EL CABALLO BLANCO digno de abrirlo, es decir, de desatar sus siete sellos para
El libro de apocalipsis está lleno de extraños símbolos,
símbolos que necesitamos comprender y entender
lentamente, pues esta dicho que: Bienaventurado el que
lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y
guardan las cosas en ella escritas: porque el tiempo está
cerca. Apocalipsis 1:3.
Desde luego que, al escudriñar la palabra de Dios, no es
para otra cosa, sin simplemente, en una forma sencilla,
para ir entendiendo los arcanos de Dios y glorificar en sus
planes su infinita misericordia, en esta ocasión, hemos
intitulado nuestro tema: “EL CABALLO BLANCO”, no
porque así hayamos querido, sino porque este mismo
nombre está escrito en el libro de apocalipsis.
La porción que señala este tema es Apocalipsis 6:1-2 y
que a la letra dice así: “ Y MIRÉ cuando el Cordero abrió
uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro animales
diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve. Y miré,
y he aquí un caballo blanco: y el que estaba sentado
encima de él, tenía un arco; y le fue dada una corona, y
salió victorioso, para que también venciese….”
Como decíamos al principio, este libro de apocalipsis está
lleno de símbolos, que, al leerlos sin espíritu de Dios,
ninguna explicación puede dar, pero al leerlos mediante
la iluminación divina, grande enseñanza se encuentra y
enorme edificación se consigue, trataremos de
concentrarnos para llegar al entendimiento debido en
este hermoso tema. Decía así el principio del versículo: Y
mire cuando el cordero abrió uno de los sellos…” en
primer lugar debemos entender porque la palabra
“SELLOS”, y para ello iremos al capítulo 5:1 donde dice
así: “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado
sobre el trono, un libro escrito dentro y de fuera, sellado
por siete sellos…”
San Juan el teólogo, en visión, llego a contemplar,
aunque fuese a través del lente de la visión, el trono del
padre, no que le haya contemplado literalmente. De
igual manera, San Juan pudo contemplar en visión el
trono del eterno, y en su mano derecha dice el pasaje
que tenía el libro escrito de dentro y de fuera, pero
estaba sellado con siete sellos. Ese libro simboliza las
determinaciones de su santísima voluntad, Efesio 1: 9-10.
Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del
cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra… Pues el altísimo,
en el libro de las determinaciones todo lo tiene previsto.
Sin embargo, ese libro estaba sellado y no había uno
que conocieran las determinaciones de DIOS.
Al contemplar esto, San Juan dice en Apocalipsis 5:4 “Y
yo lloraba mucho, porque no había sino hallado
ninguno digno de abrir el libro, y de leerlo, ni de
mirarlo…” pero cuando lloraba Juan, la divina respuesta
fue la siguiente, la que nos describe el versículo 5: Y uno
de los ancianos me dice: “No llores: he aquí el león de la
tribu de Judá, la raíz de David, que ha vencido para
abrir el libro, y desatar sus siete sellos…” Fue Jesucristo
el único digno de desatar los siete sellos, pero notemos
bien que El fue digno de desatar hasta que hubo vencido,
y el venció precisamente en la cruz del calvario, a satanás
y al mundo (I Juan 4:9 En esto se mostró el amor de Dios
para con nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito
al mundo, para que vivamos por él… ; Juan 16:33 “Estas
cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el
mundo tendréis aflicción: más confiad, yo he vencido al
mundo….”)
Después de haber dado el grito de victoria, entonces si se
hizo digno de desatar esos siete misteriosos sellos. El
sentía ese poder y facultad, por eso dijo en Mateo 28:18:
“Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra..“
Al conquistar la victoria, conquisto con toda la potestad,
fue hasta entonces cuando dice en Apocalipsis 5:7-9 “Y él
vino, y tomó el libro de la mano derecha de aquel que
estaba sentado en el trono, Y cuando hubo tomado el
libro, los cuatro animales y los veinticuatro ancianos se
postraron delante del Cordero, teniendo cada uno
arpas, y copas de oro llenas de perfumes, que son las
oraciones de los santos: Y cantaban un nuevo cántico,
diciendo: Digno eres de tomar el libro, y de abrir sus
sellos; porque tú fuiste inmolado, y nos has redimido
para Dios con tu sangre, de todo linaje y lengua y
pueblo y nación…”
Grande fue la alabanza que recibió el cordero al tomar el
libro de la mano del padre; los 24 ancianos le glorificaron.
