Está en la página 1de 5

Las transformaciones del mundo Mediterráneo

(Franz Maier)

PROFESOR: LUIS ACOSTA

ESTUDIANTE: CHRISTIAN FORTTI

CÁTEDRA: HISTORIA MUNDIAL I

CARRERA: PROFESORADO DE HISTORIA

AÑO: 2°

I.S.F.D.yT. N°42 LEOPOLDO MARECHAL

2021

Introducción y capítulo I
DIOCLECIANO-CONSTANTINO-TEODOSIO
Las transformaciones del mundo Mediterráneo
(Franz Maier). Introducción y capítulo I.
1) Explique la posición del autor, en cuanto al periodo oscuro de la historia en el mundo
Mediterráneo entre los siglos III al VIII.
2) Tome tres variables de análisis, para los gobiernos de Diocleciano, Constantino y Teodosio.
3) Relacione las políticas de Constantino, con el surgimiento de Cristianismo.
4) ¿Qué importancia tuvieron en el imperio en el siglo V, la Iglesia y los Germanos?

1) La característica más importante desde el enfoque del autor hacia las “dark age”, es su visión
del período como una etapa de transición. Tanto políticamente, como cultural, económica y
social. Describe elementos de sumo interés para la transformación de la edad antigua hacia
la edad media, tal como el paso de una economía urbana hacia una rural, la aparición de
sistemas absolutistas con fuertes bases apoyadas en el centralismo y la militarización, la
ruptura o persistencia de la influencia de la cultura romana sobre las diversas zonas que
abarcaba el imperio, el reemplazo del paganismo por el cristianismo, la penetración de la fe
cristiana que a paso de “lava de volcán” fue apoderándose de casi la totalidad de la vida
espiritual, lenta y firmemente hasta convertirse en la religión oficial. La división del imperio
romano en dos (oriente y occidente) definió
a su vez un cambio en los centros
gravitacionales. Ya no sería Roma –ocupando
desde aquí el lugar de proveedor de materias
primas y comprador de manufacturas- sino
que la nueva capital imperial sería
Constantinopla ubicada en la parte oriental.
También señala el autor que es en este
período, llamado “oscuro” que surgen o más
bien toman mayor dimensión los pueblos germánicos y la cultura islámica. Pero el autor
señala claramente una clave: en Oriente y Occidente se diferencian las Iglesias griega y
latina. En Occidente con mayor poder dando origen a cierta autonomía que recaería sobre
la presencia en la vida política y social de un nuevo actor: “el papado”.
El autor ofrece una mirada de valoración hacia este período, y critica los
planteamientos que Gibbon hace sobre la misma, quien describe la época como de
destrucción y caos. Adjudicando estos males principalmente a los “pueblos bárbaros”
(terminología que Maier descarta) y a los árabes, encargados de un milenio de
atrocidades, determinando las causas y delimitando las temporalidades de la caída del
imperio.
Maier dirige estas acusaciones al “clasismo” diciendo que “la inseguridad en el
ordenamiento de las edades tiene su origen en las falsas categorías históricas. Las dark
ages son, en parte, una creación nuestra” (Maier, 1972: 9). Luego continúa, sosteniendo
que estas viejas miradas buscaban legitimar los conceptos de “Estado nacional” como “el
orden” y no sólo explicar la caída del imperio romano y el surgimiento del feudalismo en
el mundo; sino el surgimiento del feudalismo en el mundo europeo como centro único,
invisibilizando el desarrollo de los pueblos de Asia Menor, Siria y Egipto que eran las zonas
más pobladas. Para Maier, “del clasismo proviene la caracterización de la época
decadente. A partir de sus normas culturales, en la transición (la negrita es mía) de la
Antigüedad a la Edad Media sólo puede verse decadencia y destrucción, embrutecimiento
bárbaro, por un lado, y degeneración oriental, por el otro.” (Maier, 1972: 9)
El autor, remarca, que si bien se vivió un período con grandes transformaciones y
rupturas políticas, durante mucho tiempo el imperio gozó de una “unidad” cultural,
artística y religiosa, que dejó su legado con el paso de los años hasta la actualidad. De esta
manera el autor no ve a las dark ages como una época oscura y anárquica, de modo
contrario, lo ve como un lento pero enriquecedor período de transición de los gobiernos
absolutistas a los sistemas feudales de vasallaje.

