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PLAN NACIONAL

DE CONSERVACIÓN
DEL GUANACO
Lama guanicoe, Müller, 1776

EN CHILE
2010 - 2015

Macrozona Norte y Centro

MOISES P. GRIMBERG PARDO


EDITOR
2 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

Título original de la obra:


PLAN NACIONAL DE CONSERVACIÓN DEL GUANACO
(Lama guanicoe), en Chile. 2010 - 2015

Edición: Moisés P. Grimberg Pardo / Jefe Departamento de Áreas Silvestres Protegidas CONAF Atacama
Corrección de textos: Javier Ramos Pinochet / Periodista CONAF Atacama
Créditos fotografía portada: Martín Espinoza / Estudiante de Medicina Veterinaria

Diseño e impresión: Menssage


Primera edición: Diciembre 2010
Impreso en Chile / Printed in Chile, Año 2010
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 3
Macrozona Norte y Centro

AGRADECIMIENTOS

Esta es la compilación de un importante esfuerzo, producto de aquellas personas que han trabajado
de manera decidida y comprometida en la investigación y conservación del guanaco en Chile. Por
supuesto, reconocer y agradecer a los funcionarios de la Corporación Nacional Forestal, el trabajo
comprometido que día a día realizan en y para la naturaleza, especialmente a los Guardaparques,
además retribuir el esfuerzo de todos los investigadores, gestores y comunidad en general que
asistieron y participaron de los talleres que desde el año 2008 se iniciaron como una instancia para
aunar ideas y aportes que hoy concluyen con este compendio. A todos ellos, muchas gracias.

Un especial reconocimiento al Comité Operativo Regional de Biodiversidad de la Región de Ata-


cama, quienes han dedicado gran cantidad de tiempo y esfuerzo en la preparación de los talleres y
el presente documento, como también en la gestión de conservación y protección de esta especie
emblemática de la fauna silvestre de Chile.

También va para Benito A. González, quien apoyó y trabajó de manera comprometida con la realiza-
ción de los talleres y en la consecución del presente documento. Asimismo, a todos los especialistas
que, de una u otra forma, participaron en este proceso.

Finalmente, motivar y comprometer a todos los actores que se sumarán en un futuro cercano en el desa-
rrollo de las acciones propuestas en el Plan, ya que este es sólo el inicio del trabajo para lograr en un futuro
cercano la protección y conservación del guanaco en nuestro país.
4 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

INDICE

RESUMEN 5

PRÓLOGO 6

INTRODUCCIÓN 7

ANTECEDENTES ACERCA DEL CONOCIMIENTO DEL GUANACO 8

ATAQUE DE PERROS 17
Ariel A. Farías, Gabriella L. Svensson & Fabian M. Jaksic

FRAGMENTACIÓN DEL HÁBITAT Y GUANACOS: 19


CAUSAS Y CONSECUENCIAS.
Denise S. Donoso

ENFERMEDADES DEL GUANACO EN VIDA SILVESTRE 21


Rossana Zárate, Juan Carlos Valencia

LA IMPORTANCIA DE LOS CAMÉLIDOS EN EL MUNDO INDÍGENA 25


Y PREHISPÁNICO NACIONAL
Francisco Garrido Escobar

¿POR QUÉ CONSERVAR AL GUANACO EN CHILE?: DISTINTOS VALORES QUE 27


ADQUIERE LA ESPECIE EN NUESTRO PAÍS.
Benito A. González

PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO EN CHILE 30

Afiche de difusión y educación ambiental Plan Nacional de Conservación 38

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 39

ANEXOS 44 41
Anexo 1: 41
Listado de participantes taller Expertos del guanaco, elaboración Plan Macrozona
Norte de conservación. Bahía Inglesa 22 y 23 de octubre de 2008.

Anexo 2: 42
Listado de participantes taller científico “Expertos del guanaco”, elaboración Plan
Nacional de Conservación del Guanaco. Copiapó 3 y 4 de noviembre de 2010.
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Macrozona Norte y Centro

PLAN NACIONAL
DE CONSERVACIÓN
DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

(Lama guanicoe, Müller, 1776)


EN CHILE

RESUMEN

El presente documento, se basa en los resultados de los seminarios científicos “Expertos del Gua-
naco”, realizados los días 22 y 23 de octubre de 2008 y el 3 y 4 de noviembre de 2010, en Bahía
Inglesa y Copiapó, respectivamente. Las reuniones convocaron a diferentes actores involucrados
con la temática, tanto del sector público, como privado, académicos, investigadores y representantes
de la comunidad.

Los encuentros se iniciaron con presentaciones de especialistas, que abordaron diversos temas
relativos al guanaco, desde los ámbitos biológico, normativo, estado de conservación, amenazas y li-
neamientos de política nacional. Posteriormente, los participantes discutieron y generaron propues-
tas para formular la visión del plan y definieron cinco objetivos estratégicos y sus correspondientes
líneas de acción, además se acordó generar una estructura de coordinación, que estará encargada
de impulsar y realizar la conducción necesaria para la implementación de las acciones propuestas.

La participación ha sido una constante en el desarrollo de este proceso, ya que desde 2008 se han
realizado reuniones, talleres, consultas y gestiones tendientes a organizar y sumar actores de todos
los ámbitos de la sociedad para compartir el conocimiento de la especie y tomar acuerdos en pos
de la protección y conservación de este camélido sudamericano emblemático de nuestra fauna
terrestre.

Finalmente el presente plan aspira a constituirse en una guía de referencia y orientación para las
actividades de protección y conservación de la especie, basado en el mejoramiento continuo y
como horizonte de vigencia de 5 años, al término del cual deberá realizase una evaluación y revisión
completa del documento y sus avances.
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PROLÓGO

Desde sus orígenes, cuando el hombre era aún parte pasiva de la naturaleza y no su especie domi-
nadora que actualmente ha incidido fuertemente en su degradación, este ha dependido de ella y de
la diversidad biológica que alberga, como fuente de bienes y servicios de la más variada índole.
Un somero análisis de esta dependencia del hombre de la naturaleza nos muestra que los beneficios
que este obtiene pueden clasificarse en sociales, éticos, estéticos y económicos. Se entiende como
beneficios sociales aquellos que la sociedad percibe como gratuitos e inagotables, tales como la
renovación permanente del oxígeno y la consecuente remoción de gases nocivos de la atmósfera,
la morigeración del clima, la mantención de los ciclos necesarios para la vida tales como agua, sue-
lo, carbono, calcio, fósforo, entre otros. En cuanto a los beneficios éticos y estéticos, estos dicen
relación con la satisfacción de necesidades espirituales, culturales, educativas, recreativas y místicas
que el hombre demanda de la naturaleza. Por último, en lo que se refriere a los económico, cabe
destacar que los múltiples bienes que aporta la naturaleza pueden traducirse en beneficios pecunia-
rios, tales como la cosecha de alimentos, la obtención de combustibles, medicinas y materias primas
para la industria, la explotación de recursos turísticos y de esparcimiento y el uso del genoma de la
diversidad biológica para ser utilizado en el desarrollo de la biotecnología, entre muchos otros.
La prevalecía del lucro cortoplacista sobre los intereses de conservación ha hecho que se haya ido
generando un progresivo daño ambiental, que se manifiesta, entre otros, en una creciente tasa de
erosión y de pérdida de suelo, en una grave contaminación del aire el agua y el suelo, en un avance
de la desertificación con la consiguiente disminución de la productividad, en una creciente tasa de
extinción de especies y un incremento en el número de especies con problemas de conservación.
La Corporación Nacional Forestal está mandatada legalmente para hacerse cargo y administrar el
Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), integrado por 100 unidades
que tienen una cabida de mas de 14 millones de hectáreas y en ese sentido viene desarrollando di-
versas actividades de conservación que dicen relación con la flora y la fauna chilena, especialmente
aquella con problemas de conservación y que habita en las unidades del SNASPE.
Para coordinar y optimizar su quehacer en estas materias y para priorizar los esfuerzos de con-
servación CONAF, en forma pionera, realizó dos simposios, en agosto de 1985 y en abril de 1987,
para definir el estado de conservación de las especies leñosas y de los vertebrados terrestres y
dulceacuícolas. Posteriormente, y basada en los resultados de dichos simposios, CONAF definió
un listado de especies prioritarias, recientemente actualizado, y una estrategia para optimizar el
manejo de esas especies, basada en documentos denominados Planes Nacionales de Conservación
(PNC), donde se analizan las causales que inciden en el estado de conservación de una determinada
especie y se detallan objetivos, líneas de acción y actividades, destinadas a mejorar el estado de
conservación de dicha especie, objeto del Plan.
Tal es el caso de este Plan Nacional de Conservación desarrollado para el guanaco en la zona norte
de su área de distribución, donde la tasa de disminución poblacional es muy preocupante, debido
a diversos factores que inciden en una creciente tasa de mortalidad dentro de las poblaciones de
esta especie, las que son analizadas en este documento y para las que se proponen líneas de acción
tendientes a mejorar esta situación.
La correcta ejecución de este plan y de otros similares desarrollados para otras especies de flora
y fauna permitirá contribuir a lograr que nuestros nietos puedan conocer y disfrutar de un Chile
similar o mejor que el que nosotros conocemos en la actualidad.

