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Impacto de las redes socio digitales en la legitimidad de la democracia

Efrén Arellano Trejo

Septiembre de 2023

Dos de las preguntas centrales de mi tesis doctoral son: ¿cuáles son los
factores culturales, sociales, de opinión e información vinculados a la
aceptación de la democracia como la mejor forma de gobierno?; y
segunda, ¿estos factores tienen alguna relación con los niveles de
información de la población y con el uso de las redes socio digitales?
Para avanzar en las respuestas a la primera pregunta, en la
primera sección de este trabajo se ofrece una revisión de trabajos con
sustento demoscópico multinacional y se identifican cinco hipótesis para
explicar el perfil o las opiniones de la población asociadas a la aceptación
de la democracia como la mejor forma de gobierno.
Para avanzar con la segunda pregunta, en la segunda sección se
describe el impacto político que han tenidos los medios tradicionales en
la democracia, a partir de tres teorías principales, y se describen las
principales transformaciones ocasionadas por la consolidación de los
medios digitales. Con esto último, se advierte sobre las dinámicas
antidemocráticas de la posverdad y su conexión con los populismos.
En la tercera sección se describen las estrategias utilizadas en las
elecciones de Estados Unidos de 2016, que culminaron con el triunfo de
Donald Trump, las cuales muestran el uso de las redes socio digitales,
la compra ilegal de datos personales y la realización de estrategias
transnacionales que incidieron en el resultado de esa elección y con ello
impactaron negativamente en la legitimidad de la democracia.
Este documento es un avance de investigación y no ofrece
conclusiones generales. En entregas posteriores se abordarán otras
preguntas de investigación y posteriormente se extraerán las
conclusiones y se establecerán las conexiones argumentativas entre las
secciones desarrolladas.

1. Factores sociales y de opinión determinantes del apoyo a la democracia


El estudio de los niveles de aceptación de la democracia entre la ciudadanía tuvo
un impulso decisivo en 1995, con la realización de la tercera ola de la Encuesta
Mundial de Valores (véase www.worldvaluessurvey.org). Desde entonces —a partir
del trabajo de diversas universidades e instituciones— se cuenta con múltiples
indicadores de diversos países que permiten analizar la evolución de la aceptación
de la democracia, así como los factores históricos o coyunturales que explican sus
variaciones. Uno de los ejes centrales de análisis es la diferenciación entre el apoyo

1
difuso a la democracia (en función de los valores que representa) y el apoyo
específico (en función de los resultados que ofrece).
Como parte del apoyo difuso se mide, principalmente, la preferencia o
prioridad que la ciudadanía otorga a los procedimientos democráticos por encima
de las decisiones autoritarias, así como la conveniencia de mantener las libertades
individuales y la división de poderes. En tanto, como parte del apoyo específico se
mide el apoyo al régimen o gobierno en turno; la satisfacción personal con el
funcionamiento de la economía y la política; la confianza en las instituciones; y la
evaluación sobre el alcance democrático del gobierno, entre muchas otras cosas.
Como se explica a lo largo de este texto, prácticamente todos los estudios
disponibles encuentran que, para un gran sector de la ciudadanía, el apoyo a los
valores de la democracia depende del funcionamiento o de los resultados de ésta.
Es decir, cuando la economía personal y del país funcionan mal, un gran sector de
la población se muestra a favor de decisiones autoritarias o minimiza la importancia
de la división de poderes. Para fines explicativos llamaremos hipótesis 1 a esta
última afirmación.
Como parte de esta larga tradición de estudios, el Programa de la Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD), con base en la encuesta Latinobarómetro 2002,
elaboró el Índice de Apoyo a la Democracia, a partir de la pregunta central: ¿Con
cuál de las siguientes frases está usted más de acuerdo?:
a) La democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno.
b) En algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible
a uno democrático.
c) A la gente como uno, nos da lo mismo un régimen democrático que
uno no democrático.
Además, se incluyeron otras 11 preguntas vinculadas con el apoyo difuso a
la democracia, a partir de la consideración hecha por los autores, de que las
variaciones de este tipo de apoyo son menos pronunciadas que las percepciones
relacionadas con la satisfacción con el funcionamiento de las instituciones.
De acuerdo con los resultados ofrecidos por el PNUD, para el caso de México
y Centro América, 47% de la población fue ubicada en el rango de “demócrata”; 34%