Estos 24 ancianos son el símbolo de un orden jerárquico
que existe en el tercer cielo. Apocalipsis 5:11 Y miré, y oí
voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los
animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era
millones de millones. No que los hubiese visto
literalmente, sino porque en visión los contemplo, y al
contemplarlos, los miro redimiéndole pleitesía al divino
Jesucristo. En ese tiempo aun los mismos ángeles
cantaran como dice el versículo 11 y 12, grande serán las
alabanzas que se le tributaran, por cuanto es digno de
ello, por cuanto venció para cambiar el curso de los
acontecimientos satánicos, y establecer dentro de la
recta de la justicia de DIOS todo lo que tendría que
suceder en la tierra. En ese tiempo aun los mismos
angeles cantaran como dice Apocalipsis 5:11-12 “ Y miré,
y oí voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los
animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era
millones de millones, que decían en alta voz: El Cordero
que fue inmolado es digno de tomar el poder y riquezas
y sabiduría, y fortaleza y honra y gloria y alabanza…”
Grandes serán las alabanzas que se le tributaran, por
cuanto es digno de ellos, por cuanto venció para cambiar
el curso de los acontecimientos satánicos, y establecer
dentro de la recta de la justicia de Jehová todo lo que
tendría que suceder en la tierra.
Cuando el cordero tuvo en su mano el libro, entonces
principiara a quitar los siete sellos que le impedían
abrirse. Este libro de tipo antiguo, era una especie de
pergamino que se enrollaba de tal manera que para
abrirlo totalmente era menester quitar esos siete sellos.
Al abrir el primero, el libro mostraría algo, al abrir el
segundo, mostraría una segunda cosa y así
sucesivamente hasta dejar abierto totalmente este libro
de los acontecimientos.
Estos acontecimientos que iban a ser revelados, eran
porque, deban suceder en el haz de la tierra, pero era
menester que antes que sucedieran, fuera revelados, por
cuanto así lo ha determinado Dios, como dice Amos 3:7
“Porque no hará nada el Señor Jehová, sin que revele su
secreto á sus siervos los profetas…” Era menester
entonces revelar para que así sus siervos entendieran de
los acontecimientos que sucederían en la tierra y que los
que ya estaban sucediendo. Cuando el cordero abrió el
primer sello, dice el revelador que vio un “CABALLO
BLANCO…” ¿Que significa este caballo…?
Para entender que significa el primer jinete apocalíptico
es necesario que leamos con cuidado el pasaje que nos lo
describe, dice así Apocalipsis 6: 1-2 “Y MIRÉ cuando el
Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro
animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y
ve. Y miré, y he aquí un caballo blanco: y el que estaba
sentado encima de él, tenía un arco; y le fue dada una
corona, y salió victorioso, para que también venciese…”
entendemos primeramente el significado de: El caballo;
el cual por ser un caballo, es un animal de acción, de
movimiento, un animal que conduce, que interviene aun
en las batallas mismas los hombres tal y como nos lo
describe el libro de Job 39; 22-28 “¿Diste tú al caballo la
fortaleza? ¿vestiste tú su cerviz de relincho? ¿Le
intimidarás tú como á alguna langosta? El resoplido de
su nariz es formidable: Escarba la tierra, alegrase en su
fuerza, sale al encuentro de las armas: Hace burla del
espanto, y no teme, ni vuelve el rostro delante de la
espada. Contra él suena la aljaba, el hierro de la lanza y
de la pica: Y él con ímpetu y furor escarba la tierra, sin
importarle el sonido de la bocina; que dice entre los
clarines: ¡Ea!, y desde lejos huele la batalla, el grito de
los capitanes, y la vocería…” Por lo consiguiente el
caballo está simbolizando los movimientos que suceden
entre los hombres, siendo estos cuatro caballos, los
cuatro jinetes, que son movimientos religiosos que se
han levantado en la tierra, después de haber venido el
señor Jesucristo.
