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Hemos ya visto el problema que nosotros tenemos. Que Dios nos ha dado una ley santa y
nosotros no la hemos obedecido, y eso nos ha causado un problema. La consecuencia es
terrible. Porque vamos a morir y ser juzgados, y claro, como hemos quebrantado las
normas de Dios, sólo nos espera un veredicto de culpable y un infierno.
Necesitamos una solución. Y ahora hemos llegado a la tercera columna que es Cristo,
que es la cruz, la solución que Él nos ofrece.
Ahora, nosotros, como evangelizadores, o como evangelistas, tenemos que ser como
Pablo, que dijo in 1ª Corintios 2:2, "Pues nada me propuse saber entre vosotros excepto
a Jesucristo, y a éste crucificado." Va a ser muy importante en nuestro evangelismo tener
como epicentro, como el centro de nuestro mensaje, Cristo y la cruz, y lo que Él hizo por
nosotros.
Entonces, hemos llegado ya al punto del mensaje donde podemos ya empezar con las
buenas noticias.
Vamos a repasar las malas noticias para que la gente pueda entender bien lo que ha
hecho Cristo en la cruz y entender bien lo que son las malas noticias. La malas noticias
siempre nos lleva al pecado. El pecado siempre nos trae malas noticias. Entonces, Dios
nos ha dado una ley santa. La hemos quebrantado. ¿Qué pasa? Como hemos errado al
blanco, somos pecadores. Hemos pecado. No hemos agradado a Dios. Eso nos trae un
montón de problemas.
Por ejemplo, eso nos hace culpable delante de Dios. Muertos espiritualmente. O sea,
andamos muertos en nuestros delitos y pecados, dice la Biblia. Sucios. Pensamientos
sucios, nuestra vida sucia, corazón sucio. Esclavos al pecado. Estas son malas noticias. El
que practica pecado, esclavo es al pecado. Y por mucho que uno quiera ser libre de
todas esas cosas, no podemos hacer nada. Enemigos de Dios. Como hemos vivido a
nuestra manera y no hemos agradado a Dios, obedeciendo su ley, pues, nos hemos
convertidos en enemigos de Dios. Y por fin, cuando nos presentamos ante Dios en el día
de juicio, mira, lo único que nos puede esperar es la ira de Dios. En vez del amor de Dios,
la ira de Dios.
Entonces, lo importante aquí para entender lo que ha hecho Cristo por nosotros es que
alguien tiene que quitar el pecado. Y como tú y yo no somos capaces de quitar nuestro
pecado, si alguien nos puede quitar el pecado, todos las malas noticias desaparecen.
Todo esto cambia.
Porque Dios dice en Juan 3:17 "Dios no envió a su hijo al mundo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por él." Hemos llegado a lo que son las buenas
noticias. La buena noticia es que Dios se ha hecho carne. Dios envió a su Hijo. Se hizo
carne. Anduvo una vida perfecta, sin pecado, obedeciendo la ley en todo, agradando a
Dios en todo. Él hizo lo que tú y yo no hemos podido hacer.
Y durante su tiempo en la tierra, Él vino con el propósito como Juan el Bautista decía
cuando vio a Jesús a los 30 años dijo, "He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado
del mundo." Ahora, si el Cordero de Dios, como sacrificio, perfecto, viene, y quita el
pecado. Esto es una buena noticia.
Nos ha enviado a predicar buenas nuevas, ¿no? Id y predicar el evangelio, buena noticia.
¿Qué es la buena noticia? Cristo, entendiendo nuestro problema, sabiendo las
consecuencias que son graves, él vino para pagar por nosotros.
Él se vistió de nuestro pecado, tomó nuestra culpa, nuestra muerte, nuestra suciedad,
nuestra esclavitud, nuestra enemistad, y la ira de Dios en esa cruz. Cristo pregunto: “¿Por
qué me has desamparado?” Porque estaba siendo rechazado, juzgado, bebiendo la copa
de la ira de Dios para poder darte a ti una buena noticia. Cristo fue juzgado para que en
el día del juicio, tú no tengas que pagar por tu pecado. Buena noticia.
Entonces, ¿qué es lo que ocurre? Lo que Dios quiere cambiar en la cruz, la buena noticia,
es perdonar tu pecado, es una buena noticia. De la culpa que tienes delante de Dios, que
Dios te pueda declarar inocente.
Pues, tu suciedad, él te limpia. Eso se llama santificación. Es algo progresivo para que
cuando te presentes ante Dios, serás sin mancha y sin arruga. Esclavitud, él rompe las
cadenas, rompe el poder del diablo, rompe el poder del mundo, y ¿qué pasa? Te hace
libre.
Enemigo, ya no tendrás que ser más enemigo de Dios, sino que te puede reconciliar con
el Padre. Esto es el deseo de Jesús. Es tomar la mano del Padre, y la mano del pecador, y
para que puedan ser amigos, reconciliar estos enemigos. Él murió en esa cruz para que tú
y el Padre puedan ser amigos, para que cuando te presentes ante Dios, no te va a decir,
"Apártate de mí, maldito, hacedor de maldad, al lago que arde con fuego y azufre." No.
Dirá, "Venid, benditos de mi Padre y heredad el reino que ha sido preparado para ti
desde la fundación de la tierra." Qué buenísima noticia! Reconciliados. Amigos. Amistad
con Dios. Esta es la buena noticia.
Y no tendrás que beber la copa de la ira de Dios en ese día. Propiciación - cuando Dios
desvía la ira que está sobre el pecado, sobre el pecador, y Cristo se pone entre el
pecador y la ira de Dios, y Cristo absorbe esta ira para que tú no tengas que beber esa
copa de la ira. ¿Y qué es lo que puedes recibir? Su amor.
Problema. Pues, mira, hemos quebrantado la ley de Dios, mogollón, muchas malas
noticias. Consecuencia. Pues en el día de juicio, tengo que presentarme ante Dios en
este estado. Solución. La cruz de Cristo. Él viene y paga por nosotros. Es nuestro
sustituto. Y nosotros podemos presentarnos ante Dios en este lado de la cruz con todas
las buenas noticias.
¿Cómo vamos a pasar de ese lado al otro? ¿Cómo podemos experimentar esto? Esto lo
veremos en la cuarta columna.