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ambivalente y 20% “no demócrata”. En el cuadro 1 se pueden observar las
características sociodemográficas y de opinión que distinguen a la población según
su apoyo brindado a la democracia. Ahí se constata una asociación entre la
aceptación de la democracia como la mejor forma de gobierno y una mayor
educación y la auto percepción de que su entorno familiar o personal está bien o ga
mejorado recientemente.
Por su parte, el sector de la población “no demócrata” muestra claramente
una gran insatisfacción con los resultados de la política: considera que su problema
prioritario no está siendo atendido; que el sector al que pertenece no tiene igualdad
de oportunidades para llegar al poder; confía menos en las instituciones y los
actores políticos; y cree que los actores políticos mienten para ganar las elecciones.
Podemos validar entonces nuestra hipótesis 1.
Cuadro 1
Características de los latinoamericanos, según su apoyo a la democracia
Demócratas No demócratas Ambivalentes

Posiciones demócratas
►Prefieren la democracia ►Prefieren un régimen ►Prefieren un gobierno
ante cualquier “otra forma autoritario a uno democrático. democrático a uno autoritario.
de gobierno”
►Opinan que lograr el desarrollo ►Creen que “la democracia
►Apoyan la aplicación de del país es una meta más soluciona problemas” y que es
las reglas democráticas en importante que preservar la indispensable para el desarrollo.
la gestión de gobierno democracia.
Sobre la democracia y gobierno

incluso en épocas de
dificultades. ►Apoyarían que “un gobierno
no democrático llegue al poder si Posiciones no demócratas
►Puestos a escoger entre puede resolver los problemas.
la democracia y el ►Opinan que lograr el desarrollo
desarrollo, responden que ►Están de acuerdo con que “el del país es más importante que
prefieren la primera o que presidente deje de lado al preservar la democracia
ambas metas son Congreso y los partidos políticos
►No objetarían que un gobierno
igualmente importantes. si el país tiene serias
no democrático llegue al poder si
dificultades”.
►Se oponen a que el pudiera resolver los problemas
presidente prescinda del ►No parecen conceder mucha económicos.
Parlamento, controle los oportunidad a la solución de los
►Aceptan que en tiempos de
medios de comunicación e problemas del país dentro de la
crisis el presidente imponga el
imponga orden por la democracia, aunque se trate de
orden por la fuerza, controle los
fuerza, aun en tiempos de una democracia de tipo
medios de comunicación y
crisis. delegativo.
prescinda del Parlamento y los
partidos.

3
Demócratas No demócratas Ambivalentes

►Consideran con más


frecuencia que su problema
prioritario no se está
solucionando o que el país va
para atrás en su solución.

►Perciben que el sector político


Opiniones generales

al que pertenecen no tiene


►Los demócratas tienden igualdad de oportunidades para
a favorecer un papel más llegar al poder.
protagónico del Estado en
el desarrollo del país. ►Tienden a estar menos
satisfechos con la democracia

►Tienden a confiar menos en


las instituciones y los actores.

►Creen con más frecuencia que


el resto que los políticos mienten
con tal de ganar las elecciones.

►Mayor presencia relativa de


jóvenes.
Rasgos sociodemográficos

► Personas con educación ►Perciben haber experimentado


superior (completa o una movilidad económica
incompleta). descendente más intensa que
los otros grupos en relación con
►Han experimentado sus padres.
mayor movilidad educativa
en relación con sus padres. ►Son los que más tienden a
esperar que sus hijos tengan
una menor movilidad económica
ascendente.

Fuente: PNUD, 2004.


En 2008 los investigadores Min-hua Huang, Yu-tzung Chang y Yun-han Chu
desarrollaron un trabajo con el objetivo de “delinear y explicar las diferencias
sistemáticas encontradas entre cómo los ciudadanos evalúan sus democracias en
democracias establecidas y en desarrollo”. Para ello utilizaron los datos del
Comparative Study of Electoral Systems (CSES), recopilados en 38 países y con
encuestas levantadas entre 2001 y 2006.
Estos investigadores de la Universidad Nacional de Taiwán también se
ocuparon de la preferencia por la democracia como ideal, pues consideraron que
“esta predisposición es más duradera y menos susceptible al estrés político y
económico”. Los resultados arrojados por este trabajo también permitieron validar
nuestra hipótesis 1, pues encontraron que con el paso del tiempo, la satisfacción

