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Fenómenos ambientales que provocan el calentamiento global

Calentamiento global
Aumento de la temperatura de la Tierra. Además, llamamos calentamiento global a las
consecuencias que generan la liberación de ciertos gases a la atmósfera, pero este fenómeno en
realidad está provocando una serie de cambios en los patrones meteorológicos de la Tierra a largo
plazo que varían según el lugar. Conforme la Tierra gira cada día, este nuevo calor gira a su vez,
recogiendo la humedad de los océanos, aumentando aquí y asentándose allá, y cambiando en
definitiva el ritmo del clima al que todos los seres vivos nos hemos acostumbrado.
¿Por qué es preocupante el calentamiento global?

El rápido aumento de los gases de invernadero es un problema porque está cambiando el clima
tan rápido que algunos seres vivos no pueden adaptarse. En 2023, un artículo publicado esta
semana en Nature Communications Earth & Environment aseguraba que, de las cinco colonias de
pingüinos emperador conocidas en la región del mar de Bellingshausen (Antardida), todas menos
una experimentaron lo que muy probablemente fue un fracaso total de la reproducción debido a la
pérdida de hielo marino, posiblemente uno de los efectos visibles del calentamiento global.
Igualmente, un clima nuevo y más impredecible impone desafíos únicos para todo tipo de vida y
del que los científicos ya han derivado diversos puntos de no retorno en el planeta.

Un estudio publicado en diciembre de 2022, aseguró que el calentamiento global podría contribuir
a generar tsunamis en el Ártico. El calentamiento global impacta en el Ártico con un aumento de
temperatura de las aguas del océano y una disminución de los espesores de los glaciares. Ambos
procesos dan lugar a un escenario idóneo para la formación de deslizamientos submarinos con
potencial tsunamigénico. Para estudiar este escenario, científicos del Departamento de
Geodinámica de la Universidad de Granada, del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro
mixto del CSIC y la Universidad de Granada), del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona (ICM-
CSIC) y del grupo EDANYA de la Universidad de Málaga analizaron la rotura y la dinámica de
desplazamiento del antiguo deslizamiento Storfjorden LS-1, localizado al suroeste de las Islas
Svalbard, entre 420 metros y 1900 metros de profundidad, con una longitud de 60 kilómetros, un
volumen de 40 kilómetros cúbicos albergados en un área de 1300 kilómetros cuadrados. Se ha
determinado que el deslizamiento es tsunamigénico y su modelización demuestra la formación de
olas de tsunami de hasta 4,3 metros, aseguraba el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) en una nota de prensa.

“Esta investigación es importante porque los resultados tienen impacto social y económico. Los
riesgos geológicos como los deslizamientos submarinos y los tsunamis afectan a las comunidades
costeras y a la actividad de los diferentes sectores económicos marinos y costeros”, confirmó
Gemma Ercilla, del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC.

Históricamente, el clima de la Tierra ha oscilado entre temperaturas como las que tenemos en la
actualidad y temperaturas tan frías que grandes capas de hielo cubrían la mayor parte de
Norteamérica y Europa. La diferencia entre las temperaturas globales medias y durante las edades
de hielo tan solo es de 9 grados Fahrenheit y estas oscilaciones se produjeron lentamente, durante
el trascurso de cientos de miles de años.
En la actualidad, con las concentraciones de gases de invernadero aumentando, las capas de
hielo que permanecen en la Tierra (como Groenlandia y la Antártida) también comienzan a
derretirse. Esta agua sobrante podría hacer que aumente considerablemente el nivel del mar.
Conforme sube el mercurio, el clima puede cambiar de forma inesperada. Además del aumento
del nivel del mar, las condiciones meteorológicas pueden pasar a ser más extremas. Esto implica
tormentas mayores y más intensas, más lluvia seguida de sequías más prolongadas e intensas
(un desafío para los cultivos), cambios en los ámbitos en los que pueden vivir los animales y
pérdida del suministro de agua que históricamente provenía de los glaciares. La mayor parte del
calentamiento global se ha dado en las últimas cuatro décadas, coincidiendo con el aumento de
la emisión de gases de efecto invernadero por parte del hombre, según ha señalado la NASA.

