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Toda sociedad debe adoptar alguna de las formas previstas en esta ley. Las
sociedades sujetas a un régimen legal especial son reguladas supletoriamente
por las disposiciones de la presente ley.
La sociedad se constituye cuando menos por dos socios, que pueden ser
personas naturales o jurídicas. Si la sociedad pierde la pluralidad mínima de
socios y ella no se reconstituye en un plazo de seis meses, se disuelve de
pleno derecho al termino de ese plazo.
No es exigible pluralidad de socios cuando el único socio es el Estado o en
otros casos señalados expresamente por ley.
La responsabilidad civil o penal por tales actos recae exclusivamente sobre sus
autores.
Toda persona puede ampararse en los actos y acuerdos a que se refiere este
articulo para todo lo que le favorezca, aun cuando no se haya producido su
inscripción.
Cada socio está obligado frente a la sociedad por lo que se haya comprometido
a aportar al capital. Contra el socio moroso la sociedad puede exigir el
cumplimiento de la obligación mediante el proceso ejecutivo o excluir a dicho
socio por el proceso sumarísimo.
Si el pacto social admite que el socio aportante entregue como aporte títulos
valores o documentos de crédito a su cargo, el aporte no se considera
efectuado hasta que el respectivo título o documento sea íntegramente pagado.
Si el pacto social contempla que el aporte este representado por títulos valores
o documentos de crédito en los que el obligado principal no es el socio
aportante, el aporte se entenderá cumplido con la transferencia de los
respectivos títulos o documentos, con el endoso de los respectivos títulos
valores o documentos y sin perjuicio de la responsabilidad solidaria prevista en
la ley.
El riesgo del bien aportado en uso o usufructo recae sobre el socio que realiza
el aporte, perdiendo la sociedad el derecho a exigir la sustitución del bien.
Una vez inscrita la escritura pública de constitución, la nulidad del pacto social
solo puede ser declarada:
1. Por incapacidad o por ausencia de consentimiento valido de un número de
socios fundadores que determine que la sociedad no cuente con la pluralidad
de socios requerida por la ley;
2. Por constituir su objeto alguna actividad contraria a las leyes que interesan al
orden público o a las buenas costumbres; sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 410;
1. Cuando la causa de ella ha sido eliminada por efecto de una modificación del
pacto social o del estatuto realizada con las formalidades exigidas por la ley, o,
2. Cuando las estipulaciones omitidas pueden ser suplidas por normas legales
vigentes y aquellas no han sido condición esencial para la celebración del
pacto social o del estatuto, de modo que estos pueden subsistir sin ellas.
La sentencia firme que declara la nulidad del pacto social ordena su inscripción
en el Registro y disuelve de pleno derecho la sociedad. La junta general, dentro
de los diez días siguientes de la inscripción de la sentencia, designa al
liquidador o a los liquidadores. Si omite hacerlo, lo hace el juez en ejecución de
sentencia, y a solicitud de cualquier interesado. La sociedad mantiene su
personalidad jurídica solo para los fines de la liquidación.
La sentencia firme que declara la nulidad del pacto social o del estatuto no
surte efectos frente a los terceros de buena fe.
Artículo 38º.- Nulidad de acuerdos societarios
Son nulos los acuerdos societarios adoptados con omisión de las formalidades
de publicidad prescritas, contrarios a las leyes que interesan al orden público o
a las buenas costumbres, a las estipulaciones del pacto social o del estatuto, o
que lesionen los intereses de la sociedad en beneficio directo o indirecto de
uno o varios socios.
Son nulos los acuerdos adoptados por la sociedad en conflicto con el pacto
social o el estatuto, así cuenten con la mayoría necesaria, si previamente no se
ha modificado el pacto social o el estatuto con sujeción a las respectivas
normas legales y estatutarias.
La nulidad se rige por lo dispuesto en los artículos 34, 35 y 36, salvo en cuanto
al plazo establecido en el artículo 35 cuando esta ley señale expresamente un
plazo más corto de caducidad.
Sin embargo, los socios que hubiesen actuado de buena fe estarán obligados
solo a compensar las utilidades recibidas con las que les correspondan en los
ejercicios siguientes, o con la cuota de liquidación que pueda tocarles.
Artículo 41º.- Contratos preparatorios en sociedades
Los contratos preparatorios que celebren las sociedades reguladas por esta ley
o los que tengan por objeto las acciones, participaciones o cualquier otro título
emitido por ellas son válidos cualquiera sea su plazo, salvo cuando esta ley
señale un plazo determinado.
