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CIV 346 – “CONSTRUCCION DE EDIFICIOS I”

TEMA 10 – MUROS DE CONTENCION MENORES Y SUBMURACIONES

1) METODO DE LAS EXCAVACIONES ALTERNADAS

Cuando en un montón de arena húmeda un niño jugando hace un hoyo


horizontal, éste permanece estable mientras no sea muy grande, ¿qué es lo
que sostiene su “techo” si no tiene nada debajo?, lo mismo ocurre en las minas
por ejemplo, y en los túneles donde las cavidades excavadas son a veces tan
grandes que caben trenes y vehículos; claro que entre el primer ejemplo y los
otros hay ciertas diferencias entre las que resalta el tipo de material y su
estado: la arena permite excavaciones mínimas (nulas si estuviera seca)
mientras que en la roca se pueden lograr grandes resultados.
En ambos casos el material mantiene su “integridad” como conjunto dentro los
límites que lo permite su estado y naturaleza y al hacerlo, las cargas de su
propio peso y el que podría tener encima se “distribuyen” en los apoyos
laterales (de hecho si hay simetría se comparten). A este fenómeno se llama
“efecto de arco” y se aplica justamente en la construcción de estructuras con
esta forma, las mismas que transfieren su carga a sus dos apoyos.

Un ejemplo del efecto de arco


E

Gráfico ilustrativo del método de las excavaciones alternadas

En el caso de los taludes resultantes de las excavaciones, el empuje es lateral


y dirigido hacia el vacío dejado por la excavación o retiro del material que
previamente lo equilibraba. Si retiramos una porción no muy ancha de este
material que “equilibra” al que formaría su talud, el empuje también se
transfiere y distribuye hacia los lados (o material no retirado) reproduciendo el
fenómeno descrito como efecto de arco pero esta vez en forma lateral.
Una excavación en la que el riesgo de desestabilización de taludes es evidente
y más aún cuando se tiene una estructura asentada en su borde no podrá
permanecer en equilibrio si se retira el material que la sostiene, sin embargo
esto sí sería posible si solo se hace esta actuación en un ancho “a” tal que
permita el reacomodo de fuerzas y restituya el equilibrio transfiriendo el empuje
a los apoyos laterales no afectados de la excavación.
Este procedimiento es aplicable secuencial o simultáneamente en varios
frentes de “ataque” en los cuales se mantengan estos criterios
cuidadosamente, para lo que obviamente lo primero es analizar correctamente
la situación y luego determinar el ancho admisible “a” para cada segmento de
excavación y por supuesto también el número de segmentos y la secuencia de
acciones a seguir.

Excavaciones alternadas

Por ejemplo si se quiere excavar una longitud “l” se lo puede hacer por partes,
cada una de un ancho “a” y estableciendo la secuencia “a1” para las primeras
excavaciones, “a2” para la segunda serie y digamos “a3” para una tercera. Al
excavar “a1” en todos los casos, el empuje se distribuye y es soportado por los
segmentos “a2” y “a3” adyacentes no tocados. De esta manera, hechas las
excavaciones “a1” el sistema está nuevamente en equilibrio de manera natural.

Excavación por segmentos para no desestabilizar el conjunto

Si como siguiente paso, se coloca algún refuerzo temporal o definitivo en los


segmentos excavados “a1”, que sustituya al material retirado, entonces el
efecto de arco horizontal deja de ser necesario y el sistema se mantiene en
equilibrio pero esta vez sostenido por el “refuerzo” utilizado. Al ya no ser
necesarios los segmentos laterales “a3” para el segmento “a1” que ya está
estable, podemos proceder a repetir el procedimiento excavando los
segmentos “a2” que a su vez transferirán el empuje de sus taludes a los
apoyos adyacentes “a3” anteriormente “liberados” y “a1” “reforzados”.
Sustituyendo el material retirado en “a2” por apoyos temporales o definitivos se
restablece otra vez el equilibrio del sistema y finalmente podemos retirar
también los segmentos “a3” que pasan por el mismo proceso con la ayuda de
los segmentos adyacentes ya excavados previamente y “reforzados”
convenientemente.
Si se prosigue de la misma manera en toda la longitud que se desea excavar,
finalmente todos los taludes de los segmentos (a1, a2, a3, etc.) quedan
reemplazados por los refuerzos que generalmente son ya parte de estructuras
definitivas que contendrán el empuje del talud completo.
La determinación del número de secuencias depende del constructor
principalmente en función -además de las condiciones de su trabajo- del tiempo
con el que cuenta para realizarlo y los recursos disponibles, pues mientras más
frentes de trabajo habilite (segmentos) simultáneamente más gente y equipos
requerirá. La forma más común y simple puede ser alternando uno sí y otro no.
También es necesario considerar que en el caso de que ser usen refuerzos o
apoyos definitivos que seguramente serán de hormigón armado para sostener
cada uno de los segmentos excavados se tendrá que pensar también en que
éstos deben alcanzar el grado de resistencia necesario para cumplir con su rol.
Este método puede replicarse en subsecuentes niveles de excavación para
alcanzar profundidades mayores, para lo que habrá que definir cuántas fases
de trabajo utilizar según la cota de excavación prevista. Es decir que primero se
excava hasta un determinado nivel establecido previamente (1ª fase) y una vez
cumplida la tarea y estabilizado todo el sistema se puede repetir acciones
similares hasta una cota siguiente fijada como objetivo (2ª fase) y así
sucesivamente. Claro está que hay connotaciones que se atenderán más
adelante.

