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Resumen Cap 1-2 NOUSCHI
Resumen Cap 1-2 NOUSCHI
comienza con una guerra europea que tiempo más tarde será mundial.
Todos estos puntos son elegidos por el autor como un comienzo o punto de
partida para fechar el inicio del siglo XX. La pluralidad de acontecimientos apunta
a remarcar la continuidad entre el S XX y XIX.
Unidos y Alemania.
Para analizar este suceso es importante ver los factores que inciden en el
decaimiento de la economía británica. En 1880, se empieza a notar la decadencia
de la producción industrial, marcada en un 1,6% de crecimiento anual. En 1890 el
Producto Bruto Nacional (PNB) presenta una disminución del 50% y la disminución
salarial es de un 0,5% anual.
Las causas de esta situación se deben, en un primer lugar a que Reino unido tuvo
una revolución industrial precoz. Por el otro lugar, ocuparía el primer lugar en
inversiones extranjeras. Para 1914 era tan importante como la inversión local y
antes del comienzo de la primera guerra mundial representaba el 50% del PNB.
Para el autor paga el precio de ser un acreedor “maduro”.
Frente a esto, el autor se pregunta si la Belle Époque anuncia los treinta años
gloriosos del capitalismo. Sin lugar a dudas, los precios, beneficios y salarios se
orientaron en alza. Un proceso que no estuvo acompañado de una guerra y que
produce el fin de la depresión económica.
1. Abundancia monetaria:
2. Nueva industria:
Tanto Lois Renault como Ford, están interesados en bajar los costos de sus
vehículos. Un Ford T de 1919 costaba 900 dólares y para 1917 350 dolares, un
equivalente al 20% de la renta anual de un estadounidense.
3. Proteccionismo:
El gran desfavorecido de esta situación será Reino Unido, limitada por su política
librecambista. El proteccionismo arancelario fomentado por el economista
norteamericano Henry Carey, contribuyo a las rivalidades internacionales. Las
guerras de aduanas suelen despertar hostilidades frente al otro.
Entre 1890 y 1914, se quiebra la antigua clase obrera y nace una nueva clase
proletaria. La energía eléctrica agrupa a los obreros en metrópolis, independiza la
fábrica de las minas de carbón y genera gran malestar ya que rompe la lógica
“minero hijo de minero”. Como también rompe con el tradicional trabajo a
domicilio.
A su vez, las fábricas ubicadas cerca de las metrópolis cuentan con un mayor
número de operarios. A esto tenemos que sumarle los trabajadores inmigrantes,
en Francia suponen un 10% de su población activa.
Frente a este problema, los sindicatos son el espejo de la sociedad. Durante esta
etapa el número de sindicalización aumenta al igual que la conciencia de clase. En
Reino unido se pasa de 1890 de 1 millón de obreros sindicalizados a 4 millones en
1914.
Respuesta patronal:
Democracia social:
Ejemplo: higienismo.
En estados unidos, son los propios dueños de las empresas quienes se ocupan
por tales problemas.
Triunfo de la democracia:
mujeres).
Expresiones culturales:
Fin del humanismo: los artistas van en sintonía con la luz eléctrica y se modifica la
visión del artista. Ante la muerte de grandes como Picasso o VanGo, los nuevos
jóvenes encarar la tarea de la renovación. París deja de ser el monopolio de los
movimientos artísticos y comienzan a aparecer otros como Múnich, Viena,
Bruselas o Berlín. Las nuevas expresiones se matizan en distintos géneros como
el simbolismo, fabulismo, impresionismo, cubismo o futurismo.
► En 1911, estalla la segunda crisis marroquí, y en 1912 arden los Balcanes bajo el
LA LOGICA DE LA DESCONFIANZA
Del nacionalismo al imperialismo:
► Diversidad en su población;
El siglo XIX, marca un retroceso con respecto a períodos anteriores, ya que lleva a
sus límites al nacionalismo, ideología de legitimación de los Estados y de los
pueblos en vías de unificación. La cuestión nacional conforma las conciencias y
ejerce su primacía sobre las relaciones internacionales.
Durante la mayor parte del siglo XIX, la ola nacionalista queda circunscrita a
Europa, pero a partir de la Gran Depresión (1873-1896) se extiende al mundo. La
carrera por los territorios de ultramar y la constitución definitiva de los imperios
coloniales abren paso a la era del imperialismo. Naciones orgullosas de sus
valores defienden su identidad a través de una cultura de masas, mientras que los
políticos se vinculan cada vez más a los lobbies expansionistas. Se puede
considerar al imperialismo como el reflejo de la política nacional en las relaciones
internacionales, inscribiéndose en la tradición propia de cada país: el imperialismo
británico exalta la superioridad de la “raza anglosajona”, la excelencia de sus
principios políticos y pretende controlar las rutas marítimas; el imperialismo
francés se esconde tras motivos ideológicos inspirados en los grandes principios
revolucionarios; Alemania adelanta como pretextos la defensa de la “germanidad”
y la necesidad de encontrar mercados para su producción industrial; y Rusia,
oculta bajo móviles religiosos la voluntad de reunir y proteger a todos los
“hermanos” esclavos. El imperialismo refleja los valores de cada país en particular
reforzando las sociedades en su culto narcisista.
