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Análisis de Caso

CLARA VANSCA Y SUS HIJAS


Texto: Caso Social Individual. Mary Richmond, 1922
(Conceptos adaptados para favorecer la comprensión)

En una casa sórdida, infectada de insectos, la familia de Clara Vansca vivía en parte de la
limosna y en parte del salario del marido borracho. Cuando un programa de protección a la
familia se puso por primera vez en contacto con ella, hace unos diez años, Clara enviaba a
la mayor de sus dos hijas, de ocho años de edad, a recoger, entre los desperdicios de la
ciudad, objetos que luego podía vender para comprarse bebida. Tres años después, su
marido fue internado en un asilo de interdictos, que no abandonó desde entonces más que
una sola vez, y por muy poco tiempo.

Después de la internación del marido, Clara se dedicó cada vez más a la mendicidad; elegía
con preferencia el caer de la noche y llevaba consigo a los niños durante sus expediciones.
Contaba una historia lastimera que en parte era verídica y solicitaba siempre trabajo sin
aceptar ninguno de los empleos que le ofrecían. Todos los esfuerzos emprendidos en esta
época para que dejara de beber y para que se ocupara de su hogar y de sus hijas fueron
vanos. Ella parecía amar mucho a sus hijas, pero las descuidaba vergonzosamente. Al fin,
gracias a la intervención de un programa de protección a la infancia, las pequeñas fueron
confiadas por el tribunal, a una institución católica, y la obra de protección a la familia de la
que hablamos más arriba, persuadió a la madre a que ingresara voluntariamente en un
programa social. Entonces podemos decir que empezó el tratamiento social de la Sra.
Vansca.

La asistente social, por disposición del programa de protección a la familia de la que


hablamos, emprendió esa tarea y la prosiguió desde entonces sin interrupción. Esta
asistente había descubierto en esta situación sólo un elemento favorable: el amor de la
señora Vansca por sus hijas. Contando con este sentimiento, la asistente social sometió a
Clara, después de algún tiempo, el siguiente plan: su hogar sería reconstituido con la
condición de que ella pusiera su mejor voluntad en aprender todo lo que en el programa le
iban a enseñar; ella debía, además, una vez libre de la tutela del programa, demostrarse
capaz de ganar regularmente su vida.

La Directora del programa comprendió ese plan y unió sus esfuerzos a los de la asistente
para demostrarle a la señora Vansca que ese era el fin que intentaban lograr. Cada cierto
tiempo se entregaban informes que daban cuenta a la asistente de los rasgos de carácter
de la señora Vansca, tales como se revelaban día a día en la vida del programa.

Durante este tiempo la asistente estudiaba los antecedentes de Clara más cuidadosamente
de lo que había hecho hasta entonces; fue así que conoció a una parte de la familia. Clara
Vansca nació en América, sus padres eran austríacos, su padre había muerto cuando ella
era muy pequeña y su madre se había vuelto a casar después de haberla colocado en una
institución; pero también murió dejando a la niña de muy tierna edad.
Análisis de Caso

Clara tenía muchos hermanos, todos habían tenido éxito en la vida. Dos de ellos se habían
casado y tenían hogares obreros prósperos. La confianza de la asistente en la herencia
física y social de Clara aumentó; la familia era evidentemente de buen origen y poseía
sólidas tradiciones. Sin embargo, la actitud de sus parientes ante la señora Vansca
evidenciaba una reprobación impaciente. Ellos pretendían que los había deshonrado por su
conducta antes y después de su matrimonio. Cuando niña le había faltado la atmósfera
familiar, y las tentativas realizadas más tarde para disciplinarla no habían sido felices (uno
de sus hermanos le había pegado cuándo ella era ya grande); más adelante todavía, toda
su familia se había desentendido de ella de común acuerdo.

Las visitas de la asistente a los parientes de la señora Vansca tuvieron como resultado hacer
renacer el interés de su familia hacia ella. En efecto, uno de sus hermanos casados le ofreció
tomarla en su casa con los niños, en cuanto ella pudiera abandonar el programa. Pero la
asistente, previendo la larga lucha que iba a venir, no dio curso a esta proposición. Sentía
que a pesar de las mejores intenciones, los hermanos de Clara y sus esposas no poseían
la experiencia necesaria para resolver un problema tan difícil: se demostrarían impacientes
y arruinarían su intervención.

Cuando el tratamiento estuviera más adelantado, sin embargo, su simpatía y su buena


voluntad podrían tal vez ser oportunos. Cuando, al cabo de un año, la asistente hubo
encontrado fuera del convento un trabajo adecuado para Clara, su primer cuidado fue
preocuparse de que su cliente tuviese aspecto presentable. Y se interesó también por su
estado físico. Se le hizo atender la dentadura. El chal con que se cubría la cabeza fue
reemplazado por un sombrero, símbolo, por decir así en esa época, de su nueva condición.

Su salario debía ser entregado a la asistente y conservado para comprar muebles para la
futura instalación. Seis meses después, con gran alegría, las hijitas fueron retiradas del
hogar y la familia se reconstituyó. El año siguiente fue difícil para la familia y para la
asistente. Había sido convenido que ésta sería inmediatamente informada, en cualquier
lugar que se encontrara, si la propietaria de vivienda de la señora Vansca telefoneaba a la
oficina del programa que su inquilina se entregaba de nuevo a la bebida. Día y noche, a
pesar de sus ocupaciones, la asistente iba a toda prisa a ver a su clienta cuando ésta
sucumbía a la tentación.

