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Estrategias de movilización y crisis de la Universidad pública: el caso

de las manifestaciones estudiantiles de la UNAM, UAM y el IPN en la


Ciudad de México durante el año 2022.
Durante las últimas cuatro décadas, la sociedad mexicana se ha transformado
estructuralmente a partir de su inserción en los procesos de globalización hegemónicos a
nivel mundial, correspondientes a una nueva fase del capitalismo fundada sobre los preceptos
de la teoría económica neoliberal, en donde por encima de criterios políticos y sociales,
primaba el beneficio económico y la salud de las finanzas públicas, teniendo repercusiones
sobre diferentes instituciones y quienes las habitan.

Se suele pensar que el neoliberalismo es solo una serie de políticas económicas, no


obstante ha venido acompañado un orden normativo de la razón que transforma cada dominio
humano y cada empresa (junto con los seres humanos mismos), de acuerdo con una imagen
específica de lo económico. Desde esta perspectiva, toda conducta es una conducta
económica y todas las esferas de la existencia se enmarcan y miden a partir de términos y
medidas económicas (Brown, 2016).

En México, desde el ámbito educativo, bajo la premisa de una revolución en la


educación, se fue imponiendo un discurso asociado a la eficiencia y la productividad,
sustentado en una política económica de ajustes y restricciones, teniendo efectos devastadores
sobre la educación y de manera contundente en la educación superior (Casanova Cardiel,
2022). La Universidad no solo se vio afectada por las transformaciones económicas
expresadas en el recorte al presupuesto educativo, sino que, al existir una influencia
preponderante de la esfera económica sobre la política, también se vió disminuida en sus
rasgos democráticos y como institución encaminada al bien público, transformándose en una
Universidad que debe de ser de “excelencia” y “calidad”, volcada al mercado y poco
articulada a las necesidades sociales (Guerrero Solis, 2020). En este sentido, el
neoliberalismo poco a poco ha ido generando condiciones de la política en donde están
ausentes las instituciones democráticas y en donde los individuos pierden su valencia y lugar
político (Brown, 2016), teniendo como resultado el surgimiento de diferentes crisis dentro de
la institución universitaria.

De este modo, es posible hablar de un fenómeno ambivalente, que por un lado,


repercute sobre las condiciones económicas y materiales de la institución universitaria, y por
el otro, transforma las relaciones políticas y democráticas dentro de la misma.

Solo con el tiempo y a través de la agudización de sus diferentes crisis, se han hecho
evidentes los efectos de las políticas neoliberales sobre amplios sectores de la sociedad,
estando las y los jóvenes universitarios entre los principales afectados. De este modo, durante
las últimas dos décadas, es posible dar cuenta no solo en México sino en toda América
Latina, el surgimiento de diversos ciclos de la protesta protagonizados por las y los jóvenes
universitarios, quienes a través de diferentes formas de participación política no convencional
(caracterizada por una fuerte desconfianza a los mecanismos de participación planteados por
las instituciones), logran irrumpir en el debate político no solo para mejorar las condiciones
de económicas y democráticas de la Universidad, sino muchas veces con miras hacía la
transformación de la sociedad a partir del espacio universitario.

En este sentido, el estudio a realizar se inscribe dentro de la línea de investigación en


la que las y los jóvenes universitarios se presentan como actores fundamentales a la hora de
irrumpir en el escenario político de sus universidades y sociedades; lo anterior, a través de
diferentes estrategias de movilización y en contra de los efectos más adversos de la
preponderancia del razonamiento económico, sobre las cuestiones político-democráticas
dentro de las instituciones de la sociedad y con especial énfasis en la institución universitaria,
reconociendo su producción intersubjetiva, instituyente y autónoma, que opera desde los
deseos de bienestar y creatividad social.

El objetivo de la investigación es indagar sobre cuáles son los significados que le dan
las y los jóvenes universitarios a sus estrategias de participación política con respecto a su
intervención en los problemas relativos a la precarización de la vida universitaria y su
contexto socio histórico y educativo institucional en el que se enmarcan.

Preguntas de investigación
Pregunta general:

1. ¿Cómo se configura la relación entre las estrategias de movilización de las y


los jóvenes universitarios y su contexto socio-histórico y educativo-
institucional en el que se enmarcan?

