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El embarazo en la adolescencia

¿Qué es el embarazo en la adolescencia?


El embarazo adolescente puede ocurrir por múltiples razones, algunas de ellas
son: - Abuso, violación o explotación sexual. - Inequidades en educación con
mayor nivel de desescolarización (ENDS, 2010). - Mayores niveles de pobreza,
condición de desplazamiento o situaciones de conflicto.

El embarazo en la adolescencia se considera de alto riesgo y conlleva más


complicaciones, la adolescente no está preparada ni física ni mentalmente para
tener un bebé y asumir la responsable
Se ha descrito un mecanismo común que podría explicar diversas afecciones
propias del embarazo que muestran mayor frecuencia en adolescentes, como
son: hipertensión arterial materna, prematuridad, retardo del crecimiento
intrauterino (CIUR), y el desprendimiento prematuro de la placenta.
¿Cuáles son las características del embarazo en la adolescencia?

¿Cuáles son los tipos de embarazo en la adolescencia?


Para aplicar un modelo de atención basado en factores de riesgo obstétrico y
perinatal, conviene dividir a las adolescentes embarazadas en 3 grupos: de alto
riesgo, de mediano riesgo y de riesgo corriente o no detectable.
...
• – Trastornos Digestivos. ...
• – Metrorragias. ...
• – Abortos Espontáneos. ...
• – Embarazos Extrauterinos.
¿Cómo afecta el embarazo en la vida de un adolescente?

Cuando una adolescente queda embarazada o tiene un hijo, su salud,


educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en
peligro, y puede quedar atrapada en una vida sumida en la pobreza, la
exclusión y la impotencia. Los y las adolescentes están configurando el
presente y el futuro de la humanidad.

¿Tiene ventajas el embarazo a temprana edad?

Los embarazos a temprana edad conllevan riesgos. Sin embargo, una vez

superado el periodo crítico, las alegrías que los pequeños traen a sus

padres contrarrestan las experiencias negativas que la maternidad precoz

pudo implicar.
Riesgos para la salud materna

Un embarazo temprano tiene implicaciones sociales y psicológicas. No

obstante, en cuanto a riesgos, el factor físico es el más crítico. Esto se debe

a que el cuerpo de las madres adolescentes aún no se ha desarrollado del

todo. De hecho, está en proceso de formación.

Por esa razón, el embarazo a temprana edad conlleva mayor riesgo, según

asegura este estudio realizado por la Universidad de Camagüey. Por

ejemplo, se estima que un gran porcentaje de las adolescentes

embarazadas presenta bajo peso durante el período de gestación. Esto

repercute en el hecho de que los bebés también presenten este problema.

Un trabajo publicado en International Jornal of Enviro mental Research and

Public Health en 2021 encontró que complicaciones como hiperémesis,

lumbalgia, anemia, diabetes mellitus gestacional, amenaza de parto

prematuro y ruptura prematura de membranas son frecuentes en el

embarazo adolescente.

Riegos para la salud del bebé

La evidencia indica que el embarazo temprano se relaciona con un bajo

peso al nacer y parto prematuro. Ambas variables pueden influir en otros

resultados infantiles, como lo son la mortalidad neonatal. Los

expertos también lo han asociado con restricción del crecimiento fetal y

desproporción cefalopélvica.
La probabilidad de tener hijos con malformaciones congénitas es más alta

en los embarazos a temprana edad. Por ejemplo, y siguiendo a los

científicos, el embarazo adolescente se relaciona con un mayor riesgo

de espina bífida, meningocele, hidrocefalia, microcefalia, onfalocele,

gastrosquisis, labio hendido, paladar hendido, polidactilia, sindactilia y


adictilla.

Los embarazos a temprana edad inciden en la deserción escolar. De hecho,


y como advierten los especialistas, el embarazo en la adolescente es tanto
una causa como una consecuencia de la deserción estudiantil. El tiempo

disponible, las responsabilidades asociadas y las complicaciones en la

madre y en el bebé median en el abandono de las metas educativas.

Por otra parte, debido a la escasa formación académica, es menos probable

que puedan conseguir empleo. Por lo tanto, habrá repercusiones negativas,

tanto económicas como sociales, para ella y su bebé. No es infrecuente que

los padres rechacen el apoyo económico y emocional al descubrir el

embarazo, lo que complica aún estas consecuencias.