Estos cuatro jinetes apocalípticos, correrían por toda la
tierra, como lo hicieron los caballos que nos describe el
profeta Zacarías 1: 8-9 “Vi de noche, y he aquí un varón
que cabalgaba sobre un caballo bermejo, el cual estaba
entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él
había caballos bermejos, overos, y blancos. Entonces
dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y dijo me el ángel que
hablaba conmigo: Yo te enseñaré qué son éstos… Y
aquel varón que estaba entre los muertos, respondió y
dijo: estos son los que Jehová ha enviado a recorrer la
tierra…” De manera que estos, así los cuatro caballos
apocalípticos también tenían que recorrer la tierra y en
sí, están corriendo sobre la tierra, pues como decíamos al
principio, estos cuatro caballos representan cuatro
grandes movimientos, habiendo sido el primero, el
caballo blanco que vio San Juan cuando se abrió el primer
sello.
Quiere decir que el caballo blanco fue el primer
movimiento que se inició. El color del caballo significa o
simboliza la consecuencia del movimiento; en ese caso
por ser el caballo blanco está representando un
movimiento de pureza, el caballo bermejo que nos habla
el versículo 4 de apocalipsis 6, esta simbolizando un
movimiento que ocasiono derramamiento de sangre y así
sucesivamente, pero como nuestro tema es el caballo
blanco, nos concentraremos única y exclusivamente en
meditar sobre ese movimiento. Trataremos
primeramente de identificar el caballo blanco en otro
texto para que sea la santa escritura misma, la que nos
identifique al jinete que había venido a originar ese
primer movimiento. Abriremos la escritura en apocalipsis
19: 11-12 “Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo
blanco, y el que estaba sentado sobre él, era llamado
Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea. Y sus
ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza
muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno entendía sino él mismo….” He aquí, identificado
el jinete del caballo blanco, ese jinete es el que es
llamado fiel y verdadero, es el mismo Señor Jesucristo.
Cristo el señor, cuando vino a la tierra, inicio un gran
movimiento de pureza, de santidad y de justicia, esto era
lo que tenía determinado el padre en el cual las primeras
páginas del libro de sus determinaciones, envía a su hijo
Jesucristo, para que iniciara en la tierra, el gran
movimiento del bien, nadie más podía iniciar las
determinaciones de Jehová, sino solamente el verbo,
quien haciéndose carne, hizo la apertura de los planes
santísimos del eterno, es por eso que en el libro de
apocalipsis Juan miraba en visión que no había ninguno
digno sino solo el cordero, no porque hasta ese tiempo
Cristo iniciara la apertura de los sellos, era una visión de
lo que Cristo ya había hecho, cuando como cordero
enmudeció su boca para poder decir: CONSUMADO ES.
De manera que el primer jinete de apocalipsis, está
simbolizando al señor Jesucristo, quien como ya hemos
dicho, inicio el correr de un maravilloso movimiento de
pureza, nos acercaremos para contemplar con mayor
nitidez la cabalgadura espiritual en la cual venia montado
el señor Jesucristo, Dice así el Salmo 45: 3-4 “Cíñete tu
espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con
tu majestad. Y en tu gloria sé prosperado: cabalga
sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; y
tu diestra te enseñará cosas terribles...”
Esta era la cabalgadura que el señor Jesucristo venia
montado a decir, el gran movimiento que venía a hacer,
era a base de palabras de verdad, de humildad y de
justicia, sobre estas sublimes bases, el señor daba a
rodear toda la tierra. Estas tres cosas son los ejes sobre
los cuales gira la circunferencia maravillosa del evangelio
divino. Primeramente, verdad, segundo humildad, y
tercero justicia. En estas tres cosas esta recopilado el
todo y fue precisamente en ellos sobre las cuales cabalgo
el jinete divino. Nos dice el pasaje que estamos
considerando que el que estaba encima del caballo tenía
un arco. Todos sabemos que el arco es un arma para
disparar saetas y Cristo tenía un arco poderosísimo, un
arco muy distinto al que nos describe Jeremías 9:3 “E
hicieron que su lengua, como su arco, tirase mentira...”
