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Caraísmo

Antigua sinagoga caraíta en Jerusalén.


El judaísmo caraíta o caraísmo es una corriente religiosa
del judaísmo, nombre que proviene del término hebreo ‫( קראית‬Qaraim:
"lectores") y que también es designada como Bené mikrá, que significa
"hijos de la Escritura", que reconocen al Tanaj como única máxima
autoridad, en oposición a los Bene mishnah, "hijos de la tradición".
"Porque cualquiera que se apoye ciegamente en alguno de los
maestros del exilio, sin investigar bien conforme a su propia sabiduría,
es como el que practica la idolatría." (Daniel al-Kumisi Epístola a la
dispersión, p.92).
Historia
Dentro del judaísmo de la Diáspora babilónica surgió una nueva
filosofía. La idea original era que Dios había dado toda la ley (la Torá)
escrita a Moisés. Pero poco después nació la idea de que Dios había
dado dos Leyes en el Sinaí: una oral (el Talmud) y otra escrita (la
Torá). Ya durante la época del Segundo Templo de
Jerusalén aparecieron sectas (los Saduceos y los Esenios), que iban
en contra de las enseñanzas de los Prushim (Fariseos), los cuales
fueron los antepasados del movimiento rabínico de hoy, en la cuestión
del valor divino de la Ley Oral, pero con la destrucción del Templo, la
secta ortodoxa se fortaleció tanto que las demás corrientes quedaron
marginadas.
El caraísmo surge con la unión de varios movimientos anti-talmúdicos,
pero su origen exacto se desconoce.
Las primeras evidencias del surgimiento del caraísmo son obras
litúrgicas y cancioneros que datan de los años 348, 359 y 437; los
cuales se encuentran en el Museo Británico. Una carta del primer
gobernador islámico de Egipto Amr ibn al-As, que data del 641, ordena
a los líderes de la comunidad rabínica no interferir en el modo de vida
de los "Qara’im" (en castellano "caraítas"), ni con la forma en que
celebran sus fiestas. Según fue transcurriendo el tiempo los diferentes
movimientos anti-talmúdicas de la Edad media, se fueron adhiriendo al
caraísmo.
Abraham Geiger postula una conexión entre los caraítas como un
remanente de los saduceos. Abraham Harkavy afirma que un
remanente de los antiguos saduceos todavía existía en el siglo octavo
y noveno, y que el sefer Sadok había sido transmitido a través de los
siglos para finalmente llegar a descansar en las manos de los
sucesores lineales de los saduceos, los caraítas. Sin embargo,
Bernard Revel, en su disertación sobre "Halajá Caraíta", rechaza la
existencia de continuidad entre saduceos y caraítas.
En el siglo VIII Anan ben David (715-795), un líder judío de
la Mesopotamia, escribió un Libro de los Mandamientos, en el cual
concentraba sus ideas y enseñanzas (diferentes de la que
actualmente se considera la doctrina caraíta). Negaba la obediencia
de las tradiciones rabínicas y declaraba el poder de
cualquier judío para explicar y practicar los mandamientos bíblicos a
su propio modo de ver, cada uno según sus capacidades. Organizó a
diversos elementos anti-talmúdicos y presionó al Califato para que
estableciera una segunda organización autónoma de judíos en el exilio
o Exilarcado, para aquellos que rechazaban por completo el Talmud, y
por ende a los rabanitas que lo imponían. Los musulmanes
concedieron a Anán y sus partidarios la libertad religiosa para practicar
el judaísmo a su modo. Reunió Anan en derredor suyo a un amplio
grupo de seguidores, quienes fueron conocidos como ananitas. Anan
levantó una sinagoga en Jerusalén, que se se mantuvo hasta la época
de las Cruzadas.
Poco tiempo después de la muerte de Anan, sus seguidores se
fusionaron con otros grupos anti-talmúdicos y tomaron el nombre de
"Seguidores de la Biblia", o en hebreo Benei Mikrá. El desarrollo de los
caraítas se hizo entonces patente, alcanzó popularidad e influencia
extendiéndose fuera de la comunidad judía de Babilonia por Oriente
Medio. En el siglo X el principal dirigente de judaísmo rabínico en el
Oriente Medio, Sa'adiah Gaón, los excomulgó.
Los caraítas se expandieron por Palestina, Siria y Egipto. Algunos
llegaron también a Al-Ándalus, parte meridional de la península Ibérica
de predominio musulmán durante la Edad Media. Desde el siglo IX
floreció la comunidad caraíta de Jerusalén, fortalecida por una
migrantes procedentes de Persia. Los siglos IX y X experimenta la
época dorada del caraísmo, período de rápido crecimiento. Los
cruzados los expulsaron y quemaron allí sus sinagogas en el 1099,
pero fueron restauradas cuando la ciudad fue retomada por los
musulmanes. Muchos caraítas se radicaron en el imperio jázaro,
desde que a finales del siglo VIII el rey se convirtió al judaísmo. El
número de judíos aumentó allí especialmente desde el 944 cuando el
emperador de Bizancio pretendió obligar a los judíos a convertirse al
cristianismo. Tras la decadencia y desaparición de "Jazaria" en el siglo
XI, el mayor número de caraítas se radicó en Crimea, de donde
pasaron a Lituania y Polonia.
En Egipto, Maimónides, destacado talmudista del siglo XII, debido a su
eficiente erudición y actitud tolerante con los caraítas se ganó la
admiración de éstos, cosa que hizo que se debilitase la posición de los
líderes caraítas. Con el tiempo perderían fuerza modificando criterios y
principios, en esencia perdieron el objetivo principal y se adaptaron en
parte al judaísmo rabínico.
Debido en gran parte a los esfuerzos de Mordechai Avraham Alfandari
(1929-1999) y otros colaboradores caraítas, el judaísmo caraíta recibió
un gran estímulo y como resultado de su labor, ocho años después de
su muerte, en 2007, los primeros 14 nuevos estudiantes del caraísmo
fueron recibidos en la comunidad caraíta en una ceremonia de
conversión efectuada en la ciudad de Daly City, California. Dicho
evento puso fin a la era de aislamiento caraíta de 500 años. En la
actualidad, aproximadamente cada dos años se celebran nuevas
conversiones en la misma ciudad, dándole nueva vida e impulso al
movimiento.
Actualmente el judaísmo caraíta se compone de varias organizaciones
como la Judíos Caraítas de América (sus siglas en inglés son KJA),
Movimiento Caraíta Mundial (sus siglas en inglés, WKM), entre otras
más. Además de que cuenta con la Universidad Judío Caraíta (KJU),
la única organización encargada del aprendizaje de los futuros
conversos luego de que estos terminen el proceso de estudio.
En Israel
A principios de la década de 1950, el Gran Rabinato se había opuesto
a la inmigración de judíos caraítas a Israel, pero no la pudo obstruir.
Sin embargo, en 2007, Rabí David Ḥayim Chelouche, el rabino en jefe
de Netayana fue citado en el periódico The Jerusalem Post así: "Un
caraíta es un judío. Los aceptamos como judíos y cada uno de ellos
que desee volver (al judaísmo mayoritario) lo aceptamos. Hubo una
duda de que si los caraítas tendrían que pasar por una circuncisión
virtual para pasarse al judaísmo rabínico, pero el rabinato está de
acuerdo que hoy día eso no es necesario". Aproximadamente 25.000
caraítas viven en Israel.