Mayor fertilidad

A mayor edad, es más difícil para una mujer embarazarse. De hecho, es el

factor más categórico vinculado a la fertilidad. El nivel más alto de fertilidad

en la mujer suele ser entre los 23 y 31 años. A partir de los 31 años, el

grado de fecundidad va en descenso. Así lo afirma

esta investigación realizada por el Instituto Mexicano del Seguro Social.

La problemática
Según el Unfpa, República Dominicana se encuentra entre los cinco países con
mayor proporción de embarazos en adolescentes de América Latina. La tasa de
natalidad en adolescentes de 15 a 19 años en el país es de 90 por cada mil. Casi
duplica la mundial que es de 51.

Una de cada cuatro mujeres (24%) de entre 20 y 49 años tuvo un hijo antes de
los 18 años y casi la mitad (41%) antes de los 20 años. La provincia con mayor
proporción de atención de embarazadas adolescentes es María Trinidad
Sánchez, con 32%, seguida de San José de Ocoa, Duarte, San Juan, Monseñor
Nouel y Sánchez Ramírez, con 31%.

El porcentaje de adolescentes alguna vez embarazadas es de 16.3% en Cibao


Noreste, en Enriquillo es más del doble (38.5%). Las principales causas
relacionadas con la deserción escolar son el embarazo, el cuidado infantil y la
inserción laboral.

El 61.4% de las adolescentes alguna vez embarazadas en el país pertenecen a


los dos quintiles más pobres. Las adolescentes con nivel de instrucción básico
o primario presentan un porcentaje de embarazos casi seis veces mayor a las
que tienen nivel superior. Más de la mitad de las madres adolescentes (52%)
tiene como actividad principal los quehaceres del hogar.

El costo estimado en la atención del embarazo y la maternidad en adolescentes


representa 33 veces la inversión estimada del Plan Nacional de Prevención del
embarazo en adolescentes, es decir, dos mil 103 millones anuales.

En el 2015, 34 mil 453 de los partos, cesáreas y abortos en el país


correspondieron a niñas y adolescentes entre los 10 y los 19 años, es decir,
27.35% de todos los casos, de acuerdo a datos preliminares recogidos por la
Dirección de Información y Estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MSP).

El Plan Nacional de Prevención del Embarazo en Adolescentes contempla una


inversión de 64 millones anuales. Estos datos demuestran que la prevención es
más costo-efectiva, además, que promueve la inclusión social y disminuye la
mortalidad y morbilidad asociada a los embarazos en adolescentes.

A través del Prosoli se ofrece acompañamiento socioeducativo y orientación para


la prevención de embarazo en adolescentes, enfermedades de transmisión
sexual, VIH-SIDA, drogas y delincuencia, a unos 461 mil 854 jóvenes miembros
de las familias participantes del mismo, con la ejecución de los proyectos Bebé,
piénsalo bien y Yo decido esperar.

Con Bebé, piénsalo bien, se ha beneficiado a 51 mil 489 adolescentes y jóvenes


de 147 centros educativos públicos y privados. Además, mediante el mismo, se
capacitó a dos mil 258 jóvenes en sicoafectividad, y 22 mil 715 padres y tutores
de adolescentes han participado en jornadas de capacitación sobre estrategias
para abordar temas de educación sexual con sus hijos.

Entre otras iniciativas, mediante el proyecto Yo decido esperar, se ha capacitado


a 23 mil seis guías juveniles sobre salud sexual y reproductiva, VIH/SIDA y
prevención de embarazo en adolescentes, y estos han orientado a 104 mil 992
niñas y niños de 10 a 13 años y 356 mil 862 de 14 a 24 años sobre esos temas.

Conclusiones

Al margen de los posibles beneficios subjetivos de los embarazos a

temprana edad. Afrontar un embarazo durante la segunda década de vida


es lo mejor si se considera la salud de la madre, del bebé y los factores

económicos, sociales y educativos que inciden en la crianza del pequeño .


. Las campañas de concienciación, las orientaciones de los padres, los

programas educativos y los planes del Estado deben alinearse para evitar

un embarazo a temprana edad. Después de todo, la gestación tiene

múltiples implicaciones sociales, y no es en absoluto un proceso aislado sin

repercusiones en el colectivo.

Imágenes de adolescentes embarazadas

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