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T4-L3-CAMPANINI, A - La Intervención Sistémica
T4-L3-CAMPANINI, A - La Intervención Sistémica
ISBN: 978-84-15295-21-1
Bibliografía........................................................................................................................ 249
CAPÍTULO 1
El enfoque sistémico-relacional
E
l hecho de ocuparse de un terreno de la investigación tan
complejo como el de carácter social, sometido a cambios, a
fluctuaciones, a transformaciones, a veces rápidos e inespera-
dos, ha significado que las ciencias involucradas en este campo sufran
un proceso de aceleración que requiere un ajuste continuo de las claves
de lectura de estos fenómenos. Por lo tanto, paralelamente a la apari-
ción de nuevas teorías o corrientes de pensamiento, se ha verificado la
aparición de nuevos modelos de servicio social.
En este contexto, no retomaremos el análisis de los modelos que han
caracterizado la evolución del trabajo social, para esto remitimos a las
publicaciones de autores italianos y extranjeros que, en este sentido,
han propuesto estudios interesantes (Butrym, 1976; Du Ranquet, 1981;
Dal Pra Ponticelli, 1985a).
Antes de entrar en los detalles de los principios teóricos del enfo-
que sistémico relacional y de la contribución que su aplicación puede
ofrecer a la práctica del servicio social, se considera útil proponer una
reflexión que concierne a los presupuestos de cientificidad de la acción
profesional.
Abordar el problema de este método quiere decir colocarse en la
óptica del análisis y de la investigación de los elementos básicos del
servicio social, ya sea como ciencia y disciplina o como profesión.
En efecto, Bianchi señala que “...la reflexión sobre el método no está
dictada sólo por la exigencia de la identidad teórica o profesional, sino
por la exigencia de dar una base sólida al trabajo social y de poner en
También Bianchi (en Dal Pra Ponticelli, 1985: 73) cree que en el
servicio social el método puede ser considerado como una “concatena-
ción lógica de las operaciones para alcanzar determinados objetivos” y
puede ser definido “por los objetivos y en estrecha conexión con éstos
por las funciones, por los conocimientos científicos necesarios para
conocer al hombre y a la sociedad que son, en su relación, el objeto del
servicio social, por los valores y principios operativos y por las bases
teóricas que constituyen en su conjunto los criterios de referencia
teórica de la profesión”.
Estos elementos son tomados y profundizados por Dal Pra Ponti-
celli (1996: 9-10) que, al definir el método como un “esquema mental
que debe orientar, guiar el camino para llegar a la consecución de un
objetivo”, subraya que es legítimo hablar de “Método del Servicio
Social” como la expresión de un procedimiento específico, aun en el
intercambio de principios comunes a las diversas ciencias.
1.3.1.1. Goldstein
1.3.1.3. Maluccio
1.3.1.4. Germain
E
n el capítulo anterior hemos señalado en múltiples ocasiones
el término “sistema” y la teoría general de los sistemas, como
elementos innovadores en el ámbito del pensamiento psicoló-
gico, y fundamentales para definir el enfoque sistémico relacional.
La teoría general de los sistemas, debida a von Bertalanffy (1956),
tiene una matriz de tipo biológico y ha proporcionado estímulos y pro-
puestas extremadamente interesantes para la posibilidad de aplicación
en el campo de las ciencias sociales.
Dentro de ella se ha desarrollado una corriente de tipo matemático,
llamada “cibernética” y definida por Wiener en 1948 como “[...] ciencia
del control y de la comunicación en el animal y en la máquina” (en
Galli, 1982: 81), que ha ofrecido útiles ideas para los estudiosos de los
sistemas humanos, sobre todo, acerca de la reflexión sobre la interacción
entre los individuos.
Watzlawick et al. (1967: 114) ha utilizado en la Pragmática de la
comunicación humana la clásica definición de sistema dada por Hall
y Fagen, en la que se afirma que un sistema es “[...] un conjunto de
objetos y de relaciones entre los objetos y entre sus atributos”, preci-
sando que “[...] los objetos son componentes o partes del sistema, los
atributos son las propiedades de los objetos y las relaciones ‘mantienen
unido el sistema’”.