Algunos rasgos diferenciales entre caraítas y rabinos


Los caraítas consideran sagradas a las 'Escrituras Hebreas', pero no
las 'Tradiciones orales'; a diferencia de los rabinos. Los caraítas dan
lectura e interpretación personal a las Escrituras a diferencia de los
rabinos.
Algunos ejemplos
Éxodo 23:19 dice:
"No cocerás un cabrito en la leche de su madre".
Los caraítas entienden estas palabras al pie de la letra. Sin embargo
los rabinos para este versículo entienden que hablaba de la
prohibición de comer carne y leche juntas.
En Deuteronomio 6: 8, 9 los caraítas les dan a estos versículos el
significado figurado y simbólico, sin embargo los rabinos afirman que
los varones judíos deben ponerse las Filacterias cuando oran y que
tienen que colocar la Mezuzá en la jamba de su puerta.

Doctrina
Sinagoga Caraíta Bnei Yisrael.
Los caraítas se guían por una interpretación sencilla (Peshát) de
la Biblia Hebrea y de la Ley Mosaica, rechazando innovaciones
posteriores tales como la Ley Oral Rabínica. Rechazan la forma de
judaísmo más practicada hoy día, que en sus tres corrientes mayores
se guía por el Talmud. Creen que "los talmudistas" adulteran el
verdadero mensaje de las Escrituras Hebreas agregando las
enseñanzas de los Rabinos que se encuentran en el Talmud, ya que
los talmudistas dan por sentado una de estas tres cosas o todas, 1. El
talmud es la única interpretación de la Mikra (Biblia Hebrea). 2.
Enseñan que el contenido del talmud es de origen divino, y que por lo
tanto lo que el contiene es totalmente cierto 3. Que fue revelado
oralmente a Moshe en el desierto y que fue pasado de generación a
generación. Tras este escenario los caraítas se fundamentan en el
mandato de Deuteronomio 4:2 No añadiréis a la palabra que yo os
mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de
YHWH, vuestro Dios, que yo os ordeno..
Consideran la era actual de la historia humana como el periodo
del Gran Exilio. Interpretan que las Escrituras Hebreas describen esta
era y predicen que en ella la nación de Israel abandonará el verdadero
camino del Creador por la religión de fabricación humana. Dicen que
los profetas enseñan que esta era acabará con el retorno de Israel al
Creador bajo el liderazgo del ungido Rey de la Casa de David y con
adopción de la religión de las Escrituras Hebreas por toda la raza
humana.
El caraísmo no es una fe monolítica en la que cada creyente está de
acuerdo en todos los detalles, pues el peso de la interpretación recae
en el individuo y no en una autoridad central. Los caraítas mantienen
que cada ser humano tiene la obligación de estudiar las Escrituras
Hebreas y determinar por sí mismo el significado correcto de los
mandamientos de Dios basándose en su propio razonamiento y
entendimiento. A cada persona le exigen tomar responsabilidad
personal en la interpretación de la Biblia hebrea pues es cada
individuo quien va a ser llamado a dar cuenta de sus propias acciones
en el Día de Juicio. Enseñan a investigar con cuidado las Escrituras
sin confiar en la opinión de nadie y piensan que "aquel que se apoya
en cualquiera de los maestros del Exilio sin investigación personal, es
como si hubiera cometido idolatría".

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