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SIGLA: PS-541
INTEGRANTES:
AYACUCHO-PERÚ
2021
INTRODUCCIÓN
La llamada Salud Mental constituye un ámbito por demás complejo, con un sinnúmero de
problemáticas, muchas de ellas extensivas al campo de la salud en general. Una de estas dificultades
gira en torno a su delimitación, por cuanto la misma antinomia Cuerpo – Mente (ya caída
epistemológicamente), no parece hoy día ser operante en el abordaje de los problemas de salud, sean
estos de manifestación preponderantemente orgánica o mental
Asimismo, al definirse el derecho a la salud como elemento prioritario para el respeto del derecho a la
vida, éste resulta inseparable del acceso a los servicios de salud mental para aquellas personas que en
algún momento de su vida padecen psíquicamente.
Todas las normas mencionadas en el siguiente trabajo establecen obligaciones y pautas orientadas
relativamente a las políticas que están implementadas a favor de las personas con discapacidad , las
cuales requieren ser observadas por el Estado y que estas sean cumplidas o aplicadas sin vulneración .
Por otro lado, en nuestro país, carecemos de información sistemática y actualizada sobre la cantidad y
gravedad de las dolencias en Salud Mental o sobre las estrategias que se emplean para su mitigación,
dado que en los medios políticos, académicos o científicos no se han promovido estudios de corte
epidemiológico que abarcaran a importantes muestras poblacionales. Si bien no se halla difundida una
cultura del registro y la sistematización de información, que facilite rápidas estimaciones sobre la
distribución de las problemáticas de Salud Mental, se cuenta con estudios aproximados que señalan el
crecimiento en la incidencia de fenómenos tales como la violencia, la depresión, los suicidios, el
tabaquismo y el alcoholismo.
“El cuidado de la salud mental debe realizarse con enfoque de género, interculturalidad y de derechos
humanos”
En nuestra condición de seres humanos, nuestra salud y la de nuestros seres queridos es un asunto de
preocupación cotidiana. Cualesquiera que sean nuestra edad, género o antecedentes étnicos y
socioeconómicos, consideramos que la salud es nuestro bien más básico y fundamental.
Por otra parte, un mal estado de salud nos puede privar de asistir a la escuela o al trabajo, de cumplir
con nuestras responsabilidades familiares o de participar plenamente en actividades comunitarias.
Asimismo, estaríamos dispuestos a realizar numerosos sacrificios, si estos nos garantizaran que
nosotros y nuestras familias vamos a vivir una vida más larga y saludable.
“Todos los seres humanos nacen libres en dignidad y derechos.” Declaración Universal de los
Derechos Humanos, art.1.
Los derechos humanos son universales, políticos, civiles, económicos, sociales y culturales.
Pertenecen a todos los seres humanos, incluyendo a las personas con distintas capacidades. Las
personas con discapacidad deben gozar de sus derechos y libertades fundamentales en términos de
igualdad con las demás en sociedad, sin discriminación de ningún tipo.
Las personas con problemas de Salud Mental son objeto de discriminación generalizada, de exclusión
social, de estigma y, en muchas ocasiones, no se respeta su autonomía, voluntad y preferencias.
Nuestro colectivo forma parte de un grupo poblacional con altos niveles de exclusión social: las
personas con discapacidad. Para proteger los derechos de estas personas fue necesario crear de forma
explícita un instrumento de defensa: “La Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad”.
1.1. Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad:
La Convención no establece ningún derecho nuevo para las personas con discapacidad; más bien
profundiza en lo que significan los derechos humanos existentes y aclara las obligaciones de los
Estados partes de proteger y promover los. Para garantizar un entorno propicio en el respeto a los
derechos de las personas con discapacidad, la Convención incluye también artículos sobre la toma de
conciencia, la accesibilidad, las situaciones de riesgo y emergencias humanitarias, el acceso a la
justicia, la movilidad personal y la habilitación y rehabilitación, entre otros. Fue elaborado por
profesionales en colaboración con personas de distintas capacidades y sus familiares. El tratado se
firmó por más de 170 países y contiene 50 artículos que sientan las bases para la inclusión y completa
ciudadanía de las personas con discapacidad incluidas, lógicamente, las que tienen problemas de salud
mental.
En el ámbito internacional, la programación 1891 “ como el año internacional de los impedidos” por
las Naciones Unidas, significó un importante avance político hacia el tratamiento de la discapacidad
desde la perspectiva de los derechos humanos. A partir de entonces, la filosofía de participación plena
constituye el marco del desarrollo de la normatividad internacional a favor de las personas con
discapacidad.