Preguntas específicas:

1. ¿Qué significados le dan las y los jóvenes universitarios a sus estrategias de


participación política con respecto a su intervención en la crisis de la Universidad
pública?

2. ¿Qué relación existe entre las diferentes estrategias de movilización y las diferentes
adscripciones identitarias de las y los jóvenes universitarios.

3. ¿Cuál es la función productiva en el terreno cultural y crítica en el terreno político de


las estrategias de movilización por parte de las y los jóvenes universitarios ante la
crisis de la Universidad pública?

4. ¿Qué tipo de ”quehacer universitario” surge en un contexto de crisis de la Universidad


pública y cuál es su relación en la construcción de sujetos políticos capaces de ejercer
de manera crítica su ciudadanía?

Objetivos de investigación

Objetivo general:

1. Investigar la manera en que las y los jóvenes emplean determinadas estrategias de


movilización para irrumpir en el orden político en un contexto de desconfianza
institucional y de crisis ante los efectos del sistema económico y político neoliberal
sobre la institución universitaria.
Objetivos específicos:

1. Indagar sobre los significados le dan las y los jóvenes universitarios a sus estrategias
de participación política con respecto a su intervención en la crisis de la Universidad
pública.

2. Identificar cuál es la relación existente entre las diferentes estrategias de participación


política y las diferentes adscripciones identitarias de las y los jóvenes universitarios

1. Analizar cuál es la función productiva en el terreno cultural y crítica en el terreno


político de las estrategias de movilización por parte de las y los jóvenes universitarios
ante la crisis de la Universidad pública

2. Definir qué tipo de concepción del ”quehacer universitario” surge en un contexto de


crisis de la Universidad pública y cuál es su relación en la construcción de sujetos
políticos capaces de ejercer de manera crítica su ciudadanía

Estado del Arte


Para lo anterior, se realizó una aproximación a diferentes artículos empíricos realizados bajo
diferentes líneas de investigación pertinentes en el caso planteado; lo anterior, durante las
primeras décadas del siglo XXI, principalmente en Latinoamérica y en menor medida en
México. Dicha aproximación tiene como objetivo dar cuenta de las principales discusiones y
problemáticas con respecto al fenómeno analizado, reconociendo los diferentes aportes, así
como identificando vacíos y las líneas de investigación pendientes. Solo de este modo, será
posible ofrecer un panorama del estado que guardan las investigaciones con respecto a este
tema, lo que permitirá encontrar diferencias y similitudes a la hora de realizar propuestas de
estudio que contribuyan a generar nuevo conocimiento.

Para lo anterior, se ha dividido el estado del arte en cinco apartados correspondientes


a las siguientes temáticas: 1) las principales líneas de investigación en el área; 2) los
diferentes estudios empíricos respecto a la irrupción en lo político de las y los jóvenes desde
el ámbito universitario en México y América Latina; 3) las diferentes propuestas
metodológicas para el abordaje en la comprensión de motivaciones y significados por parte
de las y los jóvenes universitarios; y finalmente 4), una síntesis con los aspectos más
sobresalientes de esta primera aproximación documental, dando cuenta de las diferentes
maneras de abordar el problema, los diferentes vacíos existentes y las perspectivas que
pudieran ser útiles a la hora de realizar la investigación.

1. Principales líneas de investigación con respecto a la participación política


política de las y los jóvenes universitarios como forma de irrumpir en el
orden político.

En una primera aproximación a diferentes investigaciones empíricas relacionadas con la


participación política de las y los jóvenes universitarios, fue posible afirmar que no es un
campo de estudio nuevo ni poco abordado, sino que existe una vasta discusión con respecto
al tema, no solo en México, sino en toda América Latina, principalmente en Colombia, Chile
y Argentina. En este sentido, a partir del material revisado, fue posible identificar cuatro
grandes líneas de investigación generales presentes en cada contexto con respecto al tema:

a) Desconfianza institucional.

Una de las principales características encontradas fue una valoración negativa de los actores e
instituciones encargadas de administrar lo público. Autores como Taguenca y Gonnzález
señalan que la mayoría de las y los jóvenes son aparentemente “indiferentes” y “apáticos”
con respecto a la política y lo político, teniendo como resultado que su vida cotidiana esté
separada de las decisiones políticas. Sin embargo, los mismos autores señalan que, pese a ser
una minoría, las y los jóvenes con actividad política son un referente importante para analizar
las variaciones y permanencias del imaginario juvenil sobre la política y lo político, así como
las transformaciones políticas y sociales que se producen dentro de sus contextos (Taguenca
Belmonte & González García, 2018, p:222).

