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PROYECTO SOCIO JURÍDICO I

PRUEBA
GRUPO: (02 PERSONAS)
CARLOS HERRERA

LOS VALORES SOCIALES


CONCEPTO DE VALORES.
Son aquellos principios, virtudes o cualidades que caracteriza a una
persona, una acción o un objeto que se considera típicamente positivo o de
gran importancia por un grupo social. Los valores son importantes para una
convencía social armoniosa. Sin los valores como referencia frente a nuestra
forma de actuar individual y hacia los demás, las relaciones humanas se
debilitan al no albergar criterios comunes para la vida en sociedad.
VALORES INDIVIDUALES.
Estos son las creencias que se adquiere desde la niñez, forman nuestro
carácter.
• RESPETO: Permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar
y valorar las cualidades del prójimo y sus derechos.
• RESPONSABILIDAD: Garantiza el cumplimiento de los compromisos
adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre las personas. Se
nutren de las premisas que impulsan al ser humano en su progreso en
la continua búsqueda de la perfección.
• TOLERANCIA: Implica el respeto integro hacia el otro, sus ideas,
prácticas o creencias independientemente de que choquen o sean
diferentes a las nuestras.
• EL AMOR: Es el único que considera la esencia del bien y el mal. El
amor como valor es la fuerza para impulsarnos hacia cualquier cosa
del bien.
• LA AMISTAD: Es un valor universal, siempre necesitamos de alguien en
quien confiar, es sentirse a gusto con una persona, conversar y
compartir sentimientos, gustos, etc.
• SOLIDARIDAD: Colaboración mutua entre personas, como aquel
sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento,
sobre todo cuando se vivencia experiencias difíciles.
LAS MENTALIDADES COLECTIVAS.
Las mentalidades colectivas son un sistema de creencias,
valoraciones y patrones de interacción que muestra lo común a todos.
Cuando dos y más personas se enlazan en una red de comunicación, lo que
resulta de esa interacción los sobrepasa como individuos.
Cada uno de nosotros, de forma más o menos consciente, dispone de
una estructura mental fruto de una cultura, un medio, unos tópicos
asumidos. La suma de mentalidades individuales (más complejas que las
ideologías) otorga carta de naturaleza a las colectivas. Los historiadores
hace algunos años se interesaron por la evolución de aquellas que
caracterizaban pueblos y naciones. Se manifiestan a menudo resistentes a
cualquier cambio que pueda entenderse como peligro. No es, pues, de
extrañar que Netanyahu haya vencido, contra los pronósticos que
auguraban un cambio en Israel, utilizando los argumentos más
conservadores: la inexistencia del estado palestino.
Los israelitas tienen muy interiorizado –y tal vez no sin razón– el
argumento de que constituyen la única democracia de la zona, asediada
por enemigos como la mayoría de los países árabes e Irán. Pese a ello, parte
de la población desearía posiciones más flexibles con los vecinos palestinos
existentes. Pero las improntas de las mentalidades son tan profundas como
duraderas y las formulaciones políticas no dejan de ser circunstanciales.
El ejemplo de EE UU respecto al problema racial, que arrastra desde
su guerra civil, es un claro ejemplo de la pervivencia de problemas que
acaban siendo sustanciales a los países y que afloran una y otra vez. En la
contienda decimonónica, que dividió al país, se acabó por ley con la
esclavitud que había permitido enriquecerse a la población blanca del
aluvión procedente principalmente de Europa. Se trataba no sólo de
consolidar el Norte más industrial, sino dominar al rico Sur forjado sobre
estructuras agrarias. Pero fueron negros quienes construyeron la Casa
Blanca y el Capitolio.
La abolición no hizo desaparecer las diferencias raciales, que
perduran hasta hoy. Pasaron, sin embargo, por diversas etapas y
circunstancias. Las luchas raciales atravesaron sin aparente éxito el
liberalismo del presidente Roosevelt. La Ley de Seguridad Social de 1935 dejó
incluso fuera del sistema a buena parte de la población de color.
IMPORTANCIA DE LOS VALORES EN LAS LEYES Y COSTUMBRES.
Todo sistema de leyes expresa un sistema de valores. Éstos son
proyecciones de la conciencia del ser humano al mundo externo que
representan preferencias que son producto de determinadas condiciones
sociales e históricas. Para la filosofía jurídica contemporánea, los valores
tienen fundamento racional y empírico y no metafísico porque se definen y
fundamentan en el consenso racional de seres humanos que conviven en
una sociedad abierta y democrática.
Sobre los valores han existido históricamente tres posiciones: la
objetivista que sostiene que los valores son absolutos, eternos e inmutables,
sin que dependan de la experiencia humana; la subjetivista que reduce los
valores al plano de los deseos o intereses de los individuos, y la
intersubjetivista o discursiva que indica que los valores son el resultado de la
racionalidad práctica, que llega a ellos a través de un consenso social
abierto y revisable. Entre los principales valores jurídicos que permiten la
crítica al derecho positivo y que orientan la creación, interpretación y
aplicación de las normas, podemos mencionar a la justicia, la dignidad, la
libertad, la igualdad, la solidaridad, la seguridad y el bien común.
CAMBIO SOCIAL.
Un cambio social indica una modificación en la estructura de una
sociedad en relación a sus normas, valores, relaciones, políticas o formas de
