Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Sergio aporta desde su experiencia, los 50 errores más comunes del emprendedor cuando te
lanzas a esta aventura. Estos errores los divide en 5 partes:
Robert Frost.
Declaración de intenciones:
“Tenéis que encontrar lo que amáis y esto sirve tanto para el trabajo como para el
amor. El trabajo llenará gran parte de vuestra vida y la única forma de estar satisfecho
es hacer lo que consideréis un trabajo genial. Y la única forma de tener un trabajo
genial es amar lo que hagáis. Si no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os
conforméis. Como en todo lo que tiene que ver con el corazón, lo sabréis cuando lo
hayáis encontrado. Si no lo habéis encontrado seguid buscando”.
¿Qué harías si tuvieses todo el dinero del mundo para ti y para tus seres queridos?
"Hablando con una pedagoga sobre la importancia de tener las cosas claras en la vida para
lograr resultados sorprendentes, me contó una elocuente anécdota. Le pasó a ella misma
mientras trabajaba como educadora en un campamento con niños. Una tarde les propuso un
juego a los chavales. Les dejó media hora para volver con el objeto más grande que pudieran
encontrar. La sorpresa aconteció transcurrida media hora: un tráiler de 20 metros entró en el
campamento tocando su potente claxon. El chaval había corrido hasta una carretera cercana al
campamento y había hecho autostop a camiones hasta que un camionero se decidió a echarle
una mano. Así que entró en el campamento con el objeto más grande que pudo encontrar: un
tráiler de 20 metros".
Y añadía Sergio: "Cuando tenemos claro lo que queremos en nuestra vida, suceden cosas
maravillosas".
Hay que marcarse objetivos por escrito siempre: focaliza tu energía y te proporciona una
sensación de bienestar. Además también hay que marcarse objetivos diarios. Todos estos
objetivos tienes que tenerlos siempre a la vista y revisarlos a menudo.
eSpecíficos.
Medibles.
Alcanzables.
Retadores.
Acotados en el Tiempo.
Un negocio es aquella actividad económica que se sostiene sin la presencia física continua de
su dueño. Lo demás son trabajos. Para conseguirlo tienes que ahorrar todo lo que puedas e
invertirlo en activos, que son todo lo que te proporciona un rendimiento económico a final de
mes con poco o nada de esfuerzo por tu parte. Se trata de crear un colchó n para imprevistos,
una reserva que, en principio, no se debe tocar, sólo en caso de emergencia. Tiene que ser el
suficiente para que te permita vivir con tu estilo de vida actual entre 1 año y medio y dos en
caso de que no ingreses ni un euro. Una vez que tengas este colchón sigue ahorrando para
invertir en activos que te proporcionen el suficiente dinero para vivir sin necesidad de trabajar.
El hecho de pensar que tienes que crecer siempre, te puede llevar a aceptar todos los trabajos
y a todos los clientes y eso provocarte que no tengas tiempo para nada más: grave error. Para
eso tienes que conocer tu zona crítica: donde el éxito puede suponer dejar de tener éxito. “La
mucha luz es como la mucha oscuridad: no dejan ver”. Por tanto crecer continuamente es una
opción y, como tal, tienes que valorar los pros y contras y estudiar muy bien cómo hacerlo.
SI solo eres emprendedor por dinero, tu actividad económica acabará por fracasar. Debes
comprender que tus acciones tienen resultados en otros ámbitos y que existen diferentes tipos
de beneficios relacionados entre sí. Esto es como un engranaje donde tienen que funcionar
todas sus partes para que no se rompa un eslabón.
Error 7: No ofrecer ningún valor añadido
Si no ofreces un valor añadido, algo que te diferencie y no lo comunicas de forma clara, serás
percibido como uno más. Es aquello por lo que quieres que se te reconozca aunque tus
clientes ni lo sepan conscientemente.
