, central o de reserva. El
circulante puede estar en poder del público (Cp) o en entida-
des financieras (Cf).

Ci = Cp + Cf

114
Macro para todos

Base Monetaria (BM). Incluye el total de billetes y monedas


(circulante) emitidos más los depósitos en cuenta corriente
que tienen las entidades financieras en el banco central.

BM = Ci + Dep EF en BC

Agregados Monetarios. Es una clasificación que distingue


entre diferentes tipos de activos. Las más importantes son: el
M1 que incluye al circulante en poder del público más los de-
pósitos en Cuenta Corriente, el M2 que suma al M1 los depó-
sitos de Ahorro y el M3 que adiciona al M2 los depósitos a
plazo. También pueden clasificarse según consideren depósi-
tos en moneda nacional o en divisas extranjeras.

M1 = Cp + Dcc
M2 = M1 + Dah
M3 = M2 + Dpl

Oferta Monetaria. Equivale al agregado monetario M2. En


algunos casos se toma en cuenta el M1.

2. FUENTES DE CREACIÓN DE DINERO

La creación de dinero tiene dos vías básicas, la primaria, que


refiere al circulante y la secundaria, a los depósitos.

Creación primaria

El banco emisor, denominado generalmente banco central o


de reserva, es la institución que detenta la exclusividad para
proveer al público billetes y monedas. El concepto de creación

115
Alberto Pontoni

primaria de dinero refiere a esta facultad del banco emisor


para inyectar circulante en la economía a través de diferentes
mecanismos que van desde la compra de divisas y bonos al
financiamiento de los déficits públicos24.

Si bien la concepción de dinero en economía supera amplia-


mente los conceptos de circulante y base monetaria, pues
incorpora los depósitos en cuenta corriente y caja de ahorro,
estas siguen siendo categorías fundamentales para el análisis
pues condicionan al resto de los agregados monetarios.

Los billetes y monedas emitidos representan un pasivo u obli-


gación del banco emisor, que se registra en una cuenta espe-
cífica, como se puede observar en el esquema que se presen-
ta a continuación, típico del balance de un banco central.

Activo Pasivo
Reservas de oro y divisas Billetes y monedas (B y M)
Prestamos a Ent. Financieras Depósitos de Ent. Financieras
Valores del Tesoro Depósitos del Tesoro
Otros activos Otros pasivos

Patrimonio neto

El banco central tiene tres maneras de inyectar circulante en


la economía: (i) operaciones de cambio (ii) operaciones de
mercado abierto y (ii) como ventanilla de descuento. A conti-
nuación se pasará revista a estas operatorias.

Operaciones de cambio
La manera más simple que tiene un banco central de influir en
la oferta monetaria es a través de las operaciones de cambio,

24
En Argentina después de la crisis del 2001 cobró relieve la circulación de
bonos emitidos por gobiernos provinciales (clasificados como cuasimone-
das). Su aceptación y uso generalizado los asimiló al circulante por lo que
pasaron a ser contabilizados como base monetaria.

116
Macro para todos

es decir, a través de la compra o venta de moneda extranjera.


Al comprar divisas el banco aumenta la base monetaria y
cuando vende la reduce.
El cuadro siguiente refleja una operación de compra de u$s
400 a un tipo de cambio de $ 5 por dólar, en el balance del
banco emisor.

Activo Pasivo
Reservas u$s 400 Billetes y monedas (B y M) 2000
Prestamos a Ent. Fin. Depósitos de Ent. Fin.
Valores del Tesoro Depósitos del Tesoro
Otros activos Otros pasivos

Patrimonio neto
Var. Activo + u$s 400 Var. Pasivo + Patrimonio +2000

Operaciones de mercado abierto


Se conoce como operaciones de mercado abierto a las
transacciones de compra y venta de bonos que realizan los
bancos centrales en el mercado.
El cuadro siguiente muestra las modificaciones del balance de
un banco emisor al comprar un bono de $ 1.000.

Activo Pasivo
Reservas de oro y divisas Billetes y monedas (B y M) 1000
Prestamos a Ent. Fin. Depósitos de Ent. Fin.
Valores del Tesoro 1000 Depósitos del Tesoro
Otros activos Otros pasivos

Patrimonio neto
Var. Activo +1000 Var Pasivo + Patrimonio +1000

De manera contraria, el banco central puede disminuir el cir-


culante (y la base monetaria) vendiendo valores del Tesoro

117
Alberto Pontoni

que posee en cartera. De esa forma estará disminuyendo su


Activo (vende el bono) y su Pasivo (recibe B y M).

Un punto importante a tener en cuenta es la reacción de la


tasa de interés frente a este tipo de operación. Cuando el
banco central compra un bono aumenta la demanda de este y
su precio. En consecuencia disminuye la tasa de interés, ya
que el precio de un instrumento financiero expresa la contra-
cara de la tasa de interés. De allí, que al adquirir instrumentos
financieros el banco central no solo inyecta dinero a la plaza
sino que, al mismo tiempo, esta presionando a la baja la tasa
de interés.

Estas operaciones del banco central suelen ser un eficaz ins-


trumento para controlar la presión inflacionaria. Al vender un
bono “seca” la plaza, es decir, disminuye la oferta monetaria
conteniendo la presión sobre precios. Lo contrario ocurre
cuando compra títulos.

En algunos países, al igual que en la Argentina antes de la ley


de Convertibilidad, el Gobierno puede recurrir directamente al
banco central (sin pasar por el mercado) para obtener dinero,
entregando un bono del Tesoro. De esta forma se aumenta la
base monetaria con respaldo de títulos públicos que en mu-
chos casos resultan poco fiables. Este tipo de operaciones
pueden desembocar en excesos de emisión que deprecian el
valor de la moneda (en lenguaje corriente hacer funcionar la
maquinita).

Ventanilla de descuento
Otra forma en que el banco emisor puede afectar la base mo-
netaria es otorgando préstamos a los bancos privados para
aumentar su liquidez e incrementar la capacidad de préstamo
al público.

La tasa de interés a la cual el banco central esta dispuesto a


prestar dinero a los bancos comerciales se conoce como tasa

118
Macro para todos

de descuento, un indicador financiero muy importante que


influye sobre las tasas bancarias activas y pasivas.

Muchos países utilizan la ventanilla de descuento para regular


la marcha de la economía. Cuando las autoridades moneta-
rias consideran que hay un proceso de expansión que podría
llevar a un “recalentamiento” de la economía y aumentar la
presión inflacionaria, elevan la tasa de descuento para con-
traer el crédito y “enfriar” la economía. Por el contrario, frente
a una amenaza recesiva, la tasa de descuento se reduce para
estimular el gasto e inversiones.

Creación secundaria

Es la facultad de crear dinero que tienen los bancos comercia-


les a través de operaciones de crédito. De allí, que la oferta
monetaria sea siempre mayor a la cantidad de circulante, es
decir, al dinero creado por el banco emisor.

La principal función de los bancos es intermediar entre el pú-


blico ahorrista y los demandantes de crédito, obteniendo
además de las comisiones beneficios del diferencial (spread)
de interés que cobran a sus deudores respecto del que pagan
a sus depositantes.

Esta actividad de intermediación se convierte en creación de


dinero ya que los depositantes, en su conjunto, raramente
retiran el total de sus depósitos del sistema bancario, permi-
tiendo a los bancos separar un porcentaje (encaje o reservas)
para hacer frente a las demandas de liquidez del público y
prestar el saldo restante25.

La autoridad monetaria es quien establece el monto de los


encajes obligatorios, es decir, la reserva de fondos líquidos

25
Si los depositantes deciden retirar intempestivamente sus depósitos (co-
rrida bancaria) el sistema financiero colapsa. Esto ocurrió en Argentina en
el 2001 motivando la restricción al retiro de depósitos (corralito).

119
Alberto Pontoni

que los bancos deben mantener, que en épocas normales se


sitúa en el orden del 20%.

El potencial de creación de dinero bancario esta supeditado a


dos factores. Por un lado, el grado de preferencia del público
por mantener su dinero bajo la forma de depósitos bancarios
y, por otro, el porcentaje de efectivo que los bancos mantie-
nen como encaje.

A continuación se ilustra el proceso de creación de dinero


bancario a partir de una emisión primaria de $ 1.000, con un
encaje obligatorio del 20%. Para el caso se ha supuesto:

 Total preferencia del público por tener el dinero depositado


en el banco. Es decir, nadie mantiene dinero en efectivo.

 Los bancos prestan todo el dinero permitido reservando sólo


el encaje obligatorio (que para el caso es del 20%).

Las etapas del proceso de creación de dinero a través de la


intervención bancaria se muestran en el siguiente esquema.

1. El banco emisor entrega $ 1.000 a Juan (creación primaria)

2. Juan deposita los $ 1.000 en su cuenta del Banco “A”.

3. El Banco “A”, mantiene en reserva el encaje obligatorio ($


200) y presta el saldo restante a Pedro ($ 800). Aquí co-
mienza la creación secundaria de dinero.

4. Pedro deposita los $ 800 en su cuenta del Banco “B”, que


mantiene $ 160 como encaje y presta los restantes $ 640.

5. El fenómeno se repite hasta que los $ 1.000 originales se


encuentran en la caja de los bancos, como encaje.

120
Macro para todos

BANCOS
PUBLICO
Depósitos Encajes Prestamos
1 1000
2 1000
3 800 1000 200 800
4 640 1800 360 1440
5 0 5000 1000 4000

Al final del proceso el público tiene a su disposición $ 5.000


bajo la forma de depósitos en bancos. Asimismo, los bancos
tienen equilibradas sus cuentas, ya que para compensar los $
5.000 de pasivo (depósitos) tienen activos en efectivo por $
1.000 (encajes) y otros $ 4.000 en préstamos.

Durante el proceso se multiplicó por 5 la base monetaria (di-


nero inicial) que era igual a $ 1.000. A su vez, la oferta mone-
taria final es de $ 5.000, equivalente a los depósitos banca-
rios, ya que no hay circulante en poder del público.

La base monetaria no se modificó en ningún momento, pues


no hubo creación de dinero primario más que al comenzar el
ejercicio, con los primeros $1.000. El hecho de modificar los
encajes cambia la forma en que se distribuye la base moneta-
ria pero no afecta su monto.

Multiplicador Bancario (mb)

Expresa la capacidad potencial de creación de dinero banca-


rio en una economía. Su valor depende del coeficiente de En-
caje (E) legal.

mb = 1 / E

121
Alberto Pontoni

A su vez, existe una relación entre Oferta Monetaria (OM),


Base Monetaria (BM) y Multiplicador Bancario (mb), que se
expresa en la siguiente ecuación:

OM = BM x mb

La interpretación de estas formulas permite comprender que


un importante instrumento de política reside en la capacidad
de la autoridad monetaria de regular la oferta monetaria a tra-
vés de los encajes o reservas del sistema bancario. En la me-
dida que desee expandir/contraer la oferta monetaria puede
reducir/aumentar los encajes, provocando el aumento/reduc-
ción del multiplicador bancario.

Debe tenerse presente que el pleno efecto del multiplicador


bancario se produce bajo supuestos simplificadores que no
necesariamente se cumplen en la economía real, pues los
bancos no prestan todo el dinero que pueden prestar ni el
publico deposita todo su dinero en el sistema bancario.

Un buen ejemplo de esta disociación lo representa la crisis de


fines del 2001 cuando la preferencia por liquidez por parte del
público alcanzó valores máximos, debido a la desconfianza en
el sistema financiero, y los bancos se veían impedidos de
prestar dinero debido a su extrema fragilidad financiera.

La consecuencia fue una drástica reducción del multiplicador


que provocó una fuerte contracción de la oferta monetaria
contribuyendo al agravamiento de la crisis.

Esterilización monetaria

La esterilización monetaria se refiere a las operaciones de


absorción de liquidez que realizan los bancos centrales me-
diante la colocación de bonos (papeles que pagan interés) con

122
Macro para todos

el objetivo de controlar una expansión de la oferta monetaria y


disminuir la presión inflacionaria. Las acciones de esteriliza-
ción suelen ser un complemento de la política cambiaria, ya
que permiten regular la creación e inyección de dinero que se
deriva de las compras de moneda extranjera.

Debe tenerse en cuenta que el fuerte ingreso de divisas re-


presenta un gran desafío para los bancos centrales, que de-
ben velar por evitar la apreciación de la moneda doméstica,
con la consecuente pérdida de competitividad de los sectores
transables de la economía, fenómeno conocido como enfer-
medad holandesa.

Para sortear esta situación los bancos compran divisas, lo que


permite mantener un tipo de cambio competitivo. Posteriormen-
te, para impedir que el dinero inyectado en la economía aliente
presiones inflacionarias absorben el exceso de circulante (se-
can la plaza) colocando bonos. De esta forma se logra esterili-
zar el excedente monetario.

Un claro ejemplo de esa política lo representa la experiencia


argentina posterior al 2003, consecuencia del fuerte ingreso de
divisas provocado por los sostenidos superávits comerciales.

¿Cuáles son los costos de este tipo de políticas?

El costo para el Banco Central resulta de los intereses que de-


be pagar por los bonos emitidos. Sin embargo, deben restarse
los intereses que percibe el BC por la colocación de las nuevas
reservas en entidades financieras del exterior. En consecuen-
cia, el saldo final dependerá de los diferenciales de tipo de inte-
rés, la tasa de inflación y la variación del tipo de cambio.

3. INDICADORES MONETARIOS

A continuación se presentan indicadores utilizados para eva-


luar la situación del sector monetario de una economía.

123
Alberto Pontoni

Monetización

Por monetización de la economía se suele entender la rela-


ción entre la cantidad de dinero y el nivel de actividad econó-
mica. Las expresiones más comunes de este indicador son:

BM / PBI

M1 o M2 o M3 / PBI

Una mayor monetización es un indicador positivo de una eco-


nomía, pues es expresión de la confianza de los agentes eco-
nómicos en la moneda nacional y en el sector financiero.

Respaldo en divisas

La disponibilidad de reservas internacionales del banco cen-


tral en relación a la base u oferta monetaria resulta muy im-
portante en economías como la Argentina donde los agentes
económicos tienden a refugiarse en la tenencia de divisas
extranjeras en momentos de incertidumbre.

Se suelen considerar como indicadores de respaldo las si-


guientes relaciones:

Res. Internacionales / BM

Res. Internacionales / M1 o M2

Durante la época de la Convertibilidad el BCRA tenía la obli-


gación de mantener un alto respaldo de la base monetaria en
divisas del exterior. Esta disposición dio lugar a una gran con-
fusión que se manifestó al entrar en crisis el sistema, ya que

124
Macro para todos

muchos creyeron que el respaldo en divisas del BCRA abar-


caba todo el dinero existente.

Cabe agregar que las reservas internacionales de un país


ocupan un lugar clave en el imaginario macroeconómico, ya
que su abundancia suele ser vista como un factor de solven-
cia y confianza. Sin embargo esto no es tan así. Las reservas
orientan acerca de la capacidad de pago de un país junto con
otros factores que determinan el riesgo y la confianza.

Según los técnicos del FMI, los países emergentes deben


mantener un volumen de reservas suficiente para (i) atender
los vencimientos de las deudas de corto plazo, es decir, las
que vencen en el transcurso de un año y (ii) financiar no me-
nos de cuatro meses de importaciones.

Otros análisis descartan los criterios rígidos, ya que deben


conjugarse múltiples factores y contemplar diferentes objeti-
vos referidos al tipo de cambio, la variación del nivel de pre-
cios y la atracción de capitales externos. Debe tenerse en
cuenta que la compra de divisas por parte del banco central,
ayuda a mantener subvaluada la moneda local (estimulando
las exportaciones) y aumentar las reservas (inspirando con-
fianza a inversores del exterior) pero también, puede estimular
un alza de precios al incrementar la masa monetaria.

4. LA EXPERIENCIA MONETARIA ARGENTINA

Década de los 90

El sistema de Convertibilidad, instaurado por la ley 23928,


estuvo vigente en la Argentina durante más de 10 años (abril
1991 a enero 2002). Bajo este sistema se estableció un tipo
de cambio fijo y paridad cambiaria con el dólar estadouniden-
se que se mantuvo a razón de 1 peso = 1 dólar26.
26
En la ley 23928 se establece una convertibilidad de 10.000 australes por
dólar. A partir de 1992 comenzó a regir el peso (igual a 10.000 australes).

125
Alberto Pontoni

El mecanismo utilizado fue la obligación legal del BCRA de


respaldar el total de la base monetaria con reservas en oro y
divisas extranjeras equivalentes.

Para garantizar la sustentabilidad del sistema y brindar con-


fiabilidad a esta política se establecieron severas restricciones
a la libertad de movimientos del Banco Central. Por un lado,
se lo obligaba a mantener reservas líquidas en respaldo de la
base monetaria, limitando su integración con títulos públicos27.
Por otro, se acotó su margen de intervención en operaciones
de mercado abierto y como ventanilla de redescuento.

Estas medidas tuvieron un positivo resultado, contribuyendo a


la recomposición financiera. Como se observa en el cuadro
siguiente, entre 1991 y el 2000 el M3 se quintuplicó, pasando
de 20 a 96 mil millones de pesos/dólares. El crecimiento más
espectacular correspondió a los depósitos a plazo fijo que
pasaron de 7 mil a 56 mil millones de pesos/dólares.

Argentina. Agregados Monetarios durante la Convertibilidad


(en millones de pesos/dólares a diciembre de cada año)

Año Circulante Dep Cta Dep Caja M2 Dep Plazo M3 Reservas


Cte Ahorro Fijo en u$s
1991 4,720 3,911 3,117 11,748 7,596 19,345 7,376
2000 12,556 14,153 13,429 40,139 56,330 96,469 25,146
Elaboración propia en base a datos del BCRA

Este incremento de la masa de ahorro financiero tuvo un gran


efecto expansivo sobre la economía, estimulando la demanda
agregada a partir del mayor acceso al crédito.

27
El BCRA podía integrar con títulos públicos valuados a precio de mercado
hasta una tercera parte de las reservas pero en la práctica la composición
en bonos se mantuvo siempre por debajo del límite legal.

126
Macro para todos

El crédito al sector privado se multiplicó 2.3 veces entre 1993


y el 2000, pasando del 33% al 50% de un PBI que durante
ese lapso aumentó un 50% en términos nominales.

A partir de 1999 el sistema se fue volcando cada vez más al


financiamiento del sector público, atraído por las tasas que
pagaba el Estado, reduciendo la asistencia al sector privado,
en lo que puede ser definido como un clásico proceso de ex-
pulsión (crowding out).

A continuación se señalan algunas características de la asig-


nación de fondos al sector privado durante ese periodo:
 Aumentó la dolarización de la cartera. Los préstamos en
dólares representaban en el 2001 el 80% del total.
 Se privilegió el financiamiento al consumo de las familias
(hipotecas y prendas) y al capital de trabajo de las empre-
sas comerciales antes que a la inversión.
 Se extendieron los plazos, en particular a partir de 1995,
debido a la consolidación de la estabilidad y la mayor dola-
rización de la cartera.

Un dato relevante es que el sector financiero se incorporó co-


mo un eslabón del crecimiento predominantemente por el lado
del consumo y no de la inversión ya que las empresas debie-
ron financiarse principalmente con la reinversión de sus pro-
pias utilidades.

Durante el año 2001 se produce el colapso del sistema finan-


ciero como consecuencia de la espectacular fuga de depósi-
tos (corrida bancaria) derivada de la perdida de confianza en
la solvencia y respaldo del sistema financiero. Los depósitos a
plazo fijo disminuyeron en más de 20 mil millones de dólares y
la pérdida de reservas ascendió a 10 mil millones de dólares.

Esta situación obligó al Gobierno nacional a establecer límites


a las extracciones (fenómeno conocido como corralito), agra-
vando la crisis y provocando el fin de la Convertibilidad.
127
Alberto Pontoni

La pos Convertibilidad

El 2002 es el año más crítico de la historia económica argenti-


na. El desplome de las reservas, la depreciación del peso y la
perdida de confianza en el sistema financiero llevaron a una
fuerte reducción de los depósitos a plazo fijo. Una expresión
de esta situación fue la elevación del encaje bancario en de-
pósitos en cuenta corriente y caja de ahorro, que llegó a ser
del 40% en los meses de marzo y abril del 2002.

A partir del 2003 la situación comienza a revertirse y en los


años sucesivos se registra un fuerte incremento del circulante,
depósitos bancarios y reservas internacionales.

En la gráfica siguiente puede observarse que a partir de fina-


les del 2002 los agregados monetarios crecen a un ritmo simi-
lar a la expansión de la actividad económica, manteniéndose
la BM en el 10% del PBI, el M2 en el 15% y el M3 en el 25%.

Argentina. Evolución de indicadores monetarios. 2002-2011


(En % del PBI Fines de cada año)

30

25 M3/PBI

20

15 M2/PBI
BM/PBI
10

5
02 03 04 05 06 07 08 09 10 11

Elaboración propia en base a datos del Mecon

128
Macro para todos

Cabe destacar el buen manejo de la política monetaria en los


años que siguieron a la crisis, ya que la expansión monetaria
no se tradujo en derrame inflacionario y contribuyó a estimular
la producción. Las compras masivas de divisas por parte del
BCRA para mantener devaluado el peso (dólar caro) fueron
acompañadas de medidas de esterilización que lograron man-
tener en equilibrio el mercado monetario.

Esta política permitió, por un lado, dotar de liquidez a la eco-


nomía en un contexto de baja inflación y tasas de interés
comprimidas y, por otro, mantener un tipo de cambio competi-
tivo. Asimismo, facilitó la reconstitución de las reservas del
BCRA, mejorando la confianza en el sistema financiero y un
incremento gradual del volumen de depósitos.

En la medida que la confianza del público en el sistema finan-


ciero retornaba a su normalidad fue disminuyendo el nivel de
exigencia de encajes para los distintos tipos de depósitos, que
pasan a situarse en 19% para cuentas corrientes y de ahorro
y por debajo del 14% para los depósitos a plazo fijo.

Reservas Internacionales

El fuerte incremento de las exportaciones a partir del año


2003 repercutió positivamente sobre el superávit externo y la
recomposición de las reservas internacionales del país, que
pasaron de 10 a 46 mil millones de dólares entre el 2002 y
2007, a pesar de la decisión del Gobierno de cancelar los
compromisos pendientes con el FMI, que implicó un desem-
bolso de divisas cercano a los 10 mil millones de dólares.

Como se puede apreciar en el gráfico siguiente, en los años


sucesivos el ritmo de incremento de reservas fue sustancial-
mente menor, alcanzando el máximo de 52,4 mil millones de
dólares en febrero del 2011.

129
Alberto Pontoni

Argentina. Evolución de las reservas internacionales 2002-2011


(En millones de dólares. A fines de cada año)

50.000

40.000

30.000

20.000

10.000

0
02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

La alta disponibilidad de reservas internacionales de los últi-


mos años le ha permitido al BCRA obtener importantes bene-
ficios, que rondan los 2,5 mil millones de dólares anuales, co-
mo consecuencia del manejo y colocación de dichos fondos.
En el 2007 el rendimiento fue del 7%, con un beneficio de
2.700 millones de dólares.