Las publicaciones a que se refiere esta ley serán hechas en el periódico del
lugar del domicilio de la sociedad encargado de la inserción de los avisos
judiciales.
Las sociedades con domicilio en las provincias de Lima y Callao harán las
publicaciones cuando menos en el Diario Oficial El Peruano y en uno de los
diarios de mayor circulación de Lima o del Callao, según sea el caso.
La falta de la publicación, dentro del plazo exigido por la ley, de los avisos
sobre determinados acuerdos societarios en protección de los derechos de los
socios o de terceros, prorroga los plazos que la ley confiere a estos para el
ejercicio de sus derechos, hasta que se cumpla con realizar la publicación.
Las copias certificadas a que se refiere esta ley pueden ser expedidas
mediante fotocopias autenticadas por notario o por el administrador o gerente
de la sociedad, según el caso, con las responsabilidades de Ley.
Las copias certificadas para los actos que requieran inscripción deberán ser
certificadas por notario.
Para la emisión de los títulos y documentos a que se refiere esta ley, se puede
utilizar, en lugar de firmas autógrafas, medios mecánicos o electrónicos de
seguridad.
La sociedad anónima, con las características actuales, surgen en el siglo XVIII cuando el
capitalismo comienza a imponerse como modo definido de producción. Durante el
periodo anterior solo se deban formar jurídicas que van a constituirse los precedentes
de la sociedad anónima, y que van a servir para la formulación teórica de la misma.
Podemos resumir el tema indicando que, en cuanto al origen de la sociedad anónima,
se conocen dos causes históricos diversos. El cause italiano donde aparece esta forma
societaria como consecuencia de las relaciones entre el estado y sus acreedores, el
cause holandés que es precisamente el que ubica su origen ligado al comercio con las
indias orientales y occidentales. Según el tratadista español Joaquín Garrigues, son
tres los periodos a través de los cuales evoluciona la sociedad anónima, los que se
agrupan en tres sistemas. Sistema de concesiones reales. En este sistema las
sociedades dependían absolutamente del estado y existían dentro de ella desigualdad
de derechos, constituían filiales del estado, pudiendo este intervenir constantemente
en la vida de la sociedad. El concepto de limitación de responsabilidad por el aporte
efectuado legalmente aparece recién con el código francés de 1807. Sistema de
disposición normativas; libera a las sociedades de a concesión previa por el estado y lo
somete a las diversas normas coactivas vigentes para su constitución y
funcionamiento. Al tratar sobre la Sociedad Anónima, Joaquín Garrigues expresa que
esta modalidad societaria que actúa bajo una forma jurídica, cuya vigencia hace de tres
siglos, comprende los más heterogéneos elementos y las más contradictorias
tendencias, se ha adaptado a los fines más dispares, especie de Perpetum Mobile,
sigue viviendo y ha salido vigorosa de los múltiples conflictos que en su estructura cada
día plantea la economía moderna. Diversos autores, han venido señalando la
necesidad de una reforma de la sociedad anónima, ya que la evolución y
transformación de la misma, ha determinado la caducidad de un ordenamiento
unitario de la sociedad anónima, siendo difícil conciliar el derecho con su estatuto
jurídico. En la Sociedad Anónima del siglo XIX, se constituye la junta general como
órgano soberano de la sociedad en la que participan todos los accionistas en virtud de
la regla una acción un voto. Se consagra en este periodo, que es conocido como el de
la regulación normativa, el estatus de accionistas, en el cual el derecho de voto
aparece como un derecho esencial. Convirtiéndose en una suerte de entidad que capta
ahorro público. La Sociedad Anónima empieza a participar en el mercado mediante la
colocación de ciertos capitales, ello como consecuencia de la institución de una
entidad que emite títulos libremente negociables que son representativos del capital,
aportado por personas que forman parte de ella. Con la transformación de la sociedad
anónima, producida por el enorme crecimiento y desarrollo de la sociedad industrial,
comercial y financiera; es que se consagra la sociedad anónima de nuestro tiempo:
gran empresa, capitales y gran cantidad de accionistas. Se ha dicho con razón que le
revolución tecnológica llamada inicialmente revolución industrial, no habría
consumado su obra de transformación sin las fórmulas jurídicas adecuadas. Han sido
sociedades anónimas las que cimentaron las grandes empresas de producción de
acero y de máquinas, la industria química y la eléctrica. Son también sociedades
anónimas las que en los países desarrollados o en proceso de desarrollo, elaboran toda
la extensa gama de productos técnicos que caracterizan a nuestra época. A pesar de la
evolución de la sociedad anónima está siendo la modalidad más adecuada para
aquellos grupos llámese familiares, cerrados, pequeños que quieren mantenerse
dentro de una concepción cerrada y dentro de la idea de las limitaciones a la
transmisibilidad de las acciones. Es así que nacen las formas especiales de sociedades
anónimas, la cerrada de tipo familiar y de dimensiones reducidas, y la abierta al
público para la gran empresa con muchos accionistas y acciones que se cotizan en
bolsa. Esta reforma se ha ido plasmando en algunos países y ha sido recogido por
nuestro ordenamiento legal societario en la sección del libro II de la Nueva Ley General
de Sociedades N.º 26887.