Von Bertalanffy (1956) introdujo, además del concepto de relación,
el de interacción, definiendo el sistema como un conjunto de elementos
que interactúan entre sí presuponiendo, de esta manera, la existencia
VERBAL ANALÓGICO
- transmite noticias, comunica conte- - transmite sentimientos y relaciones
nidos, permite la transmisión de la (expresa aquello que las palabras no
civilización; son capaces de decir);
- fundamentalmente arbitrario; - bastante natural;
- consiente mentiras; - es difícil mentir;
- alto grado de complejidad y de abs- - bajo grado de abstracción (ausencia
tracción (presencia de funtores lógi- de funtores lógicos, no existe forma
cos, como si, entonces o no). de expresar el no).
YO (emisor)
A TI (receptor)
Forman parte de este grupo las paradojas del tipo “estoy mintiendo”,
que producen una clara autocontradicción. De hecho, mientras afirmo
que estoy mintiendo, ¿estoy diciendo una mentira o la verdad, ya que
la declaración es verdadera sólo si es falsa?
Encontramos otro ejemplo en la afirmación “la siguiente frase es
falsa: la frase anterior es cierta” o, incluso, en los dichos famosos de
Popper (1945):
PERCEPCIONES
Una persona puede ser castigada, regañada, o descalificada por la
percepción que tiene del mundo, por otra persona que ella ayudó a
construir como “muy” importante. Un ejemplo: “no estás bien, debes
de estar agotado, ya no eres tú… para ver las cosas de esta manera”.
El individuo que se encuentra dentro de una relación así enfo-
cada:
SENTIMIENTOS
Si una persona importante demuestra esperar que el otro tenga
sentimientos diferentes a los que realmente tiene, éste podrá sentirse
culpable por no ser capaz de demostrar lo que debe y que le permitiría
obtener la aprobación que tanto le importa.
ACCIONES
Un tipo diferente de situación paradójica surge cuando un individuo
recibe de otro, muy importante para él, órdenes que, al mismo tiempo,
piden y prohiben ciertas acciones. La situación es paradójica, ya que
el sujeto sólo puede obedecer desobedeciendo.
Mensajes como: “Haz como te digo, no como yo quisiera que lo
hagas” podrían ser los enviados por un padre que querría que su hijo
fuera, al mismo tiempo, atrevido y respetuoso de la ley.
El posible resultado es un comportamiento que, examinado “fuera
de contexto”, cumple con la definición social de delincuencia.
Una característica que comparten los diferentes tipos de paradojas
pragmáticas es el hecho de que aquél que se encuentra en esta situa-
ción no puede salir; igualmente atrapado se encuentra el autor de la
solicitud paradójica. De hecho, es probable que reciba una respuesta
igualmente paradójica, si el destinatario del primer mensaje no es capaz
de desatar el nudo con un acto creativo, y que se instaure una escalada,
quedando siempre en el interior del juego paradójico. Una vez que la
comunicación haya asumido estas características, por la circularidad del
proceso, es inútil preguntarse quién la ha activado porque la respuesta
sería una puntuación.
La hipótesis de implicación de tres generaciones para que se instaure
una patología grave como la esquizofrenia (Bowen, en DD Jackson,
1960), muestra cómo la disfunción de un miembro está ligada a su
contexto relacional y cómo, una vez establecido un cierto tipo de
comunicación, es difícil, desde el interior, romper el juego patológico
SISTEMA
compuesto por partes u objetos que tienen atributos particulares, y
considerado junto con las relaciones entre las partes, en las cuales:
- Los individuos son las partes;
- Los comportamientos son los atributos que caracterizan a los individuos;
- Las relaciones entre los individuos mantienen unido el sistema
TIEMPO
que siempre está acompañado por un
ORDEN
de sucesión de los acontecimientos, un orden dinámico
que reclama la
HOMEOSTASIS
que es la calibración, la puesta a punto del sistema, su
punto de equilibrio. Para que esto pueda mantenerse,
deben respetarse las
REGLAS
Estas lo gobiernan y se pueden modificar cuando la fluc-
tuación del sistema se amplía lo suficiente para que el sis-
tema se reorganice a un nivel diferente de proceso. (Reglas
que un sujeto no conoce y tiene, también, su propia lógica
y las propias razones que el sistema no conoce.)
