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Fotosíntesis y respiración

La respiración es el proceso biológico mediante el cual los organismos vivos, como los seres
humanos, los animales y las plantas, obtienen energía a partir de los alimentos y liberan dióxido
de carbono como producto de desecho. Hay dos tipos principales de respiración: la respiración
aeróbica y la respiración anaeróbica.

1. Respiración aeróbica: Es el tipo de respiración más común en los organismos que


utilizan oxígeno para obtener energía. En la respiración aeróbica, la glucosa y otros
compuestos orgánicos son descompuestos en presencia de oxígeno para producir
dióxido de carbono, agua y energía en forma de adenosín trifosfato (ATP). Esta es la
forma más eficiente de obtener energía y ocurre en las células de los seres humanos y la
mayoría de los animales y plantas.

La ecuación química general de la respiración aeróbica es la siguiente:

Glucosa + Oxígeno -> Dióxido de carbono + Agua + Energía (ATP)

2. Respiración anaeróbica: En condiciones en las que el oxígeno no está disponible en


cantidades suficientes, algunos organismos pueden llevar a cabo la respiración
anaeróbica. Este proceso no requiere oxígeno y produce menos energía que la
respiración aeróbica. En la respiración anaeróbica, la glucosa se descompone
parcialmente para producir ácido láctico o etanol, dependiendo del organismo.

La ecuación química general de la respiración anaeróbica en humanos es la siguiente:

Glucosa -> Ácido láctico + Energía (ATP)

Este proceso ocurre, por ejemplo, cuando los músculos están sometidos a un esfuerzo intenso y
no pueden recibir suficiente oxígeno para realizar la respiración aeróbica.

En resumen, la respiración es un proceso esencial para los organismos vivos, ya que


proporciona la energía necesaria para el funcionamiento celular y la realización de actividades
vitales. La respiración aeróbica es la forma más común y eficiente de obtener energía, mientras
que la respiración anaeróbica es una alternativa que se produce en condiciones de bajo
suministro de oxígeno.

El ácido pirúvico es un compuesto orgánico que desempeña un papel


clave en la respiración celular. Es el producto final de la glucólisis, que
es la primera etapa de la respiración celular en la cual se degrada la
glucosa.

Después de la glucólisis, el ácido pirúvico puede seguir dos caminos


dependiendo de las condiciones y la disponibilidad de oxígeno:

1. Respiración aeróbica: Si hay suficiente oxígeno presente, el ácido


pirúvico ingresa a las mitocondrias de la célula para participar en
el ciclo de Krebs, también conocido como ciclo del ácido cítrico o
ciclo del ácido tricarboxílico. En el ciclo de Krebs, el ácido
pirúvico se descompone completamente, liberando dióxido de
carbono y generando coenzimas transportadoras como el NADH
y el FADH2. Estas coenzimas transportadoras juegan un papel
importante en la producción de energía en la fase final de la
respiración celular, conocida como fosforilación oxidativa.
2. Fermentación: En ausencia de oxígeno, el ácido pirúvico puede
someterse a fermentación para generar energía. En diferentes
tipos de fermentación, el ácido pirúvico se reduce a otros
compuestos, como el ácido láctico en la fermentación láctica, o
se convierte en etanol y dióxido de carbono en la fermentación
alcohólica.

En resumen, el ácido pirúvico es un producto importante de la


glucólisis en la respiración celular. En presencia de oxígeno, el ácido
pirúvico participa en la respiración aeróbica, mientras que en ausencia
de oxígeno, puede someterse a fermentación para obtener energía.
Estos procesos son esenciales para la producción de energía en las
células y para mantener el metabolismo celular en diversas
condiciones.

La respiración celular es el proceso metabólico que ocurre en las células de los organismos
vivos para obtener energía a partir de los nutrientes. Este proceso se basa en la respiración
aeróbica, que utiliza oxígeno para descomponer la glucosa y otros compuestos orgánicos,
liberando energía en forma de adenosín trifosfato (ATP). La respiración celular consta de tres
etapas principales: glucólisis, ciclo de Krebs y fosforilación oxidativa.

