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En las orillas del Sar A través del follaje perenne gue off deja rumores extrafios, y entre un mar de ondulante verdura, ‘amorosa mansién de los péjaros, ‘mis ventanas veo 5 el templo que quise tanto. El templo que tanto guise. pues no sé decir ya si le quieto” gue en el rudo vaivén que sin tregua se agitan mis pensamientos, 10 dudo si el rencor adusto vive unido al amor en mi pecho, Cementerio de Adina, donde fue enterrade Rosalia (sit ‘se trasladaron Tuego # Santiago) si iOtra ver! teas la lucha que rinde y Ia incertidumbre amarge del viajero que errante no sabe dénde dormira mafiana, ‘en sus lares_primitivos halla un breve descanso mi alma. Algo tiene este blendo reposo de sombro y de halagiieno, cual lo tiene, en la noche callada, de un ser amado el tecuerdo, que de negras traiciones y dichas inmenses, nos habla a un tiempo. 6 1 y no obstante, agobiado y afligido mi espixitu, apenas de su ciircel estrecha y sombria ‘osa dejar las tinieblas para bafiarse en las ondas de luz que el espacio Henan. 4 suelo extranjero me hallase, fmida y hosca, contemplo desde lejos los bosques y alturas ¥ los floridos. senderos donde en cada rincdn me aguardaba Ia esperanza sonriendo, m el toque sonore que entonces a mi lecho a Hlamarme venia ‘con sus ecos que el alba anunciaban, BAUNE: Cual lo tiene la pda sombra de algin adorado micro que entre citos y roses marchitas tsce, viene # besarnos en sucioe rientras, cual dulce caricia, un rayo de sol dorado slumbreba mi estancia tanguila, Puro el aire, la luz sonroseda, iqué despertar tan dichoso! ‘Yo veia entre nubes de incienso, vvisiones con alas de oro ue llevaban la venda celeste de la fe sobre sus ojos... Ese sol es el mismo, mas ellas no acuden @ mi conjuro; a través del espacio y las nubes, del agua en los limbos confusos, del aire en la azul transparencia, 1, ya en vano las lamo y las busco, Blanca y desierta la via entre los frondosos setos y los bosques y atzoyos que bordan sus orillis, con grato misterio atraerme parece y_brindatme 4 que sign su linea sin término Bajemos, pues, que el camino antiguo nos saldeé al. paso, aunque teste, esabroso y desierto, Y cual nosotros cambiado, leno atin de les blancas fantasmas ue en otro tiempo adoramos. 2 es gases gente My sannuencan ae foe ieostbs be 2 tlegar nucton mines. petetes fesordando lox Bienes pesados wv ‘Tras de indtil fatige, que mis fuerzas agota, ccaigo en la senda amiga, donde una fuente brota siempre serena y pura, y con mirada incierta, busco por la Hanura no s¢ qué sombra vana o qué esperanza muerta, no sé qué flor tardia de virginal frescura que no crece en la via arenosa y desierta. De la oscura Trabanca tras 1a espesa arboleda, gallardamente arranca al pie de la vereda La Torre y sus contornos cubiertos de follaje, prestando a la mirads descanso en su ramaje cnsndo de Inmche root Ears ot ba que las pupilas ciega, atraviesa el espacio, gozosa y deslumbrada. ‘Como un eco perdido, como un amigo acento ‘suefia_carifioso, el familiar chirido, del cstro pereaos0 corre en alas del viento y llega hasta mi oido tual en aquellos dias hermosos y brillantes ‘en que las ansias mfas eran quejas amantes, eran dorados suedos y santas Ruge la Presa lejos..., y, de las aves nido, TFondéns_cerea descanss; Ja cdndida abubilla bebe en el agua mans: donde un tiempo he crefdo de la esperanza hermosa beber el néctar sano, y hoy bebiera anhelosa Jas aguas del olvido, gue es de la muerte hermano; donde de los vencejos que vuelan en Ja altura, 1a ia Hine, el nendar brill y en cuya ra, blanca, el nenéfar por entte la verdure de la frondoss ola