Una manera de hacerlo es dar al cliente más delo que espera en cada trabajo: entregar antes
de tiempo, dar algo que, que a ti te cueste poco y que el cliente no espere: “prometer poco y
dar mucho”.
Lo importante es buscar la ruta que quieres seguir y luego escoger la velocidad: ir más deprisa
no garantiza que se llegue antes, igual que trabajar más no significa que se haga mejor. Como
dice Covey: Primero lo primero. Por tanto hay que dedicar una parte importante de tus
recursos a pensar estratégicamente, para tener así cada vez menos urgencias.
Tenemos que irnos liberando de todas esas ideas, objetos y creencias que en estos momentos
de nuestra vida ya no nos sirven: reciclar todo ese material que te puede estar lastrando.
Igualmente de objetos que ya no usamos tanto en casa como en el lugar de trabajo; otra cosa
que nos consume son las tareas pendientes que llevan tiempo sin solucionarse: haz una lista y
empieza por hacer las más urgentes o las más fáciles. Lo importante es quitarte de en medio la
sensación de que tienes cosas antiguas por hacer desde hace tiempo.
Tener un seguro de vida por un valor que al menos cubra las deudas que dejarías en caso de
que pasase alguna desgracia. Igualmente con tu casa y tus bienes. También es importante
tener tus archivos a buen recaudo: hacer una copia de seguridad de vez en cuando. Tener un
antivirus es otra de las precauciones básicas. Otras recomendaciones son: hacer fotos de los
objetos de valor, dejar en el correo una copia de la agenda con los contactos y otros
documentos que puedas necesitar. Todo esto te proporciona paz mental.
PARTE 2: ERRORES FRECUENTES EN EL TRABAJO DEL DÍA A DÍA
Error 11: No darse cuenta de que lo que más valoran de ti cuando te contratan es la
confianza
Los negocios se mueven gracias a la confianza; el mundo también. Confianza es poder creer a
una persona por completo y a la primera. Por eso las personas a las que los demás creen
tienen mayores posibilidades de éxito en la vida. Para generar esta confianza, debemos
comportarnos de manera íntegra. Cualquier otra manera de comportarse es una impostura y
antes o después acaba por ser desenmascarada. Puedes equivocarte, pero no traicionar la
confianza de tus clientes. De esta manera se genere el boca-oído y estas personas corren a
contárselo a todo el mundo.
1º: Tener capacidad para explicar qué haces o qué puedes hacer: saber explicar de manera
clara y resumida qué haces y el beneficio que aportas. Esto hay que hacerlo de manera breve y
asegurarte de que tu red de conocidos saben bien a lo que te dedicas para que te puedan
recomendar.
2º La capacidad de saber explicar de manera correcta el trabajo que vas a desarrollar: tanto
en el folleto como en la propuesta que hagas; describir de manera pormenorizada los
diferentes conceptos en vital. Si puedes envíalo por mail y solicita confirmación del mismo
mediante firma o, al menos, por mail. Incluye también las condiciones de pago. Y si puedes
incluye referencias de otras personas para las que hayas trabajado.
3º La capacidad de dar un precio sin que te tiemble la voz, dudar o dar explicaciones: hay que
entrenarse en dar el precio que consideremos correcto y hacerlo sin dudar, ya que en nuestro
caso, te estás poniendo en valor a ti mismo. Nunca hay que justificarlo aunque sí explicar lo
que incluye. No des precios en el momento al dar un presupuesto, tómate tu tiempo para
reflexionar.
4º La capacidad de soportar el miedo al rechazo: tienes que tener claro que como
emprendedor, te van a decir NO muchas veces. Por tanto hay que desarrollar esa capacidad de
tolerar el no.
Error 13: Analizar demasiado: no seguir el ejemplo del león y la gacela Thompson
El león que consigue cazar a la gacela es aquel que, aunque haya escogido para perseguir a una
más rápida que a otras del mismo grupo, no cesa en el intento y no cambia de presa a mitad
de carrera. Por tanto: No analizar tanto y actuar más.