1. Glucólisis: La glucólisis es la primera etapa de la respiración celular y ocurre en el


citoplasma de la célula. En esta etapa, una molécula de glucosa, que es un azúcar de seis
carbonos, se descompone en dos moléculas de piruvato de tres carbonos. Durante este
proceso, se generan pequeñas cantidades de ATP y se producen electrones y coenzimas
transportadores, como el NADH.
2. Ciclo de Krebs: También conocido como el ciclo del ácido cítrico o ciclo del ácido
tricarboxílico, esta etapa ocurre en la mitocondria de la célula. El piruvato producido en
la glucólisis se descompone aún más y se convierte en acetil-CoA, que ingresa al ciclo
de Krebs. En esta etapa, el acetil-CoA se oxida completamente, liberando dióxido de
carbono y generando coenzimas transportadoras adicionales, como el NADH y el
FADH2. Además, se produce una pequeña cantidad de ATP.
3. Fosforilación oxidativa: Esta etapa es la principal generadora de ATP y ocurre en la
membrana mitocondrial interna. Los electrones transportados por el NADH y el
FADH2 generados en las etapas anteriores se utilizan en una cadena de transporte de
electrones. A medida que los electrones pasan a través de la cadena, se establece un
gradiente de protones a través de la membrana mitocondrial interna. Luego, los
protones fluyen de regreso a través de la membrana a través de una enzima llamada
ATP sintasa, lo que genera ATP a partir de adenosín difosfato (ADP) y fosfato
inorgánico (Pi). En este proceso, el oxígeno actúa como aceptor final de electrones y se
reduce a agua.

En resumen, la respiración celular es un proceso esencial para la generación de energía en las


células. A través de la glucólisis, el ciclo de Krebs y la fosforilación oxidativa, los organismos
pueden aprovechar la energía almacenada en los nutrientes para sintetizar ATP, que es utilizado
como fuente de energía para todas las actividades celulares.
La fotosíntesis es un proceso biológico en el cual los organismos fotosintéticos, como las
plantas, las algas y algunas bacterias, utilizan la energía de la luz solar para convertir el dióxido
de carbono (CO2) y el agua (H2O) en glucosa y oxígeno. Es un proceso esencial para la vida en
la Tierra, ya que las plantas son los principales productores de alimentos y oxígeno.

La fotosíntesis puede dividirse en dos etapas principales: la fase luminosa y la fase oscura (ciclo
de Calvin). A continuación, se describen brevemente ambas etapas:

1. Fase luminosa: También conocida como la reacción dependiente de la luz, esta etapa
ocurre en los tilacoides de los cloroplastos. Durante esta fase, la luz solar es captada por
pigmentos como la clorofila, que se encuentran en los cloroplastos. La energía de la luz
se utiliza para excitar los electrones en los pigmentos, generando así una cadena de
transporte de electrones. A medida que los electrones se mueven a través de esta
cadena, se produce energía en forma de adenosín trifosfato (ATP) y se generan
moléculas transportadoras de electrones reducidas, como el NADPH.
2. Fase oscura (ciclo de Calvin): También conocida como la reacción independiente de la
luz o la fijación del carbono, esta etapa ocurre en el estroma de los cloroplastos. En esta
fase, el dióxido de carbono atmosférico se utiliza para sintetizar moléculas de glucosa a
través de un conjunto de reacciones bioquímicas llamado ciclo de Calvin. Las
moléculas de ATP y NADPH generadas en la fase luminosa se utilizan como fuentes de
energía para impulsar estas reacciones y convertir el dióxido de carbono en glucosa.

En resumen, la fotosíntesis es un proceso vital que permite a los organismos fotosintéticos


utilizar la energía solar para producir glucosa y oxígeno a partir del dióxido de carbono y el
agua. Además de ser esencial para la producción de alimentos y oxígeno en la biosfera, la
fotosíntesis también desempeña un papel importante en la regulación del ciclo del carbono y en
la reducción de los niveles de dióxido de carbono atmosférico, contribuyendo así a la mitigación
del cambio climático.
Diversidad de la vida
Eubacterias, protistas y hongos

La diversidad de la vida se refiere a la amplia variedad de formas de


vida que existen en nuestro planeta, incluyendo todas las especies de
plantas, animales, hongos, bacterias y otros organismos. Esta
diversidad se manifiesta en la gran cantidad de especies diferentes, así
como en las diferencias genéticas, morfológicas, fisiológicas y
ecológicas entre ellas.