NE: «Como un eco perdido, com un amigo acento» % Conviene consignar: ° NE: a¥ en cuya linfa pura, blanca el nenifar brilas Ri e¥ en euye linfa pura, blanca el nenifar brilla» 8 v iCudn hermosa es tu vega, oh Padrén, ob Iria Flavia! Mas el calor, la vida juvenil y la'savig coma Sane 1 a0 100 0 al sediento no el dulce jugo se mi Bese blanco y leno, smi existencia oscura en el torrente aman pasaron, cual barrida por le inconstancia clege, una visién de armifio, une ilusién querida, un suspiro de ‘amor De tus suaves rumores la acorde consonancia, ya para el alma yerte tornése bronea y dura " a ngs el ae secironse tus virginal fragancia; perdié su azul tu cielo, el a, ol ekaiwlciite some een La nieve de los afios, de la tristeza el hielo constante, alma niegan toda ius soto Beedle comme. —. lo los desengatior prefados de y de le dude el f frio, = Parece” que en it pimeras fa erraa 9 86 cambio in "9° Ritmicamente, la soluciéa dada iB la mis fecada, a que eat de tcandines cop henticie Ee Ped, yo me ita a serodu Ie vesion Magu, cre, este pase, sd. Mig ee Garces, Us neniar tn Romi, Fro de Vigo (ot. especial del centeario), 1953" [NEE que enrae de to seo como el sedlent ni dace jupo extr del eco blano yee, «part etme vida eit el erin intano er NES pt lle uc pede ye armel: ‘ecifonse tus flocs de vitgnal faganci perdi su azul fs cil, cl campo Te ngs avivan los dolores que siente el pecho mio, y ahondando mi herida, ‘me destietran del cielo, donde las fuentes broten eternas de la vida. VI {Oh tierra, antes y ahora, sicinpre fecunda y bella ‘Viendo cudn triste brilla nuestra fatal estrella, el Ser cabe Te orilla al acabarme, siento Bist sees y jamés apagada que ahoga sentimiento, ¥ el hambre de justicia, que abate y que anonada cuando, nuestros clamores los arrebate el viento de tempestad. sida, ‘Ya en vano el tibio reyo de Ja naciente aurora tras del, Miranda altivo, valles y cumbres dora con su resplandor vivo; en vano llega mayo de sol y aromas lleno, on su frente de nifjo de rosas coronada, ¥ con su luz serena: ‘en mi pecho ve juntos el odio y el catifio, meacla de gloria y pena, mi sien por Ia corona del mértir agobiada y para siempre frio y agotado mi seno. va Ye cus de le eeperanas, pa le vide mia, io triste y descolorido ha llegado e] ocaso, @ mi morada oscura, desmantelada y-frfa, Es B, sin sl pronombre inal «men. Quien conse imer eis abut gue se tan dew aps a #7 el amb de justia © M cbe siempre eabnarts 70 tomemos paso a paso, qwe con su alegria no aumente mi amatgura la blance Iuz del dia 145 Contenta el negro nido buses el ave agorera; n reposa Ta fiera en el antro escondido, su sepulero el muerto, el triste en el olvido ¥ mi alma en su desierto, 2 Los unos altisimes, Jos otros menores, con su eterno verdor y frescura, ‘que inspire a las almas agrestes canciones, tientras gime al chocar con las aguas Ja brisa marine de aromas salobres, van en ondas subiendo hacia el cielo fos pinos del monte De Ia ltrs Ja brume desciende y envuelve' las copes pexfumadas, sonoras y_altivas de aquellos gigantes ue el Castto coronan; brilla en tanto @ sus pies el arroyo que slambra risuesa Ia luz de la autora, y los cuervos sacuden sus alis, lanzando_graznidos y huyendo Ia sombra, Sentra Uiapremental CONT ® Matty Y gitar con los astros por el celeste pidlago, fut's eel en las ross, que la Rock feultba bajo su manto espeso. 67 ‘Son los corazones de algunas criaturas como los camines muy transitados, donde las pisadas de los que ahora Uegan, borran las pisadas de los que pasaron: no serd posible que dejéis en ellos, ‘vuestto carifio, recuerdo ni rastro. 