2) Tres variables importantes para el análisis de los gobiernos de Diocleciano, Constantino y


Teodosio son: la situación de frontera; los conflictos internos político-religiosos; y la división
del Imperio.
Diocleciano toma el poder en el año 284 con un ambiente de inseguridad que se iría
disipando mediante la intervención del ejército en el orden político, más la implementación de
la tetrarquía como forma de organizar el imperio –esto no quitaba que fuera Diocleciano el único
y verdadero emperador- y el refuerzo de la seguridad fronteriza, reorganizando la guardia,
construyendo fortificaciones, manteniendo la situación del limes en armonía, o al menos bajo
un cierto control, manteniendo al margen tribus de bereberes en la zona costera de África y al
este a pueblos germanos. La frontera nordeste y este se vería hostigada en este período por
nuevas tribus que entrarían en escena: godos, vándalos, hérulos burgundios, provenientes de
Escandinavia. La paz garantizaba la continuidad cultural y coincidía con una recuperación
económica. Aunque en la frontera Oriental los persas siempre constituían una amenaza, ya que
anhelaban la recuperación de territorios de Asia Menor, Siria y Egipto en esta etapa sus
hostilidades serían nulas. En sus comienzos la monarquía militar absoluta daba sus frutos.
Diocleciano creía fervientemente en Mitra el dios de los legionarios, no será con él con quien el
cristianismo tomará papel indiscutido en el imperio. La tetrarquía que Diocleciano propuso tenía
la intención de una mejor administración del extenso territorio, para ello nombro Augusto de
Occidente a Maximiano y como asociados a Galerio y Constancio. Al abdicar Diocleciano junto
con Maximiano, Constancio y Galerio pasaron a ser Augustos; y Severo y Maximino Daia,
césares. Esta forma de gobierno generó una burocracia administrativa que invertía sus esfuerzos
en el control fiscal, por vía de los impuestos y una rigurosa vigilancia.
Los sectores que dominaban la escena política estaban bien delimitados: la administración
central, la administración civil, el ejército y la corte.
En el año 306 llega al poder Constantino, quien sostuvo la forma de gobierno de monarquía
absoluta, ya sin la continuidad de la tetrarquía pero con el agregado de la presencia del
cristianismo como religión preferente del estado. Si bien Constantino no renunció a su cargo de
sacerdote de la religión pagana su favoritismo por el cristianismo era una política que buscaba
la unión del imperio y veía en esta religión las herramientas y elementos necesarios para
lograrlo. Ofreció jurídicamente los mismos derechos que al paganismo y declaróse
públicamente simpatizante cristiano para darle un lugar que nunca antes había ocupado en el
imperio. En lo organizacional trasladó el centro de gravedad político y económico a la ciudad de
Constantinopla fundada sobre la vieja Bizancio, que gozaría de igual status de capital que Roma.
La vieja capital había perdido su encanto, ya no era económicamente lo que había sido.
Constantinopla sería el centro de atracción de la economía. Sus grandes metrópolis comerciales
y su oportuna ubicación estratégica en lo político, militar, religioso y comunicacional justificaban
su preferencia. También se repartirían pan gratuito como lo hizo Roma y esta última sólo sería
abastecedora de materias primas y consumidora de manufacturas producidas en
Constantinopla. Además Roma conservaría la antigua tradición pagana, mientras
Constantinopla desarrollaría una cultura helenística y practicaría un cristianismo griego.
La relación entre el Estado y la Iglesia con Constantino será de conflicto permanente, en este
período al intervenir la Iglesia en cuestiones de Estado, estaba a su vez perdiendo autonomía
con el mismo. La pérdida de poder político de Roma le daría al papado la oportunidad de ganar
la independencia.
Cabe destacar que las medidas económicas fiscalistas-direccionistas en los mandatos de
Diocleciano y Constantino no lograban erradicar el desgaste económico que generaba el
mantenimiento de un ejército cada vez más grande y la parasitaria administración burocrática.
Luego de Constantino, fue un período de lucha por el poder, de incursiones de visigodos y
sasánidas, pero también de una nueva expansión del cristianismo.
En el año 379 es nombrado Augusto Teodosio, una de las medidas más importantes se dio
en torno a la religión prohibiendo el paganismo y prescribiendo al cristianismo niceno como el
único oficial del imperio romano. Con respecto a la frontera Teodosio logró varias victorias
contra los godos, coincidentes con un estaticismo ´producto de conflictos internos de las
actividades del estado sasánida que venía avanzando abruptamente. Teodosio reestableció la
unidad del imperio bajo un solo emperador al vencer a Máximo, quien había sido proclamado
antiemperador por el ejército de las Galias e Inglaterra. Teodosio había logrado expulsar a los
godos, unificar el imperio administrativamente e imponer el cristianismo como creencia oficial.