COMPLEJIDAD
Surge de la relación entre elemento y contexto que, estando
ubicados en diferentes niveles lógicos no son ni conmen-
surables ni comparables.
L
a intervención del asistente social ha sido definida como “[...]
un proceso de ayuda realizado por un profesional situado en el
contexto de un sistema organizado de servicios, por lo general
de tipo público [...]” (Dal Pra Ponticelli, 1987: 19).
Para que esto se pueda realizar con un máximo de eficacia, es
necesario que exista tanto un: conocimiento de la situación del usuario
como un análisis en profundidad del contexto en el cual se situa el
operador.
Por lo tanto, en esta sección utilizaremos la óptica sistémica como
clave para la lectura de la organización y de los procesos que la carac-
terizan.
La organización tradicionalmente era definida como “[...] La coor-
dinación de las actividades de un número de personas con el fin de
lograr una meta o un objetivo común, mediante la división del trabajo
y de las funciones y mediante una jerarquía de autoridades y de res-
ponsabilidades” (Buscaglione, 1976: 13). Esta concepción, típica de
un sistema cerrado, ha sido sustituida por otra en la cual la organiza-
ción es considerada como un sistema abierto, formado por elementos
interdependientes, que tiene un intercambio continuo de informaciones
de entrada y de salida, con un ambiente dinámico (contexto) al cual el
sistema organizativo debe adaptarse continuamente.
Aunque en estas dos definiciones se ponga el énfasis en la com-
petencia de los esfuerzos hacia un único fin, en la primera se trata de
1* ENAOLI: ex Ente Nazionale per l’Assistenza agli Orfani dei Lavoratori Italiani
(N. de las T.).
E
n las últimas décadas, la familia ha sido objeto de especial
atención desde diferentes ángulos: se la ha considerado como
institución en decadencia (David Cooper –1971– hablaba de la
muerte de la familia), se han analizado los cambios, se ha redescubierto
su dimensión de vitalidad y de recursos.
Ciertamente, todo lo que se ha dicho y se continúa diciendo, los
estudios a nivel sociológico, pero también psicológico y económico,
son testimonio de la vital importancia de este núcleo de formas sociales
primarias.
Las razones de este interés se pueden encontrar en el hecho de que
la familia tiene la propiedad de no ser nunca igual a sí misma.
Los antropólogos han puesto en evidencia la relación familia-
cultura, subrayando la necesidad de abandonar los criterios universales
para abrazar un relativismo cultural en los estudios de la familia.
Sin embargo, este criterio que introduce una linealidad de relación
(toda diversidad se justifica por el contexto social compartido en el cual
está inserta la familia) ya no se considera válido, porque las últimas
investigaciones documentan cómo dentro de un mismo contexto social
se encuentran diferentes formas de familia.
De hecho, es posible advertir cómo en cada estructura típica de
sociedad se encuentra una pluralidad diversificada de formas familiares
que responden a lógicas diferenciadas, ya sea respecto a la subcultura
simbólica de referencia, ya sea en relación con la clase social. No sólo
eso, sino que la familia se modifica en el curso de la historia tomando
forma de acuerdo con las características de la sociedad que la rodea, en
Constitución de la pareja
Familia trampolín
Análisis de la situación
C
on el fin de implementar el proceso de ayuda de forma correcta
es necesario obtener una serie de informaciones acerca de
los diferentes sistemas involucrados en el problema y en sus
relaciones. Por lo menos, hay tres niveles de información:
- el entorno social;
- las instituciones;
- el usuario.
AMBIENTE SOCIAL
5.2. La institución
5.3. El usuario
5.4.3. El remitente
6.1. La evaluación
L
a evaluación es un proceso que acompaña la vida humana y que,
constantemente, dirige sus elecciones, desde las más banales
hasta las más importantes. También se caracteriza como una
continua necesidad de atribuir un significado a las señales procedentes
del entorno y del hecho de estar en relación con los demás. Por lo tanto,
el elemento de subjetividad está fuertemente presente y es una fuente
de dificultad, de problemática, hasta en el ámbito profesional, si la
evaluación no es referida a la dimensión y a la finalidad institucional.
