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Resumen. Este artículo se centra en el análisis de las dinámicas de acción que contribuyen a la
articulación regional de los movimientos de mujeres y feministas de América Latina, y sus efectos en
la construcción de movimientos sociales como procesos de identificación colectiva complejos,
plurales y diversos. Para el análisis, destacaré dos procesos que permiten comprender sus
características actuales: 1) la diversificación de identidades (desde las mujeres indígenas y
afrodescendientes a los feminismos lésbicos) y su “solapamiento” movilizador (conflictos extractivos;
conflictos laborales, etc.) y 2) la diversificación de los espacios de participación, desde las
manifestaciones en la calle a la incorporación de la participación digital a través del uso de las app,
incluyendo las producciones audiovisuales: vídeos de denuncia, raperas, etc. Todo ello contribuye a la
ampliación del alcance y la difusión de las acciones y a su mayor presencia en comunidades sociales
virtuales.
Palabras clave: movimientos de mujeres; feminismos; mujeres indígenas; mujeres negras;
feminismos lésbicos; redes virtuales.
Cómo citar: Revilla Blanco, M. (2019): “Del ¡Ni una más! al #NiUnaMenos: movimientos de
mujeres y feminismos en América Latina”, Política y Sociedad, 56(1), pp. 47-67.
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Universidad Complutense de Madrid (España).
E-mail: mrevilla@cps.ucm.es
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Sumario. 1. “Ni una mujer menos, ni una muerta más”. 2. Movimientos de mujeres y feminismos en
América Latina: la delimitación del ámbito de análisis. 3. La diversificación de los procesos de
identificación. 4. La ampliación del repertorio de acciones al servicio de la movilización de las
mujeres latinoamericanas. 5. Conclusiones: diversidad y feminismos latinoamericanos, desafíos y
posibilidades. 6. Bibliografía.
En 2007, la CEPAL publicaba el informe ¡Ni una más! El derecho a vivir una vida
libre de violencia en América Latina y el Caribe, resultado del estudio
interdisciplinar sobre la violencia contra las mujeres en todas sus manifestaciones.
El título recogía el lema, aún hoy vigente, de las movilizaciones contra los
feminicidios de Ciudad Juárez, ¡Ni una más!, cuyo origen se atribuye a Susana
Chávez, activista y poeta contra los feminicidios de Ciudad Juárez, quien fue
también asesinada en 20112.
#NiUnaMenos es la consigna de la movilización que desde 2015 llevan a cabo
las feministas argentinas en denuncia de la violencia contra las mujeres y la
impunidad de quienes la llevan a cabo. Esa etiqueta fue una de las utilizadas por
organizaciones latinoamericanas, europeas y norteamericanas en la convocatoria
del paro internacional de mujeres del 8 de marzo de 2017 por la lucha contra el
heteropatriarcado, contra todas las desigualdades y todas las violencias contra las
mujeres. También se utilizó el 8 de marzo de 2018 en la convocatoria internacional
de huelga general de las mujeres en el empleo y en los cuidados, que logró
movilizar y visibilizar una gran fuerza. Tanta que Marcela Lagarde anunció
posteriormente: “[E]ste 8M ha comenzado el siglo de las mujeres” 3.
Estos dos lemas hermanan la lucha contra la violencia de género desde México
hasta Argentina, y su uso da continuidad a la lucha en el tiempo, evocando cambios
y reconfiguraciones en su interior. Hashtags, lemas, redes organizativas,
convocatorias internacionales, performances y vídeos se incorporan como
herramientas novedosas al repertorio de los movimientos de mujeres en América.
En algo más de una década, la lucha contra la violencia de género se ha
convertido en el mínimo común múltiplo de todos los feminismos. En América
Latina, el objeto de la lucha se centra en la vida de las mujeres que conviven en el
heteropatriarcado, en las mujeres y su reclamo sobre su cuerpo (“Mi cuerpo, mi
elección”, lema utilizado inicialmente para las campañas prodespenalización del
aborto) y en la experiencia de la violencia cotidiana en la calle (“Es acoso, no es un
piropo”), en la guerra y en la paz. Ese mínimo común que hermana distintas
identidades contribuye a desarbolar la existencia de un feminismo hegemónico
multiplicando las voces, los temas y las acciones a la vez que se diversifican las
mujeres que las protagonizan.
Este artículo se centra en la reconstrucción de esa multiplicación de las voces y
los temas y en la heterogeneidad que contribuye a la articulación regional de los
2
Información publicada el 12 de enero de 2011 en el periódico mexicano La Jornada, disponible en
http://www.jornada.unam.mx/2011/01/12/index.php?section=politica&article=010n2pol
[Consulta: 25 de mayo de 2018]
3
Entrevista publicada en El Diario Sur, el 10 de marzo de 2018, disponible en
http://www.diariosur.es/malaga-capital/marcela-lagarde-comenzado-20180310225613-nt.html
[Consulta: 26 de mayo de 2018]
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Para esta discusión en el caso concreto de las organizaciones latinoamericanas y su fundamentación teórica,
véase Cabezas, 2008.
