Se entiende por sistema ético a un conjunto de valores, normas y

criterios de actuación que dirigen nuestra vida. Aquellos valores

que uno considera fundamentales y condicionan la forma de
actuar en todos los campos.

La ética cristiana
En resumen, esta se refiere al modelo a seguir que es Jesús, ya que cuando
vino lo hizo con templanza, pero a la vez ayudando con amor. Cómo bien
dice, la ética cristiana no es para usarla como un salvavidas y salvarse del
infierno, si no para hacer las cosas como lo hacía Jesús de corazón. Y
sabemos que por más que cumplamos los mandamientos y hagamos buenas

obras de nada nos sirve si no lo hacemos de corazón y para Dios y esto si

no te salva del infierno.
 El hedonismo
Los hedonistas consideran que hay moral porque los seres humanos buscan
el placer y huyen del dolor. Para descubrirlo basta con una investigación
empírica sobre cuáles son los móviles de la conducta humana. Pero como
no todos los placeres y dolores son iguales, el hedonista piensa que la
inteligencia no sirve para calcular los medios más adecuados para lograr el
mayor placer posible: es decir, que el intelecto moral es un intelecto
calculador.

El eudemonismo
Para Aristóteles (384-322 a.C.), el fin último natural de las acciones
humanas es la felicidad (eudaimonia) ¿Quién no se ha preguntado alguna
vez “qué podría yo hacer para ser feliz”? Esta es la pregunta con la que
empezó en Grecia la ética y, al intentar contestar, los filósofos encontraron
respuestas distintas. Al respecto Aristóteles decía que todos estamos de
acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto intentamos aclarar
cómo podemos serlo empiezan las discrepancias

El utilitarismo
El utilitarismo nació en el mundo anglosajón en la época moderna.
También cree que el móvil de la conducta humana es la búsqueda de
placer. Entre esos sentimientos cuenta la empatía, que consiste en ponerse
en el lugar de cualquier persona.