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Inspección Judicial

y reconstrucción

MGTR. OMAR JESÚS GALARRETA ZEGARRA


La prueba es uno de los capítulos más importantes dentro del Derecho Procesal
Penal toda vez que ella nos llevará a la verdad, de tal forma que cuando el juez
decida lo haga sobre la base de ella. No tiene sentido invocar valores como la
legalidad, la corrección y la justicia de la decisión si no se reconoce que la verdad
de los hechos es condición necesaria para una correcta aplicación de la norma,
entonces la prueba implica una actividad de verificación entre lo que postula una
de las partes y lo que existe en la realidad.
Siendo de vital importancia la búsqueda de la verdad, toda la regulación
probatoria debe tener como norte este fin, de ahí que cuando se analicen e
interpreten las normas que regulan los medios probatorios, esta labor se realice
prefiriendo la búsqueda de la verdad.
Para hablar de medios de prueba se debe hacer referencia a fuentes de prueba,
que son realidades extraprocesales, personas, objetos, entre otros, cuya existencia
no depende del proceso iniciado; en cambio, medio de prueba es la regulación
legal que se hace de la prueba al interior del proceso, su existencia depende del
proceso, solo tiene razón de ser dentro de un proceso. Cada medio de prueba
ingresa al proceso una fuente de prueba a efectos de generar convicción en el
juzgador.
La inspección tiene como antecedente la inquisitio
generalis, que tenía por fin comprobar el delito, distinta
a la inquisitio specialis, que tenía por fin averiguar la
responsabilidad del autor. Este medio de prueba es
realizado por el fiscal o por el juez, pues puede ser
ordenada por estos, tiene por objeto la percepción
directa de un funcionario sobre las huellas que haya
dejado el delito.
Siendo ello así, se hará constar en el acta respectiva lo
advertido en tal diligencia, de tal forma que al llegar al
momento del juicio oral, el juzgador se dé una idea de
cómo quedó el lugar de los hechos o las personas
luego de cometido el delito, lo que le dará luces sobre
lo ocurrido.
Como señala San Martín Castro, este medio de prueba está ligado a la noción de
cuerpo de delito, tiene por objeto el reconocimiento por el juez o fiscal de todo
aquello que puede tener relación con la existencia y la naturaleza del hecho, por
lógica deducción, solo se lleva a cabo si es que el hecho investigado ha dejado
vestigios materiales de su perpetración o cuando resulte conveniente para mejor
constancia mediante la descripción de todo lo que puede relacionarse con su
existencia y su naturaleza.
En específico, este medio de prueba tiene por objeto comprobar las huellas y otros
efectos materiales que el delito haya dejado en los lugares, cosas o en las
personas. La inspección de lugares se hace en ambientes abiertos o cerrados,
inmuebles en general o muebles de gran volumen o de amplias dimensiones que
permitan contener variedad de cosas, y aun dentro de estos, puede limitarse a
una pieza o habitación a un camarote o compartimento. Cuando se trata de la
inspección de cosas, se debe indicar que recae sobre todo elemento material que
pueda relacionarse con el hecho investigado y al cual se pueda acceder
directamente
La inspección, en cuanto al tiempo, el modo y la forma, se adecúa a la naturaleza
del hecho investigado y a las circunstancias en que ocurrió. Se debe realizar de
manera minuciosa, comprendiendo la escena de los hechos y todo lo que pueda
constituir prueba material del delito. Debe realizarse, de preferencia, con la
participación de testigos y peritos.
En el acta que se señaló anteriormente, se debe describir la totalidad de los actos
realizados, detallándose las huellas, rastros, anormalidades u otras circunstancias
objetivas que se adviertan en la cosa y se consideren posibles consecuencias del
hecho investigado.
Se debe hacer la descripción del lugar del delito, el sitio y el estado en que se
hallen los objetos que en él se encuentren. El detalle de los accidentes del terreno
o situación de las habitaciones y todo lo que puede utilizarse para las partes. En los
delitos contra la libertad sexual no se exigirá la concurrencia de los agraviados
menores de edad, o de las víctimas que pueden ser afectadas psicológicamente
con su participación.
La reconstrucción, en cambio, no tiene por fin
la constatación, sino, en la medida de lo
posible, reproducir las circunstancias en las
cuales se cometió el delito y así advertir si es
posible que el delito se haya cometido. A
través de este, se adquiere conocimiento de
la forma, veracidad o inexactitud de las
declaraciones que hubieren dado los testigos
y el inculpado, extendiéndose de ella la
correspondiente acta.
Es una diligencia de naturaleza mixta, consiste en la reproducción artificial del
hecho delictivo, de circunstancias o episodios de este, o también de
circunstancias y episodios atinentes a ciertos medios de prueba para verificar su
exactitud, posibilidad o verosimilitud.
Tiene por finalidad verificar si el delito se efectuó o pudo acontecer, de acuerdo
con las declaraciones y demás pruebas actuadas. No se obligará al imputado a
intervenir en el acto, que deberá practicarse con la mayor reserva posible. Debe
realizarse, de preferencia, con la participación de testigos y peritos.
En los delitos contra la libertad sexual, no se exigirá la concurrencia de los
agraviados menores de edad o de las víctimas que puedan ser afectadas
psicológicamente con su participación
Para valorarse se debe considerar que no
siempre será posible reproducir fielmente las
condiciones del lugar, el tiempo y la acción
en que el hecho a reconstruir se desarrolló.
Incluso, las circunstancias que influyen sobre
la exacta percepción de los testigos y los
peritos pueden influir sobre el propio juzgador
que observa directamente el acto

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