Un importante problema de la economía nacional es la salida


o fuga de capitales privados, clara muestra de la desconfianza
de los ahorristas en la evolución de la economía que puede
llegar a afectar seriamente el desenvolvimiento nacional.

Entre el 2002 y el 2010 los activos externos del sector privado


no financiero se incrementaron en 64 mil millones de dólares,
de acuerdo a las estimaciones oficiales que surgen de la Po-
sición de Inversión Internacional. A fines del 2010 el stock de
activos externos de los argentinos se estimaba en 173 mil
millones de dólares, de los cuales 144 mil se repartían en de-
pósitos en el exterior, bonos, acciones y principalmente te-
nencia de moneda extranjera fuera del sistema bancario local.
Los restantes 29 mil millones correspondían a inversiones
directas en inmuebles y empresas.

130
Macro para todos

En la gráfica siguiente se observa el flujo de salida de capita-


les registrado a lo largo de ese periodo.

Argentina. Salida de capitales. 2003-2010


(En millones de dólares)

16.000

12.000

8.000

4.000

0
02 03 04 05 06 07 08 09 10

Elaboración propia en base a datos del Mecon

131
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Acerca de la esterilización
Por Roberto Frenkel. Publicado en La Nación del 30.12.06 bajo el
titulo “Política monetaria: no hay problemas”

El Banco Central interviene comprando moneda internacional para


sostener el tipo de cambio y para acumular reservas. Lo primero que
debe comprenderse al respecto es que con esta práctica el banco
no pierde el control de la oferta monetaria y la tasa de interés de
corto plazo. Ciertamente el banco expande la base monetaria cuan-
do compra dólares (lo que induciría la baja de la tasa de interés).
Pero puede compensar completamente esta expansión (y mantener
consecuentemente inalterada la tasa de interés) absorbiendo el in-
cremento de liquidez generado en la intervención cambiaria. Esto se
llama intervención completamente esterilizada.

El Banco Central y el Tesoro argentinos han venido absorbiendo la


expansión generada en el mercado de cambios a través de varios
canales. Sin embargo, para poner el argumento en el extremo, va-
mos a suponer que toda la absorción es realizada por el Banco Cen-
tral mediante la colocación de papeles (Lebacs y Nobacs).

El exceso de oferta de moneda internacional en el mercado (al tipo


de cambio que quiere sostener el banco central y a la tasa de interés
local vigente) es equivalente a un exceso de demanda de activos en
pesos. Podemos imaginar la intervención completamente esteriliza-
da como una operación en dos pasos. En el primero, el Banco Cen-
tral compra el exceso de oferta de dólares y expande la base. La
situación resultante mostraría un incremento de la base monetaria,
una cantidad inalterada de activos financieros domésticos que pa-
gan interés y una tasa de interés local más baja que la inicial. En el
segundo paso, el Banco Central coloca un monto de activos finan-
cieros exactamente igual al exceso de demanda inicial, por lo que
aumenta en ese monto la cantidad de activos locales, y absorbe el
incremento de base monetaria.

132
Macro para todos

Mediante esas operaciones el Banco Central compensa el cambio


de portafolio del sector privado. El sector privado quería más activos
domésticos y ofertaba a cambio activos en moneda internacional. Si
el Banco Central no intervenía, los precios debían modificarse.

Pero el Banco Central oferta los activos domésticos demandados y


se queda a cambio con más activos externos, dejando inalterados
los precios (el tipo de cambio y la tasa de interés) La intervención
compradora completamente esterilizada es posible en cualquier
momento del tiempo. ¿Pero es posible realizar continuadamente esa
política? No en cualquier circunstancia. Depende de la tasa de inte-
rés que se obtiene por las reservas internacionales, la tasa de inte-
rés local y la tasa de aumento del tipo de cambio. Si la tasa de inte-
rés local es muy alta con relación a la suma de la tasa de interés
internacional más la tasa de aumento del tipo de cambio, el Banco
Central puede incurrir en un costo de esterilización creciente y per-
der el control de las variables monetarias.

No es nuestro caso. Veamos en primer lugar el costo actual de la


esterilización. Las existencias de pasivos del Banco Central (letras y
notas) alcanzan $ 40.000 millones, que pagan aproximadamente
10%. En consecuencia, el costo financiero anual de estos pasivos
representa unos $ 4000 millones. Del otro lado del balance, las re-
servas internacionales suman unos $ 31.000 millones, que represen-
tan unos $ 96.000 millones. El rendimiento en pesos de estas reser-
vas es aproximadamente 7%. Este rendimiento es la suma de 4%,
correspondiente a la tasa de interés internacional obtenida por las
reservas, más un 3% anual correspondiente a la tasa de aumento
del tipo de cambio nominal. Consecuentemente, las reservas de-
vengan un ingreso anual de $ 6.700 millones. Como se ve, $ 6.700
millones es mayor que $ 4.000 millones. Los ingresos por las reser-
vas son superiores al costo financiero de la esterilización.

133
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Política monetaria e inflación en Argentina


Por Roberto Frenkel. Publicado en Iniciativa para la Transparencia
Financiera

Hoy en día, los bancos centrales en prácticamente todo el mundo


procuran influenciar el comportamiento de las economías por la vía
de incrementar o reducir las tasas de interés. Las autoridades mone-
tarias se concentran en la determinación de una tasa de corto plazo,
que incide en el resto de las tasas de interés a través de las opera-
ciones de los bancos y de los mercados financieros.

El objetivo principal de esas políticas monetarias es influenciar la


demanda agregada de las economías, procurando estimularla o
frenarla según el caso. Colocar el foco en forma exclusiva o priorita-
ria sobre la tasa de inflación – el “inflation targeting” – es una especi-
ficación particular de esa caracterización general.

He planteado en otras notas que en nuestro país no es posible con-


trolar la demanda agregada mediante la política monetaria, porque
los mecanismos de transmisión son particularmente débiles. Veni-
mos de una profunda crisis financiera y recién estamos en los albo-
res de la reconstrucción de un sistema. Aún así, la debilidad de los
mecanismos de transmisión no es un rasgo exclusivo de nuestra
economía. Pero aquí la inhabilidad de la política de tasas de interés
para controlar la demanda está magnificada porque la política eco-
nómica procura preservar un tipo de cambio real competitivo. Una
tasa de interés elevada no sólo sería impotente, sino que sería tam-
bién inconveniente, porque haría más difícil el sostenimiento del tipo
de cambio. En otros países, en cambio, pese a que los mecanismos
de transmisión también son débiles, la tasa de interés elevada indu-
ce la caída del tipo de cambio. Es a través de este efecto que la
política monetaria incide sobre la demanda agregada.

Que la política de tasa de interés no sea el instrumento principal


apropiado para controlar la demanda agregada no significa que se
desvincule del problema. Las tasas nominal y real son de todas ma-
neras variables importantes en el funcionamiento de la economía.

134
Macro para todos

Por ejemplo, una tasa real negativa puede inducir la formación de


existencias especulativas de bienes –particularmente en un contexto
de expectativas de apreciación del tipo de cambio– y contribuir a
recalentar la demanda. De modo que la política de tasas de interés
debe estar necesariamente referida a la tasa de inflación vigente.
Una regla simple que ejemplifica esta idea es mantener la tasa que
pagan los bancos en línea con la inflación –una tasa real pasiva
neutra– y mantener la tasa que cobran los bancos más alta que la
inflación –una tasa real activa positiva.

La relación con la tasa de inflación vigente no es única condición


que debe satisfacer la política de tasas de interés en el contexto de
política económica que rige en nuestro país. El banco central inter-
viene en el mercado de cambios para sostener el tipo de cambio.
Interviene al mismo tiempo en el mercado de dinero para esterilizar
el efecto monetario de la intervención cambiaria. Dicha esterilización
se practica precisamente para evitar que la tasa de interés resulte
menor que la que quiere sostener el banco central, pero esta tasa es
también el costo financiero que paga el banco central por lograr su
objetivo.
……………..
En el rango de tasas que hemos venido experimentando hasta 2007,
la inflación ha jugado un papel positivo en la sostenibilidad de la
política monetaria y cambiaria, porque la elasticidad de la demanda
de base a la evolución de los precios ha sido relativamente alta.

El aumento de los precios, sumado a la remonetización de la eco-


nomía, ha inducido aumentos de la demanda de base que constitu-
yen una fuente de financiamiento de costo nulo para las intervencio-
nes del banco central en el mercado de cambios. Si la inflación se
acelerara, cabría esperar un crecimiento más lento de la demanda
de base, porque su elasticidad probablemente se reduciría. Esto
incidiría para reducir la magnitud de las tasas de interés sostenibles.

Veamos ahora la tendencia del tipo de cambio. Existe permanente-


mente una tensión entre el objetivo de tipo de cambio real competiti-
vo y el de evitar impulsos inflacionarios adicionales causados por
incrementos en el tipo de cambio nominal. Esa tensión se incremen-
taría si la inflación se acelera.

135
Alberto Pontoni

Si se apelase a la reducción de la tendencia del tipo de cambio no-


minal, una tendencia más baja o nula de esta variable también impli-
caría la reducción de las tasas sostenibles.

En resumen, la aceleración de la inflación podría colocar la política


de tasas de interés en un conflicto. Mantener la alineación de las
tasas de interés con la inflación podría resultar en tasas demasiado
altas para preservar la sostenibilidad. Preservar la sostenibilidad de
las políticas cambiaria y monetaria podría redundar en tasas de inte-
rés demasiado bajas con relación a la tasa de inflación vigente. Algo
debería sacrificarse: la sostenibilidad o la alineación de la tasa de
interés con la inflación.

Controlar la inflación es importante por muchas razones. La conclu-


sión de esta nota es que desarrollar una política antiinflacionaria
integral, que evite la aceleración de la inflación y consiga que su
tasa no supere la experimentada en 2006, también es crucial para
resguardar la viabilidad del esquema de política económica que ha
enmarcado el crecimiento de los últimos años.

136
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. ¿Qué condiciones debe reunir un activo financiero para ser con-


siderado dinero?
2. ¿Quiénes pueden crear dinero? ¿Ud. puede hacerlo?
3. ¿En qué consiste la liquidez de un activo? Comente
4. Defina y compare las siguientes variables: Circulante, Base Mo-
netaria, M1, M2, M3 y Oferta Monetaria.
5. Explique las diferentes formas de creación primaria de dinero
6. Explique el proceso de creación secundaria de dinero
7. ¿Podría funcionar una economía sin un banco emisor?
8. ¿Podría delegarse la responsabilidad de crear dinero a un banco
privado?
9. ¿Qué es el encaje bancario?
10. ¿A qué se llama multiplicador bancario? ¿Cuál es su valor po-
tencial y de que depende su valor real?
11. ¿Cuál es la importancia de las reservas de un país?
12. ¿A qué se llama esterilización monetaria?
13. Comente la política monetaria durante la Convertibilidad
14. ¿Sobre qué garantía pública se asentaba la Convertibilidad?
15. Comente la política monetaria pos Convertibilidad
16. ¿De qué depende la sostenibilidad de una política monetaria de
intervención esterilizada?
17. Comente la evolución de las reservas internacionales.
18. ¿Qué indicador se utiliza para estimar la salida de capitales?
19. Comente las características de la salida de capitales en el último
decenio.

137
Alberto Pontoni

138
Macro para todos

SECTOR FINANCIERO

El sistema financiero está compuesto por el conjunto de enti-


dades y operaciones que tienen por objeto suministrar dinero
u otros medios de pago (instrumentos) para financiar, a través
de inversión o crédito, las actividades propias de los distintos
agentes económicos.

Las necesidades financieras derivan de la conveniencia que


tienen las unidades económicas de disponer de medios de
pago en los momentos oportunos. Los problemas de financia-
ción surgen en la medida que las unidades económicas han
de afrontar desajustes entre sus corrientes de ingresos y de
pagos.

El mercado financiero puede esquematizarse:


 Unidades superavitarias: tienen excesos de recursos que
buscan colocar, deseando obtener la mayor tasa posible.
Los inversores pueden ser empresas o particulares.
 Unidades deficitarias: tienen necesidades de fondos.
Buscan captar recursos a la menor tasa posible. Pueden
tratarse de empresas, particulares o Gobiernos.

En el sistema financiero pueden distinguirse dos tipos de mer-


cados: el bancario y el de capitales.

En el mercado bancario es la entidad financiera intermediaria


(banco) quien asume el compromiso frente al inversor para,
posteriormente, asumir el rol de acreedor frente al demandan-
te de crédito. La modalidad operativa es el préstamo.

En el mercado de capitales las empresas demandantes de


fondos obtienen financiamiento a través de otra modalidad, la
emisión de títulos valores. A diferencia de la operatoria banca-
ria, en este mercado es el mismo inversor quien asume el
riesgo frente al demandante de fondos.

139
Alberto Pontoni

1. INSTRUMENTOS FINANCIEROS

Los títulos valores pueden ser de dos tipos: de emisión de


deuda, como las obligaciones negociables o los bonos del
Tesoro, o de emisión de capital, como las acciones. Estos
instrumentos expresan las diferentes alternativas de un inver-
sor, que puede:
 “comprar” una participación en una empresa asociándose
a los resultados del negocio (acción), o
 “comprar” una deuda de una empresa o Gobierno a cam-
bio de un beneficio prefijado (obligación o bono).

Los títulos valores se clasifican en primarios y derivados. Los


primarios se emiten para obtener financiamiento, como es el
caso de las acciones y títulos de deuda en sus diversas
formas. Los derivados se utilizan para acotar los riesgos de
variación de precios de otros activos (subyacentes) o de
commodities en general. El menú de derivados se compone
de futuros, forwards, opciones y swaps.

Los principales títulos valores primarios que cotizan en el


mercado argentino son los siguientes:

Acciones. Representan los aportes de capital de los accionis-


tas a la sociedad emisora. Confieren a su titular la condición
de socio, con todos los derechos correspondientes a la clase.
El beneficio del tenedor de este instrumento se encuentra
asociado al resultado de la empresa.

Obligaciones Negociables. Representan fracciones de un em-


préstito a mediano o largo plazo contraído por una sociedad.
El tenedor de una ON es un acreedor de la empresa y se be-
neficia con el interés estipulado en el título.

140
Macro para todos

Obligaciones Negociables Convertibles. Pueden convertirse


en acciones de la sociedad emisora, a voluntad del acreedor,
en las condiciones estipuladas al emitirlas.

Obligaciones Negociables Pymes. Son las emitidas por pe-


queñas y medianas empresas bajo un régimen simplificado de
oferta pública y cotización en la BCBA.

Valores Fiduciarios. Son certificados de participación en fidei-


comisos financieros. El fiduciario ejerce la propiedad de los
bienes afectados en garantía por los titulares de esos valores.

CEDEARs. Son certificados representativos de acciones de


sociedades extranjeras u otros valores, que no tienen autori-
zación de oferta pública en nuestro país.

Bonos o Títulos Públicos. Son instrumentos que representan


empréstitos emitidos por el Estado Nacional, Provincias o Mu-
nicipalidades, así como entes y empresas públicas.

Índices

Para analizar la evolución de los títulos valores que cotizan en


bolsa se han confeccionado diferentes índices de acciones y
títulos públicos.

Los índices de acciones más difundidos en nuestro país, que


se distinguen por la diferente composición y ponderación de la
canasta que contienen, son: el Merval, el Burcap y el General.

En el ámbito mundial los índices más conocidos son el Dow


Jones y el Nasdaq, que expresan la cotización de las acciones
de la bolsa de New York de las principales empresas indus-
triales y tecnológicas, respectivamente.

141
Alberto Pontoni

2. INSTITUCIONES

A continuación se pasará revista a las principales instituciones


que hacen parte del mercado de capitales argentino.

Comisión Nacional de Valores

Es una entidad autárquica con jurisdicción en todo el país que


tiene por objetivo velar por la transparencia de los mercados
de valores y la correcta formación de precios en los mismos,
así como la protección de los inversores.

Las principales funciones de la Comisión Nacional de Valores


son autorizar, aprobar las normas y supervisar el funciona-
miento de las bolsas de comercio que coticen títulos y los
mercados de valores, así como llevar el registro de los autori-
zados para efectuar oferta pública de títulos y fiscalizar el
desempeño de estas instituciones y agentes.

Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA)

Es una asociación civil sin fines de lucro integrada por entida-


des empresarias de diferentes sectores de la economía.

Tiene amplias funciones vinculadas a la potestad de admitir,


suspender y cancelar la cotización de títulos valores de
acuerdo a normas aprobadas por la Comisión Nacional de
Valores. Las sociedades cotizantes deben presentar a la
BCBA sus estados contables e informar todo hecho relevante
para su publicación. Asimismo, lleva el registro de las opera-
ciones, la difusión de volúmenes y precios y de toda informa-
ción que pueda incidir en las cotizaciones.

Las negociaciones de los distintos papeles que se cotizan en


bolsa deben hacerse por intermedio de agentes autorizados.

142
Macro para todos

Mercado de Valores de Buenos Aires (Merval)

El Mercado de Valores de Buenos Aires (Merval) es una so-


ciedad anónima cuyo capital está integrado por 250 acciones.
Los titulares de las acciones del Merval (personas físicas o
jurídicas) son agentes o sociedades de bolsa, que intervienen
en la compra y venta de valores.

Las principales funciones del Merval están relacionadas con la


concertación, liquidación, vigilancia y garantía de las opera-
ciones realizadas en el mercado. Además, lleva la matricula y
ejerce funciones de disciplina sobre los agentes o sociedades
de bolsa.

El objeto de esta sociedad anónima es actuar como deposita-


ria de valores privados y públicos. Los agentes, sociedades de
bolsa, bancos, fondos comunes de inversión, así como inter-
mediarios y fondos extranjeros, son los depositantes admiti-
dos y actúan por cuenta de los inversores.

3. FONDOS DE INVERSIÓN

Los fondos o sociedades de inversión han surgido como una


opción para inversores o pequeños ahorristas que carecen de
experiencia y tiempo para llevar a cabo una inversión financie-
ra adecuada. Justamente, un fondo de inversión se basa en la
agrupación de capitales bajo la administración especializada
que pueden ofrecer ciertas organizaciones que cuentan con
expertos en la gestión de carteras.

Los fondos pueden estar conformados por valores, divisas,


metales, títulos, derechos, entre otros, pero los más difundi-
dos son aquellos integrados con acciones y obligaciones emi-
tidas por organismos públicos (bonos) o privados (obligacio-
nes negociables).

143
Alberto Pontoni

Los fondos no constituyen sociedades y carecen de persone-


ría jurídica. La administración del fondo esta a cargo de una
sociedad gerente y los valores se depositan en una sociedad
depositaria, que tiene entre sus funciones controlar a la socie-
dad gerente, cobrar las suscripciones, pagar las inversiones y
cobrar los dividendos. Los inversores reciben el nombre de
cuotapartistas y son titulares de una porción proporcional del
valor del fondo.

Las cuota partes son certificados que acreditan la titularidad


sobre una porción proporcional del valor del fondo. De esta
manera se puede conocer de forma diaria la evolución de la
inversión simplemente multiplicando la cantidad de cuota par-
tes adquiridas por el valor de las mismas.

De acuerdo a su composición los fondos pueden ser:


 De plazo fijo. La cartera se compone de plazos fijos, depó-
sitos y colocaciones de corto plazo. Es una alternativa
conservadora que prioriza liquidez y seguridad.
 De Renta Fija. Operan con bonos públicos o privados.
 De Renta Variable. Operan con acciones. Son de mayor
riesgo pues dependen del rendimiento de las empresas.
 Mixtos. La cartera se conforma con distintos activos finan-
cieros. A través de la diversificación se busca disminuir el
riesgo de la inversión.

Un caso particular son los llamados hedge funds, que otorgan


al administrador libertad de acción sobre los instrumentos en
los cuales invertir. El apogeo de estos fondos fue en la década
del 80 debido a las bajas tasas de interés a nivel mundial.

144
Macro para todos

Tema de reflexión

La Bolsa
La expansión de los mercados accionarios es uno de los fenómenos
económicos más importantes de la última década, que se manifiesta
en el fuerte incremento en la valorización de las bolsas y en la ma-
yor difusión de la tenencia de acciones entre la población. Actual-
mente, la capitalización accionaria a escala global supera el PBI
mundial mientras que en 1990 no alcanzaba a la mitad. En EEUU la
tenencia de acciones entre la población, directamente o a través de
fondos, supera los 12 billones de dólares mientras que una década
atrás era de sólo 2 billones. En el mismo periodo, los estadouniden-
ses que poseen acciones pasaron de 50 a 85 millones.

Esta creciente cultura accionaria ha generado profundos cambios a


nivel micro y macroeconómico. A nivel micro, reduce la dependencia
de las empresas del crédito bancario y facilita la obtención de fondos
para nuevos proyectos. A nivel macro, introduce un factor de pertur-
bación sobre la economía real a través de la fluctuación del consu-
mo producida por las variaciones en el ingreso debidas a los benefi-
cios o quebrantos del mercado accionario (efecto riqueza).

En los países con mayor desarrollo accionario, es decir, aquellos


donde las empresas se financian en la bolsa y las familias ahorran
en ella, una caída de los precios de las acciones tiene actualmente
un efecto más perjudicial sobre la economía que en el pasado. Esto
permite entender la magnitud del desastre provocado por el colapso
de la bolsa norteamericana en el año 2000. Ese año los índices Dow
Jones (acciones industriales) y Nasdaq (acciones de la Nueva Eco-
nomía) registraron una baja del 20% y 60%, respectivamente.

El derrumbe accionario representó para los norteamericanos una


pérdida estimada del orden de 4 billones de dólares y afectó seria-
mente a más del 10% de la población.

Los mercados accionarios, ¿anticipan o determinan el futuro?

145
Alberto Pontoni

La respuesta no es sencilla. Históricamente, el Dow Jones ha sido


un indicador que ha anticipado las fluctuaciones de la economía
real, como claramente ocurrió durante la crisis del 29. Sin embargo,
la irrupción de empresas de la Nueva Economía alimentó una burbu-
ja fundada sobre las expectativas de reventa de esas acciones que
disparó su cotización. El rojo en los balances de las compañías pun-
to com nunca fue motivo de preocupación ni detuvo la loca carrera
de los inversores que, encandilados por la ilusión de ganancias es-
peculativas, dejaron de lado los parámetros clásicos utilizados para
determinar el valor de las acciones. El derrumbe de estos papeles
tampoco se debió a cambios en esos indicadores. De allí que la
burbuja de las punto com se encuentre mas asociada a la influencia
de los mercados financieros que a las circunstancias propias de
esas empresas.

Este fenómeno arroja luz sobre la importancia creciente de los fon-


dos especulativos en los mercados accionarios, ya que sus expre-
siones de confianza repercuten en los precios con independencia de
la situación real. De esta forma pueden contribuir a determinar el
futuro de la economía, como ha ocurrido en la actual crisis norte-
americana.

En Argentina, a diferencia de EEUU, las empresas no se financian


en la bolsa y las familias no ahorran en ella. La bolsa de nuestro
país es más un ámbito de especulación que de negocios, de allí su
importancia marginal y la sensación de bingo o timba que produce
en el común de la gente. Sin embargo, lo que se señalara como
características de funcionamiento especulativo y el surgimiento y
desinfle de burbujas resulta valido en nuestro medio. Las expectati-
vas del inversor local no se encuentran vinculadas con el horizonte
productivo de las empresas, asociado al mediano o largo plazo, sino
con las posibilidades de reventa en el brevísimo plazo.

