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Las bacterias son microorganismos procariotas, es decir, organismos unicelulares de pocos

micrómetros de tamaño. Poseen una membrana plasmática, compuesta de lípidos y proteínas,


que encierra y protege la célula y una pared celular, que constituye la barre ra física y mecánica
que da forma a la bacteria.

Según su forma se pueden distinguir diferentes tipos de bacterias (cocos, bacilos, vibrios o
vibriones, espirilos y espiroquetas). En función de la tinción de Gram podemos clasificarlas en
bacterias Gram positivo y Gram negativo. Las bacterias Gram negativo presentan en su pared
celular endotoxinas, las cuales pueden tener efectos tóxicos en el organismo. Por otro lado, las
bacterias, en su mayoría las Gram positivo, producen y liberan exotoxinas que están asociadas a
enfermedades infecciosas, por ejemplo, la toxina botulínica y la tetanospasmina.

Solo una pequeña parte de las bacterias son patógenas para los seres humanos, sin embargo, son
una de las principales causas de enfermedades, causando infecciones como el carbunco,
brucelosis, salmonelosis, listeriosis, tos ferina, enfermedad de Lyme, tuberculosis y tétanos.

Entre las actividades profesionales más expuestas encontramos aquellas relacionadas con la
producción de alimentos, por ejemplo la fabricación de productos lácteos o el procesado y
conservación de carne y elaboración de productos cárnicos; el sector agrícola; las actividades en
las que existe contacto con animales o productos de origen animal, como la pesca y acuicultura,
los veterinarios o la producción de pieles y lana; los trabajos de asistencia sanitaria; las actividades
en unidades de eliminación de residuos; y los trabajos en instalaciones depuradoras de aguas
residuales.

Las bacterias son organismos procariotas unicelulares, que se encuentran en casi todas las partes
de la Tierra. Son vitales para los ecosistemas del planeta. Algunas especies pueden vivir en
condiciones realmente extremas de temperatura y presión. El cuerpo humano está lleno de
bacterias, de hecho se estima que contiene más bacterias que células humanas. La mayoría de
bacterias que se encuentran en el organismo no producen ningún daño, al contrario, algunas son
beneficiosas. Una cantidad relativamente pequeña de especies son las que causan enfermedades.

ARCHAE

Las arqueas y bacterias son bastante similares en tamaño y forma, aunque las arqueas tienen
formas muy inusuales, redondas, aplanadas, alargadas o filamentosas de hasta 200 µm, o incluso
pueden formar colonias filamentosas macroscópicas. A pesar de esta semejanza visual con las
bacterias, las arqueobacterias poseen genes y varias rutas metabólicas que son más cercanas a las
de los eucariotas, en especial en las enzimas implicadas en la transcripción y la traducción. Otros
aspectos de la bioquímica de las arqueobacterias son únicos, como los éteres lipídicos de sus
membranas celulares, que les confiere una resistencia muy superior, por ejemplo, a la
temperaturas elevadas. Las arqueas explotan una variedad de recursos mucho mayores que los
eucariotas, desde compuestos orgánicos comunes como los azúcares, hasta el uso de amoníaco,
azufre, iones de metales o incluso hidrógeno como nutrientes. Las arqueas tolerantes a la sal (las
halobacterias) utilizan la luz solar como fuente de energía, y otras especies de arqueas fijan
carbono. Sin embargo, a diferencia de las plantas y las cianobacterias, no se conoce ninguna
especie de arquea que sea capaz de ambas cosas. Las arqueas se reproducen asexualmente y se
dividen por fisión binaria, fragmentación o gemación; a diferencia de las bacterias y los eucariotas,
no se conoce ninguna especie de arquea que forme esporas.

Las arqueas pueden vivir en muchos hábitats y se ha estimado que podrían formar hasta el 20 %
de la biomasa de la Tierra. Inicialmente, las arqueas era consideradas todas extremóf ilas que
vivían en ambientes hostiles tales como aguas termales y lagos salados, ambientes ácidos,
alcalinos,… pero la realidad es que se encuentran arqueas en los más diversos hábitats, tales como
el suelo, océanos, pantanos y en el colon humano (arqueas mesófilas). Las arqueas son
especialmente numerosas en los océanos, y las del plancton podrían ser uno de los grupos de
organismos más abundantes del planeta. Actualmente se consideran una parte importante de la
vida en la Tierra y podrían jugar un papel importante tanto en el ciclo del carbono como en el ciclo
del nitrógeno.

Eukarya

El dominio Eukarya está formado por organismos que poseen células eucarióticas; estas células
son quizás las más complejas, tanto en términos de estructuras externas e internas, como de
procesos fisiológicos y reproductivos.

Entre todos los dominios, los miembros del dominio Eukarya definitivamente tienen el mayor
tamaño y masa corporal. Además de esto, cuentan con las siguientes características distintivas:

1. Presencia de organelos unidos a la membrana

La célula eucariótica contiene varias estructuras internas ligadas a la membrana conocidas como
organelos, cuya función consiste en llevar a cabo los procesos fisiológicos y metabólicos
importantes para la supervivencia de la célula.

Otros organelos funcionan para el apoyo y la motilidad. Tales como los filamentos intracelulares,
cilios y flagelos.

2. Presencia de un núcleo de doble membrana

A diferencia de los organismos de otro dominio, que tienen su material genético suspendido en el
citoplasma, el ADN de los organismos eucariotas se almacena en el núcleo.

El núcleo de los eucariotas está rodeado por la envoltura nuclear, una membrana doble, que tiene
poros con el fin de permitir el movimiento del ADN dentro y fuera de él.

3. La división celular es diferente

Otra característica específica de los eucariotas es que tienen un modo diferente de replicarse a sí
mismos.

En lugar de simplemente dividirse y copiar su material genético, la división celular en eucariotas


implica dos procesos: mitosis y citocinesis.

4. El modo de reproducción puede variar

Las células eucariotas tienen dos tipos de reproducción: asexual o sexual.


Durante la reproducción asexual, la célula simplemente se divide a través de la mitosis seguida de
la citocinesis. Por otro lado, también pueden reproducirse sexualmente mediante la participación
de células sexuales llamadas gametos. En este tipo de reproducción, la descendencia hereda un
cromosoma de cada uno de sus progenitores.

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