Está en la página 1de 5

“ALGUNAS CLAVES PARA OTRA MUNDIALIZACIÓN”

(FRANCISCO JAVIER CABALLERO)

1) INTRODUCCIÓN
Lo que la globalización pretende es una expansión ideológica, un proyecto socio-político-
económico a nivel planetario (y es que las ideologías conllevan modelos sociales, económicos,
políticos: capitalismo, socialismo, religiones).
La Historia mundial, pero sobre todo la europea, ha sido un campo de batalla, muchas veces
por razones ideológicas, en las que en el fondo lo importante es cómo podemos hacer
nuestra la propiedad.
Desde el fin de la Guerra Fría y la desaparición de la URSS, el peldaño solitario y
hegemónico en que se ha quedado el capitalismo hace que ya no se tengan otras ideologías:
como el capitalismo se ha quedado sólo, expande sus características a nivel mundial (la
crisis actual es una crisis de ajuste, que tiene que ver con la implementación a nivel
planetario de la misma ideología capitalista: todo ello, fomentado por el FMI y el Banco
Mundial, quienes ya han entrado en Europa, a través de Grecia y de Portugal).
Por otra parte, la UE que se ha creado no es la Europa ideal y espacio de paz en la que
Rousseau o Kant habían pensado. La actual es fruto de los Acuerdos de Bretton – Woods
de 1.944, cuyo objetivo era la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial: de
hecho, el Plan Marshall de 1.947 era claramente dinero americano para crear en Europa
un mercado único y unificado. Por tanto, podemos afirmar que la UE es la expansión de la
ideología anglosajona en Europa (desde el Tratado de Roma hasta el Lisboa, se ha
evolucionado de una Europa liberal a una neoliberal).
El neoliberalismo y su expansión mundial es la última fase del capitalismo (las
multinacionales son el mecanismo para implantar el capitalismo moderno por todo el mundo).

2) GLOBALIZACIÓN Y NEOFEUDALISMO
Lo que la globalización pretende es una expansión ideológica, un proyecto socio-político-
económico a nivel planetario (y es que las ideologías conllevan modelos sociales, económicos,
políticos: capitalismo, socialismo, religiones).
El objetivo del proceso de la globalización es la refeudalización, la vuelta al feudalismo:
sociedad jerarquizada, tanto a nivel local como a nivel internacional. La sociedad feudal,
desde que el liberalismo acabara con ella entre los ss.XV – XVI, está retornando en la
actualidad: aquélla era una sociedad piramidal, estamental, donde no ocurría nada si no era
por la voluntad de Dios (el orden hecho en la Tierra era a semejanza del orden celestial).
Pues bien, hoy todos los estratos se repiten. Eso sí, el cosmos actual ya no se esconde tras
una la bóveda celeste, sino que es un cosmos terrenal: Dios es el mercado (y como Dios en
el medievo, el mercado marca hoy el peldaño en el que debe situarse cada Estado: el
capitalismo exige la desigualdad) y la tríada formada por Padre, Hijo y Espíritu Santo es
hoy el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Y a su vez, estos marcan la disposición jerárquica
de los ángeles y arcángeles de la modernidad: el G20, Wall Street, las Bolsas de París o de
Tokyo…
La consecuencia de esto es que las nuevas Biblias pueden ser el New York Times o el The
Economist, los nuevos monasterios son el Manhattan Institute o el Adam Smith Institute,
las nuevas Cruzadas son las guerras de Irak y de Afganistán, etc.
Éste es el nuevo orden mundial: la pregunta es si el liberalismo iniciado con la Reforma
protestante es una destrucción del feudalismo o si es una suplantación de éste pero con
nuevos actores (“ninguna clase que se ha hecho con el poder lo ha hecho para abolirlo”).
3) EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO MODERNO
Los orígenes del capitalismo no son muy lejanos: surge hace unos 500 años, con la Reforma
protestante. Hasta entonces, lo que existían eran prácticas capitalistas, prácticas de
acumulación: las familias patricias en la Roma imperial, en la Edad Media la familia de los
Médicis en Florencia…
Las características del capitalismo moderno es que está generalizado, es una forma de vida,
es un cosmos (Max Weber).
Eso sí, su implantación no fue fácil: la demolición del feudalismo fue muy lenta. Antes de la
aparición del capitalismo, todo dependía de la voluntad de Dios (era un orden teológico e
inmovilista): se regían por el precio justo (no cabía la plusvalía), se prohibía prestar dinero
con intereses y el trabajo se concebía como un medio de subsistencia (ganar lo necesario
para seguir viviendo).
Pero con la aparición de la ética protestante (y, por tanto, del capitalismo), según Weber
surge el espíritu capitalista: este espíritu se asienta sobre el dogma de la predestinación
(unos pocos son los elegidos y los demás están condenados: este baremo lo marca la
acumulación del capitalismo), se pasa de una economía natural a una economía monetaria y el
trabajo se concibe como una profesión (es una forma de ganar dinero).
La base de este nuevo sistema son unos valores que rompen con el orden estamental (la
caridad, como medio de perpetuar la jerarquía): ahora, es muy importante que exista un por
qué en el fondo de todas las cosas.