Las principales causas del calentamiento son las siguientes:


a) El efecto invernadero

El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases de la atmósfera


de la Tierra retienen el calor. Estos gases dejan pasar la luz pero mantienen el calor como las
paredes de cristal de un invernadero.

En primer lugar, la luz solar brilla en la superficie terrestre, donde es absorbida y, a continuación,
vuelve a la atmósfera en forma de calor. En la atmósfera, los gases de invernadero retienen parte
de este calor y el resto se escapa al espacio. Cuantos más gases de invernadero, más calor es
retenido.

Los niveles atmosféricos de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más peligroso
y prevalente, son los más altos jamás registrados y no paran de crecer. Los niveles de gases de
efecto invernadero están ahora tan altos principalmente porque los seres humanos los han
liberado al aire al quemar combustibles fósiles. Los gases absorben la energía solar y mantienen
el calor cerca de la superficie de la Tierra, en lugar de dejarlo escapar al espacio. Esta captura de
calor se conoce como efecto invernadero.

Los otros gases de efecto invernadero son: metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y los gases
industriales, entre los que destacan los gases fluorados como los hidrofluorocarbonos, los
perfluorocarbonos, los clorofluorocarbonos, el hexafluoruro de azufre (SF6) y el trifluoruro de
nitrógeno (NF3).
b) Inversión térmica
La temperatura atmosférica desciende con la altura. Pero en ocasiones, sucede lo contrario. Es
decir, el fondo de los valles registra temperaturas más frías que las cumbres de las montañas.
Este fenómeno es consecuencia de la inversión térmica o inversión de la temperatura.
Analizamos este proceso y cómo está relacionado con la contaminación.
Para describir en qué consiste una inversión térmica y por qué se produce, en primer lugar es
necesario hacer referencia al funcionamiento habitual por el que se rige la atmósfera.

En condiciones normales:

 Durante el día, el sol calienta la superficie terrestre, que libera el calor poco a poco, calentando el
aire de la atmósfera adyacente.
 Este aire más caliente presenta una densidad menor, es decir, pesa menos, lo que facilita su
ascenso a través de las diferentes capas que forman la atmósfera terrestre (el ascenso de un globo
aerostático ejemplifica de forma muy clara este fenómeno).
 A medida que asciende, el aire caliente se enfría y adquiere mayor densidad o peso, lo que provoca
que la gravedad lo atraiga con más fuerza y desplace al aire caliente más cercano a la Tierra,
generando un movimiento convectivo.
Pero durante las largas y frías noches de invierno y en condiciones de estabilidad atmosférica
como las que presentan los anticiclones (cielos despejados, poco viento, etc.), este funcionamiento
normal tiende a quebrarse.
¿Cómo se genera la inversión térmica?
Es en esta situación cuando se produce una inversión térmica, un fenómeno natural que supone
un cambio en la tendencia normal del aire a enfriarse con la altitud y que discurre de la siguiente
manera:

 Durante la noche, la superficie terrestre se enfría rápidamente, transmitiendo ese frío a la


atmósfera más próxima al suelo.
 Esta capa de aire presenta una temperatura menor que la inmediatamente superior, es decir,
ambas tienen diferentes densidades, lo que impide la mezcla.
 La inversión térmica suele corregirse a medida que el sol vuelve a calentar la superficie terrestre,
restableciendo las condiciones normales de funcionamiento.

El fenómeno descrito anterior se corresponde con una inversión nocturna o de radiación, que es
la más habitual, aunque también se distinguen la inversión frontal, marina y de subsidencia.

¿Qué relación existe entre las inversiones térmicas y la contaminación?


En la explicación de cómo se produce una inversión térmica ya se ha hecho mención a la
imposibilidad de mezcla que tienen dos capas de aire con diferente densidad (consecuencia de la
distinta temperatura). Por lo tanto, es sencillo concluir que uno de los principales efectos que
ocasiona este desequilibrio térmico es que la contaminación queda atrapada sin posibilidad de
dispersarse en la atmósfera.

