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Campaña naval

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de Atacama, debía ganarse el
control de los mares. En esta campaña solo se enfrentaron las fuerzas navales de Chile y Perú, ya que Bolivia no contaba con una, y si bien el gobierno de este
país intentó recurrir al corso para suplirlo, esto no prosperó.
El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, Cochrane y Blanco Encalada. El resto de la escuadra estaba formada por las
corbetas Chacabuco, O’Higgins, Esmeralda y Abtao, la cañonera Magallanes y la goleta Covadonga, todas ellas de madera.
Los buques capitales de la escuadra peruana eran la fragata blindada Independencia y el monitor blindado Huáscar. Completaban la escuadra peruana los
monitores fluviales Atahualpa y Manco Cápac, la corbeta de madera Unión y la cañonera de madera Pilcomayo.
Con el objetivo de asfixiar la economía peruana de exportación11: 413–414 y forzar la salida del Callao de la escuadra peruana para dar una batalla en altamar,11: 195–
197
la escuadra chilena bloqueó el puerto peruano de Iquique desde el 5 de abril y también bombardeó los débilmente defendidos puertos de Pabellón de Pica,
Huanillos, Mollendo y Pisagua. Sin embargo, la flota peruana, evitó el combate con unidades chilenas que fueran superiores y utilizó el espacio y el tiempo dado
para una estrategia más audaz de ataque a las líneas de transporte y a los desguarnecidos puertos chilenos, entre otros. Durante esas operaciones ocurrió el 12
de abril el combate naval de Chipana, sin un claro vencedor.
El 16 de mayo el grueso de la flota chilena salió de Iquique con dirección al Callao con el objetivo de batir la flota peruana, dejando a sus dos buques de menor
poder para mantener el bloqueo del puerto. El mismo día, salieron del Callao los dos buques capitales del Perú rumbo a Arica. Durante la navegación se cruzaron
ambas fuerzas sin avistarse y cuando el alto mando naval peruano se enteró de que solo débiles naves bloqueaban Iquique, aprovechó la oportunidad
inmediatamente y envió a sus buques a romper el bloqueo.
El 21 de mayo, en el combate naval de Iquique, el monitor blindado Huáscar logró hundir a la corbeta Esmeralda. En el mismo día, la fragata
blindada Independencia se enfrentó con la goleta Covadonga, la que astutamente dirigida logró que su adversario, en su afán de espolonearla, encallara en
el combate naval de Punta Gruesa y que terminó sufriendo el bombardeo de esta. El resultado de ese día en Iquique y Punta Gruesa caló hondo en ambos
países: en Chile aumentó el fervor patriótico y al Perú, si bien se levantó temporalmente el bloqueo de Iquique, le costó la pérdida de la unidad más poderosa de
su armada.32: 137 El 1 de junio, el grueso de la escuadra chilena volvía de su infructuosa expedición al Callao enterándose de los hechos y restableciendo el
bloqueo de Iquique hasta el 2 de agosto.
Pese a la inferioridad técnica en la que ahora se encontraba la marina peruana, el monitor blindado Huáscar logró con sus correrías mantener en jaque a la
escuadra chilena durante 4 meses y medio en las que atacaba sorpresivamente transportes chilenos, hostilizaba sus líneas de comunicación, bombardeaba
instalaciones militares de los puertos y evitaba con su velocidad a los blindados chilenos, incluso en cierta ocasión intentó torpedearlos, pero sin éxito. El punto
culminante de las correrías del monitor blindado Huáscar fue la captura del vapor Rímac con el regimiento de caballería Carabineros de Yungay a bordo, el 23 de
julio. La captura causó una crisis en el gobierno chileno que provocó la renuncia del gabinete y del jefe de la armada de Chile. La corbeta Unión que también
participó en estas correrías para hostilizar a las fuerzas chilenas, fue enviada a Punta Arenas para capturar los transportes con armas que debían pasar por ese
puerto. Zarpó de Arica el 31 de julio, en pleno invierno, y llegó al lejano lugar el 16 de agosto. Aunque no logró su objetivo, fue una demostración de decisión y
capacidad de los marinos peruanos.
Tras las reparaciones de caldera y carena de los buques capitales chilenos, la flota chilena fue organizada en 2 divisiones destinadas solo a la eliminación
del Huáscar. El 8 de octubre, fue capturado el Huáscar en el decisivo combate naval de Angamos. La corbeta Unión, por su parte, logró escapar de los otros
buques chilenos gracias a su mayor velocidad.
A partir del combate de Angamos, la escuadra chilena pudo convoyar y apoyar al ejército en sus operaciones en tierra, así como también a hostilizar las costas
peruanas y bloquear sus puertos para impedir el abastecimiento del ejército peruano o la llegada de refuerzos. Técnica y numéricamente disminuida, la escuadra
peruana se limitó a abastecer en lo posible sus fuerzas terrestres evitando enfrentamientos con la flota adversaria. Los intentos de los agentes del gobierno de
adquirir nuevas unidades navales de consideración en el extranjero fracasaron. Durante este período se producen algunas acciones como la captura de la
cañonera Pilcomayo el 18 de noviembre, el combate naval de Arica el 27 de febrero de 1880 y la doble ruptura del bloqueo de dicho puerto el 17 de marzo.
En la etapa final de la campaña naval, la flota chilena sostuvo un bloqueo en el Callao iniciado el 10 de abril de 1880. Durante esas operaciones se dieron varios
enfrentamientos menores entre unidades chilenas y peruanas, y también la flota chilena realiza bombardeos a las defensas del puerto. En estas acciones, los
peruanos logran hundir con el uso de artefactos explosivos y torpedos la goleta Covadonga, el transporte artillado Loa y la lancha torpedera Janequeo.
Pese a pequeños triunfos peruanos, la escuadra chilena mantuvo el bloqueo firmemente y luego, tras las derrotas del ejército peruano en Chorrillos y Miraflores,
ocurridas el 13 y 15 de enero de 1881 respectivamente, donde además algunos buques de la escuadra apoyaron al ejército chileno atacando las posiciones
peruanas cercanas a la costa, la autoridad naval peruana en el Callao ejecutó el 17 de enero la destrucción de las baterías y los buques que aún le quedaban a la
marina peruana, entre ellos la corbeta Unión, para evitar su captura por los chilenos.
Durante la campaña de la Breña los buques chilenos transportaron destacamentos y material de guerra por la costa peruana. En la fase final de esa campaña, en
1883, la torpedera Colo Colo fue transportada por ferrocarril desde el puerto de Ilo hasta Puno, y de allí lanzada a las aguas del lago Titicaca para patrullar la zona
y evitar el posible uso militar de esta vía por fuerzas peruanas o bolivianas

Buques capitales de Chile y Perú al comienzo de la guerra32: 113–114

Potencia Año
Barco de Desp. Velocidad Blindaje Artillería
Caballos de de
guerra (t.l.) (Nudos) (Pulgadas) principal
vapor Const.

Chile

Cochrane 3560 3000 9–12.8 hasta 9 6x9 Inch 1874

Blanco Encalada 3560 3000 9–12.8 hasta 9 6x9 Inch 1874

Perú

2x300–
Huáscar 1130 1200 10–11 4½ 1865
pounders

2x150–
Independencia 2004 1500 12–13 4½ 1865
pounders

W. Sater advierte que hay numerosas diferencias entre los autores sobre los datos técnicos de los
buques,

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