Entre las principales consecuencias de la desconfianza institucional, Morales Mena y


Puente Martínez señalan que se basa en una economía estancada, frecuentes casos de
corrupción, sistemática impunidad y una profunda crisis de inseguridad y violencia (Morales
Mena & Puente Martínez, 2022, p:195). En este escenario, toma relevancia lo planteado por
Hernández Falcón, quien señala que es posible identificar de manera general diferentes crisis
expresadas en desigualdad e injusticia social, desde donde se despliega un cuestionamiento
de lo institucional por parte de las y los jóvenes, en el que el aspecto político cobra
centralidad (Hernández Fancón, 2021, p:138).

A través del análisis del material consultado, fue posible identificar que el alto nivel
de desconfianza en las instituciones por parte de las y los jóvenes, se expresa en diferentes
formas de participar en política y en los valores que sustentan su identidad política. Lo
anterior, es evidenciado por autores como Cárdenas Ruiz, quien afirma que la desconfianza
institucional tiene como resultado la existencia de una brecha cada vez más grande entre la
política tradicional, enfocada en instituciones, líderes políticos y procedimientos formales, y
una política más enfocada en procesos sociopolíticos, así como otras formas de organización
y gestión de los conflictos al interior de la sociedad (Cárdenas Ruiz, 2017, p:59).

Por lo tanto, es posible concluir en que a pesar de que las y los jóvenes no recurren de
manera directa a las instituciones para buscar un objetivo de carácter político, esto no
significa que no exista una agenda en la cual se inscriban sus demandas y reivindicaciones, ni
tampoco que no exista ningún tipo de acción política orientada a influir en el sistema político.
Es aquí, donde cobra relevancia la línea de investigación sobre las formas no convencionales
de participación política.

b) Formas no convencionales de participación política.

Otra de las temáticas importantes identificadas en los artículos de investigación analizados,


fue el incremento en los niveles de participación política no convencional, en donde los
diferentes acontecimientos políticos y la ampliación de la agenda pública, han generado una
mayor participación, sobre todo de sectores juveniles en los asuntos públicos de los diferentes
países, tomando fuerza como actores determinante en procesos políticos de la coyuntura
latinoamericana. Cabe destacar que los discursos positivos hacia este tipo de participación,
son consecuencia como se señaló anteriormente, de la falta de confianza en los mecanismos
convencionales de participación.

En este punto, las investigaciones de Taguenca y González vuelven a ser relevantes al


hacer énfasis en la multiplicidad de movimientos sociales protagonizados por las y los
jóvenes, quienes se movilizan principalmente a través de la participación política no
convencional, tomando como instrumentos de acción política las marchas, los paros, las
tomas de espacios públicos, los bloqueo y teniendo en cuenta las diferentes estructuras de
oportunidad política del momento. Estos autores señalan que la relevancia de estos modos de
participación política radica en su capacidad disruptiva del status quo, ya que van en contra
del modelo tradicional de intermediación de intereses de las democracias contemporáneas
(Taguenca Belmonte & González García, 2018, p:241) .

En este sentido, para el contexto de la investigación es importante retomar lo


planteado por Porto Fuentes, Angulo Moncayo y Rodríguez Malebrán, quienes afirman que
los procesos de participación política no convencional forman parte de una acción colectiva
con identidad y sentido propio, que pretende la revalorización de la cultura y la afirmación de
la identidad, en donde se evidencia una fuerte crítica al sistema político, económico y social
(Porto Fuentes et al., 2018, p:52).

Para concluir, es importante retomar los resultados de investigaciones como la de


Cubides Martínez, quien señala que si bien, en la mayoría de los casos las movilizaciones
estudiantiles no han logrado articular un proyecto político instituyente que movilice a la
totalidad social, estas abren un campo de posibilidad que avizora cimientos potenciales para
la construcción de alternativas ético-politicas (Cubides Martínez, 2015, p:8). Es en este punto
donde se hace relevante la línea de investigación que sitúa a la participación política de las y
los jóvenes como una forma de construcción democrática y de ampliación de la política.

c) Disputa por la construcción democrática y la ampliación de la política.

