Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El comercio exterior es un intercambio de un bien o servicio realizado entre al menos dos países diferentes. Los intercambios pueden ser
importaciones o exportaciones. Una importación se refiere a un bien o servicio introducido en el país. Una exportación se refiere a un
bien o servicio vendido a un país extranjero. Entre los artículos que se comercian habitualmente están:
El comercio internacional no solo trabaja en función de mejorar las condiciones de un sector empresarial.
También es partícipe de un mejoramiento en la calidad de vida y en el crecimiento económico de un país. Por
lo que establece una relación directa con la movilización de los recursos y la comercialización de dichas
actividades. Aumentando así las posibilidades de nuevos cargos, inversiones y mejoras en las políticas
económicas de la región.
Desde los inicios de la civilización, el comercio ha sido una práctica llevada a cabo con naturalidad entre grupos
humanos y que, con el pasar del tiempo ha evolucionado y convirtiéndose en un proceso cada vez más sofisticado,
optimizando la interacción entre sus participantes.
Con esta evolución, surge la necesidad de intercambiar bienes y servicios en un contexto diferente al regional; es
decir, a nivel mundial. Así es como surge el concepto y la importancia del comercio internacional; que se entiende
como el intercambio comercial entre países diferentes, buscando satisfacer las necesidades y demandas de sus
mercados.
Se encuentra estrechamente relacionado con la movilidad de recursos y distribución de las actividades productivas de
un país, tiene gran influencia sobre la creación de empleos, inversión pública y privada, así como el establecimiento de
la política económica que regirá en un país.
Al día de hoy, hablar de comercio internacional no se limita al intercambio de productos, sino al movimiento de
recursos y capitales, pues es este movimiento de productos, recursos y capitales ayuda al crecimiento de la economía,
rentabilidad de empresas y bienestar de las personas.
En un mundo globalizado, el crecimiento económico de los países irá en función del éxito con el que los mismos se
puedan insertar en el mercado internacional, por lo que es importante para los países contar con infraestructura y
capacidad de producción necesarias para ser competitivos en el mercado global.
1.3. Efectos y características del Comercio Internacional
Para hablar de las ventajas y desventajas del comercio internacional, es importante entender que la impulsividad del ser humano, es un
rasgo que nos viene dado por naturaleza. Es algo que debemos aceptar para lograr el control sobre nuestras acciones. En el mundo
empresarial encontramos bastante frecuentemente esa idea o necesidad de tener que actuar rápido para lograr el éxito.
Cada quien decidirá su estrategia comercial, pero que algo esté en auge no es sinónimo de que tengas que apostar por ello. Y que sea un
sector al alza no significa, ni mucho menos, que podamos obviar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
La clave del éxito en la internacionalización, en saber anticipar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Y es que entre los errores frecuentes que se producen al internacionalizar una empresa, encontramos el hecho de subestimar el proceso en
sí. No, no estamos ante un camino de rosas que solo conlleva buenas noticias y buenos dividendos para quienes apuesten por él, sino más
bien ante una decisión estratégica de marketing que puede hacer crecer mucho a nuestra empresa o terminar propiciándole un golpe
mortal.
Si nos ponemos prácticos, conocer las ventajas y desventajas del comercio internacional es “fácil”, al final no es más que otra estrategia
de mercado.
¿Elevar nuestra empresa a un escaparate de mayores dimensiones? Puede ser una forma de verlo, pero no debemos olvidar que una mayor
exposición también conlleva mayor riesgo y mayores costes.
Es ahí donde radica la clave del éxito en la internacionalización, en saber anticipar las ventajas y desventajas del comercio internacional.
Apostar por el comercio internacional agranda los límites de nuestro mercado. Una de las posibilidades aparejadas a esta circunstancia es
el hecho de que podremos contar con proveedores y suministradores que ofrezcan precios más competitivos que los que encontramos en
nuestro mercado local.
Generador de empleo
Si fijamos el punto de vista en las empresas extranjeras con las que tendremos que colaborar para llevar a cabo nuestra estrategia de
internacionalización, podemos pensar que nuestra colaboración provocará un aumento del volumen de trabajo para dichas empresas y, por
tanto, un teórico aumento del empleo que oferten.
Si anteriormente hemos mencionado que el comercio internacional supone contar con un mayor escaparate, tenemos que entender
también que ese gran escaparate puede atraer nuevos inversores. Sobre todo si, al echar mano de nuevos acuerdos internacionales,
mejoramos nuestra competitividad y aumentamos el valor de nuestro producto.
Si conseguimos ejecutar de una manera provechosa los tres puntos anteriores parece inevitable que vamos a mejorar la competitividad de
nuestra compañía y, por ende, van a aumentar los beneficios.
Una de las principales ventajas del comercio exterior es que permite a las empresas ampliar su mercado, tanto a nivel nacional como
internacional. Las empresas pueden exportar sus productos a otros países y, por lo tanto, aumentar su base de clientes potenciales.
El comercio internacional también permite a los países aprovechar sus ventajas comparativas. Esto significa que un país puede exportar
los productos que produce de manera más eficiente y a menor costo que otros países. De esta manera, el país puede especializarse en la
producción de esos productos y aumentar su competitividad.
Mayor eficiencia
El comercio exterior también puede mejorar la eficiencia de la economía en general. Las empresas pueden obtener los insumos que
necesitan de otros países a precios más bajos, lo que les permite reducir sus costos de producción. Esto se traduce en precios más bajos
para los consumidores y en una mayor competitividad para las empresas.
Diversificación de la economía
El comercio exterior también puede ayuda a diversificar la economía de un país. Si un país depende demasiado de un solo sector o
producto, es vulnerable a las fluctuaciones en los precios y la demanda. La diversificación de la economía mediante el comercio exterior
puede reducir este riesgo y hacer que la economía sea más resistente a las crisis.
Desventajas del comercio internacional
Costes derivados de licencias y otras regulaciones
Traspasar fronteras también significa cambiar de leyes y regulaciones sobre nuestros productos. El hecho de que podamos encontrar un
suministrador más barato en la otra punta del mundo no depende solo de que el coste que nos proponga (sumado al transporte añadido)
sea menor que el coste que nos ofrece un suministrador local. También debemos tener en cuenta qué dice la legislación local y qué
sobrecoste puede conllevar a nuestra cadena logística.
Saber anticiparnos a esos costes para determinar dónde está el buen negocio y dónde el error puede marcar la diferencia entre que nuestra
estrategia de internacionalización resulte exitosa o todo lo contrario.
Pensar en global significa también pensar que en el mundo existen muchas otras lenguas para comunicarse. Es cierto que el inglés en el
mundo empresarial abre muchísimas puertas hoy en día, pero hay ocasiones en las que no dominar el idioma local puede terminar
transformándose en una costosa barrera.
Esto no significa que debas ser políglota para obtener beneficios de la mano del comercio internacional, pero sí que deberás tenerlo en
cuenta y contratar los servicios de un profesional que te ayude a esquivar la bala.
Una de las principales desventajas del comercio exterior es que las empresas y los países pueden volverse demasiado dependientes del
mercado internacional. Si los precios o la demanda de los productos exportados disminuyen, las empresas y los países pueden verse
seriamente afectados.
Competencia internacional
El comercio internacional también puede generar una competencia feroz entre las empresas y los países. Las empresas deben ser capaces
de competir con productos similares de otros países, lo que puede ser difícil si esos países tienen costos de producción más bajos o gozan
de ventajas comparativas en la producción de ese producto.
