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POEMARIO DE Las costumbres y tradiciones del arma de artillería son muy ricas en

ARTILLERIA sentimientos y virtudes.


El honor, la unión, la amistad y la camaradería, con fe y mucho celo se
han cultivado y mantenido como una característica de
comportamiento que en forma relevante el soldado artillero ha
manifestado y seguirá manifestando tanto en su vida profesional como
familiar y social.
De allí el orgullo de ser artillero y la enorme satisfacción de
pertenecer a la noble “ORDEN DE SANTA BARBARA” ha sido
expresado en toda ocasión y en todos los ámbitos en los que la
Artillería ha tenido la oportunidad de manifestarse.
Estos valores, sentimientos y esta tradicional y gloriosa conducta ha
sido bellamente recopilada en este “POEMARIO ARTILLERO” que
gracias a la sutil y expresiva pluma de EDISON MACIAS, la
Artillería llega con profunda emoción al corazón del soldado artillero.

GRAD. ALEXIS TAMAYO

UNA BRIGADA DE ARTILERIA

En 1861, la Convención Nacional aprobó una nueva Ley Orgánica


para las Fuerzas Armadas. En la mencionada Ley constaba como
fuerza permanente una Brigada de Artillería de Campaña y una
Brigada de Artillería de Plaza.
PRESENTACIÓN
Con el transcurrir del tiempo, fueron creándose unidades y escuelas más tarde esta unidad toma el nombre de GAA-35 mm
de esta especialidad, lo que constituyó que el arma de Artillería “Atahualpa”.
además de ser una de las más importantes e influyentes de la La experiencia vivida en el conflicto con el Perú , determinó
Fuerza Terrestre, se convierta en valioso apoyo del desarrollo y que el alto mando se preocupe por dotar de nuevo
progreso de la sociedad ecuatoriana. armamento a los cuarteles. Así, n 1945 llegan los obuses
americanos de 105 mm; diez años después los
norteamericanos entregan los cañones de 40 mm y las
ametralladoras múltiples CAL 50 mm.
LA ARTILLERIA EN LA HISORIA En 1956, con la tercera BIA del GA-5 “Mariscal Sucre” se
forma la BIA N° 9 “Cabo Minacho”.
La Artillería es el arma más representativa de la evolución de Esta es una síntesis cronológica de la formación de las
los ingenios bélicos, su proceso está enmarcado en tres etapas diferentes unidades de Artillería, que en sus respectivos
bien definidas: la primera, en la cual nace la onda la catapulta; momentos tuvieron acciones relevantes tales como combates
la segunda, la que surge son el descubrimiento de la pólvora, de Huachi, Huigra, Nanegalito, la Guerra de los Cuatro Días.
dando inicio a la era de los cañones y obuses; y la tercera, la
época de los cohetes y mísiles, producto de la alta tecnología lo
que ha propiciado el cambio de las tablas y reglas de tiro por el
sistema computarizado de l a conducción del fuego, dispositivo
que ya está implementado en nuestra Artillería.
La Artillería en la historia
Como parte de nuestra historia nacional, la Artillería se hace
presente en las guerras por la independencia sin tener una
estructura orgánica propia.
Es recién en 1860 cuando se crea la entonces Brigada de
Artillería N° 2. En 1865 toma el nombre de Regimiento de Art.
“ Mariscal Sucre”. En este mismo año, además, se forma el
Regimiento de Art. “Bolívar”.
Debieron transcurrir tres lustros para que surgiera una nueva
unidad: en 1910 se forma el Regimiento de Art. “Calderón”.
En el año aciago de la historia ecuatoriana, 1941, se
establece el Grupo de Art. Campal N° 5 “General Villamil”, en
Guayaquil, qu posteriormente se traslada a Libertad. Tiempo
Acciones heroicas
En el conflicto de 1941, dos piezas de A. A. Breda, agregadas
al cañonero Shyris, se cubren de gloria en el combate naval de
Jambelí.
En 1981, en los enfrentamientos de la Cordillera del Cóndor, se
destaca el personal de la pieza de 40 mm asignada a
Paquisha, compuesto por el Cabo Nelson Guamaní y los
conscriptos José Suárez y Nicanor Quiroz, quien murió
heroicamente.
La historia ha querido que todas estas acciones queden
enmarcadas para la posteridad, a las que deben sumarse las
importantes actuaciones, tanto del BM-21 como la de los
mísiles Igla, en el último conflicto convirtiéndose en factor
decisivo para la victoria sobre el execrable enemigo del sur,
triunfo que llenó de orgullo a nuestro país y a nuestras Fuerzas
Armadas. TRADICIONES DE LA ARTILLERÍA
Su posible origen
Aprovechando de que diciembre es el mes en que esta arma El arma de Artillería celebra su día tradicional el 4 de
