QUIJANO - 1986 - La Tensión Del Pensamiento Latinoamericano

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LA TORRE

·! REVIST A GENERAL DE LA
•• UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
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SOCIEDAD PUERTORRIQUEÑA DE
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Federico Acevedo y Eliseo Cruz Vergara, Editores


Pedidos a: RevistaLa Torre, Apartado de Correos X, Estación
de laUniversidadde ~eno'Rioo, RíoPiedras,Puerto Rioo0®31 AÑo XXXIV,Núm. 131, 132, 133 enero-septiembre 1986
L A T o R R E

referencia a porciones de nuestro trabajo, dice: "En un IA TENSION DEL PENSAMIENTO


trabajo al que sólo tuvimos acceso luego de la primera
edición del nuestro, el puenorriqueño Rúa analiza en LATINOAMERICANO
detenimiento la actitud de Marx frente a estos hechos y
arriba a una conclusión Que compartimos ...Etcétera...".lo
El "desencuentro", entonces, según la alegación de
este conjunto de interlocutores, está en vías ahora de ser
superado. Esta corriente busco ese objetivo, para aportar Por Aníbal QUgANO
un elemento adicional, indispensable en su opinión,
para la constítucíón de un pensar nacional latinoameri-
cano que tenga plena licitud, y conciencia de su afiliacióny
entronque precisos con la tradición europea e internacio-
nal del pensamiento socialista. Pero si hemos tenido éxito E 'agradezco mucho a don Pepe Echeverría por haber
o no en el cumplimiento de esa meta, de eso la última
palabra la dirán los públicos críticos latinoamericanos,
L obtenido, de mi debilidad evidentemente, una acep-
tación a participar en este foro importante. Digo debi~i?ad,
entre quienes se encuentran ustedes, y sobre todo sus porque me temo haber admitido una responsabilidad
sectores progresistas y de vanguardia. Sólo si esos sectores excesiva para el brevísimo tiempo que me permitían dis-
se muestran en alguna medida concitados y estimulados poner para intentar explorar un asunto, que efectivamente
en su práctica histórica por este conjunto de trabajos, me importa mucho, pero para cuyo trabajo requeriría mucha
sabremos si hoy estarnos más cercanos al propósito de calma, mucho tiempo, para obtener en limpio algunas po-
verdadero fondo que propició este mester, Dicho propó- cas ideas. Yo les pido, por eso, a todos disculpas por no poder
sito fue admirablemente anunciado por Jorge Abelardo siquiera traer un texto real, sino, nada ~ un pre-texto.
Ramos en 1968, y le cito: "la adopción de un 'marxismo Mariátegui, seguramente, está de pleno derecho, en
bolivariano' compendiará mejor la naturaleza peculiar del una reunión convocada bajo este provocativo interrogante
proceso revolucionario en América latina". 11 de "¿Marx para qué?" y no deja de ser, pues, de alguna
Si esa meta se cumple tendreís entonces sin duda que manera extraño que una obra, que en lo fundamental fue
admitir que habría quedado satisfecho, hasta la saciedad producida en siete años, se convinió ahora en un territorio
posible, el interrogante, siempre vivo, que animó este muy dilatado cuya exploración y conocimiento lleva más o
simposio. menos un ruano de siglo continuado, estudios que apilan
muchos más volúmenes que 10." que integran la obra
publicada de Mariátegui, y para cuya exploración exhaus-