Otra de las líneas a destacar a la hora de hacer la revisión de los diferentes artículos de
investigación en relación a las estrategias de movilización de las y los jóvenes universitarios,
es la que resulta de un contexto socio político adverso en relación con sus posibilidades de
participación, teniendo como resultado la existencia de una disputa por la construcción
democrática y la ampliación de la política.

En este sentido, es importante retomar lo planteado por Henao Escobar y Eugenia


Pinilla, quienes afirman que ante la crisis de representatividad del Estado y de los partidos
políticos, estas nuevas formas de acción colectiva han contribuido a la politización de la
sociedad y al desarrollo de una política cultural; ya que, al perder legitimidad el andamiaje
institucional del Estado como escenario del debate político, la sociedad se convierte en el
lugar de expresión de la política. De este modo, es a través de la acción colectiva que estos
movimientos sociales despliegan y buscan imponer sus discursos e interpretaciones sobre la
sociedad, produciendo no solo una politización social, sino una lucha por el poder
interpretativo (Henao Escovar & Eugenia Pinilla, 2009, p:1415).

Con lo anterior, es importante retomar las perspectivas sobre la teoría contemporánea


de los movimientos sociales, en donde se reconoce la capacidad de acción de los sujetos
sociales y la posibilidad de crear capital social, teniendo como objetivo corregir con diseños y
herramientas propias, los “desperfectos sectoriales” del sistema en una existencia histórica.
De este modo, todo movimiento social implica una vida histórica temporalmente acotada; sin
embargo, cualquiera que sea el resultado final de su intervención en el ámbito político, la
sustancia real de su poder socio-político radica en la calidad y potencialidad histórica de la
cultura propia que ha logrado consolidar (Gabriel Salazar 2012, p:414 en Porto Fuentes et al.,
2018, p:54). Es importante señalar que en términos de las demandas estudiantiles, los temas
estructurales no fueron atendidos por el gobierno, no obstante, el impactó de estas trascendió
más allá de lo esperado en sus milanuncios, repercutiendo en sus proyecciones políticas y
abriendo camino a la articulación de una mayoría política, que buscaron proyectar a través de
un programa de gobierno con otras fuerzas políticas (Aránguez Muñoz, 2020, p:183).

De este modo, nuevamente cobran relevancia perspectivas de autores como


Hernández Falrcón, quien plantea el papel de la universidad pública en tanto espacio que
(aún) puede propiciar cambios culturales y en donde se disputan diferentes frentes de sentido
de la dinámica social, ya sea hacia el mantenimiento y adaptación a las condiciones actuales,
o ya sea para cuestionar críticamente el orden establecido, para interpelar, agrietarlo y
promover su transformación (Hernández Fancón, 2021, p:139).

Sobre esta línea de investigación y a partir de la generalidad del material revisado, es


posible dar cuenta de lo planteado por Kriger, quien afirma que en contra de la mirada
hegemónica que se tiene sobre la juventud, aparece otra que comienza a leer a las múltiples
culturas y colectivos juveniles en emergencia como portadoras de nuevos signos de lo
político. Desde esta perspectiva, es importante resaltar que la juventud recobra visibilidad
cuando irrumpe en el espacio público como protagonista de la protesta social, desde una
modalidad cada vez más política, en donde se le otorga un rol central a la dimensión
identitaria y al rescate de la nación/lo nacional como proyecto común tras las agudas crisis
(Kriger, 2014, p:587).

Finalmente, para los fines de la investigación, es importante señalar la manera en que


las y los jóvenes utilizan diferentes espacios y estrategias para irrumpir en el espacio público
y visibilizar sus demandas. En este sentido, uno de los lugares desde donde han encontrado
mayor efectividad a la hora de incidir sobre el debate político es en la institución
universitaria. De este modo, con base en el material revisado, es pertinente dar cuenta de
algunas nociones que pudieran ser útiles para abordar desde las diferentes estrategias de
movilización, la relación que existe entre la Universidad y la sociedad.

d) Relación Universidad-Sociedad.

Hoy en día es posible presenciar manifestaciones muy diversas por parte de las y los jóvenes
en diferentes contextos sociales y escenarios urbanos. La investigación contemporánea sobre
estos fenómenos señala que lo que sustenta la mayoría de esas movilizaciones, expresiones y
protestas abarca temas muy variados, no obstante es un hecho de que todas ellas tienen que
ver con respuestas de diferente nivel y cuño a lo que se percibe como la clara imposición
autoritaria de modelos económicos de corte neoliberal (Marcial Vázquez, 2015, p:15).