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Para el análisis del caso de la participación de las organizaciones de mujeres en las políticas sociales
neoliberales en Chile, véase Revilla (1995).
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El Fondo Indígena se creó en la Cumbre Iberoamericana de 1992 como proyecto de Cooperación
Iberoamericana.
19
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (2006) representa a quechuas, quichuas, aymaras y
emberas.
http://www.coordinadoracaoi.org
[Consulta: 20 de junio de 2018]
20
El Consejo Indígena de Centro América (CICA) es una organización regional de los pueblos indígenas de
Centroamérica.
http://consejocica.org/
[Consulta: 20 de junio de 2018]
21
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica: creada en 1984.
http://coica.org.ec/web/
[Consulta: 20 de junio de 2018]
22
Los enlaces a las tres entidades se pueden encontrar en:
ALIANZA http://www.alianzami.org;
ECMIA http://www.ecmia.org;
RMIB-LA https://reddemujeresindgenas.blogspot.com.es/;
[Consulta: 7 de junio de 2018]
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Por fuera de este paraguas institucional, existen otras redes nacionales, como
pueden ser (sin ánimo de exhaustividad), la Asociación Nacional de Mujeres
Rurales e Indígenas (Anamuri) de Chile, la Organización Nacional de Mujeres
Indígenas Andinas y Amazónicas (ONAMIAP) de Perú, o Alianza Nacional de
Organizaciones de Mujeres Indígenas por la Salud Reproductiva, la Nutrición y la
Educación (Alianmisar) con sede en Guatemala. Por otro lado, han venido
celebrándose las Cumbres Continentales de Mujeres Indígenas del Abya Yala
(CCMI), la primera en Perú en 2009 y la segunda en Colombia en 2013, como
“forma de ganar espacios propios que se proyecten en la agenda indígena regional
e internacional” (Galeano y Werner, 2015: 231).
Los ámbitos de actuación fundamentales de estas redes y plataformas son el
reconocimiento y la ampliación de derechos, los territorios y los recursos
naturales, la sustentabilidad y la protección de la sabiduría ancestral. Su
presencia y participación en movimientos en defensa de sus tierras y sus cultivos
(con el movimiento campesino), o en organizaciones populares, sindicatos
rurales, e incluso indígenas, aunque ha sido constante, no ha contado con
mecanismos que visibilizaran su presencia (Gómez, 2015:5) o facilitaran la
articulación de sus demandas como mujeres indígenas.
Por otro lado, su relación con los feminismos no es (ni ha sido) fácil: “El
devenir de la relación ha estado pues marcado por la forma en que las mujeres
indígenas han experimentado la exclusión étnica y de clase al relacionarse con
otras mujeres, y la falta de apoyo que han recibido de las organizaciones de
mujeres y feministas en su lucha por la tierra y los derechos culturales de los
pueblos indígenas” (Cabezas, 2012: 12). La Declaración de las Mujeres Indígenas
del XII EFLAC de Bogotá instó “al Movimiento Feminista, a seguir fortaleciendo
alianzas y diálogos con las mujeres indígenas frente a la violencia hacia las
mujeres, la violencia institucional de Estado, la militarización de las regiones y
territorios indígenas y la destrucción acelerada de la pacha mama como resultado
del sistema económico actual que impera en nuestros países” 23.
23
http://www.14eflac.org/wp-content/uploads/2017/02/XII-Encuentro-Feminista-Latinoamericano-y-del-
Caribe.pdf
[Consulta: 4 de junio de 2018]
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Notas 29 y 30 bibliográficas
http://www.accionecologica.org/mineria/pronunciamientos/1524--pronunciamiento-publico-de-las-mujeres-
campesinas-indígenas-afrocolombianas-y-de-america-latina
[Consulta: 5 de junio de 2018]
31
Para la discusión y el análisis de conceptos como participación digital y “tecnoactivistas”, así como la
experiencia del Movimiento Indignado, véase: Romanos, Eduardo; Sádaba, Igor (2016): “From Streets to
Institutions through the APP: Digitally Enabled Political Outcomes of the Spanish Indignados Movement”.
Revista Internacional de Sociología, 74 (4).
32
“El 3 de junio de 2015, en la plaza del Congreso, en Buenos Aires, y en cientos de plazas de toda Argentina
una multitud de voces, identidades y banderas demostraron que Ni Una Menos no es el fin de nada sino el
comienzo de un camino nuevo”.
http://niunamenos.com.ar/?page_id=6
[Consulta: 7 de junio de 2018]
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en las app a su conexión con las redes feministas de otros países (latinoamericanos
y/o europeos)? ¿Se difunden marcos transnacionales de movilización a través de la
pertenencia a comunidades sociales virtuales? Indudablemente, este es un tema que
requiere investigaciones específicas que permitan avanzar en su conocimiento.