2) MUROS DE CONTENCION

Un muro de contención es una estructura rígida que se construye enfrente de un talud


con el objeto de contener el empuje de los suelos y sobrecargas que pudieran existir
sobre el mismo, evitando su derrumbe, vuelco o desplazamiento. También puede
darse el caso de construirse para contener otros materiales
Zona de
excavación
para
edificio

Esquemas de tipos de muros, el tipo C es el más apropiado para


excavaciones para edificios

3) MURO DE CONTENCION CON MAMPOSTERIA

Aplicando todo lo anotado antes, el propósito actual trata de la construcción de


un muro de mampostería delante del talud de una excavación con el objeto de
contenerlo o sostenerlo evitando el deslizamiento o derrumbe del material
encerrado. Algunas veces inclusive existen cargas encima el borde de la
excavación a realizarse (como por ejemplo el muro de una construcción vecina)
y por tanto la excavación resultaría justo enfrente de sus cimientos.
Obviamente en este último caso es necesario aplicar el método de las
excavaciones alternadas (asumiendo que fuera una sola fase de excavación)
para alcanzar una cota por lo menos 0,20 m. por debajo del nivel previsto.
Definido el ancho “a” de cada segmento, el número de los mismos y la
secuencia de trabajo, asumimos haber excavado los casos “a1”.

Esquema de construcción de un segmento de muro delante los cimientos y


talud de apoyo de una construcción vecina
A continuación se realiza la construcción del segmento correspondiente del
muro, obviamente apoyado en el suelo compactado de la manera que se
hubiera previsto y cubriendo el ancho “a” elegido. La construcción de la
mampostería es común a otros casos y las peculiaridades y cuidados
recomendables sobresalientes son:
1) tener todos los materiales y equipos necesarios listos y una mano de
obra calificada para obtener rapidez y calidad en los resultados
2) rellenar y compactar bien los espacios que puedan quedar entre el talud
de la excavación y el trasdós del muro en construcción para lo cual esta
operación se debe efectuar cada dos hiladas de mampuestos como máximo
para un buen resultado
3) será necesario dejar trabas (salientes y entrantes) en ambos lados del
segmento de muro en construcción, para su posterior unión o empalme con
los segmentos vecinos por construirse.
Se repite el procedimiento según la secuencia de segmentos prevista para la
excavación alternada hasta completarlos y al final del trabajo se tendrá la
excavación adyacente al muro en riesgo completada, el muro de contención de
mampostería terminado y la estabilidad asegurada.

Muros exteriores de contención de mampostería de ladrillo

4) MURO DE CONTENCION DE HORMIGON ARMADO

Todas las ideas aplicadas en el anterior caso se replican en éste con algunas
modificaciones propias del caso:
1) tener todos los materiales y equipos necesarios listos y una mano de
obra calificada para obtener rapidez y calidad en los resultados
Construcción de muros de concreto delante de taludes cargados

2) encofrar el frente del segmento del muro en construcción así como los
costados en los que se deberán dejar huecos o ranuras para que pasen a
través de ellos las “espigas” o “pelos” (salientes o piezas de acero de la
armadura que sobresalen al exterior) para dejarlos como trabas o
elementos de unión o empalme con el acero y hormigón de los segmentos
adyacentes que se construirán después en ambos lados
3) en este caso no es necesario ningún “relleno” en la parte de atrás ya que
el hormigón a colocarse se apoyará directamente en el talud de la
excavación. Será importante sí una buena consolidación del mismo.

Se completa la secuencia prevista, desencofrando los segmentos ya


construidos y tomando en cuenta que los segmentos finales que “completarán”
el muro se deben unir a los previos ya existentes, el encofrado frontal será más
ancho y su armadura se “amarrará” o empalmará con las espigas dejadas para
éste fin, con lo que se tendrá el muro de contención de hormigón armado
totalmente construido.
Eventualmente se pude aplicar el hormigón lanzado como técnica para estos
muros.

5) SUBMURACION, RECALCE O CALZADURA

Hay ocasiones en que las excavaciones para construir un edificio se deben


hacer en parte justo en la colindancia con muros existentes, a veces propios y
a veces del vecino. Es obvio que estos muros tienen sus cimientos corridos y
están asentados sobre el suelo a cierta profundidad en relación al nivel del
terreno. Como sabemos, las cargas que se transfieren del cimiento al suelo se
distribuyen en el mismo expandiéndose lateralmente y hacia abajo aumentando
progresivamente la superficie cargada y reduciéndose por tanto la presión por
unidad de área, formando el conocido bulbo de presiones que de manera
simplificada a veces se consideran como un tronco de cono a partir del
cimiento hacia abajo.

