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Comentando lo observado
AN 111 - Introducción a la Astronomía
Sección 0800
Lic. Hugo Heomar Ramos Hernández
Jose David chicas mccarthy
Ciudad Universitaria
Viernes 6 de julio de 2023
Tegucigalpa, Honduras
Galilei Galileo
Galileo Galilei (Pisa 1564-
Arcetri 1642) se le describe
como el fundador de las ciencias
físicas,
la mecánica de movimiento y la
resistencia de materiales. Al
proclamado padre de la ciencia
se
le pueden contar diversas
aportaciones a la ciencia, entre
ellos: sus muy importantes
descubrimientos astronómicos, y
la creación de diversas
herramientas tales como el
termoscopio, el péndulo, el reloj,
el compás geométrico y militar.
En la Universidad de Pisa
empieza a estudiar medicina,
pero al poco tiempo descubre
que su
verdadera pasión son las
matemáticas así que decidió
tomar en su tiempo libre las
clases que
dictaba Ostilio Ricci. En 1585
dejó sus estudios de medicina,
sin obtener grado alguno. Los
cuatro años siguientes se dedicó
a enseñar matemáticas, y en
1589, aún sin poseer títulos
obtuvo
una cátedra para enseñar dicha
materia en la Universidad de
Pisa. En diciembre de 1592, fue
llamado a dictar clases en la
Universidad de Padua. Se
consideraba seguidor de
Pitágoras,
Platón y Arquímedes y
rechazaba por completo el
aristotelismo.
Durante los 18 años que
permaneció en Padua, realizó sus
descubrimientos más importantes
en
mecánica, tanto experimental
como teórica: la aceleración de
un cuerpo en caída libre, la
trayectoria parabólica de un
proyectil y la resistencia a la
fractura de los sólidos
Se le considera el padre de las
ciencias físicas ya que estaba
convencido en que usando las
matemáticas se podrían dar
respuesta a distintos fenómenos
físicos y de que con las mismas
se
podría describir la estructura del
mundo real. Habría que resaltar
su convicción en que se puede
entender el mundo al observarlo
y experimentarlo.
Hasta este momento no había
demostrado interés por la
astronomía, no fue hasta que el
sucesor
más importante de Nicolás
Copérnico, Johannes Kepler, le
envió una copia en 1597, de su
Prodromus dissertationum
Cosmographicarum seu
Mysterium Cosmographicus,
Galileo le
respondió que, hacía algunos
años, había llegado a
conclusiones similares a las de
Copérnico y
que mediante ellas había
descubierto la causa de varios
fenómenos naturales.
En 1609 escuchó sobre la
invención de un objeto que podía
ampliar las imágenes de objetos
distantes. Inmediatamente se las
arregló para fabricar uno
mediante el uso de lentes.
Inicialmente logró amplificar las
imágenes tres veces, capacidad
que incrementó a 9 veces. Con
el tiempo y siendo motivado por
aspiraciones mayores adaptó su
telescopio para la observación
del cielo con una magnificación
de los objetos 20 veces y
posteriormente, 30 veces. En el
transcurso de sólo dos meses
efectuó notables descubrimientos
astronómicos que cambiaron
para siempre la visión del
Universo. Descubrió y confirmó
que la superficie de la Luna, de
la
cual realizó impactantes y
realistas dibujos, era rugosa y
montañosa. Observó que las
estrellas se
veían más pequeñas con el
telescopio que a simple vista y
descubrió que la Vía Láctea
estaba
formada por un número
incontable de estrellas. Lo más
sorprendente fue su observación
del
planeta Júpiter y las cuatro
pequeñas estrellas (satélites) que
giraban a su alrededor.
En la cosmología tradicional el
Sol era considerado como
símbolo de la perfección, pero
Galileo
lo encontró “manchado e
impuro”. Las manchas del Sol ya
habían sido observadas a simple
vista, pero habían sido supuestas
como satélites del Sol. Galileo
realizó sus observaciones
proyectando sobre una pantalla
blanca, colocada a una distancia
conveniente del ocular, la
imagen del Sol sobre el cual
señalaba cada día las manchas
presentes. Hoy se sabe que el
otoño
de 1610 era de mínima actividad
solar pudiendo observarse pocas
o ninguna manca; sin
embargo, Galileo las descubrió.
En el verano de 1612, la
actividad solar era intensa y
observó
numerosos e importantes grupos
de manchas. Los
descubrimientos de Galileo
fueron apreciados
por la iglesia romana, pero ésta
expresó su desacuerdo con la
interpretación que Galileo les
daba. En 1613 publicó las
“Cartas sobre las manchas
solares”, argumentando que las
manchas
estaban sobre un Sol en rotación,
defendiendo el sistema
copernicano de un universo