4
con los resultados de la democracia refuerza la legitimidad democrática y que la
insatisfacción prolongada con el desempeño del sistema democrático
eventualmente erosionará el apoyo popular a la democracia como ideal.
Esta investigación también encontró que en la valoración de la democracia
es más importante la evaluación general de los bienes políticos sustanciales (la
libertad individual y el nivel percibido de corrupción), que la representatividad
percibida en el sistema electoral, los candidatos o los partidos. A lo cual vamos a
considerar como la hipótesis 2.
Y tal como ya lo adelantaba el estudio del PNUD, este trabajo corroboró que
“estar mejor educados, vivir en áreas urbanas o tener más ingresos fortalecerá en
gran medida la creencia de la gente en la superioridad de la democracia”. La cual
vamos a considerar nuestra hipótesis 3.
Claassen publicó en 2020 una investigación con una amplia recopilación de
datos, provenientes de mil 390 encuestas de opinión pública, representativas a nivel
nacional, recopilados por 14 proyectos en 150 países, durante un periodo de 30
años. A partir de un modelo dinámico de variable latente bayesiana, esta
investigación encuentra que el apoyo de la ciudadanía es mayor “donde la
democracia tiene una larga historia (Europa Occidental, América del Norte y
Australasia) y es menor en Asia y África del Norte, donde la herencia autoritaria es
más reciente”. Considerar la amplitud temporal de este trabajo, vamos a considerar
el efecto de la satisfacción con la democracia como la hipótesis 4.
No obstante, también se constató que el apoyo a la democracia se redujo
entre 2005 y 2015 en países como Estados Unidos y Canadá, tal como lo han
reportado otras investigaciones (Foa y Mounk 2016, 2017), lo que se puede
interpretar como “signos de desconsolidación”. Mientras en África, particularmente
en el sur, el este y el oeste, se revela una tendencia totalmente opuesta, con niveles
crecientes de apoyo democrático en 2015.
Por lo que se refiere al impacto del apoyo político, este trabajo encuentra que
“aunque los cambios en el apoyo democrático tienen un efecto pequeño a corto
plazo, este efecto se acumula a largo plazo”. Los cambios en el apoyo público a la

5
democracia continúan ejerciendo una influencia sobre los regímenes políticos
durante muchos años”.
En opinión de Claassen, el apoyo público a la democracia funciona también
como “demanda de democracia”, estimulando una mayor democratización
(hipótesis 5), aunque puede ser una demanda no atendida, pues no parece empujar
a las élites a establecer o expandir los derechos e instituciones democráticas.
Por último, esta investigación advierte que es posible que el escaso apoyo a
la democracia esté asociado al surgimiento de líderes populistas y conductas
antidemocráticos (Foa y Mounk 2016; Plattner 2017), tal como se explora para el
caso de Estados Unidos en la sección 3 de este trabajo.
En el cuadro 2 se ofrece una vista panorámica de las hipótesis encontradas
hasta ahora y que ofrecen una primera respuesta a mi pregunta de investigación,
respecto de cuáles son los factores sociales y de opinión que influyen o determinan
la aceptación de la democracia como la mejor forma de gobierno.
Cuadro 2
Hipótesis que explican la aceptación de la democracia como la mejor forma de gobierno

2
1 3
Influencia de la libertad y el
La eficiencia percibida Nivel socioeconómico y
combate a la corrupción
Cuando la economía personal educativo
Influye más la evaluación
y del país funcionan mal, un Estar mejor educados, vivir en
general de los bienes políticos
gran sector de la población se áreas urbanas o tener más
sustanciales (la libertad
muestra a favor de decisiones ingresos fortalecerá en gran
individual y el nivel percibido
autoritarias o minimiza la medida la creencia de la gente
de corrupción), que la
importancia de la división de en la superioridad de la
representatividad percibida en
poderes. democracia.
el sistema electoral.

4 5
La acumulación de la historia El apoyo público
El apoyo de la ciudadanía a la democracia es El apoyo público a la democracia funciona
mayor donde la democracia tiene una larga también como “demanda de democracia”,
historia. estimulando una mayor democratización.

