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Este nombre cierra el ciclo de los 72 nombres de Dios, Su luz concede realización y éxito,
ayuda a cerrar ciclos con plenitud, a terminar las cosas adecuadamente.
El nombre consta de dos letras Mem unidas por una Vav. Mem es la matriz espaciotemporal de
nuestras vidas, el útero materno que nos trae a la encarnación. Vav significa unión y
fertilización. Mem Vav Mem indica que pasado y futuro están unidos, pivotando sobre el
presente, y que hay una transferencia de información entre ambos.
Creemos que el pasado es algo ya fijo y escrito para siempre, pero en realidad no hay tal cosa
como el pasado independiente de nuestra experiencia y percepción (interpretación) del mismo.
Esto lo podemos cambiar, y con ello cambiamos el efecto kármico que puede tener sobre
nosotros.
Proporciona el coraje y la fuerza espiritual para corregir nuestros defectos. Hay dos formas de
purificación en la vida: dolor y transformación consciente. La transformación consciente le
duele al ego, mientras que el camino del dolor duele al cuerpo. Este Nombre purifica el ego de
sus cargas negativas de vidas pasadas, pero de forma misericordiosa.
La meditación con este Nombre hace un trabajo de limpieza, purificación y neutralización del
karma negativo. Y lo hace por el procedimiento que recibe el nombre de Teshuváh, retorno, es
decir, rebobinado y borrado. No es un borrado sin más, es necesario modificar la semilla de
negatividad en nuestra actuación diaria, que no es otra que el deseo egoísta de recibir.
Este Nombre tiene de valor numérico 86, el mismo que el Nombre de Dios que corresponde a
la sefiráh maternal Bináh, cuya luz nos prodiga toda clase de cuidados. La palabra Mum- en
hebreo significa “imperfección, defecto, mutilación e invalidez”. Por un lado indica que este
Nombre corrige las imperfecciones y defectos acumulados a lo largo de vidas en un proceso
final, que nos prepara para uno nuevo que comienza.
ND 45 Prosperidad
Meditación para la Prosperidad y la abundancia
Antes de cerrar los ojos y visualizar este nombre… Debes comprender que tu naturaleza divina
tiene acceso a un potencial ilimitado para crear, por esa misma razón necesitas poner mucha
atención en qué haces, como lo haces y que invocas cuando tienes un deseo de crecimiento….
(¿Cuál es tu intención? ¿Qué quieres lograr? ¿A quién quieres beneficiar?) De pronto pareciera
que las palabras prosperidad, abundancia, y riqueza, son sinónimos, pero en realidad cada
concepto tiene su peso y su energía. Por lo tanto, este puede ser el mejor momento para limpiar
tus pensamientos y sembrar lo que tu interior merece.
Vale precisar que casi nada en este mundo tiene tan mala fama como el dinero. Esa mala fama
está basada en creencias e ideologías que consideran el dinero como raíz del mal. No cabe duda
de que, en efecto, muchas personas se han creado una resistencia a la obtención del dinero
porque opinan que crea dolor en nosotros y en otras personas, pero nada puede estar tan lejos
de la verdad. El dinero es solo una expresión más de la energía.
Entendamos que la abundancia no es algo que logramos; si no algo que sintonizamos a medida
que sanamos nuestro interior. Es un estado del ser…
Empieza a vibrar alto, trabaja desde el fondo, percibe la capacidad que tienes para atraer todo
eso que circula en el exterior y que podría estar en tu vida de una forma fácil y sin obstáculos.
Recuerda que muchas veces nuestras creencias son las que limitan nuestra abundancia, porque
no creemos que seamos capaces ni merecedores de obtenerla.
Así que una vez que sabes todo eso y lo has hecho consciente ya estás listo para hacer esta
meditación, ahora si cierra los ojos, y visualiza este nombre de Dios o energía angelical,
despeja tu mente para recibir lo que realmente mereces disponer para seguir contribuyendo.
ND 28 Alma Gemela
Cuando una sola alma unificada está lista para ingresar a esta dimensión material, primero es
dividida en dos mitades, una masculina y otra femenina. Mientras que estas dos mitades de una
misma alma se someten a transformaciones en el mundo físico, ya sea a través del sufrimiento y
penosas pruebas o a través de la transformación espiritual proactiva, se van acercando
progresivamente una a la otra. La unión de estas dos mitades de una misma alma es un destino
inevitable, pero el momento en que esto sucede depende de su nivel de espiritualidad.
En toda llama de amor arde Iúd-He. Hay que entender el amor como el propio Nombre de “Di-s
buscándose a Sí mismo”, la fuerza inexorable que nos recuerda nuestro divino origen. El amor
es la fuerza cósmica de liberación.