68 Al oft las canciones que en otro tiempo ofa, del fondo en donde duermen’ mis pasiones insane disney sombela pienso que se ¥, la imagen ya enterrada de mig blancas y hermosas ilusiones, para decitme vuelve! Ty pec’ 0 fa pero ino vuelve! se ha per como en la noche va'a perderse el dia, ni hay para la vejez resurrecciones... iPor Dios, no me cantéis esas canciones ‘que en otro tiempo ofa! 148 69 Vosotros que del cielo que forjasteis vivis como Narciso enamorados, no lograréis cambiar de la criatura en su esencia, la misma eternamente, dos instintos innatos. No borraréis jamés del alma humana cl orgullo de raza, el amor pattio, la vanided del propio valimiento, ni el orgullo del ser que se resiste 4 perder de su ser un solo étomo. iCon qué pura y serena transparencia baila sta noche la lana! ‘A imagen de la céndida inocencia, ‘no tiene mancha ninguna. De su pélido rayo la luz pura como luvia de oro cae sobre las largas cintas de verdura ‘que la brisa leva y trae, Y el mérmol de las tumbos ilumina con melancélica lumbre, 10 en AL | mancque de Galics, Lago, Soxo Freite. Vid. A. Machade da Ko: 7 Eure, my amin 1867. Aree M4, Subsidios., plgs. 98-101, 149, y las cortientes de agua cristalina que bajan de la alta cumbre. La Iejana Ilanura, las praderas, el mar de espuma cubierto donde nacen las ondas plafiideras, el blanco arenal desierto, La iglesia, el campanario, el viejo muro, Ja ria en su curso varia, todo lo ves desde tu cenit puro, ‘casta virgen’ solitaria. 1 Todo lo ves, y todos los mortales, cuantos en el mundo habitan, en busea del alivio de sus males, tu blanca luz solicitan. Unos para consuelo de dolores, ottos tras de.ensuefios de oro, que con vagos y tibios resplandores vierte tu tayo incoloro, Y otros, en fin, para gustar contigo esas venturss robedes, gue huyen del sol, scusador testigo, ero no de tus miradas. OI Y yo, celosa como me dio el cielo y mi destino inconstante, cotter quisiera un misterioso velo obre ta canto senbiaces 150 Y piensa mi exaltada fantasie que sdlo yo te contemplo, y como que es’ hermosa en demasta te doy mi patria por templo, Pues digo con orgullo que en la esfera jamds brill fez alguna que en su claro fulgor se pareciera @-nuestta cindids luna, ‘Mas iqué delirio'y qué ilusién tan vania aft g0e ena mi mentel De altisimas regiones soberana xnos mires indiferente, Y sigues en silencio tu camino siempre impasible y serena, eMnstlese se aumenta con los males perennes y las ansias, gc6mo contener, o6mo, en el labio la queja?, geémo no desbordarse la célera en el alma? Busca y anhela el sosicgo..., mas... equién le sosegard? Con io “que suefia despierto, dormido vuelve a sofiar; ‘que boy, como ayer y mafiana, cual hoy en su eterno afin, de hallar el bien que ambiciona —cuando sélo encuentra el mal— siempre 2 sofiar condenado, nunca puede soseger. 46 iAturde Ia confusa griterfa gp leyanta entre Ia turbo inmens Ya no sal quieren ni qué piden; mat embriagudos de eoberbe, buscan un fdolo © una victima a quien hieran. Brutales son sus iras, y aun quizds més brotales sus amores; no provoguéis al monstruo de cien brazos, como la ciega tempestad terrible, ya ardiente os ame o frlamente os odie, al verles ir sin consueio, cual ellos, opreso y triste, desconsolido cual ellos. por sus viejo ya. Experiencia del mendigo, era precoz como el mal, implacable como el odio, dura como la verdad. 48 De la vida entre el méltiple conjunto de los seres, , no busquéis la imagen de Ia eterna bellera, ‘en el contento y harto seno de los placeres, del dolor acerbo en Ja dura espereza. Yaes étomo impalpable o inmensided que asombra, jracin celeste, revelacén calladas comprende el espiritu y el labio no la nombr fen sus hondos abismos la mente s: anonads, WM: eres precos..», que parece més adecuddo. 