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Al entrar, uno casi sin darse cuenta alza la mirada, varios pisos de galpones con gallinas
ponedoras llaman la atención.
El cacareo es constante. En uno de los largos los pasillos, un hombre vestido de azul
avanza mientras revisa cada espacio de los modernos gallineros. Jean Carlos Vizcaya,
no pierde detalle alguno. De pronto abre una de las pequeñas puertas y saca una
gallina, le hace un control rápido, al igual que lo haría un veterinario, pero no es
veterinario, la experiencia la adquirió luego de 7 años de trabajo, con un sutil toque de
timidez le dice a telesur: ¨Todo lo que sé de las aves lo aprendí aquí, había trabajado
con otros animales, con ganado, con cochino, menos con aves y aprendí aquí, empecé,
en levante y cría, donde ella llegan, pequeñitas de 24 horas de nacidas¨.
En otro de los pasillos uno de los empleados de la avícola Don Tito, golpetea sin parar
cada huevo que recoge y nos comenta, al pasar, que es una de las maneras de saber si
tienen suficiente calcio, luego los coloca en el mismo lugar, una especie de tubo largo
donde van cayendo.
Foto 2 huevos listos para ser enviado zona de empaque Avícola Don Tito. Foto Yarleny
Rosales
Las bandas trasportadoras son imponentes, los huevos se ven amontonados, van miles
hacia el área de empaque, chocan unos con otros, parecen frágiles pero aguantan todo
el trayecto.
Foto 3: bandas transportadoras de huevos. Avícola Don Tito. Foto Yarleny Rosales
Producen 8 tipos diferentes de huevos y los jumbo tienen hasta doble yema. Es el
prefieren los que se dedican a la alta repostería.
¨El 70% esta automatizado, necesita un 30 % de los muchachos , sin ellos no podemos
hacer la selección que necesita la empresa y para poder distribuir la clasificación¨ así lo
explica Robert Hernández, es el supervisor de embalaje
Venezuela hasta hace unos años atrás compraba a Brasil y Colombia el 95% de la
producción de huevos, en la actualidad el país produce lo consume.