En el marco del gran desafío que enfrenta nuestro país para trans-
formar el actual sistema capitalista prebendario se encuentra la ne-
cesidad de construir un sólido mercado de capitales que pueda,
realmente, contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas.

146
Macro para todos

Tema de reflexión

Estafas con burbujas

Diferentes investigaciones realizadas en EEUU han sacado a la luz


pública las maniobras desarrolladas por importantes firmas de Wall
Street para engañar y estafar a los ahorristas que confiaron en ellas.
Para su propósito, los timadores se sirvieron de las burbujas espe-
culativas que afloraron en la década pasada facilitadas por la fuerte
expansión de los fondos de inversión. Los administradores de esas
masas de capitales líquidos, ávidos de colocaciones rápidas y ren-
tables, canalizaron los recursos, principalmente, a empresas tecno-
lógicas y países emergentes. El objetivo era el financiamiento de los
nuevos emprendimientos vinculados a la revolución de las teleco-
municaciones o la necesidad de crédito de los Gobiernos, originada
en los tradicionales desequilibrios fiscales.

¿En donde reside la estafa y la corrupción de ejecutivos y gobernantes?

En el engaño y ocultación sistemática de la realidad. Toda burbuja


especulativa requiere de buenas noticias, pues de lo contrario se
desinfla. Cuando estas no existen hay que inventarlas para estirar el
optimismo y permitir a unos pocos “vivos” salir temprano del juego,
es decir, antes del estallido de la burbuja, haciendo fabulosas dife-
rencias. Esto es lo que hicieron los directivos de Enron, WorldCom,
Xerox y tantas otras corporaciones, que recurrieron a maniobras
contables fraudulentas, dibujando balances que mostraban ganan-
cias y ocultaban perdidas mientras liquidaban sus tenencias de ac-
ciones antes del estallido de la burbuja tecnológica.

Sin embargo, esto no hubiese sido posible sin la complicidad de los


responsables de auditar las cuentas, como la firma Arthur Andersen
y asesores de inversión, como Merrill Lynch. La justicia norteameri-
cana comprobó este accionar delictivo y aplicó severas condenas,
pecuniarias y penales, tanto a los responsables directos de estas
maniobras como a quienes las facilitaron.

Algo similar ocurrió con la burbuja financiera que se armó a través


de la compra de bonos públicos de países emergentes.

147
Alberto Pontoni

Las sucesivas operaciones de reestructuración de deuda a tasas


cada vez mayores, que en el caso argentino se sucedieron desde el
plan Brady hasta el Megacanje, permitían acumular fabulosos pero
engañosos beneficios. El juego pasaba por deslumbrar a los inver-
sores con ilusorias ganancias ocultando el carácter incobrable de la
cada vez más voluminosa deuda externa que iban acumulando esos
países. En pocos años el mercado internacional de bonos para paí-
ses emergentes se multiplicó. De los 30.000 millones de principios
de los 90 pasó a 300.000 millones a fines de la década.

Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en el ámbito corporativo, los


responsables de las estafas perpetradas con la deuda pública de los
países emergentes no han sido juzgados y ni siquiera demandados.
Comenzando por el principal responsable de auditar las cuentas
públicas y guía de los inversores de todo el mundo, el FMI.

En el caso argentino resulta más que evidente la connivencia, du-


rante la gestión del ministro Cavallo a lo largo del 2001, de gurúes y
medios de prensa vinculados a los sectores financieros que mientras
se producía la retirada de los más “vivos”, ganaban tiempo tratando
de contener el desmoronamiento irremediable de las cotizaciones,
proclamando un futuro venturoso para la Convertibilidad y los títulos
públicos. Ese año salieron aceleradamente de la Argentina 20.000
millones de dólares que presagiaban el dramático final. Mientras
esto ocurría, Ámbito Financiero instaba a la compra de títulos argen-
tinos teniendo en cuenta su “excelente rentabilidad” y el economista
Miguel A. Broda señalaba que la situación era delicada pero reme-
diable a través del flamante equipo económico liderado por el súper
ministro Cavallo.

Los ahorristas del mundo que compraron bonos argentinos com-


prendieron muy tarde que fueron víctimas de una artimaña de la que
se beneficiaron especuladores financieros internacionales que se
han servido o compartido resultados con funcionarios de Gobierno,
organismos y firmas consultoras. Fueron usados para alimentar la
espiral de la burbuja y han debido pagar un precio alto por su con-
fianza en quienes preconizan pero no respetan las reglas del mer-
cado, un tipo de hipocresía que en América Latina aprendimos a
conocer hace mucho tiempo.

148
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. Defina y señale las diferencias entre mercado bancario y de


capitales
2. Destaque las características de una acción y de un bono
3. ¿Qué son el Merval, Burcap, Dow Jones y Nasdaq?
4. ¿Qué funciones tienen la Comisión Nacional de Valores, la Bol-
sa de Comercio y el Mercado de Valores?
5. ¿Qué es un Fondo de Inversión?
6. Comente las particularidades de los mercados de valores en
Argentina y EEUU.
7. “Los mercados accionarios anticipan el futuro”. Comente

149
Alberto Pontoni

150
Macro para todos

SECTOR EXTERNO

1. BALANCE DE PAGOS

El Balance de Pagos es un registro sistemático del ingreso y


egreso de divisas de un país durante un periodo determinado.
Comprende todas las transacciones realizadas entre los resi-
dentes (incluyendo familias, empresas y Estado) y el resto del
mundo28. Los ingresos de divisas se registran con signo posi-
tivo (+) y los egresos con signo negativo (-).

Para las definiciones y esquema de presentación del Balance


de Pagos se han seguido los lineamientos utilizados para Ar-
gentina en su actualización del 2007.

Los componentes principales del Balance de Pagos son las


cuentas Corriente (CC), de Capital (CK) y Financiera (CF). El
resultado de la sumatoria de estos componentes ajustados
por Errores y Omisiones (E), equivalen a la variación de re-
servas internacionales del banco central (Var RI).

Var RI + E = CC + CK + CF

CUENTA CORRIENTE (CC)

Registra las variaciones netas de divisas derivadas de las


transacciones internacionales de bienes o Mercancías (M),
Servicios (S), Rentas de la Inversión (R) y Transferencias Co-
rrientes (TC).

28
Se considera residente de un país a toda persona física o jurídica cuya
actividad principal se encuentra dentro del país. Internacionalmente se
presume residente la persona física o jurídica que permanece o tiene in-
tención de permanecer en el país por un año o más.

151
Alberto Pontoni

Dentro de la Cuenta Corriente se distinguen diferentes rubros,


conforme el tipo de contraprestación que corresponde a cada
movimiento de divisas.

CC = M + S + R + TR

Bienes o Mercancías (M)

Registra los movimientos de divisas que tienen por contra-


prestación exportaciones o importaciones de bienes. De
acuerdo a criterios internacionales, las exportaciones y las
importaciones de bienes se presentan a valores FOB (free on
board), que considera el costo de la mercadería en el lugar de
embarque.

Se incluyen dentro de las exportaciones e importaciones de


mercancías los bienes muebles en general, los trabajos de
reparación efectuados en bienes muebles que son propiedad
de no residentes y el oro no monetario.

Servicios (S)

Incluye los flujos de divisas que tienen como contraprestación,


entre otros, los servicios:
 de transporte (carga y pasajeros), turismo y comunicaciones
 comisiones y otros servicios financieros
 regalías, derechos de licencia y royalties
 empresariales, culturales y recreativos.

Renta de Inversión (R)

Comprende los recursos devengados por los activos y pasivos


financieros externos que surgen de la inversión directa o en

152
Macro para todos

cartera y de otros conceptos. Estas rentas se contabilizan bajo


la forma de intereses y utilidades y dividendos.

Transferencias Corrientes (TR).

Son ingresos/salidas de divisas sin contrapartida efectiva, co-


mo las remesas de ayuda familiar o el pago de jubilaciones.
Incluye donaciones, derechos de pesca y caza, aportes a or-
ganismos internacionales y remesas realizadas por emigran-
tes.

CUENTA DE CAPITAL (CK)

La información que se computa en esta cuenta esta referida a


condonación de deuda, compra/venta de patentes y marcas y
pases de deportistas entre clubes residentes y no residentes.

CUENTA FINANCIERA (CF)

En la cuenta financiera se registran las transacciones de acti-


vos y pasivos financieros. Los activos financieros comprenden
las tenencias de oro monetario, derechos especiales de giro
(DEG), títulos de crédito y participaciones accionarias en in-
versiones directas o en cartera.

Los pasivos de una economía con el exterior abarcan el en-


deudamiento con no residentes (deuda externa) y las partici-
paciones accionarias en inversiones directas o en cartera.

A su vez, las operaciones de la Cuenta Financiera pueden ser


clasificadas por sectores, distinguiendo entre Bancario (inclu-
ye el BCRA), Público no Financiero y Privado No Financiero.

Asimismo, el tipo de inversión se diferencia entre:

Inversión directa. Abarca las transacciones entre las matri-


ces de empresas extranjeras y sus filiales en el país. En este

153
Alberto Pontoni

rubro se computan los aportes de capital en bienes tangibles e


intangibles, los créditos y deudas, la reinversión de utilidades y
las transferencias accionarias o de participaciones de capital.

Inversión en cartera. Comprende las operaciones vinculadas


al financiamiento de empresas o del sector público a través de
la compraventa de acciones y títulos de deuda.

ERRORES Y OMISIONES (E)

Las cifras más confiables del Balance de Pagos son las que
involucran al sector público, como es el caso de intereses pa-
gados/cobrados por el Estado y créditos o amortizaciones en
los que interviene. Por el contrario, las menos fiables son las
que resultan de estimaciones, como las vinculadas al gasto en
turismo. Otro problema que puede distorsionar la información
esta vinculado a la dificultad de establecer, en ciertos casos,
la residencia de los titulares de transacciones.

A las dificultades de estimación deben agregarse los fraudes o


encubrimientos en ciertas operaciones. En el caso de exporta-
ciones e importaciones se suele recurrir a sub/sobre facturacio-
nes, con la finalidad de evadir el pago de impuestos al comercio
exterior (retenciones) o de incrementar el derecho a reintegros.
Asimismo, en las operaciones vinculadas con empresas trans-
nacionales es práctica común encubrir la remisión de utilidades
bajo otro tipo de pagos.

En definitiva, la cuenta de Errores y Omisiones recoge y


asienta los movimientos de divisas de origen desconocido,
tanto provenientes de actividades ilícitas (contrabando, tráfico
de drogas, etc) como las que resultan de diferencias entre los
montos estimados y reales.

154
Macro para todos

2. POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONAL (PII)

La Posición de Inversión Internacional (PII) comprende el total


de activos y pasivos externos de un país. Los activos incluyen
las reservas internacionales del banco central, las inversiones
directas y acreencias del sector privado en el exterior (accio-
nes, títulos de deuda, depósitos bancarios) . Por otro lado, los
pasivos externos comprenden la inversión extranjera directa
en el país y la deuda externa de los residentes.

La variación de la PII en un periodo dado es consecuencia de


dos efectos, por un lado, los resultados del balance de pagos
y, por otro, los cambios de valuación (por precio y tipo de
cambio, principalmente) que afectan la medición de los activos
y pasivos. Un claro ejemplo de este último aspecto se encuen-
tra en la sustancial variación registrada en la PII de Argentina
entre el 2001 y 2002, como consecuencia de la mega deva-
luación, que licuó el valor de las inversiones extranjeras en el
país, y el default de la deuda externa, que redujo el valor de
mercado de los títulos públicos29.

3. TIPO DE CAMBIO

El tipo de cambio o precio de las divisas constituye uno de los


precios básicos de la economía, tanto por su influencia en el
comercio exterior como en la competitividad de la producción.

A los efectos del análisis económico resulta importante distin-


guir entre tipo de cambio nominal y real. El nominal es la ex-
presión directa de la relación entre la moneda nacional con su
similar extranjera mientras que el real incorpora el efecto de la
variación domestica y extranjera de los precios y es utilizado
para comparar la evolución en el tiempo.

29
En sólo un año la valorización de los pasivos externos del país pasó de
192 a 134 mil millones de dólares.

155
Alberto Pontoni

El tipo de cambio real de Argentina respecto de un país ex-


tranjero se expresa en la formula siguiente:

TCR = TCN * IPC Ext


IPC Arg

Donde:
TCR : Tipo de cambio real
TCN : Tipo de cambio nominal (Pesos/Moneda extranjera)
IPC Ext : Índice de Precios al Consumo del país extranjero
IPC Arg : Índice de Precios al Consumo de Argentina

Cabe señalar que la variación del tipo de cambio real repercu-


te directamente sobre la competitividad de la producción de un
país, por cuanto una mejora del TC Real implica que los bie-
nes domésticos se han “abaratado” para los adquirentes del
exterior y que los productos extranjeros resultan “más caros”
para los compradores locales.

4. TÉRMINOS DEL INTERCAMBIO

Se denomina términos del intercambio a la relación entre los


precios internacionales de los productos que un país exporta e
importa. La formula siguiente expresa esta relación bajo la
forma de índice30 .

ITI = IP Exp
IP Imp

Donde:

30
La construcción de los índices de precios, tanto de exportaciones (IP Exp)
como de importaciones (IP Imp), se hace en función de un año base al
que asigna un valor de 1 o 100.

156
Macro para todos

ITI : Índice de Términos del Intercambio


IP Exp : Índice de Precios de las Exportaciones
IP Imp : Índice de Precios de las Importaciones

Cuando el valor del ITI para un determinado año es superior a


1 o 100 indica una mejoría, es decir, un mayor crecimiento de
los precios de los bienes que exporta el país respecto de
aquellos que importa. Si se sitúa por debajo de 1 o 100 impli-
ca un deterioro.

Otro indicador importante para analizar el desempeño y las


perspectivas del comercio exterior de un país es el poder de
compra de las exportaciones. Si este aumenta significa que
el valor de la producción domestica exportable es cada vez
mayor, medido en capacidad adquisitiva de productos extran-
jeros. Lo contrario sucede cuando disminuye.

La fórmula que expresa el poder de compra de las exportacio-


nes es la siguiente:

PC Exp = Exp * ITI

Donde:
PC Exp : Poder de compra de las Exportaciones
Exp : Valor de las exportaciones (a precios de año base)
ITI : Índice de Términos del Intercambio

Cabe señalar que una de las hipótesis más difundidas acerca


de las causas del subdesarrollo de los países productores de
materias primas se funda en el tradicional deterioro de los
términos de intercambio que sufren estas economías. Según
esta explicación los precios de los bienes que estos países
importan, básicamente manufacturas, tienden a crecer a un
ritmo mayor que el de las materias primas que generalmente
exportan. En otras palabras, a lo largo del tiempo se reduce el
poder de compra de sus exportaciones

157
Alberto Pontoni

Sobre esta discutida hipótesis se asentó la recomendación


acerca de la necesidad de industrialización y sustitución de
importaciones como vía de salida del subdesarrollo, muy en
boga en las décadas del 50 y 60, cuyo principal impulsor fue
el economista argentino Raúl Prebisch.

5. SUSTENTABILIDAD Y VULNERABILIDAD EXTERNA

Hay dos indicadores claves para estimar el grado de compro-


miso de una economía con el exterior, el resultado de la cuen-
ta corriente y el stock de endeudamiento externo.

Una economía con déficits importantes y sostenidos en su


cuenta corriente es poco sustentable, pues depende del in-
greso de capitales para nivelar su balance externo. Un arque-
tipo de falta de sustentabilidad es la Argentina de los 90, con
un rojo de cuenta corriente que rondaba el 50% de las expor-
taciones. La situación anunciaba un colapso inevitable tan
pronto se detuviera el ingreso de capitales.

A su vez, la vulnerabilidad externa de una economía esta vin-


culada al peso de la deuda y capacidad de pago, que depen-
de principalmente de las exportaciones. De allí, la importancia
de comparar el stock de deuda externa con las exportaciones.
En la Argentina de finales del 90 ese relación alcanzaba a 6,
mientras que actualmente esta en menos de 3.

La falta de sustentabilidad y la vulnerabilidad de la Argentina


de fines del 90 permiten entender la creciente preocupación
de los acreedores externos y las dificultades para obtener
nuevos financiamientos, situación que se manifestó con inten-
sidad a partir de 1998.

158
Macro para todos

6. RIESGO Y RIESGO PAÍS

El término riesgo puede ser definido como la valoración que


hace el mercado de la posibilidad que el emisor de un título
honre sus obligaciones en tiempo y forma. Cuanto mayor sea
el riesgo intrínseco de un título, mayor será el rendimiento
demandado por el mercado y el descuento que se le aplica.

Hay diferentes tipos de riesgo vinculados tanto a circunstan-


cias propias del acreedor como o factores ajenos a él. Pueden
distinguirse:
 Riesgo de crédito. Vinculado a la capacidad de pago del
deudor y probabilidad de una cesación de pagos.
 Riesgo cambiario. Refleja la eventualidad de una depre-
ciación de la moneda en que la deuda esta emitida.
 Riesgo inflacionario. Contempla la posibilidad de erosión
(por inflación) del poder adquisitivo de un activo, particu-
larmente de los pactados a tasa fija.
 Riesgo soberano. Es el que asumen los acreedores de un
Estado, ya que las acciones judiciales pueden resultar in-
eficaces en razón del principio de soberanía.

Cada vez que una empresa, organismo o Estado emite un


titulo de crédito para su colocación en el público este es eva-
luado respecto su calidad o riesgo por consultoras especiali-
zadas. La calificación de estas consultoras resulta un factor
importante en la determinación del precio y colocación de los
papeles en el mercado.

A continuación se muestra el ranking de categorías utilizado


por Standard & Poor's, una de las calificadoras de riesgo mas
reconocida internacionalmente. Las tres primeras categorías
se consideran grado de inversión (investment grade).

159
Alberto Pontoni

AAA Solvencia y liquidez óptimas


AA y A Capacidad muy alta de pago de intereses y capital.
BBB Capacidad adecuada de pago de intereses y capital.
BB y B Incertidumbres que podrían llevar al no pago puntual
CCC Presenta una posibilidad identificada de impago
CC Situación comprometida pero se pagan intereses
C Situación comprometida con suspensión de intereses
D Default. Situación de falta de pago

Es importante tener presente que la opinión de una calificado-


ra sobre la calidad de un título de deuda puede servir de
orientación al mercado pero será este y solo este quien de-
termine el precio del papel y, en consecuencia, la tasa de inte-
rés que deberá pagar el deudor. Es, justamente, esa tasa real
la que es tomada en cuenta para establecer el riesgo país.

La calificación de riesgo no debe ser confundida con el riesgo


país (RP), que expresa la diferencia de rendimiento existente
entre bonos soberanos o públicos de países emergentes y sus
similares de EEUU, país al que se considera libre de riesgo31.

En definitiva, el riesgo país es una sobretasa que pagan los


países que se endeudan, acorde la evaluación que realiza el
mercado respecto su posibilidad de afrontar el pago.

RP Arg = Ti Arg - Ti EEUU

En términos generales, los límites tolerables para operar en el


mercado de capitales se basan en la aceptación de sobreta-
sas de hasta 500-600 puntos básicos, es decir, 5-6 puntos por
encima de la tasa implícita en bonos emitidos por el Tesoro de
Estados Unidos, ya sea a 10 (T-10) o 30 años (T-30).

31
Hay diferentes índices de riesgo país conforme los criterios y ponderacio-
nes utilizados por la consultora que los elabora.

160
Macro para todos

6. EL SECTOR EXTERNO ARGENTINO

Década del 90

Las principales características del sector externo durante la


Convertibilidad fueron el elevado déficit de cuenta corriente
(90 mil millones) y el fuerte ingreso de capitales (107 mil mi-
llones) destinados a paliar la situación, que produjo un sus-
tancial incremento del endeudamiento.

A continuación se señalan las particularidades que presentó el


sector externo argentino durante ese periodo.

Fuerte incremento del comercio. Entre 1992 y el 2001 el inter-


cambio comercial se duplicó. Las exportaciones pasaron de
13 a 26 mil millones de dólares (promedio) y las importaciones
acompañaron esa expansión facilitadas por la reducción aran-
celaria y el rezago cambiario. La balanza comercial mostró un
resultado global equilibrado. El Mercosur, básicamente Brasil,
absorbió una tercera parte de las exportaciones argentinas y
suministró la cuarta parte de las importaciones del periodo.

Intercambio heterogéneo. A pesar del equilibrio comercial


existió una marcada disparidad entre el tipo de bienes que la
Argentina exportó respecto de los importados. El 70% del total
exportado fueron materias primas y productos industriales no
diferenciados con bajo valor agregado (commodities)32. Este
tipo de exportaciones no sólo genera poco impacto en el em-
pleo sino que presenta mayor volatilidad de precios que los
bienes industriales. Por el contrario, las importaciones fueron
fundamentalmente de manufacturas, con alta participación de
bienes de capital (42%) e intermedios (32%).

Volatilidad del precio de las exportaciones. Durante los 90 los


precios internacionales de las principales exportaciones ar-

32
La exportación de productos primarios representó el 23% del total, las
manufacturas de origen agropecuario el 34% y los combustibles el 13%.

161
Alberto Pontoni

gentinas mostraron fuerte volatilidad. Entre 1993 y 1996 se


registró una fuerte alza de los cereales y combustibles, que
repercutió en una mejora del 15% del poder de compra de
nuestras exportaciones. Posteriormente, los precios de esos
mismos productos cayeron y para 1999 el índice del precio de
exportaciones se encontraba un 25% por debajo de los valo-
res de 1996, afectando el saldo comercial y precipitando la
crisis iniciada a mediados de 1998.

Déficit en la cuenta de servicios reales. El fuerte rojo de la


balanza de servicios reales (37 mil millones de dólares) fue
causado, principalmente, por la sostenida corriente de turismo
al exterior. La salida de argentinos se vio facilitada por el “dó-
lar barato”, que convertía a la Argentina en uno de los países
más caros del mundo.

Pesada carga financiera. Durante el decenio en consideración


salieron del país más de 80 mil millones por pago de intereses
de deuda. El explosivo crecimiento de esta cuenta respondió
al creciente endeudamiento y el alza de las tasas de interés
internacional (y riesgo país). Este déficit fue parcialmente
compensado por el ingreso de 41 mil millones de dólares por
“intereses cobrados”, provenientes de la colocación de nues-
tras reservas en bancos del exterior.

La participación de empresas extranjeras en las privatizacio-


nes aportó recursos de capital pero aumentó el drenaje de
divisas por las remisiones al exterior de utilidades y dividen-
dos, que para el periodo en consideración ascendieron a 17
mil millones de dólares.

Superávit en la cuenta de capital. Durante esos años Argenti-


na tuvo fácil acceso al mercado mundial de capitales. El fuerte
ingreso de recursos (107 mil millones de dólares) fue en su
mayor parte a parar a las arcas del sector público a través de
dos mecanismos: préstamos y privatizaciones. El stock de
deuda externa del país se duplicó.