4) LA NUEVA LÓGICA RACIONAL


Aparte de la Reforma protestante y de la aparición del espíritu capitalista, el fin del
feudalismo coincide con la época de los grandes descubrimientos: Colón, Galileo, Newton,
etc. Así, Descartes aportó una nueva lógica (lógica matemática), que se introducirá en
todos los campos del saber, incluido el Derecho: Derecho natural racionalista (aunque
hasta entonces el Derecho natural procedía de Dios, ahora el Derecho surge de la razón
humana: esto irá socavando el oscurantismo, permite operar por deducción, el análisis, que
sea una orientación lógica).
Pero además de en las ciencias, la lógica matemática se instaura también en la acción
humana: ahora, la forma de actuar del ser humano se basa siempre en un cálculo (nuestras
acciones están guiadas por la obtención de un beneficio: éste es el gran triunfo del
capitalismo).
Esto no tiene otra razón de ser que crear nuevos modelos de producción, usando la mano de
obra de los feudos. Pero para ello es necesario proclamar al individuo como sujeto
individual: la proclamación de la individualidad se producirá también en todos los campos del
saber (en la economía, libre iniciativa / en el pensamiento, libertad de conciencia).
Desde el punto de vista del Derecho, Hugo Grocio y su obra “Del Derecho, de la guerra y
de la paz” (1.625) vio en el Derecho natural la base común a todo Derecho positivo (“todo
esto sería cierto aunque Dios no existiera”), propugnando también la vigencia de un
Derecho internacional por encima de los Ordenamientos estatales.
Por último, decir que se va formando también el concepto de “libertad”: mientras que el
concepto aportado por Locke fundamenta la teoría liberal (es una libertad condicionada, no
absoluta), Rousseau y Kant darán el valor de la libertad como valor absoluto.
5) UNA NUEVA CLASE SOCIAL Y EL ESTADO MODERNO
Desde el punto de vista sociológico, todos estos valores caerán en un sector de la sociedad
formado por gentes humildes que irán saliendo de los feudos: el germen de la burguesía.
La aparición de esta nueva clase social es fundamental para la creación del Estado: pero no
la creación de cualquier Estado, sino un Estado ad hoc, como elemento del sistema, el
Estado que el capitalismo necesita y que la burguesía necesita para perpetuar sus
intereses.
Es en esta época de nacimiento de los Estado, cuando John Taylor dirá que en toda
sociedad hay una clase dominadora, que impone su voluntad a la masa explotada
(aristocracia). Y es que, a fines del s.XVIII y principios del XIX, se van produciendo roces
entre las élites económicas (burguesía) y las élites políticas (aristocracia), formándose el
moderno Estado inglés, el francés, Estados Unidos…
En Inglaterra, en 1.838 accede al poder sir Robert Peel, un personaje de la nueva clase
social (la burguesía), ascendiendo al poder a los de su clase mediante la instauración del
sufragio censitario (imponiendo quién puede votar y quién no, se asegura el poder para una
clase determinada).
Por su parte, la construcción del moderno Estado francés no se produce con la Revolución
Francesa, sino que deberán pasar 40 años después de ésta para que se materialice el
Estado moderno: en 1.830, Carlos X huye y Luis Felipe de Orleáns es elevado el poder,
ascendiendo junto a él a toda la burguesía (se trató de un pacto entre la burguesía y la
clase política, basado en la Ley Electoral y en la Ley de la Guardia Nacional).
Y en Estados Unidos, desde la Paz de París de 1.783 hasta el definitivo fin de la guerra con
Inglaterra (1.812), se irán desarrollando cuando van a desarrollarse tres tipos de utopía
aparentemente contrapuestas: en el Este, el objetivo era desarrollar un orden industrial
capitalista; en el Sur, desarrollar las manufacturas del tejido del algodón; y en el interior
del país, la utopía se basaba en la idea de que todo ciudadano tiene el derecho de
satisfacer sus instintos adquisitivos explotando las riquezas naturales hasta donde la
ingeniosidad se lo permita. Finalmente, las tres van a converger en la idea de que los amos
económicos de la sociedad deben ser los amos políticos (la burguesía).