En este sentido, el programa de “acción mundial para la salud de los impedidos” aprobado por la
asamblea general de las naciones unidas en su resolución 37/52 del 3 de diciembre de 1892 introduce
el principio de “igualdad de oportunidades” como un ámbito nuevo de intervención, así como el
reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad y de sus organizaciones de
participar en la toma de decisiones en los asuntos de su interés.
Al respecto, los “principios para la protección de los enfermos mentales y para el mejoramiento de la
atención de la salud mental , adoptadas por la asamblea general de las de las Naciones Unidas en su
resolución 46/119 de 17 de diciembre de 1991 establecen directrices claras sobre la protección de los
derechos fundamentales de las personas con discapacidad mental, así como para establecimiento de
instituciones psiquiátricos y para la atención de salud mental.
Estos principios establecen que todas las personas que padezcan una enfermedad mental, o que estén
atendidas por esta causa, tienen derecho a no ser discriminadas por este motivo y al respecto de su
dignidad . En este sentido , tienen derecho a la protección contra la explotación económica, sexual o
de otra índole , el maltrato físico o el trato degradante .
Asimismo todas las personas que padezcan una enfermedad mental tienen derecho a ejercer todos los
derechos civiles, políticos, civiles,económicos, sociales y culturales reconocidos en la Declaración de
los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de derechos económicos Sociales y culturales , pacto
internacional de los derechos civil y político, etc.
Adicionalmente, señalan la importancia que tiene el que el que todo paciente sea tratado y atendido,en
la medida de lo posible, en comunidad que vive . Asimismo , se establece el derecho que tienen los
pacientes de ser tratados en un ambiente lo menos restrictivo posible.igualmente cabe resaltar el
derecho que tienen las personas con discapacidad mental a no recibir tratamiento sin su
consentimiento informado , ni a ser internado o retenidos en una institución psiquiátrica , salvo en los
casos en que esto sea necesario para proteger la salud o seguridad de la persona que se trate o de otras
personas , así como sus derechos básicos y libertades fundamentales , conforme a las limitaciones
establecidas por la ley.
En relación a las personas con discapacidad por trastorno mental que se encuentran internados en una
institución psiquiátrica , debe ponerse especial énfasis al respecto de su derecho a tener vida privada ,
a la libertad de comunicación , a la libertad de religión o creencias . del mismo modo , tiene derecho a
contar con instalaciones para actividades de recreo y esparcimiento , instalación educativas, etc
Estos principios , deben interpretarse en concordancia con las disposiciones contenidas en las normas
uniformes , las cuales están orientadas a lograr la participación activa de las personas con
discapacidad en sus respectivas comunidades , así como su desarrollo integral en las condiciones de
igualdad.
Todas estas normas establecen obligaciones y pautas orientadas relativamente a las políticas que
deben implementar los Estados a favor de las personas con discapacidad , las cuales requieren ser
observadas por el Estado peruano .
En el Perú, la constitución política del Estado consagra en su artículo 7º que “ toda personas
incapacitada para velar por sí misma a causa de una deficiencia física o mental tiene derecho al
respeto de su dignidad y aun régimen legal de protección , atención readaptación y seguridad”
Asimismo, en la Ley General de la Persona con Discapacidad , Ley Nº27050, norma de desarrollo
constitucional emitida el 6 de enero 1999, establece los lineamientos orientadores de la labor de las
entidades del Estado en materia de discapacidades , con el objetivo de que puedan desarrollarse en
condiciones que garanticen el principio de igualdad de oportunidades y su plena integración en la
sociedad.
LEY Nº 30947, LEY DE SALUD MENTAL, tiene por objeto establecer el marco legal para
garantizar el acceso a los servicios, la promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación en salud
mental, como condiciones para el pleno ejercicio del derecho a la salud y el bienestar de la persona, la
familia y la comunidad. La atención de la salud mental considera el modelo de atención comunitaria,
así como el respeto ineludible a los derechos humanos y dignidad de la persona, sin discriminación, y
el abordaje intercultural, que erradique la estigmatización de las personas con problemas en su salud
mental.
En nuestro país, los problemas de salud mental se han visto agravados de una manera muy
significativa debido a factores socioeconómicos y culturales , como delincuencial el creciente
consumo de sustancia adictivas , las altas tasas de desempleo , las limitaciones en la educación y la
grave situación de pobreza en que vive la mayoría de los peruanos.
Es preciso señalar, que un importante número de las víctimas que la violencia política desatara en
1980 dejó en nuestro país, adquirió diversas formas de discapacidad física, mental y sensorial.