Adopta la costumbre de negociar al alza las fechas de entrega y no aceptes plazos ajustados
salvo que sea estrictamente necesario.
Una ley inmutable es: evita entregar algo un lunes, ya que significará que trabajarás el fin de
semana.
Error 15: No hablar con los clientes, proveedores, colaboradores…, por falta de tiempo
normalmente
La prisa que tenemos en muchas ocasiones es más un modo de funcionar al que estamos
acostumbrados, que una realidad; la mayoría de los trabajos pueden esperar un poquito. Así
podremos dedicar tiempo a una de las mejores inversiones: hablar con clientes, proveedores,
colaboradores, etc. Se trata de emplear tiempo cada semana para intercambiar opiniones,
sobre el último trabajo hecho o qué hace ahora. Así la relación irá más allá de lo estrictamente
profesional y redundará en beneficio mutuo. Por ejemplo, les podrás pedir que te
recomienden y te den feedback que puedes emplear para mejorar profesionalmente.
Error 16: Hablar lo que no hay que hablar y escuchar lo que no hay que escuchar.
Hablar mal de uno mismo es uno de los mayores errores que se pueden cometer. Tenemos
que estar atentos a qué tipo de lenguaje empleamos con nosotros mismos: entrenarnos en
detectar esa frases que nos minan: “es que soy tonto”, “siempre me equivoco”, etc. Y
cambiarlas por refuerzos positivos que nos ayuden.
Igualmente no debemos permitir frases limitadores que vengan de los demás: “no puedes
hacer esto”, etc. No hace falta corregir a estas personas, sino simplemente ser consciente de
ellas ya es un paso importante.
No puedes contar tampoco tus sueños a cualquiera: ya que siempre hay gente dispuesta a
demostrar que eso no es posible y a desmoralizarte sin ser consciente de ello. Por tanto sólo
hay que compartir los sueños con aquellas personas que vean posibilidades hasta donde no las
hay.
También centrarte en escuchar solo aquellas conversaciones que te dan energía y huir de las
que te la quitan.
Tenemos que centrarnos en desarrollar nuestro carácter que nuestra “fachada”. Está claro que
la apariencia es importante, pero los personajes creíbles y memorables, lo son desde la
autenticidad “no hay mayor atrevimiento que ser tú mismo”
Error 18: Presupuestar pillándote los dedos o dar un precio demasiado alto y quedarte sin el
trabajo.
Normalmente se da más el primer caso; esto es debido al miedo: miedo a perder el trabajo o
aquedarte sin clientes. Otra opción es que no te valores lo suficiente a ti o al negocio que has
montado. Se trata de pedir lo que se tiene que pedir en relación al valor que generas en tu
cliente.
Si te pasas de precio y pierdes el cliente, lo mejor es que hables con él para ver qué ha
ocurrido. En ese momento también puedes preguntar qué precio estaría dispuesto a pagar el
cliente y luego valorar si te interesa.
Para poner el precio adecuado, recomienda el método CCC o de los tres cálculos:
Otra opción válida es decidir primero cuánto quieres ganar al año, y después, cuánto quieres
trabajar al año. Luego puedes dividir los € entre las horas y el resultado es un aproximado del
precio que puedes pedir por hora.
Idea: si tienes que dar un precio aproximado de palabra, da siempre uno algo superior al que
calculas que va a ser.
Error 19: Pensar que sólo hay una manera de hacer las cosas
A veces pecamos de exceso de perfeccionismo y de creer que solo nuestra manera de hacer las
cosas es la buena. Es bueno delegar algunas tareas porque te resultará imposible hacerlo tú
todo. Si comprendes que hay cosas que, aunque no estén hechas como tú las harías, siguen
estando bien hechas, evitarás tener que hacerlo todo tú mismo y podrás dedicar tiempo a
hacer aquellas cosas en las que eres realmente bueno.