Festeja su día clásico, hablaremos brevemente sobre sus diciembre de cada año y por tal razón rinde tributo y
orígenes. homenaje a Santa Bárbara, patrona universal de los artilleros
Artillería proviene del latín Ars., Artis, arte al que se le atribuye del mundo, donde se realiza una procesión y misa en su
toda clase de ingenios o aparatos bélicos. honor.
De esta especialidad militar se ha escrito mucho y existen Además, se realizan festivales musicales y festejos con
varias versiones. Hay quienes creen que un fraile, Juan fuegos artificiales. Durante la procesión el personal que hace
Trillery, fue el inventor, y de allí el arte de Trillery. la calle de honor lleva mecheros de color rojo, los mismos que
Los historiadores nos cuentan, además, que en la antigüedad a permanecen encendidos desde el principio hasta el fin de este
las bocas de fuego les dieron nombres de aves de rapiña acto.
( halcón, sacre, esmeril, etc.), de allí sostienen que Artglería, Fiestas por el arma de Artillería, se realizan varias actividades
mejor que de arte puede venir de Artiglio, nombre italiano de un de carácter deportivo, social y cultural, tales como:
ave muy rapaz. competencias deportivas interbaterías, misa campal, baile de
gala, entre otras.
Armada de caballeros artilleros a los cadetes. Se la realiza Brindis artillero. En todas las reuniones sociales se procede a
cuando los cadetes de la ESMIL “ Eloy Alfaro” han recibido el realizar el brindis artillero, el mismo que consiste en que uno
arma de Artillería. Se planifica un tiro con el material de 105 de los artilleros presentes tome el mando y manda las salvas
mm americano, una vez efectuado el tiro los cadetes realizan con una orden de fuego, la misma que es enseguida y
un brindis artillero. En la vainilla de la granada que han cumplida por todos los presentes.
disparado se coloca licor que mezclado con la pólvora Madre símbolo. Cada año se designa a la madre símbolo de los
constituye el símbolo de graduarse como artillero. A artilleros.
continuación se realiza la ceremonia militar para la imposición Existe un trago llamado siete cargas y que simboliza el número
de insignias de campaña. de cargas que tiene la munición de 105 mm, pero esta vez a
Bautizo de subtenientes y soldados moros. Se lleva a cabo en cambio de tener saquetes de pólvora, en una copa se sirven
todas las unidades una vez que se han incorporado los wisky, brandy, vodka, ron, vino, cerveza y puro, que es licor
subtenientes y soldados nuevos. Para esta ocasión se realiza que el soldado artillero debe servirse.
un bautizo de campaña en el que se les prepara un a
pequeña pista con el fin de que apliquen sus habilidades
físicas y se los bautiza con sus respectivos apodos. ORACIÓN A SANTA BARBARA
Posteriormente, se efectúa una reunión social donde el
artillero más antiguo presente procede a la investidura de ¡SANTA BARBARA BENDITA !
Artilleros caballeros al personal que ha sido bautizado, los Depositaria d nuestras oraciones y esperanzas
mismos que deben estar acompañados de sus respectivas Dadnos el suficiente valor
madrinas, quienes les guiarán como fuente de cariño y Para admitir y rectificar nuestros errores,
aprecio dentro de su carrera militar. Finalmente cada artillero Y enseñadnos a amar a nuestra Paria
realiza su brindis. Para defenderla con la misma intensidad como tu
Viernes artillero. Esta tradición se desarrolla con el fin de que Diriges nuestros pasos a la eternidad del cielo.
exista camaradería entre los compañeros de armas. Aquí se
realizan competencias deportivas entre el personal de Ilumina de sabiduría nuestras decisiones
oficiales y voluntarios y un rancho especial para todo el Porque en ellas han de engendrarse
personal. El triunfo o el fracaso;
Despedida del personal que sale con la disponibilidad. En una Incúlcanos ser impasibles en el combate y
ceremonia militar el personal que sale con disponibilidad Altivos en la derrota
entrega su uniforme al Comandante de la unidad, luego Y caballeros en la victoria;
realiza el disparo de la salva de despedida. Bendice nuestros cañones
Para que no sean disparados
Por manos ambiciosas y fratricidas; Con la tierra que tanto defiendes
Finalmente virgencita mía, Porque tú si has pensado y comprendes,
Dignifica nuestra vida Que ella es parte de nuestra vida
Para dignificar nuestra mente Compañero artillero descansa
Si es que el tiempo te da ese derroche,
Si es que tienes un árbol por techo
EL HONOR DE SER ARTILLERO Que acurruque tu gran soledad