6) DEL EMPRESARIO INDIVIDUAL A LAS MULTINACIONALES


Una vez que ya se tenía el Estado liberal, a partir de 1.850 se inició la expansión
imperialista por África, Oriente, Asia, etc. Entonces, el sistema económico liberal
capitalista, con sus instituciones características (grandes empresas, bancos, Bolsas), se irá
generalizando a lo largo y ancho del mundo.
Aquí es cuando se inicia la globalización, y no como la sitúan algunos autores en el
descubrimiento de América (a América se llevó el modelo feudal / la globalización es la
imposición del modelo capitalista por el mundo).
Mientras que en su origen el capitalismo proclamaba la libre iniciativa en la empresa, hoy
domina la multinacional; mientras que antes había un dueño físico de la empresa, ahora las
empresas se unen y transforman en holdings, cárteles… Y es que las primeras empresas
multinacionales datan de la segunda mitad del s.XIX: Bayern, Nestlé, Michelin, etc.
Pero será tras la II Guerra Mundial cuando tenga lugar la “ola americana” de creación de
multinacionales: se trata de la reconstrucción de Europa y de la llegada de la sociedad de
consumo.
Como las empresas americanas, además de a su propio mercado, abastecían también a
Europa; Estados Unidos, para mantener su parte de mercado en Europa, se vio obligado a
crear fábricas en el lugar. Este fenómeno se ha acelerado, desde el comienzo de los años
60, cuando el mercado comunitario suprime los derechos de aduana entre los Estados-
miembro de la UE.
De todos modos, no será hasta finales de los 70 cuando pueda distinguirse claramente
entre empresa multinacional interna (empresas que tienen su sede social en un Estado y
operan en el extranjero a través de filiales: Iberdrola) y empresa multinacional
internacional (empresas que tienen en el extranjero la sede de su órgano central y cuya
actividad en el interior de un Estado se canaliza mediante una sociedad filial: Ford). El
problema está en que las empresas multinacionales pueden operar internacionalmente (en
“espacios libres de Derecho”), mientras que la política y el Derecho encuentran sus límites
en las fronteras de un Estado: esto acarrea un grave problema estructural.
Por tanto, podemos decir que, tras la II Guerra Mundial, el modelo de empresa
multinacional evoluciona del liberalismo keynesiano (ligado al Estado-nación) al
neoliberalismo de ámbito internacional (inspirado en la escuela de Chicago); de un
capitalismo estatal en el que el Estado planifica y dirige la economía al capitalismo salvaje y
global, en el que los Estados se someten al dictado de la competencia.