Error 20: Aceptar todos los trabajos
Hay que quitarse el miedo a decir no. Y si no puedes o no quieres decir no, recuerda que
siempre puedes subcontratarlo. Tienes que ser consciente de qué motivos te impulsan a
aceptar ese trabajo y aprender a seleccionar un poco. No solo te puedes basar en el criterio
económico, puede ser que te interese un trabajo poco rentable económicamente pero que te
motiva.
1. Elevando el precio.
2. Subcontratando.
3. Diciendo simplemente: “no”.
Concéntrate en lo que estás haciendo y presta atención a una sola cosa. Lo contario puede ser
un problema, ya que desciende tu nivel de concentración y puedes cometer errores con mayor
frecuencia.
Hay que tener claro que estamos en la era de la comunicación y que es necesario destinar
parte de los recursos a dotarse de unas herramientas mínimas de promoción:
¿Qué información vas a poner en tus tarjetas de visita? Son las 2-3 palabras que te van
a definir, aquellas palabras por las que quieres que te encuentren las personas.
¿Necesitas web? SI es así, hazlo bien, no seas mediocre.
¿Necesitas estar presente en la red? Busca qué sale de ti en la red.
¿Necesitas logotipo? SI es así busca que te asesoren correctamente y busca uno que te
apasione.
Cuida la impresión que da tu material profesional: catálogo, book, etc.
¿Tienes tu marca registrada? El trámite no es difícil ni caro y merece la pena no
arriesgarse en esto.
Usa siempre tu imagen logo o marca personal.
Error 24: No lanzar mil anzuelos
La repetición es la base del crecimiento, persevera: si lanzas muchas propuestas, haces muchas
llamadas o hablas con muchas personas diferentes, acabarás por poner la suerte de tu lado y
evita que te preocupes demasiado por cada propuesta. Se trata de lanzar acciones de manera
constante, no alocada.
Cuando a Antonio Catalán de AC Hoteles le piden consejo para montar un hotel responde:
“Apunta en un papel todas las cosas malas que te suelen pasar como cliente y procura que no
pasen en el tuyo”.
Para construir una marca piensa en una serie de atributos que quieres que te reconozcan,
trabaja por ellos y comunícalos de la mejor manera posible. Tu nombre tiene que sonar y estar
presente pero sólo asociado a los conceptos adecuados: publica artículos, escribe en un blog,
da conferencias, etc.
Una buena marca reduce la incertidumbre y genera confianza. Las claves son simplicidad y
presencia.
Ten claro que siempre estás comunicando, los 365 días del año y las 24h. de cada día.
La red de contactos es un grupo de personas con las que interactúas de vez en cuando sea de
la manera que sea.
Emplea, siempre que sea necesario las cuatro expresiones clave en las relaciones con otros:
gracias, lo siento, te quiero y por favor.
Por tanto cualquier encuentro con cualquier persona, debes de cuidarlo porque es clave.
Error 27: Trabajar con amigos y familiares
Cuando trabajas con amigos o familiares antes o después los roces aparecen. En caso de que lo
hagas es conveniente dejar claro un contrato lo más concreto posible al principio de la relación
y si es por escrito mejor, aunque sea mediante mail. Definir sobretodo dónde pueden estar los
posibles roces, quién hace qué y en qué plazos, las responsabilidades de cada uno y quién
hablará con quién y para qué. También qué pasará en el caso de que decidáis dejar de trabajar
juntos.
Es conveniente disponer de una o varias personas en las que puedas confiar para que te
gestiones todo o parte del trabajo cuando estés de vacaciones o al tener un pico de trabajo.
Éstas son una extensión de tu marca personal y lo que ellos hagan, te afectará de forma
directa, así que hay que tener mucho cuidado con su elección.
Pautas:
1. Trabajar solo con personas que se dedican a su trabajo como freelance, no con
aquellas que tienen otro trabajo.