3) Constantino tomó la decisión de reconocer al cristianismo como religión legítima del estado
y lo acompañó con su conversión a esa fe. El emperador había notado la extraordinaria fuerza
y velocidad con que el cristianismo, una religión oriental se propagaba por las tierras del
imperio con extraordinaria influencia en la sociedad, la política, el arte y la cultura. El
antecedente más conocido sobre su interés sobre el cristianismo cuenta que en el año 312 y
ante las puertas de Roma Constantino ordenó pintar en los estandartes y escudos el
anagrama de Cristo como inyección anímica, pues ya atribuía a su creencia gran poder de la
fe. Esto provocó el edicto de tolerancia de Milán que brindaría libertad al cristianismo.
Cuando le tocó su turno de gobernar sus monedas llevaban emblemas cristianos y sancionó
varias leyes a favor de los cristianos. A la comunidad cristiana se les devolvieron los bienes
confiscados y pudieron acceder a derechos jurídicos de lao que sólo disfrutaban con
anterioridad el culto pagano. Este favoritismo aceleró la caída del paganismo posteriormente
vetado por Teodosio.
La iglesia comenzó a recibir grandes donaciones y empezaron a verse las primeras
monumentales construcciones como la Basílica Lateranense y la iglesia del Santo Sepulcro
en Jerusalén. Se añadió peso político a los cargos eclesiásticos. En la etapa de auge de la
Iglesia se habla de una ecclesia triunphants del siglo IV, que hace de esta una iglesia de orden
cultural y espiritual, en lo cultural sus representaciones no se abocan a la pasión de Cristo
sino que se inclinan con la imagen del Cristo triunfante y su cruza como testigo de la victoria.

4) A partir del siglo V, no sólo las incursiones se daban por las fronteras territoriales, en
simultáneo a esto el cristianismo iba ganando terreno, invadiendo casi la totalidad del
imperio. Había que sobrellevar las interminables guerras civiles que se sucedieron entre los
mandatos de Constantino y Teodosio. Cambios permanentes de emperadores y tribus de
visigodos y sasánidas que se adentraban en el imperio. La única expansión que no se veía
pero sí se percibía sin poder frenarla era la del cristianismo, tanto en el Occidente como en
el oriente del imperio. Mientras el elemento germano arrasaba y ocupaba el papel principal
de la política exterior, en el interior del imperio la batalla político-religiosa jugaba su partida
más importante con el cristianismo como verdugo del paganismo. Estos protagonistas con
sus variables serán los que determinarán el futuro del Mediterráneo en un proceso
cambiante y complejo que no deja afuera del análisis a: la sociedad, la cultura, la seguridad
y la promesa del paraíso.

También podría gustarte