I II
Artillero los dioses y reyes Así artillero:
Se disputan tu leal compañía; A los pies de tus nobles cañones,
Es por eso que dictan sus leyes Desde la húmeda y tosca trinchera
Que te rindan sin par pleitesía Piensa siempre que nuestra frontera
No hallará el milenario felón;
II Siempre vibre en tu pecho el coraje
Napoleón Bonaparte hoy quisiera Que heredaste de sangre guerrera
Conformar sus bravías legiones Y hoy defiende la augusta bandera
Con la cepa y el alma guerrera Con la furia de herido león.
De quien hace tronar los cañones
III
III Así artillero:
Es posible que quizás primero Por el hambre y la sed agobiado,
Se hunda el mar en ignotas regiones, A la lluvia y al sol siempre expuesto,
Que antes pueda el soldado artillero Con el ánimo altivo siempre en tu puesto
Existir sin sus nobles cañones De guardián indomable y sagaz;
Cumple todos tus sacros deberes
Inculcándole siempre a tu mente
SOLADADO ARTILLERO Que en los hitos que están en tu frente
se agazapa el traidor contumaz.
I
Así artillero: IV
Confundido tu cuerpo cansado Cómo pueden saber de estas cosas
Los que viven en regias mansiones Hoy tus hijos quisieran tenerte
Quienes huyen de aquellas regiones En el fondo de sus corazones
Donde reina el calor tropical? Y te imploran que antes de verte
Cómo pueden saber si para ellos Les otorgues la gracia y la suerte
El ardiente esplendor del civismo De escuchar el tronar de los cañones.
Es tan solo fugaz espejismo
Proyectado en un frágil cristal IV
Yo te ruego también, virgen mía,
V Que si un día la Patria está en guerra
Solo tú, compañero artillero, Nos des fuerza, honor, valentía,
Eres sabia de aquellos varones Y que el rojo de la artillería
Cuya sangre en agrestes regiones Prevalezca en la faz de la tierra.
Ofrendaron en nombre de Dios;

SANTA BARBARA BENDITA

I
Virgencita a quien yo amo y venero
Dale luz con tu gracia bendita
Al sombrío y difícil sendero,
Donde el noble y valiente artillero
Ha elegido tu célica ermita.