2. De los medios masivos a las redes socio digitales


El estudio de la relación entre comunicación y democracia ha tenido un intenso
desarrollo teórico y empírico. Existe un amplio consenso en que la libertad de
expresión y los procesos a través de los cuales se forma la opinión de la ciudadanía,
son decisivos para hacer posible el conocimiento de los asuntos políticos y por la

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tanto la existencia de una ciudadanía capaz de vigilar a su gobierno, reconocer
méritos o fiascos en la clase política y en consecuencia ejercer un voto informado.
A contracorriente de este ideal democrático, existe un amplio consenso en
que el surgimiento de la radio y particularmente de la televisión produjo grandes
transformaciones en el funcionamiento de las democracias. Como lo señaló
Giovanni Sartori (2001), mientras predominaron los periódicos como principal medio
de información, la sociedad mantuvo cierta capacidad para mantener una opinión
pública más autónoma; sin embargo, dice el politólogo italiano, a medida que creció
la penetración de la radio y la televisión, la opinión pública se hizo más dependiente
de las corrientes de información generadas por las grandes corporaciones que
acapararon a los medios electrónicos.
Esta situación, tal como lo explica Raúl Trejo, se derivó de dos grandes
procesos: primero, los medios masivos lograron que la política asumiera sus
formatos y característica de difusión. Es decir, la ciudadanía recibe la información
política a través de mensajes breves y fragmentados, en un entorno de
entretenimiento, a través de recursos atractivos que la simplifican y la
espectacularizan. Y segundo, su capacidad para acaparar u ocupar la mayor parte
del espacio público, con lo cual se convirtieron en los principales agentes para
construir los hechos políticos y con ello ser árbitros del acceso a la existencia política
de personajes, partidos y organizaciones, legitimar o deslegitimar al sistema político,
fiscalizar y denunciar el poder en función de sus propios intereses y, con todo ello,
“fortalecer el televínculo y debilitar el vínculo partidario” (Trejo, 2005, con base en
Rojas, sin fecha).
El impacto de los medios sobre el funcionamiento de las democracias fue de
tal magnitud que surgieron diversas propuestas teóricas para describir y testear el
surgimiento de un tipo especial de democracia. En el cuadro 3 se sintetizan tres
conceptos para explicar dicha transformación, la cual alentó o acompañó el
desinterés, escaso conocimiento y desconfianza de la ciudadanía en la política; el
creciente poder de manipulación de las élites políticas y mediáticas; la erosión en la
importancia de las elecciones; y una discusión pública sin capacidad para

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representar la amplia pluralidad social ni utilidad para exponer argumentos o tomar
decisiones.
Cuadro 3
Conceptos que describen la influencia de los medios masivos de
comunicación en la democracia
Concepto/
El papel de los medios Impacto político
Fuente

• Preponderancia de los medios


sobre los organismos y los
espacios institucionales del • Desplazamiento del parlamento y
quehacer político. las asambleas locales y regionales
Mediocracia
(Trejo, 2005)

• Simbiosis entre medios y elites para realizar su labor de oposición


políticas. y de controversia política.
• Riesgo latente —como lo señalara • Capacidad de los medios para
el Consejo de Europa— de que los construir los hechos políticos y
medios lleguen a representar a la legitimar o deslegitimar al sistema
opinión pública y desplacen a las político.
instituciones educativas y
culturales.
• Debilitamiento del poder e
• Nuevas posiciones de poder para
influencia de los gobiernos.
(Crouch, 2004)
Posdemocracia

los medios.
• Paulatino decremento de la
• Una mayor sofisticación de las
importancia de los programas y la
técnicas para manipular a la
rivalidad de los partidos.
opinión pública y de los
• Reducción del interés ciudadano
mecanismos para abrir la política al
por participar en los procesos
examen público.
democráticos.
• Las decisiones se retardan y se
Democracia de audiencia (Manin, 1998)

ponen en marcha una vez que se


han aminorado o diluido las
posibilidades de reacción de la
opinión pública.
• No existe una relación directa entre
• Las elecciones, expresa en
los representantes electos y la
realidad juicios retrospectivos
opinión pública.
(implican una evaluación del
• La discusión no es utilizada como
desempeño reciente de los
un proceso para el intercambio de
partidos) y no una valoración de los
argumentos, el convencimiento y la
programas o propuestas que son
toma de decisiones, sino sólo para
más convenientes para el futuro de
justificarlas cuando éstas ya se han
una sociedad.
tomado.
• Los sistemas de representación
proporcional y las coaliciones
políticas diluyen la responsabilidad
que los representantes deberían
tener frente a sus electores.