El comercio exterior también está sujeto a riesgos políticos y económicos. Los conflictos políticos o las crisis económicas en otros países
pueden afectar negativamente el comercio internacional. Además, los cambios en las políticas comerciales, como los aranceles o las
restricciones a las importaciones, pueden afectar seriamente a las empresas que dependen del comercio exterior.
Impacto ambiental
El comercio exterior también puede tener un impacto ambiental negativo. El transporte de productos a través de largas distancias
consume grandes cantidades de energía y emite gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es importante que se tomen medidas para
reducir el impacto ambiental del comercio exterior, como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte de
mercancías y la promoción de prácticas comerciales sostenibles.
La paciencia es clave
No puedes apostar por una estrategia de comercio internacional esperando obtener beneficios en un corto plazo de tiempo.
Encontrar socios, inversores, suministradores, y, en definitiva, adaptar nuestra cadena logística a las nuevas circunstancias llevará tiempo.
Saber esto no es necesario únicamente para que te armes de paciencia, sino para que sepas calcular y anticipar esa ventana de tiempo que
va a ser necesaria hasta que llegues a obtener beneficios y saber cubrirte ante ella de la mejor manera.
Del mismo modo, existen circunstancias que no podemos controlar como la escasez de recursos naturales en un territorio o un inesperado
cambio de precio en los mismos. Estos cambios imprevisibles e incontrolables deben ser gestionados si se da el caso y conllevarán que se
agrande la ventana de tiempo necesaria hasta conseguir rentabilidad.
Conclusiones
En resumen, contamos con una serie de ventajas y desventajas del comercio internacional que permiten a las empresas expandir su
mercado y aprovechar las ventajas comparativas, pero también puede generar dependencia del mercado internacional y competencia
feroz. Además, el comercio exterior está sujeto a riesgos políticos y económicos y puede tener un impacto ambiental negativo.
Es importante que se tomen medidas para reducir los riesgos asociados con el comercio exterior y para promover prácticas comerciales
sostenibles. De esta manera, podemos aprovechar los beneficios del comercio exterior sin comprometer nuestro futuro.
¿Tienes más dudas sobre las ventajas y desventajas del comercio internacional? Escríbenos
El comercio internacional se centra en el intercambio de bienes y servicios entre diferentes países y en sus respectivos mercados.
Los movimientos se realizan a través de divisas y estos persiguen el beneficio mutuo a través del posicionamiento de productos y la
satisfacción de las necesidades de los consumidores.
La globalización del comercio ha provocado la dependencia entre países para poder satisfacer las necesidades de sus habitantes.
El notable desarrollo del comercio internacional en los últimos años también ha dado lugar a redes interconectadas de provisión y
abastecimiento de bienes y servicios, de manera que un movimiento en falso en algún lugar determinado puede acarrear consecuencias
directas sobre otros territorios en el lado opuesto del planeta.
El comercio internacional como tal se desarrolló durante el siglo XX. Si bien es cierto que las actividades de intercambio de productos se
remontan a los tiempos de colonización y expansión imperial de las grandes potencias europeas, en los cuales se desplazó mercancía de
un territorio a otro y se fundaron las tradiciones de intercambio, el comercio internacional tal y como lo conocemos hoy dio sus pasos
más importantes a finales del siglo XIX y principios del XX.
A partir de la década de los 90 del siglo pasado, las economías consideradas periféricas como las asiáticas o las latinoamericanas se
unieron a las grandes transacciones del comercio internacional.
Esto provocó que los vínculos entre países y las fluctuaciones del mercado global entre todos ellos incrementaran muchísimo más. Sin
embargo, con la llegada del Covid-19 a nuestras vidas se paralizaron la mayoría -por no decir todas- de las cadenas de suministros
globales: las restricciones adoptadas por todos los países y la interrupción del sistema productivo a raíz del virus provocaron un descenso
en el número de transacciones mundiales.
En líneas generales, los países que más exportan son también grandes importadores de productos o servicios. El papel que juegan todos
ellos dentro del comercio internacional depende varios factores:
Las exportaciones son los bienes producidos dentro de un país que se venden a clientes en otros países. Las
importaciones, por su parte, son las compras de bienes realizadas en el extranjero, para ser consumidos dentro del país.
Superávit comercial si la diferencia es positiva: cuando se producen más exportaciones que importaciones. Se entiende
que es el mejor resultado para un país ya que entran recursos del exterior.
Déficit comercial si la diferencia es negativa: cuando las compras realizadas en el extranjero superan las ventas al
exterior. Si se trata de una situación persistente el país tendrá que compensar este déficit con emisión de deuda pública o
privada para poder seguir comprando bienes en el exterior. Esto influirá en los tipos de cambio: aumentará el valor de las
divisas y se debilitará la moneda propia, y como consecuencia, se incrementará el nivel de endeudamiento y la población
perderá poder adquisitivo.
Equilibrio: cuando el resultado es cero, es decir, las exportaciones e importaciones están equilibradas.
La balanza comercial forma parte de la balanza de pagos, que registra todas las transacciones económicas producidas
entre un país y el resto de países con los que mantiene relaciones comerciales. En ella se incorporan las exportaciones e
importaciones de bienes, servicios, capital y transferencias financieras.
Las importaciones son las compras que los ciudadanos, las empresas o el gobierno de un país hacen de bienes y servicios producidos
por otros países y que son llevados al país comprador, por lo tanto, se introducen productos o costumbres extranjeras en un país. 2
Las exportaciones son los bienes o servicios que se producen en un país, los cuales son vendidos y enviados a clientes de otros países.
En otras palabras, la exportación es el tráfico de bienes y servicios propios de un país con el fin de ser usados o consumidos en otro país 3
El saldo de la balanza comercial es la diferencia del total de las exportaciones y el total de las importaciones que se manejan en el país.
Positiva: Cuando se exporta mayor cantidad de bienes y servicios de los que se importan, lo cual se denomina superávit comercial.
Negativa: Cuando el Valor de las exportaciones es menor que el de las importaciones, déficit comercial.
Entre los factores que podrían influir en las exportaciones y en las importaciones netas de un país se encuentran: 4
Los gustos de los consumidores por los bienes interiores y por los bienes extranjeros.
Los precios de los bienes en el interior y en el extranjero.
Los tipos de cambio a los que los individuos pueden utilizar la moneda nacional para comprar monedas extranjeras.
Las rentas de los consumidores interiores y de los extranjeros.
El coste de transportar bienes de un país a otro.
La política del gobierno con respecto al comercio internacional.
Sector externo[editar]
Balanza de pagos[editar]
Es un instrumento que describe en términos monetarios las actividades y relaciones económicas de un país con el resto del mundo
durante un tiempo determinado (normalmente un año) puede dividirse en dos partes principales, las cuales a su vez se dividen por el
tipo de transacción realizada y su relación con la economía.
Cuenta corriente[editar]
En ésta se encuentra el movimiento comercial de bienes y servicios, los pagos por concepto de servicios productivos y las transferencias
unilaterales. En general, en la cuenta corriente se registran todas las entradas de recursos reales y por el contrario, las salidas de estos
mismos, son registradas como egresos. Se divide en dos partes:
Activos: Aumentos en las tenencias de activos financieros o bien, la disminución de pasivos financieros.
Pasivos: Disminución de activos financieros y aumentos en los pasivos
Las cuentas financieras pueden corresponder tanto a apuntes de bienes, servicios, ingresos o cuenta de capital, como a apuntes de
signo opuesto a la misma cuenta financiera.5
La balanza de pagos es una herramienta de análisis utilizada en macroeconomía para examinar los gastos e ingresos
de un país en el resto del mundo.