DEFINICIÓN
La mayoría de autores coinciden en definir a la sociedad anónima como una forma de
sociedad capitalista, con un capital propio dividido en acciones, con una denominación
social y un objeto social de carácter mercantil, la que, bajo el principio de la
responsabilidad limitada de sus acciones, permite dedicarse a la explotación de una
actividad económica establecida. Al definir a la sociedad anónima como una sociedad
de capitales, significa que la organización interna de la sociedad, y el ejercicio de los
derechos de los accionistas con respecto a la gestión, utilidades y el saldo
reliquidación patrimonial de la sociedad, se disponen en principio por el monto del
aporte del accionista a la forma del capital social y en general, atendiendo a los
porcentajes de propiedad accionaria respecto del capital social, sin importar por ello
las condiciones personales del accionista. Son características esenciales de la sociedad
anónima, la limitación de la responsabilidad al aporte comprometido y el derecho a la
cesión de la acción y de los derechos y condición de accionistas, lo que ha permitido
que se configure como instrumento mediante el cual se ha posibilitado la
concentración, la centralización de capitales y su circulación. La Nueva Ley General de
Sociedades N.º 26887, en su segundo libro está dedicada exclusivamente a regular a la
sociedad anónima, mostrando la invención de priorizar este tipo de sociedad. El
mencionado libro, compuesto por siete (7) secciones que comprenden desde el
artículo 50º hasta el 264º de la Nueva Ley General de Sociedades, se inicia con tres
disposiciones generales, para después regular la constitución de la sociedad anónima,
el régimen de las acciones, los órganos de la sociedad, la modificación de estatutos,
aumento y reducción de capital, los estados financieros, la aplicación de las utilidades y
las formas especiales de la sociedad anónima, que constituyen las sociedades
anónimas cerradas y abiertas.
CARACTERÍSTICAS:
a) Sociedades de capitales: Por los aportes de los socios, los cuales constituyen los
recursos financieros iníciales, necesarios para el cumplimiento de su actividad. Por lo
expuesto, no es fundamental en esta sociedad, el elemento personal.
b) División de capital en títulos negociables: El capital está dividido en títulos
denominados acciones, los cuales representan una parte alícuota capital, siendo su
naturaleza negociable. La condición de titular de las acciones, otorga diversos derechos
intrínsecos, vinculados con las decisiones de la sociedad.
c) Responsabilidad limitada: Constituye rasgo esencial la responsabilidad limitada, a
través de la cual los socios no responden personalmente por las deudas sociales. En tal
sentido los acreedores de la sociedad, solamente pueden hacerse cobro de sus
derechos con los bienes de la sociedad. De resultar insuficientes para cubrir las
obligaciones sociales, los socios no responden por ella.
d) Situación jurídico particular: A través de ello la sociedad, poseen un mecanismo que
posibilitan que la propiedad y la gestión del ente societario no se encuentran
necesariamente vinculadas. Dicha circunstancia caracteriza a una sociedad de
capitales, en la cual los accionistas no tienen necesariamente la gestión de la empresa.
Lo expuesto de basa en tres órganos. La junta general de accionistas, órgano supremo
de la sociedad, que reúne a todos los accionistas, así como el directorio y la gerencia,
que representan órganos de administración los cuales desarrollan labores de dirección
y gestión de la empresa.
e) Imposibilidad de efectuar aportes de servicio: En las sociedades anónimas no se
acepta o no existe la posibilidad de que los socios efectúen aportes en servicios, por la
razón de que ésta es una sociedad de capitales, posibles o factibles de ser medidos en
términos económicos y utilizables como bienes de capital.