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Bajo mi control y fuera de mi control

1. Melancolía:
Si elegiste el primer árbol, es porque eres una persona que
tiende a la melancolía. A veces, te encuentras a ti mismo
diciendo “todo tiempo pasado, fue mejor”. Incluso aunque
mires la vida con optimismo, cuando miras hacia atrás no
puedes dejar de sentirte nostálgico y tienes muchas ganas de
volver a esos viejos momentos. El futuro te abruma un poco:
es inseguro. Tu gran desafío es aprender a vivir más en el
presente.

2. Entusiasmo
Si has elegido el segundo árbol, la emoción que te domina es
el entusiasmo. A ti, la vida te parece un desafío constante y
tienes muchas ganas de enfrentarlo. Te hacen ilusión los retos,
y eres una persona con gran fortaleza para lograrlos.
A veces, te dejas llevar demasiado por esa energía que
predomina en ti, y puedes tomar decisiones un poco
apresuradas. Sin embargo, nunca te falta alegrías y buen
humor, y al final, sueles lograr lo que quieres aunque debas
chocarte unas cuántas veces contra la pared.
3. Ansiedad:
Si elegiste el árbol 3, la emoción que te domina es la ansiedad. En
realidad, tu cabeza es un gran engranaje que no para de moverse.
Estás atento a todo lo que pasa a tu alrededor, te haces cargo de
las cosas y de las personas. Por eso, sueles estar preocupado y un
poco ansioso. Siempre hay alguna situación a tu alrededor sin
resolver, y a ti te cuesta vivir con ella.
Debes aprender a no cargar sobre tus hombros todas las
responsabilidades. Después de todo, sólo eres dueño de tu vida y
de tu alma: es lo único sobre lo que de verdad tienes el control.

4. Empatía
Si elegiste el último árbol, eres una persona muy empática. Todo
el tiempo te estás poniendo en el lugar del otro, y no te cuesta
tratar con las personas. Eso te vuelve, a la vez, alguien muy
cambiante: te adaptas al entorno pero a veces, eso te lleva a
perder un poco tu esencia. Eres una persona amable, buen amigo
y compañero. Pero a veces, te sientes un poco solo. Pues la
emoción que te domina es la que tiene que ver con cuidar a los
demás. Debes aprender a cuidarte un poco más a ti mismo
también. Recuerda que no debes sentarte a esperar que alguien
lo haga por ti.
Gestionando nuestras emociones

1.- Conócete

2.- Evitar el exceso de autocrítica

3.- Fíjate metas y objetivos

4.- La capacidad de posponer la recompensa.

5.- La asertividad.
Ejercicio “La Mochila”
Risoterapia

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