II
Si hoy elevo un sin fin de oraciones
No te ruego por algo que quiero;
Rezaré porque nuestros cañones
Icen siempre sus rojos pendones
En el alma de todo artillero
ARTILLERO
III AMIGO Y COMPAÑERO
I Con el fuego de volcanes;
“Que será padre querido, Sus ancestros son titanes
Ese estruendo que estremece, Que enaltecen el valor,
Que subyaga, que ensordece, En su emblema negro y rojo
Y que llena de temor? Se eterniza la hidalguía
No es volcán ... tampoco es trueno La lealtad, la rebeldía
Ni es el mar embravecido El arrojo y el honor
Ni el telúrico gemido
De un maléfico temblor” V
Su alma es noble y es cristiana,
II Pues desde una blanda ermita
Lo que escuchas hijo mío, Santa Bárbara Vendita
Es la tierna melodía La extiendo su bendición;
De los cañones de artillería De ella acoge los consejos,
Que saluda al porvenir; De valor le inflama ella
Es el himno de los dioses Cuando el rayo y la centella
Son clarines del guerrero, Son eructos del cañón
La oración del artillero
Y pendón de su existir. VI
Es aquí quien placentero
III Con la pólvora convive,
Tu no entiendes de esas cosas, Y con mística recibe
Es mejor que yo te cuente El bautizo del honor;
Todo aquello que uno siente Es así quien de repente
Con orgullo y emoción; Se convierte en un bohemio
Porque quien lleva la insignia Y recibe como premio
Del cañón entrecruzado La diadema del amor
Es ejemplo de soldado,
De amor patrio y convicción VII
Pero siempre el artillero
IV Tiene un doble sentimiento,
En sus venas corre sangre Es sensible sufrimiento
Que se aviva en el dolor, Recibiendo en homenaje
Cuando un viejo compañero, El permiso de hospedaje
Entre nobles corazones, En la célica mansión...
Dice adiós a los cañones
Que le dieron fe y honor XI
Cuanto vale el artillero
VIII Su lealtad es admisible,
Cuando ve que inexorable Su existencia es inefable
Se le alejan las fronteras Y no tiene parangón;
Y las musas postrimeras Todo el mundo grita en coro;
Se convierten en ficción; Artillero, caballero,
Cuando triste y pensativo Leal amigo y compañero
Al clarear un nuevo día, Del soldado y del cañón.
Ha escuchado en lejanía
El estruendo de un cañón.
COPLAS DE UN ARTILERO
IX PARA ARTILEROS
Cuando ve ya con nostalgia
Que el múrice del fuego I
Se marchita y pierde luego
La lozana mocedad Artillero, en esta tierra
Cuando siente que las fuerzas Son tres cosas tus placeres:
Ya le están abandonando Los honores de la guerra,
Y también le van negando El cañón y las mujeres.
Defender nuestra heredad.
II
X
Donde están los dioses y héroes Cuantas veces Dios presiente
Muchos de ellos han partido Que su reino esta señero,
Pues la vida han extinguido Porque sabe, por que siente,
A los pies de su cañón; Que allí falta un artillero.
Ya se fueron de este mundo
III
ARTILLERO Y PADRE
En el mundo hoy se comenta
Que hay soldados verdaderos I
Es que al fin se han dado cuenta Las fronteras de la patria
Lo que son los artilleros Se adormecen con confianza
Porque estoica es la acechanza
IV De un acérrimo guardián,
Los honores y la fama Que con su arma siempre alerta
Tienen solo un heredero, Atalaya el infinito,
Y hasta el cielo hoy proclama Sin que el sueño o el mosquito
Que ese es el artillero Le substraigan de su afán.

V II
Hasta el trueno se silencia, Silenciosa esta la noche
Y el relámpago es austero Se avecina un día nuevo
Cuando le hacen reverencia Llega la hora del relevo
Al cañón del artillero Que mitiga una ansiedad
Un camastro duro y frío
Ofreciéndose esta ansioso
Ser el tálamo al reposo
De una triste soledad

III
Hacia allí va el artillero
Con su angustia tan inmensa,
Sin embargo, calla y piensa
En escenas del ayer
Rememora quedadamente
Las imágenes que un día
Fueron signos de alegría
De aventura y de placer Los pasos del desmontaje,
También de la escuela de pieza,
La entrada en posición,
IV Apuntar la pieza base,
Hoy ya lejos de sus hijos, Y después por fin llegaba
De su hogar y de su esposa, El tiro de artillería:
La existencia es espinosa La pieza que ya dispara,
Pero prístina de honor Granada que va en camino
Ese ser que suda sangre Llevando en su vientre negro
Es un padre es un soldado
Es aquel que ha emponzoñado II
Una carga de ilusiones,
De ansiedades reprimidas y
LA ULTIMA SALVA Y de retos sin repuesta...
¡Que tiempos los que pasaron!
I Tiempos de gratos recuerdos
Deja llenarme lamente Años de viejos artilleros y de nobles artilleros.
Con vivencias del pasado Cuanto tiempo conviviendo
Pues la vida del soldado Con carruajes y cañones;
Tienen cosas que trascienden Respirando el mismo ambiente
Y recuerdos que perduran. Bajo un mismo techo austero
¡que tiempos los que pasaron! Comulgante a cada instante
Tiempos de gratos recuerdos Con la gloria y la alegría
Años de viejos cañones De sentirse un artillero
Y de nobles artilleros Proyectándose en la aurora
Como apartar de la mente El perfil del centinela,
Esos cuarteles vetustos Y escuchando en la trompeta
Que retaban a los siglos Inefables añoranzas
Y guardaban tantas glorias; En mil ecos musicales,
Como olvidar a esos viejos Y mirar flamear el viento
Y queridos artilleros Nuestro emblema rojo y negro;
Que enseñaban con paciencia Y pedir de nuestra virgen
Santa Bárbara Bendita Que humedezcas tus pupilas
Que nos brinde sus efectos
Y su gracia protectora IV
Con rocío de emociones
Ese derecho es tan solo
III De estos viejos artilleros,
¡Que tiempos los que pasaron! Tú quédate bien tranquilo,
Tiempos de gratos recuerdos, Haz honor a tus cañones
Años de viejos cañones Llena el vacío dejado,
Y de nobles artilleros Toma la posta inconclusa
Ahora quienes ya llegamos Y proyéctate a la gloria;
Al final de la jornada Entonces quienes compartimos
Nos asfixia la agonía Desde el umbral de ultratumba
De la triste despedida Seguiremos escuchando
Despedida de una vida El estruendo victorioso
Que se queda en los cañones De un cañón de artillería.
Es morirse lentamente
Y ser reo de la angustia
Nuestros ojos ya no tienen
Las lágrimas de otros días
Pero tienen la nostalgia
Dela pronta despedida
Compañero y buen amigo
Muy pronto dispararemos
Por última vez la salva
Que ha de salvar para siempre
Nuestro destino artillero
Por eso con pulso firme
La pólvora ya prepara,
Y pásame el tira fuego
Para mi último disparo;
Pero, cuidado soldado
NAVIDADES DE UN NIÑO “ARTILLERO” Y llora por su vida atribulada.