En el contexto de la investigación, a través del material revisado, fue posible


identificar en los diferentes escenarios lo planteado por Hernández Falcón, quien señala la
existencia de una vinculación y un compromiso de sectores importantes de la comunidad
universitaria en la construcción de una sociedad más incluyente y justa a través de la atención
en una formación universitaria, pública y latinoamericana, no solo en el sentido de un buen
profesional, sino también el de un sujeto político que pueda ejercer de manera autónoma,
crítica y democrática su ciudadanía (Hernández Fancón, 2021, p:143).

En este sentido, Henao Escobar y Eugenia Pinilla plantean que las y los jóvenes
actúan en comunidad e irrumpen en la esfera pública como ciudadanas y ciudadanos, pero
haciéndolo como sujetos sociales y desde la posición subjetiva que se desprende de su
identidad colectiva, o sea desde su condición como jóvenes y estudiantes universitarios/as.
De este modo, la vinculación al colectivo entre las y los jóvenes, contribuye a su sentido de
pertenencia a la comunidad y a la nación (Henao Escovar & Eugenia Pinilla, 2009, p:1431).

Teniendo en cuenta lo anterior, nuevamente es pertinente retomar la investigación


hecha por Cubides Martínez, desde donde es posible ubicar las diferentes luchas estudiantiles
dentro del campo analitico del “Estado ampliado” planteado por Gramsci (Gramsci en
Cubides Martínez, 2015, p:7), en donde estas tienen una doble connotación: 1) son luchas
estudiantiles que se inscriben en el ámbito sectorial gremial de los jóvenes-estudiantes, la
cuestión educativa y las luchas por el bienestar de este grupo poblacional; y 2) son luchas que
evolucionan a un nivel político más amplio, ya que amplían las fronteras de la espacialidad
política tradicionalmente referida al Estado -en el sentido estrecho- y llevan el proceso de
politización al ámbito de lo social, lo cultural e incluso lo personal.

Sobre esta línea de investigación, en base a la generalidad del material revisado y


sobre los resultados de la investigación de Porto Fuentes, Angulo Moncayo y Rodríguez
Malebrán, se puede concluir que la Universidad es planteada como un espacio de
representación de las sociedades y de los proyectos políticos que se ha configurado desde el
Estado, por lo que analizar las prácticas sociales, políticas y culturales en la universidad,
puede dar luces en esos mismos términos, sobre las prácticas a partir de estructuras dadas que
han sobrevivido en el tiempo como las patriarcales, adultocéntricas, machistas y
discriminatorias; y las estructuras creadas, como lo son aquellas mediadas por la tecnocracia
y la profesionalización. La perspectiva anterior, es fundamental a la hora de problematizar el
surgimiento de un nuevo ciclo de la protesta protagonizado por las y los jóvenes
universitarios (Porto Fuentes et al., 2018, p:65).

2. Diferentes estudios empíricos respecto a la irrupción en lo político de las y


los jóvenes desde el ámbito universitario en México y América Latina.

Como se mencionó anteriormente, el estudio de la participación política de las y los jóvenes a


través de estrategias de movilización, no es algo nuevo, sino que existe un amplio abordaje de
diversos autores con respecto al tema, principalmente en América Latina y con menor medida
en México. Si bien, el tipo de contextos, movilizaciones y demandas planteadas son muy
diversas, es importante resaltar que la mayoría de estas surgen como respuesta en diferentes
niveles a lo que se percibe como la imposición de modelos económicos de corte neolibral.