7) EL MERCADO SOBRE EL ESTADO


 Modelo 1 (Estado – nación: providencia / del bienestar / social):
Nacido en torno a 1.830 en los Estados occidentales, el Estado moderno surge debido a la
relación entre un subsistema político (el poder, orientado al desarrollo del Derecho y de los
derechos y libertades) y uno económico (el dinero, basado en el beneficio y en la iniciativa
privada): relación dialéctica entre estos dos subsistemas, en el marco de un sistema estatal
(Estado – nación).
La primera versión del Estado moderno fue la del Estado – providencia, cuyo objetivo era
paliar las pésimas condiciones de vida de los estratos más desamparados de la población
mediante una incipiente intervención (sanidad, educación). Pero tras la crisis del 29 y el
triunfo de las tesis de Keynes, nace el Estado del bienestar, haciendo posible la seguridad
y el bienestar de la mayor parte del proletariado occidental. Por último, paulatinamente se
fue llegando al Estado social, cuyos objetivos serán el pleno empleo, el progreso social y el
avance democrático (a través de un sistema de protección social cada vez más amplio): es
durante este Estado cuando el sujeto consigue las máximas cuotas de autonomía y de
desarrollo personal conseguidas hasta la fecha. Sin embargo, concluyó con la crisis del
petróleo de 1.973 debido a que las demandas de recompensas conformes al sistema
aumentaron más rápido que la masa disponible de valores: se produce un desequilibrio entre
los dos subsistemas, el económico dice que se ha llegado demasiado lejos, que hay
demasiadas concesiones…

Respecto del término “Estado de Derecho”, podemos decir que en sí mismo no significa
nada, ya que hay muchos tipos de Derecho: así, el Estado absolutista o el franquista
también son Estados de Derecho, porque también operan con el Derecho. Por tanto, sería
más correcto hablar de Estado del instrumental jurídico.
Según Max Weber, el Derecho en el que opera el Estado – nación es el Derecho de
racionalidad formal: el Derecho sirve para proteger una concepción del sujeto, que el
propio Derecho no puede transgredir ni dañar (el sujeto de Kant: sujeto kantiano). Éste se
constituye por dos elementos: la dignidad (base fundamental e irrenunciable de todo ser
humano) y el precio (todo lo demás, que puede ser objeto de intercambio).
Por tanto, el fin del subsistema político (Estado) es el sujeto y su protección (dignidad,
libertad, igualdad). En esencia, el Derecho de racionalidad formal es un Derecho
autosuficiente, teóricamente no necesita de ningún sistema de valores ajeno a él (lo
importante es la forma: igualdad de todos ante la Ley).
 Modelo 2 (Estado – mercado / neoliberal):
Desde los años 70 en adelante, el nuevo modelo de Estado (Estado – mercado o Estado
neoliberal) se asienta sobre una serie de oposiciones-equivalencias: la liberación económica
del Estado conlleva el refuerzo de sus componentes policiales y un incremento del control
social. La liberalización y desregulación de los flujos financieros exige la flexibilización del
mercado del empleo y la disolución de los derechos del trabajador (aumentando la
precariedad, la vigilancia en el lugar de trabajo, disminución de las ventajas sociales).
Con este panorama, es lógico que las multinacionales sean un fenómeno vital en la
actualidad. El mayor desarrollo de estas empresas se produjo tras la II Guerra Mundial,
cuando las multinacionales americanas desembarcaron en Europa (la UE se creó para la
expansión ideológica de las multinacionales americanas y para su beneficio económico). Así,
se introdujo un problema estructural grave, ya que mientras que los Estados operan con el
Derecho, las multinacionales operan en un espacio libre de Derecho (algunas de éstas tiene
más poder que el PIB de muchos Estados: actualmente, se estima que el 70 % del PIB
mundial está en manos de multinacionales; sin contar el creciente poder del crimen
organizado de drogas o armas / “la corrupción es necesaria para que el sistema se
mantenga”).

El porvenir de todos los Estados se encuentra en el tejido de su sistema regulador


económico. Hoy, el subsistema económico crece y el político pierde competencias (sólo le
queda casi las de control social): el mercado va llenando los espacios que en otros tiempos
tenía el subsistema político.
Todo esto genera un cambio en el Derecho, ya no sirve el Derecho de racionalidad formal.
Por eso, nace el Derecho de racionalidad sustantiva: se trata de un Derecho que sí
necesita de un sistema de valores ajeno a sí mismo (los valores del mercado: utilidad,
eficacia, necesidad) y la legitimidad de sus normas es a posteriori, en función de los
resultados económicos (por ejemplo, la última reforma de la CE es simplemente para
establecer el “techo de gasto”).
Sin embargo, lo más grave de todo no es esto, sino la modificación de nuestra
consideración: el sujeto a proteger por el Estado ya no es el kantiano, sino el sujeto –
consumidor (por ejemplo, en el Derecho penal se pasa de la presunción de inocencia a las
presunción de culpabilidad: “Derecho penal del enemigo”).

También podría gustarte