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Abundan los ejemplos de los beneficios obtenidos: grandes empresas como Dupont han
sido capaces de incrementar su producción un 30% en la última década, reduciendo el gasto
energético en un 7%, y con él las emisiones de CO2 en un 72%, lo que ha supuesto un ahorro
aproximado de 2000 millones de dólares; otras multinacionales como British Telecom o IBM han
sido capaces de reducir sus emisiones considerablemente, ahorrando millones de dólares.
En los edificios, que consumen en nuestro país un 30% del total de la energía final, es posible
reducir el consumo energético en los siguientes aspectos:
Nuestros edificios nos protegen de las condiciones externas adversas tanto en verano como
invierno.
- Condiciones de uso del edificio: control y gestión de la energía bien por medios
manuales dependientes del usuario o automatizados (domótica). - Comportamiento de la
envolvente térmica (fachadas, cubiertas, suelos, etc.).
Igual de importante que las estrategias seleccionadas para reducir el consumo resulta el
equilibrio entre las mismas. Un edificio que pretenda alcanzar el calificativo de “consumo casi
nulo” establecido por las normativas europeas y española, debe potenciar en primer lugar su parte
“pasiva”, puesto que reduce de forma directa la demanda de energía, dejando en segundo plano
la mejora de la eficiencia de los sistemas térmicos (o eléctricos) y el aporte que pudieran realizar
los distintos sistemas de energías renovables
Demanda energética La demanda energética representa la cantidad de energía útil que el edificio
precisa para responder a las condiciones internas de confort.
Un sistema térmico, ya sea de calor, frío o ACS, está configurado por la unión de distintos
elementos o subsistemas, que podemos agrupar según su función:
De todos los factores anteriores el más importante es el de generación, hasta tal punto que
en edificios residenciales pequeños o medianos puede hacerse la simplificación de considerar
despreciables las pérdidas por transporte, regulación y emisión, algo que sin embargo no ocurre
en los edificios terciarios de gran tamaño.
Los equipos que, funcionando con energía convencional, se usan en las instalaciones de
ACS como generadores de calor son los siguientes:
● Calentadores instantáneos
● Calderas
● Bombas de calor
● Acumuladores eléctricos
Las calderas y los calentadores son equipos donde se transfiere el calor generado por
un combustible (gasoil, gas, biomasa) al agua de la instalación.
En las calderas el calor se transfiere a un circuito cerrado de agua mientras que en los
calentadores la transferencia es directa al caudal de agua consumida (al paso). El agua calentada
en las calderas se usa para transferir calor a un acumulador donde está el agua de consumo.
donde:
Las bombas de calor para ACS son equipos que calientan agua mediante una máquina
frigorífica de compresión de vapor.
En estas máquinas, una sustancia de características apropiadas (refrigerante) es sometida
a un ciclo en el que básicamente le ocurre lo siguiente:
Tanto para las calderas como para las bombas de calor, el fabricante declara un
rendimiento que se da en unas determinadas condiciones (nominales). Si estas cambian, también
lo hace el rendimiento.
En los acumuladores eléctricos toda la potencia eléctrica que consume su resistencia pasa
a ser potencia calorífica cedida al agua. Por tanto, el rendimiento de estos equipos se considera
igual a 1.
Por energía final se entiende la cantidad de energía que se consume en una instalación
térmica, la cual puede obtenerse de la red eléctrica, de un combustible almacenado o suministrado
por red, de un sistema de energía renovable, etc.
La energía final considera, de esta manera, tanto la demanda energética como las pérdidas
energéticas asociadas al sistema técnico que la genera. Es decir:
𝑄 = 4,18 ∙ 𝑉 ∙ 𝑡 −𝑡 𝑒𝑛 𝐽𝑢𝑙𝑖𝑜𝑠
𝑄 = 1,16 ∙ 𝑉 ∙ 𝑡 −𝑡 𝑒𝑛 𝐾𝑊. ℎ
Si nos fijamos en la relación entre la demanda energética y la energía final (el cociente
entre ambas) se puede establecer en:
● condiciones nominales
● estacionalmente (considerando un periodo completo de consumo)
Así, tendríamos:
De ambas, la que nos interesa es la segunda ya que la primera no nos establece la energía
final que se consumiría, sino la que se necesitaría en condiciones nominales (no siempre se dan).