De hecho, el estrato con mayor temperatura actúa como una tapa sobre el aire más frío que está
en contacto con el suelo y en el que concentran los contaminantes. Esta situación da lugar al
esmog (smog en inglés) o “boina de contaminación”, visible a varios kilómetros de distancia y que
suele llevar aparejado un descenso en los niveles de calidad del aire.
c) ¿Qué es la lluvia ácida y por qué se produce?

La lluvia ácida es producida por la contaminación atmosférica cuando los gases procedentes de
la quema de combustibles reaccionan con el oxígeno del aire y el vapor de agua y se transforman
en ácidos que transporta la lluvia.

l concepto de lluvia ácida engloba cualquier forma de precipitación que presente elevadas
concentraciones de ácido sulfúrico y nítrico. También puede mostrarse en forma de nieve, niebla
y partículas de material seco que se posan sobre la Tierra. La lluvia normal es ligeramente ácida,
con un pH de 5,6, mientras que la lluvia ácida normalmente tiene un pH entre 4,2 y 4,4.

¿Qué causa la lluvia ácida?

La capa vegetal en descomposición y los volcanes en erupción, como el volcán de La Palma que
estalló a finales de 2021, liberan algunos químicos a la atmósfera que pueden originar lluvia ácida,
pero la mayor parte de estas precipitaciones son el resultado de la acción humana. El mayor
culpable de este fenómeno es la quema de combustibles fósiles procedentes de plantas de carbón
generadoras de electricidad, las fábricas y los tubos de escape de los automóviles.

Cuando el ser humano quema combustibles fósiles, libera dióxido de azufre (SO2) y óxidos de
nitrógeno (NOx) a la atmósfera. Estos gases químicos reaccionan con el agua, el oxígeno y otras
sustancias para formar soluciones diluidas de ácido nítrico y sulfúrico. Los vientos propagan estas
soluciones acídicas en la atmósfera a través de cientos de kilómetros. Cuando la lluvia ácida
alcanza la Tierra, fluye a través de la superficie mezclada con el agua residual y entra en los
acuíferos y suelos de cultivo.

Un proceso similar se está produciendo en los océanos. Los océanos se están volviendo más
ácidos, y los científicos creen que el cambio está ocurriendo más rápido que en cualquier otro
momento de la historia geológica. Es una mala noticia para la mayoría de las criaturas que viven
en el océano, muchas de las cuales son sensibles a los sutiles cambios de acidez de su hábitat
acuático. Es especialmente problemático para los corales, las ostras y otras criaturas con
delicados caparazones o esqueletos de carbonato, que se debilitan incluso con cambios muy leves
en el equilibrio ácido del océano, de forma similar a cómo la lluvia ácida corroe las gárgolas de
piedra y los edificios de piedra caliza.

¿Qué consecuencias tiene la lluvia ácida?

El dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno no son gases de efecto invernadero primarios que
contribuyan al calentamiento global, uno de los muchos efectos del cambio climático; de hecho, el
dióxido de azufre tiene un efecto refrigerante en la atmósfera. Pero los óxidos de nitrógeno
contribuyen a la generación de ozono estratosférico, un importante contaminante que puede ser
pernicioso para las personas. Ambos gases causan peligros medioambientales y de salud porque
se pueden distribuir fácilmente con la contaminación atmosférica y la lluvia ácida.

La lluvia ácida tiene muchas consecuencias nocivas para el entorno, pero sin lugar a dudas, el
efecto de mayor insidia lo tiene sobre los lagos, ríos, arroyos, pantanos y otros medios acuáticos.
La lluvia ácida eleva el nivel acídico en los acuíferos, lo que posibilita la absorción de aluminio que
se transfiere, a su vez, desde las tierras de labranza a los lagos y ríos.
Algunas especies pueden tolerar las aguas acídicas mejor que otras. Sin embargo, en un
ecosistema interconectado, lo que afecta a algunas especies con el tiempo acaba afectando a
muchas más a través de la cadena alimentaria, incluso a especies no acuáticas como los pájaros.