2. Trabajar solo con aquellas que sean, como mínimo igual de buenas que tú, solo con
profesionales excelentes.
3. Trabajar con profesionales.
4. Cuídalos, como mínimo, igual que a tus clientes o más.
Selecciónalos por lo expertos que sean en el tema, olvídate de entrada de lo que te van a
cobrar; analiza sus productos o servicios, pide referencias, habla con ellos para ver si compartís
la manera de entender el trabajo, busca información sobre ellos.
Esto es la garantía de un trabajo bien hecho: piensa sólo en hacerlo bien y olvídate del
beneficio de cada trabajo. Tienes que rodearte de solucionadores de problemas y pagarles lo
que pidan siempre que sea razonable y posible.
Error 30: Pensar que el cliente siempre lleva la razón o no quitarse de encima a algunos
clientes
Es mejor caminar solo que mal acompañado. La norma básica es: rodéate sólo de los mejores y
haz lo posible por dejar lo más cerradas posibles las condiciones del contrato que regirá tu
relación.
Fernando Trías de Bes, en su libro El Libro Negro del Emprendedor dice cosas como ésta:
"Si está pensando en tener socios porque necesita dinero, hable con un banco.
Si está pensando en tener socios porque solo no puede con todo, emplee a un trabajador.
Si está pensando en tener socios porque hay un área que no domina, subcontrate ese servicio.
Si está pensando en tener socios porque necesita comentar ciertas cosas, contrate un coach.
Error 33: No hacer algo que te haga ilusión todos los días
Cada día es único y hay muchas horas por delante cuando eres emprendedor, por tanto debes
buscar hacer algo que te haga ilusión cada día: es como ir a la gasolinera o pasar por el taller
para que el coche no se pare.
No te dejes arrastrar por el día a día: mantén la cabeza a flote y dedica un tiempo a pensar
estratégicamente: para a escribir tus objetivos, a ver dónde quieres ir. Aprovechas las rachas
con menos trabajo a analizar cómo va tu trabajo ya disfrutar de los pequeños placeres, Puedes
hacer un DAFO (Análisis de Oportunidades y Amenazas externas y de Fortalezas y Debilidades
internas) de tu trabajo o de algún aspecto importante de éste.
Se trata de copiar a aquellos profesionales a los que las cosas les van bien: una actitud que
tienen es que aplican el principio de mejora constante. Es un error no pensar continuamente
cómo podemos mejorar algo que ya está funcionando. Debemos ser excelentes: siendo lo
mejor que podamos en cada momento y cada situación de la vida.
Algunas de las personas con las que te relaciones, de los alimentos que tomas y de las
actividades que normalmente desarrollas son sumideros de energía.
Claves:
Tomar decisiones en el momento: hay que tomar decisiones con agilidad y criterio. Se
trata de no postergar la toma de decisiones: hazlo o no lo hagas, pero decide lo antes
posible. No dudes, arriésgate a equivocarte.
Elimina objetos y tareas pendientes de realización.
Alcohol y tabaco.
Mala alimentación: recomendable tomar alimentos ricos en agua.
Decir lo que hay que decir en el momento.
Olvídate de habladurías, cotilleos y hablar de otros sin que estén delante.
Tenemos que desvincular la acción del resultado de la misma. Lo importante es hacer cada
cosa que hagas lo mejor que puedas. SI no puedes vivir tranquilo sin saber de qué vas a comer
de aquí a 6 meses, significa que no puedes ser emprendedor.
Disponer de esta información te ayudará a tomar las decisiones correctas. Debes computar en
cada jornada de trabajo, los tiempos que dedicas en tu jornada cada trabajo, proyecto o
actividad que realizas en el día. Te ayudará a:
Cuando llegas tarde a una cita significa normalmente que has priorizado otra actividad frente a
la que llegas tarde. Ser puntual además de mostrar respeto a los demás permite:
Si tienes que ir a varias reuniones seguidas sé prudente y déjate tiempo entre ellas.