I VI
La ciudad se engalana. Hace frío; El juguete le siente tan lejano
Se siente respirar un raro ambiente Las lágrimas le queman las mejillas
Parece todo una calle, un raudo río Llora y llora, quizás porque no en vano
Que arrastra en su caudal a tanta gente Representa a las gentes bien sencillas,

VII
Llega el padre, el pecho se le enciende
II Y bendice a su hijo idolatrado,
Ya se oyen festivos villancicos Lo anima con palabras que no entiende
Que llenan el espíritu de ilusiones; Y el habla con acento acongojado
Ya sueñan por igual pobres y ricos
Y arrullan esperanzas y ambiciones. VIII
Hijito de mi vida, nuestra choza
III Es templo de pobreza y de templanza
Se exponen un sin fin de escaparates Allá en nuestro solar solo reboza
Que pronto mil curiosos lo visitan; La dicha, la virtud y la esperanza.
Los ricos, los eternos botarates
Los pobres, con sus penas que musitan. IX
No tengo una mansión, no tengo coche
IV Tampoco he visitado el extranjero
En medio de la bulla callejera Mis manos no conocen e derroche
Un niño se detiene acongojado Ni huelen a impudicia, ni a dinero
Se acerca recelosos a una vidriería
A mirar el juguete ambicionado. X
No sigas... papacito, yo no quiero
V Las cosas que jamás podrías darme;
Sus ojos parpadean la tristeza Soy feliz porque tu eres artillero
Reflejan una pálida mirada Y pienso en tu existencia reflejarme.
Y su almita infantil con ansias reza
XI Más, de pronto un gran estruendo
No quiero ni juguetes ni bombones, En mil ecos se fracciona
Ni ansío aquellos lujos de los ricos, Y en las salvas los cañones
En vez de esas lejanas ilusiones, Exclaman con fuerte acento:
Ofréceme, mejor mil villancicos. ¡general de generales
bienvenido GENERAL!
XII
Que a mi madre y a ti la diosa suerte II
Los una eternamente sin recelo; La ceremonia castrense
Si un día les sorprende la hosca muerte Se inicia solemnemente
Que vivan siempre unidos en el cielo. El centro del homenaje es:
Los años inexorables
SIMPLEMENTE, GENERAL. No agobiaron su figura
El aporte gallardo y sobrio
I El pecho erguido y la frente
En formación impecable Siempre mirando al cielo
La tropa espera impasible; La mirada circunspecta
No usa petos ni morriones Apantalla en un instante
Ni lanzas hiriendo al viento; El presente y el futuro:
Los soldados ahora visten Águila hartada de cielos,
Uniforme de campaña Cóndor con sed de infinito,
Que tiñó la clorofila No lleva en el raudo vuelo
La cordillera el Cóndor El mensaje de la gloria,
El eco de la trompeta Mientras escucha de nuevo
Rasga el ambiente festivo, El estruendoso lenguaje
Y la bandera flamea De un cañón de artillería
Orgullosa y soberana; ¡General de generales
Estrellas de plata y de oro bienvenido GENERAL!
Se reflejan en los rayos
De los tiempos del dios FEBO;
El solemne y grato ambiente III
Insinúa incertidumbre El feliz homenajeado
Se muestra dusto un momento; bienvenido GENERAL!
Los clarines los cañones
Le respetan su silencio; IV
¡ahí! Parece que medita... Llega el momento supremo
o talvez recordaría La Patria lo reconoce
la niñez que aletargaba. Con la entrega de otra estrella
El regazo cariñoso Mas brillante y más pesada
De su madre venerable; Entonces, calladamente,
O los juegos infantiles El austero y fiel soldado