Los labios de cristo, como poderoso arco, antes que tirar
mentiras, disparaban poderosas saetas que eran verdad,
como dice el Salmos 45: 5 “Tus saetas agudas con que
caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón
de los enemigos del Rey...”
Los enemigos del rey, es decir, de Cristo, eran todos
aquellos que se encontraban en el mundo y el venía a
atravesar su corazón con las saetas de verdad; vendría a
matar la vieja criatura para forjar en ellos una nueva
criatura. Los primeros en caer rendidos por estas
atinadas saetas fueron los doce apóstoles, quienes
fueron atravesados cuando se disparó el arco de los
labios de Cristo sobre ellos, y así sucesivamente cuantos
otros han sido atravesados por esas saetas sublimes que
aniquilan totalmente la vieja criatura y que hacen nacer
otra para que este pase a formar parte del movimiento
de pureza.
Consideremos ahora el símbolo del arco, habiendo
entendido que significan los labios preciosos del señor,
los cuales se abrieron para disparar las saetas sublimes
de sus palabras y herir así el corazón de los enemigos de
Dios. Consideraremos ahora la parte que sigue en este
versículo y que a la letra dice así: y le fue data una
corona y salió victorioso para que también venciese….
Cuando el señor Jesucristo vino por primera vez, vino
como el cordero de Dios (Juan 1:29) como el salvador del
mundo (Mateo 1:2) mas no vino como rey: Cuando Pilato
le interrogo diciendo en Juan 18:37 “Díjole entonces
Pilato: ¿Luego rey eres tú? Respondió Jesús: Tú dices
que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he
venido al mundo, para dar testimonio á la verdad. Todo
aquél que es de la verdad, oye mi voz…” notemos la
clara respuesta del señor, El no le contesto
negativamente la pregunta, pero tampoco se la afirmo,
todo lo contrario, coloco en la mente de Pilato el
verdadero concepto de su primera venida, este era el dar
testimonio de la verdad. Para esto había venido el señor,
para testificar de la verdad de su padre, mas no para ser
rey, pues el mismo lo aclara a Pilato, que su reino no era
de este tiempo como dice en Juan 18:36 Respondió
Jesús: Mi reino no es de este mundo: si de este mundo
fuera mi reino, mis servidores pelearían para que yo no
fuera entregado á los Judíos: ahora, pues, mi reino no
es de aquí…”
Cuando dijo el señor que su reino no era de este mundo,
no se estaba refiriendo al globo terráqueo, se estaba
refiriendo a que su reino no era de este siglo, pues en el
griego no leemos mundo, sino que leemos AION que
quiere decir siglo o edad, por lo consiguiente el señor
estaba aclarando a Pilato que su reino no era de ese
tiempo, sino que su reino era para un futuro. Cierta
ocasión los judíos convencidos por las maravillas de
Jesucristo, quisieron hacerle rey como los relata Juan
6:13-16 “Cogieron pues, é hinchieron doce cestas de
pedazos de los cinco panes de cebada, que sobraron á
los que habían comido. Aquellos hombres entonces,
como vieron la señal que Jesús había hecho, decían:
Este verdaderamente es el profeta que había de venir al
mundo. Y entendiendo Jesús que habían de venir para
arrebatarle, y hacerle rey, volvió á retirarse al monte, él
solo. Y como se hizo tarde, descendieron sus discípulos á
la mar…” Cristo pudo haber proclamado rey en esa
ocasión entre los judíos, sin embargo, el no quiso aceptar
por cuanto conocía perfectamente bien su misión y
recordaba a cada momento el tiempo exacto en que
deberán de cumplirse todas las cosas. Quiere decir
entonces que rechazo la corona que se le ofrecía, no la
acepto porque no era su tiempo. Cabe ahora preguntar:
¿Que corona fue entonces la que se le fue dada? Corona
de rey no acepto, luego entonces no se está refiriendo a
una corona de rey, se está refiriendo a una corona de
mártir, con la cual salió victorioso. Esa corona hablando
literalmente, no es otra sino aquella que en pleno
martirio le fue colocada en las sienes para mas tarde dar
el grito de triunfo sobre sus enemigos, podemos leer
Mateo 27: 27-31 Entonces los soldados del presidente
llevaron á Jesús al pretorio, y juntaron á él toda la
cuadrilla; Y desnudándole, le echaron encima un manto
de grana; Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida
de espinas, y una caña en su mano derecha; é hincando
la rodilla delante de él, le burlaban, diciendo: ¡Salve,
Rey de los Judíos! Y escupiendo en él, tomaron la caña,
y le herían en la cabeza. Y después que le hubieron
escarnecido, le desnudaron el manto, y le vistieron de
sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.