10. José Aricó, op. cit; pp. 176-177.


11. Jor~ Abelardo Ramos, op. cit.. p. 2C)4. ·TranscripCión de comunicación grabada

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tiva, seguramente, aún serán necesarios muchos más años dad es ciertamente, para muchos, como el propio París
y muchos más estudios. dice, muy inquietante. ¿Pero Qué implica esto pm 10 que
Esta vastedad. de la obra mariateguiana, su carácter aquí queremos debatir? ¿Qué implica para la propia obra
multifacético para un hombre que tenía esta vocación de mariateguiana y para el debate sobre Mariátegui, y sobre
explorar frenéticamente así todas las formas de la expe- América Iatina y para el debate del marxismo? Es lo que yo
riencia del hombre sobre la tierra; su densidad y su com- quiero intentar proponer hoya nuestro debate.
plejidad, suguramente, explican por qué se le dedica tanto Mariátegui ensamblaba con idéntica adhesión y fuerza,
tiempo, tantos estudios a lo largo de tantos años, lo esencial de algo llamable una apuesta marxista para el
Pero yo propongo, también, que no sólo se trata de eso, conocimiento de la realidad. Pero, al mismo tiempo, una
que quizás ahí hay algo igualmente o más importante ñlosoña de la historia cuyo contenido y cuya orientación
todavía. Es que es una obra que tiene una enorme aptitud eran, explícitamente, religiosas y metafísicas. De algún
para admitir lecturas nuevas, todo el tiempo, cada vez que modo, también, eran ésos los fundamentos que hacían de
hay un recodo importante en la historia de América Latinay este hombre una personalidad con una excepcional capa-
del pensamiento de América Latina.y esta aptitud para ddad de autonomía intelectual en América Latina y, en
admitir lecturas nuevas es probablemente lo que hace que particular, dentro del marxismo. No solamente de una gran
la obra de Mariátegui sea, hoy día, un territorio cada vez autonomía intelectual, sino de una aun más insólita osadía
más concurrido para ser conocido. intelectual, capaz, por lo tanto, de no temer la exploración
Dije que Mariátegui está de pleno derecho, en una de ninguna cuestión, sino además, con la capacidad de ir
reunión como ésta, porque todo el mundo admite dentro y todo lo que fuera necesario tan lejos, hasta las últimas
fuera de América Latina que es, problamente, el marxista consecuencias de sus sospechas y del curso de su refle-
más ilustre de la historia de América latina, que se deben a xión. Esta tesitura intelectual y emocional de Mariátegui es
él los descubrimientos científicos sociales principales de conocida desde el comienzo y discutida desde hace has-
su tiempo y que el tiempo posterior ha validado en gran tante tiempo. Yo quisiera sugerir, sin embargo, que la
medida. Pero, todo el que lo ha estudiado sabe también discusión de esa tensión mariateguiana ha sido realizada,
que Mariátegui no era, todo él, marxista; que no todo en su en gran medida hasta aquí mucho más como un debate
pensamiento, ni en su sensibilidad era marxista ni mucho sobre los efectos sicológicos y las implicaciones y los
menos. Por lo cual, no obstante, está aquí de pleno derecho antecedentes sicológicos de esa tensión en Mariátegui o
como marxista, él plantea también el hecho problemático como contraposición, extraña y complicada, entre ambas
de la relación de su pensamiento marxista y lo que no es vertientes de su inteligencia y su sensibilidad: el marxismo
marxista. Yo quisiera introducirme un poco en esta ambi- y una filosofía de la historia religiosa y metañsíca Pero yo
güedad mariateguiana. Es·Roben París probablemente, el sugiero que debe haber algo más complicado que eso, que
que más agudamente ha estudiado el proceso de forma- es posible, quizás, intentar una otra lectura de este mismo
ción ideológica de Mariátegui, el primero que levantó esta problema y que, a mi juicio, es importante hoy para nues-
cuestión de la ambigüedad de Mariátegui. Y la ambígüe- . tro debate latinoamericano y también para aproximarnos a

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buscar respuestas a la pregunta que motiva esta reunión. liano o bergsoniano lo que explica esta notable perspica-
Mariátegui era religioso. Creía en Dios. No dejó de cia, esta excepcional capacidad de conocimiento? éo, eran
sostenerlo nunca. Contra el positivismo sostuvo o se sos- meramente externas, como dicen muchos, las relaciones
t~o no tanto en la dialéctica sino el vitalismo bergso- entre las ideas de un lado y los del otro?Y, étendríarnos que
mano. Contra la teoría postuló el mito, como resorte admitir, entonces, como lo sotiene la gran mayoría de
central de ~~ m~vimiento revolucionario y, en particu- estudiosos marxistas de Europa Oriental sobre él, que
lar, en Amenca Iatína, Contra la idea de que las luchas de reconocerlo como un marxista, que, además, tenía esas
clases son el modo de acción histórica fundamental extrañas debilidades metafísicas, y que éstas tienen sola-
defendió con ardor la que la historia la hacen los grandes mente una explicación sicológica y sólo constituyen una
hombres poseí?~ por una mentalidad metafísica, poseí- problemática sicológica y no otra? Yo creo que estos pro-
dos de una rrusnca y de una concepción heroica de la blemas planteados no son falsos necesariamente ni son
existencia. Los demás hombres, dijo, son el coro anónimo banales todos. Lo que creo es que no tocan yo diría, ni
del ~ la fey el mito, sostuvo, ocupan lo más profundo siquiera superficialmente una cuestión mayor. Yo sospe-
y decisivo del alma humana Son lo único que pueden cho que por debajo de estas ideas y hasta categorías forma-
mover a un hombre a la grandeza de los hechos históricos, les de procedencia e historia europea en el movimiento
no la raz~~, no la.~iencia. Era un marxista, sin embargo, mariateguiano de reflexión y de conocimiento en su reía-
porque dijo también que sin la ciencia y la técnica euro- ción con la realidad actuaba lo que sigue actuando hoy en
peas no sería posible el desarrollo histórico de América el pensamiento, en la producción del pensamiento
latina, y ninguna revolución posible en América latina latinoamericano.
~!endió .el carácter científico del socialismo marxista y Con Mariáteguiestaba constituyéndose, a mí juicio, por
CItO a Lenin aprobadoramente, "sin teoría revolucionaria primera vez de manera explícita, un campo cultural origi-
no hay acción revolucionaria". nal que no se agota en el modo eurocentrista de admisión
Estudió y descubrió las específícídades del proceso de y producción del movimiento marxista de conocimiento
clases en el Perú y la América latina. y se dedicó a organi- ni del otro lado el movimiento de la reflexión llamable
zar a la case obrera y al campesinado. Procuró estimuJary idealista del pensamiento y del conocimiento. Este campo
orientar el trabajo Intelectual de los peruanos de su tiempo cultural original implica que ellogos y el mito no son, no
en tomo ~~l socialis~o, mientras sostenía una áspera pueden ser externos entre sí, sino contradictorios en un
b~talla ann- mtelectuahsta. París sabe, pues, bien lo que mismo movimiento intelectivo en que la imaginación
dice, la obra de Mariátegui que tiene este inquietante signo actúa con y a través del análisis lógico para constituir el
para algunos es el de la ambigüedad. En verdad es exraño, conocimiento como representación global o globalizante
¿Es, pues, la ambigüedad evidente del movimiento de y en movimiento que es indispensable para otorgar statuS
raz~namiento mariateguiano lo que responde por la orígí- supm-históricot mítico, pues, a lo que sólo puede realizarse
nalídad de sus descubrimientos? ¿Es esta combinación en la historia a traVés de mochas nascendendas y transfigura-
entre el método de interpretación marxista y el mito sore- ciones. ¿No es eso lo que nombra la palabra utopía en su

