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El 

embarazo no deseado (también denominado embarazo no previsto, no querido,


no planeado, no planificado, no intencional, inesperado, imprevisto o inoportuno)
es aquel que se produce sin el deseo o planificación previa y ante la ausencia o
fallo de métodos anticonceptivos precoitales adecuados y la inefectividad o no
administración de métodos anticonceptivos de emergencia posteriores al coito que
prevengan un posible embarazo.

Ante un embarazo no deseado y atendiendo a los principios de salud


reproductiva de la OMS, la mujer puede continuar con la gestación y llevar a
término el embarazo o, si la legislación vigente de l país o territorio lo contempla,
practicar un aborto inducido, ya sea mediante un aborto con medicamentos o
un aborto quirúrgico, dependiendo del periodo de gestación y siempre con la
asistencia sanitaria adecuada.[1]

Embarazos no deseados

A pesar de toda la información disponible hoy en día y que la juventud tiene en


cuenta la posibilidad de un posible embarazo en sus relaciones sexuales, se sigue
observando que continúan produciéndose embarazos no deseados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el embarazo adolescente


como aquel que se da antes de los 19 años. En España, el Instituto Nacional de
Estadística calcula que más de 7.000 embarazos de este tipo llegaron a término
en 2018, mientras que el Ministerio de Sanidad registró 9.828 interrupciones
voluntarias en mujeres menores de 20 años ese mismo año.

Estas cifras demuestran que la información por si sola no es suficiente para que
los y las jóvenes asuman la adopción de medidas preventivas adecuadas.

Muchos y muchas jóvenes no tienen en cuenta el alcance de un embarazo no


deseado, con consecuencias muy importantes y que van a determinar de manera
significativo su vida personal: tanto en el aspecto físico, por los cambios evidentes
en el cuerpo debido a lo que conlleva un embarazo a edad temprana;
como psicológico, con sentimientos de culpa, depresión y baja autoestima y,
finalmente, social, por el posible fracaso escolar, rechazo y aislamiento.

La comunicación con vuestros hijos e hijas sigue siendo un pilar fundamental para


la adquisición de habilidades y actitudes. La confianza para dialogar con ellos y
ellas sobre sexualidad podría evitar un embarazo no deseado a edades
tempranas, además de la capacitación para vivirla de manera sana y responsable.
La mayoría de las adolescentes no planea embarazarse, pero muchas lo hacen.
Los embarazos en la adolescencia tienen riesgos adicionales de salud tanto para
la madre como para el bebé. Con frecuencia, las adolescentes no reciben
cuidados prenatales a tiempo, lo que puede provocar problemas posteriores.
Tienen mayor riesgo de hipertensión arterial y sus complicaciones. Los riesgos
para el bebé incluyen partos prematuros y niños con poco peso al nacer.

Embarazo en adolescentes

A nivel mundial, cada día 20,000 niñas y adolescentes menores de 18 años de


edad dan a luz en países en desarrollo. Esto equivale a 7.3 millones de partos
cada año.

Cuando una niña o una adolescente queda embarazada, significa que hemos
fallado como garantes de sus derechos, la vida de esa joven cambia radicalmente.
Es posible que abandone la escuela, por lo que su inserción al mercado laboral
suele ser en condiciones precarias, perpetuando el círculo de la pobreza. Además,
su salud e incluso su vida también se ven comprometidas. Las complicaciones del
embarazo y el parto son la principal causa de muerte en niñas y adolescentes.

El embarazo en adolescentes no sólo tiene repercusiones en la salud de las


adolescentes y de sus hijos, sino en el abanico de opciones para su proyecto de
vida, en sus relaciones sociales y en sus posibilidades de desarrollo, entre otros
aspectos. Ser madre o padre adolescente suele reforzar una serie de condiciones
de vulnerabilidad asociadas a la falta de preparación para esta nueva
responsabilidad, características propias del desarrollo en esa etapa y a la
adopción de roles de género tradicionales, así como a la pérdida de vivencias y
adquisición de conocimientos propios de la adolescencia. Adicionalmente, la
maternidad y paternidad temprana, suele tener efectos negativos graves en los
hijos e hijas de las y los adolescentes, exponiéndose a condiciones adversas que
obstaculizan su desarrollo.
Riesgos del embarazo no deseado en la adolescencia

Los expertos indican que la edad más apropiada para quedar embarazada está
entre los 20 y los 35 años. El embarazo no deseado en la adolescencia conlleva a
riesgos como:

Bebés con un peso más bajo, ya que el útero todavía no está desarrollado de
manera completa.

