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“El Hombre y el Diablo”

En los tiempos de hacendados en el valle de Chalinga se


encontraba la hacienda Errazuriz, actualmente San Agustín,
cuentan los relatos que allá por esos tiempos el diablo en
reiteradas ocasiones acostumbraba a visitar, ya fuera vestido de un
elegante traje de huaso cubierto entero de negro con sus espuelas
de oro y con mucha gracia al cabalgar, o de la manera que a
continuación se va relatar. Se encontraban en el fundo en tiempo
de cosecha de nueces, traían personas de otros pueblos a trabajar,
se levantaban al sonar la campana antes del amanecer todos los
días para cumplir su labor, se quedaban en campamentos a pasar
las noches de lunes a viernes donde se reunían a contar sus
vivencias hablando del diablo la llorona y el chonchón. Era un fin de
semana cuando un trabajador iba a descansar a su pueblo con su
bolsa al hombro de noche , pasó por una toma de agua a
refrescarse antes de continuar, se sirvió en su tacho de agua de
canal cuando un escalofrío recorrió todo su cuerpo, a tres metros
de altura el diablo lo levantaba queriendo llevar su alma quizá, ¡Ave
maría purísima! gritó el asustado hombre que en medio del canal
fue a dar cuando lo soltó, llego al pueblo todo mojado y asustado
dando gracias por haberse salvado, a una casa vecina su historia
fue a contar, por eso si es de noche y estas solo en el pueblo más
vale que camines rápido no sea que te valla a llevar y si en por esas
casualidades te levanta en el camino ¡Ave maría purísima! No te
olvides de gritar.

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