En este sentido, es pertinente poner sobre la mesa los resultados del hallazgo de
diferentes estudios empíricos con respecto a la irrupción en lo político de las y los jóvenes a
través de diversas estrategias de movilización desde el ámbito universitario. Haciendo énfasis
en las investigaciones hechas por Cubides Martinez en Irrupción contemporánea de la
juventud y potencialidad del vínculo juventud y política (Cubides Martínez, 2015),
Hernández Falcón en Prácticas políticas estudiantiles en la Universidad Nacional de
Córdoba. Un análisis a través de la figura de los centros de estudiantes (Hernández Fancón,
2021), Cárdenas Ruiz en Jóvenes y cultura política: una aproximación a la cultura política
de los universitarios de Bogotá (Cárdenas Ruiz, 2017), Porto Fuentes en Jóvenes,
participación y comunicación. Análisis de las prácticas comunicacionales y políticas
actuales de estudiantes universitarios en Chile y Ecuador (Porto Fuentes et al., 2018), Henao
Escovar en Jóvenes y ciudadanías en Colombia: entre la politización social y la
participación institucional (Henao Escovar & Eugenia Pinilla, 2009) y Miriam Kriger en
Politización juvenil en las naciones contemporáneas. El caso argentino (Kriger, 2014). Con
lo anterior, será posible contextualizar las diferentes estrategias de movilización de las y los
jóvenes universitarios en la disputa por la construcción democrática y la ampliación de la
política en un escenario de desconfianza institucional.

En este primer acercamiento a diferentes estudios empíricos, el trabajo de Cubides


Martinez (2015) resulta fundamental, ya que a través de un estudio comparativo, entre
diferentes movimientos estudiantiles en Colombia (La MANE), Chile (La CONFECH) y
México (#YoSoy132), busca estudiar la novedad del carácter crítico-creativo del vínculo
juventud y política en el actual contexto de las transformaciones globales del capitalismo y de
la coyuntura latinoamericana. Lo anterior, a través de la comprensión de las formas y
manifestaciones del compromiso político de las y los jóvenes en el marco de la crisis
orgánica de los Estados ampliados. De este modo, se aproximan elementos de análisis que
contribuyen a leer y entender las realidades y necesidades de la producción socio-política de
los jóvenes en una época distinta.

En este sentido, la autora afirma que para los movimientos estudiantiles en Colombia,
Chile y en menor medida en México, la educación es un ámbito estratégico de lucha. Desde
la condición estudiantil universitaria las y lo jóvenes chilenos y colombianos no solo
cuestionaron el ánimo de lucro que opera en los sistemas educativos de sus respectivos
países, sino que lograron posicionar en la agenda pública nacional el debate de fondo: el
derecho a la educación como bien público frente a su mercantilización y privatización.

En síntesis, en los casos analizados por la autora, la dinámica de las y los jóvenes
estudiantes muestra indicios de un posicionamiento político distinto al dominante, que se
alimenta del contexto de lucha global y regional, que avanza en sus denuncias a las
contradicciones de la globalización neoliberal y el sentido común mercantil instalado en la
sociedad e interpela en consenso autoritario-conservador de los regímenes políticos que lo
sostienen.

Así mismo, es importante retomar la investigación de Hernandez Falcón (2021), quien


a través de la institución educativa y en particular desde la Universidad, propone analizar las
prácticas políticas de las y los jóvenes a través de los centros de estudiantes en las áreas de
humanidades y ciencias sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), en
Argentina. Lo anterior, en un contexto de una crisis inédita globalizada expresada en
desigualdad, exclusión e injusticia social; desde donde se despliega un cuestionamiento de lo
institucional, en el que el aspecto político cobra centralidad.

En este sentido, el autor hace énfasis en el papel de la Universidad pública como un


espacio que (aún) puede propiciar cambios culturales y en donde se disputan diferentes
frentes de sentido; así como en la necesidad de que los actores educativos legitimen a las
escuelas como esferas públicas democráticas que proporcionan un servicio público esencial
para la formación y desarrollo de una sociedad democrática y de una ciudadanía crítica. Por
lo tanto, es importante retomar la concepción del autor sobre las instituciones educativas en
tanto construcciones históricas y culturales, en donde se tendrían que desmontar las
relaciones de poder y revelar su relación con fuerzas estructurales más amplias, posibilitando
modos alternativos de organización social.

Finalmente, es importante retomar los planteamientos sobre los conceptos de


“democratización socio-institucional” y “quehacer universitario” que el autor utiliza para dar
cuenta de los diferentes procesos al interior de la UNC. Primeramente, la “democratización
socio-institucional” se refiere al proceso en el que se encuentran presentes en todo momento
conflictos y tensiones generados por diversos actores sociales; y en el que las prácticas
políticas de los estudiantes han jugado un papel fundamental. Se relaciona con diversos
momentos históricos que permean en la dinámica universitaria e hicieron énfasis en su
aspecto sociopolítico, inseparable de una agenda educativa académica, que trascendió los
muros y las fronteras para vincularse con movimientos sociales reformistas de diversos países
latinoamericanos. Por otra parte, el “quehacer universitario” se refiere fiere a la manera en
que la universidad se interrelaciona con su entorno histórico, social, económico, político y
cultural, configurando así una tendencia institucional dominante que siempre está en tensión
con otras que orbitan (más o menos visibles) en torno a ella.

