Está en la página 1de 2

EL HOMBRE QUE ROMPIÓ LA OMERTÁ: HOMENAJE A ÓSCAR MENDOZA

Habitualmente, suelo comentar los artículos de mi querido amigo Óscar, en el


espacio que Gomera Actualidad, a través de su Director, destina para ello. Pero
como el propio José Andrés Medina, me ha hecho notar alguna vez, son demasiado
largos para ser un comentario. Mis pacientes lectores lo saben, la concisión no es
precisamente una virtud de mis escritos. Por eso, esta vez no he hecho un extenso
comentario, sino un artículo sobre el magnifico artículo que la semana pasada
publicó nuestro querido profesor y columnista de opinión.
Siempre le he dicho a Óscar que escribe mejor cuando lo hace desde el corazón, que
cuando lo hace desde el análisis político o ideológico, pero esta vez me tengo que
desdecir, y afirmar que en el valiente artículo titulado “La Gomera que no me
gusta”, no sólo da una lección magistral de redacción, sino que además hace una
disección sociológica de La Gomera impecable.
La frase que Óscar pone en boca del querido Juan García, nuestro Juanito Lilia, no
puede ser un pildorazo de sinceridad mas demoledora. Y lo es, porque no habrá
Libertad, con mayúsculas, en La Gomera, mientras no haya libertad de
establecimiento de empresas, por poner un ejemplo, o libertad de expresión por
poner otro.
Querido lector: ¿Te has preguntado alguna vez porque en La Palma, ahora que está en
el volcán de la noticia, hay tres grandes supermercados y en La Gomera sólo hay
uno? ¿Es porque hay mas población, que también, o porque hay menos licencias de
apertura? ¿Es porque una sola empresa en régimen de cuasi monopolio distorsiona la
libre competencia? Bueno, pues sí el Ayuntamiento con la preceptiva licencia de
apertura o el Cabildo, se lo permiten a esa sola empresa, y no a las demás, será
porque o no hay mercado, o lo que no hay es voluntad de hacer una isla mas
atractiva y accesible en precios para el habitante. A nadie en su sano juicio, se
le escapa que La Gomera ha sido siempre una isla cara, pero con el llenazo de este
verano, en las vacaciones de la era post-covid19, el sufrido consumidor habrá visto
lo disparatado de los precios en La Gomera. Es escandaloso como algunas personas
físicas o jurídicas tratan de hacerse muy ricos, muy pronto. No es ético, no es
justo. No es de recibo el precio del combustible de automoción en La Gomera. Y lo
siento por mí, pero también por mis paisanos que viven allí todo el año. Allí no
hay quien viva, parafraseando una conocida serie de televisión.
Escribía el poeta de Las Palmas de Gran Canaria, Agustín Millares Sall, en unos
versos a los que le puso música Taburiente:
“...El poeta es el pueblo que a morir se resiste en la súbita noche donde todo se
olvida. Donde no hay libertad no hay poeta con vida Ningún pájaro vuela donde el
aire no existe. Yo poeta declaro que la cólera es una
cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía...”
Y desgraciadamente tengo que ser pájaro de mal agüero, y parafraseando a Óscar, La
Gomera que nos gusta, se muere. El norte de La Gomera se muere. Y se muere por
asfixia, porque no hay aire, por consunción y por la anemia que produce que a un
pueblo se le pastoree, y este se deje pastorear, para comer siempre el mismo
forraje, el mismo grano, el mismo pienso, en la misma gañanía, y en el mismo
pesebre. Porque no nos engañemos, para que un político depredador viva, y viva muy

bien, necesita que el depredado le entregue su voluntad, le entregue su alma. Es


una relación sinalagmática, se necesita el concurso del cacique comprador de
voluntades y del estomago agradecido que no le importa vender su voto, su
personalidad. Y entonces volviendo a Agustín Millares se vende el alma “al demonio
que ejerce la maldad noche y día”.
Hace ya mas de treinta años que un gran amigo y emprendedor de y en La Gomera,
Alonso Rodríguez Navarro pronunció unas palabras que no he olvidado:
“El problema es que en La Villa hay dos ayuntamientos: el Cabildo y el
Ayuntamiento, y todas las obras se hacen allá. Mientras el norte se muere”. Y si
observamos atentamente el devenir de los años, todo el esfuerzo inversor se ha
hecho donde la población ha crecido, especialmente en lo que por un error de
orientación geográfico llamamos genéricamente “el sur”, cuando en realidad es el
este, con San Sebastián, el oeste con Valle Gran Rey, y el sur con Playa de
Santiago dentro de Alajeró.
No seré yo quien revele la identidad de unos contertulios, en el marco de una
reunión estival en una casa de La Gomera donde se dijo que el mamotreto que se
construyó en la playa de Hermigua, en sustitución de una estupenda piscina al aire
libre, había sido por culpa de la petición por carta que un alcalde y
posteriormente una alcaldesa habían hecho al Cabildo, y el Presidente graciosamente
había accedido, “porque si eso era lo que pedían, pues aquí lo tenéis”. Y se hizo
con un esfuerzo inversor millonario y después de quebrar una de esas empresas que
tan bien han sido pastoreadas, y que se han dejado pastorear.
Y esto es lo que hay. Guste o no guste, sarna con gusto no pica. Si el pueblo de La
Gomera renuncia a esferas de libertad, por ganar esferas de comodidad, y los
gomeros no sabemos “buscarnos la vida” por nosotros mismos, con nuestras manos o
nuestro intelecto, entonces seremos siempre un pueblo rebañiego, pero no habrá
independencia, ni libertad. Cada pueblo tiene el gobierno que se merece.
Sé de antemano que este artículo no será acogido entre las mieles de lo
políticamente correcto, pero no me importa, porque juego con ventaja, y no dependo
de las graciosas concesiones de las administraciones locales.Por eso, es mas de
admirar que haya sido Óscar Mendoza el hombre que haya roto “la Omertà”, si bien
los que son realmente valientes son aquellos gomeros que viviendo en La Gomera
critican el régimen que lleva tiempo decidiendo el no futuro de la isla. Son
personas que a lo mejor lo hacen desde el sectarismo, o la buena fe, que supone el
haber tenido alguna vez una ideología, y que han visto como no hay peor astilla que
la del mismo palo. Es una practica probada en el llamado “socialismo real”, el
comunismo, que primero hay que exterminar a los socialdemócratas, y después a otros
comunistas, aunque hayan sido del mismo partido. El comunismo siempre ha estado
jalonado de robos y de crímenes. Primero se sirve de empresarios amigos, después te
roba la empresa, la propiedad, y si te rebelas, entonces te quita la vida.
No siempre hemos estado de acuerdo Óscar Mendoza y yo, en el análisis político,
pero creo que con este magnifico artículo, lleno de buenas letras y de sentido
común, ha hecho de la prosa, poesía. Porque volviendo a Agustín Millares Sall
“escribir poesía es decir el estado verdadero del hombre, es cantar la verdad...
El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora el primer corazón que lastima la
guerra...”
Enhorabuena y muchas gracias por gritar Libertad,

También podría gustarte