Eduardo Vial Ruiz-Tagle


Director Ejecutivo
Corporación Nacional Forestal
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INTRODUCCION

El guanaco (Lama guanicoe), es uno de los cuatro camélidos de América del Sur. Su distribución
geográfica actual comprende desde el norte del Perú hasta Tierra del Fuego e Isla Navarino, Chile,
abarcando la zona del Chaco Boliviano y Paraguayo, la cordillera Andina y la extensa Patagonia
Argentina. Su distribución en el pasado era mayor, abarcaba más al norte, en las altiplanicies de los
Andes, suroeste de Brasil, Paraguay, llegando hasta Uruguay.

En tiempos prehispánicos, el guanaco fue trascendente para el desarrollo de la cultura de los pue-
blos aborígenes, los cuales utilizaban sus cueros y carne para poder sobrevivir (Lausic, 1993). A par-
tir de la colonización española, muchas de las principales especies de la fauna del continente ame-
ricano, especialmente las más valiosas desde el punto de vista económico, fueron paulatinamente
disminuyendo, hasta llegar –en muchos casos– a encontrarse en serios problemas de conservación
e incluso algunas al borde de la extinción, de cual no estuvo ajeno el guanaco (Cunazza, 1987).

La situación de amenaza que presentan las poblaciones en las regiones de la Macrozona Norte de
nuestro país hace indispensable contar con un plan de conservación que permita orientar y siste-
matizar las acciones, tendientes a mejorar su estado de conservación en dicha zona.

El presente documento se divide en dos partes, un primer capítulo que presenta los antecedentes
generales de la especie: distribución, aspectos biológicos y de hábitat, problemáticas ambientales y
estados de conservación, entre otros, los cuales fueron generados, relevados mediante una revisión
bibliográfica de varios documentos de investigación previamente realizados y que fueron consen-
suados durante el Taller de expertos del guanaco, realizado en Copiapó el 3 y 4 de noviembre de
2010.

En la segunda parte se entregan los detalles de dicho plan de conservación, donde se describe el
objetivo general, los ámbitos y las líneas de acción a desarrollar para su implementación.
ANTECEDENTES
ACERCA DEL CONOCIMIENTO
DEL GUANACO
Lama guanicoe, Müller, 1776
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ANTECEDENTES ACERCA DEL


CONOCIMIENTO DEL GUANACO
Lama guanicoe

1. Clasificación Taxonómica

Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Suborden: Ruminantia
Infraorden: Tylopoda
Familia: Camelidae
Género: Lama
Especie: Lama guanicoe, Müller 1776
Subespecies: Lama guanicoe guanicoe, Müller, 1776
Lama guanicoe huanacus, Molina, 1782
Lama guanicoe cacsilensis, Lonnberg, 1913
Lama guanicoe voglii, Krumbiegel, 1944

Esta especie pertenece al grupo de los camélidos sudamericanos (CSA), junto a la llama (Lama
glama), la alpaca (Vicugna pacos) y la vicuña (Vicugna vicugna) (Fernández - Baca, 1991). Las primeras
dos formas fueron domesticadas por los aborígenes, a partir de poblaciones silvestres de guanaco
y vicuña respectivamente (Wheeler, 1995; Kadwell et al., 2001). Marín et al (2008), a través de es-
tudios moleculares, plantean la existencia de sólo 2 subespecies: L g cacsilensis con distribución en
Perú y norte de Chile, y L g guanicoe para Chile centro y sur (del paralelo 32°S) y Argentina.

Nombres vulgares o vernáculos:

Guanaco: español
Wanaku: quechua, aymara
Yoohn: ona
Luan: mapuche
Nau: tehuelche
Amere: yámana
Chulengo: Chile; guanaco joven
Relincho: Noroeste argentino; machos dominante
Teke: Noroeste argentino; guanaco joven
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2. Características fenotípicas

Posee una cabeza pequeña, orejas largas terminadas en punta y fácilmente móviles, los ojos son
grandes y están rodeados de largas pestañas. La dentición está compuesta por 34 piezas, posee pre-
molares de leche que no son reemplazados por piezas permanentes. Los dos incisivos superiores
tienen forma de caninos y los seis incisivos inferiores tienen forma de pala y están muy inclinados
hacia adelante de manera tal que cuando el animal cierra la boca estos seis incisivos superiores
quedan contra una parte hueca, sin dientes.

Estos incisivos presentan esmalte que rodea a toda la pieza.

Tiene un cuerpo esbelto con un pelaje marrón, lanoso, espeso y corto.También tiene tonos negruz-
cos en la cabeza. Sus patas son de color pardo y presentan un collar de pelo blanco.

Son animales de cuello y patas muy largas, presentan la particularidad de caminar apoyando, no sólo
la última falange de los dedos, sino también la segunda falange, resultando así digitígrados en vez de
ungulígrados. Sus dedos están provistos de cojinetes córneos que les permiten caminar sin dañar
el suelo.

Figura 1: Skewes,
O 2009. Manual
de huellas de
mamíferos
silvestres de
Chile. Impr.
La Discusión,
Chillán, Chile

Su altura a la cruz fluctúa entre los 90 y los 110 cm, la longitud desde el hocico a la base de la cola
varía entre 102 y 185 cm, midiendo la cola unos 27 cm. Su peso es típicamente el doble que el de
las vicuñas, alrededor de los 100 kg, pero puede alcanzar hasta los 140 kg.
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El guanaco está cubierto por un pelaje doble y denso que lo protege de altas y bajas temperaturas
ambientales, del viento y de las precipitaciones.

Es un herbívoro rumiante. El estómago se divide en tres cámaras y, tras una primera descomposi-
ción, los alimentos vuelven a la boca y se mastican para la digestión definitiva.

Dimorfismo sexual: Casi no presentan dimorfismo sexual, sólo que las hembras tienen los caninos
más finos que los machos.

3. Biología de la especie

Es una especie muy rústica, característica que lo capacita particularmente para adaptarse a las más
diversas condiciones ambientales, tanto áridas como frías, sobreviviendo en condiciones climáticas
extremas. Se considera uno de los grandes herbívoros de las regiones áridas de Sudamérica (Puig,
1991) y el mamífero terrestre silvestre más grande de Chile en la actualidad.

3.1 Reproducción

Las hembras alcanzan la madurez sexual a los dos años de edad, pero la fertilidad se puede alcanzar
algunos años después. Según Young (2004), los machos establecen sus primeros territorios entre los
3 y 4 años y recién a los 6 u 8 comienzan a formar familias.

Las hembras guanacos tienen ovulación inducida a través del coito (Fowler, 1989), pero se esta-
blecen períodos de celo que son relativos al lugar geográfico donde se encuentren, definiéndose
entonces desde noviembre a marzo como la etapa de apareamiento y nacimiento en la zona central.
La cópula tiene una duración de 15 a 20 minutos y ocurre con la hembra tendida en el suelo, días
después de la parición (Marchetti et al. 1992).

Tras once meses de gestación, nace la cría (una por parto) con un peso que varía de ocho a quince
kilos, y la lactancia funcional se extiende unos tres meses, aunque se observan amamantamientos
hasta casi el año de edad. Es de destacar que, contrariamente a la mayoría de las especies, la madre
no lame a su cría.

3.2 Organización Social

Presentan un patrón básico que es identificable en época reproductiva. Se definen 3 unidades so-
ciales: familia, machos solitarios y machos solteros (Ortega y Franklin, 1982). La familia es la unidad
más estable y definida, siendo de régimen polígamo, dirigida por un macho adulto y constituida por
varias hembras. En esta unidad se encuentran las crías (chulengos) de una edad máxima de 12 meses
(Sarno et al, 2003), puesto que luego son expulsados violentamente por el macho territorial.

Cada grupo posee un territorio de alimentación, el cual es defendido por el macho. El tamaño del
grupo puede variar de 2 a 30 individuos, dependiendo del lugar y de su extensión (Marchetti et
al., 1992). Se definen otros grupos sociales, como el de machos solitarios, ejemplares adultos que
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defienden un territorio al cual las hembras no acceden, y el de machos solteros con un número
variable de integrantes de distintas edades, que incluyen a los juveniles que han sido expulsados de
grupos familiares (Franklin, 1982).
3.3 Comportamiento

El guanaco tiene, entre otros hábitos, el ser gregario y diurno.

El relincho, expresión con el cual se conoce al macho dominante, principalmente en el noroeste de


Argentina, debe su nombre a su voz de alarma característica. Ella es el medio usado por los machos
para hacerse oír y dar la señal de huida ante un inminente peligro. Los guanacos pueden correr a
50 km/h.