Sí consideramos las pérdidas de la instalación de ACS (que podrían localizarse en las tuberías de
unión de los generadores con los acumuladores, en estos y en las redes de distribución y de
retorno) junto con la demanda térmica, la prestación estacional se relacionaría, en este caso, con
el rendimiento nominal declarado por el fabricante para equipo generador de calor (COP en
bombas de calor), mediante el correspondiente factor de ponderación:
donde el rendimiento del equipo relaciona la potencia útil (cedida al fluido) y la potencia demanda
de la red eléctrica o correspondiente al caudal de combustible consumido.
En este caso, podemos decir que el factor de ponderación considera las variaciones que
sufren las prestaciones del equipo respecto a las condiciones nominales o de ensayo.
Las condiciones nominales de ensayo para el rendimiento del equipo, serían:
● plena potencia
● la temperatura de funcionamiento nominal
● condiciones higrotérmicas exteriores nominales (no afectaría a calderas)
Para las bombas de calor resulta más adecuado que el factor de ponderación resulte de la
multiplicación de dos números: uno que corresponde al propio factor de ponderación (Fp) y otro
que corresponde a la corrección de este (Fc), El último tiene en cuenta la diferencia entre la
temperatura de condensación de ensayo del COP (rendimiento del equipo) y la que se necesita en
la instalación.
Así, la expresión general para determinar la energía final, quedaría de la siguiente manera:
Los valores de los factores de ponderación para los sistemas con calderas se pueden tomar
de las siguientes tablas:
Aunque el propósito de esta tabla sean solo los edificios de viviendas, la vamos a utilizar también
para otros usos, lo cual podría no ser adecuado, pero lo vamos a hacer de cara a observar el
procedimiento de determinación de la energía final, dejando a un lado las inexactitudes que se
podrían cometer.
Por caldera mixta entendemos aquellas que dan servicio de ACS y calefacción de forma
no simultánea. De esta forma, interrumpen el segundo suministro para dar el primero, que tiene
prioridad. Podríamos considerar en este grupo tanto la producción instantánea (al paso) y la semi-
instantánea (con depósitos pequeños con tiempos de recuperación, una vez agotados
completamente, de entorno a una hora -máximo volumen entorno a los 500 litros para calderas de
25 Kw). Se incluyen en este concepto los calentadores instantáneos (no producen calefacción y
la producción de ACS se hace al paso)
Fuente: Documento reconocido “Prestaciones medias estacionales de las bombas de calor para
producción de calor en Edificios”
En este caso, los valores si son aplicables a todo tipo de edificios, no solo a viviendas.
Las bombas de calor destinadas a la producción de ACS y/o climatización de piscina, para poder
considerar su contribución renovable a efectos de esta sección, deberán disponer de un valor de
rendimiento medio estacional (SCOPdhw) superior a 2,5 cuando sean accionadas eléctricamente
y superior a 1,15 cuando sean accionadas mediante energía térmica. El valor de SCOPdhw se
determinará para la temperatura de preparación del ACS, que no será inferior a 45ºC.
ERES=Qusable*(1-1/SCOP)
Siendo: Qusable : Calor útil total estimado proporcionado por la bomba de calor;
Determina la energía final consumida, considerando que el ACS se prepara a 60º y que el
equipo generador de calor es:
El uso de la energía solar térmica en la producción de ACS no solo es algo muy habitual,
sino que en algunos casos resulta obligatorio acorde a la normativa en vigor. De esta forma, a la
hora de considerar la energía final, debe ser tenida en cuenta para reducir el consumo de esta, ya
que lo que se aporte por el uso de esta energía, no será consumido ni de la red eléctrica, ni del
combustible que se use para atender la demanda térmica asociada al consumo y las pérdidas.
Para ello, a partir del porcentaje de aporte de energía solar (fracción solar) durante el
periodo estimado la energía final consumida se podría calcular con la siguiente expresión obtenida
a partir de (15):
donde f sería la fracción solar (tanto por 1 de energía solar aportada a la producción de ACS)
Ejemplo de aplicación