162
Macro para todos

La pos Convertibilidad

El cuadro que se presenta a continuación resume los datos


correspondientes al balance de pagos durante la Convertibili-
dad (1992-2001) y el decenio posterior (2002-2011).

Argentina. Balance de Pagos Consolidado


(En millones de dólares. Cifras redondeadas)

1992-2001 2002-2011
CUENTA CORRIENTE -90,000 60,000
Mercancías 0 150,000
Exportaciones 215,000 510,000
Importaciones -215,000 -360,000
Servicios -37,000 -12,000
Renta de Inversión -57,000 -81,000
Intereses ganados 41,000 30,000
Intereses pagados -81,000 -67,000
Util, Dividendos, otros -17,000 -44,000
Transferencias ctes. 4,000 4,000

CUENTA DE CAPITAL 107,000 -26,000


Público No Financiero 22,000 20,000
Privado No Financiero 60,000 -30,000
Sector Bancario y Otros 25,000 -16,000
ERRORES Y OMISIONES -10,000 -4,000

VAR. DE RESERVAS 7,000 30,000


Elaboración propia en base a datos del Mecon.

Es importante recordar que a partir del año 2002 varios facto-


res se conjugaron para provocar un cambio sustancial en la
evolución de las cuentas externas del país:
 Fuerte devaluación del peso, derivada del abandono de la
Convertibilidad.

163
Alberto Pontoni

 Sustancial mejora de los términos del intercambio, conse-


cuencia del incremento de la demanda de materias primas
de China.
 Apreciación del Real brasileño
 Reestructuración de la deuda pública.

Las tres primeras impactaron favorablemente sobre las expor-


taciones generando superávit comercial mientras que la rees-
tructuración de la deuda pública permitió reducir sustantiva-
mente las remisiones de intereses al exterior.

La comparación de lo sucedido en el decenio reciente respec-


to al periodo de la Convertibilidad muestra:

o Superávit en Cuenta Corriente (60 mil millones) que con-


trasta con el déficit anterior (90 mil millones), consecuen-
cia del sobresaliente comportamiento comercial, que en el
último decenio aportó un saldo neto de 150 mil millones de
dólares (en la Convertibilidad el saldo del balance comer-
cial fue 0). A su vez, la mejoría registrada en la cuenta de
Servicios compensó el deterioro en Renta de Inversiones,
motivado principalmente por el aumento en la remisión al
exterior de utilidades y dividendos.

o Déficit de 26 mil millones en la Cuenta de Capital, que se


contrapone al superávit de 107 mil millones durante la
Convertibilidad. Esto es consecuencia de varios factores:
el fin de las privatizaciones, el desendeudamiento del sec-
tor público y la fuga de capitales protagonizada por el sec-
tor privado (que se refleja en el déficit de la cuenta del sec-
tor privado no financiero..

o Incremento del stock de reservas internacionales (30 mil


millones) superior al registrado durante la Convertibilidad
(7 mil millones). No sólo mejoro el superávit del balance de
pagos sino también la “salud” de la economía. En los 90 el

164
Macro para todos

país vivió una burbuja de fantasía alentada por el ingreso


de divisas provenientes de un creciente endeudamiento,
que disimulaba el retroceso productivo y la perdida de
competitividad de la economía. En el periodo reciente el
fenómeno se invirtió permitiendo aumentar los recursos
externos sin necesidad de recurrir a asistencia financiera
del exterior, por el contrario, el país se desendeudó.

Como comentario ilustrativo es posible señalar que más de la


mitad del ingreso neto de divisas provenientes del superávit
comercial del último decenio, que ascendió a 150 mil millones
de dólares, volvió a salir del país bajo la forma de pago de
intereses y remisiones de utilidades, que suman 81 millones.

Mejora del TCR y competitividad

Los gráficos siguientes muestran la evolución del tipo de cam-


bio real con Estados Unidos y Brasil, dos importantes socios
comerciales de nuestro país.

Argentina. Evolución del TC Real con EEUU


(2001:100)
2,8
2,5
2,3
IPC Indec
2,0
1,8
1,5
IPC Ajustado
1,3
1,0
0,8
0,5
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

165
Alberto Pontoni

Argentina. Evolución del TC Real con Brasil


(2001:100)
4,0
IPC Indec
3,5

3,0

2,5

2,0
IPC Ajustado
1,5

1,0

0,5

0,0
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

Se puede observar:
 El impacto de la fuerte devaluación en la salida de la Con-
vertibilidad en el 2002. El tipo de cambio nominal pasó de
la relación 1:1 que mantenía con el dólar a un tipo de pari-
dad de 3:1, que se mantuvo en los años siguientes. Esto
determinó una sustancial mejora de la competitividad ex-
terna, que puede visualizarse en el tipo de cambio real que
entre el 2003 y el 2004 duplica los valores del 2001.
 La pérdida de competitividad sostenida con el área dólar a
partir del 2004. A fines del 2011 el tipo de cambio real res-
pecto de EEUU era similar al de la Convertibilidad, si se
consideran los estimados no oficiales de inflación. Esto ha
sido consecuencia del mayor ritmo de incremento de los
precios domésticos con relación al ritmo de devaluación.
 Con Brasil el proceso ha sido distinto. Desde el 2001 hasta
el 2007 hay una sostenida mejora de la competitividad de-

166
Macro para todos

bido principalmente a la apreciación del Real respecto del


Dólar. A partir de ese año se invierte el proceso. De todas
formas se mantiene una importante ventaja respecto al pe-
riodo de la Convertibilidad ya que el TCR de fines del 2011
duplicaba el del 2001.

Mejora de Precios de Exportación y Términos del Intercambio

En el decenio comprendido entre el 2002 y el 2011 los térmi-


nos del intercambio mejoraron en un 50% (durante la conver-
tibilidad se mantuvieron estables) debido al sustancial aumen-
to en los precios de nuestra producción exportable (80%), co-
mo se observa en el gráfico siguiente.

Argentina. Evolución del Índice de Precios de Exportación


(1993:100)
200

180

160

140

120

100

80
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

Un claro ejemplo de la bonanza que favoreció las exportacio-


nes domésticas se expresa en el alza del precio de la soja,
base del complejo exportador más importante del país.

La cotización internacional del poroto de soja, que entre 1998


y el 2002 se situaba por debajo de los 200 u$s/Tm, rondaba
los 500 u$s/Tm a fines del 2011.

167
Alberto Pontoni

Evolución del Precio del Poroto de Soja


(u$s por Tm)
500
450
400
350
300
250
200
150
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Resultado comercial

La mejora del tipo de cambio real y de los términos del inter-


cambio, sumado a cosechas record permitieron alcanzar fuer-
tes incrementos de exportaciones e importantes superávit co-
merciales, como se observa en el gráfico siguiente.

Argentina. Exportaciones e Importaciones 2002-2011


(En millones de dólares)
90.000
80.000
70.000
Expor
60.000
50.000
40.000
30.000 Impor
20.000
10.000
0
02 03 04 05 06 07 08 09 10 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

168
Macro para todos

Entre los años 2002 y 2011 el comercio exterior de la Argenti-


na le aportó al país un saldo neto de 150 mil millones de dóla-
res, constituyéndose en un importante factor explicativo de la
rápida recuperación económica.

Las exportaciones han venido creciendo en forma sostenida


tanto en volumen como en valor debido a la mayor demanda
internacional de materias primas y los excepcionales precios
de nuestras principales materias primas. En el 2011 se alcan-
zó el record de 84 mil millones de dólares, valor que cuadripli-
ca el promedio de la década del 90. También las importacio-
nes aumentaron a un ritmo acelerado como consecuencia del
incremento de la demanda interna y de la actividad económi-
ca. En el 2011 se importó por 74 mil millones de dólares.

A pesar de este notable desempeño sigue siendo preocupante


el bajo componente de valor agregado y la fuerte dependencia
de las exportaciones del sector agrícola. En el 2011 las expor-
taciones del complejo soja aportaron 20,5 mil millones y las de
otros granos otros 9 mil millones.

Argentina. Composición de Exportaciones e Importaciones

2003 2011
Exportaciones 100% 100%
Prod. Primarios y Combustibles 40% 32%
Prod. Origen Agropecuario (MOA) 33% 34%
Prod. Origen Industrial (MOI) 27% 34%

Importaciones 100% 100%


Bienes Intermedios y Combustibles 34% 39%
Bienes de Capital (incluye piezas) 48% 42%
Bienes de Consumo y Automoviles 18% 19%

Elaboración propia en base a datos del Mecon

169
Alberto Pontoni

De las ventas al exterior sólo un tercio son manufacturas de


origen industrial (MOI). El saldo restante se reparte en porcio-
nes similares entre productos primarios y combustibles y ma-
nufacturas de origen agropecuario. En las MOA ocupa un lu-
gar sustancial la venta de productos derivados del complejo
soja, que en el 2011 generó una cuarta parte del valor total
exportado (le sigue el complejo automotriz con el 13%).

El desarrollo moderno transcurre por otras vías y expresión de


ello es el tipo de bienes que se intercambian. Actualmente,
dos terceras partes del comercio mundial son manufacturas y
sólo el 9% productos agrícolas.

En los últimos años los principales compradores de productos


argentinos son el Brasil, con más del 20% del total, la Unión
Europea (18%) y China (8%). Por otro lado, nuestros principa-
les proveedores son Brasil, de donde proviene casi un tercio
del total de importaciones, la Unión Europea y EEUU.

Posición de Inversión Internacional (PII)

Argentina. Posición de Inversión Internacional (PII)


(En millones de dólares)

1991 2002 2010

Posición Inv. Internacional 15,000 -3,000 50,000

Activos Externos 67,000 132,000 240,000


Reservas Internacionales 8,000 11,000 52,000
Otros Activos Externos 59,000 121,000 188,000

Pasivos externos 52.000 135.000 190.000


Inversiones Directas 11.000 43.000 87.000
Otros Pasivos Externos 41.000 92.000 103.000
Elaboración propia en base a datos del Indec (cifras redondeadas)

170
Macro para todos

La lectura del cuadro anterior permite comparar lo ocurrido


durante la Convertibilidad y los años recientes respecto de la
cantidad y composición de los activos y pasivos externos.

El fuerte incremento de los pasivos externos del país entre


1991 y 2002 es reflejo del mayor endeudamiento externo y el
aumento de inversiones extranjeras atraídas por la política de
privatizaciones de empresas públicas que tuvo lugar durante
la década del 90. El valor negativo que presenta el saldo de la
PII en el 2002 significa que el stock de activos domésticos en
manos de no residentes es mayor que el stock de activos ex-
tranjeros en manos de argentinos.

También puede apreciarse la fuerte salida de capitales que se


expresa en el rubro de “Otros Activos Externos”. Entre 1991 y
el 2002 salieron del país 62 mil millones de dólares y entre el
2002 y el 2010 otros 67 mil millones.

Finalmente, resulta interesante destacar que a fines del 2010


las colocaciones de argentinos en el exterior rondaban los 190
mil millones de dólares, más del doble del total de la inversión
directa extranjera en el país, estimada en 87 mil millones. Una
clara muestra de la escasa voluntad de desarrollo y poca con-
fianza en el país de quienes tienen capacidad de ahorro.

171
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Enfermedad holandesa

La interrelación entre atraso cambiario y desequilibrio estructural de


largo plazo es conocida como enfermedad holandesa.

El descubrimiento y desarrollo de la explotación de grandes yaci-


mientos de petróleo y gas en las costas de Holanda, con posteriori-
dad a la crisis del petróleo de los 70, generó un gran ingreso de
divisas que, paradójicamente, repercutió negativamente sobre la
economía de ese país. La explicación de este fenómeno se encuen-
tra en el hecho que esa avalancha de divisas derivó en una aprecia-
ción de la moneda e hizo perder competitividad a la industria holan-
desa. Parte del sector industrial no pudo adaptarse a esa circuns-
tancia favorable y se vieron expulsados del sistema. Las conse-
cuencias fueron quiebras, despidos y recesión…. ¡¡Y todo a causa
de un descubrimiento aparentemente positivo!!

A Noruega le toco vivir una situación similar tiempo después pero,


en base a la experiencia de Holanda, pudo evitar las consecuencias
negativas de un ingreso masivo de divisas creando un “fondo antici-
clico” destinado a absorber el exceso de divisas ingresadas.

La experiencia argentina

La “bendición” de nuestro país, originada en su excepcional dotación


de recursos, suele reproducir lo ocurrido en Holanda. La diferencia
reside en que el fenómeno es consecuencia de una estructura pro-
ductiva desequilibrada que periódicamente entra en crisis. En los 70
Marcelo Diamand llamó la atención sobre este fenómeno, señalando
como principal causa del subdesarrollo nacional la dificultad de con-
solidar un sector industrial competitivo debido a las ventajas del
sector primario exportador. Cabe recordar que los costos de produc-
ción del campo argentino se cuentan entre los más bajos del mundo.

¿Cómo afectan estas ventajas naturales el desarrollo?

172
Macro para todos

De dos formas. Por un lado, por la baja absorción de empleo de


nuestro sector primario exportador: a diferencia de la Argentina de la
“edad de oro” el campo de hoy emplea poca gente y se necesita
más que nunca de la industria para brindar trabajo.

Por otro, el fuerte ingreso de divisas generado por el campo tiende a


apreciar la moneda local y restar competitividad a la industria, ya
que la posibilidad de desarrollar un sector manufacturero nacional
pasa por contar con un tipo de cambio “adecuado” o depreciado.

La fuerte asociación entre la evolución del tipo de cambio real y los


precios de los 5 principales productos agrícolas de exportación (so-
ja, maíz, trigo, sorgo y girasol) en los últimos 30 años constituye una
clara confirmación de este fenómeno en nuestro país.

En definitiva, Argentina tiene en su estructura el virus de la enferme-


dad holandesa. El problema no esta en la bonanza natural sino en la
preponderancia de un perfil exportador primario dependiente de
factores ingobernables como la demanda mundial, precios interna-
cionales, factores climáticos, que repercuten sobre la economía a
través del tipo de cambio. Cuando todos los vientos soplan a favor
de Argentina (buenas cosechas y altos precios) el país recibe una
avalancha de divisas que aprecia el peso y produce el fenómeno de
lo extranjero barato y lo nacional caro, retratado en el folklore criollo
a través de expresiones propias como “dólar barato”, “plata dulce” o
“déme dos”. En esas circunstancias las empresas productoras de
bienes transables, es decir, las que producen bienes que compiten
con similares del exterior, tiemblan o cierran sus puertas. Por el con-
trario, en los años de vacas flacas o de “dólar caro” el peso se de-
precia y la industria local se recupera.

Al depender el tipo de cambio de las condiciones y resultados del


sector primario exportador, la industria queda condicionada a una
función expectante. (¿qué industrial arriesgará su capital en un pro-
ceso productivo sujeto a tanta incertidumbre?) De allí la necesidad
de una intervención pública que evite las fuertes contracciones eco-
nómicas derivadas de ciclos tan quebrados y permita desenganchar
el tipo de cambio de la coyuntura que atraviesa el sector primario.
En otras palabras, que permita planificar con menos sobresaltos.

173
Alberto Pontoni

Alternativas

La solución propuesta por Marcelo Diamand era el establecimiento


de tipos de cambio diferenciales para la industria y para el campo.

Una derivación de esta propuesta son las retenciones a las exporta-


ciones agropecuarias que se usan en la actualidad, que operan a
manera de tipo de cambio diferencial.

Otra idea es el establecimiento de un fondo anticiclico a la noruega.


Esto fue propuesto por el ex ministro Roberto Lavagna y, sin duda,
ayudaría a crear un ambiente de inversiones más estable en el largo
plazo.

Una solución más drástica seria entender la producción de produc-


tos primarios como si fueran bienes públicos. Es decir, planificar
tanto la producción como el abastecimiento y los precios internos de
los mismos. Esta política es mucho más compleja que las anteriores
e implica un gran aparato de control y planificación con herramientas
tales como: precios controlados, cuotas a la exportación, subsidios
al sector, etc.

Soluciones existen. Lo más importante es implementar políticas con


una visión estratégica que permitan armonizar el aprovechamiento
de las ventajas de nuestra dotación de recursos y, simultáneamente,
promuevan el desarrollo de una industria poderosa y competitiva las
fluctuaciones del dinero dentro de límites tolerables.

174
Macro para todos

Tema de reflexión

El desafío integrador

El renacimiento de la Argentina obligará a redefinir el Mercosur. Si


se afianza el proceso de reindustrialización local nuestra diplomacia
deberá desplegar lo mejor de su arte para desarticular la esperada
oposición de grupos económicos y de poder brasileños afectados
por este proceso, como la industria de San Pablo.

El desarrollo de Argentina esta ligado a su posibilidad de industriali-


zación y, en el corto plazo, esta depende del mercado local y del
Mercosur. Nuestro país no tiene posibilidades de convertirse en
portaaviones de exportaciones tipo maquila, el modelo de industriali-
zación fundado en bajos salarios, como el estimulado por las plantas
norteamericanas que operan en México y el Caribe o las europeas
desplegadas en China. A su vez, la apertura de nuevos mercados y
la incorporación de exportaciones más sofisticadas e “inteligentes”
son un desafió mayor que deberá abordarse desde la consolidación
del mercado doméstico.

Por otro lado, los compromisos internacionales asumidos por el país


para facilitar el libre comercio limitan la utilización de políticas aran-
celarias para promover el desarrollo industrial. En la práctica, el
principal instrumento de protección a las industrias nativas es el tipo
de cambio. La experiencia del 2002 fue una demostración evidente
de esta realidad. Ese año la suma de los efectos de recesión e hi-
perdevaluación contrajeron en un 60% las importaciones y estimula-
ron la industria local, tendencia que aún continúa. De allí, que la
política del “dólar caro”, cuyos efectos positivos venimos observan-
do, sea una condición necesaria (pero no suficiente) y debe ser
complementada con una estrategia adecuada para promover la
reindustrialización del país.

Sin embargo, esto que es bueno para Argentina no es beneficioso


para Brasil. El hecho que ambos países tengan un patrón de indus-
trialización similar, competitivo en lugar de complementario, produce
el efecto que en los libros de texto recibe el nombre de “empobrecer
al vecino” (desarrollo a expensas de la sustitución de importaciones
provenientes de un socio comercial).

175
Alberto Pontoni

Hasta 1998 hubo un crecimiento sostenido de las importaciones


brasileñas debido a la expansión de nuestra economía y el abarata-
miento del Real. La Convertibilidad permitió sostener una armónica
relación comercial con Brasil, a pesar del superávit favorable a Ar-
gentina. El déficit en divisas de Brasil se veía más que compensado
por la calidad de sus exportaciones, que contienen mayor valor
agregado (y empleo) que las nuestras.

Sin embargo, una Argentina desarrollada industrialmente puede


llegar a ser motivo de preocupación en las industrias brasileñas
competitivas de nuestras manufacturas. No sólo por la eventual pér-
dida de presencia en el mercado argentino sino por el peligro de una
reversión del flujo. Este es un escenario posible.

¿Cómo se resuelve este conflicto? De dos formas. Con confronta-


ción o con inteligencia.

La confrontación puede ser a través de una inacabable guerra de


guerrillas comercial estimulada por restricciones paraarancelarias o
en un enfrentamiento a través del tipo de cambio. En este caso el
Mercosur se desmoronará, con o sin ALCA, perdiendo ambos paí-
ses una oportunidad histórica de crecimiento conjunto. La alternativa
inteligente es afrontar el desafío con criterio superador, siguiendo la
experiencia europea. Esto implica armonizar y no confrontar. Buscar
complementariedad en los desarrollos sectoriales y concertar políti-
cas macroeconómicas, en particular, la fijación del tipo de cambio y
la promoción de inversiones.

Sin embargo, la construcción de esta alternativa no resultará tarea


fácil, pues el camino esta sembrado de obstáculos, ya que a la tradi-
cional oposición de EEUU se sumarán grupos de poder económico
amenazados por el despertar industrial de la Argentina. El empresa-
riado paulista es un tradicional defensor del “viejo” Mercosur, el de la
década de los 90 y de la Convertibilidad. Un Mercosur que favorecía
el incremento del intercambio comercial con Argentina siempre que
permitiera aventajar el desarrollo industrial de Brasil. El “nuevo”
Mercosur deberá construirse a partir de una Argentina con clara
vocación industrial.

176
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. Defina el balance de pagos


2. ¿Qué movimientos contempla la Cuenta Corriente? y ¿la de
Capitales?
3. ¿Qué comprende la Posición de Inversión Internacional?
4. Defina el tipo de cambio nominal y real y comente su importan-
cia en la economía de un país
5. ¿Cómo se calcula el índice de términos de intercambio? y ¿el
poder de compra de las exportaciones?
6. ¿Qué indicadores utilizaría para analizar la sustentabilidad y
vulnerabilidad externa de una economía?
7. ¿Qué es el riesgo país y como se calcula?
8. Comente la evolución del sector externo argentino durante la
década de la Convertibilidad y durante los últimos años.
9. ¿Qué características muestra el comercio exterior argentino?
10. Comente lo ocurrido con la competitividad internacional del país
en el último decenio. Diferencia entre EEUU y Brasil
12. ¿Cómo han evolucionado los términos del intercambio del país
en el último decenio?
13. ¿Qué características muestra la Posición de Inversión Interna-
cional de Argentina?
14. ¿A que se llama “enfermedad holandesa” y que consecuencias
tiene para la economía de un país? Ejemplifique.
125 ¿Qué dificultades debe enfrentar una política que desee preser-
var un tipo de cambio real y competitivo?
16. Comente las ventajas y desventajas que tiene el MERCOSUR
para nuestro país.

177
Alberto Pontoni

178
Macro para todos

SECTOR PÚBLICO

El análisis de las cuentas públicas resulta indispensable para


un mejor conocimiento de la dinámica de cualquier sociedad
debido al rol del Estado en la economía. El presupuesto, que
sirve de base para la planificación de las actividades del sec-
tor público, es un instrumento fundamental de política que
influye sobre el conjunto de la economía.

1. INGRESOS Y GASTO PÚBLICO

Una forma sencilla de visualizar la relevancia del gasto del


Estado se expresa en la alta participación que tiene en el Pro-
ducto Bruto Interno. En Argentina el gasto del conjunto del
sector público se aproxima a la tercera parte del PBI.

En Argentina se distingue entre Sector Público Consolidado


(SPC) y Sector Público Nacional (SPN).

El Sector Público Consolidado (SPC) está conformado por


todas las instituciones y empresas públicas de orden nacional,
provincial y municipal. Es decir, por la suma de empresas y
administraciones federales, provinciales y municipales.

El Sector Público Nacional (SPN) comprende sólo el Go-


bierno y administración federal. Se compone de la Administra-
ción Pública Nacional (APN) y las empresas públicas naciona-
les. A su vez, en la APN se distinguen:
 La Administración Central, que agrupa los diferentes organismos
que integran los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
 La Administración Descentralizada, que es el conjunto de orga-
nismos con funciones, organización y patrimonio propios.
 Las Instituciones de la Seguridad Social, que se analizan como
una categoría aparte debido a la dimensión de su gasto, que in-
cluye el pago de jubilaciones, retiros y pensiones.

179
Alberto Pontoni

Los gastos e ingresos del sector público se encuentran esta-


blecidos y autorizados en los presupuestos de las administra-
ciones, municipales, provinciales y nacional.