Cuando el grupo se establece en un territorio, lo adopta como su área exclusiva y el macho lo


defiende activamente contra otros guanacos intrusos, salvo que se trate de hembras solteras. Esta
defensa no requiere, por lo general, una lucha franca y, en la mayoría de los casos, se limita a mani-
festaciones agresivas, como embestidas amenazantes o persecuciones. Su gregarismo es patente al
verse tropillas de guanacos junto a otras especies como la vicuña o el ñandú.

Una típica característica de su comportamiento es la costumbre de los machos de defecar siempre


en el mismo sitio formando un cúmulo de excrementos (conocidos como defecaderos).

4. Distribución y población

El guanaco es la especie que presenta la distribución más amplia de los camélidos sudamericanos
(CSA): durante la época prehispánica su distribución cubría todo el territorio chileno y argentino,
la porción occidental del Perú y gran parte del territorio oriental de Bolivia, abarcando incluso la
región noroccidental del Paraguay (Fernández-Baca, 1991), lo que geográficamente sería desde 8°
de latitud sur hasta aproximadamente 55° de latitud sur, en Tierra del Fuego e Isla Navarino, al sur
de Chile y Argentina (Marchetti et al., 1992). Actualmente la especie se encuentra ocupando sólo el
40% del área de distribución original a nivel sudamericano.

El rango de distribución en Chile para el guanaco, antes de la llegada de los españoles, se define a
lo largo de los Andes, desde la región de Arica y Parinacota a la de Magallanes. Hoy su distribución
se considera fraccionada, existiendo sectores en donde se encuentra extinto y sectores con gran-
des poblaciones que se encuentran en la Región de Magallanes, especialmente en Isla de Tierra del
Fuego y en el Parque Nacional Torres del Paine y sus alrededores. Otras poblaciones importantes
se encuentran en las regiones de Tarapacá y Aysén (Cunazza, 1991, Marín 2008).

4.1 Situación poblacional

Antes de la llegada de los europeos, eran muy abundantes y formaban grandes manadas, por lo cual
los pueblos originarios aprovechaban su carne, la lana y el cuero. Pero con la llegada de los colo-
nizadores, éstos fueron ocupando sus territorios y los guanacos se vieron obligados a desplazarse.
Se organizaban grandes cacerías donde mataban a los adultos y también a sus crías, los “chulengos”,
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Tabla Nº1 / Distribución del Guanaco Lama Guanicoe en Sudamérica. Fuente: Redlist, UICIN
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para hacer los quillangos, unas mantas hechas con el cuero y la lana de los más pequeños. Así, poco
a poco la población fue disminuyendo. Se dice que los guanacos eran más de siete millones en toda
la Patagonia.

Actualmente los guanacos en Chile se encuentran bajo protección formal dentro de 12 áreas
silvestres protegidas del Estado administradas por CONAF y una en terrenos privados, donde se
efectúan censos periódicos y se realizan actividades con técnicas de manejo sustentable. Esto ha
llevado al crecimiento de las poblaciones de guanacos, que actualmente fluctúan entre 73.000 y
86.000 individuos (Boletín FIA, 2002).

5. Características del hábitat

Habita en el altiplano, desde Arica y Parinacota hasta Atacama, y también en algunos refugios de las
zonas centro y sur, Aysén y Magallanes. Generalmente se encuentra en lugares de poco movimiento,
en la precordillera o la cordillera de la costa. También, aunque rara vez, se les encuentra a pocos
metros de la carretera Panamericana (regiones de Antofagasta y Atacama). Se distribuye desde el
nivel del mar hasta los cuatro mil metros de altura.

5.1 Importancia Ecológica

Como especie autóctona, cumple un importante rol ecológico, pues su adaptabilidad, resistencia
y morfología corporal hacen que aproveche eficientemente los recursos, aún cuando éstos sean
escasos. Presenta gran eficiencia en la utilización de vegetales, no consume partes exclusivas de la
planta, sino que alterna entre hojas verdes y las más maduras.

Como especie autóctona, cumple importantes roles ecológicos, tales como: herbívoro de bajo
impacto, dispersador de semillas, fuente de reciclaje a través de sus estercoleros y ser parte de la
cadena trófica. Su dentadura permite que corte el vegetal sin arrancarlo, lo que no provoca daño
a las pasturas, generando una recuperación de éstas. Además de alimentarse, al consumir hierbas
genera dispersión de semillas. (Henríquez, 2004).

Sus patas, presentan otra forma de adaptación, tienen una amplia almohadilla inferior, lo que les
permite caminar fácilmente por los diversos terrenos sin generar erosión del terreno (Puig, 1991).

En sus áreas naturales constituye parte importante de la dieta de los grandes carnívoros silvestres,
como el puma, por lo que es una especie muy importante en la dinámica ecosistémica (Franklin,
1983).
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6. Hábitos de alimentación y dieta

En relación a la alimentación se debe señalar que ésta es exclusivamente herbívora e incluye una
gran variedad de especies de vegetales. Es de destacar que sus dientes incisivos están recubiertos
en su parte labial con una gran capa de esmalte que les otorga especial fuerza y dureza.
Los CSA han generado un creciente interés a nivel nacional, ya que son capaces de producir carne,
fibra, cuero y ser utilizados para el transporte, pueden estar en condiciones extremas, como son las
zonas altiplánicas sobre los 4000 metros de altura, con amplia variación térmica, intensa radiación
solar y bajas precipitaciones, lo que hace que la pradera sea escasa y de baja calidad nutricional.
Esta capacidad de utilizar forrajes pobres, despierta el interés por su reintroducción en zonas áridas
y semiáridas no altiplánicas, como son la de la zona Centro-Sur y región magallánica (Tapia, 1993;
López et al., 2000).

Los guanacos han sido considerados como herbívoros generalistas, que consumen forraje a tra-
vés del pastoreo y ramoneo constante de la vegetación disponible (Puig y Videla, 2000). Por estas
razones son muy eficientes con respecto a la utilización de la vegetación, especialmente en el es-
trato herbáceo, usando parte del vegetal que de otro modo se perdería por acción del ambiente
(Fernández-Baca, 1991).

La plasticidad adaptativa fisiológica que poseen los camélidos, debido a su larga evolución en climas
áridos, los ha llevado a lograr esta eficiencia en el uso la vegetación en los hábitats marginales. Estas
adaptaciones fisiológicas son, según Engelhardt et al., 1991:

• Habilidad para seleccionar forraje de alta calidad existente en las pasturas naturales, esto se basa
principalmente en su conducta de alimentación, donde los camélidos tienen una diversa gama para
seleccionar, lo que varía según la disponibilidad y la calidad organoléptica del forraje.

• Un aumento en la digestión de forraje de baja calidad que prolonga el tiempo de retención de


partículas en el seudo rumen.

• Alta eficiencia en el uso del agua, especialmente cuando hay bajo consumo de alimentación.

6.1 Dieta del guanaco

Las dietas de los camélidos varían durante el año dependiendo de la disponibilidad y la calidad. El
consumo de forraje va principalmente dirigido hacia los estratos herbáceos y constituye el principal
tipo de forraje de la dieta durante el año, mostrando ciertas diferencias en torno a algunas especies
en particular. Sin embargo, se ve afectado por una fuerte disminución en la oferta de forraje herbá-
ceo durante el verano, de tal manera que el consumo de alimento lo hace principalmente sobre el
estrato arbustivo.

La amplitud de su espectro alimentario lleva al guanaco a consumir también líquenes y plantas


suculentas especialmente en el desierto de Atacama, y árboles caducos en bosques Valdivianos y
Magallánicos. En las zonas montañosas de la zona central de Chile el guanaco se comporta como
un consumidor especializado en herbáceas, probablemente por la presencia de compuestos de baja
palatabilidad en otras plantas nativas (Cortes et al. 2003).
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Es ampliamente conocido que los camélidos, en general, comen menos que otros animales herbí-
voros. Esto se basa en estudios que dicen que hay volúmenes más bajos en los compartimentos del
estómago y un tiempo superior de retención de las partículas del alimento en el tracto digestivo.

7. Depredadores naturales

Sus predadores son, casi exclusivamente, el ser humano y el puma. Hay algunos datos que informan
que el zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) ataca a los animales jóvenes o enfermos.

8. Principales causas de disminución de la población

En Chile, a partir de la colonización europea muchas de las


principales especies de flora y fauna fueron disminuyendo
paulatinamente, principalmente debido a una sobreexplota-
ción de los recursos cordilleranos que llevó al virtual ago-
tamiento de muchos recursos forestales de la zona central
(32° - 36° S), así como a la extinción de los herbívoros autóc-
tonos, por ejemplo, camélidos y huemules (Stehberg, 1987).
La introducción de nuevas especies, como el ganado ovino,
las cuales comenzaron a competir por espacio y alimento,
la caza indiscriminada de la que fueron parte los guanacos y
el deterioro de su hábitat de la mayoría de los lugares que
éstos ocupaban, son otras de las razones que han llevado a
esta especie a una disminución en el número de individuos a
nivel nacional y a la pérdida de individuos silvestres en la zona
central. (Cunazza, 1991).