Una noche, con un frío bajo cero, deambularon por las calles durante horas para que la
señora Vansca estuviera en estado de ir a su trabajo al día siguiente. Llegó el momento
crítico en el que hubo, por sexta vez en un año, que encontrar un nuevo puesto de trabajo
para esta clienta. Su desempeño había sido bueno, gracias a su aprendizaje en el convento,
pero algunos días había llegado tarde, otros no había ido. La asistente le hizo comprender
que la pérdida de este empleo le valdría de nuevo el alejamiento de sus hijos. Los préstamos
de dinero que le pedía a sus patrones y a sus compañeras debían terminar; su salario debía
ser enviado a la asistente que dispusiera del mismo, de acuerdo a la necesidad de la clienta.
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La señora Vansca prometió remitirle ella misma el sobre conteniendo el salario. Salvo
algunas excepciones, la señora Vansca mantuvo su promesa durante varias semanas,
confiándole a la asistente la totalidad de su salario. El sexto patrón se demostró indulgente
y comprensivo, y mantuvo relaciones continuas con la asistente. Uniendo sus esfuerzos,
consiguieron eliminar los deslices de la señora Vansca. Desde entonces conservó su
empleo, y está muy contenta con la camaradería de sus compañeras de tarea.

La señora Vansca gozaba de algunos días de descanso y se complacía enseñando bordado


a sus hijas, tarea que había aprendido muy bien en el programa. Una modista experta se
ofreció espontáneamente a dar lecciones semanales de corte y confección a las niñas. Más
adelante una dietista fue a casa de la señora Vansca a enseñarles a cocinar a la madre y a
las hijas. Alentaron a la señora Vansca para que arreglara y embelleciera su casa, que
cuidará sus hijas para que tuvieran buena salud y las vistiera con esmero, lo que por otra
parte le encantaba hacer. Entonces se le demostró a los miembros de la familia, a los que
no se les había podido confiar hasta entonces un papel importante, los admirables
progresos realizados por los Vansca.

Una vez establecida su confianza en Clara, se les pidió mantener relaciones frecuentes con
las niñas e intercambiar visitas con la madre en un pie de igualdad. Los parientes se
demostraron serviciales en muchas ocasiones, pero sin embargo, hubo que declinar el
ofrecimiento de uno de los hermanos: confiar a la familia Vansca la explotación de una
chacra que había comprado y hacer venir al marido, siempre internado en un asilo de
alienados. Hubo que someter la tarea escolar de las niñitas a un contralor continuo. Aunque
ni una ni otra hayan sido alumnas notables, ayudaron a su madre a hacer las cuentas de
los gastos del hogar, cosa que ella sola no hubiera podido efectuar. La asistente genero un
vínculo importante con señora Vansca que ésta pudo confiarle plenamente sus debilidades
accidentales.

Cuando la familia se vio obligada a mudarse, le dijo: “piense que usted se va a establecer
en un nuevo barrio, en el que nadie conoce su antigua costumbre. Aproveche esta ocasión
para lograr el respeto de todos”
.
Este respeto era un bien precioso, ya que las niñas de la señora Vamsca habían crecido.
Rosa, la mayor, era bonita, y la señora Vansca se compenetraba cada vez más de sus
deberes maternos al notar que los muchachos del barrio empezaban a cortejarla. La
asistente atribuye a este nuevo sentido de la responsabilidad el hecho de que la señora
Vansca no beba más. Hace tres años que es de una sobriedad perfecta.

Durante los últimos años que Rosa pasó en la escuela, dedicó sus horas libres a efectuar
fuera de casa trabajos domésticos livianos. Aprendió a emplear en forma conveniente su
salario y a economizar una parte del mismo. Cuando tuvo finalmente 300 dólares en el
banco, la alentamos para que llegara a los 500. Ayudó a su madre y a su hermanita.
Análisis de Caso

Actualmente la madre y la hija ganan alrededor de 90 dólares por mes. La joven ambiciona,
en cuanto llegue a los 500 dólares, comprarse una casa en la que vivirían las tres.

El día en que Rosa recibió su certificado de estudios, y en el que fue ataviada con el vestido
blanco confeccionado por ella misma, el orgullo de la madre no tuvo límites.
.

Instrucciones
- Lea con atención el caso que se presenta a continuación. Luego de ello, desarrollar las siguientes preguntas:

1.- Identifique y explique tres antecedentes Diagnósticos de Clara. Es decir, cuales son las principales problemáticas
que presenta antes de la intervención de la Asistente Social

2.- Analice cuales fueron las acciones realizadas por la Asistente Social que posibilitaron el cambio de la situación de
Clara

3.- En relación a la frase “Ella (Clara) parecía amar mucho a sus hijas, pero las descuidaba vergonzosamente”.
Justifique con argumentos si está de acuerdo con esta afirmación a la luz de la situación familiar en la que se
encontraban las hijas de Clara

4.- Identifique una de las problemáticas diagnósticas del caso de Clara y explique cómo esta afecta a la situación de la
familia

5.- Señale dos aspectos que hubieran sido importantes de intervenir en el caso, suponiendo que ustedes atienden a
Clara

6.- Indique antecedentes sobre la niñez de Clara y analice como la afectaron en su situación actual

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