El presupuesto del Gobierno Nacional es el principal instru-


mento de la política económica. Refleja las prioridades del
Estado y establece los gastos y la fuente de sus recursos. La
Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía
es la responsable de preparar y remitir al Congreso de la Na-
ción el proyecto de ley de Presupuesto, sobre la base de los
anteproyectos que le remiten las distintas instituciones. El
Congreso Nacional es el responsable de su sanción.

A grandes rasgos, el gasto del Sector Público Consolidado


duplica el del Sector Público Nacional. Sin embargo, existen
diferencias significativas en los gastos del SPC y el SPN, ya
que algunos rubros son poco relevantes en el presupuesto
nacional pero importantes en el nivel provincial o municipal,
como salud y educación, mientras con otros ocurre lo contra-
rio (jubilaciones).

Clasificación de Ingresos Públicos

Desde una perspectiva económica los ingresos del Estado se


pueden clasificar en ingresos corrientes y de capital. Los
primeros son los obtenidos sin necesidad de recurrir a endeu-
damiento o venta de activos, a diferencia de los ingresos de
capital que provienen del endeudamiento o de la venta de
activos públicos, como las privatizaciones.

Los ingresos corrientes se clasifican en Tributarios, que


comprenden Impuestos y Contribuciones a la Seguridad So-
cial, y No tributarios.

180
Macro para todos

Directos
Impuestos
Tributarios Indirectos
Corrientes
Aportes a la Seg. Social

No Tributarios: Tasas y Contribuciones

Ingresos
Públicos
Endeudamiento Público
De Capital o
No corrientes
Venta de activos y otros

Impuestos. Son aportes que el Estado exige a los ciudadanos


con carácter obligatorio, sin contrapartida directa en bienes y
servicios. Se pueden dividir en:
 Impuestos Directos. Tienen como base imponible la propiedad, la
riqueza o el ingreso de las personas. Los más importantes son
Ganancias y Bienes Personales.
 Impuestos Indirectos. Gravan el consumo y las transacciones
económicas en general. Destacan el Impuesto al Valor Agregado
(IVA) y los que gravan las operaciones de comercio exterior, la
venta de combustibles y los débitos bancarios.

Contribuciones a la Seguridad Social. Son tributos aplica-


dos sobre la nómina salarial, cuyo fin es el financiamiento de
la seguridad social, principalmente jubilaciones y pensiones.

Ingresos No tributarios. Son los percibidos por el Estado en


contrapartida de algún servicio específico, como es el caso de
la tasa de justicia y la de alumbrado, barrido y limpieza.

181
Alberto Pontoni

Clasificación del Gasto Público

El gasto público comprende tanto la adquisición de bienes y


servicios como las transferencias de recursos que realizan las
instituciones públicas. Sin embargo, existen ciertas categorías
que se prestan a confusión, como son los gastos de obras
sociales y las exenciones tributarias.

De considerarse gasto público todo aquello que se financia


con un impuesto o contribución obligatoria quedarían incluidos
en esta categoría los fondos de las obras sociales33.

A su vez, las exenciones tributarias, como es el caso de la


exclusión de los jueces del pago de impuesto a las ganancias
y los regímenes de promoción industrial, han comenzado a
ser identificadas como una transferencia o gasto tributario.

Desde una perspectiva económica, los gastos del Estado se


clasifican en gastos corrientes y de capital o Inversión. Los
gastos corrientes son aquellos destinados a atender el normal
desempeño del sector público, a diferencia de los de capital
que son los aplicados a aumentar la capacidad del sector pú-
blico o mejorar sus prestaciones. En este rubro se incluye el
pago de las amortizaciones de la deuda pública.

Entre los gastos corrientes se incluyen:


 Gastos Operativos. Comprenden el pago de las remuneraciones
de funcionarios públicos y la compra de bienes y servicios nece-
sarios al funcionamiento del Estado.
 Intereses. Son los pagos destinados a satisfacer el cumplimiento
del servicio de la deuda pública.

33
Ningún asalariado puede rechazar el descuento para obras sociales. Son
recursos públicos administrados por entes diversos+

182
Macro para todos

 Seguridad Social. Corresponde a las erogaciones vinculadas al


pago de pensiones y jubilaciones, así como al financiamiento de
programas de asistencia social.
 Transferencias. Dentro de este rubro se distinguen las que el
Gobierno realiza al sector privado de las destinadas a otras
áreas públicas, como provincias y universidades.
Las transferencias al sector privado se destinan a personas,
asociaciones y actividades cuya promoción interesa al Estado.
Entre ellos se cuentan el PAMI, concesionarios de servicios,
como Ferrocarriles Metropolitanos, y de actividades de promo-
ción regional o turística.
Las transferencias a las provincias se realizan a través de un
complejo mecanismo denominado sistema de coparticipación
federal, que distribuye la recaudación de ciertos impuestos cuya
cobranza fue delegada a la Nación. A ello se suman los Aportes
del Tesoro Nacional (ATN), un fondo de asistencia rápida para
atender las necesidades de provincias afectadas por emergen-
cias. A su vez, las provincias realizan transferencias a los muni-
cipios para atender a sus gastos34.

Gastos Operativos

Intereses
Corrientes
Gasto Seguridad Social

Público Transferencias

Inversión Directa
De Capital
Transferencias de Capital

34
El 60% del gasto provincial reconoce financiamiento nacional y el 50% de
los presupuestos municipales se financia con transferencias provinciales.

183
Alberto Pontoni

Otra clasificación utilizada para analizar el Gasto Público es la


funcional, que discrimina el gasto conforme su destino.

De acuerdo a este criterio el gasto público se clasifica en:


 Funcionamiento del Estado
 Gasto Social
 Servicios económicos
 Servicios de la deuda pública

El rubro “Funcionamiento del Estado” comprende, principal-


mente, erogaciones de la administración general de Gobierno
y gastos del sistema de justicia, seguridad y defensa.

El “Gasto Social” abarca las erogaciones vinculadas a la pre-


visión y asistencia social, salud, educación, cultura, ciencia,
trabajo, vivienda y servicios urbanos.

El gasto en “Servicios Económicos” comprende los pagos vin-


culados a la actividad empresarial del Estado. Este rubro ha
ido perdiendo importancia, debido a las privatizaciones.

Indicadores de resultado

Para evaluar el desempeño del sector público existen diferen-


tes indicadores de resultado. Los más importantes son:
Resultado Financiero. Expresa la diferencia entre el total de
Ingresos y de Gastos. Es el indicador más utilizado ya que
señala las necesidades de financiamiento.
Resultado Primario. Se obtiene sustrayendo del resultado
financiero el pago de intereses de la deuda. El gasto primario
es igual al gasto total menos pago de intereses de la deuda.
Resultado Económico. Considera sólo Ingresos y Gastos
Corrientes. Permite evaluar el desempeño público excluyendo
factores extraordinarios como ingresos por privatizaciones.

184
Macro para todos

2. LAS FINANZAS DEL SECTOR PÚBLICO ARGENTINO

A partir de la crisis del 2002 se registra una participación cre-


ciente del sector público en la economía. Una clara expresión
de ello es el sustancial incremento de la recaudación tributaria
total que pasó del 21% al 35%, de los cuales el 30% corres-
ponde a la recaudación de impuestos nacionales y el 5% res-
tante a los provinciales.

El análisis que se presenta a continuación corresponde a la


evolución de las finanzas del gobierno nacional.

Los Ingresos

Los ingresos del sector público nacional muestran un creci-


miento explosivo durante los últimos decenios, como se ob-
serva en el grafico siguiente.

Argentina. Evolución de los Ingresos del SPN


(En % del PBI)
32

30

28

26

24

22

20
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

Durante la década del 90 se registraron movimientos contra-


puestos en materia de ingresos públicos, como consecuencia
de la reforma del Estado. Por un lado, aumentó en forma sus-

185
Alberto Pontoni

tancial lo percibido en concepto de impuestos y privatizacio-


nes35 y, por otro, se redujo la recaudación por seguridad social
a causa de la reforma previsional.

A partir del 2003 los ingresos públicos crecen a un ritmo ma-


yor que el de la actividad económica como resultado de la
creación de nuevos impuestos, entre los que destaca el que
grava las exportaciones de granos (retenciones) y la vuelta
atrás de la reforma previsional.

Gasto Público

Argentina. Evolución del Gasto del SPN


(En % del PBI)
34
32
30
28
26
24
22
20
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
Elaboración propia en base a datos del Mecon

En el análisis del gasto del sector público nacional durante los


dos últimos decenios destacan el fuerte incremento que se
produce durante el periodo de la Convertibilidad (entre 1993 y
el 2001 la participación en el PBI pasa del 20% al 26%) y la
nueva expansión a partir de la crisis del 2002 que termina
llevando la participación del gasto en el 2011 al 32% del PBI.

35
La recaudación del IVA pasó, en términos del PBI, del 2.3% al 7% y la del
impuesto a las Ganancias del 0.5% al 2.8%. Los ingresos por privatiza-
ciones aportaron unos 40 mil millones de dólares.

186
Macro para todos

El incremento del gasto en términos nominales resulta aún


mayor ya que en 1993 se situaba en el orden de los 50 mil
millones de dólares mientras que en el 2011 rondaba en los
150 mil millones de dólares.

La principal causa de incremento del gasto durante los 90 fue


el pago del servicio de la deuda pública, consecuencia directa
del mayor endeudamiento público36. El exitoso proceso de
renegociación de la deuda pública culminado en el 2005 per-
mitió reducir la participación del servicio de la deuda sobre el
gasto total, como se muestra en el gráfico siguiente.

Argentina. Evolución del Pago del Servicio de la Deuda Pública


(En % del Gasto Público Total)
16

14

12

10

4
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Por su parte, en el decenio reciente destaca el creciente peso


de los subsidios al sector privado, que durante los 90 repre-
sentaban menos del 10% del gasto total del gobierno nacional
mientras que en los últimos años alcanzan al 25%, como se
aprecia en el siguiente grafico.

36
En el 2004 el pago del servicio de la deuda pública representó el 15% del
gasto público total.

187
Alberto Pontoni

Argentina. Evolución de las Transferencias al Sector Privado


(En % del Gasto Público Total)
28

24

20

16

12

8
95 97 99 01 03 05 07 09 11

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Resultados

En el gráfico siguiente puede apreciarse la evolución del resul-


tado financiero del Sector Público Nacional.

Argentina. Evolución del Resultado Financiero del SPN


(En % del PBI)
3

0
93 95 97 99 01 03 05 07 09 11
-1

-2

-3

-4
Elaboración propia en base a datos del Mecon

188
Macro para todos

Las finanzas públicas durante la Convertibilidad muestran un


quebranto creciente, a pesar de las privatizaciones y el tras-
paso de sectores a las provincias. La principal razón se en-
cuentra en la carga del servicio de la deuda, consecuencia del
fuerte incremento del stock -en pocos años pasó de 65 mil a
120 mil millones de dólares- y la reforma previsional, que resto
importantes ingresos.

A partir de 1999 la situación comienza a agravarse por las


dificultades para encontrar financiamiento. En el 2001 el des-
equilibrio global de las finanzas públicas provocado por el pa-
go de intereses, el déficit previsional y la menor recaudación
derivada de la recesión llevo al colapso de la economía.

Tras la caída de la Convertibilidad se produce una sustancial


mejora de las finanzas públicas. Ello fue consecuencia, por un
lado, de los mayores ingresos generados por el incremento de
la recaudación, debido a nuevos impuestos y la reactivación
económica, y, por otro, de la reducción del servicio de la deu-
da por la suspensión de pagos y posterior reestructuración de
los compromisos financieros.

Las finanzas públicas en el 2011

En el 2011 la recaudación tributaria total del sector público,


incluyendo gobierno nacional y provincias, alcanzó a 640 mil
millones de pesos (unos 180 mil millones de dólares), como
se aprecia en el cuadro siguiente.

Esta suma equivale al 35% del PBI y resulta elocuente res-


pecto de la importancia actual del sector público en la econo-
mía nacional y su tendencia expansiva. Veinte años atrás el
peso del sector público en la economía estaba en el orden del
22% del PBI.

189
Alberto Pontoni

Recaudación tributaria total. Año 2011


(En millones de pesos)

CONCEPTO 2011
I. IMPUESTOS NACIONALES 547.000
Sobre el ingreso y ganancias de capital 110.000
Personas físicas 35.500
Corporaciones y otras empresas 71.000
Otros sobre el ingreso 4.000
Sobre la propiedad 43.000
Créditos y Débitos en Cuenta Corriente 37.000
Bienes Personales 6.000
Internos sobre bienes y servicios 187.000
IVA 155.000
Impuestos selectivos 32.000
- Cigarrillos 9.000
- Combustibles 18.000
- Otros 5.000
Sobre el comercio exterior 70.000
Derechos de importación 15.000
Derechos de exportación 55.000
Aportes y contribuciones Seguridad Social 137.000
Empleados 52.000
Empleadores 75.000
Autónomos 10.000

II. IMPUESTOS PROVINCIALES 93.000


Sobre la propiedad 20.000
Internos sobre bienes y servicios 70.000
Otros 3.000
RECAUDACION TOTAL 640.000

Elaboración propia en base a datos del Mecon

A continuación se detallan los ingresos y gastos del gobierno


nacional en el año 2011, deducidas las sumas recaudadas y
remitidas a las provincias por coparticipación.

190
Macro para todos

Ingresos y Gastos del SPN. Año 2011


(Base Caja. En millones de pesos)

I Ingresos Corrientes 435,000


- Ingresos Tributarios 264,000
- Contribuciones a Seg. Social 134,000
- Otros Ingresos 37,000
II Gastos Corrientes 412,000
= Gastos de Operación 82,000
Remuneraciones 61,000
Bienes y Servicios 21,000
= Intereses 35,000
Int. Deuda Interna 15,000
Int. Deuda Externa 20,000
= Prestaciones Seg. Social 147,000
= Transferencias Corrientes 134,000
Sector Privado 104,000
Provincias y MCBA 12,000
Universidades y Otros 18,000
=Otros Gastos 14,000
AHORRO CORRIENTE (I-II) 23,000
III Recursos de Capital --------
IV Gastos de Capital 53,000
V Ingreso Total (I+III) 435,000
VI Gasto Total (II+IV) 465,000
RESULTADO FINANCIERO (V-VI) -30,000
VII Gasto Primario (VI-interés) 430,000
RESULTADO PRIMARIO (V-VIII) 5,000
Elaboración propia en base a datos del Mecon

Los ingresos del gobierno nacional fueron de 435 mil millones


de pesos, unos 110 mil millones de dólares. Por su parte, el

191
Alberto Pontoni

gasto total del SPN fue de 465 mil millones de pesos, que
equivalen a 3 mil dólares por habitante.

La composición de recursos tributarios fue la siguiente:


o IVA neto 28 %
o Ganancias 20 %
o Seg. Social 25 %
o Comercio Exterior 13 %
o Imp. al cheque 7%
o Otros 7%

En los impuestos sobre el comercio exterior se incluyen las


retenciones37 que gravan las exportaciones de materias pri-
mas que exporta el país. En el 2011 los derechos de exporta-
ción aportaron el equivalente de 14 mil millones de dólares.

Por otro lado, la composición de los gastos fue la siguiente.


o Gastos de Operación 20 %
o Prestaciones Seguridad Social 36 %
o Transferencias al S. Privado 25 %
o Intereses 9%
o Transferencias a Provincias 3%
o Transferencias a Universidades 4%
o Otros Gastos 3%

Resulta importante destacar dos de las principales caracterís-


ticas del gasto fiscal en la pos Convertibilidad:

- La menor incidencia del gasto en intereses. En los últimos


años de la Convertibilidad este rubro llego a insumir una

37
La tasa del impuesto fue variando en el tiempo y por producto, las princi-
pales gravan la soja con el 35%, el trigo con el 28% y el maíz con el 25%.
Este impuesto fue y continua siendo un factor de enfrentamiento entre los
productores agropecuarios y el gobierno.

192
Macro para todos

cuarta parte de las erogaciones totales mientras que ac-


tualmente ronda el 10%.

- La creciente participación de los subsidios al sector priva-


do, en particular al transporte, en el gasto total. En el 2011
las transferencias al sector privado representaron la cuarta
parte de las erogaciones totales del gobierno nacional.

Deuda Pública

Uno de los aspectos mas destacados de la economía poscon-


vertibilidad es la fuerte reducción de la incidencia de la deuda
del sector público sobre las finanzas fiscales. Esto ha sido
consecuencia de dos factores: la reestructuración de la deuda
alcanzada en el 2005 después de dos años de negociaciones
con los acreedores y el fuerte incremento del PBI.

Argentina. Evolución de la Deuda Pública Externa


(En miles de millones de dólares)
120.000
110.000
100.000
90.000
80.000
70.000
60.000
50.000
40.000
94 96 98 00 02 04 06 08 10

Elaboración propia en base a datos del Mecon

193
Alberto Pontoni

A fines del 2011 la deuda pública externa sumaba 73 mil mi-


llones de dólares -sin considerar la deuda de acreedores re-
manentes del canje- equivalente al 18% del PBI38.

Argentina. Evolución de la Deuda Pública Externa


(En % del PBI)
120

100

80

60

40

20

0
94 96 98 00 02 04 06 08 10

Elaboración propia en base a datos del Mecon

Indicadores de sostenibilidad

La sustancial mejoría alcanzada en el sector fiscal y financiero


del país se aprecia en el cuadro siguiente, que muestra los
cambios en algunos indicadores claves de sostenibilidad.

Relaciones Dic-02 Dic-11


Deuda Pública Total / PBI 166 % 45 %
Deuda Púb. en Moneda Ext. / Deuda total 80 % 40 %
Deuda Púb. en Moneda Extranjera/ Reservas 12 veces 1,5 veces
Intereses Deuda Púb. / Recaudación 22 % 6%

38
El total de la deuda del SPN es mayor, ya que comprende la deuda exter-
na y la interna. A fines del 2011 la deuda total del SPN se aproximaba al
equivalente de 180 mil millones de dólares, el 45% del PIB.

194
Macro para todos

Tema de reflexión

La importancia del superávit primario


Por Roberto Frenkel. Publicado en La Nación del 29.3.04

Hace algún tiempo los argentinos descubrieron que la prima de ries-


go país era algo importante en sus vidas. Sus fluctuaciones estaban
relacionadas con los avatares de su trabajo, de sus ambiciones y de
sus angustias. Se sigue midiendo, pero la cifra es poco relevante
para la mayoría, porque aquí ya no indica lo que indicaba antes. En
Brasil, en cambio, la prima de riesgo país conserva su papel de ter-
mómetro, aunque no ocupa tanto lugar en la atención pública como
el que ocupó entre nosotros, porque los países son parecidos, pero
no iguales.

Otra noción inescrutable llama la atención ahora: el superávit fiscal


primario -o directamente superávit primario-, con más familiaridad.
Llama la atención, pero no inquieta, creo. Percibo que se lo mira con
cierta distancia. Probablemente se entiende que el Fondo Monetario
Internacional (FMI) apresta el terreno para exigir una cifra mayor y
que el Gobierno se prepara para la resistencia. Pero la gente no se
siente personalmente involucrada en la cuestión.
.
Hacemos mal. Lo que está en discusión nos afecta mucho, al país y
a cada una de nuestras perspectivas personales. La cifra no tiene la
cualidad agorera de la prima de riesgo país, pero un puntito más o
menos puede significar que seguimos subiendo o que nos vamos
para abajo. Se justifica, por lo tanto, dedicar esta nota al tema.

El superávit fiscal primario (SFP) es una sosa noción contable. Sen-


cillamente, es la porción de los ingresos fiscales por impuestos y
contribuciones que el sector público destina a pagos financieros:
intereses y amortizaciones de deudas. En muchos lugares es una
materia menor, pero asume una importancia crucial en países alta-
mente endeudados como Argentina y Brasil. Veamos en primer lu-
gar cómo es tratada la cuestión en Brasil. El año pasado, Brasil tuvo
un SFP de 4,2% del PBI.

195
Alberto Pontoni

Esta voluminosa cuantía no alcanzó a representar la mitad de los


intereses de la deuda pública. Ni qué hablar de las amortizaciones.

Para pagar intereses y vencimientos de capital que el SFP no alcan-


zó a cubrir, el Gobierno de Brasil tomó nueva deuda. Así, a fin del
año pasado, la relación deuda pública/PBI había subido otro esca-
lón. Este aumento fue menor que el monto de intereses refinancia-
dos, porque entre principio y fin del año bajaron el tipo de cambio y
la tasa de interés, precios a los cuales está indexada gran parte de
la deuda brasileña.

Los analistas de los agentes financieros expresan preocupación por


los resultados fiscales. El SFP de Brasil no alcanza, dicen. Si la re-
lación deuda pública/PBI sigue aumentando, los mercados no acep-
tarán nuevas colocaciones de deuda y el Gobierno no podrá enton-
ces pagar intereses y amortizaciones. Hay que aumentar el SFP
para mejorar la confianza. De esta manera bajarán la prima de ries-
go país y la tasa de interés, el PBI crecerá y la relación deuda públi-
ca/ PBI tenderá a estabilizarse. La angustia quedará atrás y Brasil
se acercará a la felicidad. Particularmente felices podrán sentirse los
rentistas poseedores de papeles públicos, que asegurarán cobrarse
anualmente un 10 % del producto de Brasil.

¿Suena familiar el argumento mencionado? Claro que sí. Nuestra


capacidad de síntesis lo denominó "el argumento del círculo virtuo-
so". Como ocurrió antes aquí, en Brasil hasta ahora, el círculo se
mostró vicioso.

Con Brasil como fondo, podemos presentar ahora la cuestión en la


Argentina. Aquí, una parte de la deuda está siendo servida y otra
parte está en incumplimiento, suspendidos sus pagos de intereses y
amortizaciones. Se llegó a esta situación porque aquí se cortó la
cadena de la bicicleta. Por diferentes circunstancias se llegó a una
situación fiscal que hace posible generar un SFP de 3% del PBI
mientras la economía sigue creciendo. Lo que el Gobierno está tra-
tando de hacer es repactar la deuda en incumplimiento, de modo de
ajustar los nuevos compromisos que se asuman al SFP alcanzado.
Esto implica una quita sustancial de la deuda emitida.

196
Macro para todos

El FMI dice que el SFP no alcanza y que deben lograrse cifras ma-
yores de SFP -más impuestos y menos gastos- para mejorar nuestra
oferta de pagos futuros por la deuda en reestructuración.

El FMI y los voceros de los agentes financieros tienen dos razones


para esto, además del crudo interés. Hay una razón que no admite
ser muy publicitada. Se refiere al papel de caso testigo que juega
nuestro país, para el FMI y el sistema financiero internacional. ¿Qué
van a decir los brasileños? ¿Qué efectos tendrá la sobre los merca-
dos de deuda?

Son preocupaciones comprensibles. Pero no puede pedirse a nues-


tro país y su población echarse sobre sus espaldas la responsabili-
dad por un sistema financiero internacional que funciona sin orden ni
concierto, cuando Estados Unidos y el G-7 rehúyen -ahora más que
nunca antes- asumir la tarea de proveerlo de reglas e instituciones
estabilizadoras. I am sorry. Zapatero a tus zapatos.