Del mismo modo, desde una aproximación a la cultura política y a las diferentes
estrategias de movilización de las y los jóvenes universitarios, autores como Cárdenas Ruiz,
Porto Fuentes, Angulo Moncayo, Rodríguez Malebrán, Henao Escobar y Eugenia Pinilla,
ponen sobre la mesa en sus determinados contextos la existencia de una brecha cada vez más
grande entre la política tradicional, enfocada en instituciones, líderes políticos y
procedimientos formales, y una política más enfocada en procesos sociopolíticos, en donde
las y los jóvenes universitarios toman fuerza como actores determinantes en los procesos
políticos de su sociedad (Cárdenas Ruiz, 2017, p:59). En el contexto chileno y ecuatoriano, es
posible identificar entre las y los jóvenes universitarios nuevas formas de participación
desarrolladas fuera de los cruces institucionales y muy críticas del actual escenario político
gubernamental. En estos escenarios, los procesos de participación política informal, forman
parte de una acción colectiva con identidad y sentido propio, que pretende la revalorización
de la cultura y la afirmación de la identidad, evidenciando una fuerte crítica al actual sistema
político, económico y social, por lo que las y los entrevistados para dicha investigación,
declararon querer cambios estructurales para su país (Porto Fuentes et al., 2018, p:60).
Finalmente, en el contexto colombiano, a partir del estudio de 18 colectivos, fue posible
afirmar que las nuevas formas de acción colectiva han contribuido a la politización de la
sociedad y al desarrollo de una política cultural, pues es a través de la acción colectiva que
estos movimientos sociales despliegan y buscan poner en circulación sus discursos e
interpretaciones sobre la sociedad, produciendo no solo una politización social, sino una
lucha por el poder interpretativo (Henao Escovar & Eugenia Pinilla, 2009, 1415).

El objetivo de este apartado, fue poner sobre la mesa diferentes trabajos empíricos
significativos para los fines de la investigación realizados en relación a las estrategias de
movilización de las y los jóvenes universitarios dentro de un contexto adverso en relación a
los efectos más perjudiciales del sistema económico y político neoliberal. Por lo tanto, debido
a las similitudes en los contextos y las demandas planteadas por las y los jóvenes
universitarios, en los casos estudiados de Argentina, Chile, Ecuador, Colombia y México,
resulta pertinente tener en cuenta estas investigaciones a la hora de proceder teórica como
metodológicamente, lo que permitiría encontrar estrategias de abordaje de la problemática,
así como diferencias y similitudes a la hora de realizar propuestas de estudio que contribuyan
a generar nuevo conocimiento.

3. Propuestas metodológicas para el abordaje en la comprensión de


motivaciones y significados por parte de las y los jóvenes universitarios.

Dado que la investigación pretende ahondar sobre los significados que le dan las y los
jóvenes universitarios a sus estrategias de movilización en un contexto de desconfianza
institucional generalizado, se preponderará la implementación de técnicas cualitativas de
investigación, cuyo abordaje estará guiado por una perspectiva psicológica cultural.

Dicho lo anterior, autores como Hernández Falcón (2021) proponen una metodología
cualitativa de alcance comprensivo interpretativo con un componente crítico. Su ruta
metodológica se orientó hacia un escenario confirmado por ciertas prácticas políticas
estudiantiles en relación con las condiciones socio-históricas y educativas institucionales que
las enmarcan y permean. Así mismo, la ubicación epistemológica planteada por el autor es
relevante, pues desde una perspectiva cercana al estructuralismo, fue posible hacer énfasis en
el supuesto de ciertos valores de autonomía o de cierta capacidad de agencia (tanto a nivel
personal como colectivo) ante la tendencia determinantes de las estructuras que dan forma a
la dinámica social.