El asistente social no trata de comprender la situación en función de
sí mismo, sino en función del objetivo que persigue, como profesional
dentro de una institución, y del mandato social con el que se lo invistió.
Se le pide que haga una evaluación coherente con los principios del
servicio social, pertinente a los postulados de la teoría elegida como
orientación para la operación, y dirigida a proponer una solución al
problema planteado por el usuario. Por lo tanto, su evaluación será una
correlación de informaciones basada en aspectos específicos, detallados,
de aquella realidad observada y analizada.
Sin embargo, se trata de una operación particularmente delicada,
ya que se ponen en juego todas las premisas teóricas y mentales del
operador.
Para conectar entre sí las informaciones recopiladas sobre la situa-
ción-problema, es importante que el asistente social, en el contexto
significativo, tenga bajo control los eventuales estereotipos o prejuicios
que pudieran desviarlo, y tenga claro a qué modelo teórico se refiere.
Hipótesis
para la con- contexto
ducción de socio- servicio familia
la entrevista ambiental
PROYECTO DE
INTERVENCIÓN
La entrevista
L
a entrevista es uno de los principales instrumentos del servicio
social; en efecto, es utilizada continuamente en la relación con
los usuarios, con los otros operadores, con los políticos, con
los recursos de carácter social, comunitario que, si bien no forman
parte de la institución, pueden contribuir a organizar un “sistema de
acción” (Pincus y Minahan, en Dal Pra Ponticelli, 1985: 258). Es uno
de los instrumentos con los que el asistente social puede expresar su
máxima profesionalidad.
En el juego de conocerse para influenciarse, dos mundos se encuen-
tran, persiguen objetivos que nacen de relaciones, culturas, valores,
psicología, posibilidades y potencialidades diferentes, contrastantes y,
sin embargo, distantes: hacer que estas enormes diferencias se encuen-
tren, colaboren, compartan metas y objetivos y, finalmente, se separen
es lo que básicamente ocurre en este encuentro.
En la entrevista adquieren importancia estos dos módulos a través
de los cuales se desarrolla la comunicación, el módulo verbal y el ana-
lógico. Por lo tanto, se intercambian ideas, conceptos, pero también
actitudes, modos de comportarse, de ser; se transmiten sentimientos,
emociones que deben ser decodificadas. Las personas que participan
en esta interacción se influencian recíprocamente y la relación que se
construye, ya sea en la entrevista o en la conversación, no está por esto,
dirigida totalmente por uno de los dos participantes, sino que es co-
creada por ambos, y por el contexto dentro del cual se desarrolla.
7.3.2. La evaluación
7.3.3. El contrato
7.3.5. La verificación
7.3.6. La conclusión
7.5.2. Circularidad
7.5.3. Neutralidad
E
n esta sección no nos proponemos ofrecer una descripción
de las problemáticas y de las características de la relación de
asesoramiento, sino hacer reflexionar sobre un aspecto del
servicio social que se recupera y se potencia, ya que permite ejecutar
al máximo el profesionalismo de este operador en beneficio de los
usuarios y de la eficacia del proceso de ayuda.
El asesoramiento psicosocial se caracteriza como el nivel de inter-
vención en el que los recursos que el operador pone en juego en el
proceso de ayuda a los usuarios se concreta en la capacidad de utilizar
la entrevista como aclaración, como apoyo, destinada a alcanzar un
nuevo equilibrio por parte del usuario.
Dal Pra Ponticelli (1987: 57-60) señala que el asesoramiento
psicosocial es una tarea específica del asistente social y puede repre-
sentar “el nivel máximo de capacidad profesional” para profundizar
sobre la base de las adquisiciones teóricas y metodológicas pero, cier-
tamente no “para delegar en otro especialista (psicólogo, psiquiatra,
médico), o sólo para hacerse cargo junto a ellos”.