La lluvia ácida también contamina selvas y bosques, especialmente los situados a mayor altitud.
Esta precipitación nociva roba los nutrientes esenciales del suelo a la vez que libera aluminio, lo
que dificulta la absorción del agua por parte de los árboles. Los ácidos también dañan las agujas
de las coníferas y las hojas de los árboles.

"Las plantas sufren abrasión de sus partes verdes, principalmente las hojas; con estos órganos
dañados la planta queda debilitada, retrasado su desarrollo, es fácilmente atacada por distintos
tipos de parásitos, y con más sensibilidad a los periodos de sequía, situaciones todas ellas que en
condiciones normales hubiera resistido. Esto puede llegar a causar la muerte de grandes masas
vegetales, como los bosques, y el deterioros más o menos importante de la producciones
agrícolas", afirma un comunicado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Los efectos de la lluvia ácida, en combinación con otros agentes agresivos para el medioambiente,
reduce la resistencia de los árboles y plantas a las bajas temperaturas, la acción de insectos y las
enfermedades. Los contaminantes también pueden inhibir la capacidad arbórea de reproducirse.
Algunas tierras tienen una mayor capacidad que otras para neutralizar los ácidos. En aquellas
áreas en las que la «capacidad amortiguadora» del suelo es menor, los efectos nocivos de la lluvia
ácida son significativamente mayores.

Además, la lluvia ácida puede afectar también a nuestra salud. "Determinadas concentraciones de
estos compuestos de azufre y nitrógeno de la atmósfera pueden penetrar a los sistemas
respiratorio y cardiovascular, dando como resultado enfermedades o incluso la muerte", afirma la
UCM.

"Los metales como el mercurio y cadmio de depósitos del suelo de lagos, corrientes y reservas
pueden acumularse en los tejidos vegetales y animales, haciéndolos tóxicos para el consumo
humano. Los metales también pueden separarse del suelo hacia las reservas de agua o de viejas
tuberías de plomo y cobre, llegando directamente hacia el agua corriente de los hogares y
causando serias enfermedades".
d) Esmog

Si vives en una gran ciudad lo habrás visto muchas veces y puede que no sepas cómo se llama.
El smog, que proviene de la unión de las palabras en inglés «smoke» (humo) y «fog» (niebla), se
trata de una forma de contaminación atmosférica debido, principalmente, a las emisiones de los
coches, de fábricas e incluso a la combustión de carbón.

¿Qué tipos de smog hay?

Se pueden distinguir dos tipos de smog:

 Sulfuroso. Comúnmente conocido como “lluvia ácida”, fue muy común en ciudades con un
tejido industrial muy amplio como Londres o Los Ángeles. Su formación se debe a que el carbón
usado en las fábricas dejaba el aire lleno de óxidos de azufre que, al combinarse con el agua en
suspensión, deriva en el ácido sulfuroso generando la lluvia ácida.

 Fotoquímico. Es más frecuente en verano y aparece cuando la luz del sol y el óxido de
nitrógeno del ambiente reaccionan. El ozono, que está presente en la atmósfera, es un elemento
muy reactivo y cuando entra en contacto con agentes contaminantes puede convertirse en un
elemento altamente tóxico.

¿Qué consecuencias tiene para la salud?

Lo cierto es que las consecuencias pueden ser muy nocivas para la salud, especialmente para
personas en edad avanzada, niños y personas con problemas cardiacos o pulmonares como
enfisema, bronquitis y asma:
 Irritación en las vías respiratorias.

 Las personas con alergias pueden empeorar debido a esta contaminación, sobre todo cuando el
ambiente está mucho más cargado o en días lluviosos al depositarse todos los contaminantes.

 Puede producir anemia dado que el monóxido de carbono del smog evita que los pulmones y la
sangre renueven correctamente su oxígeno.

 Daños en la piel.

 Los agentes patógenos quedan suspendidos más fácilmente en el aire, por lo que es más fácil
contraer alguna patología como la gripe.

Además, afecta al MedioAmbiente de una forma muy grave pues genera un efecto
invernadero que aumenta considerablemente las temperaturas y que genera una nube tóxica
sobre las ciudades.

Ahora que sabes un poco más sobre esta forma de contaminación, no contribuyas a su
generación.

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