Que inocentes discurrían Improvisa una plegaria
En rondallas de ilusiones Que ha plagiado al mismo cielo
Y en caracolas de ensueños; Después su fría mirada
Y quizás retrotraería Se convierte en llama ardiente
Los recuerdos inefables Cuando mira de soslayo
Del púber que vio encerrados A su esposa tierna buena
Tantos sueños juveniles Compañía en la vigilia;
En las aulas de un colegio Incentivo de la derrota
Que forjo su alma castrense; El balsámico consuelo
O tal vez cuando alcanzaba De tácticas de campaña
Una estrella bien plateada La ternura en la grandeza
Que pesaba un mundo entero Del amor de hombre y soldado
Y brillaba en las presillas Lo sensible del espíritu
Anunciando con orgullo De mujer, madre y esposa
El inicio de un soldado; No resiste la alegría
Más de pronto; reaccionas Que la vida le ha ofrecido;
Porque has escuchado de nuevo Una lágrima furtiva
Las salvas de los cañones Acaricia la mejilla,
Que repiten con euforia Es la lágrima del alma
en su clásico lenguaje; Que interprétale sentimiento
¡General de tres estrellas de mujer agradecida
adelante general!
¡General de generales V
¡General de nuestra casa,
dios te guía, General! II
Los cañones ya callaron, Ella si, bien se merece
Los soldados se retiran Ser la eterna compañera
A seguir en la jornada; De aquel cuya frontera
En la vida cotidiana, Son los hitos del honor;
En el aula y el terreno Ella sí, por que ha trocado
En escuelas y cuarteles, Su bagaje de ilusiones
En jornadas de trabajo, Con románticas canciones
Y en los días memorables De un soldado trovador
De instrucción y de campaña
Los cañones se callaron, III
Pero el alma de soldado Y es que aquella mujer santa
Sigue alerta todavía Nada pide ni reclama
Y en su éxtasis sublime A ese ser a quien tanto ama
Grita al mundo su mensaje; Con sublima adoración
¡General del artillero Porque sabe que el comparte
simplemente GENERAL! Con su Patria la existencia,
Porque tiene por herencia
Una austera profesión.
LA ESPOSA DEL SOLDADO
IV
I Cuantas veces ¡Pobrecita!
Hay un ser que se ha engendrado Derramó salobre llanto,
En el vientre de la vida, Por hallarle paz y encanto,
Es tan buena y es sufrida A su rezo en el altar;
Por rendir culto al amor; Mientras triste y angustiada
Es tranquila y muy sensible Aguardaba por su esposo,
Pero al mundo ha desafiado Para darle algún reposo
Es la esposa del soldado, En el mundo de su hogar
Es la hija del dolor.
V
Cuántas veces el insomnio Es caudal del sentimiento
Se acunó sobre sus ojos, Que se encarna en su bondad;
Cuántas veces mil abrojos Es una hostia que en el ara
Se enclavaron en su ser, De su hogar se ha consagrado
Sin embargo, su sonrisa Es la diosa que ha heredado
Desafiando al mismo hado Tanto amor y majestad.
Y en ofrenda al hombre amado
Hizo siempre florecer. IX
Es la flor que el cierzo helado
VI Azotó con furia innoble
Cuántas veces recogiendo Pretendiendo que se doble
Sus pequeñas pertenencias De su cáliz su altivez,
Se enfrento a las inclemencias Pero nunca su alma buena
Del calor y la humedad Comulgó con la derrota,
Pero siempre comprensiva, Nunca, nunca quedo rota
Con valor y con orgullo, La expresión de su honradez.
Implantaba en torno suyo
El amor y la humildad.