Figura 2. Mapa con presencia de guanacos


(confirmada en rojo, y probable en rosado)
y principales factores de amenaza.
Fuente: González, B., 2010

1: Competencia potencial con el ganado;


2: Modificación y exclusión del hábitat;
3: Caza ilegal;
4: Perros;
5: Barreras al desplazamiento;
6: Actividades de uso mal planificadas;
7: Enfermedades;
8: Hibridismo con camélidos sudamericanos domésticos;
9: Poblaciones extintas y prontas a extinguirse.
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ATAQUE DE PERROS
Ariel A. Farías, Gabriella L. Svensson & Fabian M. Jaksic

Dada su estrecha asociación con el ser humano, el perro doméstico (Canis lupus familiaris) es actual-
mente el carnívoro de mayor distribución mundial, y uno de los más comunes en paisajes rurales,
donde interactúa con la fauna silvestre como depredador, competidor y vector de enfermedades
(Vanak & Gomper 2009a).

Perros vagabundos y asilvestrados extienden sus efectos incluso en áreas silvestres protegidas
(ASP): los primeros, mayormente solitarios, son urbanos o rurales, muestran desplazamiento limita-
do (<100 ha), son localmente abundantes, y consumen principalmente alimento de origen humano
(por ej., desechos y carroña de ganado) y ocasionalmente presas silvestres; los segundos forman
grupos estables que deambulan ampliamente en áreas rurales y silvestres, evitando el contacto
humano y consumiendo frecuentemente presas silvestres (Boitani & Ciucci 1995,Vanak & Gomper
2009a).

Globalmente, los perros consumen un espectro amplio de presas, desde artrópodos y pequeños
vertebrados hasta grandes ungulados (Tabla 1), y en Chile y Perú, la depredación por perros cons-
tituye una causa importante de mortalidad de guanacos (B. González, C. Bonacic, H. Zeballos, com.
pers.)Estos últimos son buenos corredores en distancias cortas, pero no en las largas, siendo vul-
nerables a la caza por persecución y relevo ejercida por los canes (B. González, com. pers.), los que
también afectarían su comportamiento de forrajeo y uso del hábitat.

Sin embargo, la domesticación del perro a partir del lobo gris (C. lupus lupus) produjo cambios
morfológicos, conductuales y de historia de vida, reduciendo su eficiencia de caza, esperanza de
vida y sobrevivencia juvenil (ca. 5% en el primer año) en condiciones naturales (Boitani & Ciucci
1995). Como consecuencia, raramente forman poblaciones salvajes autosuficientes (por ej.., dingo),
dependiendo de la provisión directa o indirecta de alimento y refugio por el ser humano (Boitani &
Ciucci 1995,Vanak & Gomper 2009a). Además, los individuos pueden cambiar de estatus, siendo su
transición de domésticos a vagabundos o asilvestrados (por abandono o escape) mucho más fre-
cuente que la vía inversa (Boitani & Ciucci 1995). Por lo tanto, la presencia y abundancia de perros
en áreas rurales y ASP depende del influjo continuo de individuos de origen doméstico y el subsidio
de alimento por el humano (por ej.., basurales, carroña de ganado, alimentación deliberada), deter-
minando su efecto de depredación sobre fauna silvestre, como el guanaco, y confiriéndoles cierta
ventaja competitiva sobre depredadores y carroñeros nativos (Vanak & Gomper 2009a; fig. 1).

El control de estos factores y la promoción de su tenencia responsable (i.e., restricción del despla-
zamiento y esterilización de individuos domésticos) constituyen entonces, medidas prioritarias para
la protección de la fauna silvestre en el largo plazo. Asimismo, la remoción sanitaria de individuos
vagabundos y asilvestrados de las áreas rurales y ASP por personal calificado sería una medida
complementaria recomendable en el mediano y corto plazo.
18 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

Figura 1. Esquema conceptual de los principales facto-


res, determinando la ocurrencia y abundancia de pe-
rros en áreas rurales y silvestres (flechas negras), y sus
efectos sobre la fauna (flechas grises). El ancho de las
flechas representa su importancia relativa y prioridad
como objetivos de control. MOA: material de origen
antrópico subsidiado como alimento (e.g., desperdicios,
carroña de ganado, alimentación deliberada).

Tabla 1. Porcentaje de frecuencia de ocurrencia (FO) de presas silvestres y material de origen antrópico (MOA) en la dieta de perros vagabun-
dos y asilvestrados (datos de análisis de: 1 heces, 2 contenidos estomacales). Las FO no necesariamente suman 100% ni son aditivas; cuando la
resolución taxonómica original fue mayor, se reporta el rango de valores reportados para los ítems dentro de cada categoría. tr. < 1%.

Mamíferos Aves Reptiles Artrópodos Material MOA Referencia


vegetal
< 750 > 750
g g

Brasil1 6-20 5-12 20 2 22-58 41 63-94 Campos et al. 2007

Chile 4-10 6 1-7 2-12 26 36-55 Silva-Rodríguez et al.


(Aysén) 1 2009

Chile 23 6 17 7 24 8 57 Svensson et al. no pub.


(Chiloé) 1

India1 22-41 57 8 1 7-9 11-52 91 Vanak & Gomper 2009

Etiopía1 ≤2 3 tr. 4 1-86 Atickem et al. 2010

Zimbabue2 49 2 tr. 3 24 Butler & du Troit 2002

Australia1 3-33 2-12 10 tr. 6 Mitchell & Banks 2005

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PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 19
Macrozona Norte y Centro

FRAGMENTACIÓN DEL HÁBITAT Y GUANACOS:


CAUSAS Y CONSECUENCIAS
Denise S. Donoso

La fragmentación del hábitat es una de las mayores amenazas a la persistencia de las especies (Fo-
ley et al. 2005, Fisher y Lindenmayer 2007). Este proceso produce la pérdida de conectividad del
paisaje lo que dificulta y/o interrumpe el movimiento de los organismos a diferentes escalas: diaria,
de dispersión y de larga distancia (Noss 2007). En los guanacos, el movimiento es una conducta
importante para la sobrevivencia y reproducción, la que realiza en respuesta a la disponibilidad de
recursos y a condiciones adversas o de riesgo (Franklin 1983). Esta es aún más relevante en zonas
con restricciones en la oferta y calidad del alimento (Cortés et al. 2003, González et al. 2008). La
disminución o interrupción del movimiento hacia ciertas áreas, debido a la degradación del hábitat,
la presencia de ganado, cazadores y perros, y de barreras tales como los cercos y caminos, pro-
duciría el aislamiento de las poblaciones de guanaco y un menor acceso a recursos, reduciendo
su tamaño. Mientras más aisladas y pequeñas son las poblaciones, más susceptibles a la extinción
son, debido a fenómenos impredecibles que pueden producir una alta mortalidad, tales como las
variaciones ambientales (Holsinger 2000): durante una sequía, el 80% de una población de guanacos
aislada murió al no poder acceder a alimento adicional (Beldoménico et al. 2003). Por otro lado,
la reducción del tamaño poblacional y el aislamiento produce una disminución en la diversidad ge-
nética y una mayor endogamia (i.e. apareamiento entre parientes). Las poblaciones y especies con
menor diversidad genética son más propensas a la extinción que las más diversas (Frankham 2006).
Además, la endogamia produce una reducción en la reproducción y sobrevivencia (i.e. depresión
por endogamia), más intensa en animales silvestres que en domésticos (Crnokrak y Roff 1999).

En guanacos, una población pequeña y aislada tiene menor diversidad genética y mayor endogamia
asociada a una alta proporción de malformaciones, abortos y muerte neonatal que una población
abundante y conectada (Franklin y Grigione 2005, González et al. en prep.). Además, el aislamiento
interfiere con el “Efecto Rescate” de poblaciones pequeñas (Brown y Kodric-Brown 1977), las que
persistirían por la llegada de individuos desde otras poblaciones que aportan diversidad genética
y aumentan la abundancia. Finalmente, es importante considerar que la fragmentación del hábitat
actúa en conjunto con otras
amenazas, generando un “vór-
tice de extinción” donde los
efectos genéticos, demográfi-
cos y ambientales disminuyen
cada vez más los tamaños de
las poblaciones, llevándolas a
la extinción.

(Fig.1, Gilpin y Soulé 1986).


20 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

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PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 21
Macrozona Norte y Centro

ENFERMEDADES DEL GUANACO


EN VIDA SILVESTRE
Rossana Zárate, Juan Carlos Valencia

El guanaco una especie silvestre muy rústica, capaz de adaptarse a los ambientes adversos y de
sobrevivir en condiciones climáticas extremas, sin embrago las poblaciones se han visto mermadas
debido a múltiples factores como la caza irracional, falta de protección, destrucción y fragmentación
de su hábitat por actividades humanas como la minería, la agricultura y la ganadería (Zúñiga, 1999),
principalmente en la zona norte por la competencia con el ganado caprino y ovino, esta última
especie doméstica es el principal ungulado introducido en el rango de distribución del guanaco y
presentan preferencias dietarias muy similares (Puig et al., 2001), es por esta razón que la fauna sil-
vestre se ve enfrentada a enfermedades asociadas a su relación con especies introducidas (caninos,
caprinos, ovinos).