La diversidad de la vida es fundamental para el funcionamiento y


equilibrio de los ecosistemas. Cada especie desempeña un papel único
y tiene una función específica en su hábitat, contribuyendo a la
estabilidad y sostenibilidad de los ecosistemas. La diversidad biológica
también proporciona una serie de beneficios y servicios ecosistémicos,
como la producción de alimentos, la regulación del clima, la
purificación del agua, la polinización de cultivos y la prevención de
enfermedades.

Existen diferentes niveles de diversidad biológica, que incluyen:

1. Diversidad de especies: Se refiere a la cantidad de diferentes


especies presentes en un área o en la Tierra en su conjunto. Cada
especie representa una forma única de vida con características
específicas.
2. Diversidad genética: Se refiere a la variabilidad genética dentro
de una especie. Esto incluye las diferencias en el ADN y los genes
que determinan las características individuales y la adaptación de
una especie a su entorno.
3. Diversidad de ecosistemas: Se refiere a la variedad de hábitats y
ecosistemas presentes en un área determinada. Cada ecosistema
alberga una comunidad única de especies y tiene características
físicas y biológicas distintivas.

La pérdida de diversidad biológica, o extinción de especies, es una


preocupación importante en la actualidad. La actividad humana, como
la deforestación, la contaminación, la destrucción de hábitats y el
cambio climático, ha llevado a una disminución significativa en la
diversidad biológica en todo el mundo. La conservación y protección
de la diversidad biológica se ha convertido en una prioridad global
para mantener el equilibrio de los ecosistemas y garantizar la
supervivencia y el bienestar de las futuras generaciones.
Las eubacterias, los protistas y los hongos son tres grupos de
organismos que se encuentran en diferentes reinos dentro del sistema
de clasificación biológica. A continuación, te proporcionaré una breve
descripción de cada uno de ellos:

1. Eubacterias (Bacterias): Las eubacterias, también conocidas


simplemente como bacterias, son microorganismos unicelulares
y procariotas que se encuentran en todos los entornos de la
Tierra. Son extremadamente diversos y se clasifican en diferentes
grupos según su forma, metabolismo y otras características. Las
bacterias pueden ser beneficiosas o perjudiciales para los seres
humanos y otros organismos, ya que algunas son importantes
para procesos como la descomposición, la fijación de nitrógeno y
la fermentación, mientras que otras pueden causar
enfermedades.
2. Protistas (Reino Protista): El reino Protista es un grupo diverso de
organismos eucariotas unicelulares o pluricelulares. Incluye una
amplia gama de organismos, como algas unicelulares y
pluricelulares, protozoos y organismos acelulares como los
mixomicetos. Los protistas pueden ser autótrofos, como las
algas, que realizan fotosíntesis para obtener energía, o
heterótrofos, como los protozoos, que se alimentan de otros
organismos. Algunos protistas son de importancia ecológica
como productores primarios en los ecosistemas acuáticos.
3. Hongos (Reino Fungi): Los hongos son organismos eucariotas,
generalmente multicelulares, que se encuentran en el reino
Fungi. Aunque a menudo se confunden con plantas, los hongos
son diferentes en muchos aspectos, como su modo de nutrición
y su estructura celular. Los hongos se caracterizan por tener
cuerpos filamentosos llamados hifas y son heterótrofos,
obteniendo nutrientes al descomponer materia orgánica o al
formar simbiosis con otros organismos. Los hongos desempeñan
un papel importante en los ecosistemas al participar en la
descomposición, la simbiosis mutualista con plantas (micorrizas)
y la producción de alimentos como los champiñones.

Estos tres grupos de organismos tienen características únicas y


desempeñan roles importantes en los ecosistemas. Cada uno de ellos
tiene adaptaciones específicas que les permiten sobrevivir y prosperar
en su entorno particular.
Los términos "autótrofos" y "heterótrofos" se utilizan para describir los
diferentes tipos de organismos según su capacidad para obtener
energía y nutrientes. Aquí tienes una explicación de ambos términos:

1. Autótrofos: Los organismos autótrofos son aquellos capaces de


sintetizar sus propios alimentos y obtener energía directamente
del entorno utilizando fuentes inorgánicas. Son capaces de
convertir la energía lumínica del sol (fotosíntesis) o la energía
química de compuestos inorgánicos (quimiosíntesis) en energía
utilizable. Los principales grupos de organismos autótrofos son
las plantas, las algas y algunas bacterias. Estos organismos son la
base de las cadenas alimentarias y producen materia orgánica
que es utilizada por otros organismos.
2. Heterótrofos: Los organismos heterótrofos son aquellos que no
pueden sintetizar su propio alimento y dependen de otras
fuentes para obtener energía y nutrientes. Obtienen su alimento
consumiendo materia orgánica producida por otros organismos,
ya sea directamente al consumir plantas o animales, o
indirectamente al consumir productos y desechos de otros
organismos. Los organismos heterótrofos incluyen la mayoría de
los animales, hongos, protistas y muchas bacterias. Existen
diferentes tipos de heterótrofos, como los herbívoros que se
alimentan de plantas, los carnívoros que se alimentan de otros
animales y los omnívoros que consumen tanto plantas como
animales.

Es importante destacar que los autótrofos son esenciales para


mantener la vida en la Tierra, ya que son los encargados de producir
materia orgánica y energía a través de la fotosíntesis. Los heterótrofos,
a su vez, dependen de los autótrofos para obtener su alimento y
energía. De esta manera, los autótrofos y heterótrofos interactúan en
las cadenas alimentarias y mantienen el equilibrio de los ecosistemas.

Las cianobacterias, también conocidas como algas verdeazules o


cianofíceas, son un grupo de bacterias fotosintéticas que pertenecen al
dominio Bacteria. A menudo se las denomina "algas" debido a su
capacidad para realizar la fotosíntesis y su apariencia similar a las algas,
pero es importante tener en cuenta que son bacterias y no eucariotas.

Las cianobacterias son organismos unicelulares o multicelulares que se


encuentran en una amplia variedad de hábitats acuáticos y terrestres,
incluidos océanos, ríos, lagos, suelos y también en simbiosis con otros
organismos. Son conocidas por su capacidad para realizar la
fotosíntesis oxigénica, similar a las plantas, lo que significa que pueden
captar la energía de la luz solar y utilizarla para convertir el dióxido de
carbono y el agua en glucosa y oxígeno. Esto las convierte en
productores primarios y juegan un papel importante en la producción
de oxígeno y en la base de las cadenas alimentarias en los ecosistemas
acuáticos.

Las cianobacterias son extremadamente diversas y pueden presentar


una amplia gama de formas y colores. Pueden ser unicelulares o formar
colonias filamentosas o colonias gelatinosas llamadas "flóculos".
Algunas especies tienen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico,
convirtiéndolo en formas utilizables por otros organismos y
desempeñando un papel crucial en el ciclo del nitrógeno.

Además de su importancia ecológica, las cianobacterias también


pueden tener implicaciones negativas. Algunas especies pueden
producir toxinas, conocidas como cianotoxinas, que pueden ser
dañinas para otros organismos acuáticos, animales y humanos. Cuando
se produce una proliferación excesiva y descontrolada de
cianobacterias en cuerpos de agua, como lagos y embalses, se forma
un fenómeno conocido como "floración de algas" o "marea verde", que
puede tener impactos negativos en la calidad del agua y la salud
pública.

Las cianobacterias son objeto de estudio en diversos campos, incluida


la biotecnología, debido a su capacidad para producir compuestos
bioactivos y su potencial en la producción de biocombustibles y la
eliminación de contaminantes. Además, se investiga su papel en la
evolución temprana de la vida en la Tierra y su importancia en la
historia geológica y climática del planeta.

Las cianobacterias, también conocidas como algas verdeazules o


cianofíceas, son un grupo de bacterias fotosintéticas que pertenecen al
dominio Bacteria. A menudo se las denomina "algas" debido a su
capacidad para realizar la fotosíntesis y su apariencia similar a las algas,
pero es importante tener en cuenta que son bacterias y no eucariotas.
Las cianobacterias son organismos unicelulares o multicelulares que se
encuentran en una amplia variedad de hábitats acuáticos y terrestres,
incluidos océanos, ríos, lagos, suelos y también en simbiosis con otros
organismos. Son conocidas por su capacidad para realizar la
fotosíntesis oxigénica, similar a las plantas, lo que significa que pueden
captar la energía de la luz solar y utilizarla para convertir el dióxido de
carbono y el agua en glucosa y oxígeno. Esto las convierte en
productores primarios y juegan un papel importante en la producción
de oxígeno y en la base de las cadenas alimentarias en los ecosistemas
acuáticos.