A partir del surgimiento de las redes socio digitales se conformó un


ecosistema comunicacional donde medios tradicionales y digitales interactúan: los
mensajes de unos aparecen en las otros y viceversa. Tal como lo describe Raúl

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Trejo Delarbre (2022), las grandes corporaciones debieron adaptarse a la dinámica
e interrelaciones que las redes hicieron posible y se constituyó un escenario
modificado para el desarrollo del “proselitismo, los intentos de persuasión y, cuando
la hay, la deliberación pública de carácter político”. De manera más específica, este
pionero del estudio de Internet advierte lo siguiente:
“Las redes sociodigitales que se extendieron con gran éxito durante la
segunda década del siglo XXI, han complementado y, en ocasiones,
amplificado el poder de los medios convencionales. Con frecuencia,
también han contribuido a equilibrar ese poder, aunque de ninguna
manera garantizan que los ciudadanos adquieran en ellas una capacidad
de expresión e interlocución equiparable a la que mantienen las
corporaciones mediáticas (Trejo, 2022).

El espacio público, que anteriormente era acaparado por los medios


convencionales, ha sido enriquecido por las redes en términos de cantidad y
velocidad, pero no en términos de calidad. Como lo expresa el multicitado Raúl
Trejo, las plataformas digitales han acotado a la televisión, pero no la han
desplazado y al mismo tiempo han pauperizado los contenidos y han saturado el
entorno en detrimento tanto del rigor de la información como de la calidad
argumentativa.
En la práctica dicho ecosistema ha generado efectos políticos positivos en la
transformación de la democracia, pero también negativos. Entre los primeros se
puede mencionar, como lo señala un analista y asiduo participante de los medios,
“hoy en día, la represión gubernamental puede ser exhibida en la red y convertirse
en un arma poderosa en contra de impulsos autoritarios de cualquier gobierno”
(Curzio, 2020). Incluso, considera que buena parte de las revueltas liberadoras,
“desde Moldavia hasta las del mundo árabe, son producto de esta nueva realidad
tecnológica”.
En materia de contenidos políticos, este ecosistema mediático tiene dos
características principales: primero, la política “se entremezcla con avisos
personales, noticias de la farándula, preferencias musicales y, sobre todo, con la
expresión de innumerables estados de ánimo.” Y segundo, los mensajes “suelen
concitar el interés de aquellos que ya tienen una posición definida delante de ellos”
(Trejo, 2022). El párrafo siguiente explica la relación de estos dos fenómenos con
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el surgimiento de un concepto que está definiendo esta nueva etapa de la relación
entre comunicación y política:
La cuenta en Facebook de un candidato político es visitada
fundamentalmente por sus adherentes. A la gente le gusta encontrar
reiteraciones respecto de los temas y causas con los que simpatiza.
Cuando la información sobre asuntos públicos que reciben los usuarios
de Facebook depende de muros con cuya orientación política coinciden,
se llegan a configurar circuitos autorreferenciales en donde las noticias
falsas son tomadas como auténticas. Esa, y no la simple propagación de
mentiras que siempre ha ocurrido, es la que se ha denominado como
“posverdad” (Trejo, 2022).

En la mar de la posverdad desembocan los siguientes afluentes:


a) La conformidad acústica. Significa que a una gran parte de la
ciudadanía les agrada escuchar información y opiniones que refuercen
el propio punto de vista y tienden a sentirse incómodos o desafiados
cuando escuchan, leen o ven información que contradice algo en lo
que ellos creen. Es el rechazo a la disonancia cognitiva, que ya los
medios masivos utilizaban para definir la programación en función de
sus perfiles de audiencia (Curzio, 2021).
b) El poder de los algoritmos. Se refiere, principalmente, al uso de
algoritmos por parte de las grandes corporaciones, a fin de que los
usuarios de las redes reciban publicidad y resultados personales
relevantes (Pariser, 2017).
c) Circuitos auto referenciales. Implica que los amigos y seguidores de
nuestras redes sociales generalmente están de acuerdo con nuestros
puntos de vista y también reciben mucha de la información que me ha
enviado el logaritmo. Esto genera la sensación de que las opiniones
de cada persona tienen un gran respaldo y se recibe información a la
cual la gente es más propensa a creer (Trejo, 2022a).
d) Los prosumidores. Las empresas invitan a los ciudadanos a
participar como periodistas ciudadanos, quienes teóricamente
multiplican las versiones sobre los hechos, pero al mismo tiempo no
conocer los principios éticos del periodismo. Los agentes noticiosos,
“en su afán de exhibir un mayor número de visitas e involucramiento
de la ciudadanía, dan un gran espacio a estos relatos inmediatistas e
incidentales (Fowks, 2017).
e) El ritmo vertiginoso y omnipresente de la información. La
permanente e intensa velocidad de circulación de verdades
incompletas, actualiza y exacerba la antigua competencia por las
primicias noticiosas y elimina el tiempo y los procedimientos para
verificar la información, acentuando la banalización y
espectacularización de los hechos (Fowks, 2017).
f) La acción intencional de actores. “Quienes quieren promover o
descalificar una causa o un personaje difundiendo noticias falsas,
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pueden contratar servicios como los de etiquetación de contenidos en
Facebook para llevar esas versiones precisamente a las personas que
han mostrado interés en ellas o en puntos de vista similares” (Trejo,
2022a).