La información sobre la salud del guanaco (Lama guanicoe) es limitada. Los pocos informes que
existen, mencionan anomalías de salud debido a un único agente etiológico o los resultados del
informe de guanacos en cautiverio (Karesh et al, 2002), sin embargo existen antecedentes encon-
trados en animales en semicautividad, en animales muertos y por estimaciones de susceptibilidad,
de las cuales podemos mencionar patologías virales (aftosa, herpesvirus), bacterianas (Leptospirosis,
Brucella), pero las de mayor importancia son las parasitarias, generalmente asociadas a gastroen-
teritis, que cursan con infecciones de una variedad de productos gastrointestinales de nemátodos,
tremátodos y céstodos (Ballweber, 2009), sin embargo dentro de las parasitosis, la de mayor impor-
tancia para los casos encontrado en la Región de Atacama es la sarna.

La sarna es una enfermedad infecto-contagiosa que afecta la piel y es producida por ácaros. En alpa-
cas, llamas y vicuñas se ha reportado la presencia de Sarcoptes scabiei aucheniae, la cual produce la
sarna sarcóptica y Psoroptes aucheniae, que produce la sarna psoróptica (Leguia, 1990).

Sarcoptes es bastante agresiva: se introduce


en la piel y forma túneles o galerías, produ-
ciendo dermatitis. Se localiza primariamente
en zonas desprovistas de piel (axilas, entre-
piernas, vientre, etc.), iniciándose la lesión
como pequeños focos eritematosos, con
bastante prurito y exudado seroso que al
coagularse da lugar a costras agrietadas, san-
grantes y dolorosas, sin embrago la sarna es
una enfermedad que generalmente no pro-
duce la muerte en condiciones fisiológicas
normales. La trasmisión se produce princi-
palmente por contacto directo, para el caso
específico de guanacos una fuente importan-
te de contagio son los revolcaderos.
22 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

En el sector altoandino de la Región de Atacama se han reportado casos de guanaco muertos con
presencia de sarna desde el año 2002 (Potrerillos), situación que se ha ido desplazado hacia el sur
de la región, reportándose casos en Inca de Oro y Tierra Amarilla. A la fecha se ha constatado la
presencia de Sarcoptes scabie var. aucheniae mediante exámenes de laboratorio y signología clínica
en unos 20 ejemplares de vida silvestre. Sin embargo, no se ha logrado establecer cuáles son los
factores que inciden en la manifestación agresiva de la enfermedad, que posiblemente provocaría la
muerte de los guanacos en la región, por lo que se necesita de mayores estudios para esclarecer la
situación fisiológica de los animales.

Referencias Bibliográficas
Ballweber L., 2009. Ecto - and Endoparasites of NewWorld Camelids.Vet Clin Food Anim 25 (2009) 295–310.

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PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 23
Macrozona Norte y Centro

9. Experiencias en crianza de la especie

El manejo de los guanacos en cautiverio es una actividad que proviene de culturas precolombinas,
las que los utilizaban con diferentes objetivos, desde la obtención de bienes hasta el uso como ani-
mal de mascota (González et al., 2004).

En Chile, la explotación comercial de fibras finas de CSAS (camélidos sudamericanos silvestres,


vicuña y guanaco) ha sido llevada a cabo por siglos.

Antes de 1950, la mayor parte de la fibra comercializada era obtenida de pieles de animales muer-
tos. Esta forma de utilización no sustentable terminó con la prohibición de la caza y con el desarro-
llo de estrictas medidas de protección, que han perdurado por más de treinta años.

Dado que, con la protección otorgada, algunos núcleos han recuperado sus niveles poblacionales
iniciales, es nuevamente factible la explotación comercial sustentable de dichas poblaciones (Bas
y González 2000). A pesar de esto, la escasez de estudios de la biología y de la conducta de los
guanacos llevó en los años ‘80 a errores en la mantención de éstos en cautiverio, ya sea por la in-
adecuada forma de captura que se usaba o por el desconocimiento de las prácticas de manejo que
los animales necesitaban (González et al. 2004).

En circunstancias actuales, en las que se debe tender a la innovación en el rubro pecuario, se reco-
noce al guanaco como una fuente potencial de ingresos por la obtención de fibra y secundariamen-
te por su carne. A partir de la década de los ‘90 los criaderos de éstos se asociaron a organismos
de investigación que los ayudaron en la generación de poblaciones más estables, lo que se produjo
principalmente en la Patagonia, y a fines de dicha década llegó a la zona central del país (González
et al. 2004; Latorre et al. 2004).

10. Legislación

El guanaco está protegido por una serie de convenios internacionales y por la legislación chilena.
Entre ellas están: el convenio CITES (Convención Internacional sobre el Comercio de Flora y Fauna
Silvestre), donde el guanaco se ubica en el Apéndice II, lo cual significa que es posible realizar un
comercio internacional regulado de sus productos. A nivel nacional actúa la Ley de Caza Nº 19.473,
la cual establece su prohibición de caza en todo el país, pudiéndose realizar su manejo en lugares
específicos, tanto in situ como ex situ, que cuenten con antecedentes biológico-poblacionales, y
bajo una fuerte fiscalización por parte del Servicio Agrícola y Ganadero.

11. Estado de conservación

En Chile no existen estimaciones de población previas al inicio de los programas de conservación,


cuando éstos comenzaron, se calculó que la población no superaba los 12.000 a 13.000 individuos,
de los cuales unos 7.000 a 8.000 individuos pertenecían a las poblaciones de Tierra del Fuego (Cu-
nazza, 1991).
24 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

Al tomar conciencia de este problema, en Chile se inicia en la década de los 70 el proyecto de


“Conservación y manejo del guanaco”, como una medida de protección ante el problema de la caza
indiscriminada de los guanacos. Junto a ella se desarrollaron estudios de la biología y ecología de la
especie, todo destinado a devolver la importancia de la especie como un gran recurso económico
(Cunazza, 1991).

Según Glade 1988, en el “Libro rojo de los vertebrados terrestres de Chile”, el guanaco se encuen-
tra en estado de conservación Vulnerable a nivel Nacional, pero si se considera en forma sectoriza-
da se puede indicar que para la región Metropolitana está en peligro de extinción.

Por otra parte, el reglamento de la Ley de Caza Nº 19.473 clasifica al guanaco de acuerdo zonas
administrativas, estando en el norte, centro y sur categorizado En Peligro de Extinción, mientras
que en la zona austral,Vulnerable. Finalmente, el reglamento de Clasificación de Especies cataloga a
la especie entre la región de Arica y Parinacota hasta la región de los Lagos como Vulnerable, y en
la regiones de Aysén y Magallanes como Fuera de Peligro.

Tabla 2. Estimación poblacional y estado de conservación del guanaco (Lama guanicoe) por región administrativa en Chile de acuerdo con los
estándares de Glade (1988): E = Extinto, P = Peligro de Extinción,V = Vulnerable, F = Fuera de Peligro de Extinción.
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 25
Macrozona Norte y Centro

LA IMPORTANCIA DE LOS CAMÉLIDOS EN EL


MUNDO INDÍGENA Y PREHISPÁNICO NACIONAL
Francisco Garrido Escobar

Desde la llegada del ser humano al continente americano, éste comenzó un largo proceso de adap-
tación al territorio y la fauna local. En dicha época diversas especies dominaban el territorio, muchas
de las cuales estaban caracterizadas por su gran tamaño lo que ha derivado en su denominación de
“megafauna”. Hasta hace unos 10.000 años atrás, mastodontes y milodones compartían su hábitat
con las “paleolamas”, antiguo animal que a futuro daría origen a los diversos camélidos sudameri-
canos. El fin de las glaciaciones permitió el mejor desarrollo del hombre en el continente, pero el
cambio climático y la sobre cacería marcarían la extinción de aquellas antiguas especies.

El guanaco y la vicuña fueron los sucesores naturales de la antigua paleolama y se convirtieron en


parte importante de la subsistencia de los grupos humanos habitantes del área centro sur andina
desde esa época en adelante. Sin embargo, en ciertas zonas de los Andes hace aproximadamente
unos 7.000 años atrás la tradicional técnica de cacería comenzó a dar lugar a un proceso de manejo
y crianza de estos animales salvajes, el cual con el tiempo y cruzas selectivas derivó en el desarrollo
de nuevas especies que vivirían en dependencia del ser humano; se daba así origen al proceso de
domesticación de la llama y la alpaca, realizado ciento por ciento en los Andes.

La domesticación de animales y plantas fue la base de la complejidad social en los Andes. La existen-
cia de camélidos domésticos también trajo de la mano el desarrollo de las sociedades pastoriles y
permitió disminuir la completa dependencia del hombre sobre la caza.