He aquí cumplido maravillosamente el texto: Apocalipsis
6:2“….y se le fue dada una corona…” y esa fue
precisamente la corona que le dio el triunfo al divino
maestro, la corona de espinas que hicieron derramar
gotas preciosas de sangre de las sienes del bendito
salvador; con esta corona de espinas se estaba
coronando la vida mártir del divino nazareno.
Imaginemos por un momento el cabalgar de este varón,
no es el apuesto galardón que arrollara ante el tropel de
su carrera, era el humilde varón de dolores, que armado
solamente de sus labios purpurinos y coronado de tosca
corona de espinas, extendía sus brazos que destilaban
misericordia, para recibir a quienes ante la angustia
desesperados le buscaran, ese es el primer jinete
apocalíptico, que inició su carrera en las despreciada de
las provincias del mundo Nazaret de Galilea, de allí inicio
su carrera, rodeando parte de palestina y de allí hasta el
último de la tierra, el señor Jesucristo ha venido
espiritualmente cabalgando, pero ahora no es el
personalmente el que cabalga sobre esa palabra de
verdad, nosotros sabemos que Jesucristo ascendió al
cielo y que está en el lugar santísimo a la diestra del
padre, quiere decir que su cuerpo literal no sigue
cabalgando , sin embargo es otro cuerpo, siendo siempre
el cuerpo del señor, y es menester que identifiquemos
ese cuerpo y para ello le consultaremos al apóstol pablo
para que El sea el que nos identifique ese cuerpo,
abriremos la escritura en I Corintios 12:27, en donde
leemos así: “Pues vosotros sois el cuerpo de Cristo, y
miembros en parte...” Es la Iglesia ahora el cuerpo de
cristo y es ese cuerpo simbólico del señor que sigue en la
cabalgadura de verdad de humildad y de justicia tirando
saetas de verdad para herir los corazones de los
enemigos del rey. Son las predicaciones de los
predicadores de verdad las saetas que siguen siendo
disparadas por el movimiento que origino nuestro
bendito Maestro, pues dice Eclesiastés 12:11 “Las
palabras de los sabios son como aguijones; y como
clavos hincados, las de los maestros de las
congregaciones, dadas por un Pastor…” Cada sermón
que se deriva de la sagrada escritura, es como aguijón
que se va a clavar en el corazón de los enemigos del rey,
de manera y a pesar que el señor Jesucristo no está
presente literalmente, sin embargo, si está presente
espiritualmente a través de los predicadores de verdad
que pertenecen a su movimiento, al que el inicio allá en
Nazaret en la tierra de Dios.
Dios nos permita pertenecer realmente a ese
movimiento de pureza, de humildad y de justicia, porque
todo aquel que pertenezca al cuerpo bendito del señor,
ese alcanzara la victoria, por cuanto el señor ya alcanzo
como decía Apocalipsis 6:2 “…Y salió victorioso para que
también venciere…”
Hay palabras que resuenan y hacen eco en nuestro
corazón que son precisamente aquellas que dijera el
divino maestro en Juan 16:33 “…Mas confiad, yo he
vencido al mundo…”
Y en esto confiamos, en que hemos vencido al mundo en
victoria sublime del coronado de espinas. Confiemos en
El, y antes que permanecer a la organización bestial de
que nos habla apocalipsis 6, busquemos ese movimiento
de humildad, verdad y de justicia.
Que el supremo pueda alumbrar les el entendimiento
para la mejor meditación de este estudio.
IGLESIA DE DIOS
GUATEMALA, FEBERO 1977
APARTADO POSTAL 1161