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Trastornos depresivos

Los trastornos depresivos están caracterizados por una tristeza de intensidad o


duración suficiente para interferir en la funcionalidad y en ocasiones también
disminuye el interés o el placer por ciertas actividades. La causa se desconoce pero
probablemente tenga que ver con factores de herencia, alteraciones en la función
neuroendocrina o factores psicosociales. En el tratamiento se utilizan fármacos,
psicoterapia o ambas, y en algunos casos la terapia electroconvulsiva.

Los trastornos depresivos pueden aparecer a cualquier edad, pero es común su


desarrollo en la adolescencia, en la tercera y la cuarta década de vida.

Criterios diagnósticos

A. Cinco (o más) de los síntomas siguientes han estado presentes durante el mismo
período de dos semanas y representan un cambio del funcionamiento previo; al
menos uno de los síntomas es (1) estado de ánimo deprimido o (2) pérdida de
interés o de placer.

1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, según se
desprende de la información subjetiva (p. ej., se siente triste, vacío, sin esperanza)
o de la observación por parte de otras personas (p. ej., se le ve lloroso). (Nota:
En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable.)

2. Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las
actividades la mayor parte del día, casi todos los días (como se desprende de la
información subjetiva o de la observación).

3. Pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso (p. ej.,
modificación de más del 5% del peso corporal en un mes) o disminución o aumento
del apetito casi todos los días. (Nota: En los niños, considerar el fracaso para el
aumento de peso esperado.)

4. Insomnio o hipersomnia casi todos los días.

5. Agitación o retraso psicomotor casi todos los días (observable por parte de otros;
no simplemente la sensación subjetiva de inquietud o de enlentecimiento).
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días.

7. Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada (que puede ser


delirante) casi todos los días (no simplemente el autorreproche o culpa por estar
enfermo).

8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o para tomar


decisiones, casi todos los días (a partir de la información subjetiva o de la
observación por parte de otras personas).Pensamientos de muerte recurrentes (no
sólo miedo a morir), ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado, intento de
suicidio o un plan específico para llevarlo a cabo.

B. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social,


laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.

C. El episodio no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de


otra afección médica.

D. El episodio de depresión mayor no se explica mejor por un trastorno


esquizoafectivo, esquizofrenia, un trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante,
u otro trastorno especificado o no especificado del espectro de la esquizofrenia y
otros trastornos psicóticos.

E. Nunca ha habido un episodio maníaco o hipomaníaco.


Especificar:
• Con características mixtas.
• Con características melancólicas.
• Con características atípicas.
• Con características psicóticas congruentes con el estado de ánimo.
• Con características psicóticas no congruentes con el estado de ánimo.
• Con catatonía.
• Con inicio en el periparto.
• Con patrón estacional (sólo episodio recurrente).
Etiología

Se desconoce la causa específica para trastornos depresivos pero en ellos influyen


factores genéticos y ambientales.

Según investigaciones la herencia da el 50% de la etiología (esto en la depresión


de inicio tardía al menos). Es por esto que la depresión es más frecuente en
familiares de primer grado de pacientes con dicho cuadro. Los factores genéticos
probablemente influyen en el desarrollo de respuestas depresivas en circunstancias
adversas.

Aquí también influyen factores psicosociales. Estos pueden ser: el estrés por las
situaciones de la vida cotidiana, especialmente separaciones y pérdidas; y dichos
episodios anteceden habitualmente a los episodios de depresión mayor. Sin
embargo, esto acontecimientos no suelen provocar depresión intensa de larga
duración a menos que el paciente presente una predisposición a padecer un
trastorno del estado de ánimo.

Las personas que han tenido un episodio de depresión mayor tienen un riesgo más
alto de sufrir otros episodios en el futuro. Las personas menos flexibles y/o con
tendencia a la ansiedad muestran una mayor propensión a desarrollar un trastorno
depresivo. Estas personas en general carecen de las habilidades sociales
necesarias para ajustarse a las presiones de la vida. La presencia de otros
trastornos mentales aumenta los riesgos de trastorno depresivo mayor.