Es común oír hablar a economistas sobre la balanza de pagos cuando analizan la situación financiera de un país respecto a
otros. ¿Qué se esconde tras este término y cuál es su utilidad?
Lo primero es recoger la definición de balanza de pagos: un documento contable, y un indicador en sí mismo, que recoge
las importaciones (gastos) y las exportaciones (ingresos) de una nación.
Cada movimiento y transacción (de servicios, bienes o capitales) queda registrada en la balanza de pagos, estableciendo así
la relación económica entre un país y el resto del mundo durante un periodo de tiempo determinado.
Como cualquier otro concepto macroeconómico, la balanza de pagos levanta muchas dudas sobre la forma en la que se
calcula, se analiza o se utiliza. En este artículo pretendemos solucionarlas todas y responder a las preguntas más comunes.
En la actualidad todas las naciones están interconectadas económicamente. La balanza de pagos adquiere una
importancia real a la hora de examinar cómo se dan esas relaciones y si los países mantienen un equilibrio adecuado entre
sus pagos e ingresos.
Comparar las balanzas de pagos de diferentes países permite ver cuáles y cuántas son las entradas y salidas de dinero desde
y hacia el exterior, reflejando su solvencia. El resultado da una visión general pero fiable del estado económico de una
nación en sí misma y respecto a las otras.
Por lo general, la balanza de pagos se prepara en un año, registrando todas las transacciones nacionales durante este
periodo. Las indicaciones de cómo hacerlo las marca el Fondo Monetario Internacional, aunque son adaptables a cada país
según sus características.
La presentación de este documento, uno de los más importantes a nivel internacional, es obligatoria.
Recordemos que los ingresos se representan con cifras positivas y los gastos con negativas, por lo que el objetivo es que
unos sufraguen otros y el resultado sea cero o cercano a esta cifra.
Lo contrario (un resultado muy por debajo o muy por encima de cero) indicaría que el país se encuentra en una situación de
déficit o de superávit. Las implicaciones que esto tiene las veremos más adelante.
Aunque el cálculo, en líneas generales, es aparentemente sencillo, vamos a ver que cada transacción, según su origen y
características, se contabiliza en una balanza concreta.
Estas son la balanza por cuenta corriente, balanza de cuenta de capital, balanza de cuenta financiera y cuenta de errores y
omisiones.
Balanza por cuenta corriente
La balanza por cuenta corriente es la más útil y concreta para observar el estado económico de una nación y sus
interacciones con el exterior. Incluye en sí misma las balanzas comercial, de servicios, de rentas y de transferencias.
Balanza comercial (o balanza de mercancías): en ella se registran todas las exportaciones vendidas y las importaciones
compradas. Se tienen en cuenta las mercancías y los bienes movibles, pero no los movimientos derivados de servicios o de
capitales.
Balanza de servicios: contabiliza las entradas y salidas de dinero procedente de la compra-venta de servicios a otros países.
Balanza de rentas: cuantifica las remuneraciones por rentas primarias (intereses, rentas y dividendos por inversiones de
capital).
Balanza de transferencias corrientes: registra todos los movimientos de capital sin contrapartida. Estos ingresos o gastos no
llevan contraprestaciones o intereses a futuro (por ejemplo, una donación o reparaciones de guerra).
Balanza de cuenta de capital
Dentro de la estructura de balanza de pagos, en esta cuenta quedan reflejados todos aquellos movimientos que suponen un
cambio de capital por derechos.
Estos incluyen los cambios de titularidad por intercambio de bienes no producidos (derechos de autor, recursos naturales,
etc.) pero potencialmente explotables, y también las transferencias sujetas a una transacción inversa a futuro.
Estas transacciones requieren una permanencia en el país de destino, y por eso no se incluyen en la balanza de cuenta de
capital.
Algunos ejemplos del tipo de operaciones englobadas en esta balanza son las inversiones inmobiliarias, en acciones
significativas y a largo plazo, o los títulos de crédito en ambas direcciones.
En la cuenta de errores y omisiones se registran todas las transacciones anteriores más aquellas que, por ser muy
indeterminadas, no se habían cuantificado hasta ahora. Esto ayuda a equilibrar ambas columnas (la de ingresos y gastos) y a
solventar discrepancias que pueda haber en las otras balanzas.
Una vez se han calculado todas las balanzas, se suman sus resultados y se obtiene el resultado final de la balanza de
pagos.
Aunque podría realizarse un cómputo total de todas las cantidades sin segmentarlas en categorías, precisando simplemente
si son ingresos o gastos, de este otro modo se obtiene no solo una visión general de la economía nacional, sino también una
específica de cada tipología de transacción.
Permite conocer el balance de situación, si hay relaciones de interdependencia y, observando el histórico, pueden llegar a
establecerse su origen y su evolución a lo largo del tiempo.
Esclarece cuál es la productividad de una nación y si está en superávit o déficit respecto a otras economías. La persistencia de
una u otra tendencia es indicativa de si el país logra o no cubrir la demanda interna y externa.
Un inversor, además de solicitar el plan de negocio de una empresa, también tendrá en cuenta la estabilidad financiera del
país en el que realiza la actividad. ¿La razón? Una mala balanza de pagos podría incurrir en una pérdida del valor de la divisa
nacional o en una grave inflación con consecuencias para la tesorería de la empresa.
Resultado de la balanza de pagos
Cuando se calcula la balanza de pagos de una nación hay tres resultados posibles:
Cuando esta situación se mantiene durante varios años, supone un gran problema, y señala la incapacidad productiva del
país, que no puede hacer frente a las necesidades de consumo de su población.
La solución al déficit normalmente pasa por solicitar préstamos al exterior, lo que resuelve el problema a corto y medio plazo
pero alarga el déficit, o acudir a los fondos de su Banco Central.
Entre las consecuencias de un déficit constante están la devaluación de la moneda nacional y la fuga de capitales, por lo
que sería necesario establecer una estrategia para superar la falta de liquidez.
No podemos olvidar que la balanza de pagos valora las relaciones internacionales, por lo que un superávit duradero en un
país se produce a costa del déficit de otros.
Por lo tanto, no hay problema si cada balanza (comercial, de servicios, de renta y de transferencia) presenta un tipo de
resultado (negativo o positivo); el objetivo es que se complementen unas a otras en el cálculo global.
La balanza de pagos de España se cerró 2020 con un superávit global, obteniendo solo déficit en la cuenta de errores y
omisiones.
El resultado revela si un país ha logrado el equilibrio necesario entre gastos e ingresos para hacer frente a las demandas de
consumo internas y externas. En caso contrario, podría encontrarse en superávit o en déficit, siendo esta última situación la
más preocupante y la que más consecuencias negativas podría traer a la economía nacional.
Como pequeños países, las empresas también deben llevar un registro estricto de sus transacciones, y para ello no
hay nada mejor que contar con un software de gestión de tesorería como el de Agicap. No esperes más para solicitar
una prueba gratuita y potencia el crecimiento de tu empresa llevando un buen control de sus números.
La balanza comercial es un indicador económico que se obtiene de los datos sobre exportación e importación de bienes de consumo o, lo
que es lo mismo, de pagos al exterior del país y cobros desde dicho exterior.
En este indicador no se incluyen los servicios prestados hacia o desde el exterior del país ni, tampoco, los movimientos de capitales en
dicho ámbito.