La Defensoría del Pueblo, de acuerdo con su mandato constitucional de defensa de los derechos
fundamentales de la persona y la comunidad, brinda atención prioritaria desde el inicio de sus
funciones a la labor defesa de los derechos de aquellos sectores de población que se encuentran en
mayor estado de vulnerabilidad, encontrándose en ellas las personas con discapacidad. Sin embargo,
en el caso específico de las personas con discapacidad por trastornos mentales, hemos recibido un
reducido número de quejas. Esta situación no hace sino que evidencia el desconocimiento de los
derechos que asisten a este sector de la población, tanto por parte de las propias personas con
discapacidad como de sus familiares, así como sobre a dónde acudir frente a su vulneración.
Se sabe que la atención a la población con discapacidad por trastornos mentales, en especial la que se
encuentra internada en centros psiquiátricos, dista mucho de los estándares contemplados en los
instrumentos internacionales que la vinculan a los derechos humanos.
Al respecto, debemos llamar la atención sobre la situación de aquellas personas con discapacidad por
trastornos mentales que se encuentran recluidas en los centros penitenciarios del país. Pues según el
informe defensorial sobre la situación del establecimiento penitenciario de régimen cerrado ordinario
de Lurigancho , se ha podido constatar la existencia la existencia en dicho penal de al menos 23
internos que tienen discapacidad mental. De estos. 15 tienen esquizofrenia, 3 tienen retardo mental y 5
otro tipo de discapacidades por trastornos mentales.
Los internos psiquiátricos se encuentran en un ambiente ubicado en el sótano del penal, el cual
presenta graves filtraciones que producen el deterioro de su estructura, a tal punto que el área
destinado al comedor ha sido reubicado en el área del pasadizo que a su vez es utilizado como
ambiente de terapia.
Los internos con problemas mentales requieren de una alimentación especial, debido a los frecuentes
cuadros de depresión que presentan. Esto, sin embargo, no se cumple, hecho que agrava su estado de
salud, originando cuadros de TBC.
Se entiende que se vulneran nuestros derechos cuando se limita el pleno ejercicio de los mismos
reconocidos por la Convención de la ONU. A menudo, las violaciones de derechos son el resultado de
prácticas erróneas o de políticas o leyes que no se han aplicado de forma adecuada. En otras
ocasiones, las violaciones de los derechos humanos ocurren sin ninguna intención de causar daño y
sin que exista conciencia. Por ello esta situación de vulneración de derechos se da en muchas esferas
de sus vidas, incluida la que se relaciona con la atención que reciben en los servicios públicos de salud
y apoyo social.
● En la mayoría de los casos la persona que lo sufre no tiene conciencia de que se están
vulnerando sus derechos.
● Existen especiales barreras para acceder a la justicia.
● Carecen de una cultura de denuncia.
● Falta de credibilidad.
● No denuncian para evitar el propio sufrimiento que conlleva recordar esa injusticia.
● A veces la denuncia se percibe como “rebeldía”, “manifestación de síntomas”, “ataque al
recurso o a los profesionales”, etc.
Las personas con discapacidad psicosocial o problemas de salud mental se enfrentan a una variedad
alarmante de abusos de derechos en nuestro país.
● Excesiva: sobremedicación.
● Obligatoria, forzosa, sin autorización.
● No se respeta la autonomía, voluntad y preferencia.
● Sin información.
● Con el fin de enlentecer, obnubilar para facilitar el trabajo de los profesionales. Contención
farmacológica.
El estado de salud de las personas con discapacidad psicosocial se ve afectado negativamente por
vulneraciones como:
Existe una mayor probabilidad de sufrir violencia de género en mujeres con problemas de salud
mental (el 75% lo han sufrido) puesto que:
● Existen barreras que impiden el acceso a los recursos destinados a las mujeres víctimas de
violencia de género.
● Falta de credibilidad en sus testimonios.
● En algunas ocasiones no se actúa para no descompensar (no agravar).
● Invisibilidad de los efectos psicológicos de la violencia de género.
● Con frecuencia se dan situaciones de abuso sexual y otro tipo de violencia en lugares de
custodia de personas con problemas de salud mental.
3.5. Vulneración de derechos en relación a la sexualidad
Algunos medicamentos producen falta de deseo y disfunción sexual; esto se puede convertir en una
vulneración de derechos cuando hay:
Existe una elevada tasa de desempleo de las personas con problemas de salud mental. El 84% están
desempleadas. Se vulneran los derechos puesto que se producen:
● Despidos.
● Exclusión de procesos de selección.
● Discriminación, incluso en empleos reservados para personas con discapacidad.
● Dificultades para encontrar un entorno laboral abierto, inclusivo y accesible.
● Falta de medidas para acceder y mantener un empleo (adaptación de puesto a sus
necesidades).
● Estigma como resultado de estereotipos y prejuicios mantenidos.
Se refiere a aquellas medidas adoptadas con la finalidad de controlar y reducir conductas peligrosas
hacia sí mismo o hacia los demás.