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sentido genuino? tY no es verdad que la simultaneidad de recuerdan todos ustedes seguramente, dijo, "la realidad
los tiempos hoy en América Iatína ya no puede ser visto en América latina siempre fue asumida de manera llena
como una delirante propuesta, sino licencia poética? de creatividad y de maravilla". Cita las crónicas de los
Poque es real y, aunque inefable, como historia sólo puede primeros momentos, desde los hombres que veían los
ser captada en realidad como tiempo mítico para mostrar gigantes patagones, en lo que hoy se llama Patagonia, para
todo su sentido. Y donde, por lo tanto, la historia es una adelante. Pero, que hay algo más que eso. Creo que es
apuesta, en el más pascaliano de los sentidos y que no hay posible ver a través de la obra de alguien como García
cómo conocer y penetrar la realidad, no hay cómo re- Márquez, cómo se puede otorgar sentido global a la simul-
presentarle en su totalidad, en su movimiento, en su trans- taneidad de los tiempos que no pueden darse cuenta de sí
figuración incesante. No hay cómo transformarla y mismos cada uno por separado en un único tiempo y este
transfigurarla metiendo todo esto solamente en el tubo tiempo sólo puede ser míticamente presentado. Pero, esa
europeo eurocentrista, en que tanto el marxismo como lo miticidad del tiempo presentado allí es, a su manera, un
que no es marxista, tiende a moverse formalmente hasta logro. Cuando Arguedas se propone incorporar la oralidad
hoy en América latina. Hoy, creo que ni los europeos, andina a la lírerarídad del español, la oralidad andina es
admiten continuar solamente con el antiguo tubo. Yo también la banda sonora de todo el movimiento de la
estoy proponiendo, solamente, una sospecha que a mi cultura andina dominada. lo que está proponiendo es, por
juicio hay que explorar y elaborar. Que ésta es la especial lo tanto ,toda .una subversión cultural. Ramafue uno de los
tensión del pensamiento latinoamericano constreñído primeros en verlo. ¿Qué quiere decir esta subversión cul-
normalmente por su tradiciones eurocentristas proceden- tural? Es admitir el español como lengua dominante a
tes de la formación histórica de origen colonial que nos condición de que fuera un marco capaz de contener toda
agota hasta hoy. Sólo las transformaciones de la historia de la capacidad expresiva de los idiomas andinos y del que-
América Latina en el mundo ylaspropias transformaciones chua, en particular. Es decir, un castellano que ya no es el
en el debate europeo nos han permitido ahora comenzara anterior a ese mecanismo. Admitir la cultura occidental
entender y a sospechar algunas cosas. Y hay que ir al fondo como dominante a condición de que en ella pudieran
de estas sospechas. No es verdad que lo real msravíííosoo el caber todas las posibilidades de expresión y de creatividad
realismo mágico solamente tenga implicaciones estricta- de lo que no era occidental y, en consecuencia, en realida
mente literarias, sino que también tiene algo que decir so- es comerse las entrañas de lo dominante para incorporarle
bre el conocimiento y la comprensión de la realidad bis- aquello que es hasta ese momento dominado y convertirlo
tórica en la América Iatína. Esto nos ha permitido penetrar así en alternativa no excluyente sino, por el contrario, que
más profundamente nuestra historia y, sobre todo, su his- envuelve el conjunto de la historia en ese movimiento. y
toricidad particular. en eso que se llama el realismo mágico arguediano, este
En Garáa Márquez, la simultaneidad de los tiempos movimiento subversivo, que no es solamente una subver-
está anudada en tomo a un tiempo mítico. GarcíaMárquez sión en la estructura narratíva, sino que es proyecto cultu-
en su discurso de recepción del Premio Nobel, como ral de largo plazo, que es en ese sentido una apuesta sobre