Error 41: No ponerte en barbecho o no tener tiempo
Ley de Murphy: “Todo requiere más tiempo del que preveas”. Hay ciertos errores de partida
que hacen que vayas todo el día corriendo:
1. Pensar que el cálculo que hacemos sobre el tiempo que nos llevará una actividad se
cumplirá.
2. No dejar un tiempo para imprevistos: deja cada día un tiempo para lo inesperado y
evitarás tener que correr.
Guárdate de vez en cuando un tiempo sabático para regenerarte; el cuánto lo decides tú.
Aprovecha al menos un par de veces al año para bajar el ritmo.
Honestidad: Permite que tu palabra tenga fuerza y las personas confíen en ti.
Integridad: damos ejemplo a los demás y a nosotros mismo. Las personas íntegras son
un referente.
Trabajo constante
Generosidad: Principio para que los trabajos acaben bien hechos y haya personas
felices a tu alrededor.
Atención al detalle: prestar atención a las personas con las que hablas, observar lo
que hacen y dejan de hacer, estar atento a los cambios en la ciudad. Darte cuenta de
que lo grande está en lo pequeño.
Cuando cometas un error, que lo cometerás, saca algún aprendizaje de ello; el error siempre
aparece para enseñarnos algo: aprovéchalo, escúchalo y sigue caminando. Lo importante no es
lo que sucede sino lo que hacemos después, eso es lo único importante.
“La potencia sin control no sirve de nada”. Uno de los principales errores de los
emprendedores es que no dedican tiempo a pensar estratégicamente sobre su trabajo.
Trabajar más, pero no mejor, no sirve de nada, sino que en ocasiones puede ser
contraproducente.
PARTE 5: ERRORES FRECUENTES CUANDO DEJAMOS DE TRABAJAR
“El Secreto” explica que lo que piensas antes o después se acaba materializando en la vida
real: devuelve la responsabilidad de lo que sucede a la persona. Asimismo, las conversaciones
que tienes contigo mismo son muy importantes: identifica las frases que te dices, lo que
piensas y cómo te ves dentro de un tiempo.
Una idea es crearte un tablón con todas aquellas cosas que deseas conseguir: visualizarlo es la
mejor manera de atraerlo: dedica cada día un rato a visualizarlo con el mayor nivel de detalle
posible.
Cuando te haces emprendedor, tu trabajo pasa a formar parte de tu vida tanto que al final hay
dos maneras de trabajar:
Por lo tanto, esto requiere que trabajes en algo que realmente te motive e ilusione, de lo
contrario se hace difícil mantener el ritmo. Una manera de hacerlo es con un proyecto
personal que te motive lo suficiente como para trabajar en él sin remuneración. Esto te
permite:
Cuando haces algo que te motiva tanto, siempre quieres hablar de ello con tu familia y amigos,
además de estar pensando continuamente en ello. Una manera de hacerlo sin aburrir a tu
familia y amigos es creando foros donde puedas comentar estas inquietudes con personas
afines a ti en este sentido.
Las cosas no siempre salen como uno quiere; es cuestión de estadística: a veces salen bien y a
veces mal. Se trata de adaptarse a lo que pase: “Sé agua, amigo mío” como decía Bruce Lee, y
minimizar el impacto de los malos momentos y hacer todo lo posible por evitar su aparición.
Como resumen podría decir: “Encuentra a qué quieres dedicarte. Haz todo lo que esté en tu
mano para conseguirlo y, después, por favor, olvídate del resultado. Lo mejor es divertirte
por el camino”.
Si no lo haces, te auto colgarás un cartel que pondrá “necesidad”, y eso aleja las
oportunidades. Si actúas según tus valores y tienes claro lo que quieres, eso te llevará al éxito
antes o después.