Las cianobacterias son extremadamente diversas y pueden presentar


una amplia gama de formas y colores. Pueden ser unicelulares o formar
colonias filamentosas o colonias gelatinosas llamadas "flóculos".
Algunas especies tienen la capacidad de fijar el nitrógeno atmosférico,
convirtiéndolo en formas utilizables por otros organismos y
desempeñando un papel crucial en el ciclo del nitrógeno.

Además de su importancia ecológica, las cianobacterias también


pueden tener implicaciones negativas. Algunas especies pueden
producir toxinas, conocidas como cianotoxinas, que pueden ser
dañinas para otros organismos acuáticos, animales y humanos. Cuando
se produce una proliferación excesiva y descontrolada de
cianobacterias en cuerpos de agua, como lagos y embalses, se forma
un fenómeno conocido como "floración de algas" o "marea verde", que
puede tener impactos negativos en la calidad del agua y la salud
pública.

Las cianobacterias son objeto de estudio en diversos campos, incluida


la biotecnología, debido a su capacidad para producir compuestos
bioactivos y su potencial en la producción de biocombustibles y la
eliminación de contaminantes. Además, se investiga su papel en la
evolución temprana de la vida en la Tierra y su importancia en la
historia geológica y climática del planeta.
Los protozoarios son un grupo diverso de organismos eucariotas
unicelulares que pertenecen al reino Protista. Son microorganismos
que se encuentran en diferentes hábitats acuáticos y terrestres, como
suelos, agua dulce y marina, y también en el tracto digestivo de
animales.

Los protozoarios presentan una amplia variedad de formas y tamaños,


y se clasifican en diferentes grupos según sus características y modos
de vida. Algunos ejemplos de grupos de protozoarios son:

1. Flagelados: Son protozoarios que se desplazan utilizando uno o


varios flagelos, estructuras similares a látigos. Ejemplos
conocidos son el Trypanosoma, que causa la enfermedad de
Chagas y la enfermedad del sueño, y el Trichomonas vaginalis,
una causa común de infecciones genitales.
2. Ciliados: Los ciliados se caracterizan por tener cilios cortos y
numerosos que cubren su superficie celular. El Paramecium es un
ejemplo común de ciliado y se encuentra ampliamente en
cuerpos de agua dulce.
3. Rizópodos: Los rizópodos son protozoarios que se mueven
utilizando extensiones temporales de su citoplasma llamadas
seudópodos. El Amoeba es un ejemplo bien conocido de
rizópodo.
4. Esporozoarios: Los esporozoarios son protozoarios parásitos que
tienen etapas reproductivas que involucran la formación de
esporas. Ejemplos incluyen el Plasmodium, el parásito causante
de la malaria, y el Toxoplasma gondii, responsable de la
toxoplasmosis.

Los protozoarios se alimentan de una variedad de formas, incluyendo


la ingestión de partículas de alimentos, la absorción de nutrientes a
través de su membrana celular o la captura de organismos más
pequeños mediante la fagocitosis. Algunos protozoarios son
fotosintéticos y contienen pigmentos que les permiten realizar la
fotosíntesis.

Además de su diversidad y roles ecológicos, algunos protozoarios


pueden ser patógenos para los seres humanos y causar enfermedades.
Sin embargo, muchos protozoarios son beneficiosos para los
ecosistemas, ya que desempeñan funciones importantes en la
descomposición de materia orgánica, la ciclación de nutrientes y como
componentes clave de las cadenas alimentarias acuáticas.

La investigación sobre los protozoarios continúa avanzando para


comprender mejor su diversidad, ecología, interacciones con otros
organismos y su importancia en los ecosistemas y la salud humana.
Las algas pluricelulares son organismos fotosintéticos que pertenecen
al grupo de las algas, que son un conjunto diverso de organismos
autótrofos. A diferencia de las algas unicelulares, las algas pluricelulares
están formadas por múltiples células que se organizan en estructuras
multicelulares.