● Tratamientos involuntarios.
● Contención.
● Aislamiento terapéutico.
Ambas formas de tratamiento involuntario suponen una vulneración de derechos puesto que
existe:
● Medidas impositivas.
● Escasez de información con garantías de compresión.
● Falta de información sobre sus derechos.
● Falta de acceso a asistencia jurídica y representación.
3.7.2. Contención.
● Contención mecánica: Consiste en atar a una persona a la cama con correas, sujetándola de
la cintura, muñecas y tobillos, para impedir que se mueva libremente.
● Contención farmacológica: Consiste en suministrar fármacos que se dan a las personas.
La persona puede permanecer atada durante horas o incluso días dependiendo de la decisión del
personal sanitario. Puede causar daños psicológicos, hematomas, fracturas, atrofia muscular, coma,
asfixia por aspiración, problemas dérmicos y respiratorios, deshidratación, incontinencia, autolesiones
y muerte. Destruye la confianza en el sistema de salud mental. Efectos secundarios de los fármacos
suministrados sin consentimiento.
Se trata de una medida de castigo, control y poder que consiste en el confinamiento involuntario de
una persona en una habitación a solas. Conlleva una experiencia traumática para quien lo sufre.
Ejemplo de ello son los cerca 180 pacientes internados en el Hospital Víctor Larco Herrera, los cuales
no cuentan con el Documento Nacional de Identidad.
3.9. Concentración en Lima de los servicios de atención psiquiátrica ofrecidos por los
establecimiento de salud
La mayor parte de los servicios de salud mental de régimen cerrado se encuentran concentrados en la
ciudad de Lima; las excepciones de Piura y Cerro de Pasco (Huariaca). Esta política del sector salud
no permite una efectiva atención a los pacientes con trastornos mentales severos que viven en
diferentes departamentos del país, y que deben ser derivados necesariamente a los establecimientos
ubicados en dicha ciudad.
CONCLUSIONES
RECOMENDACIÓN
● Programas de apoyo familiar ubicados en la comunidad que proveen asistencia a las familias
de los individuos con discapacidades mentales que no puedan trabajar. En cualquier sociedad,
el apoyo familiar es una de las maneras menos costosas y más prácticas de apoyar la
integración comunitaria
● Seguimientos necesarias para asegurarse que las personas con discapacidades mentales y los
miembros de sus familias tengan acceso a los mismos servicios médicos, sociales y
educativos disponibles para otros ciudadanos peruanos
● Proveer atención para las personas con enfermedades psiquiátricas agudas en los hospitales
generales en todo el país.
● Establecer un sistema de supervisión y monitoreo de los derechos humanos para los servicios
de salud mental, tanto en las instituciones como en la comunidad.
● Apoyar la capacitación en derechos humanos, así como en la toma de conciencia sobre la
discapacidad, entre profesionales de la salud y otras personas que atiendan a las personas con
discapacidades mentales, a través de la implementación de la Ley 27741 que establece la
política educativa en derechos humanos y un Plan Nacional para su difusión y enseñanza.
● Promover la participación de la comunidad, que debe saber más acerca de cómo cuidar su
salud mental y cuándo demandar servicios. El ejercicio de ciudadanía, que pasa por conocer
cuáles son sus derechos humanos, en particular los alcances y significado del derecho a la
salud, es inherente a la protección de los derechos humanos y la promoción de la salud
mental.
● Instaurar desde ya mecanismos de participación de todos los actores interesados, incluyendo a
los usuarios y sus familiares en el planeamiento e implementación de políticas, monitoreo y
provisión de servicios, incluyendo una revisión periódica de la situación de derechos humanos
de los usuarios.
BIBLIOGRAFÍA
● Feafes SM Extremadura (2020): Guía Salud Mental y Mujer: Tus derechos son los míos.
● Confederación Salud Mental (2020): Informe sobre el estado de los Derechos Humanos en
Salud Mental: 2019.
● Consejería de Salud y Bienestar Social (2012): Derechos Humanos y Salud Mental
● ONU (2006): Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD).
● La Convención Interamericana sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra las Personas con Discapacidad, 7 de Junio de 1999, A.G./Res. 1608, entrada en vigor el
4 de septiembre del 2001 [en adelante Convención Interamericana sobre Discapacidad]. El
Perú ratificó la Convención Interamericana sobre Discapacidad el 30 de agosto del 2001.
● https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/ley-de-salud-mental-ley-n-30947-1772004-1/
● Recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Sobre la Promoción y
Protección de los Derechos de las Personas con Discapacidad Mental, COM. INTER. D.H.,
111ª Ses., el 4 de abril de 2001 [en adelante CIDH Recomendación].