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A cuentas con Dios ¡Arrepintiéndonos!

Fecha: 10/09/2023
Notas preliminares a Isaías
I. Nombre
«Isaías» significa «la salvación es de Jehová», y la palabra salvación se repite muchas veces en el
libro. Evidentemente Isaías pertenecía a una familia destacada, puesto que tuvo acceso a varios
reyes de Judá. Estaba casado (8.3) y fue padre de al menos dos hijos (7.3 y 8.1–3).
Empezó su ministerio cerca del final del reinado de Uzías, o sea, alrededor del 758 a.C. Predicó
hasta finales del siglo y la tradición nos dice que el perverso rey Manasés lo aserró por la mitad
(Heb 11.37).
II. Tema
El libro de Isaías se divide en dos secciones, 1–39 y 40–66. La primera sección advierte a los judíos
respecto a la invasión asiria que se avecinaba sobre Judá, en tanto que la segunda anima a los
cautivos que volvieron de la cautividad babilónica.
El tema principal de la primera sección es el castigo de Dios sobre Judá por sus pecados, mientras
que el de la segunda sección es la consolación de Dios a los cautivos después de su sufrimiento.
Isaías experimentó los sucesos de los primeros treinta y nueve capítulos, pero profetizó los hechos
de la segunda sección del libro. En la primera sección Asiria es el principal enemigo; en la segunda
sección es Babilonia.
Isaías 1:10-20
¡Oigan la palabra del Señor, gobernantes de Sodoma! ¡Escuchen la instrucción de nuestro Dios,
pueblo de Gomorra!
11
¿De qué me sirven sus muchos sacrificios?, dice el Señor. «Harto estoy de holocaustos de
carneros y de la grasa de animales engordados; la sangre de novillos, corderos y machos cabríos
no me complace.
12
¿Por qué vienen a presentarse ante mí? ¿Quién les mandó traer animales para que pisotearan
mis atrios?
13
No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día
de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto sus asambleas que me ofenden!
14
Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de
soportar.
15
Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones,
no las escucharé. ¡Tienen las manos llenas de sangre!
16
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!
17
¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el
huérfano y defiendan a la viuda!».
18
«Vengan, pongamos las cosas en claro», dice el Señor. «Aunque sus pecados sean como
escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como
la lana.
19
¿Están ustedes dispuestos a obedecer? ¡Comerán lo bueno de la tierra!
20
¿Se niegan y se rebelan? ¡Serán devorados por la espada!».
El Señor mismo lo ha dicho.
Introducción
Es común contemplar en nuestras iglesias, a hermanos “Cristianos”, que piensan en que Dios se
agrada solamente en la asistencia sin falta a la iglesia los días domingos, oh a que participemos en
las actividades preparadas para presentar a una iglesia muy religiosa, en las cuales se realizan
entre otras cosas, vigilias, ayunos, retiros espirituales, escuelas vacacionales, cultos unidos,
diversos ministerios espirituales, etc., etc…
Pero se olvidan de lo más importante ante los ojos de Dios, se olvidan del Amor. El amor a Dios
principalmente y el amor al prójimo, asumen que con participar en todas las actividades
mencionadas ya estamos cumpliendo como Cristianos, y que Dios se agrada de eso.
Vanos sacrificios
11
¿De qué me sirven sus muchos sacrificios?, dice el Señor. «Harto estoy de holocaustos de
carneros y de la grasa de animales engordados; la sangre de novillos, corderos y machos cabríos
no me complace.
12
¿Por qué vienen a presentarse ante mí? ¿Quién les mandó traer animales para que pisotearan
mis atrios?
13
No me sigan trayendo vanas ofrendas; el incienso es para mí una abominación. Luna nueva, día
de reposo, asambleas convocadas; ¡no soporto sus asambleas que me ofenden!

En muchas religiones, iglesias católicas, pentecostales, mormones, testigos de jehová, y otras


muchas más, incluyendo cristianas evangélicas, se llevan a cabo diversos rituales que presentan a
Dios como sacrificios y ofrendas que desagradan a Dios, tales como procesiones de imágenes,
penitencias de ayunos o de recorridos de rodillas hacia algún templo, fiestas religiosas como
semana santa, navidad, lavatorio de los pies, pentecostés, y muchas otras actividades que en este
momento no recuerdo.
Todo esto de nada sirve, ya que lo hacen solamente por religiosidad, y eso no le agrada a Dios.
Que es lo que Dios quiere de nosotros?
Oseas 6:6-7
6
Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
7
Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.
Misericordia, y más conocimiento de Dios. Eso es lo que realmente quiere Dios de nosotros, y en
donde podemos aprender lo que es la misericordia, y tener más conocimiento de Dios? Sin duda
alguna que en las Sagradas Escrituras, la Biblia.
Mateo 9:10-13
Reina-Valera 1960
10
Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y
pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus
discípulos. 11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro
Maestro con los publicanos y pecadores? 12 Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen
necesidad de médico, sino los enfermos. 13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia
quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
14
Yo aborrezco sus lunas nuevas y festividades; se me han vuelto una carga que estoy cansado de
soportar.
15
Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones,
no las escucharé. ¡Tienen las manos llenas de sangre!
16
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal!

De que nos sirve ofrecer ayunos a Dios, si por dentro en nuestro corazón estamos llenos de odios,
de rencor, murmuraciones, juicios o críticas hacia el hermano, o hacia nuestro prójimo?
De que nos sirve hacer vigilias constantemente, si de día descuidamos nuestra relación con Dios y
hacemos todo lo que le agrada al mundo, qué sentido tiene?
De que nos sirve realizar cadenas de oraciones, si nos olvidamos de hacer las obras de
misericordias? De nada sirve todo esto. 17 ¡Aprendan a hacer el bien! ¡Busquen la justicia y
restituyan al oprimido! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda!».

18
«Vengan, pongamos las cosas en claro», dice el Señor. «Aunque sus pecados sean como
escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como
la lana.
19
¿Están ustedes dispuestos a obedecer? ¡Comerán lo bueno de la tierra!
20
¿Se niegan y se rebelan? ¡Serán devorados por la espada!».
El Señor mismo lo ha dicho.
Pongámonos a cuentas con Dios, como lo hacemos? Arrepintiéndonos de todo corazón de
nuestros pecados, presentando un corazón arrepentido a Dios y cumpliendo sus mandamientos.
Proverbios 28
13. El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia.
14. Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Más el que endurece su corazón caerá en
el mal.
18. El que en integridad camina será salvo; Más el de perversos caminos caerá en alguno.
27. El que da al pobre no tendrá pobreza; Más el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones.

No nos olvidemos de lo que nuestro Señor Jesucristo nos mandó. Mateo 22:37-39
37
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu
prójimo como a ti mismo.
San Juan 14:21-24 El que tiene mis mandamientos, y los obedece, ese es el que me ama; y el que
me ama, será amado por mi Padre, y yo lo amaré, y me manifestaré a él.»

Elaborado por: Alirio Zambrano

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