Existen diferentes grupos de algas pluricelulares, cada uno con


características distintivas. Algunos de los grupos más comunes son:

1. Algas verdes (Clorofitas): Las algas verdes son un grupo diverso


de algas pluricelulares que se encuentran en diferentes hábitats,
como agua dulce, océanos y suelos. Tienen clorofila a y b, al
igual que las plantas terrestres, lo que les permite realizar la
fotosíntesis. Las algas verdes pueden variar en tamaño, desde
microscópicas hasta grandes formas multicelulares, como las
algas marinas.
2. Algas pardas (Feofitas): Las algas pardas son un grupo de algas
pluricelulares marinas. Son conocidas por su color pardo debido
a los pigmentos llamados fucoxantinas. Algunas algas pardas,
como el kelp, pueden formar bosques submarinos y desempeñar
un papel importante en los ecosistemas costeros.
3. Algas rojas (Rodofitas): Las algas rojas son un grupo de algas
pluricelulares marinas que se caracterizan por su color rojo
debido a los pigmentos llamados ficobiliproteínas. Son muy
diversas en formas y tamaños, y algunas especies pueden crecer
a profundidades considerables en el océano.
4. Algas de agua dulce (Charofitas): Las algas de agua dulce,
también conocidas como carófitas, son un grupo de algas
pluricelulares que se encuentran principalmente en aguas dulces,
como lagos y ríos. Tienen características similares a las algas
verdes y también pueden formar estructuras filamentosas y
coloniales.

Las algas pluricelulares desempeñan un papel importante en los


ecosistemas acuáticos, ya que son productores primarios y contribuyen
a la producción de oxígeno y la fijación de carbono. Además, las algas
pluricelulares tienen aplicaciones en la industria alimentaria,
farmacéutica y cosmética, y algunas especies se utilizan como fuente
de alimento y para la extracción de compuestos bioactivos.

La investigación sobre las algas pluricelulares continúa explorando su


diversidad, ecología, adaptaciones a diferentes ambientes y su
potencial en diversos campos, incluida la biotecnología y la biología
marina.

Los hongos son un grupo diverso de organismos eucariotas que


pertenecen al reino Fungi. A diferencia de las plantas y los animales, los
hongos tienen características únicas que los distinguen. Aquí tienes
información básica sobre los hongos:

1. Estructura y reproducción: Los hongos son organismos


multicelulares, aunque también pueden existir como formas
unicelulares llamadas levaduras. Su cuerpo está compuesto por
filamentos ramificados llamados hifas, que pueden agruparse
formando estructuras visibles, como setas o mohos. Los hongos
se reproducen principalmente a través de esporas, que se liberan
y pueden dispersarse por el aire o el agua.
2. Nutrición: Los hongos son heterótrofos, lo que significa que
obtienen sus nutrientes absorbiendo materia orgánica de su
entorno. A diferencia de los animales, los hongos secretan
enzimas digestivas sobre la materia orgánica para
descomponerla y luego absorben los nutrientes resultantes.
3. Importancia ecológica: Los hongos desempeñan un papel crítico
en los ecosistemas. Son descomponedores y ayudan en la
descomposición de la materia orgánica muerta, reciclando
nutrientes y enriqueciendo el suelo. Además, algunos hongos
forman asociaciones simbióticas con plantas, como las
micorrizas, donde los hongos ayudan a las raíces de las plantas a
absorber nutrientes del suelo. Los hongos también pueden ser
parásitos de plantas y animales.
4. Aplicaciones y usos: Los hongos tienen una amplia gama de
aplicaciones prácticas. Algunos se utilizan en la industria
alimentaria para la producción de alimentos fermentados, como
el queso y la cerveza. Otros tienen propiedades medicinales y se
utilizan en la fabricación de medicamentos. También se utilizan
en la biotecnología y en la producción de enzimas y productos
químicos.
5. Hongos patógenos: Algunos hongos pueden ser patógenos para
plantas, animales y humanos, causando enfermedades. Por
ejemplo, los hongos del género Candida pueden causar
infecciones en humanos, mientras que el mildiú velloso puede
afectar a los cultivos agrícolas.

La investigación sobre los hongos continúa, y se están descubriendo


nuevas especies y se investigan sus diversas aplicaciones. Además, los
hongos son objeto de estudio en campos como la micología, la
ecología y la biotecnología, lo que ha permitido una mayor
comprensión de su diversidad y su importancia en los ecosistemas y la
vida en general.
PLANTAS

ANIMALES

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