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GRIERSON En agosto de 1894 se abrié un concurso de profesores en la cétedra de Obstetricia para parteras de la Facultad de Medicina. Con 35 afios, Cecilia se present6, pero el concurso fue declarado desierto. “Fue Unicamente a causa de mi condicién de mujer que el jurado dio, en este concurso de competencia por examen, un extrafio y unico fallo: no conceder la cdtedra ni a mini.a mi competidor", dijo tiempo después. La mujer que tuvo la audacia de ser la primera en obtener el titulo de médica en nuestro pais nunca tuvo la oportunidad de ser jefa de sala, directora de algun hospital, médica escolar 0 profesora de la universidad. Eran cargos a los que ellas no podian aspirar. Cecilia Grierson fue la primera médica de la Argentina y, segun algunos regi de toda Latinoamérica, Esta es la historia de una referente en la lucha por los derechos de las mujeres, que sufrio su falta en carne propia. Cecilia nacié en 1859 en Buenos Ares y vivié su primera infancia en las estancias de su padre, en Entre Rios. A los 6afios la enviaron a estudiar a Buenos Aires, pero cuando murié su pap, tuvo que volver para ayudar a su familia. Desde 1875, y durante tres afios, se dedicé a ser maestra rural, Como era menor de edad, el sueldo se lo pagaban a su mamé, A sus 15 afios viaj6 nuevamente a Buenos Aires para estudiar el mna- Gisterio. Ingresé a la Escuela Normal de Sefioritas, en Barracas, y se gradué de maestra primatia en 1878. Domingo Faustino Sarmiento, por entonces director de Escuelas, le dio su primer puesto al frente de un, grado en la Escuela Mixta de San Cristébal. Con su sueldo,logré mudar su familia a Buenos Aires, ‘UN GIRO INESPERADO Cecilia siempre habia pensado que su vida profesional estaria ligada a la docencia, “Creo que naci para ser maestra', solia repetir. Sin embar- 90, el rumbo de su vida cambiaria tragicamente. Amelia Kenig, su mejor amiga, padecia uns enfermedad respiratoria crénica, Luego de una lar- ga convalecencia, Amelia muri6. Motivada por el deseo de luchar contra la enfermedad y el dolor, Cecilia decidié entonces estudiar mediicina, En la Buenos Aires del siglo XIX, luminada por faroles a gas y querosén, con edificios que apenas llegaban a los tres pisos de altura, esa carrera es- taba reservada para los varones. Aunque ninguna regla escrita prohibia el ingreso de las mujeres, estaban implicitamente excluidas de la posibilidad de ser médicas, Sin embargo, Cecilia tenia un antecedente: Elida Passo, quien habia logrado ingresar a la universidad y habia recibido su titulo de 166 us ut 1 11s 18 nace nin cebirememeon, —wgpienptia farmacéutica en 1885, convirtiéndose en la primera mujer argentina en jgresar de una carrera universitaria, Mis tarde, Elida quiso estudiar medi- Cina y,jicio mediante, consiguie acceder a la carrera Lamentablemente, rmurié de tuberculosis en 1893, mientras cursaba quinto afo. Pero ya habia abierto el camino para Cecilia y muchas otras mujeres ‘Apesar de las dificultades y luego de un enorme esfuerzo, Ceca con- siguié un “permiso espacial” y logr6 ingresar a la Facultad de Medicina fen 1883, Alli fue el contro de las burlas y criticas de sus companeros y profesores. fortunadamente, nada la desalentaria de seguir estudiando. UAENSEMIANZA ANTE TODD Aprincipios de 1886, la ciudad de Buenos Aires fue azotada por la ter- cera epidemia de célera del siglo, y se requirié la colaboracién de todes, les estudiantes de medicina. Se improvisaron lugares de atencién y re- fugios para personas enfermas, Uno de ellos fue la Casa de Aislamiento (actual Hospital Mufiz), don- de Cecilia trabajé como ayudante. Esta experiencia la llevé a pensar en formar enfermeras. Mientras cursaba quinto afio y luchaba contra los prejuicios, creé la Escuela de Enfermeras del Circulo Médico Argentino, Ia primera en América Latina, que dirigié hasta 1913. E12 de julio de 1889, Cecilia se convirtis en la primera médica argentina. Su especialidad: cirugia, Sin embarao, nunca pudo conseguir trabajo. No podfan tener médicas cirujanas en los hospitales. La excusa era que rfadie confiaria en ellas. Por eso, apenas recibida, se incorporé al Hospital San Ro- que (luego Hospital Ramos Mejia) yse inciiné por ginecologia y obstetricia, 167 En 189), fue una de las fundadoras de la Asociacién Médica Argenting ¥, Un afio después, fundé la Sociedad Argentina de Primeros Auxilio, Gracias a su iniciativa y perseverancia logré que se abrieran salas de primeros auxilios en varios pueblos y establecié un consultorlo-escue- la psicopedagégico. También colaboré con la realizacién de la primera cesarea en el pais. Pese a que nunca consiguié un cargo de profesora universitaria, Ceci lia dio clases por otras vias, formé parte activa de distintas asociaciones ycreé la Revista Obstétrica para ayudar en la formacién de las parteras, Escribié muchas publicaciones sobre primeros auxilios yl libro Masaje préctico, publicado en 1897, que se convirtis en la base de la kinesiolo- gia argentina. ANUCHO NAS QUE BNA MEDICA ‘Ademas de su trabajo en el mundo de la salud, Cecilia luché a favor de los derechos de las mujeres. Fue sufragista y pionera en su trabajo para ‘mejorar a situaci6n civil, econémica, social y politica de las mujeres ar- gentinas. Fue vicepresidenta del Congreso Internacional de Mujeres en Londres, presidenta del Congreso Argentino de Mujeres Universitarias, ‘en 1910, y presidenta del Primer Congreso Feminista Internacionsl de la Repubblica Argentina, ‘También fue pintora y escultora, En sus Ultimos anos, se fue a vivir a Los Cocos, Cérdoba. El reconocimiento a una vida de trabajo, de investiga cién, formacién y vocacién nunca llegé. Al solicitar la jubilacién solamen- te le computaron veintidés aftos de servicio, en lugar de las veinticinco como médica y los cuarenta y cinco como docente. Aun en la pobreza, dons parte de sus propiedades para construir una escuela (la N°189, que. actualmente lleva su nombre} y una casa para artistas en Los Cocos, En su homengje, en 1935, se le dio su nombre a la Escuela de Enferme- Tia de la ciudad de Buenos Aires, y en 1967 se edité una estampilla con sunombre, Ademas, tanto en Buenos Aires como en Cérdoba hay calles que la recuerdan, El reconocimiento llegé tarde para ella, pero justo a tiempo para que la conozcamos y rescatemos del injusto olvide en el que la habia enterrado la historia oficial 168, didiiiniadillinieon ne pT itaath nal See eo oe eee eee Peers SRT a) eae eee ee ee eae eee) Pees Peete ead a eee) Investigacion: Valeria Edelsztein 169

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