La balanza comercial forma parte de la balanza por cuenta corriente, junto con la balanza de servicios, balanza de rentas y balanza de
transferencias que indican el resultado económico de los negocios con el exterior de un país en todos sus ámbitos y efectuados por
residentes y no residentes.
Superávit comercial cuando el resultado es positivo y, por tanto, lo que se vende a otros países supera lo que se compra. Este es el mejor
resultado desde el punto de vista del país ya que obtiene recursos del exterior.
Déficit comercial cuando es negativo, las importaciones superan a las exportaciones. Esta situación de déficit comercial es un problema
para el país afectado ya que debe compensar esa pérdida de recursos económicos (ese déficit) y se verá obligado a hacerlo a través de
emisión de deuda pública o privada si necesita seguir comprando fuera. Si se mantiene durante el tiempo, va a provocar un aumento del
valor de las divisas y una debilidad de la moneda propia, es decir, inflación ya que supondrá un aumento de los tipos de cambio.
Consecuencia de todo ello va a ser un crecimiento de la deuda pública y empobrecimiento de la población, ya que la inflación no deja de
ser una retirada de recursos del bolsillo del ciudadano (que tiene las mismas unidades monetarias pero que valen menos dinero en
realidad). Además llevará aparejado un incremento de los precios y una importante merma en el poder adquisitivo de la población.
Comercio equilibrado si ambas cantidades son iguales y, por lo tanto, su diferencia es cero.
Como vemos, el tener superávit o, al menos, equilibrio en la balanza comercial es algo importante para mantener en buenas condiciones
la economía del país y de sus ciudadanos.
Pero, como hemos dicho, la balanza comercial sólo se centra en la importación o exportación de bienes de consumo.
Es posible compensar un eventual resultado deficitario de dicha balanza comercial con resultados positivos de otros sectores, diferentes
de la compraventa de mercancías, que también operan en el exterior, como pueden ser la venta de servicios de todo tipo u otros medios de
obtener divisas procedentes del extranjero.
Como ejemplo de esto, en la España del Siglo XX la balanza negativa era endémica, nunca llegó a equilibrarse ni mucho menos a
alcanzar magnitudes positivas. Durante el último 1periodo de la Dictadura Franquista esto se palió, no totalmente pero sí en una parte
importante, con los ingresos que provenían del turismo. No era suficiente y, de hecho, la inflación también fue endémica durante todo el
periodo, pero si no hubiera existido el turismo es inimaginable lo que hubiera acabado sucediendo.
Los hábitos de consumo de la población que, por causas de su educación u otras, pueda preferir comprar productos extranjeros en lugar
de nacionales.
Las políticas de las autoridades políticas y económicas sobre el asunto.
El precio a pagar por los productos importados.
La renta disponible de los consumidores, tanto en el país como en el extranjero.
Otros factores como los costes de transporte y distribución.
Las autoridades políticas y económicas deben, por ello, implicarse en emitir normativa y realizar actuaciones encaminadas al equilibrio o
influencia positiva de la balanza comercial, lo que se puede conseguir apoyando a los sectores comerciales y productivos que puedan
fomentar las exportaciones y practicando una política de tasas aduaneras que encarezcan los productos importados para disuadir a los
consumidores de comprarlos e inducirles a comprar producto nacional.
Sin embargo, el comercio exterior de España está sujeto, en la actualidad, a la normativa y políticas de la Unión Europea.
Para empezar, la libre circulación de mercancías de la UE supone la imposibilidad de limitar o encarecer las importaciones provenientes
de otros países europeos e, incluso, las políticas de fomento del producto nacional también están limitadas por la normativa europea de
defensa de la competencia.
Pero esta normativa europea y las políticas de la UE están encaminadas para el beneficio de sus países miembros y no deben ser tomadas,
directamente, como algo negativo. Del mismo modo que no podemos influir en el comercio intraeuropeo para nuestro beneficio tampoco
los demás países de Europa pueden limitar nuestras ventas en dicho territorio y, además, frente a terceros países la fuerza para negociar y
mantener posiciones es mucho mayor en el contexto de la UE.
La UE es el primer exportador del mundo y, además, el primer vendedor de importaciones en más de cien países.
Crea relaciones con terceros países a través de los acuerdos de libre comercio que son beneficiosos para ambas partes.
Por último, la normativa europea sirve para prevenir cosas como la explotación, el trabajo esclavo o infantil, la falta de derechos de los
trabajadores y, por último, garantiza la trazabilidad de los productos que en ella se producen.
COMPARTIR EN FACEBOOK
Qué es la balanza comercial y cómo se calcula
Este artículo trata sobre lo qué es la balanza comercial. Esta se define como el valor de las exportaciones de un país menos
sus importaciones.
Es el componente más significativo de la cuenta corriente. Eso también lo convierte en el mayor componente de la
balanza de pagos que mide todas las transacciones internacionales.
Este es el componente más fácil de medir. Todos los bienes y muchos servicios deben pasar por la aduana. La cuenta
corriente mide los ingresos netos de un país obtenidos de los activos internacionales. La cuenta corriente también
incluye la diferencia importación-exportación, más cualquier otro pago transfronterizo.
X = Exportaciones
M = Importaciones
BC = Balanza comercial
Veamos que implican los conceptos de exportaciones, importaciones y su efecto sobre la BC.
Exportaciones
Las exportaciones son bienes o servicios fabricados en el país y vendidos a un extranjero. Eso incluye un par de vaqueros
que envías por correo a un amigo en el extranjero.
También podría ser un cartel de una sede corporativa que se transfiere a su oficina en el extranjero. Si el extranjero paga por
ello, entonces es una exportación.
Importaciones
Las importaciones son bienes y servicios comprados por los residentes de un país, pero hechos en un país extranjero.
Incluye los recuerdos adquiridos por los turistas que viajan al extranjero. Los servicios prestados durante el viaje, como
el transporte, los hoteles y las comidas, también son importaciones.
No importa si la empresa que fabrica el bien o servicio es una empresa nacional o extranjera. Si fue comprado o hecho en
un país extranjero, es una importación.
Efecto sobre la BC
Cuando las exportaciones de un país son mayores que sus importaciones, tiene un superávit comercial.
La mayoría de los países lo consideran una BC favorable. Cuando las exportaciones son menores que las importaciones, se
crea un déficit comercial.
Los países suelen considerar eso como una BC desfavorable. Pero a veces una BC favorable, o un superávit, no está en los
mejores intereses del país.
Por ejemplo, un mercado emergente debería importar para invertir en su infraestructura. Puede tener un déficit durante un
corto período de tiempo con este objetivo en mente.
BC favorable
La mayoría de los países tratan de crear políticas comerciales que fomenten un superávit comercial. Consideran que un
superávit es una BC favorable porque es como obtener un beneficio como país.
Las naciones prefieren vender más productos y recibir más capital para sus residentes. Esto se traduce en un mayor nivel
de vida. Sus empresas también obtienen una ventaja competitiva en conocimientos técnicos al producir todas las
exportaciones. Contratan más trabajadores, reduciendo el desempleo y generando más ingresos.
Para mantener esta BC favorable, los líderes a menudo recurren al proteccionismo comercial. Protegen las industrias
nacionales mediante la imposición de aranceles, cuotas o subsidios a las importaciones.
Eso no funciona por mucho tiempo. Pronto otros países toman represalias con sus medidas proteccionistas. Una guerra
comercial reducirá el comercio internacional para todas las naciones.
BC desfavorable
La mayoría de las veces, los déficits comerciales son una BC desfavorable. Por regla general, los países con déficit comercial
exportan materias primas. Importan muchos productos de consumo.