Partos prematuros.

En menores de 15 años, las probabilidades de que el bebé nazca con


malformaciones aumenta.

El embarazo en la adolescencia puede ser un riesgo para la salud de la joven y


para el bebé.

El embarazo no deseado en la adolescencia puede provocar en la joven miedo a


ser rechazada socialmente. Riesgos del embarazo no deseado en la adolescencia

Los expertos indican que la edad más apropiada para quedar embarazada está
entre los 20 y los 35 años. El embarazo no deseado en la adolescencia conlleva a
riesgos como:

Bebés con un peso más bajo, ya que el útero todavía no está desarrollado de
manera completa.

El embarazo no deseado en la adolescencia puede provocar en la joven miedo a


ser rechazada socialmente. Las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen
mayor riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas que
las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de madres adolescentes tienen un mayor
riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal
grave.
Métodos para evitar un embarazo no deseado en la adolescencia

Abstinencia: evitar tener relaciones sexuales durante la adolescencia.

Educación: información sobre salud sexual, reproductiva y sexualidad.

Comunicación: diálogo abierto con padres, educadores y especialistas.

Responsabilidad: aprender a decir no, a que un embarazo es cosa de dos.

Control: alejarse de alcohol y drogas que pueden provocar un descontrol en las


relaciones sexuales.La mejor manera de prevenir un embarazo y las
enfermedades de transmisión sexual (ETS) es usar un método anticonceptivo y
condón al mismo tiempo. Cuando llegue el momento, puedes enseñarle a tu hijo/a
adolescentes para qué sirven, cómo funcionan y cómo usar los anticonceptivos y
el condón.
LAS CAUSAS DE UN EMBARAZO NO DESEADO EN ADOLECENTES

Las decisiones que cada. persona adolescente o joven tome con respecto a su
propia sexualidad y los resultados que de estas se deriven, no están estrictamente
determinados por elementos de su individualidad; al momento de decidir o tomar
una postura, entran en juego varios factores, muchos de ellos sociales, que le
hacen optar por una u otra conducta, lo que contribuye a tener un resultado
(favorable o no); por ejemplo, su nivel de educación, su trabajo o labor, la situación
económica de sus padres, el vivir en una zona urbana o rural, el ser hombre o
mujer, el acceso a la atención en salud, la cercanía o no de adultos significativos,
las oportunidades o dificultades que le ofrece el medio, el acceso a sistemas de
atención en salud, etc.

Estos factores son conocidos como determinantes sociales de la salud y se


refieren a las condiciones de vida que impactan en forma positiva o negativa la
salud de las personas.El embarazo adolescente puede ocurrir por
múltiples razones, algunas de ellas son: - Abuso, violación o explotación sexual. -
Inequidades en educación con mayor nivel de desescolarización (ENDS, 2010). -
Mayores niveles de pobreza, condición de desplazamiento o situaciones de
conflicto.
Para aplicar un modelo de atención basado en factores de riesgo obstétrico y
perinatal, conviene dividir a las adolescentes embarazadas en 3 grupos: de alto
riesgo, de mediano riesgo y de riesgo corriente o no detectable.
Un embarazo de alto riesgo es un embarazo que pone en riesgo la salud o la vida
de la madre o del feto. A menudo requiere atención especializada de proveedores
especialmente capacitados.

Algunos embarazos se vuelven de alto riesgo a medida que progresan, mientras


que algunas mujeres tienen mayor riesgo de tener complicaciones incluso antes
de quedar embarazadas, por diversas razones.

Embarazo de riesgo medio. En estos grupos se pueden incluir las adolescentes


menores de 18 años y las mujeres mayores de 35, además de aquellas que fuman
o padecen obesidad. Este grupo tiene el riesgo de padecer diabetes gestacional o
tener un parto prematuro. Algunas de ellas, además, tienen más posibilidades de
que su bebé desarrolle ciertas anomalías genéticas, algo que se puede detectar a
través de una amniocentesis o de un test prenatal no invasivo.

Un embarazo de corriente o no detectable incorpora a todas las demas


adolecentes . Poseen diferentes normas de control prenatal , en base a nivel de
complejidad de la atencion .

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