Este tipo de entrevista se utiliza en el servicio social “...para abordar
los problemas inherentes a las dificultades experimentadas por el usua-
rio o por toda la familia para hacer frente a situaciones relacionadas con
la asunción de nuevos e imprevistos roles sociales o tareas existenciales
(jubilación, adolescencia, embarazo, emigración, pérdida del empleo,
excarcelación, enfermedad) o bien en situaciones en que un individuo
tiene que cambiar su actitud hacia la sociedad y sus normas (supervisión
8.2. La mediación
E
n Italia, desde hace años, el servicio social actúa en el ámbito
de los servicios sociosanitarios, ofreciendo su propia contri-
bución, tanto a los procesos de lectura de las necesidades y
organización de las respuestas, como al tratamiento directo de las
situaciones problemáticas pero, al contrario de lo ocurrido en otros
países, aún no se ha desarrollado una cultura de la evaluación con res-
pecto a las intervenciones profesionales y al impacto que tienen sobre
los ciudadanos-usuarios.
Sin embargo, en los últimos años, también en Italia están surgiendo
con fuerza las reflexiones sobre la calidad, sobre la orientación al cliente,
sobre la necesidad de desarrollar estrategias que permitan verificar no
sólo la eficacia y la eficiencia, sino también medir la aceptación y la
respuesta de los servicios a las necesidades y a otras expectativas de los
ciudadanos (Allegri, 2000), aun si la complejidad del contexto social
en el que se colocan el servicio social y la naturaleza multifactorial de
las variables, que contribuyen a determinar los problemas, dificultan la
elaboración de instrumentos de evaluación de los efectos que produce
la acción profesional.
La ley italiana 328/2000, lograda después de décadas de espera,
se encuentra dentro de una lógica profundamente relacionada con lo
expuesto anteriormente, ya sea la participación de los usuarios en la
evaluación de la calidad de los servicios (experiencias ya llevadas a cabo
en otros países), ya sea la adquisición, por parte del servicio social, de
competencias relativas a los procesos de acreditación o de evaluación
de la calidad de los servicios operados por otros sujetos (por ejemplo,
el tercer sector).
Análisis de la solicitud
- de quién recibo preguntas explícitas;
- cómo recibo la solicitud, la decodifico, y me hago cargo;
- cuánto tiempo dedico a la etapa del primer contacto;
- si trabajo en equipo, cómo tiene lugar esta etapa;
- qué problemas comporta la recepción de una solicitud;
- qué mejoras son posibles y bajo qué condiciones.
Evaluación de la situación
- en general, cuánto tiempo después del primer contacto, logro formular
una evaluación;
- la comparto con el usuario;
- si trabajo en equipo, cómo tiene lugar esta etapa.
Contrato
- se define un contrato explícito;
- en qué forma.
Conclusión
- logro cerrar el caso cuando se alcanzaron los objetivos o cuando mi
rol ha terminado;
- a menudo, me encuentro en la situación en la que los casos se vuelven
crónicos y no se puede llegar a una conclusión;
- si trabajo en equipo, cómo tiene lugar esta etapa.
Documentación
- qué tipo de documentación es requerida por el servicio;
- qué tipo de documentación profesional se suele redactar.
Aspectos éticos
- cuáles son los problemas éticos que considero relevantes a los fines de
mi trabajo profesional;
- me encontré en situaciones de conflicto entre las demandas de la orga
nización y la ética profesional o me ha sucedido tener que afrontar
dilemas éticos en la relación con el usuario.
9.1. La documentación
240
otros sistemas
Análisis contexto Rol del obervador con Cuando el contexto
del operador respecto a la organización “determina-orienta”
la demanda
Relaciones
internas
Burocratización
Procedimiento de Feedback interno de Prevención/
Análisis recursos del suministro de la la organización promoción
servicio intervención
Jaula para la
profesionalidad
La lógica de - La organización
funcionamiento de la - Los estilos de funcionamiento
familia - Sistemas de valores y de significado
Actuación - Verificaciones
- Feedback
DED
- Modificaciones del proyecto
Conclusión
S F
S F
S F
S F
9.3. Supervisión
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