En la línea de la movilización autónoma de los feminismos en la politización de
la vida cotidiana, son muy importantes las campañas que se vienen desarrollando
en los últimos años por diversos colectivos de mujeres contra el acoso callejero.
Sobre este tema se ha constituido la Red latinoamericana de Observatorios Contra
el Acoso Callejero (OCAC), y existen observatorios en Bolivia, Chile, Colombia,
Costa Rica, Guatemala, Nicaragua y Uruguay. Se incluyen en la red organizaciones
de Argentina, Bahamas, Brasil, Ecuador y Perú33.
Respecto de la última cuestión que planteamos, la investigación dedicada a los
movimientos de mujeres, de género y de identidad sexual se ha fijado también en el
uso de un amplio repertorio de tácticas culturales que contribuyen al desarrollo de
la identidad colectiva, entre las que se incluyen la música, las actuaciones en la
calle, el teatro, etc. (Wulff, Bernstein, Taylor 2015:113). En el caso de América
Latina, el tema del acoso callejero y la violencia contra las mujeres es en el que se
concentra también la producción cultural alternativa feminista en la región. La
música y los vídeos son los dos medios más utilizados artísticamente por mujeres
jóvenes, que encuentran en ellos su modo de expresión y de lucha y sirven para
amplificar el alcance de las campañas colectivas y, sobre todo, para aproximarse y
sensibilizar al público más joven en su propio lenguaje. Se pueden destacar, como
ejemplo, tres experiencias artísticas: una individual, la argentina Malena Pichot 34;
una grupal, las mexicanas Las Hijas de Violencia 35; ambas experiencias denuncian
el acoso callejero en pequeños cortos de difusión en YouTube y otros medios.
Finalmente, una musical en la que mujeres jóvenes feministas expresan su voz con
el rap o con el hip hop36. Los casos de la chilena Ana Tijoux, la guatemalteca
Rebeca Lane, la mexicana Mare (Advertencia Lírika) o las cubanas Las Krudas
Cubensi destacan en un panorama diverso, en muchas ocasiones, de ámbito y
difusión local. El análisis de estos casos nos permite dar visibilidad a las
“experiencias marginales y de resistencia” de las que hablaba Mohanty, Underthe
Western Eyes, en 1984 (Garcés, 2011: 41), porque se constituyen como prácticas
micropolíticas de construcción de subjetividades (Garcés, 2011: 54).
33
https://www.ocac.cl/ocac-latam/
[Consulta: 7 de junio de 2018]
34
Malena Pichot cuenta con 1.262.936 seguidores en Twitter (@malepichot) y 404.448 en Instagram. Datos
obtenidos de sus cuentas, el 24 de mayo de 2018
35
“Las hijas de Violencia nace como proyecto paralelo a una investigación escénica sobre la violencia de
género. Buscamos, a través del arte performático, el punk y el vídeo, abordar la violencia machista legitimada
socialmente. Como actrices y como mujeres nos sentimos afectadas directamente y consideramos URGENTE
abordar la verdadera causa del problema: su naturaleza ideológica. Así como replantear a través de nuestro
que-hacer artístico a través del feminismo”.
https://es-es.facebook.com/pg/lashijasdeviolencia/about/?ref=page_internal
[Consulta: 3 de junio de 2017] (fuera de servicio).
Incluyen diversos vídeos y actuaciones callejeras en el canal youtube en su cuenta.
36
Para la aproximación a algunas de ellas, incluso accediendo a sus vídeos y música
http://www.nuevamujer.com/mujeres/actualidad/todos/recuperar-la-voz-diez-propuestas-de-rap-feminista-
latinoamericano/2016-03-01/184703.html
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Fuente: elaboración propia a partir de datos extraídos de las páginas de las autoras en las distintas
redes virtuales. Datos obtenidos entre el 22 y el 24 de mayo de 2018.
37
Algunos títulos constituyen por sí mismos un mensaje: “Antipatriarca” o “Sacar la voz”, de Ana Tijoux (con
2.773.967 y 8.314.099 visualizaciones, respectivamente, de sus vídeos en el canal YouTube); “Libre, atrevida
y loca”, de Rebeca Lane (1.052.040 visualizaciones); “Siempre viva”, de Mare (Advertencia Lírika) (74.412
visualizaciones); “Vivas nos queremos”, de Caye Cayejera (1277 visualizaciones). Todos los datos de
visualizaciones recuperados del canal YouTube, 22 de mayo de 2018.
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