La segunda razón, la más publicitada, es una versión menor del


mencionado argumento del círculo virtuoso, completado con la ame-
naza de convertir a nuestro país en un "paria internacional". Si in-
crementan el SFP y los compromisos de pago futuro -dicen-, más
rápido podrán acceder nuevamente al mercado financiero interna-
cional. ¿Para qué? Obviamente, para volver a endeudarse.
.
El argumento es mucho menos persuasivo que en Brasil. Allí está
bajo el poncho la amenaza de las consecuencias del default. Aquí
ya estamos en default. La estrategia "sugerida" por el FMI es a un
tiempo altamente riesgosa y altamente improbable. Además ¿quién
quiere volver al endeudamiento internacional del sector público?

Esto debe entenderse bien: con un buen final de la reestructuración


de la deuda en default, el sector público no necesitará volver a en-
deudarse en el exterior y el sector privado podrá acceder al mercado
financiero a tasas menores que las previas a la crisis.

Colofón. Amigo lector infórmese y preocúpese por el superávit pri-


mario, porque la cuestión lo toca de cerca. Para que el SFP sea
mayor, la plata se la tienen que sacar a usted.

197
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Discrecionalidad en el manejo de fondos públicos

Los proyectos de Presupuesto enviados por el Poder Ejecutivo al


Congreso en los últimos años han subestimado repetidamente las
proyecciones de crecimiento del PIB y de inflación y, consecuente-
mente, de los ingresos tributarios.

¿Por qué el gobierno central tiende a subestimar sus ingresos con-


tribuyendo a la perdida de credibilidad de las instituciones?

Porque esto le otorga mayor discrecionalidad en el manejo de los


recursos públicos, ya que cuenta con dos instrumentos legales que
le permiten sortear lo establecido por el artículo 75 de la Constitu-
ción, que reserva al Congreso la facultad de fijar los gastos y recur-
sos de la administración nacional.

Esos instrumentos son, por un lado, los Decretos de Necesidad y


Urgencia (DNU), a través de los cuales el Ejecutivo puede aumentar
libremente el gasto y, por otro, la llamada “ley de superpoderes” que
permite al Jefe de Gabinete hacer reasignaciones de partidas ob-
viando las restricciones de la Ley de Administración Financiera.

Como se puede apreciar en el cuadro siguiente, entre el 2004 y el


2007 el total proyectado de ingresos del gobierno nacional fue de
488 mil millones de pesos pero la recaudación real supero los 567
mil millones. En definitiva, el excedente de recaudación fue de casi
80 mil millones de pesos.

2004 2005 2006 2007 2004-07


Recaudado 98,300 119,200 150,000 200,000* 567,500
Proyectado 79,400 106,900 133,000 169,000 488,300
Diferencia 18,900 12,300 17,000 31,000 79,200

Si a lo recaudado por encima de lo presupuestado se le resta el


monto que se detrae en forma automática, correspondiente a la co-
participación federal de impuestos de las provincias y a la seguridad

198
Macro para todos

social (entre ambos un 50% del total), implica que la administración


del gobierno nacional contó con casi 40 mil millones de pesos (unos
13 mil millones de dólares) cuyo asignación se dispuso sin ser anali-
zada por el Congreso.

En la historia argentina, no existen antecedentes de un manejo dis-


crecional de fondos de tal magnitud de fondos.

199
Alberto Pontoni

Preguntas de fijación

1. Comente los criterios de clasificación de ingresos y gastos del


sector público.
2. ¿Cuáles son los principales indicadores utilizados para evaluar
el desempeño fiscal?
3. ¿Qué diferencias hay entre resultado financiero, económico y
primario?
4. Comente el desempeño fiscal durante la década del 90 y la cri-
sis del 2001-2002.
5. ¿Cómo repercute la recuperación económica sobre las cuentas
públicas?
6. ¿Cuáles son las principales fuentes de ingreso del gobierno
nacional? y ¿los mayores gastos?
7. ¿Qué importancia tienen las retenciones en la economía?
8. Comente acerca de la discrecionalidad del gobierno en el mane-
jo de fondos públicos.
9. Compare la sostenibilidad fiscal y financiera del país antes y
después de la Convertibilidad.
10. Analice el impacto de la renegociación de la deuda pública sobre
la economía nacional.
11. ¿A qué se debía la insistencia del FMI para que Argentina in-
crementara el superávit primario?
12. ¿Cuáles son las alternativas propuestas para la utilización del
superávit fiscal?

200
Macro para todos

PARTE III

NOTAS SOBRE

CRECIMIENTO ECONÓMICO

201
Alberto Pontoni

202
Macro para todos

INTRODUCCIÓN

No todo aumento de la producción es, en una interpretación


restringida, crecimiento económico. En adelante se utilizara el
término crecimiento económico en referencia a la ampliación
de la capacidad potencial de producción, es decir, el despla-
zamiento de la frontera productiva.

La problemática del crecimiento esta en estrecha relación con


el bienestar, por eso ha ocupado desde siempre un lugar im-
portante en el pensamiento social y económico. Hasta la ex-
plosión industrial y el desarrollo del capitalismo las posibilida-
des de crecimiento estaban asociadas, principalmente, al co-
mercio y a la disponibilidad de tierras y mano de obra para
trabajarlas. Esto explica las guerras de conquista y coloniza-
ción destinadas a abrir nuevos mercados, obtener tierras y
ampliar el número de siervos o esclavos39.

La revolución industrial establece nuevas relaciones de pro-


ducción rompiendo las viejas estructuras medievales que suje-
taban al trabajador a la tierra. Industria y capitalismo van de la
mano ya que el taller y la fábrica requerían de trabajadores
libres, asalariados en lugar de siervos. El crecimiento pasa,
entonces, a depender de la acumulación de capital, es decir,
de la aplicación de nuevas inversiones al proceso productivo.

Es en este contexto donde se comienzan a formular interro-


gantes que aún hoy siguen vigentes. ¿De que depende el
crecimiento? ¿Por qué existen diferencias tan grandes entre
países y regiones? ¿Cuál es la importancia de las diferentes
fuentes o factores de crecimiento? ¿Por qué se producen y

39
Para los mercantilistas (S XVII y XVIII) resultaba fundamental obtener
excedentes comerciales y aumentar las reservas de oro y plata, de allí su
defensa de un estado proteccionista e intervencionista. Para los fisiócra-
tas (S XVIII) la agricultura era el único sector genuinamente productivo.
Eran partidarios de la no intervención pública.

203
Alberto Pontoni

repiten crisis y remezones? ¿Existen límites al crecimiento?


¿Cómo se distribuyen sus frutos o beneficios? ¿Qué rol debe
cumplir el Estado?

Debe considerarse que la capacidad productiva depende de la


cantidad y calidad de una serie de factores, como son el capi-
tal, el trabajo, la calificación de la mano de obra (el denomina-
do capital humano), la disponibilidad de recursos naturales, la
capacidad empresarial y el nivel de tecnología. Asimismo,
resulta importante considerar como se conjugan tal diversidad
de factores.

PRINCIPALES ABORDAJES TEÓRICOS

En los casi 250 años transcurridos desde que Adam Smith,


considerado el fundador de la economía, comenzara a refle-
xionar sobre estos temas han habido numerosos aportes y
teorías acerca de la naturaleza y características del crecimien-
to, siendo esta una de las áreas mas controvertidas del pen-
samiento económico, especialmente, en el aspecto referido al
rol del mercado y la intervención del Estado.

El pensamiento clásico

Para Smith40 el crecimiento económico depende principalmen-


te de la ampliación del stock de capital (acumulación). A su
vez, la tasa de acumulación esta supeditada al ahorro y este a
las ganancias de los capitalistas. De allí, su defensa de los
beneficios del empresario como garantía de crecimiento.

Es, justamente, en este punto que Smith observa con cierta


preocupación el futuro, al considerar que el beneficio de los
empresarios tiende a contraerse en el tiempo debido al au-

40
Adam Smith (1723-1790) economista escocés. Su principal obra fue “La
Riqueza de las Naciones” (1776). Fue un gran defensor del “laissez faire”,
es decir, de la no intervención del gobierno en la economía.

204
Macro para todos

mento de los costos salariales como consecuencia del aumen-


to del precio de los alimentos y de los salarios.

El crecimiento aumenta el empleo y obliga a producir más


alimentos. El problema es que el costo de los alimentos se
encarece al aumentar su producción, ya que se debe recurrir
a tierras de peor calidad y menor rendimiento. El alza de los
alimentos eleva los costos salariales y disminuye los benefi-
cios, llevando a un estancamiento de la economía.

Esta visión pesimista del futuro se ve potenciada en Malthus41,


que pensaba que las presiones de la población llevarían a la
economía a un nivel mínimo de subsistencia, ya que si los
salarios fueran superiores al nivel de subsistencia, la pobla-
ción continuaría creciendo y si fueran inferiores la mortalidad
sería alta y la población disminuiría. De allí, su creencia que
las clases trabajadoras estaban condenadas a una vida brutal,
desagradable y breve.

Ricardo42, al igual que Smith, considera que el alza de salarios


amenaza la acumulación de capital porque reduce los benefi-
cios empresariales.43 La forma de romper con este círculo
vicioso es a través de las mejoras tecnológicas, que permiten
aumentar la productividad del trabajo atenuando el efecto de

41
Thomas R. Malthus (1766-1834) economista inglés considerado el padre
de la Demografía. En “Ensayo sobre el principio de la población” (1798),
expone el principio según el cual la población crece en progresión geomé-
trica y los medios de subsistencia lo hacen en progresión aritmética.

42
David Ricardo (1772-1823) economista inglés. Su obra más importante
“Principios de economía política y tributación” (1817) constituye la exposi-
ción más madura y precisa de la economía clásica. Entre sus aportes des-
tacan la teoría del valor, las ventajas comparativas del comercio interna-
cional y la ley de hierro de los salarios.

43
Kart Marx, fundador del comunismo comparte este análisis de Ricardo al
considerar que la continua acumulación de capital lleva a la reducción de
la tasa de ganancia y a crisis periódicas.

205
Alberto Pontoni

la productividad decreciente en el sector agrícola. En conse-


cuencia, para mantener un ritmo sostenido de crecimiento
resulta necesario aumentar el stock de capital y realizar inno-
vaciones tecnológicas.

Para Ricardo hay otros dos aspectos que contribuyen positi-


vamente al crecimiento de la economía. Uno, es el comercio,
que permite especializar a los países en la producción de bie-
nes en los que cuentan con ventajas particulares (teoría de las
ventajas comparativas). El otro es la actividad financiera, que
pone a disposición de los empresarios recursos para desarro-
llar sus inversiones, facilitando la acumulación de capital y el
crecimiento económico.

Dentro de los pensadores clásicos es Say44 quien presenta el


escenario más optimista y de mayor confianza respecto las
posibilidades de crecimiento a largo plazo de la economía
capitalista. Para este autor el mercado garantiza el crecimien-
to sostenido y las perturbaciones son sólo desajustes tempo-
rales que son corregidos automáticamente, en la medida que
se permita operar con flexibilidad a los mercados.

La llamada “ley de Say”, que se resume en la frase “la oferta


crea su propia demanda”, es, justamente, un fundamento cen-
tral de dicho argumento. Según esta tesis, no puede haber
recesión por insuficiencia de demanda, ya que el acto de pro-
ducir genera ingresos suficientes para comprar el producto.
En el caso en que la gente guarde parte de su dinero para
gastarlo mas adelante los precios bajarán y se adaptarán al
menor flujo de ingresos. Este mecanismo permitiría evitar las
crisis por insuficiencia de demanda.

44
Jean-Baptiste Say (1767-1832). Economista francés, autor del “Tratado
de Economía Política” (1804). Se oponía firmemente a la teoría del valor
trabajo aceptada por Smith y Ricardo y consideraba que el fundamento
del valor estaba en la utilidad.

206
Macro para todos

El enfoque keynesiano45

El análisis de Keynes se corresponde con la gran crisis de la


década de 1930 que pone en evidencia el fracaso de los me-
canismos “automáticos” de mercado para emerger de situa-
ciones de parálisis económica.

Para Keynes la crisis era consecuencia de una insuficiencia


de demanda. Esta concepción constituye un quiebre sustan-
cial con al pensamiento clásico, que suponía que la economía
tendía siempre a una situación de equilibrio con pleno empleo,
ya que la oferta crea su propia demanda (ley de Say). En con-
secuencia, atento la incapacidad del mercado de brindar una
respuesta rápida y eficiente para salir de la crisis, Keynes
consideraba un shock exógeno al sistema, de allí la necesidad
de recurrir al Estado y políticas de reactivación.

Keynes es pesimista respecto de la posibilidad de un creci-


miento sostenido en el marco de una economía de mercado,
debido a la dificultad de mantener el ritmo de inversión nece-
sario. En la medida que una economía se expande requiere
de aumentos crecientes de la inversión necesaria para absor-
ber el ahorro generado, y esto es algo que “no puede mane-
jarse con facilidad”.

En la concepción keynesiana la insuficiencia de inversión pri-


vada es la clave de la insuficiencia de demanda y de la crisis,
por lo que analiza los factores que condicionan la decisión de
los empresarios de invertir.

Para Keynes la decisión de invertir es el resultado de una


condición de equilibrio entre la eficiencia marginal del capital y

45
John Maynard Keynes (1883-1946), economista ingles. Su obra central, la
“Teoría General del Empleo, Interés y Dinero” (1936) desafió el paradigma
económico imperante. Sus ideas ejercieron gran influencia en las políticas
económicas implementadas para salir de la crisis iniciada en 1929.

207
Alberto Pontoni

la tasa de interés. Cuando ambas se igualan, el incentivo para


invertir permanece inalterado y, por tanto, la inversión no va-
ría. Si la tasa de interés es menor que la eficiencia marginal
del capital, aumenta el incentivo para invertir y por lo tanto la
inversión crece, mientras que si la tasa de interés se mantiene
por encima de la eficiencia marginal del capital, no existe in-
centivo para invertir y la inversión tiende a disminuir. En con-
secuencia, la clave de la inversión reside en la eficiencia mar-
ginal del capital. El tipo de interés afecta la inversión pero lo
hace de forma indirecta.

¿Qué es la eficiencia marginal del capital?

Es la tasa de rendimiento esperada de una nueva inversión.


En Keynes la eficiencia marginal del capital esta asociada a
las expectativas del empresario, resultando afectada por fac-
tores subjetivos. A la hora de formar sus expectativas los em-
presarios se basan en consideraciones que dependen no sólo
de los pronósticos más probables que puedan realizar, sino de
la confianza e incluso de impulsos temperamentales propios
de una naturaleza humana amante del riesgo. «Si los animal
spirits se enfrían y el optimismo espontáneo vacila, dejando
como única base de sustentación la previsión matemática, la
empresa se marchita y muere»46 .

Por esto, para Keynes resulta muy difícil animar a los indivi-
duos a que inviertan y lo hagan racionalmente.

La otra forma de estimular la demanda pasa por disminuir la


tasa de interés, pero esta se determina en el mercado de di-

46
«...las decisiones humanas que afectan al futuro, ya sean personales,
políticas o económicas, no pueden depender de la expectativa matemáti-
ca estricta, desde el momento que las bases para realizar semejante
cálculo no existen; y es nuestra inclinación natural a la actividad la que
hace girar las ruedas escogiendo nuestro ser racional entre las diversas
alternativas lo mejor que puede, calculando cuando hay oportunidad pero
con frecuencia hallando el motivo en el capricho, el sentimentalismo o
azar…»

208
Macro para todos

nero o monetario y Keynes manifiesta con toda claridad su


escepticismo sobre las posibilidades y el éxito de acometer
una política puramente monetaria dirigida a influir sobre la
tasa de interés.

En consecuencia, la insuficiencia de la inversión privada y con


ella la de demanda agregada es una realidad que no se puede
evitar. De allí la necesidad de un rol activo del Estado para
superar las crisis y de un shock externo que vuelva la econo-
mía a su senda de crecimiento.

La concepción neoclásica

En la segunda mitad del siglo 19 cobra forma una corriente de


pensamiento económico, marginalistas o neoclásicos, que
comparte con los clásicos su confianza en el mercado pero
que se diferencia, principalmente, en el aspecto referido a la
teoría del valor47.

El precio de todas las cosas es un resultado del equilibrio en-


tre su oferta y su demanda y son las conductas de los produc-
tores y los consumidores, tratando de maximizar sus benefi-
cios y su utilidad, las que conducen a una situación de equili-
brio general. Los principales aportes de esta escuela incluyen
los conceptos de coste de oportunidad, coste marginal, utili-
dad marginal y equilibrio general, que siguen siendo hoy el
cuerpo principal de los manuales de economía.

Para los neoclásicos el sistema tiende siempre al equilibrio de


pleno empleo y la desocupación laboral debe ser considerada
voluntaria, ya que en mercados flexibles y no regulados sólo
estará desocupado el oferente de fuerza de trabajo que pre-
47
Tres economistas inician esta corriente: Carl Menger, en Viena, fundador
de la Escuela Austriaca; Leon Walras, creador de la Escuela de Lausana
y William Jevons. La primera gran síntesis de la ciencia económica, en-
globando las doctrinas de los clásicos y las marginalistas, la realiza el
economista Alfred Marshall (1842-1924) en su libro “Principios de Econo-
mía” (1890), considerado el primer manual moderno de Economía.

209
Alberto Pontoni

tenda un salario mayor al que determina el mercado. En con-


secuencia, el desempleo existente no es responsabilidad del
mercado sino de quienes se ofrecen por fuera de las condi-
ciones determinadas por el mismo.

De allí que al desencadenarse la profunda crisis de la década


de 1930 los economistas ortodoxos la consideraran sólo una
perturbación de carácter temporal que se lograría superar por
medio de una reducción de los salarios, estimulando de esta
forma el ahorro y las ganancias empresariales, dando lugar a
nuevas inversiones y el incremento de la producción. El fraca-
so en el diagnóstico y terapia de la crisis y las nuevas pro-
puestas keynesianas remecieron seriamente esos postulados.

Uno de los modelos más conocidos de la escuela neoclásica


acerca de la relación entre ahorro, acumulación de capital y
crecimiento es el desarrollado por Solow a fines de los años
cincuenta.

Para Solow el crecimiento depende, en una primera etapa, de


la mayor disponibilidad de capital por trabajador, que llevará a
aumentar el producto por persona. Pero llegado a un cierto
punto la fuente de mejora del nivel de vida reside en factores
distintos a la mera acumulación de capital, que pueden ser
englobados como progreso tecnológico (en la literatura eco-
nómica el "residuo de Solow"). El origen del progreso tecnoló-
gico no es tratado explícitamente y se asume que es una va-
riable determinada fuera del modelo de aquí el calificativo de
modelo de crecimiento exógeno.

A fines de los 80 surgieron revisiones al modelo de Solow


dando lugar a las teorías del crecimiento endógeno, que reva-
lorizaron el aporte al crecimiento económico de las inversio-
nes en capital humano, que comprende el conocimiento y des-
treza de la mano de obra y en investigación (I&D). La innova-
ción tecnológica comienza a ser considerada como un factor
determinado dentro de la economía y no como un "maná" caí-
do del cielo.
210
Macro para todos

El énfasis en el empresario

Para algunos autores la clave del proceso de crecimiento


económico se encuentra, antes que en aspectos objetivos, en
la conducta de lo que consideran el principal agente de cam-
bio: el empresario. Schumpeter48 fue el más claro precursor de
esta línea de pensamiento, retomada en algunas interpreta-
ciones de las recientes teorías del crecimiento endógeno. Este
autor tiene una visión optimista del futuro, fundada en una
visión darwiniana del proceso de desarrollo.

Para Schumpeter la competencia que genera el sistema capi-


talista sólo permite la supervivencia de los empresarios más
eficientes, que son aquellos mejor adaptados para innovar en
los procesos productivos. Es la lucha para superar a los com-
petidores lo que provoca las “oleadas de innovación” que im-
pulsan el crecimiento económico. De allí, que para Schumpe-
ter “empresario” es quien pone en marcha nuevas combina-
ciones de factores productivos, a diferencia del simple admi-
nistrador, que sólo toma decisiones de rutina.

Desde este aspecto el sistema capitalista sería estable por sí


mismo y podría perdurar indefinidamente. Sin embargo, la
creciente injerencia del Estado en la economía podría frenar la
dinámica de este proceso e, incluso, conducir a la decadencia
del capitalismo.

Un enfoque similar, orientado a las características particulares


del individuo como motor del desarrollo, se encuentra en We-

48
Joseph Schumpeter (1883-1950), economista austriaco. Se destacó por
sus investigaciones sobre el ciclo económico y sus teorías sobre la impor-
tancia vital del empresario en los negocios. Sus principales obras son:
“Teoría del desenvolvimiento económico” (1912) y “Capitalismo, socialis-
mo y democracia”.

211
Alberto Pontoni

ber49. Para este autor el protestantismo y el judaísmo, a dife-


rencia de lo que se observa entre católicos y musulmanes,
favorecen en el individuo la aparición de una actitud positiva
hacia el trabajo y el ahorro, que denomina frugalidad, que crea
mejores condiciones para impulsar el crecimiento económico.

La visión dependentista

La irrupción del socialismo en el campo de las ideas inició una


corriente de serio cuestionamiento del automatismo de las
fuerzas del mercado y el optimismo de las escuelas ortodoxas
respecto al derrame de los beneficios del crecimiento a través
de las ventajas comparativas y la especialización internacio-
nal. Profundizando en esta línea de pensamiento algunos au-
tores señalaron que el libre juego de las fuerzas del mercado
tiende a aumentar, más que a disminuir, las desigualdades
regionales50.

A la luz de estos planteamientos irrumpieron distintas pro-


puestas (centro-periferia, polos de crecimiento, colonialismo
interno, comercio desigual), en las que la divergencia aparecía
como congénita a la transmisión interregional del crecimiento
en una situación regida por el libre juego de las fuerzas del
mercado y que suponían posible avanzar hacia el desarrollo
mediante la planificación bajo la conducción del Estado.

Bajo la denominación de “teorías de la dependencia” suelen


englobarse los análisis que encuentran en la asimétrica rela-
ción entre regiones los obstáculos para el despegue de los
países más atrasados. La matriz de esta concepción es toma-
da de la relación metrópoli-colonia que caracterizó la ocupa-

49
Max Weber (1864-1920) economista, político y sociólogo alemán. Su obra
más conocida es “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” (1903).
50
Entre estos destacan Perroux, Myrdal, Hirschman y Kaldor. Desde la
concepción marxista fue Hilferding quien caracterizó, a principios del siglo
20, el fenómeno del llamado nuevo imperialismo.

212
Macro para todos

ción de territorios de ultramar por parte de las principales po-


tencias europeas entre los siglos 16 y 19. La principal conclu-
sión es que, al igual que en el pasado colonial, las empresas
transnacionales y el comercio internacional no son instrumen-
tos útiles para el desarrollo ya que generan estructuras eco-
nómicas desequilibradas, debido al predominio de un sistema
de producción primario-exportador.