5 iSilencio, los lebreles de Ia peo maida No despertéis a la impl a que duerme silenciosa en su guarida. No veis que de sus garras penden gloria y honor, reposo y dicha Prosiguieron aullando los lebreles. —jlos ‘alos pensamientos y despertaron la temible fera —ila pasién que en el alma se adormia! — Y jadiés! en un momento, iadiés gloria y honor, reposo y dicha! n Duerme el anciano padre, mientras ella a Ta luz de la lémpara nocturna contempla el noble y varcnil semblante que un pesado suefic abruma, Bajo aquella triste frente que los pesares anublan, deben ir y venir torvas visiones, negras hijas de la duds, Ella tiembla..., vacila De miedo acasa, 0 de or Azorin en el acculo «Rosalia de oe (ha SEDI a ee Coe Zitaess, Libreria Genera, 1929. SIRE cH ves que de so gars ponsoonts | Con expresién de Mdstima infinita, no sé qué rezos murmura, Plegaria acaso santa, scaso impia, frémulo el labio a su pesar promuncia, ‘mientras dentro del alma la conciencia contra las pasiones lucha, iBatalla ruda y terrible | lbrada ante Ia vitima, que mada duerme el suetio intranquilo de los tristes 8 quien ha vuelto el rostro Ia fortuna! Y 4 sigue en reposo, y ella, om tbandons la enc) entfe lag bruma la noche se pierde, y torna al alba, siado el velo..., en su mirar la angustia. por las lejanas alturas, F y.¢l anciano despierto, ella tisuefa, ambos su pena ocultan, y fingen entregarse indiferentes 4 las faenas de su vida oscura, MI La culpeda callé, mas habl6 el crimen... furié el anciano, y ella, la insensata, AiguiS quemando incienso en su locuta, fs tonpena ante lng ee MNEs sOh ccudl, cull de vosotros et la culpa?> eN. ‘st al ocultan». Suponemos que es lapsus ser de C. (ese ccultans),autente en Re 7M. 81 Ah! Cuando amaba el bien, gofmo set pudo hacer traicign a so vistad sin anche, malgastar las riquezas de su espfritu, vender su cuerpo, condenar st alma? Es que en medio del vaso corrompido donde sed ardent s¢ speabn, tn amor inmortal io levee deomos, , ae ‘sin mancharse, en 1a atmésfers lotaban, > es leprae gee rant aw 4 Ja dura injusticia del més alto, Ja saa mortal de los pequed 12 es posible que huydis! cuando os conocen 5 q ‘0s buscan, como busca el zorro hambriento Sedientas las arenas, en la playa Jn indefensa tértola en los campos; sienten del sol los besos abrasados, 4 ¥ al querer exconderos ¥ no lejos, Ins ondas, siempre frsces, sus cobardes iras, ya en el monte, tuedan pausadamente murmurando. la ciudad 0 en el retiro estrecho, Pobres arenes, de mi suerte imagen: H va!, exclaman, jabi va!, y allf os insultan no sé lo que me pasa al contemplaros, sefialan con intimo contento pues como yo sufris, secas y mudas, 4 la mano implacable y vengativa cd suplicio sin término de Téntalo. Paella al triste y fugitivo reo. Pero equién sabe...? Acaso luzca un dia en que, salvando misteriosos limites, I avance el mar y hasta, vosotras llegue ee oe eel pestoge, i) Cayé por fin en ta espumosa y turbia siglos de ansias y anhelos imposibes, j pert Pore ee iat al fn-su. cod elias anente tersa superficie. En lo mis intimo aie itecba, Hie! noble corazén ya lastimado, save os al slp dao y io ‘© NE: aderrochar [as riquezas de su espiritu» c que zando la esperanza * Ba NE, desu de ene vo, eta chee mi: Bh; ain Sims vos, eto a le mausia od it, legando las alas torvo y mudo, Se fovmiance kee densa niebla. se envolviS su eepfrtu Pe enmee Sees ee Fe Dea ereahon eather . ONE: ty ddan con intino contentoe "NE: clit al ty hgh see mI Vorotros,, que lograsteis vuestros suefos, gaqué entendéis de sus ansias