En los pueblos andinos, los camélidos son parte fundamental de la economía comunitaria, tradicio-
nes y ritual. Llamas y alpacas son adornadas (floreadas) en ciertos rituales para procurar la fertilidad
del rebaño. Su sacrificio en ciertas ocasiones del calendario sagrado es también parte de la relación
del ser humano con la madre tierra o Pachamama como ofrenda divina dentro del ciclo de fertilidad
agrícola y animal. Una interesante tradición mítica asociada a camélidos la encontramos en la cor-
dillera de la región de Antofagasta. De acuerdo a la gente del pueblo de Cupo, tras el volcán Paniri
vive la “Likana” o llama blanca que vuela sobre una nube y cuida las nacientes de los cursos de agua
en los cerros asegurando la fertilidad y supervivencia del ecosistema local.

Desde épocas prehispánicas el uso de camélidos domesticados fue importantísimo en el Norte


Grande, donde destaca su uso para el manejo de caravanas de intercambio de productos entre los
diversos oasis y quebradas del desierto. El complejo cultural “Pica-Tarapacá” (1000 – 1450 DC) es
reflejo de esta tradición asociada a huellas troperas y la existencia de geoglifos que marcan puntos
importantes dentro del trazado de dichas rutas dentro del árido desierto de Atacama.

En el Norte Chico la presencia del camélido y su importancia simbólica la podemos ver desde, por
lo menos, unos 2.000 años atrás, en representaciones de guanacos modelados en la alfarería de la
Cultura El Molle y, en mayor medida, con la presencia de enterratorios de guanacos como ofren-
26 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

da fúnebre en cementerios de la cultura Ánimas. La Plaza de Armas de Coquimbo y El Olivar en


Compañía Baja, La Serena, son algunos de los sitios donde camélidos individuales o en pares fueron
sacrificados y enterrados como ofrenda para acompañar la vida en el más allá de seres humanos,
reflejando de esta forma su gran importancia religiosa y simbólica para estos grupos. Por su parte,
en Copiapó se observa un gran énfasis en la representación de camélidos (guanacos y/o llamas), los
que fueron parte importantísima en las expresiones de los grupos prehispánicos de la zona (Cultura
Copiapó), donde podemos apreciar una gran profusión decorativa de dichos alimentos en su alfare-
ría, la cual también acompañaba la vida después de la muerte, como ofrenda fúnebre.

En relación directa al guanaco, el mito del Yastay es parte importante de la mitología de los grupos
indígenas del Noroeste Argentino y la zona cordillerana de la región de Atacama en Chile. El Yastay
es un guanaco blanco que dirige el rebaño y lo protege ante peligros humanos por el exceso de caza,
es concebido como un espíritu sobrenatural que protege la naturaleza y los recursos minerales. El
Yastay puede resucitar animales, es inmune a las balas y puede tomar forma humana desorientan-
do al cazador, es respetado por las comunidades de pastores cordilleranos y la creencia en él es
parte del simbolismo que permite mantener los equilibrios ecológicos dentro del frágil ecosistema
cordillerano nortino. Su importancia actual se ve reflejada en el uso de su imagen como símbolo
identificador de la comunidad Diaguita Huascoaltina de la región de Atacama.

En el sur de nuestro país el manejo de camélidos también fue una importante actividad que se asociaba
a la ritualidad y al prestigio de sus poseedores. El chilihueque es un animal descrito en los relatos espa-
ñoles y republicanos tempranos, el cual habría sido muy importante para la cultura Mapuche. Su origen
no es muy claro aún y se duda si fue un guanaco, una llama o bien un animal especialmente domestica-
do en la Araucanía. Lo importante, es que de acuerdo a las descripciones históricas, era criado en el
contexto doméstico y su posesión constituía un gran símbolo de estatus. Lamentablemente después
de todos los trastornos producidos allí desde el siglo XIX en adelante, la tradición de la crianza del
chilihueque ha desaparecido y con ello una importante herencia patrimonial.

En resumen, podemos decir que el guanaco y los camélidos en general, han sido desde los primeros
tiempos del ser humano en América, parte importante de la subsistencia y tradición cultural de
los distintos grupos habitantes del área Andina. La caza de estas especies y, a la vez, la preocupa-
ción por su conservación y equilibrio ecosistémico, han sido conductas que desde hace milenios
podemos observar en el registro arqueológico. La ampliación de la biodiversidad original de los
camélidos desde los ejemplares silvestres a los do-
mesticados ha sido un factor clave en el proceso de
desarrollo civilizatorio de la región y la aparición del
sedentarismo. El uso de estos últimos como sopor-
te energético cercano, transporte de productos y
vestimenta gracias a su lana, fue y sigue siendo aún
muy importante para muchos grupos indígenas an-
dinos. Del mismo modo, guanacos y vicuñas salvajes
siguen siendo parte de las creencias simbólicas y el
patrimonio indígena ancestral.

Sepultura Cultura de las Ánimas, sitio Plaza de Coquimbo.


PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 27
Macrozona Norte y Centro

¿POR QUÉ CONSERVAR AL GUANACO EN CHILE?:


DISTINTOS VALORES QUE ADQUIERE LA ESPECIE
EN NUESTRO PAÍS.
Benito A. González

El ser humano le ha asignado diferentes valores a la fauna nativa, a los cuales lo hacen ser orga-
nismos únicos y singulares (Ojasti., 2000). Entre los diferentes tipos de valor, tanto éticos, como
biológicos, de uso y culturales, que adquiere el guanaco para nuestra sociedad están:

• Valor intrínseco: es aquel valor que le asigna el derecho a vivir. Este es un aspecto ético que se
encuentra incorporado en distintas ONG proteccionistas y tangencialmente dentro de la Ley
de Caza, puesto que protege a los individuos de cada especie de las actividades humanas, y re-
gula su uso racional y sustentable (Servicio Agrícola y Ganadero, 1998).

• Valor de existencia, o la disposición a pagar para asegurar la existencia de poblaciones de


guanaco, sin pretensiones para su uso posterior, es reciente en nuestro país. Destacan la labor
de ONG, como Conservación Patagónica y Wildlife Conservation Society, que han adquirido
grandes superficies de terreno para conservar ecosistemas y procesos ecosistémicos, donde
existe y participa el guanaco.

• Valor evolutivo, donde el guanaco ha sido producto de cerca de 40 millones de años de evolu-
ción a partir de sus ancestros en Norteamérica (Franklin, 1982). Además, por sus adaptaciones
anatómicas y fisiológicas, logró sobrevivir a la extinción de mamíferos a finales del Pleistoceno,
llegando a ser el mamífero de talla grande más abundante de la zona cordillerana y patagónica
(González et al., 2006).

• Valor ecológico. El guanaco es parte de la cadena trófica de los ambientes desérticos, andinos y
patagónicos, modulando el crecimiento de la vegetación al consumir diferencialmente especies y
partes de plantas, como al diseminar semillas y favorecer a ciertas especies con sus defecaderos
(Fuentes y Muñoz, 1995; Cortés et al., 2003; Henríquez, 2004; Cavieres y Fajardo, 2005).También
es presa de depredadores y sus restos son alimento de carroñeros (Franklin et al., 1999; Sarno,
et al., 2000; Travaini et al., 2001). Se ha observado que en ausencia de este herbívoro de gran
tamaño, el puma, consume otras presas, como el ovino (Novaro et al., 2000).

• Valor de conservación. Es el valor que adquieren las especies a través de su uso como especies
indicadoras, centinela, bandera o carismática en conservación (Noss, 1990). El guanaco ha sido
aprovechado como tal en nuestro país, aunque faltan antecedentes para poder resaltar y confir-
mar su rol en conservación. Destaca su uso en la creación de áreas silvestres y en monitoreos
ambientales como especie sensible a cambios en el uso de suelo (González et al., 2008).

• Valor etno-cultural: el guanaco ha sido la especie que ha permitido la existencia humana en los
ambientes secos de Sudamérica (Franklin, 1982).Todas las culturas indígenas asociadas al desier-
28 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

to, la cordillera Andina y a la zona Patagónica y Fueguina, utilizaron esta especie para alimentarse,
vestirse y desarrollarse artística y espiritualmente (Miller, 1980). Incluso, gracias al proceso de
domesticación del guanaco llevado a cabo en los Andes Centrales por miles de años, se logró
obtener la llama (Lama glama) (Wheeler, 1995).
• Valor productivo. Algunas poblaciones de guanaco están siendo aprovechadas actualmente para
producción de carne y fibra en Chile. La carne se caracteriza por ser magra y con bajo conteni-
do de colesterol, siendo clasificada como una carne “verde”, por lo que el mercado es altamente
específico. Su fibra tiene un diámetro de entre 14 y 19 micras, siendo clasificada como “extra-
fina”, por lo que es adquirida en bruto o semi-procesada por la industria textil de alta calidad, o
vendida con valor agregado como prenda artesanal.

• Valor recreacional-turístico. El guanaco es un animal de gran tamaño y altamente vistoso en


ecosistemas abiertos. Sus hábitos gregarios y tolerancia al ser humano, cuando no ha existido
persecución, lo hace atractivo para el turista que visita áreas silvestres protegidas. Destaca entre
ellos el Parque Nacional Torres del Paine, en la zona austral de Chile (Franklin et al., 1997).