Sus negocios domésticos no ganan la experiencia necesaria para hacer productos de valor añadido. Sus economías se
vuelven dependientes de los precios mundiales de las materias primas. Esa estrategia también agota sus recursos
naturales a largo plazo.
Algunos países se oponen tanto a los déficits comerciales que adoptan el mercantilismo. Se trata de una forma extrema de
nacionalismo económico que dice que hay que eliminar el déficit comercial a toda costa.
Aboga por medidas proteccionistas como los aranceles y las cuotas de importación. Aunque estas medidas pueden reducir el
déficit, también aumentan los precios al consumidor.
Lo peor de todo es que desencadenan un proteccionismo reaccionario de los socios comerciales de la nación. Reduce el
comercio internacional y el crecimiento económico de todos los implicados.
En este artículo se explicó lo que es la balanza comercial, que da un valor de la magnitud de los desequilibrios de los
intercambios comerciales entre países, y que determinan la salud de sus economías y de sus objetivos económicos a corto,
mediano y largo plazo.
Balanza Comercial
1.5. Principales
teorías de la
Competitividad Internacional
Estos enfoques comparten elementos teóricos comunes como la división internacional del trabajo, la
especialización y la dotación de recursos naturales. La estructura de mercado es de competencia perfecta y
rendimientos constantes a escala en la producción de bienes homogéneos. El único factor productivo es el
trabajo homogéneo, con movilidad interna (entre sectores del mismo país) pero sin movilidad entre países
(Rangasamy, 2003). La competitividad proviene de las diferencias tecnológicas entre naciones originadas en el
factor trabajo y las diferencias en las dotaciones relativas de recursos naturales.
Según Smith (2007), el origen de la competitividad y el comercio internacional se sitúa en la predisposición de los
individuos a intercambiar y obtener algún beneficio de ello (Schumacher, 2012). Los supuestos teóricos básicos son
la división internacional del trabajo, la especialización, la dotación de factores productivos, la teoría del valor
trabajo, la competencia perfecta y los rendimientos constantes a escala.
Por división del trabajo se entiende la especialización de la fuerza laboral obtenida con la destreza adquirida
en el proceso productivo, el ahorro de tiempo y la invención de máquinas ( Smith, 2014). La producción se
subdivide en varias tareas y cada trabajador o un grupo de ellos se especializa en la producción de una parte
específica del bien. Según Smith «la división del trabajo, al reducir la tarea del hombre a una operación
sencilla, y hacer de esta la única ocupación de su vida, aumenta considerablemente la pericia del operario»
(Smith, 2007, p. La especialización implica que el trabajo sea más productivo, y además, estimula el
desarrollo de las habilidades, el surgimiento de nuevos métodos de producción, técnicas más avanzadas que
estimulan aún más la productividad, conllevando una especialización creciente. Otra característica es la
teoría del valor trabajo: si el valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo incorporado y esa
cantidad disminuye con la especialización, los costos de producción disminuyen.
Otro elemento central es la disponibilidad de recursos naturales (minerales, vegetación, clima) o adquiridos
(técnicas de producción y el desarrollo de las habilidades de la fuerza laboral) que, junto con las diferencias
en productividad, refuerzan las diferencias tecnológicas y productivas entre países, dando lugar a la ventaja
absoluta (Carbaugh, 2005). El patrón de comercio se establece de acuerdo con los diferenciales de costos y las
divergencias productivas del trabajo con rendimientos constantes a escala en la producción (Dev, 2015). Las
bases del intercambio son la división del trabajo, la especialización, las diferencias tecnológicas y la dotación
de recursos (Mitschke, 2008) o alternativamente, la mayor productividad reflejada en menores costos medios.
A modo de ejemplo, supónganse que dos países A y B producen dos bienes x e y. A requiere tres unidades
de trabajo para producir una unidad de x mientras que B necesita dos unidades de trabajo. A necesita 6
unidades de trabajo para producir una unidad de y, pero B necesita 8 unidades para producir la misma
unidad. Entonces A es más eficiente produciendo y mientras que B es más eficiente produciendo x. En
términos de Smith, A tiene una ventaja absoluta produciendo y mientras que B tiene una ventaja absoluta
produciendo x. Un país tiene una ventaja absoluta sobre otro en la producción de un bien, cuando para
producirlo utiliza menos recursos. En consecuencia, A debería especializarse en la producción de y, el bien
sobre el que tiene una ventaja absoluta, y B debería especializarse en la producción de x.
Se deduce que la competitividad de un país se obtiene con la ventaja absoluta, ya sea el resultado de las
ventajas naturales o creadas siempre y cuando se traduzcan en diferencias productivas y de costos. Los
países se especializan en la producción y la exportación de un bien que en términos absolutos producen más
barato. No solo obtiene beneficios por la especialización productiva cuando exporta un bien en el que tiene
una ventaja absoluta, sino que además importa los bienes que produce a un costo más elevado.
El modelo ricardiano considera dos países, dos bienes y el trabajo como único factor productivo ( Ricardo, 2001);
presenta lo que, en parecer de Mitschke (2008), es la esencia de la teoría de la ventaja comparativa. En un ejemplo
preliminar enuncia que hay dos hombres, uno que produce zapatos y otro que produce sombreros; uno de
ellos tiene una productividad mayor (absoluta) en la producción de ambos bienes, pero es relativamente más
productivo haciendo zapatos que sombreros (Schumacher, 2012). En ese orden de ideas, debería especializarse en
la producción de zapatos y comprar sombreros, mientras que el otro debería producir sombreros y comprar
zapatos. Al trasladar este razonamiento al comercio internacional, un país no debe intentar producir todos
los bienes que necesita, sino más bien especializarse en la producción de algunos bienes y exportarlos.
El ejemplo numérico que aparece en Ricardo, y que Samuelson consideró una ley económica verdadera y no
trivial, está representado en los cuatro números «mágicos» (tabla 1). Ricardo los empleó para explicar la ley
de la ventaja comparativa en el capítulo 7 de los Principios (Rangasamy, 2003). A pesar de su sencillez, según Krugman
(1999)
los historiadores de la ventaja comparativa transformaron una ley relativamente simple en una maraña
confusa de afirmaciones, errores e incompletitudes.
El modelo supone dos países, Inglaterra y Portugal, que producen telas y vino, respectivamente, utilizando
solamente el trabajo. Los números se refieren a las unidades de trabajo necesarias para producir a unidades
de vino y b unidades de tela. Por lo tanto, Portugal emplea 80 unidades de trabajo para producir a unidades
de vino; 90 unidades de trabajo para producir b unidades de tela. Inglaterra utiliza 120 unidades de trabajo
para producir a unidades de vino y 100 unidades de trabajo para producir b unidades de tela. Portugal tiene
una ventaja absoluta en la producción de los dos bienes; si emplea menos trabajo, produce a menores
costos. Desde la perspectiva de la ventaja absoluta no habría intercambio comercial entre ellos. Inglaterra
no tiene una ventaja absoluta en la producción de ninguno de los dos bienes. Aun así, Ricardo ve posible el
intercambio comercial entre los dos países.
La dirección y la especialización del comercio están determinados por los costos de producción relativos en
los dos países y se expresan como proporciones o ratios. Esta forma de presentar el problema se atribuye a
J. S. Mill (Schumacher, 2012). Los cálculos de los costos relativos para Portugal son los siguientes:
Para Inglaterra:
En consecuencia, Rortugal debería especializarse en la producción y exportación de vino por los menores
costos relativos, e Inglaterra en la producción y exportación de tela por la misma razón. La competitividad se
explica con el principio de la ventaja comparativa y la especialización derivada del trabajo, fundamentada en
los costos relativos vinculados con la disponibilidad de factores, el precio y la calidad de los productos, el
tamaño, el crecimiento y la accesibilidad de los mercados (Siudek & Zavojska, 2014; Anca, 2012).