VII X
Cuántas veces la trompeta Es la euritmia del espíritu
Le sorprende ya despierta Que admiraba y que destila
Despidiéndose ya en la puerta La penumbra que obnubila
De su esposo con amor; Los aleros de su hogar;
Mientras que dan los vestigios En el águila que escruta
De ese pan que sin pereza El azul de lontanaza;
Le sirvió sobre la mesa Es nidal de la esperanza
Con cariño y con rubor Donde vamos a soñar.

VIII XI
Y es que aquella mujercita Yo por eso ahora le rindo
Es mujer ciento por ciento; Mi homenaje emocionado
A la esposa del soldado Mis amistades nadie lo ignora
Sacro edén de nuestro ser Dirán ahora:
Prototípica de nuestra heroína, Te has convertido en un ser absurdo,
Expresión de la grandeza Que ahora que vistes de eterno verde
Que dio a luz por su entereza El tiempo pierde
Otra clase de mujer. Haraganeando una vida entera
Lejos, muy lejos de la frontera.

MADRE DE HEROES IV
¡No! No quiero, mare, ser el soldado que respaldado
I Por ese fuero que a él le asiste,
Madre ¡exclamaba, angustiado un hijo Ser quien engañe y también conquiste
Y luego dijo: A las mujeres que encuentra al paso,
“Hoy que a la Patria el peligro amaga Y ser acaso
Hoy que zozobra y que ya naufraga El compañero de toda farra
De verde olivo quiero vestirme O el fiel amigo de la guitarra
Para sentirme
Un ciudadano cabal y honrado, V
Que honra a mi patria como soldado, ¡No! Nunca quise, tampoco hoy quiero,
Ser pendenciero;
O el amanezca cual terco vago
II En las cantinas bebiendo un trago;
Quiero decirte: voy a ausentarme, Y el que reparta con embeleso
Voy a enrolarme Beso tras beso;
En el Ejército Ecuatoriano; O el que contemple entre cien volutas
En mí nació desde muy temprano El contornearse de prostitutas.
La vocación de ser soldado
Sacrificado, VI
De ser aquel que por su creencia Si el ser austero
Ofrezca todo de su excelencia. Es por que quiero
Formarme un hombre sin artificios
III Sentir hambrunas y sacrificios,
Sed, privaciones, calor intenso Que con orgullo y fusil al hombre
En el extenso Iba entre todos, causando asombro.
Suelo agobiante de la mañana
Cuando algún día esté de campaña X
¡Dulce alegría!, ¡Placer bendito!
VII Pero infinito
O por que sueño por primera vez Para esa madre que luego un día,
En la frontera, absorta y trémula descubre
Verme accionando un cañón que aterra cómo su vástago, esa criatura,
Con su estampido en la cruenta guerra, toda ternura;
O por tener mucho mullido lecho era soldado
Ramas de helecho; y audaz guerrero,
Alguna piedra por fina almohada con temple de héroe y alma de acero
Y el uniforme como frazada...
XI
VIII Y que es más tarde la paz interna,
Ya mucho tiempo pasado había Que no es eterna,
Cuando en un día El invasor había pisoteado;
Desde lo alto de una ventana Por eso el pueblo estaba llamado
La triste madre, la dulce anciana A defender la heredad que un día,
A su hijo amado contemplaba, Con rebeldía,
Pues desfilaba Nuestros mayores la consiguieron
Con frente altiva y marcando el paso, Y con orgullo y fe nos dieron
Porque ya no era un soldado raso. XII
Y así aquel hijo fue motivado
IX Por el llamado
La santa madre con que alegría Que nuestra Patria a todos hacía,
Y placer seguía Llegaba entonces el triste día
Con la mirada a su ser amado, De oír protestas descomedidas
A ese mancebo que emocionado Y despedidas
De los clarines al son guerrero, Que, entre suspiros e imprecaciones,
Era el primero Hurtaba llanto a los corazones.
Sus oraciones,
XIII Porque mas luego la viejecita
Aquella madre entre el vocerío Supo que su hijo verdad maldita
Del gran gentío, Había muerto con la entereza,
Llamaba a su hijo con embeleso Y la guapeza
Para dejarle en la frente un beso, Que es patrimonio de aquel que ha dado
Para estrechar en un fuerte abraso Su vida misma como soldado.
Al ser que acaso
Ya nunca, nunca regresaría XVII
A darle placida compañía. Pero el orgullo bendito y santo
Le animó tanto,
XIV Porque sabía que había entregado
Quedase triste allí sollozando A nuestra Patria un sin par soldado,
Y contemplando Por eso en vez de dar sepultura
Al ser querido, al hijo amado A esa criatura
Que iba como héroe ya consagrado Quiso hasta el fin, con amor profundo,
A defender ese suelo santo Dejarlo expuesto a la faz del mundo.
Que amaba tanto,
Porque en sus venas, y no en vano, XVIII
Corría sangre de ecuatoriano. Pero el dolor, infernal intruso,
Al fin se impuso;
XV Pues, la ancianita sintió morirse,
Cuando llegaba la luz del día Quiso a su hijo, angustiada, unirse;
Ella solía Y en su dolor estrechóle fuerte
Hincarse al pie de un gran crucifijo, Que hasta la muerte,
Para pedirle con fe al cielo Sin duda alguna se estremecía
Le de consuelo, Por ser la causa de otra agonía.
Le dé más fuerzas a su existencia,
Mientras de su hijo dure la ausencia. XIX
¡Pobre viejita! Quedóse junto
XVI a su difunto
Todo fue en vano: sus peticiones, que era la causa de tantas penas;
tanto lloraba que pudo apenas; BRINDIS DEL ARTILLERO
desesperada, y de cuando en cuando,
seguir llamando I
a quien al frente de otras legiones
ya dominaba nuevas regiones. Artillero tu turno ha llegado
De elevar en un brindis tu copa,
XX Pues los dioses con fe han preparado
Pero en respuesta de su llamado Este whisky en honor de tu boca.
Había escuchado
La voz del hijo que le decía: II
“No llores, madre, ¡OH madre mía!
Porque el dolor cuando te persigue Que esta copa rebose hidalguía
Nada consigue; Y refleje respeto sincero;
Porque recuerda que más que espartana Por el arma de artillería
Eres más que eso “ECUATORIANA”· Y el honor del soldado artillero