• Valor histórico. El guanaco ha estado presente en relatos de cronistas, historiadores y naturalis-


tas, destacando Claudio Gay y Charles Darwin, quienes quedaron sorprendidos por su número,
hábitos y presencia constante en distintos lugares de Chile y Sudamérica, respectivamente.

• Valor artístico-literario. El guanaco también ha sido mencionado por poetas y escritores con-
temporáneos. Gabriel García Márquez, al momento de recibir el premio Nobel de Literatura en
1982, usa la descripción hecha por A. Pigaffeta del guanaco en 1521 como ejemplo de Realismo
Mágico. Pablo Neruda en su obra Canto General de 1950, por otro lado, dedica palabras al gua-
naco en varios de sus poemas.

Otros tipos de valores, como el valor indirecto no comercial o de restauración, que contempla la
valoración económica de prevenir la desaparición del guanaco o el costo de restaurar o restituir
sus poblaciones, el valor de opción, que recoge la disposición de personas o sociedades para pagar
por conservar al guanaco como un recurso potencial para uso futuro, o el valor cinegético, no han
sido explorados aún en nuestro país. Finalmente, solo una visión basada en el principio de respeto
del humano hacia el animal permite percibir todos estos valores, ante lo cual la educación es un
elemento importante. Es necesario también que los pobladores, que coexisten con el guanaco, sean
los depositarios de los atributos que tiene esta especie con la finalidad de lograr una identidad local
(Ojasti, 2000).
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 29
Macrozona Norte y Centro

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PLAN NACIONAL DE
CONSERVACION DEL GUANACO
EN CHILE
Macrozona Norte y Centro
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 31
Macrozona Norte y Centro

PLAN NACIONAL DE CONSERVACIÓN


DEL GUANACO

1. Metodología usada para la formulación del plan

La metodología utilizada para la formulación del Plan fue utilizar procesos grupales participativos,
los cuales tienden a movilizar lo mejor de la creatividad y habilidad entre los actores que participa-
ron durante los talleres de discusión.

El desarrollo del primer taller se centró en la Técnica de Visualización con Tarjetas, las que apoyan
todo el proceso desde la formulación de la pregunta inicial, pasando por todos los momentos de
moderación del debate, hasta constituirse en la base de un informe final. Las tarjetas, que contienen
las respuestas o las opiniones de los participantes son adheridas a un papelógrafo, cuyos pliegos
de papel son guardados por los moderadores a fin de llevar un registro de las opiniones vertidas
durante el trabajo grupal y de elaborar el informe final, como se mencionó anteriormente. Este
sistema ejerce una fuerte influencia sobre la dinámica de la discusión, las formas de raciocinio y la
participación de los que están involucrados en el proceso.

A partir de los problemas identificados, se formularon y priorizaron los objetivos estratégicos del
Plan mediante una discusión abierta.

Para este trabajo los participantes se dividieron en dos grupos, a fin de analizar los objetivos es-
tratégicos y proponer las respectivas líneas de acción, imprescindibles para lograr el cumplimiento
de éstos.

Durante el segundo Taller se concentraron las discusiones en las amenazas de la especie, donde un
experto presentó el contexto y las implicancias de cada una de las amenazas y luego se procedió a
generar una discusión y lluvia de ideas para estructurar las acciones prioritarias para revertir dichas
amenazas.

Es importante mencionar la participación amplia que se estableció durante todo este trabajo, ya que
durante los talleres realizados y solicitudes de información participaron varios expertos nacionales,
funcionarios de SAG, CONAMA, CONAF, CORB Regionales y la comunidad en general.

2. Estructura y funcionamiento del Plan

El Plan esta conformado por cinco objetivos estratégicos y sus respectivas líneas de acción, en el
cual se proponen algunos plazos para su implementación.

Además, ser definió y acordó una estructura básica para la coordinación de Plan a nivel nacional
(macrozona Norte y Centro) y a nivel de éstas, quien estará encargado de coordinar la puesta en
marcha del presente documento.
32 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

3.Visión META

Propósito del Plan:


Mejorar el estado de conservación del guanaco en la macrozona Norte y Centro de Chile (pers-
pectiva de la UICN).

Abordar y revertir las principales amenazas que afectan las poblaciones de la especie existentes en
la macrozona Norte y Centro de Chile.

Objetivo General:

Aumentar y conectar poblaciones de guanaco en la macrozona Norte y Centro del país.

Objetivos Estratégicos y Líneas de Acción:

1. Fomentar el desarrollo de estudios científicos que permitan un incremento en la cantidad


y calidad de la información acerca de la ecología del guanaco y su hábitat, como también su
estructura genética en las poblaciones aisladas de Chile central, de utilidad para su protección
y conservación.

2. Implementar acciones para la conservación in situ en 4 ámbitos de trabajo (eliminación de la


caza furtiva, combate de los perros asilvestrados, competencia con ungulados exóticos y dete-
rioro del hábitat) y priorizar al guanaco como objeto de protección.

3. Desarrollar un programa de fiscalización permanente y eficiente que garantice el cumplimien-


to de la normativa vigente, asociada a la protección de la especie y de su hábitat.

4. Gestionar los recursos humanos y financieros que permitan el desarrollo de las acciones
prioritarias para la conservación del guanaco y su hábitat.

5. Sensibilizar a la comunidad y tomadores de decisión acerca de la importancia de proteger al


Guanaco.

4. Objetivos estratégicos, líneas de acción y plazos


PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 33
Macrozona Norte y Centro

ÁMBITO DE INVESTIGACIÓN

OBJETIVO ESTRATÉGICO Nº 1

Fomentar el desarrollo de estudios científicos que permitan un incremento en la cantidad y calidad


de la información acerca de la ecología del guanaco y su hábitat, como también de su estructura ge-
nética en las poblaciones aisladas de Chile central, de utilidad para su protección y conservación.

Líneas de Acción Plazos

Establecimiento de metodologías estandarizadas y realizar estimaciones de tendencias 2011


poblacionales.

Realizar estudios respecto de la distribución, abundancia y el uso de hábitat de perros


asilvestrados en sitios poblados con presencia de áreas de concentración de guanacos y
establecer programas de erradicación. 2011

2011
Promover el desarrollo de investigación básica en el campo universitario
permanente

Actualizar las estimaciones poblacionales de guanacos en la macrozona Norte y Centro 2011


del país.
2012

Realizar estudios sobre aspectos sanitarios del guanaco (con foco en las enfermedades
parasitarias y las infectocontagiosas), integrando información respecto de la presencia de 2011
pumas y su rol de predación sobre la especie.
2012

Conocer la superficie y calidad del hábitat existente en áreas de concentración actual de 2013
guanacos y la conectividad existente entre dichas áreas. 2014

2012
Realizar estudios de estructura genética de poblaciones aisladas de Chile central.
2014

Realizar estudios específicos sobre distribución, abundancia y aspectos sanitarios de 2012


ungulados exóticos en áreas de concentración del guanaco. 2014
34 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

CONSERVACION IN SITU

OBJETIVO ESTRATÉGICO N º 2
Implementar acciones para la conservación in situ que permitan garantizar la conservación en su
medio natural en 4 ámbitos de trabajo (caza furtiva, perros asilvestrados, ungulados exóti-
cos y hábitat) y priorizar al guanaco como objeto de protección.

Desarrollar acciones de protección que permitan recuperar y mantener las distintas poblaciones de
guanaco en su actual rango de distribución natural.

Líneas de Acción Plazos

Ampliación o Creación de Áreas Protegidas publicas y privadas de importancia para el Guanaco. 2011
2015
Mejorar la fiscalización y vigilancia respecto a la caza furtiva y establecer “zonas de alta 2011
vulnerabilidad”. permanente

Incentivar la creación de corredores biológicos para la especie 2011


permanente
Establecer un programa para declarar zonas de prohibición de caza con señalética 2011
asociada en las áreas de concentración del guanaco. 2015
Promover la incorporación de medidas más estrictas para el manejo sanitario del ganado 2012
presente en áreas con guanaco y zonas aledañas, bajo un modelo de buenas prácticas. permanente
Lograr un incremento en la dotación de personal y actores involucrados para el control 2011
y vigilancia en áreas de concentración del guanaco. 2015
Mejorar acciones de administración y gestión en áreas bajo protección oficial, donde 2011
existe el guanaco, evitando la presencia de animales domésticos y/o asilvestrados. permanente
Implementar acciones de control y erradicación de perros en áreas bajo protección
oficial con presencia de guanacos.
(Establecer y aplicar ordenanzas municipales respecto a la tenencia responsable de 2011
mascotas en comunas aledañas a sitios de concentración de guanacos e incluir la promoción permanente
de políticas que tiendan a disminuir la libre disponibilidad de recursos subsidiados por el
ser humano (por ej.., basura, carroña de ganado doméstico, alimentación deliberada).
Promover la realización de acciones de mitigación y/o lograr medidas compensatorias en 2011
cualquier proyecto que afecte el hábitat de la especie, las que deben ir en su directo beneficio. permanente

ÁMBITO DE NORMATIVA Y COORDINACIÓN

OBJETIVO ESTRATÉGICO N º 3

Desarrollar un programa de fiscalización permanente y eficiente que garantice el cumplimiento de


la normativa vigente asociada a la protección de la especie y su hábitat.