Es decir que las cargas lineales del cimiento y todo lo que lleva encima se
transfieren al terreno distribuyéndose a ambos lados del mismo. Si excavamos
en uno de estos lados (que sería el caso que describimos) a una profundidad
mayor que el nivel de la cota de la fundación vecina inevitablemente
afectaremos esta zona de influencia de las cargas, desestabilizándola y
poniendo en riesgo no solo los taludes de la excavación en proceso sino
también el equilibrio y estabilidad de la estructura que descansa sobre dichas
fundaciones.

Esquema que muestra un sub-muro que transfiere las cargas a su base

Para ello, se construye un muro debajo del cimiento afectado para que sirva
como transmisor de las cargas que recibe éste y las transfiera a una
profundidad mayor que nuestra propia excavación, alejando de esta manera
cualquier riesgo de afectar su estabilidad. A este proceso se llama sub-
muración que como su nombre lo indica significa “debajo del muro”, en realidad
“un muro debajo del otro”. Hay autores que le llaman calzadura que se refiere a
la acción de colocar un soporte o apoyo debajo de algo (calzar).

6) SUBMURACION DE MAMPOSTERIA
El trabajo a realizar es exactamente igual al de la construcción del muro de
contención que ya se describió antes, con la salvedad de que en el análisis y
planificación del sub-muro se debe tener en cuenta que en éste caso, al ser
necesario excavar por debajo de los cimientos del muro existente, se tendrá
que considerar que no solo se requerirá la “cooperación” de los segmentos
adyacentes no excavados para contener el empuje lateral sino que también se
deberá contar con que los cimientos del muro vecino puedan también compartir
este mismo trabajo con relación a su propio peso y las cargas que soportan.
Con estos criterios se elegirá el ancho “a”, el número de segmentos y las
secuencias de trabajo. De acuerdo a ello:
1) tener todos los materiales y equipos necesarios listos y una mano de
obra calificada para obtener rapidez y calidad en los resultados
2) rellenar y compactar bien los espacios que puedan quedar entre el talud
y el trasdós del muro en construcción para lo cual esta operación se debe
efectuar cada dos hiladas como máximo para un buen resultado

La primera imagen muestra una excavación de ancho exagerado que causó


daños en el muro, la segunda una muestra de recalce con ladrillos (y huecos!)

3) efectuar la construcción solo hasta un par de hiladas o una hilada de


altura menos de las previstas para permitir que la mampostería se “asiente”
sobre sí misma para recién después de unas horas “rellenar” el espacio
restante asegurando un buen y continuo contacto entre este muro y los
cimientos del que se supone debe sostener (mejor con elementos rígidos)
4) será necesario dejar trabas (salientes y entrantes) en ambos lados del
segmento de muro en construcción, para su posterior unión o empalme con
los segmentos vecinos por construirse.
Se seguirá la secuencia constructiva planificada hasta completar el sub-muro.
Generalmente la mampostería es de ladrillo del tipo “adobito”, aunque cada vez
se usa menos por la calidad en declinación de estos productos en el medio
local puesto que hay que tener en cuenta que el material estará en contacto
con la humedad y ésta afectará con el tiempo su integridad si no tiene la
densidad y calidad apropiada para la durabilidad necesaria.

7) SUBMURACION DE HORMIGON ARMADO

Toda la descripción de este trabajo es similar al caso de los muros de


contención del mismo material y también son válidas las consideraciones
realizadas para el caso anterior en que se menciona el hecho de que el sub-
muro va debajo de los cimientos del existente, lo que determina la selección de
los parámetros ya mencionados y que son necesarios para las excavaciones
alternadas para este trabajo. Con lo indicado:
1) tener todos los materiales y equipos necesarios listos y una mano de
obra calificada para obtener rapidez y calidad en los resultados
2) encofrar el frente del segmento del muro en construcción así como los
costados en los que se deberán dejar huecos o ranuras para que pasen a
través de ellos las “espigas” o “pelos” (salientes o piezas de acero de la
armadura que sobresalen al exterior) para dejarlos como trabas o
elementos de unión o empalme con el acero y hormigón de los segmentos
adyacentes que se construirán después en ambos lados
3) efectuar la construcción solo hasta la altura que lo permita el encofrado
frontal para permitir que el hormigón se “asiente” sobre sí mismo para
recién después de unas horas “rellenar” el espacio restante asegurando un
buen y continuo contacto entre este muro y los cimientos del que se supone
debe sostener (mejor con ayuda de elementos rígidos)
4) en este caso no es necesario ningún “relleno” en la parte de atrás ya que
el hormigón a colocarse se apoyará directamente en el talud de la
excavación. Será importante sí, una buena consolidación del mismo.
Imágenes de calzaduras con segmentos de hormigón armado

Completar la secuencia de segmentos teniendo en cuenta que en los que


completan la misma se empalman las espigas y se encofra el segmento
completo más parte de los vecinos para hormigonar la totalidad de los espacios
faltantes. De este modo se logra el sub-muro de hormigón armado.

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