malogradas? Vosotros, que gozasteis y suftistis, aul comprendcis de sus cerns limes? "Y vosotros, en fin, cuyos tecu. son como niebla que’ disipa el alb, iqué sabéis del que leva de los, suyos la eterna pesadumbre sobre el alma! Ww Cuando en la planta con afin cuideda la fresca yema de un capullo asome, lentamente errastréndose entre el césped, Te asalta el caracol y 1a devora. ‘Cuando de un alma atea, en la profunda oscuridad medrosa brilla un rayo de fe, viene Ia duda y sobre él tiende su’ gigante sombra, v Od per he henna oe ae frat ery ae a o> Boer baa a fant naan Zsa ene irre por Bea Pir vee fa fl rad op te Aacten cans (Ua te be weed Cmte 5S Oe Aine Le ln come tte inte AS alae, jam tend od tee te gee He eee Te LA, Ce iy ham acne fs Ala Loren Ae & fratine Hon satay a fe ttm hen tee Peinatirnn Losers Os aye favn Bee tieerdei tee, AE at wk En cada fresco brote, en cada rosa erguida, cien gotas de rocio brillan al sol que nace; mae 4l ve que ton égrimas que derraman los tristes al fecundar Ia tierra con su preciosa sangre, Henchido estd el ambiente de agradables aromas, Jas aguas y los vientos cadenciosos murmuran; 3 NE. y Ri voouos que ponte si siti. NE ese borran como brumss de slborades 3 NE: “Cuando de un alme que hizo atea el odiow Carta suriprafn de Rosalia a su marido, 84 mas él siente que rugen con sordo clamoreo de sofocados, gritos y de amenazes mudas, iNohay duda! De cien astros nuevos, la luz rediante hasta las més recénditas profundidades lege; ‘mas sus hermosos rayos jamés en torno suyo rompen la bruma espess, De la esperanza, gen dénde crece la flor ansiada? Para di, en dondequiera al retofar se agosta, ya bajo las escarchas del egofsmo estéril, © ya del desengafio a la menguada sombra. 1¥ en vano ef mar extenso y las vegas fecundas, los péjaros, las flores y los fratos que siembran! Para el desheredado, sélo hay bajo del cielo ‘0 quietud sombria que infunde a tristeza, VI Cada vez huye mis de los vivos, ‘cada vez habla més con los muertos, ¥ 5 que cuando nos rinde el cansancio Bropicio «Js par y al sus, el cuerpo tiende al reposo, el alma tiende a lo eterno. vu As{ como el lobo desciende 2 poblado, si acaso en la sierra se ve perseguido, buyendo del hombre que acosa a los’ tristes, busoS entre las fieras el triste un asilo. SNE: Mas dope gue regen.» NE “Mas angontiado € genie que sos hermosos sy M: "adlo hay bajo Tos ciclom (R. y Momsen 4 elinpente~ edacy enter Je Ss SE 86 El sol calentaba su Iébrega cueva, jadosa velabe su suefio la luna, fi ftbol salvaje le daba sus frat, fuente sus aguas de grata frescura. Bien pronto Jos rayos del sol se nublaron. Jy luna entre brumas vel6 su semblante, HHecése la fuente, y el étbol negéle, Ml par que su sombre, sus frutos salvajes, 4, Deiando la sierra busoé en Ja lanura te oro bol al iro, iz de, otto sil; 4 un fo profundo, de nombre ignorado, dite au pore nie sedient. iYa en vano!, sin tregua siguidle la noche, Th ted que atormenta y cl hambre que nose {tga vane! que ni drbol, ni cielo, ni fo, Ae dieron su fruto, su luz, ni sus aguas. Y en tanto el olvido, la duda y la muerte Aprandan las sombras que en torno le cetcan, #ié en lontananza le luz de la vida, hitiendo sus ojos feliz centellea Dichosos mortales « quien le fortuna siempre propicia... {Silencio! , jsilencio! , veis tantos setes que corren buscando hs negras corrientes del hondo Leteo, (Ez «.. sana frescuras UNE. Hire estos doe verso, eta estrofs GA Ande icf el tise del mundo arzojado? gHambriento, desnuda, sin agua 7 sin so? Nivcabe en la tiers, ni clega de eSlere en otro Dios cree que cb mal y el dolor,

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