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TEATRO DE POSGUERRA:

La sociedad española de la posguerra se encuentra dividida entre


vencedores y vencidos. Las características de este teatro son: que está
entendido para el ocio, guarda fidelidad con las técnicas tradicionales del
teatro de Benavente, es conservador y decimonónico, es transmisor de las
ideas del régimen franquista, hay un gusto por los diálogos ingeniosos y
elaborados, y los personajes no tienen profundidad psicológica. En este
teatro encontramos dos autores importantes: Jardiel Poncela y Miguel
Mihura.

TEATRO SOCIAL:
En los 50, en España se produce un desbloqueo internacional y el final del
racionamiento, pero en las artes se mantuvo muy presente la censura. En
1945 un grupo de escritores jóvenes firmaron el manifiesto del Arte Nuevo,
donde rechazan el teatro burgués de la época, orientado a la evasión,
exaltación de la patria y ajeno a la realidad contemporánea. Pretenden
devolver al teatro la capacidad de mover conciencias, aunque fueron
ignorados por los teatros profesionales. Los autores más destacados fueron:
- Alfonso Sastre: principal representante del realismo social y el teatro de
denuncia. Algunas de sus obras fueron prohibidas en España pero se
estrenaron en otros países. En 1953 estrenó Escuadra hacia la muerte,
alegato antimilitarista y en 1954 La mordaza, que muestra la tiranía de un
padre hacia su familia y se puede intuir una metáfora al franquismo.
- Lauro Olmo: La camisa (1962) representa la vida de las clases obreras
madrileñas.
- Otros: José María Rodríguez y Méndez, José María Recuerda, Jaime
Salom, etc.

GENERACIÓN DEL 36:


La generación del 36 recoge a los escritores nacidos en la década de 1910-
20, formados en ambientes intelectuales durante la dictadura de Primo de
Rivera y la II República. Frente a la generación del 27 reivindican la
rehumanización del arte y que este se centre en los conflictos sociales
cercanos, pretendiendo una vuelta al realismo, a los conflictos sociales y
existenciales y más cercanos a las posturas regeneracionistas. Con la guerra
civil los autores quedaron divididos entre los vencedores, que apoyaban los
valores del Régimen y los vencidos, que a través de su escritura
testimoniaron la existencia del ser humano, desarraigada y solitaria. A esta
Generación pertenecen Miguel Hernández, Torrente Ballester, Rosales o
Cela. Surge también el teatro universitario que desarrollan la denuncia.
Buero Vallejo pertenece a este teatro. Este adoptará una postura intermedia
entre el teatro social y el burgués para que su obra pudiera ser asumida por
los empresarios, aunque al mismo tiempo plantease una reflexión para el
público.

OBRA DE BUERO VALLEJO:


CARACTERÍSTICAS:
La obra de Buero Vallejo se caracteriza por el uso de un lenguaje escénico
simbólico que sirve de denuncia, la ambientación sórdida y degradada, los
personajes frustrados y sin futuro, las referencias al pacto de silencio social
y el análisis de la realidad presente del espectador. TENDENCIAS: Su obra
se dividen en tres tendencias:
- Dramas de raíz costumbrita y realista con contenido social: Como
Historia de una escalera o Hoy es fiesta (1955). Se pueden ver como un
retrato de la sociedad española de la época y tienen una base costumbrista.
- Las tragedias de la época: Se emplea un personaje o episodio histórico
para analizar la realidad franquista y abordar cuestiones de la actualidad.
Algunos ejemplos son Un soñador para el pueblo (1958), Las meninas
(1960), El concierto de san Ovidio (1962), El sueño de la razón (1970) y La
denotación (1977).
- Piezas simbólicas y poéticas: Destacan En la ardiente oscuridad (1946), el
Tragaluz (1967), La fundación (1974) y Jueces en la noche (1979).

La trayectoria de Buero Vallejo se divide en 3 etapas:


- Primera: Teatro tradicional (1946-1957): El desarrollo cronológico es
lineal y el escenario tradicional. Los temas son individuales pero sin dejar
de lado lo social. Destaca Historia de una escalera (1949) y En la ardiente
oscuridad (1950).
- Segunda: Teatro histórico (1958-1968): el desarrollo cronológico pasa por
etapas de transición, el escenario se vuelve múltiple y los temas están
centrados en lo social. Destaca El tragaluz (1967) y Las meninas (1960).
- Tercera: Teatro de renovación formal (1969-1999): el desarrollo es no
lineal y los escenarios siguen siendo múltiples. Los temas son sociales y
políticos y destacan El sueño de la razón (1970) y La fundación (1974).

Los temas más frecuentes en su obra son: la esperanza, la denuncia de la


miseria económica y moral, la falta de libertad y el paso del tiempo.

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