Posverdad, opinión pública y populismo


La bibliografía especializada coincide en señalar que las estrategias de
manipulación y desinformación siempre han encontrado espacio de actuación, pero
que la etapa de la posverdad ha generado un estado peculiar de la opinión pública.
Como lo señala Argemi (2017), hoy se observa como nunca antes una tendencia
marcada por el predominio de los sentimientos y la facilidad para sentirse parte de
un grupo; al mismo tiempo que “el interés común o el bien común está debilitado”
(citado por Fowks, 2017).
Esta nueva etapa también se distingue porque sus prácticas de
desinformación y manipulación tienen resultados inmediatos, lo cual no ocurría
antes con los medios impresos o analógicos. En tanto que las audiencias y los
electores, si bien nunca han ejercido cabalmente un voto informado, hoy en día
“primero eligen tribu, después adoptan los principios de esa tribu y finalmente eligen
aquellos datos que apoyan esas posiciones, despreciando todo lo demás (Ivars,
2017, citado por Fowks, 2017).
Peor aún, se ha observado el decreciente papel del discurso racional y la
disminución del sentido común. Lo anterior se manifiesta, según explica Raúl Trejo
(2022a), en una saturación de mentiras envolvente, la proliferación de teorías de la
conspiración jamás demostradas pero con nuevos y activos seguidores, así como
en el crecimiento del fundamentalismo.
Para advertir sobre los vínculos entre posverdad y cómo se desvirtúa la
democracia, la analista Katukani (2018) recordó las palabras de George Orwell,
quien señaló: “cuando la verdad es fragmentada, tan relativa, se abre un camino
para que algún líder o alguna camarilla gobernante dicten lo que se debe creer: si
el líder dice de tal evento que nunca ocurrió, bueno, pues nunca ocurrió” (citado por
Trejo, 2022a). Como se describe en la siguiente y última sección de este documento,
este augurio ha tenido tristemente múltiples manifestaciones con el resurgimiento
de los populismos, tanto de izquierda como derecha.

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3. Populismo en la era de la posverdad
Desde el ámbito de la ciencia política y de la comunicación se ha advertido el
surgimiento de múltiples gobiernos y líderes populistas, que se caracterizan por
asumir la narrativa del pueblo bueno y la élite corrupta, descartan la pluralidad y
obstruyen la deliberación, impulsan el nacionalismo y desconfían de las
instituciones, tienden conformar una sociedad de audiencias, no de ciudadanos, y
otorgan preeminencia a la propaganda sobre la realidad (Márquez Padilla, 2022, y
Trejo, 2022a).
Para algunos analistas la crisis financiera de 2008-2009 en Estados Unidos,
fue el caldo de cultivo para el fortalecimiento del populismo en Estados Unidos, que
alcanzó su máxima expresión en la figura de Donald Trump. A decir de Márquez
Padilla (2022), éste expresidente cumple sobradamente con cada una de las
características del populismo:
“Dividió a la sociedad entre nosotros, los que constituyen su base, y los
otros; usaban las redes sociales como Twitter para comunicarse
directamente con sus seguidores; creó enemigos, debilitó a las
instituciones, mostró públicamente su desconfianza en la ciencia y
descalificó a la comunidad científica, concentró el poder y la toma de
decisiones…
“En suma: no expresó ni expresa un respeto a la ley, además de ser
nacionalista y proteccionista, y no le interesa realmente el contexto
internacional.
“… minó la legitimidad de las instituciones e inició un ataque a todos los
pesos y contrapesos del sistema”.