Uno de los precursores de esta corriente de pensamiento fue


Prebisch51, con la teoría del deterioro de los términos del in-
tercambio, que cuestiona la idea clásica de que el comercio
internacional beneficia a todos los participantes (teoría de las
ventajas comparativas. El análisis considera que los países
del tercer mundo se han convertido en productores-
exportadores de materias primas y consumidores-
importadores de productos industrializados en una relación de
"centro-periferia" con sus metrópolis. Esta dependencia eco-
nómica les resulta perjudicial porque los precios de los bienes
primarios tienden a retrasarse respecto de los manufactura-
dos, ampliando la brecha con los países del primer mundo.

Para corregir esta situación Prebisch considera necesario, por


un lado, promover la industrialización de los países más atra-
sados utilizando instrumentos de protección, por otro, remo-
ver los obstáculos a la comercialización de productos prima-
rios y, finalmente ampliar los mercados emergentes a través
de la promoción de mecanismos de integración regional.

Como consecuencia de estas ideas, los países latinoamerica-


nos aplicaron, en las décadas del 50 y del 60, estrategias de

51
Raúl Prebisch (1901-1986), economista argentino. Fue Secretario Gene-
ral de la CEPAL y de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Co-
mercio y Desarrollo (UNCTAD). Se le considera el fundador de la escuela
del "estructuralismo latinoamericano".

213
Alberto Pontoni

desarrollo basadas en el proteccionismo comercial y la susti-


tución de las importaciones52.

En el plano internacional las ideas de Prebisch cristalizaron en


la creación en 1964 de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), a través de la cuál
los países mas desarrollados reconocían explícitamente la
necesidad de corregir las asimetrías que caracterizaban al
sistema económico internacional. Los compromisos en mate-
ria de flujos de asistencia oficial y de trato diferenciado en ma-
teria comercial para los países en desarrollo, fueron algunos
de los resultados parciales del esfuerzo por construir un "nue-
vo orden económico internacional".

Sin embargo, esa visión fue posteriormente sustituida por un


paradigma alternativo ("nivelación del campo de juego") según
el cual el objetivo básico en el reordenamiento de la economía
internacional debe ser garantizar el funcionamiento eficiente
de las libres fuerzas del mercado, con énfasis en el eventual
desmonte del proteccionismo de los países industrializados en
sectores sensibles.

Otra consecuencia de esta visión son los logros en materia de


integración regional, entre los que destaca el MERCOSUR.

POLÍTICAS Y CASOS EXITOSOS

A continuación se pasará revista a lo sucedido en algunos


países seleccionados y sus interpretaciones.

El éxito del Este Asiático

Numerosos estudios han abordado el denominado “milagro”


económico del Este asiático, protagonizado por un grupo de

52
Estas políticas se revirtieron en los 70 al hacer irrupción dictaduras milita-
res inspiradas en concepciones neoliberales que ponían el acento del
desarrollo en la apertura comercial y la atracción de inversiones externas.

214
Macro para todos

países que a partir de mediados de la década del 60 logró


crecer de forma sostenida a tasas superiores al 6% anual (lo
cual implica duplicar el producto bruto interno cada 12 años)53.

De hecho, el éxito alcanzado en esos países se fundó en una


combinación de factores, en especial la elevada tasa de aho-
rro junto a los altos niveles de acumulación de capital hu-
mano, dentro de un contexto de estabilidad y de orientación al
mercado pero con activa intervención estatal.

Para Stiglitz54, cuyo trabajo es una de las mayores contribu-


ciones a la comprensión de dicho fenómeno, la experiencia de
estos países supera los dos paradigmas dominantes en la
teoría del desarrollo (uno centrado en los mercados y el otro
en el Estado) y obliga a preguntarse ya no si el Estado debe
cumplir algún papel en el proceso de desarrollo, sino de qué
manera puede desempeñarlo con mayor eficacia.

En el Este asiático, a diferencia de lo sucedido en la ex Unión


Soviética y en los países en desarrollo que confiaron en la
planificación y cayeron en el error de querer corregir las fallas
del mercado reemplazándolo, el papel del Estado se limitó a
crear mercados cuando no existían y lograr mayor eficacia en
los ya existentes, en el marco de un clima de estabilidad polí-
tica y económica apto para la inversión privada.

En vez de reemplazar a los mercados estos gobiernos los


promovieron y sus intervenciones mantuvieron un cuidadoso
53
Los países a los que suele hacerse referencia son: Hong Kong, Indone-
sia, Japón, Corea, Malasia, Singapur, Taiwán y Tailandia. Entre ellos exis-
te gran heterogeneidad. Algunos, como Singapur y Hong Kong, son pe-
queñas ciudades-estados mientras otros son de gran tamaño. Unos pre-
sentan una homogeneidad racial y cultural, en tanto que otros, como Ma-
lasia, son culturalmente heterogéneos.
54
Joseph Stiglitz, economista norteamericano, profesor de la Universidad de
Columbia. Las citas del Prof. Stiglitz son adaptación del articulo “Algunas
enseñanzas del milagro del este asiático” publicado en Desarrollo Eco-
nómico, de octubre-diciembre 1997.

215
Alberto Pontoni

equilibrio, ya que si resultaban exageradas podían suprimir al


mercado. De allí, que el verdadero desafío es identificar los
rasgos que facilitaron esa notable transformación económica y
el papel jugado por el Estado en la movilización del ahorro y
su canalización en inversiones eficientes, que permitieron re-
ducir velozmente la brecha tecnológica y extender ampliamen-
te sus beneficios entre la población.

La experiencia de estos países dio por tierra con las teorías


que pregonaban que un crecimiento rápido estaba asociado a
altos grados de desigualdad. Es más, demostró que las políti-
cas promotoras de una mayor igualdad contribuyeron al nota-
ble crecimiento de estos países.

La estrategia de estos países se caracterizó por su orientación


pro-industrial y pro-exportadora. Para el logro de este propó-
sito el Estado se embarcó en la realización de fuertes inver-
siones en obras de infraestructura, principalmente en transporte
y energía, y el establecimiento de condiciones atractivas para la
radicación de empresas extranjeras.

Entre las políticas implementadas destacaron::

1. Fomento industrial. La mayoría de estos países persiguió


tres objetivos comunes: desarrollar capacidades tecnológicas,
promover las exportaciones y crear la capacidad instalada
necesaria para fabricar una gama de bienes intermedios. Los
instrumentos utilizados fueron, principalmente el aliento de la
inversión en ciertas áreas (elegir ganadores), amplia recepti-
vidad de inversión extranjera directa y el aliento a la capacita-
ción científica y técnica de los trabajadores.

2. Estimulo de la cooperación. Una característica del éxito de


Japón y otras naciones del Este asiático residió en el fomento
de la cooperación entre el Estado y las empresas, entre los
trabajadores y los empleadores y entre las pequeñas y gran-
des empresas. Los beneficios de la cooperación se basan en

216
Macro para todos

la percepción de que su rendimiento futuro supera a la ganan-


cia inmediata derivada de la persecución del propio interés.

Entre los mecanismos que facilitaron la cooperación cumplie-


ron un papel importante los consejos de empresa de los que
participaban otras empresas competidoras y el Estado.

3. Aliento de la igualdad. Tradicionalmente, se ha sostenido


que la gran acumulación de capital necesaria para impulsar el
desarrollo sólo podría lograrse con un grado significativo de
desigualdad, simplemente porque los pobres no pueden aho-
rrar lo suficiente. Las economías del Este asiático supieron
alcanzar un rápido crecimiento sin un aumento de la desigual-
dad. De hecho, las políticas de promoción de la igualdad que
allí se adoptaron incrementaron el crecimiento. Entre los ins-
trumentos que favorecieron una mejor distribución del ingreso
se cuenta la reforma agraria en Corea, Japón y Taiwán.

También deben considerarse como estimulo de la equidad la


implementación de mecanismos de participación de los traba-
jadores en los beneficios y esquemas salariales que evitaban
fuertes desigualdades55.

4. Promoción de exportaciones. El Estado se involucró activa-


mente en la promoción de las actividades vinculadas con la
exportación, a sabiendas que la competencia internacional
genera eficiencia en las empresas.

Entre los instrumentos utilizados destacaron el acceso prefe-


rencial al crédito y divisas para el desarrollo de nuevos merca-
dos, el establecimiento de regulaciones y controles destinados
a mejorar la reputación de la producción doméstica y el otor-
gamiento de beneficios a las empresas exitosas (premiar a los
ganadores).

55
En Japón los sueldos de los principales ejecutivos no podía superar diez
veces el sueldo del trabajador peor remunerado.

217
Alberto Pontoni

¿Es la experiencia del Este asiático replicable a otros países?

Para Stiglitz, casi todos los aspectos de esa transformación


son explicables y reproducibles. Sin embargo, la realidad
muestra que muchos países que instrumentaron políticas simi-
lares a menudo cosecharon resultados más bien adversos
que favorables. Crearon bancos de desarrollo sólo para des-
cubrir luego que con ellos se encauzaban los escasos ahorros
hacia proyectos de bajo rendimiento o realizaron inversiones
que en lugar de mejorar el bienestar de la población fueron a
engrosar los bolsillos de los políticos.

El milagro del Este asiático tuvo muchos aspectos destaca-


bles: se generaron rentas que se utilizaron para fomentar el
crecimiento y no se las disipó en la apropiación ilegal de los
funcionarios. El Estado y las empresas cooperaron estrecha-
mente pero sin entrar en connivencia.

En definitiva, para Stiglitz el secreto del milagro del Este asiá-


tico residió en la concepción de gobiernos que contribuyeron a
crear mercado en lugar de intentar reemplazarlo. Esto fue po-
sible a través de altas tasas de ahorro e inversión complemen-
tadas por:
 Asignación eficiente de los recursos, con medidas desti-
nadas a reducir la corrupción;
 Políticas igualitaristas que contribuyeron a la creación de
un medio político y económico más estable y aumentaron
la productividad de la fuerza laboral.

Rodrik56 en un estudio sobre Corea y Taiwán también se pre-


gunta sobre las razones que permitieron a esos países trans-
formarse tan espectacularmente y concluye, al igual que Sti-

56
Profesor de Economía Política Internacional en Harvard. Investigador
coordinador del Grupo de los 24, del National Bureau of Economic Re-
search y del Centre for Economic Policy Research (Londres).

218
Macro para todos

glitz, reconociendo el papel activo desempeñado por los go-


biernos y en el rol de la equidad.

En su visión se relativiza la explicación tradicional respecto a


la orientación a las exportaciones y encuentra más plausible
fundar el explosivo despegue económico, por un lado, en el
boom inversionista que se produjo a principios de la década
del 60, estimulado por un buen clima de negocios y una activa
intervención pública y, por otro, en las condiciones de relati-
vamente equitativa distribución del ingreso y la riqueza. Esto
se debía tanto a la historia como a la reforma de la tenencia
de la tierra que ambos países realizaron durante los años 50.

¿Cómo ayudaba la equidad? Primero, ninguno de los dos go-


biernos tenía que vérselas con poderosos grupos de interés
industriales o terratenientes. Los gobiernos podían intervenir
eficazmente en Corea y Taiwan porque gozaban de un extra-
ordinario grado de aislamiento de los grupos de presión, y
podían ejercer liderazgo sobre ellos. Tampoco se sentían pre-
sionados por la necesidad inmediata de adoptar medidas po-
pulistas o de redistribución; de manera que tenían libertad
para concentrarse en objetivos económicos.

De allí, que para Rodrik la experiencia asiática con interven-


ción estatal es, tal vez, de relevancia limitada para otros paí-
ses que enfrentan el desafío del crecimiento.

El caso de Irlanda

A fines de la década del 80 Irlanda era un país estancado, con


una pesada deuda pública (160 por ciento del PBI) y una tasa
de desempleo superior al 15%. Un par de décadas después
se había convertido en una de las más prosperas economías
de Europa, pleno empleo y una relación deuda/PBI inferior al
40%. Ese salto fue consecuencia de un proceso sostenido de
crecimiento, a tasas del 9% anual, que llevó a triplicar su PBI.

219
Alberto Pontoni

¿Cómo pudo uno de los países más pobres de Europa y tradi-


cional expulsor de población realizar esta transformación?
Hay dos líneas de interpretación que intentan explicar este
fenómeno.

Una, de sesgo economicista, pone el énfasis en el sector ex-


terno y las inversiones extranjeras (IED), especialmente de
Estados Unidos, que actualmente proporcionan casi el 50%
del empleo industrial. Desde este punto de vista, el motor de
esta economía son las exportaciones, que durante la década
pasada crecieron a una tasa promedio superior al 12% anual,
que implica duplicar su valor cada 6 años. Asimismo, se des-
taca que ese comportamiento fue factible debido al ingreso
masivo de IED orientadas a sectores de alta tecnología (high-
tech) como electrónica, software, químicos y farmacéuticos.
Justamente, estos cuatro sectores representan las tres cuar-
tas partes del total exportado.

Otra, más integral y sin desconocer lo anterior, destaca como


sustancial el rol que ha venido cumpliendo el Estado en dife-
rentes aspectos, institucionales, económicos y sociales. Fue-
ron estas acciones las que llevaron a la consolidación de un
modelo de crecimiento exitoso e integrador. En este sentido,
la afluencia de inversión extranjera fue una pero no la única
de las consecuencias de ese comportamiento.

A continuación se pasa una rápida revista de las principales


acciones desplegadas por el gobierno que contribuyeron a
alcanzar esos resultados.

Selección de objetivos. Dos décadas atrás el gobierno identifi-


có a los sectores de high-tech y ciertos servicios, como cuida-
do de la salud (healthcare) y telemarketing, como objetivos
prioritarios de desarrollo, por su capacidad de proporcionar
divisas y empleo.

En este campo, Irlanda hizo lo mismo que años antes hicieron


los países exitosos del sudeste asiático: identificar sectores en
220
Macro para todos

que el país podría llegar a destacarse internacionalmente en


función de sus posibilidades y desarrollo de ventajas competi-
tivas, para luego concentrarse en su promoción y atracción de
las inversiones necesarias, nacionales o extranjeras.

La promoción sectorial y la captación de inversiones privadas


requieren tanto de un clima favorable de previsibilidad como
de estímulos particulares. El ser miembro de la Unión Europea
le otorgaba a Irlanda las ventajas propias del acceso a un
mercado de 400 millones de consumidores, así como restric-
ciones en la utilización de subsidios e instrumentos de política
crediticia y cambiaria (a partir de su incorporación a la unión
monetaria perdió toda posibilidad de manejo del tipo de cam-
bio y tasa de interés), sumado a la necesidad de desenvolver-
se en el marco del modelo europeo de seguridad social.

El desafío de Irlanda fue, justamente, alcanzar ese crecimien-


to espectacular a partir de las restricciones que enfrentaba.

Acuerdo social. El acuerdo entre empleadores, sindicatos y


gobierno se ha convertido en la herramienta sustancial de
planificación utilizada por Irlanda. El consenso de los principa-
les actores sociales le ha permitido brindar previsibilidad y
estabilidad a sus decisiones económicas y encontrar las solu-
ciones adecuadas para resolver los desafíos de cada coyuntu-
ra. A partir de 1987, en que se recurrió al acuerdo social para
superar la seria crisis económica del momento, cada tres años
se negocian programas tripartitos que establecen parámetros
de política fiscal, económica y social.

En términos generales, los primeros dos programas estuvie-


ron dirigidos a controlar la grave crisis económica. Los dos
siguientes se concentraron en diseñar un rumbo hacia la re-
cuperación y prosperidad en el marco de la integración euro-
pea. Los dos más recientes fueron negociados dentro de un
contexto de crecimiento económico excepcional y un mercado
laboral ajustado. Su objetivo ha sido extender el alcance del
acuerdo social a fin de abarcar la cooperación entre empresas
221
Alberto Pontoni

y sindicatos, para modernizar la manera en que se brindan los


servicios públicos y reorientar la capacitación laboral.

Un tema central de los programas tripartitos son los aumentos


salariales y mejoras de competitividad. La importancia del
mercado laboral y de los regímenes de relaciones industriales
resulta un factor clave para preservar la competitividad en el
rígido marco de la Unión Europea. De allí, que el acuerdo so-
cial se haya extendido al nivel de los lugares de trabajo, esta-
bleciendo un mecanismo más directo de negociación.

Mediante estos programas los empleadores y trabajadores se


han ido convirtiendo en los elementos centrales de la planifi-
cación económica y social del país. El incremento de producti-
vidad de la economía en su conjunto y la reducción de la con-
flictividad social son claros indicadores de la eficiencia de este
instrumento de planificación que incorpora a los trabajadores
al ámbito de decisión de las empresas.

Capacitación. Por otro lado, el país ha hecho una fuerte inver-


sión destinada a la mejora de su sistema educativo, conside-
rado uno de los más adelantados de Europa, que le permitió
elevar la calidad de sus recursos humanos. Quienes deciden
invertir en Irlanda saben que podrán disponer de profesiona-
les, técnicos y mano de obra calificada y competente para la
realización de sus emprendimientos.

El caso del Véneto

El Véneto es una región del nordeste de Italia con una super-


ficie de 2 millones de hectáreas y una población de 4 millones
de habitantes, cuyo eje es la legendaria Venecia. Hasta prin-
cipios de los 60 la región mostraba un importante retraso, con
un per capita inferior al promedio italiano y una población de
bajo nivel educativo dedicada a una agricultura pobre. Su
desarrollo industrial era modesto y ligado a dos polos produc-
tivos: uno, textil-lanero, que se remonta al siglo XVIII y otro,
químico-mecánico, surgido durante el periodo fascista.
222
Macro para todos

A principios de los 50 el 43% de su población activa estaba


empleada en la agricultura, un 27% en la industria, principal-
mente artesanos autónomos, y el restante 30% en el comer-
cio. La agricultura entró en crisis y produjo una fuerte expul-
sión de mano de obra, que debió migrar en busca de trabajo.
Durante una década abandonaron la región unos 40.000 (¡un
10% de la población!) emigrantes por año, situación parcial-
mente compensada por la alta natalidad local. Este fenómeno,
traumático desde el punto de vista social y cultural, evitó el
mayor empobrecimiento de la región al generar transferencias
y aliviar el desempleo.

Cuatro décadas después, el cuadro se había revertido y el


Véneto logro transformarse en una de las regiones más pros-
peras e industrializadas de Europa con un per capita similar al
de Holanda, 20% superior al promedio de Italia y la UE. Otra
forma de describir esta evolución es considerar el ingreso me-
dio del Véneto, que se triplicó respecto de los del 60. Por otro
lado, el producto regional pasó del 5% al 15% del PBI italiano.

¿Cuáles fueron las razones de este exitoso y acelerado mode-


lo de desarrollo regional?

En primer lugar hay que señalar que la política de integración


europea que se consolida en la década del 60 sirvió de tram-
polín para el despegue de la región. La pertenencia al llamado
Arco Alpino, la macro región más rica y dinámica de Europa,
le permitió aprovechar el impulso del proceso de integración
para estimular un fuerte desarrollo industrial.

Es en ese marco que se produce la exitosa conjugación de


tecnología avanzada y producción de alta calidad orientada a
mercados exigentes. Entre los factores de éxito destacaron:

Especialización territorial. La peculiar producción industrial y la


localización geográfica de antiguos centros artesanales de la
región dieron por resultado la conformación de clusters o dis-
223
Alberto Pontoni

tritos industriales. El desarrollo de los distritos se vio facilitado


por el surgimiento de producciones personalizadas y a pedido
en que se privilegia la relación estrecha con el cliente y la es-
pecialización. En la región se desarrollaron 15 distritos, con al
menos 10.000 empresas y 150.000 empleados ocupados en
actividades especializadas. Más de la mitad de la producción
de los distritos se exporta y esto explica que el Véneto sea la
región de Italia que más exporta (1/3 de su PBI) y que más
avanzó en este terreno. Las exportaciones son de alto valor
agregado y, en su mayoría, destinadas a países ricos. En al-
gunos rubros las marcas de la región ocupan puestos de van-
guardia mundial, como en calzado deportivo y de mujer, ante-
ojos, muebles de estilo y artículos de punto.

Nichos de calidad. Una de las particularidades de la nueva


industrialización fue la especialización regional en sectores
vinculados a la moda (vestimenta, pieles, calzado, joyas, an-
teojos) y el hogar (muebles, cocinas, mármol), utilizando tec-
nologías de avanzada y alta calidad de producción, lo que
facilitó su colocación en mercados de altos ingresos. La meta-
lurgia y la química, sectores habitualmente considerados de
punta en los procesos de industrialización, no participaron de
este despegue. Posteriormente se sumó a este proceso la
industria mecánica, con producciones de tecnología igualmen-
te sofisticada (maquinas industriales, eléctricas y de precisión,
entre otras) también destinada a mercados desarrollados.

Ventaja Pyme. El bajo requerimiento de capital y la alta califi-


cación laboral requerida por este tipo de modelo industrial
facilitó el surgimiento de las pymes. Las empresas de 10 a 50
empleados tuvieron un crecimiento explosivo a costa de las
microempresas y talleres familiares, que se transformaron o
desaparecieron. A fines de los 90 la dimensión de la industria
véneta promediaba los 13 dependientes por unidad.

El caso de Finlandia

224
Macro para todos

Finlandia es un país joven (obtuvo su independencia en 1906)


y pequeño, tanto en extensión (338.000 km2 cubierto en su
mayor parte por lagos) como en población (5 millones de habi-
tantes). Sus riquezas naturales son escasas, constituyendo
los bosques su fuente principal de recursos primarios. A pesar
de ello se encuentra a la vanguardia en todo, tanto en los clá-
sicos indicadores de desarrollo humano (ingresos, equidad,
empleo, salud, educación, oportunidad de género, manteni-
miento ambiental, etc.) como en desarrollo tecnológico, com-
petitividad, ejercicio institucional y ausencia de corrupción.

A principios de la década del noventa Finlandia sufrió fuerte-


mente el colapso de la Unión Soviética, su vecino y principal
socio comercial. El sector productivo, basado en la industria
metalúrgica y de pasta de celulosa, se derrumbó arrastrando a
otros sectores. El país se frenó y el desempleo trepó al 20%.
Hoy, menos de dos décadas después, Finlandia deslumbra
como uno de los modelos más exitosos de lo que se ha dado
en llamar sociedad posindustrial, conjugando bienestar social
y modernidad económica.

¿Cómo pudo aprovechar ese país el traumatismo de una cri-


sis para realizar una mutación económica profunda que fue
mucho más allá de una mera recuperación? Esta es, justa-
mente, la particularidad del caso finlandés y aquello que más
atrae la atención de los estudiosos del desarrollo. A continua-
ción se señalan algunas explicaciones sobre las causas de
este exitoso desempeño.

En primer lugar, hay que tener en consideración que la salida


de la crisis no se produjo a través de instrumentos tradiciona-
les de auxilio en caso de naufragio económico, como son el
crédito o la devaluación. La utilización del crédito no fue posi-
ble porque el sistema financiero estaba colapsado por el alto
grado de sobreexposición crediticia al momento del estallido y,
por otro lado, los compromisos adoptados al incorporarse a la
Unión Europea le impedían devaluar.

225
Alberto Pontoni

La clave de la transformación económica de Finlandia debe


ser rastreada en la inteligente planificación y conjugación del
sector privado y público. Más precisamente, entre la adecuada
y eficiente decisión de una empresa: Nokia, y la igualmente
acertada estrategia del gobierno para convertir a Finlandia en
una "sociedad de la información".