III

Sin jamás olvidar los cañones


Ni eludir nuestros diarios deberes;
Hoy brindemos por los corazones
Y el cariño de nuestras mujeres.

IV

Exclamemos ¡Salud! Compañeros,


Y vaciemos la copa de vino;
Por la dicha de ser artilleros;
Por vivir bajo un mismo destino
BRINDIS DEL ARTILLERO

I
Brindaré por quien lo merece
Brindo por el artillero,
Por el sabio pregonero
De la Biblia del honor,
Por quien hace a los cañones
Compartir con su destino;
Por quien siembra en el camino
La hidalguía y el valor.

II
Brindo por el ciento cinco
Que es pedazo de mi vida
Y la prenda mas querida
que le dio mi profesión;
brindo por el antiaéreo,
por el autopropulsado;
por que todo buen soldado
nazca y viva en un cañón

III

Ahora brindo, compañeros,


Por la patria y la bandera,
Porque un día en la frontera
Derrotemos al felón;
Porque en pechos artilleros
El valor siempre se encienda;
Y la muerte nos sorprenda
Disparando algún cañón.
SANTA BARBARA

Según nos cuenta la leyenda, Santa Bárbara era hija de


Dioscorus, un pagano rico que vivió en Nicodemia, en la Asia
menor para el año 300 antes de Cristo. Por su belleza
insuperable, Dioscorus tenía por costumbre encerrar a Bárbara
en una torre durante sus prolongadas y frecuentes ausencias
para así protegerla del mundo exterior.
Un día, al regresar uno de sus viajes, Dioscorus se enteró que
Bárbara se había convertido al Cristianismo. Enfurecido,
Dioscorus la llevo a rastras ante el prefecto de la Provincia,
quien la sentenció a tortura y a muerte por decapitación y el
propio Dioscorus llevo a cabo la ejecución de Bárbara.
Cuando regresaba a su casa, fue muerto por un rayo y su
cuerpo consumido por completo. Santa Bárbara fue venerada
en el siglo XVII por su fe y su asociación con aquel rayo
vengador Santa Bárbara se ha convertido en la Patrona
Tradicional de todo aquel que busca protección de explosiones
y muerte repentina. Los artilleros del siglo XVIII la adoptaron
como su Patrona Protectora y hasta hoy día los artilleros de
todo el mundo continúan venerando su sacrificio y su servicio a
Dios.
Santa Bárbara y todos los premios y reconocimientos
asociados con su nombre han llegado a representar el alma y
el corazón del profesionalismo de la Artillería.

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