Los supuestos del modelo son la competencia perfecta con pleno empleo para los factores y los bienes y la
libertad de comercio. Las funciones de producción son linealmente homogéneas con rendimientos constantes
a escala e iguales en ambos países. Difieren en las intensidades de los factores. Un país X es intensivo en
trabajo, mientras que otro país Y es intensivo en capital; no hay reversión en la intensidad de los factores
dentro de cada país. Existe además una dotación fija de trabajo y capital, factores que son homogéneos y
perfectamente móviles entre industrias de cada país, pero los factores no son móviles entre países, y estos
últimos difieren en sus dotaciones relativas de factores.
Uno de los países produce bienes utilizando preferentemente el trabajo, ya que es el factor abundante y
produce un bien intensivo en trabajo. El otro país, en contraste, es intensivo en capital. Además, la
tecnología es constante y las preferencias de los consumidores son equivalentes entre países.
Así entonces, el punto central para explicar la diferencia entre los costos comparativos procede de dos
nociones: la dotación de factores y la intensidad de los factores. La abundancia relativa de un factor se
define o bien en términos físicos o bien en términos de precios. Por el primer criterio, un país es
relativamente abundante en capital si y solo si está dotado con una mayor cantidad de capital frente a la
cantidad de trabajo con respecto a otro país. El país X es relativamente abundante en capital si se satisface
la condición:
siendo K el capital y L el trabajo. Las barras indican que los factores productivos tienen cantidades fijas,
mientras que los subíndices indican los países.
La escasez relativa de trabajo en términos físicos en el país X está expresada por la condición:
Dadas las condiciones anteriores, la teoría HO establece que el país X producirá bienes intensivos en capital
(por ejemplo, automóviles) y el país Y tendrá un sesgo hacia la producción de productos intensivos en mano
de obra (por ejemplo, prendas de vestir).
El criterio alternativo para definir la abundancia relativa del factor es el precio. En este enfoque, un país con
un capital relativamente barato y un trabajo relativamente costoso es abundante en capital, y para el otro
país se presenta la situación contraria, independientemente de las cantidades físicas de capital y trabajo que
tengan.
Donde P representa los precios y K y L son los factores productivos, capital y trabajo respectivamente. Del
mismo modo, si:
Como anota Dev (2015), el teorema HO se ha convertido en el fundamento de varios modelos de comercio
internacional, lo que equivale a decir que la estructura de la teoría moderna del comercio internacional se
basa fundamentalmente en los supuestos del modelo HO. La ventaja comparativa se fundamenta en las
diferencias productivas (o de costos) generadas en la abundancia de factores, lo que estimula la
especialización productiva y la exportación del bien que requiere el uso intensivo de los factores abundantes
localmente. Si un país es relativamente abundante en el factor trabajo, exporta bienes intensivos en la
utilización de ese factor. En cambio, importa bienes intensivos en capital, que es el factor abundante en el
resto del mundo (véanse, entre otros, Anca, 2012; Chaudhuri & Ray, 1997; Siudek & Zavojska, 2014; Vernon, 1966; Ambastha & Momaya, 2004).
1.4. Críticas
Las teorías clásicas de la competitividad no han estado exentas de cuestionamientos. Autores como Lombana
(2006) Anca (2012) Siudek & Zavojska (2014) Cho & Moon (2002) Dev (2015)
, , , , y Reinert (1994) discrepan sobre la capacidad de estas teorías
para explicar la competitividad y las complejidades del comercio internacional en las circunstancias actuales.
En efecto, el trabajo no es el único determinante de los costos y el precio; además, este factor está
diferenciado en términos de escolaridad, calidad de la educación, experiencia, y en general, el desarrollo de
las habilidades de la fuerza de trabajo. Adicionalmente, mientras los modelos clásicos de intercambio son
estáticos, la competitividad es dinámica (Ghironi, 2005). Las empresas establecen una estrategia competitiva
creadora de valor sostenible en el largo plazo, considerando productos diferenciados, el diseño y la
tecnología (Mitschke, 2008). Si la competitividad estriba en la posesión de recursos naturales, esta por sí misma no
garantiza la competitividad de un país. Además, en la práctica se observa la movilidad de los factores entre
países, como en la inversión extranjera directa y el desplazamiento de trabajadores con base en sus
habilidades (Cope, 2012; Schwartz, 2010; Webster, Lambert & Bezuidenhout, 2008).
Sin embargo, la crítica más aguda proviene de Helpman & Krugman (1985) en dos frentes concretos: la observación
empírica y los fundamentos teóricos. Hay por lo menos cuatro formas por las que las teorías tradicionales de
la competitividad son falibles a la observación empírica: el volumen del comercio, la composición del
comercio, el comercio intrafirma y la inversión extranjera directa.
La insatisfacción con las teorías clásicas de la competitividad dio paso al surgimiento de nuevos marcos de
referencia para determinar el éxito de las naciones y sus empresas en los mercados internacionales. Estos
marcos se han desarrollado en el seno de la competitividad estratégica o las teorías de la ventaja
competitiva, presentada bajo los supuestos de competencia imperfecta y rendimientos crecientes a escala.
Porter inicia su artículo titulado The Competitive Advantage of Nations con una frase poderosa: «National
prosperity is created, not inherited» (Porter, 1990, párr. 1). Esta perspectiva deja entrever que las teorías
contemporáneas de la competitividad se corresponden con una dinámica diferente a la doctrina clásica. En
ellas se incorpora la idea de estrategia empresarial, de modo que el objetivo central del agente productor de
bienes o servicios es la obtención de la ventaja competitiva, VC (Wang, 2014). Las contribuciones más
significativas al desarrollo de este campo provienen de la Organización Industrial, OI ( Smith, 2014), pero
particularmente de Michael Porter.
Las causas por las cuales algunas empresas tienen más éxito que otras para lograr la VC, sostenible en el
tiempo, y un desempeño superior al promedio de la industria, se recogen en la formulación de una estrategia
empresarial, concebida como un plan de largo plazo con el cual la empresa maximiza los beneficios y
confronta a la competencia (Porter, 1997). El análisis de la competitividad recae sobre las características
específicas de la empresa o la industria, pero no de algún país específico (Grossman & Helpman, 1990).
La VC se define como el conjunto de decisiones y acciones con las que una organización formula e
implementa una estrategia para lograr sus objetivos (Wang, 2014, p. 33; Carbaugh, 2005). Así, la VC se constituye en
elemento central de la gestión estratégica (strategic managment) y la organización industrial con un origen
multidisciplinar (Bain, 1959; Porter, 1990). Sus antecedentes se encuentran en la economía (microeconomía, costos
de transacción, teoría de la agencia, economía evolucionista), la sociología (teoría de la contingencia,
dependencia de los recursos y ecología organizacional) y la psicología (comportamiento organizacional y
patrones estructurales) (Wang, 2014, p. 33). Los fundamentos potenciadores de la competitividad y el comercio
internacional se refieren a la diferenciación del producto y la especialización del trabajo, pero esencialmente,
y lo que marca un contraste con las teorías clásicas, radica en la estructura de mercado de competencia
imperfecta y las economías a escala en un nivel de análisis micro.