Por otra parte, la investigación de Henao Escobar (2009) es relevante, pues parte
desde un enfoque histórico-comprensivo en donde combinó estrategias de aproximación
etnográfica con análisis discursivo y narrativo para poder estudiar a 18 colectivos juveniles
de diferentes ciudades de Colombia. Así mismo, su selección de la muestra resulta relevante,
pues estos se seleccionaron de manera no probabilística utilizando el procedimiento de
máxima variación, resultando en la heterogeneidad de los participantes.

De igual manera, investigaciones como la de Porto Fuentes (2017) hacen uso de la


metodología cualitativa para indagar sobre diferentes colectivos pertenecientes a tres
universidades de Chile y Ecuador, quienes a través de entrevistas semiestructuradas
entregaron datos acerca de las prácticas de participación política estudiantil utilizadas para
visibilizar sus propuestas.

Desde una perspectiva psicológica-cultural, la investigación de Kriger en el caso


argentino (2014) resulta relevante, pues pretende ahondar en la indagación y comprensión de
los procesos (entre la individuación y la socialización, entre lo cognitivo y lo afectivo) van
tejiendo transversalmente una terceridad en la que cobran sentido las subjetividades políticas
colectivas.

Finalmente, la propuesta metodológica de Taguenca Belmonte (2018) es de suma


utilidad a la hora de hacer el abordaje de la investigación planteada, pues la selección de sus
entrevistados y participantes en los grupos focales diseñados, no fue aleatoria ni
probabilística, sino orientada a la obtención de discursos de subconjuntos poblacionales
universitarios con un determinado tipo de participación política.

En este sentido, de entre las diferentes forma de abordar tanto teórica como
metodológicamente los significados que le dan las y los jóvenes a sus estrategias de
movilización en un contexto de desconfianza institucional, se puede resaltar la investigación
sobre diferentes colectivos de estudiantes, la centralidad que cobra el discurso de las y los
jóvenes, el enfoque psicológico-cultural y el énfasis en las condiciones socio-históricas.

4. Conclusiones. Perspectivas para un abordaje en la comprensión de las


estrategias de movilización de las y los jóvenes universitarios en el contexto
mexicano.

El presente estado del arte, corresponde a un primer acercamiento a diversas investigaciones


empíricas relacionadas con la irrupción de las y los jóvenes universitarios en lo político a
través de diferentes estrategias de movilización, en donde es importante señalar los casos de
México, Chile, Colombia, Argentina y Ecuador. Lejos de ser exhaustiva, esta revisión (en su
mayoría de artículos académicos y productos de investigación) sirve como base para una
articulación de perspectivas, contextos y metodologías que posteriormente tienen que ser
profundizados y complementados con otros trabajos. No obstante, fue posible obtener un
panorama general de la investigación en este ámbito.
Podemos afirmar que nos encontramos ante una línea de investigación que ha cobrado
relevancia en los últimos 20 años en México y en toda América Latina. Lejos de ser un
fenómeno poco estudiado, las diferentes estrategias de movilización de las y los jóvenes
universitarios han sido un referente fundamental a la hora de analizar los cimientos
potenciales para la construcción de alternativas políticas-culturales dentro de cada contexto.

Autoras como Cubides Martinez (2015), señalan que en Colombia, Chile y en menor
medida en México, la educación es un ámbito estratégico de lucha. Esta afirmación resulta
interesante, pues casi una década después, es pertinente indagar sobre la manera en que las y
los jóvenes universitarios significan su estar en la universidad.

Así mismo, Kriger (2014), resalta la necesidad de investigaciones futuras que


permitan reconocer sentidos y prácticas específicas de las y los jóvenes al interior de estos
procesos más amplios e incluso singulares de cada generación. Lo anterior, es fundamental a
la hora de plantear la investigación sobre la presencia de un nuevo ciclo de protesta
protagonizado por las y los jóvenes universitarios.

Por su parte, autores como Taguenca Belmonte (2018), señalan en el contexto


mexicano la existencia de pocos estudios de orden subnacional sobre las condiciones y sobre
cómo se da la participación juvenil, existiendo una deficiencia sobre los estudios de las
juventudes y su participación política. En este sentido, es pertinente analizar el caso desde
una perspectiva generacional propuesta por Cárdenas Ruiz (2017), pues cada generación
puede presentar características distintas en la forma de atravesar las etapas del acontecer
político y social. Lo anterior, es relevante para la investigación a realizar en un contexto
donde las generaciones post-covid, se hacen presentes en un nuevo ciclo de la protesta.

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