Simultáneamente, el imperialismo marca una ruptura en las relaciones
internacionales, y se identifica dentro del período histórico posterior a 1880 que
expresa la interdependencia creciente entre las naciones europeas que,
proyectando en el mundo sus rivalidades, generan un nuevo tipo de crisis y
conflictos “periféricos”; esto demuestra la interpenetración entre los medios
económicos, militares y políticos. El imperialismo es también la matriz de una
nueva ideología, e incluso de una cultura totalmente específica; sus formas más
populares se manifiestan en la prensa ilustrada, en los artículos de gran difusión
adornados con motivos estereotipados africanos o asiáticos y vendidos en las
grandes metrópolis europeas; el imperialismo impide generar cambios políticos y
sociales, el mismo se inscribe en la historia del liberalismo que, desde la década
de 1880, ha perdido su poder revolucionario para limitarse a ser un principio de
conservación social.
Anatomía de un concepto:
► A principios del siglo XX, sólo las costas de África están controladas por las
grandes potencias europeas que han establecido allí puntos de apoyo, heredados
de las factorías de la época mercantilista; en éste punto, África representa una
escala indispensable para la circulación marítima transoceánica; es una periferia
para uso económico y militar integrada en los imperios. En 1914, está totalmente
dividida y sometida a los intereses europeos que, apoyándose en las ciudades
costeras, han extendido su dominio hacia el interior. El móvil de ésta carrera se
encuentra en la voluntad del poder político; se trata de poner un pie en el
continente negro, de plantar bandera, imponer un idioma, un comercio; haciéndola
víctima de un imperialismo por defecto que alimenta las fantasías sobre la “fuerza
negra” indispensable para Occidente.
► La carrera por los territorios alimenta el orgullo y la frustración: orgullo para los
Estados que, como Francia o el Reino Unido, consiguen crear bloques imperiales
más o menos homogéneos en términos geoestratégicos; el África Oriental
anglosajona, organizada alrededor del eje El Cairo/Ciudad del Cabo, se opone a la
Occidental, más recogida, controlada por Francia. Para Alemania, Bélgica e Italia
sólo quedan partes de colonias y están al acecho de un nuevo reparto que calme
sus frustraciones.
El “peligro” alemán:
pasando de 3100 a 8900 millones de marcos; lo que más llama la atención de los
contemporáneos es la capacidad de los exportadores alemanes para conquistar
mercados en todos los continentes. Así triunfa un “neomercantilismo” o un
proteccionismo de conquista que refleja la eficacia de la economía y refuerza las
convicciones de la sociedad alemana.
► De éste modo, Alemania pasa a ser una “potencia mundial”, es decir, un imperio
► Así nace una nueva burguesía que irrumpe con el deseo de la apertura al mercado
mundial, mientras que las antiguas clases dirigentes desean más bien la formación
de un bloque en Europa Central, cerrado a las influencias occidentales. A
principios de siglo, la contradicción entre éstos dos objetivos pone en peligro todo
el equilibrio interno del Reich.
última parece más sólida: renovada con la seguridad desde 1882, es una de las
herencias diplomáticas de la era bismarckiana.
frágil ya que entre 1904 y 1907 logra resolver conflictos existentes entre Londres y
París; y entre Londres y San Petersburgo. En vísperas de la Primera Guerra
Mundial, los británicos solo confirman una alianza consolidada con Japón.
► Dos percepciones antagónicas: del lado alemán, el complejo asedio; y del lado
► El choque del ritmo del “viejo continente” y el ritmo del mundo, la confusión entre
los litigios intraeuropeos y los que nacen del imperialismo, acentúan los riesgos de
conflicto haciendo reaparecer la idea de la guerra en la conciencia colectiva.
La carrera armamentista:
Primeras guerras:
La rivalidad naval:
Para el socialismo alemán neolassalliano, las clases obreras son solidarias del
capitalismo; son solidarias de la política colonial; son solidarias de una política de
armamentos, defensiva en principio, ofensiva si hace falta; y si el Imperio alemán
se viera arrastrado a una guerra ofensiva o defensiva, los obreros alemanes no
podrían desear su derrota. Son pues, solidarios de la constitución política
establecida en su país y están interesados por el mantenimiento de la dinastía
reinante; éste socialismo es nuevo debido a la ausencia de escrúpulos; conserva
una atenta preocupación por los intereses obreros inmediatos, pero no le
avergüenza desviarse de sus principios. Éste es el único socialismo que podrá
acceder alguna vez al poder, es quien seducirá el espíritu de las masas.
La crisis final:
La guerra total:
► Estatalización de la economía.
compensación.