Las mujeres tienen un riesgo más alto, pero no hay ninguna teoría que explique por
qué. Los posibles factores incluyen los siguientes:

• Una mayor exposición o una mayor respuesta a las tensiones diarias.


• Niveles más altos de la monoaminooxidasa (la enzima que degrada los
neurotransmisores se considera importante para el estado de ánimo).
• Tasas más altas de disfunción tiroidea.
• Cambios endocrinos que se producen con la menstruación y la menopausia.
Epidemiología

Se estima que el 3,8% de la población experimenta depresión, incluido el 5% de los


adultos (4% entre los hombres y el 6% entre las mujeres) y el 5,7% de los adultos
mayores de 60 años. A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas
sufren depresión. La depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre
las mujeres que entre los hombres. En todo el mundo, más del 10% de las
embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión.
Cada año se suicidan más de 700 000 personas. El suicidio es la cuarta causa de
muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

Formas de tratamiento

Psicoterapia

Numerosos ensayos controlados han demostrado que la psicoterapia, en particular


la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal, es eficaz en pacientes con
trastorno depresivo mayor, tanto para el tratamiento de los síntomas agudos como
para disminuir la probabilidad de recaída. Los pacientes con depresión leve tienden
a tener mejor pronóstico que aquellos con depresión más grave, pero la magnitud
de la mejora es mayor en las personas con depresión más grave.

Tratamiento farmacológico

Varias clases de fármacos y medicamentos se pueden utilizar para tratar la


depresión:

• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)


• Moduladores de la serotonina (antagonistas de los receptores 5-HT2)
• Inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina
• Inhibidor de la recaptación de noradrenalina-dopamina
• Antidepresivos heterocíclicos
• Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO)
• Antidepresivo melatonérgico
• Fármacos similares a la ketamina
La elección del fármaco puede depender de la respuesta previa a un antidepresivo
específico. De otra forma, los ISRS son los fármacos de primera elección. Aunque
los distintos ISRS son igualmente eficaces en los casos típicos, ciertas propiedades
los hacen más o menos apropiados para determinados pacientes (véase
tabla Antidepresivos). La elección del fármaco puede depender de la respuesta
previa a un antidepresivo específico. De otra forma, los ISRS son los fármacos de
primera elección. Aunque los distintos ISRS son igualmente eficaces en los casos
típicos, ciertas propiedades los hacen más o menos apropiados para determinados
pacientes (véase tabla Antidepresivos).

Terapia electroconvulsiva

La TEC implica la inducción eléctrica de una convulsión en condiciones controladas.


Su mecanismo de acción es incierto, pero la generade actividad convulsiva parece
ser parte integral de sus efectos antidepresivos. La TEC moderna, administrada bajo
sedación fuerte/anestesia general, suele ser bien tolerada, pero puede provocar
confusión y deterioro agudo de la memoria. Gran parte de esto mejora y se resuelve
a los 6 meses después de un curso de TEC, pero la amnesia retrógrada puede
persistir a largo plazo. Esto es particularmente cierto para los recuerdos de los
varios meses anteriores al TEC. Los pacientes con déficits cognitivos basales, los
que reciben tratamientos bilaterales, los pacientes mayores y los que reciben litio
tienen mayor riesgo de deterioro de la memoria y confusión.

Las siguientes entidades a menudo se tratan con TEC si los medicamentos son
ineficaces:

• Depresión suicida grave


• Depresión con agitación o retraso psicomotor
• Depresión delirante
• Depresión durante el embarazo

Los pacientes que dejan de comer pueden necesitar la terapia electroconvulsiva


para impedir la muerte. La TEC es particularmente eficaz para la depresión
psicótica.
La respuesta a las 6 a 10 sesiones de terapia electroconvulsiva suele ser
espectacular y salvar la vida. La recidiva es frecuente y debe mantenerse el
tratamiento farmacológico después de interrumpir la terapia electroconvulsiva.

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