En la gestión estratégica surgieron dos teorías principales para explicar la competitividad: a) la visión de la
estrategia basada en el mercado (VBM) y b) la visión de la estrategia basada en los recursos (VBR). En la
primera vertiente, la empresa diseña su estrategia de acuerdo con el entorno industrial externo. La segunda
se originó con los trabajos de Penrose (1959) a finales de los años 50 (Porter, 1983) y se incorporó a la gestión
estratégica en los años 80 (Hitt, 2011). Para esta visión, la empresa diseña una estrategia con los elementos de
su entorno interno (Wang, 2014; Mitschke, 2008), donde resulta esencial la noción de competencias básicas.
Estos enfoques comparten elementos teóricos comunes como la división internacional del trabajo, la
especialización y la dotación de recursos naturales. La estructura de mercado es de competencia perfecta y
rendimientos constantes a escala en la producción de bienes homogéneos. El único factor productivo es el
trabajo homogéneo, con movilidad interna (entre sectores del mismo país) pero sin movilidad entre países
(Rangasamy, 2003). La competitividad proviene de las diferencias tecnológicas entre naciones originadas en el
factor trabajo y las diferencias en las dotaciones relativas de recursos naturales.
Según Smith (2007), el origen de la competitividad y el comercio internacional se sitúa en la predisposición de los
individuos a intercambiar y obtener algún beneficio de ello (Schumacher, 2012). Los supuestos teóricos básicos son
la división internacional del trabajo, la especialización, la dotación de factores productivos, la teoría del valor
trabajo, la competencia perfecta y los rendimientos constantes a escala.
Por división del trabajo se entiende la especialización de la fuerza laboral obtenida con la destreza adquirida
en el proceso productivo, el ahorro de tiempo y la invención de máquinas ( Smith, 2014). La producción se
subdivide en varias tareas y cada trabajador o un grupo de ellos se especializa en la producción de una parte
específica del bien. Según Smith «la división del trabajo, al reducir la tarea del hombre a una operación
sencilla, y hacer de esta la única ocupación de su vida, aumenta considerablemente la pericia del operario»
(Smith, 2007, p. La especialización implica que el trabajo sea más productivo, y además, estimula el
desarrollo de las habilidades, el surgimiento de nuevos métodos de producción, técnicas más avanzadas que
estimulan aún más la productividad, conllevando una especialización creciente. Otra característica es la
teoría del valor trabajo: si el valor de un bien está determinado por la cantidad de trabajo incorporado y esa
cantidad disminuye con la especialización, los costos de producción disminuyen.
Otro elemento central es la disponibilidad de recursos naturales (minerales, vegetación, clima) o adquiridos
(técnicas de producción y el desarrollo de las habilidades de la fuerza laboral) que, junto con las diferencias
en productividad, refuerzan las diferencias tecnológicas y productivas entre países, dando lugar a la ventaja
absoluta (Carbaugh, 2005). El patrón de comercio se establece de acuerdo con los diferenciales de costos y las
divergencias productivas del trabajo con rendimientos constantes a escala en la producción (Dev, 2015). Las
bases del intercambio son la división del trabajo, la especialización, las diferencias tecnológicas y la dotación
de recursos (Mitschke, 2008) o alternativamente, la mayor productividad reflejada en menores costos medios.
A modo de ejemplo, supónganse que dos países A y B producen dos bienes x e y. A requiere tres unidades
de trabajo para producir una unidad de x mientras que B necesita dos unidades de trabajo. A necesita 6
unidades de trabajo para producir una unidad de y, pero B necesita 8 unidades para producir la misma
unidad. Entonces A es más eficiente produciendo y mientras que B es más eficiente produciendo x. En
términos de Smith, A tiene una ventaja absoluta produciendo y mientras que B tiene una ventaja absoluta
produciendo x. Un país tiene una ventaja absoluta sobre otro en la producción de un bien, cuando para
producirlo utiliza menos recursos. En consecuencia, A debería especializarse en la producción de y, el bien
sobre el que tiene una ventaja absoluta, y B debería especializarse en la producción de x.
Se deduce que la competitividad de un país se obtiene con la ventaja absoluta, ya sea el resultado de las
ventajas naturales o creadas siempre y cuando se traduzcan en diferencias productivas y de costos. Los
países se especializan en la producción y la exportación de un bien que en términos absolutos producen más
barato. No solo obtiene beneficios por la especialización productiva cuando exporta un bien en el que tiene
una ventaja absoluta, sino que además importa los bienes que produce a un costo más elevado.
El modelo ricardiano considera dos países, dos bienes y el trabajo como único factor productivo ( Ricardo, 2001);
presenta lo que, en parecer de Mitschke (2008), es la esencia de la teoría de la ventaja comparativa. En un ejemplo
preliminar enuncia que hay dos hombres, uno que produce zapatos y otro que produce sombreros; uno de
ellos tiene una productividad mayor (absoluta) en la producción de ambos bienes, pero es relativamente más
productivo haciendo zapatos que sombreros (Schumacher, 2012). En ese orden de ideas, debería especializarse en
la producción de zapatos y comprar sombreros, mientras que el otro debería producir sombreros y comprar
zapatos. Al trasladar este razonamiento al comercio internacional, un país no debe intentar producir todos
los bienes que necesita, sino más bien especializarse en la producción de algunos bienes y exportarlos.
El ejemplo numérico que aparece en Ricardo, y que Samuelson consideró una ley económica verdadera y no
trivial, está representado en los cuatro números «mágicos» (tabla 1). Ricardo los empleó para explicar la ley
de la ventaja comparativa en el capítulo 7 de los Principios (Rangasamy, 2003). A pesar de su sencillez, según Krugman
(1999)
los historiadores de la ventaja comparativa transformaron una ley relativamente simple en una maraña
confusa de afirmaciones, errores e incompletitudes.
El modelo supone dos países, Inglaterra y Portugal, que producen telas y vino, respectivamente, utilizando
solamente el trabajo. Los números se refieren a las unidades de trabajo necesarias para producir a unidades
de vino y b unidades de tela. Por lo tanto, Portugal emplea 80 unidades de trabajo para producir a unidades
de vino; 90 unidades de trabajo para producir b unidades de tela. Inglaterra utiliza 120 unidades de trabajo
para producir a unidades de vino y 100 unidades de trabajo para producir b unidades de tela. Portugal tiene
una ventaja absoluta en la producción de los dos bienes; si emplea menos trabajo, produce a menores
costos. Desde la perspectiva de la ventaja absoluta no habría intercambio comercial entre ellos. Inglaterra
no tiene una ventaja absoluta en la producción de ninguno de los dos bienes. Aun así, Ricardo ve posible el
intercambio comercial entre los dos países.
La dirección y la especialización del comercio están determinados por los costos de producción relativos en
los dos países y se expresan como proporciones o ratios. Esta forma de presentar el problema se atribuye a
J. S. Mill (Schumacher, 2012). Los cálculos de los costos relativos para Portugal son los siguientes:
Para Inglaterra:
unidades de vino en términos de tela
Comparando los costos relativos, el costo relativo de producir vino en términos de tela es menor para
Rortugal comparado con Inglaterra, porque 0,83 < 1,2. De la misma manera, para Inglaterra, los costos
relativos de producir tela en términos de vino son 0,83 < 1,125.
En consecuencia, Rortugal debería especializarse en la producción y exportación de vino por los menores
costos relativos, e Inglaterra en la producción y exportación de tela por la misma razón. La competitividad se
explica con el principio de la ventaja comparativa y la especialización derivada del trabajo, fundamentada en
los costos relativos vinculados con la disponibilidad de factores, el precio y la calidad de los productos, el
tamaño, el crecimiento y la accesibilidad de los mercados (Siudek & Zavojska, 2014; Anca, 2012).