Nokia, el gigante de las comunicaciones inalámbricas, es la


compañía más grande de Finlandia en volumen de ventas y
empleo (absorbe casi el 3% de la oferta laboral) y de gran
influencia en toda la economía. Empezó como una compañía
industrial de pasta de celulosa y papel que, a partir de su cri-
sis, se transformó exitosamente en una empresa de electróni-
cos y de desarrollo de tecnologías de información y comuni-
cación (TICs).

Por su parte, el Gobierno ha hecho mucho por convertir a Fin-


landia en una sociedad de la información a través, principal-
mente, del financiamiento de actividades de investigación y
desarrollo (I&D) y educación. Finlandia esta en el grupo de
países que más invierten en I&D (cerca del 4% del PBI) y que
mayor presupuesto asigna al apoyo de la ingeniería y la tec-
nología en las universidades. Los avances en el desarrollo de
sistemas de comunicación inalámbrica y de teléfonos celula-
res de tercera generación son, en gran medida, resultado de
la investigación del sector público y privado en estas áreas.

La preocupación del gobierno por mantener el liderazgo en


temas relacionados con las TICs es permanente. Muestra de
esta inquietud es la creación e institucionalización del Comité
para el Futuro, un colectivo de científicos, planificadores y
políticos, destinado a analizar asuntos relacionados con los
desafíos de las nuevas tecnologías y la globalización.

De la experiencia de Finlandia se desprenden importantes


claves, como son:

226
Macro para todos

Consenso y pensamiento estratégico. La cooperación entre


gobierno, empresas, gremios, y organizaciones sociales, re-
sultó un factor sustancial en la búsqueda y construcción de
opciones superadoras. Esta herramienta es una constante de
las políticas públicas en las naciones nórdicas y también se
encuentra en los cimientos del boom reciente de España e
Irlanda, institucionalizados como Pacto de la Moncloa (1977) y
Acuerdo Social (1987), respectivamente.

Distribución, competitividad y eficiencia. Una de las grandes


sorpresas de Finlandia es la excelente conjunción de competi-
tividad empresarial con fuerte carga impositiva. La clave resi-
de en el "todos ganan". Los sectores populares disfrutan los
beneficios de cobertura social, salud y educación de calidad y
las empresas sobre quienes recae la mayor carga tributaria se
benefician de esa política redistributiva en la medida que el
modelo económico siga descansando sobre la sabiduría y el
conocimiento.

China y el enfoque productivista

China constituye el fenómeno de crecimiento económico más


notable de la economía mundial de todos los tiempos. En 25
años cuadriplicó su producto (en los 90 logró duplicarlo en
sólo nueve años, lo cual implica una tasa sostenida de creci-
miento superior al 9% anual) y el cociente de exportaciones
respecto del PBI aumentó de casi cero a un 30 por ciento.

Adjudicar el desempeño de China a la mera liberalización


económica y el énfasis puesto en los incentivos privados a
partir de los 80 es confundirse, ya que China no privatizó, se
abrió paulatinamente y controló severamente la inversión en el
país.
Si fuera tan sólo cuestión de liberalizar la economía, a Améri-
ca Latina le hubiera ido mucho mejor.

Para el Prof. Rodrik, lo que distingue a la política económica


China y de otros países asiáticos, es el enfoque productivista
227
Alberto Pontoni

entendido como la perspectiva de los diseñadores de política


económica y líderes políticos de ocuparse en primer lugar de
la salud de los productores reales: las empresas, industrias y
sectores económicos.

En ese enfoque no se considera una virtud que el Estado


mantenga distancia del productor. Por el contrario, las autori-
dades interactúan intensamente con ellos: les toman el pulso,
los escuchan, responden a las necesidades planteadas y con-
ducen las políticas monetarias, cambiarias y financieras pen-
sando en el sector real (y no en las variables nominales).
Cuando hay conflicto de objetivos, las variables de ajuste no
son el empleo, el producto y la actividad real; son el tipo de
cambio y las políticas financieras consiguientes (es decir, im-
puestos a las actividades financieras y otras restricciones a
los flujos de capital). Finalmente, las autoridades no descui-
dan la estructura de producción: computer chips are not the
same as potato chips. El mejoramiento de la estructura de
producción y las capacidades tecnológicas locales no se deja
a las fuerzas del mercado. Son objetivos públicos prioritarios.

Sin duda, resulta de interés comparar este enfoque con los


principios rectores de la política económica pro-mercado im-
plementada en América Latina en el último cuarto del siglo
pasado, cuya mejor síntesis se encuentra en el enfoque pro-
mercado del Consenso de Washington57.

En el enfoque del Consenso el objetivo más importante era


liberar los mercados, ya que una vez alcanzada la estabilidad
de precios e instituidas reglas de libre comercio, las econo-
mías responderían vigorosamente. Los mercados libres adju-
dicarían los recursos escasos a sus mejores usos y cuanto
menos interfiriera el gobierno en este proceso, mejor. Las es-

57
El desempeño latinoamericano entre 1960 y 1980, antes de la aplicación
de las recetas del Consenso, fue respetable ya que la región creció a un
ritmo superior al 3% anual, similar al del Este de Asia. Luego sobrevino el
estancamiento de los 80 y el pobre desempeño de los 90 (al 1% anual).

228
Macro para todos

tructuras productivas resultantes serían eficientes y por ende


lo mejor que podía alcanzarse.

En el enfoque del Consenso política industrial era mala pala-


bra y los bancos centrales debían ser independientes y des-
preocupados de la actividad real, para evitar inflaciones futu-
ras. No podían plantearse objetivos de tipo de cambio basa-
dos en variables reales y los controles de capital eran inefica-
ces e incentivaban la corrupción.

Una diferencia importante entre este enfoque y el productivista


es que el último tiene en cuenta una cuestión fundamental del
crecimiento económico: lo que un país produce determina su
salud de largo plazo. Por ello, dar forma a la matriz productiva
se convierte en un objetivo destacado, no una cuestión se-
cundaria librada al libre juego de oferta y demanda.

¿Qué tipo de política pública es la que mejor se adapta al en-


foque productivista y permite promocionar actividades no tra-
dicionales transables internacionalmente?

La subvaluación de la moneda suele ser un instrumento muy


potente. Un tipo de cambio competitivo aumenta la rentabili-
dad de todas las actividades transables internacionalmente sin
distinción alguna y lo logra sin generar los costos fiscales ni
de corrupción que generan las políticas industriales selectivas.
Por esa razón, quizás un tipo de cambio subvaluado sea la
mejor política industrial que pueda adoptar una economía de
bajos ingresos. Es muy llamativo que casi todos los países
que crecieron rápidamente en las últimas décadas lo lograron
con tipos de cambio débiles. Los tipos de cambio sobrevalua-
dos desalientan el crecimiento y dejar flotar el tipo de cambio
para responder a los flujos financieros e inclinaciones del
mercado es, desde una posición productivista, una mala polí-
tica pública.

Por otro lado, los países disponen de un abanico de políticas


para dar forma a su estructura industrial. China utilizó estraté-
229
Alberto Pontoni

gicamente las políticas de inversión extranjera directa para


estimular capacidades domésticas en la electrónica de con-
sumo, uno de los sectores que explica la fuerte expansión de
las exportaciones chinas. Este país recibía de buen grado la
inversión extranjera en ese sector pero a menudo requirió co-
mo condición que los extranjeros se embarcaran en joint ven-
tures con empresas locales (públicas). Debido a ello, la indus-
tria de electrónica china tiene empresas locales muy fuertes
que prosperaron bajo la tutela del Estado con tecnología
transferida de sus socios extranjeros.

También en América Latina la ingerencia del Estado ha sido


un factor clave para el éxito de las exportaciones no tradicio-
nales más importantes. Ejemplo de ello son la siderurgia, la
aviación y la industria del calzado en Brasil, el cultivo del sal-
món, la vitivinicultura y la forestación en Chile, la industria au-
tomotriz y de sistemas en México. Sosteniendo estas historias
exitosas se encuentran a menudo políticas industriales, I&D
públicas, apoyo sectorial, subsidios a las exportaciones y
acuerdos arancelarios preferenciales.

Pero por encima de cualquier política pública en particular lo


más importante del fenómeno chino es la mentalidad producti-
vista que, como se señalara antes, implica ocuparse en primer
lugar de la salud de los productores reales: las empresas, in-
dustrias y sectores económicos.

LÍMITES DEL CRECIMIENTO

¿Existe un final? ¿Hay un límite al crecimiento, una barrera


imposible de atravesar? ¿Qué hay de cierto en las adverten-
cias que estamos corriendo hacia un precipicio y que debe-
mos frenar ya mismo nuestro esfuerzo de crecimiento?

El debate sobre los límites del crecimiento lleva necesaria-


mente a considerar el impacto de la expansión económica

230
Macro para todos

sobre los recursos no renovables y, principalmente, sobre el


medio ambiente.

Para algunos los nocivos efectos ambientales del actual mo-


delo de desarrollo imponen la necesidad de cambios en el
patrón de consumo y límites al crecimiento. Otros restan im-
portancia a los efectos ecológicos a gran escala y consideran
que el ingenio humano encontrará la forma de adaptarse a los
problemas que se presenten.

Las predicciones del Club de Roma

En 1970, el Club de Roma, una asociación privada compuesta


por empresarios, científicos y políticos, encargó a un grupo de
investigadores del Massachusetts Institute of Technology bajo
la dirección del profesor Dennis L. Meadows, la realización de
un estudio sobre las tendencias y los problemas económicos
que amenazaban a la sociedad global. Los resultados fueron
publicados en marzo de 1972 bajo el título "Los Límites del
Crecimiento"58.

Las perspectivas resultaron muy negativas. El estudio consi-


deraba que como consecuencia de la disminución de los re-
cursos naturales se produciría hacia el año 2000 una grave
crisis de la producción industrial y agrícola que frenaría su
evolución, afectando el proceso de crecimiento59. Para el año
2100 la producción de bienes per capita sería muy inferiores a
la existente a principios del siglo XX.

La única posibilidad de sortear la crisis pasaba por el descen-


so de la tasa de natalidad mundial y la reconversión de los
equipos de producción para lograr ahorro de energía y reducir
58
En el estudio se utilizaron las técnicas de análisis más avanzadas del
momento y se recopilaron datos sobre la evolución de un numeroso conjun-
to de variables.
59
Para la época del informe las reservas conocidas de petróleo alcanzaban
para sólo 30 años.

231
Alberto Pontoni

la contaminación. Las inversiones debían destinarse a este fin


antes que a la ampliación del stock de capital existente. Ese
frenazo brusco en el crecimiento de la población y del capital
debía producirse, inmediatamente, antes del año 1985.

Poco después de publicarse el informe del Club de Roma los


precios del petróleo y de las materias primas se dispararon y
los países occidentales se hundieron en la crisis económica
más grave y prolongada desde 1929. Muchos pensaron que
aquellas sombrías previsiones estaban a punto de cumplirse.
Fue la época del nacimiento de un gran número de organiza-
ciones ecologistas y de teorías sobre el crecimiento cero.

Pero el susto pasó. El alza de los precios del petróleo estimuló


el descubrimiento de nuevos yacimientos60. El aumento de las
reservas y ciertos cambios destinados a reducir el consumo
han hecho desaparecer el fantasma del agotamiento inmedia-
to del petróleo.

Estos hechos dieron por tierra con las predicciones del Club
de Roma y terminaron alimentando las tendencias que pro-
mueven ciegamente el crecimiento económico y restan impor-
tancia a consideraciones conservacionistas.

EL COMPROMISO AMBIENTAL

El ritmo o tipo de crecimiento económico también tiene impor-


tantes consecuencias para el medio ambiente. La preocupa-
ción por los posibles efectos negativos del crecimiento sobre
el clima y los ecosistemas ha llevado a ciertos sectores, como
partidos y organizaciones “verdes”, a considerar que las eco-
nomías nacionales son parte de una sociedad mundial y de un
sistema ecológico global que requiere ser preservado, postu-
lando limites al tipo de consumo y crecimiento, en particular
de los países mas desarrollados.

60
Para fines del siglo XX el consumo de petróleo era un 40% mayor que en
los 70 y la disponibilidad de reservas se extendía a 40 años.

232
Macro para todos

Como consecuencia de esta preocupación en la última déca-


da se han intensificado los estudios científicos y ha comenza-
do a esbozarse un compromiso internacional para salvaguar-
dar el medio ambiente de los daños provocados por la acción
del hombre.

Dentro de ese contexto destaca la labor que viene realizando


el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático (IPCC), un ente formado por científicos y delegados
de diversos gobiernos que analiza los cambios que se produ-
cen en el clima y el calentamiento global.

Los informes del IPCC tienen como destinatarios a los líderes


políticos del mundo y se presentan cada 6 años. Si bien no se
brindan recetas de acción se exhiben pruebas científicas so-
bre la evolución de esta problemática y sus consecuencias.

El tercer Informe del IPCC fue presentado en el 2007 y en su


realización participaron tres mil científicos de todo el mundo.
En los debates que se dieron durante la discusión del docu-
mento por primera vez hubo coincidencia en señalar al hom-
bre como principal responsable de los trastornos provocados
por el recalentamiento de la atmósfera61.

El Informe destaca que la Tierra demorará mil años en absor-


ber los daños al medio ambiente ya provocados por el hombre
y que de continuar los desajustes se modificarán totalmente
las condiciones climáticas. Se estima que en el transcurso del
presente siglo la temperatura media podrá aumentar hasta
4ºC y el nivel de los mares subir más de 40 centímetros62.

61
El espíritu del informe quedó reflejado en las palabras del presidente de la
CICC, el indio Rajendra Pachauri: “Este informe debe ser considerado la
piedra fundamental de una nueva conciencia. Quien no actúe después de
conocido su contenido, será un irresponsable ante la historia”.
62
Esta proyección es considerada muy conservadora por algunos críticos,
ya que hay estudios que sugieren que el aumento en los niveles de car-

233
Alberto Pontoni

Las consecuencias esperadas son la sucesión de fenómenos


atmosféricos extremos como canículas (periodos de mucho
calor), ciclones y sequías, la disminución de los recursos de
agua potable y la perdida de superficies fértiles. Esto obligará
a éxodos de decenas de millones de personas.

Entre los acuerdos logrados por los gobiernos en materia de


cambio climático destaca el Protocolo de Kyoto63. Este docu-
mento firmado en 1997 expresa el compromiso de los países
ricos en reducir en un 5% sus emisiones de gases contami-
nantes (dióxido de carbono) antes del 2012. Paradójicamente,
de los 35 países firmantes sólo Estados Unidos (responsable
de más de una cuarta parte de la contaminación mundial por
efecto invernadero) no ratificó el convenio, que rige desde
comienzos de 2005.

En lo que va del presente siglo se han realizado diferentes


reuniones internacionales para el seguimiento de las acciones
acordadas pero es poco lo que se ha avanzado.

Existe un gran debate acerca de la caducidad en 2012 del


Protocolo y los compromisos asumidos. Los países mas desa-
rrollados vienen ejerciendo una intensa campaña destinada a
lograr un nuevo “acuerdo exhaustivo” que, en lo sustancial, es
imponer compromisos a países como China, India, Brasil y
Corea del Sur, antes de imponerse nuevos objetivos de recor-
te de emisiones ellos mismos.

De acuerdo a su postura, las naciones ricas están presionan-


do principalmente a grandes países como China e India y a
otros con mayores niveles de desarrollo como Corea del Sur y

bono en la atmósfera podría elevar las temperaturas hasta unos 11º C,


con consecuencias aún más catastróficas.
63
El Protocolo de Kyoto fue consecuencia de los acuerdos alcanzados en la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(CMNUCC) suscrita en 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro

234
Macro para todos

Brasil para que también asuman compromisos frente al cam-


bio climático, entre ellos las reducciones de emisiones de ga-
ses de efecto invernadero.

Otra fuente de desacuerdo esta referida a la contribución que


deben hacer las naciones desarrolladas para paliar las conse-
cuencias del cambio climático en los países en desarrollo mas
afectados por los fenómenos naturales extremos. El cambio
climático es fundamentalmente un tema de justicia y de desa-
rrollo y los países ricos deberían reconocer su deuda ecológi-
ca y pagarla, como acto de justicia climática.

235
Alberto Pontoni

Tema de reflexión

Globalización y Desarrollo

Globalización se ha convertido en una categoría difícil de definir que,


por un lado, refiere a la descripción de una nueva realidad y, por
otro, sirve de ropaje a una vieja ideología, que enmascara el tradi-
cional propósito hegemónico de toda potencia dominante. Abrirse
ingenuamente al comercio de mercancías y capitales no equivale a
facilitar la expansión de las comunicaciones e Internet. Tampoco
deben confundirse las particularidades de la actual etapa de interna-
cionalización de la economía con el intento de imponer un modelo
cuyo principal objetivo es desarmar las iniciativas de desarrollo na-
cional.

¿A que realidades se refiere la globalización en economía? Básica-


mente, a dos fenómenos. Por un lado, el incremento del comercio
mundial de bienes y servicios, favorecido por el derrumbe de fronte-
ras políticas y el desmantelamiento de barreras a las importaciones
como consecuencia de numerosas negociaciones y acuerdos, inclu-
yendo la creación de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Por otro, el aspecto más novedoso de esta etapa, el explosivo cre-
cimiento y alta movilidad de los fondos de inversión, sumado a una
mayor apertura de los mercados de capitales.

Las transacciones mundiales de dinero y los flujos de capitales es-


peculativos se han multiplicado, contribuyendo al boom y colapso de
muchas economías. Asimismo, han acelerado y amplificado la
transmisión de las convulsiones, transformando problemas naciona-
les en crisis regionales o mundiales, como sucedió en los casos de
México, Rusia, el sudeste asiático y Argentina.

¿En qué consiste la ideología globalizadora? En tratar de demostrar


la conveniencia, particularmente para países en desarrollo, de im-
plementar políticas de “mercados abiertos”. Esto es aprovechar el
empuje que proviene de los mercados, favoreciendo las inversiones
de las corporaciones transnacionales y el ingreso de capitales.

236
Macro para todos

La traducción práctica de esta idea se expresa en el paquete de


medidas que impulsa el llamado Consenso de Washington, desta-
cando la desregulación de mercados, baja de aranceles, facilidades
al ingreso de capitales e inversiones, garantía de la propiedad inte-
lectual y patentes y el achicamiento del sector público.

Tiempo atrás, los fundamentalistas de mercado solían recurrir al


ejemplo de los tigres asiáticos, como Indonesia, Corea y Taiwan,
para demostrar las bondades de las políticas globalizadoras. Sin
embargo, dos hechos dieron por tierra con estos argumentos.

Por un lado, los trabajos del Premio Nóbel y ex economista del Ban-
co Mundial, Joseph Stiglitz, que revalorizaron otras causas y brinda-
ron otro enfoque sobre el éxito de esos países. La apertura comer-
cial fue un importante motor del crecimiento, pero el despegue se
produjo en el marco de políticas nacionales que orientaron la pro-
ducción, brindaron fuerte protección al mercado interno e impidieron
el ingreso de entidades financieras y capitales especulativos del
exterior. A su vez, cuando esos países cedieron a la presión del FMI
y levantaron sus barreras al ingreso de capitales se sucedieron una
serie de maniobras de especulación financiera que derivaron en la
crisis que asoló el sudeste asiático en 1997.

Alternativas exitosas

Frente a los desafíos de la globalización hay dos tipos de respuestas


exitosas. Una, la de aquellos países que en forma individual adopta-
ron vías autónomas y supieron aprovechar las ventajas de la mo-
dernización y globalización conteniendo sus efectos nocivos, como
son China, el sudeste asiático e Irlanda, entre otros.

Otra, la experiencia integradora de la Unión Europea, que supo


construir su propia globalización al regular bajo una misma legisla-
ción la circulación de bienes, capitales, servicios y personas.

Sin embargo, la construcción europea se concretó a través de una


política de corrección de las disparidades nacionales.

237
Alberto Pontoni

Esto permitió que en 10 años el PBI per capita de los tres países
menos prósperos de la Unión -España, Grecia y Portugal- creciera
del 68% al 80% de la media comunitaria.

Lamentablemente, no existe a escala global una capacidad similar


de construcción. Sin una estrategia correctiva la mayor apertura
económica internacional se traducirá en mayores ventajas para las
economías más prósperas y competitivas, que son las que obten-
drán un mayor provecho de las oportunidades derivadas de la am-
pliación de los mercados. Si no se introducen los necesarios meca-
nismos correctores la globalización continuará generando una agu-
dización de los desequilibrios económicos internacionales. Una clara
expresión de esta falta de voluntad niveladora es la resistencia de
las naciones desarrolladas al reclamo de los países más pobres de
abrir sus fronteras y desarmar las barreras proteccionistas que difi-
cultan el ingreso de materias primas.

La experiencia argentina

¿Fue la globalización la causa del colapso argentino? En primer


lugar, hay que señalar que la Argentina de los 90 fue uno de los
países más favorecidos por el proceso de globalización, atento la
afluencia masiva de recursos atraídos por buenas oportunidades de
negocios y la confianza suscitada por un Gobierno amigable con los
centros de poder y las transnacionales. Entre 1992 y 2000 ingresa-
ron al país más de 100 mil millones de dólares. Si se contabilizan los
egresos por intereses y utilidades, el saldo neto de los flujos finan-
cieros alcanzó a 65 mil millones de dólares.

De allí, que la responsabilidad del fracaso argentino deba ser ras-


treada, antes que en los nuevos fenómenos de la globalización, en
las políticas “bobas” implementadas y la confianza ciega depositada
en los mecanismos de mercado. A diferencia de los países exitosos,
se descuidó la defensa del mercado interno y poco se hizo para
transformar en industria la afluencia de capitales, desperdiciando
una oportunidad histórica para el desarrollo del país.

238
Macro para todos

Preguntas de fijación

1. ¿Cuáles son las principales fuentes de crecimiento económico a


la luz de los estudios realizados para EEUU?
2. ¿Qué pensaba David Ricardo sobre la posibilidad de un creci-
miento sostenido y las crisis? ¿En qué se diferencia con Say?
3. ¿Por qué se producen las crisis, según Keynes, y cuál es la
formula más adecuada para evitarlas o superarlas?
4. ¿Cómo interpretaron los neoclásicos la crisis del 30 y que rece-
tas proponían para superarla?
5. ¿Cuál ha sido el aporte de los teóricos del crecimiento endógeno
y que supuestos clásicos cuestionaron?
6. ¿Qué cuestionamientos se han hecho a las concepciones tradi-
cionales de desarrollo desde enfoques “dependentistas”?
7. Comente la posición de Prebisch y la teoría del deterioro de los
términos del intercambio.
8. Comente la experiencia del Este Asiático, según Stiglitz. ¿Qué
observaciones formula Rodrik?
9. Comente las características del desarrollo reciente de Irlanda.
10. Comente las características del desarrollo reciente de Finlandia.
11. Interprete el desarrollo Chino a la luz del enfoque productivista y
efectué una comparación con el enfoque pro-mercado del Con-
senso de Washington.
12. ¿Qué era el Club de Roma y cuales fueron las conclusiones de
los estudios realizados?
13. Comente acerca del daño medioambiental y los nuevos límites
al crecimiento

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