Está en la página 1de 3

“El relato de mi vida”

Soy Mariana una chica de 29 años, tés morena clara, cabello chino y largo, soy de
la CDMX, mi mama (mama soltera), es una mujer de tés clara, cabello aún más
chino que el mío y corto.
Tengo dos hermanos más: el más grande de 31 años, claro de color y la más
chica de 22 años igual clara de color y cabello chino como el mío pero un poco
más claro y corto.
Cuando era pequeña vivía con mi hermano, mi mama en casa de mis abuelos,
esto no era muy agradable ya que no contábamos con nuestro espacio ni
autonomía. Mi abuelita nos cuidaba a mi hermano y a mí, al ser de mente
conservadora por así decirlo, sus ideales eran un poco machistas generando una
gran diferencia y hasta cierto punto favoritismo asía mi hermano.
Cuando cumplí 7 años fue que mi mama tuvo a mi hermana (llego de sorpresa)
pero aun así fue hermoso ese momento. Mi infancia no fue muy grata pero no fue
tan mala.
No tuve la oportunidad de continuar con mis estudios después de la secundaria ya
que con 3 hijos y siendo mama soltera mi mama no me pudo brindar esta ayuda
por lo que empecé a tener trabajos temporales hasta que cumplí 18 años y pude
encontrar un trabajo formal, para este entonces mi mama, con ayuda económica
de mi hermano y la mía nos fuimos a rentar un departamento en el que vivíamos
los 4.
Yo entre a trabajar en Coppel y por cuestiones personales y mejoras en nuestra
pequeña familia decidimos venir a vivir a Cancun, en mi trabajo me apoyaron con
el cambio de ciudad y así iniciamos una nueva vida llegamos sin nada y a rentar
en casa de uno de mis tíos (hermano de mi mama, una persona algo soberbia),
por lo que después de un año de rentar su casa y por problemas que tuvimos por
su actitud, mi mama logro comprar un departamento al que nos fuimos a vivir de
inmediato.
Yo deje de trabajar en Coppel después de 2 años y empecé a trabajar en una
tienda departamental, Pero al concluir mi contrato ya no me lo renovaron, así que
me puse en búsqueda de uno nuevo, de esta manera entre a trabajar en banco
azteca de asesor de afore.
Durante mi trabajo en banco azteca conocí al papa de mi hija (un hombre alto,
moreno y delgados), de aquí mi vida se fue complicando un poco. Después de un
año y medio de laborar en banco azteca decidí dar por terminado mi contrato (sin
saber que estaba embarazada), yo llevaba un año de noviazgo con el papa de mi
hija en ese entonces. Cuando Salí de banco azteca empecé a trabajar en otra
tienda departamental, como en todas las empresas, me pidieron un certificado
médico y prueba de embarazo para darme la planta. ¿Cuál fue mi sorpresa? Que
estaba embarazada y no solo eso, que tenía casi 6 meses de gestación.
Como era de esperarse al enterarse el papa de mi hija se alejó, y me dejo sola en
el proceso. Embarazada, sin trabajo y sin apoyo de él me sentía fatal.
Tuve a mi hija y empecé a trabajar, mi mama se salió de su trabajo para apoyarme
con el cuidado de mi hija mientras yo trabajaba.
Cuando mi hija tenía 6 meses la diagnosticaron con epilepsia y como estuvo
internada más de 1 semana, me corrieron del trabajo. Así que empecé a buscar
trabajo pero no encontraba, así que entre a trabajar con mi tío (el que nos rentaba
su casa en un principio) pero después de 2 años terminamos mal, por su manera
de ser.
Nuevamente me encontraba en búsqueda de trabajo, solo que esta vez era peor
porque tenía una boquita que alimentar y una casa, ya que como mi mama no
trabajaba toda la responsabilidad financiera era mía.
Mientras trabajaba con mi tío, inicie el proceso de demanda de pensión
alimenticia, solo volví a ver al papa de mi hija 2 veces más ya que el juicio tardo
más de 3 años en darme resolución y él se desapareció. Pensé en poner la
demanda ante ministerio publico pero iba a ser demasiado desgastante para mí,
ya que hasta la fecha aún no supero todo lo vivido con él y verlo no me haría nada
bien. Por lo que decidí no volver a buscarlo, ya que no puedes obligar a Nadia a
hacer nada que no quiera y sin duda él nunca quiso pasar tiempo con mi hija.
Hoy trabajo en Periódico Novedades, en el área de ventas de mostrador, ya llevo
3 años aquí y es una muy buena empresa, económicamente no me puedo quejar.
Tengo tiempo para estar con mi hija que actualmente va a cumplir 6 años, es una
niña sumamente inteligente, alegre, es mi motor de vida, mi luz. Aún estamos en
el tratamiento de epilepsia y hace poco la acaban de diagnosticar con
hiperactividad y déficits de atencion por lo que debe estar medicada y en terapia.
Decidí retomar mis estudios para poder dale un mejor futuro a mi hija. Al terminar
mi prepa, estudiare una licenciatura en contabilidad para mejorar mis
oportunidades laborales, poder comprar una casa y un carro.
A grandes rasgos esta es “El relato de mi vida”.
 Diferencias de expresarme de manera oral y escrita.
El expresarme de manera oral y escrita es completamente diferente.
De manera escrita se me dificulto más, ya que tenía que poner más atencion a la
manera correcta de escribir las palabras, poner mucha atencion en la ortografía,
signos de puntuación, el no repetir constantemente las mismas palabras y que lo
que escribiera llevara secuencia.
De manera oral se me hizo más sencillo, ya que de esta manera solo deje fluir mis
ideas al momento de relatar mi vida. Eso sí, cuidando de usar las palabras
adecuadas en todo momento.

 Liga de acceso al audio

También podría gustarte