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Brandon Estiven Rivera Cossio

Educación y políticas de inclusión

Instituto de filosofía

Michel Desmurget: La fábrica de cretinos digitales. Los peligros de las pantallas para
nuestros hijos.

En su libro La fábrica de cretinos digitales el neurocientífico francés Michel Desmurget


analiza una vasta cantidad de estudios científicos sobre la influencia de los aparatos
tecnológicos en diferentes ámbitos de la vida humana. Su postura, con base a estos
estudios, es que el uso prolongado de tecnologías digitales es contraproducente en el
desarrollo y la formación de los seres humanos.

Desmurget arremete contra aquellos “gurús” que aseguran que hay amplia evidencia a favor
del uso beneficioso de las tecnologías digitales a lo largo de la vida y, particularmente, en
los primeros años de la existencia. Desde su óptica, tales aseveraciones corresponden más
bien a desinformación, intereses personales o, como lo mostrará a lo largo del libro,
intereses económicos. Frente a esto, el autor galo invita a mirar con ojos críticos las
afirmaciones de la mayoría de estos charlatanes mediáticos, a contrastar hipótesis con
resultados empíricos y a analizar con lupa las diferentes fuentes que se utilizan. Sin
embargo, aquí podría preguntársele ¿Cómo hacer esto sin la formación previa en manejo
crítico de la información?

Para atender a este llamado es necesario que las familias, los centros educativos y en
general la sociedad se tomen en serio esta tarea y empiecen a formar en un verdadero
pensamiento crítico. Hoy más que nunca es necesario aprender a navegar entre el ancho
mar de la (des)información sin hundirse en el intento. ¿Qué apuesta hacen los maestros en
esta dirección? ¿Saben los maestros analizar críticamente la información? Vale la pena que
revisemos el sistema de formación de los futuros docentes.

Después de cumplir su llamado y analizar críticamente algunos estudios, artículos y


comunicados en favor de la alta exposición a tecnologías digitales, Desmurget emprende su
ataque. A través de diversas estadísticas que describen la cantidad de tiempo destinado por
diferentes rangos de edades al uso de las tecnologías digitales en Estados Unidos, el autor
comenta alarmado las altas cifras de exposición en etapas tempranas. El impacto a largo
plazo que puede traer el remplazo de las relaciones sociales más elementales por la
digitalización de la vida es enorme en términos de desarrollo cognitivo, afectivo,
emocional, corporal y de salud. Aun así, no es posible extrapolar exactamente estas
conclusiones al contexto local, puesto que, la situación económica, social y cultural
colombiana no se asemeja a casi ninguna otra ¿Qué pasa en lugares alejados donde no
existe ninguna exposición a los medios digitales, tales como las comunidades rurales
alejadas, y aun así persisten rezagos en términos cognitivos, económicos y culturales?

Frente a todo esto, la recomendación del autor es que se limite de forma comprensiva el uso
de estos aparatos digitales, sobre todo, en edades tempranas, no obstante ¿Cómo hace esto
una madre cabeza de hogar que tiene que trabajar todo el día y no puede controlar la
exposición de sus hijos a aparatos como la televisión?

En el ámbito educativo es mucho más grave la cosa. Según Desmurget la creciente


digitalización de los sistemas educativos de todo el mundo obedece a intereses económicos
más que pedagógicos. Tras el aumento en la compra y dotación de computadores, tabletas y
celulares se esconde la progresiva pérdida de inversión en el sistema educativo por parte de
las administraciones locales, ya que, de esta forma, no tendrán que pagar los altos salarios
de profesores altamente calificados. Lo alarmante de esta situación es que dicha decisión
solo ayuda a aumentar la brecha educativa existente entre las diversas clases sociales pues,
solo aquellos que tengan los conocimientos y la motivación intrínseca para aprender de
forma autónoma y digital será capaz de aprovechar los medios tecnológicos.

Es más que claro que los profesores son parte importantísima de la educación en general,
por ello pretender limitar su autonomía y creatividad con la desvalorización de su papel
intelectual es más que perjudicial para nuestros sistemas educativos. El maestro no es un
mero técnico del currículo, como lo pretendió la tecnología educativa en el siglo pasado.

Es importante que los maestros empiecen a cuestionar su rol y a defenderlo, como lo


pretendió el movimiento pedagógico, pues, solo de esta forma podrán tomarse los sistemas
educativos y combatir las ideas de precarización que critica Desmurget. Por último, pero no
menos importante, también es necesario que los maestros se cuestionen a sí mismos, sobre
sus fines, sus formas y su vocación ¿Quién no conoció el maestro que daba siempre la
misma clase de la misma forma y hasta contaba los mismos chistes de siempre? Y ¿quién
no escucho a un maestro decir que iba a poner una película “porno(darclase)” en su hora
académica?

Referencia

Desmurget, M. (2020). La fábrica de cretinos digitales. Los peligros de las pantallas para
nuestros hijos. Ediciones península.

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