Diversas investigaciones han documentado el uso de diversas estrategias de


manipulación por parte de los estrategas de la campaña que llevó a Donald Trump
a la presidencia de ese país en 2016.
En primer lugar, destaca la participación de la consultora Cambridge
Analytica para robar millones de perfiles de Facebook, incluyendo información
íntima y personal, para realizar una “microsegmentación”; es decir, perfiles de
personas a quienes se les haría llegar campañas oscuras para reafirmar en ellas
ciertos temores.

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Como se puede observar en el cuadro 4, dichas campañas estaban
destinadas a azuzar los temores sobre la migración, el desempleo y la inseguridad
de las mujeres jóvenes. Por último, se crearon ciento de miles de cuentas falsas
para generar comunidades de activistas, a partir de contenidos xenófobos,
supremacistas y maniqueos, que reforzaron los mensajes de la campaña de Trump.
Cuadro 4
Estrategias de manipulación de la campaña de Donald Trump, EU, 2016
Cambridge Analytica Campañas oscuras La intervención rusa

Se utilizó Big Data para


Se creó una serie de mentiras, o
hacer perfiles
fake news, que aparecieron en en Se crearon cientos de
psicográficos de la
los muros de Facebook, dirigidas miles de cuentas falsas
población y
a personas preocupadas por la en las redes sociales y
convencerla de hacer
migración, sin empleo o con con ellas generaron
determinadas cosas.
miedo de que violaran a sus hijas. páginas de información
Robó millones de
Para ello contrataron a un grupo con noticias inventadas,
perfiles en Facebook
de la ciudad de Veles, en para generar
con toda su
Macedonia, para atacar a la comunidades de
información,
entonces candidata demócrata, activistas.
incluyendo la íntima y
Hillary Clinton.
personal.
Fuente: Elaborado con base en Peirano, M. (2022) y Cea Pérez, M. (2022).

Un análisis realizado a través de la plataforma de código abierto Media Cloud,


pudo analizar los patrones de uso compartido de Facebook y Twitter, y patrones de
tema e idioma en el contenido de 1.25 millones de artículos, publicados por 25 mil
fuentes durante el transcurso de las elecciones, durante el periodo del 1 de abril de
2015 y el día de las elecciones, realizadas el 8 de noviembre de 2016 (Benkler, et.
al., 2017).
Entre sus hallazgos destaca el funcionamiento de una red de medios de
derecha anclada en torno al portal Breitbart News e integrada por Fox News, Daily
Caller, Gateway Pundit, Washington Examiner, Infowars, Conservative Treehouse y
Truthfeed.
Durante la primera etapa de la campaña, esta red se dedicó principalmente
a atacar a Jeb Bush, Marco Rubio y Fox News. Según se reporta, las cinco historias
más compartidas en las que Breitbart se refiere a Fox son historias destinadas a
deslegitimar a Fox como el árbitro central de las noticias conservadoras,
vinculándolo con la inmigración, el terrorismo, los musulmanes y la corrupción. Una

13
vez concluidas las primarias, los ataques se dirigieron a todos los demás medios
tradicionales.
Respecto a los temas abordados, se muestra que la agenda sustantiva de
Trump, muy centrada en la inmigración y los ataques directos a Hillary Clinton, llegó
a dominar las discusiones públicas, a partir de “verdades descontextualizadas,
falsedades repetidas y saltos de lógica para crear una visión fundamentalmente
engañosa del mundo”.
Las campañas de Trump, las estrategias y la tecnología utilizada son una
muestra clara de los peligros a la democracia que acechan en las redes sociales.
Lamentablemente el populismo parece un fenómeno global, con expresiones en
diversas partes del mundo, donde quizá la posverdad se erige como arma de
manipulación exitosa.

Bibliografía utilizada

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Benkler Y. Faris R. Roberts H. y Zuckerman E. (2017), “Study: Breitbart-Led Right-
Wing Media Ecosystem Altered Broader Media Agenda”, Columbia
Journalism Review, recuperado el 27 de abril de 2023,
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Cea Pérez, M. (2022). El papel de las redes sociales en las relaciones
internacionales: el caso de Cambridge Analytica en las elecciones de 2016
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Manin, Bernard (1998), Los principios del gobierno representativo, Alianza Editorial,
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14
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