Líneas de Acción Plazos


Realización de encuentros de discusión, intercambio de información y difusión de 2011
experiencias de conservación. permanente

Buscar y generar alianzas estratégicas para fortalecer la conservación y protección del guanaco. 2011
permanente
Remitir antecedentes para respaldar regulación legislativa respecto a los ataques de perros 2012
a la fauna nativa nacional. 2014
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 35
Macrozona Norte y Centro

ÁMBITO DE PLANIFICACIÓN Y GESTIÓN

OBJETIVO ESTRATÉGICO N º 4

Gestionar los recursos humanos y financieros que permitan el desarrollo de las acciones priorita-
rias para la conservación del guanaco y su hábitat.

Líneas de Acción Plazos

2011
Establecer mecanismos para conseguir el aporte de fondos desde la empresa privada
permanente

Ejecutar acciones que permitan mejorar los presupuestos de las instituciones públicas 2011
relacionadas con la protección y conservación del guanaco. permanente

Focalizar el uso de fondos públicos disponibles para otras áreas, hacia la conservación y 2011
protección del guanaco. permanente

ÁMBITO DE EDUCACIÓN AMBIENTAL Y DIFUSIÓN

OBJETIVO ESTRATÉGICO N º 5

Sensibilizar a la comunidad y tomadores de decisión acerca de la importancia de proteger al


guanaco.

Desarrollar un programa de educación y difusión permanente que permita conocer y sensibilizar a


la comunidad respecto a la importancia de la conservación del guanaco y su hábitat.

Líneas de Acción Plazos

Diseñar una estrategia de comunicación que promueva la creación de identidad y sensibilidad 2011 - 2012
regional y nacional.
Desarrollar un programa de información y sensibilización respecto de la cacería ilegal y 2011
ataques de perros, dirigido a tomadores de decisión, en áreas con guanaco.
Fomentar la participación informada de las comunidades rurales y urbanas en áreas con 2012
presencia de guanaco.

Apoyar o iniciar programas de control y tenencia responsable de perros en núcleos 2011


humanos cercanos a las áreas con guanaco. permanente
Generar manual de buenas prácticas silvoagropecuarias, minería y otras, para ser difundido 2011 - 2012
a propietarios y empresas del rubro

Desarrollar programas de educación ambiental que incorpore a los principales actores en 2011
la protección del guanaco permanente
36 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

5. Acuerdos: estructura organizativa y plazos

Estructura organizativa para el funcionamiento del Plan Nacional para la Conservación del Guanaco.

Con la finalidad de asegurar el cumplimiento y el éxito de las acciones de protección y conserva-


ción se propone definir una estructura organizativa para el funcionamiento concensuado entre los
actores involucrados.

Para esto se intentará adaptar y replicar las estructuras de organización implementada en el Plan
Nacional de Conservación del Huemul, siendo una iniciativa innovadora y que intenta buscar nue-
vas alternativas para sistematizar las acciones propuestas. Lo anterior, dado que a juicio de los
expertos involucrados directamente en dicha estructura, señalaron la interesante dinámica desa-
rrollada hasta la fecha.

Comisión Nacional para la Conservación del Guanaco (CNG)

Este órgano estará integrado por todas las organizaciones e instituciones relacionadas con la espe-
cie. Esta instancia podrá invitar a una comisión especial para abordar temas específicos
Las funciones de la Comisión serán:

Revisión
Coordinación
Evaluación
Actualización
Definición de de estrategias de mediano y largo plazo.

Comité Ejecutivo para la conservación del Guanaco (CEG)

Corresponderá al órgano funcional para la implementación del Plan desde la perspectiva de la co-
ordinación y promoción de las acciones necesarias a desarrollar para su cumplimiento.
Las funciones de la Comisión serán:

Seguimiento
Coordinación
Generar información técnica

En una primera etapa este Comité estará Constituido por un representante de cada una de las
siguientes instituciones CONAF, SAG, MMA, Academia (a definir) y una ONG (a definir)

Grupos de trabajo Zonales (GTZ)

Grupo de Trabajo Macrozona Norte (Regiones desde Arica y Parinacota a Coquimbo).

Grupo de Trabajo Macrozona Centro (Regiones desde Valparaíso a Maule).


PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 37
Macrozona Norte y Centro

La frecuencia de reuniones se propone en el siguiente calendario con reuniones a nivel nacional y


de las coordinaciones Macrozonales:

Reunión Objetivo Plazo


CEG Constitución 2011

Coordinaciones Zonales Constitución 2011

CEG Coordinación 2012


Coordinaciones Zonales Coordinación 2012 (2 reuniones)
CEG Evaluación 2013
Coordinaciones Zonales Coordinación 2013 (2 reuniones)
CEG Coordinación 2014
Coordinaciones Zonales Coordinación 2014 (2 reuniones)

CEG Revisión y actualización PNC 2015

Coordinaciones Zonales Coordinación 2015 (2 reuniones)


38 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

Afiche de Difusión y Educación Ambiental


Plan Nacional de Conservación del Guanaco
PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 39
Macrozona Norte y Centro

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PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO 41
Macrozona Norte y Centro

ANEXOS
ANEXO 1
Listado de participantes en el taller Nº 1
22 y 23 de octubre de 2008


Nombre Institución Correo electrónico
1 Nelson Amado CONAF Antofagasta nelson.amado@conaf.cl
2 Charif Tala CONAMA Central ctala@conama.cl
3 Benito A. González Universidad de Chile bagonzal@uc.cl
4 Juan Carlos Marín Universidad del Bio bio jcmarin@ubiobio.cl
5 Ricardo Santana SEREMI Agricultura rsantana@minagri.gob.cl
6 Alberto Peña Cornejo CONAF Atacama alberto.pena.cornejo@conaf.cl
7 Alberto Peña Vargas CONAF Atacama alberto.pena.vargas@conaf.cl
8 Moisés Grimberg P. CONAF Atacama moises.grimberg@conaf.cl
9 Diego Morales B. CONAF Atacama diego.morales@conaf.cl
10 Carla Louit CONAF Atacama carla.louit@conaf.cl
11 Juan Soto V. CONAF Atacama juan.soto@conaf.cl
12 Marcelo Ramos CONAF Atacama marcelo.ramos@conaf.cl
13 Olivia Pereira CONAF Atacama olivia.pereira@conaf.cl
14 Yohan Sánchez CONAF Atacama
15 Ibar Páez CONAF Atacama
16 Pedro Salazar H. CONAF Atacama psalazar@conafatacama.tie.cl
17 José Andaúr SAG Atacama jose.andaur@sag.gob.cl
21 Pablo Rasmusen GEF Marino prasmusen.3@conama.cl
22 Roberto Villablanca GEF Marino rvillablanca.3@conama.cl

Fotografía de los participantes


42 PLAN NACIONAL DE CONSERVACION DEL GUANACO
Macrozona Norte y Centro

ANEXO 1I
Listado de participantes en el taller Nº 2
3 y 4 de noviembre de 2010

Nº Nombre Institución Correo electrónico


1 Moisés Grimberg P CONAF Atacama moises.grimberg@conaf.cl
2 Carla Louit L. CONAF Atacama carla.louit@conaf.cl
3 Isla Troncoso CONAF Atacama isla.troncoso@conaf.cl
4 Eric Díaz CONAF Atacama ericmanuel.diazvergara@gmail.com
5 Jorge de la Riva CONAF Atacama ingambdelariva@yahoo.es
6 Pedro Salazar H. CONAF Atacama psalazar@conafatacama.tie.cl
7 Ana Catalán C. Seremi de Agricultura ana.catalan@minagri.cl
8 Rossana Zárate S. PRODESAL Copiapó rossanazs@yahoo.com
9 Pablo Valladares F. Investigador CRIDESAT pablo.valladares@cridesat.cl
10 Benito González Investigador UCh bagonzal@uc.cl
11 Ariel Farias Investigador afarias@bio.puc.cl
12 Denise Donoso Investigadora denaika@gmail.com
13 Cristian Bonacic Investigador PUC faunaaustralis@gmail.com
14 Sandra Díaz SAG OC sandra.dv@gmail.com
15 José Andaúr SAG Atacama jose.andaur@sag.gob.cl
16 Juan Carlos Valencia SAG Atacama juan.valencia@sag.gob.cl
17 Arturo Cortés Académico ULS acortes@userena.cl
18 Iván Benoit CONAF OC ivan.benoit@conaf.cl
19 Claudio Cunazza CONAF OC claudio.cunazza@conaf.cl
20 Alejandra Muñoz PUC Fauna Australis faunaaustralis@gmail.com
21 Óscar Salas MOP Atacama oscar.salas@mop.gov.cl

Fotografía de los participantes

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