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PENSAMIENTO ...
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el sentido de la historia y que trasciende y transfigura esta ITa era un paso progresivo para la India, porque el capital
historia, no podría de ningún modo exluirse la presencia le produciría el desarrollo capitalista y de esa manera la
profunda de esta cuestión que estoy aquí proponiendo modernización y, a través de eso, la revolución, no hay
que es posible de encontrar en Mariátegui. El modo cómo duda de que estaba actuando en Marx algo que no terminó
el logos y el mito actúan como integrantes de un mismo de corregir, un movimiento eurocentrísta a la reflexión,
movimiento del conocimiento y la reflexión. y que no que gran parte de sus seguidores continuaron. Y creo que
pueden excluirse el uno del otro. esto es posible a partir de Mariátegui. No porque Mariáte-
Cuando Rulfo dice: las ardientes sombras de sí mismas gui estuviera intentando formalmente est~. Yo no. estoy
en Pedro Páramo éno dice lo mismo? Descubrieron, pues, seguro de que él fuera consciente de que estaba implí-
este espacio cultural sui géneris en América latina y creo cando el movimiento de reflexión. Cuando él estaba tra-
que, para la posibilidad de reconocimiento de la realidad tando de sostener que el proceso de clases en América
de la historia latinoamericana de su especial historicidad, Latina podría conducir a una revolución no porque la
no es posible, en consecuencia, proceder solamente con ciencia se lo proponía así, sino porque el mito de la
el andamiaje cognoscitivo, espístemológíco y metodoló- revolución socialista era capaz de mover la fe de las multi-
gico de la herencia eurocentrista tal como ella ha sido pro- tudes en esa dirección, a mi juicio, no estaba solamente
puesta hasta aquí en la América latina. apelando formalmente a Marx y formalmente a Sorel. Esto
Yo creo que esto dice también algo acerca de la pre- es lo que está en primer plano en su conciencia.
gunta que convoca esta reunión: "iMarx para qué?" Porque Yo quiero proponer no quedarse en esta lectura de
yo creo que hay una necesidad y una opción de lectura Mariátegui que, a partir de la experiencia latinoamericana
diferente a partir de esta experiencia latinoamericana que de los 50 años posteriores a su muerte,con la experienda del
es necesaria, no sólo posible, de hacer sobre Marx. Que es realismo mágico o de lo real maravilloso, con el nuevo
necesario rescatar la capacidad de penetrar la historia que debate sobre el mismo problema de la ciencia contempo-
Marx tenía y buscaba, liberándolo de la prisión larga que va ránea, sea posible ver si, efectivamente, hay un movi-
desde Kautskyhasta Althusser, que es puramente eurocen- miento latinoamericano que permite juntar las cosas que
trísta y que aún actúa entre nosotros de esta manera euro- el eurocentrismo formalizó y categorizó como opuestos
centrista. Pero también ese movimiento implica liberar al polares y que, sin embargo, actúan por dentro de todos
propio Marx de su eurocentrismo porque no es arbitrario nosotros como componentes de un único movimiento del
que alguien como Castoriadis, por ejemplo, haya mostrado conocimiento, sin 10 cual no es posible penetrar a fondo la
que hay la posibilidad de una lectura tecnocrática del realidad latinoamericana. Es esto lo que quería proponer
Capital. No es que el Capital sea solamente tecnocrática- con todo mi temor al debate nuestro en esta mañana y le
mente constituido. Pero no hay duda de que hay una pido disculpas de nuevo por no poder hacerlo con mayor
posibilidad de lectura tecnocrática y no es un accidente, precisión y limpieza.
porque de algún modo en el momento en que Marx decía
que la ocupación y la colonización de la India por Inglate-

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