gobierno. El cambio social puede presentarse tanto como un proceso social,
como una tendencia social o como una modificación coyuntural
estructural. Por ejemplo, la globalización es un proceso social, la baja
natalidad es una tendencia social y los procesos de modernización son
modificaciones coyunturales estructurales.
FACTORES DEL CAMBIO SOCIAL.
Los factores del cambio social son los elementos o condiciones que
pueden propiciarlo, y que en gran medida determinan el tipo de cambio
que ocurra. Dichos factores se pueden clasificar de acuerdo a su naturaleza
en:
1. FACTORES DEMOGRÁFICOS. Cuando tienen que ver con la
constitución misma de la masa, es decir, con los procesos que inciden
en la población, como la migración, la natalidad, la salud pública,
etc.
2. FACTORES CULTURALES. Cuando responden a la tradición de
pensamiento y de valores de la comunidad, ya se trate de elementos
religiosos, morales, sexuales, etc.
3. FACTORES TECNOLÓGICOS. Cuando se deben a la aparición de una
nueva tecnología que incide de manera significativa en la estructura
de producción, o en las relaciones sociales humanas, o en algún
aspecto clave de la vida.
4. FACTORES IDEOLÓGICOS. Cuando responden a la aparición en la
comunidad de nuevas corrientes de pensamiento y/o nuevos
modelos políticos y/o económicos.
A su vez, estos factores se pueden clasificar en tres tipos, dependiendo
de su rol dentro del cambio de paradigma:
1. FACTORES GENERADORES O CAUSANTES. Aquellos que abiertamente
propician el cambio social, y que pueden ser de naturaleza muy
diversa: individuales, colectivos, objetivos, subjetivos, etc.
2. FACTORES CATALIZADORES. Es decir, aquellos que aceleran un cambio
que ya había sido puesto en marcha, y que a menudo son clave para
que el cambio alcance su momento crítico y se produzca.
3. FACTORES MODULADORES. Que afectan la manera misma en el que
cambio se produce y pueden llevarlo por un camino u otro, alterando
de manera significativa sus resultados.
TEORÍA DEL CONFLICTO SOCIAL.
A grandes rasgos, la teoría del conflicto social abarca las acciones
realizadas por las personas, grupos, organizaciones o sociedades con el fin
de alcanzar el máximo beneficio. Esto con el fin de generar cambios
sociales, políticos e incluso revoluciones. En su esencia, esta teoría parte
apoyándose en la estructura piramidal de la sociedad, la que tiene a su
cabeza a una élite que dicta las condiciones en las que viven las masas.
Teniendo esta ideología como base, la teoría del conflicto analiza desde
diferentes puntos de vista cómo aquellos con más poder intentan perpetuar
su estatus, y el rol que tiene el conflicto social como base de cambio.
Este planteamiento fue desarrollado históricamente por diversos
intelectuales que hacen que la teoría del conflicto no sea única, sino que
vaya mutando en base al pensamiento que cada sociólogo tenga acerca
del sistema social y su funcionamiento. Entre los sociólogos más relevantes
de esta escuela de pensamiento destacan Max Gluckman, Ralf Dahrendorf,
Thomas Schelling y Randall Collins. Incluso se basa en la influencia de Karl
Marx, Gumplivicz Ludwig y Georg Simmel, entre otros.
Las teorías del conflicto social buscan explicar cómo la sociedad
necesita tanto leyes y estabilidad como desacuerdo y a fin de lograr
integración social lo que puede conseguirse ya sea con consenso o con
coacción. En cualquier caso, el conflicto es el factor del progreso, que se
basa en la formación de grupos de cambio y acción social, a fin de obtener
la integración, mediante pactos o acuerdos con el resto de los actores o
sectores sociales, de nuevas relaciones o estructuras, que propician los
grupos de presión o interés de los artífices del cambio. Normalmente el
conflicto social se presta en el interés de la discrepancia de grupos que por
mantener valores ya sean políticos o éticos entran en estaciones bélicos por
la búsqueda de la hegemonía valorativa.
TEORÍA DEL CONFLICTO GENERACIONAL.
El conflicto generacional siempre ha existido, porque forma parte del
comportamiento humano. Es el conflicto que se tiene normalmente con las
diferentes generaciones, como tus padres o hermanos mayores, se da en
sociedades y tradiciones. Es un hecho que las personas que tengan la misma
edad puedan implicar a la posibilidad de que esta que estas participen de
una experiencia en común. Los aspectos valóricos que son pasados a llevar
son los siguientes:
1. Falta de tolerancia.
2. Carencias afectivas.
3. Necesidad de reconocimiento.
4. Competitividad.
5. Respeto.
Los conflictos que se tienen normalmente con las diferentes
generaciones, principalmente entre padres e hijos. El adolescente
manifiesta la necesidad de afirmar su propia personalidad y esta afirmación
se produce negando los valores y la personalidad de los adultos. En cierta
manera es un proceso natural de maduración en hacerse adulto. Negar los
gustos, las opiniones, las normas morales, etc. Estos conflictos generacionales
le caracterizan a una persona, escuela, colectividad, movimiento cultural,
religioso, político, etc.
El conflicto generacional apenas necesita presentación. Todos hemos
pasado por él (o lo haremos). Además, en papeles distintos. Cada
generación ha tenido conflictos con las anteriores. Aceptar algunas leyes o
comportamientos, sobre todo si son impuestos, a veces no suelen encajar
bien en las generaciones más jóvenes dando lugar a conflictos que se
repiten.

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