Los supuestos del modelo son la competencia perfecta con pleno empleo para los factores y los bienes y la
libertad de comercio. Las funciones de producción son linealmente homogéneas con rendimientos constantes
a escala e iguales en ambos países. Difieren en las intensidades de los factores. Un país X es intensivo en
trabajo, mientras que otro país Y es intensivo en capital; no hay reversión en la intensidad de los factores
dentro de cada país. Existe además una dotación fija de trabajo y capital, factores que son homogéneos y
perfectamente móviles entre industrias de cada país, pero los factores no son móviles entre países, y estos
últimos difieren en sus dotaciones relativas de factores.
Uno de los países produce bienes utilizando preferentemente el trabajo, ya que es el factor abundante y
produce un bien intensivo en trabajo. El otro país, en contraste, es intensivo en capital. Además, la
tecnología es constante y las preferencias de los consumidores son equivalentes entre países.
Así entonces, el punto central para explicar la diferencia entre los costos comparativos procede de dos
nociones: la dotación de factores y la intensidad de los factores. La abundancia relativa de un factor se
define o bien en términos físicos o bien en términos de precios. Por el primer criterio, un país es
relativamente abundante en capital si y solo si está dotado con una mayor cantidad de capital frente a la
cantidad de trabajo con respecto a otro país. El país X es relativamente abundante en capital si se satisface
la condición:
siendo K el capital y L el trabajo. Las barras indican que los factores productivos tienen cantidades fijas,
mientras que los subíndices indican los países.
La escasez relativa de trabajo en términos físicos en el país X está expresada por la condición:
Dadas las condiciones anteriores, la teoría HO establece que el país X producirá bienes intensivos en capital
(por ejemplo, automóviles) y el país Y tendrá un sesgo hacia la producción de productos intensivos en mano
de obra (por ejemplo, prendas de vestir).
El criterio alternativo para definir la abundancia relativa del factor es el precio. En este enfoque, un país con
un capital relativamente barato y un trabajo relativamente costoso es abundante en capital, y para el otro
país se presenta la situación contraria, independientemente de las cantidades físicas de capital y trabajo que
tengan.
Donde P representa los precios y K y L son los factores productivos, capital y trabajo respectivamente. Del
mismo modo, si:
Como anota Dev (2015), el teorema HO se ha convertido en el fundamento de varios modelos de comercio
internacional, lo que equivale a decir que la estructura de la teoría moderna del comercio internacional se
basa fundamentalmente en los supuestos del modelo HO. La ventaja comparativa se fundamenta en las
diferencias productivas (o de costos) generadas en la abundancia de factores, lo que estimula la
especialización productiva y la exportación del bien que requiere el uso intensivo de los factores abundantes
localmente. Si un país es relativamente abundante en el factor trabajo, exporta bienes intensivos en la
utilización de ese factor. En cambio, importa bienes intensivos en capital, que es el factor abundante en el
resto del mundo (véanse, entre otros, Anca, 2012; Chaudhuri & Ray, 1997; Siudek & Zavojska, 2014; Vernon, 1966; Ambastha & Momaya, 2004).
1.4. Críticas
Las teorías clásicas de la competitividad no han estado exentas de cuestionamientos. Autores como Lombana
(2006) Anca (2012) Siudek & Zavojska (2014) Cho & Moon (2002) Dev (2015)
, , , , y Reinert (1994) discrepan sobre la capacidad de estas teorías
para explicar la competitividad y las complejidades del comercio internacional en las circunstancias actuales.
En efecto, el trabajo no es el único determinante de los costos y el precio; además, este factor está
diferenciado en términos de escolaridad, calidad de la educación, experiencia, y en general, el desarrollo de
las habilidades de la fuerza de trabajo. Adicionalmente, mientras los modelos clásicos de intercambio son
estáticos, la competitividad es dinámica (Ghironi, 2005). Las empresas establecen una estrategia competitiva
creadora de valor sostenible en el largo plazo, considerando productos diferenciados, el diseño y la
tecnología (Mitschke, 2008). Si la competitividad estriba en la posesión de recursos naturales, esta por sí misma no
garantiza la competitividad de un país. Además, en la práctica se observa la movilidad de los factores entre
países, como en la inversión extranjera directa y el desplazamiento de trabajadores con base en sus
habilidades (Cope, 2012; Schwartz, 2010; Webster, Lambert & Bezuidenhout, 2008).
Sin embargo, la crítica más aguda proviene de Helpman & Krugman (1985) en dos frentes concretos: la observación
empírica y los fundamentos teóricos. Hay por lo menos cuatro formas por las que las teorías tradicionales de
la competitividad son falibles a la observación empírica: el volumen del comercio, la composición del
comercio, el comercio intrafirma y la inversión extranjera directa.
La insatisfacción con las teorías clásicas de la competitividad dio paso al surgimiento de nuevos marcos de
referencia para determinar el éxito de las naciones y sus empresas en los mercados internacionales. Estos
marcos se han desarrollado en el seno de la competitividad estratégica o las teorías de la ventaja
competitiva, presentada bajo los supuestos de competencia imperfecta y rendimientos crecientes a escala.
Porter inicia su artículo titulado The Competitive Advantage of Nations con una frase poderosa: «National
prosperity is created, not inherited» (Porter, 1990, párr. 1). Esta perspectiva deja entrever que las teorías
contemporáneas de la competitividad se corresponden con una dinámica diferente a la doctrina clásica. En
ellas se incorpora la idea de estrategia empresarial, de modo que el objetivo central del agente productor de
bienes o servicios es la obtención de la ventaja competitiva, VC (Wang, 2014). Las contribuciones más
significativas al desarrollo de este campo provienen de la Organización Industrial, OI ( Smith, 2014), pero
particularmente de Michael Porter.
Las causas por las cuales algunas empresas tienen más éxito que otras para lograr la VC, sostenible en el
tiempo, y un desempeño superior al promedio de la industria, se recogen en la formulación de una estrategia
empresarial, concebida como un plan de largo plazo con el cual la empresa maximiza los beneficios y
confronta a la competencia (Porter, 1997). El análisis de la competitividad recae sobre las características
específicas de la empresa o la industria, pero no de algún país específico (Grossman & Helpman, 1990).
La VC se define como el conjunto de decisiones y acciones con las que una organización formula e
implementa una estrategia para lograr sus objetivos (Wang, 2014, p. 33; Carbaugh, 2005). Así, la VC se constituye en
elemento central de la gestión estratégica (strategic managment) y la organización industrial con un origen
multidisciplinar (Bain, 1959; Porter, 1990). Sus antecedentes se encuentran en la economía (microeconomía, costos
de transacción, teoría de la agencia, economía evolucionista), la sociología (teoría de la contingencia,
dependencia de los recursos y ecología organizacional) y la psicología (comportamiento organizacional y
patrones estructurales) (Wang, 2014, p. 33). Los fundamentos potenciadores de la competitividad y el comercio
internacional se refieren a la diferenciación del producto y la especialización del trabajo, pero esencialmente,
y lo que marca un contraste con las teorías clásicas, radica en la estructura de mercado de competencia
imperfecta y las economías a escala en un nivel de análisis micro.
En la gestión estratégica surgieron dos teorías principales para explicar la competitividad: a) la visión de la
estrategia basada en el mercado (VBM) y b) la visión de la estrategia basada en los recursos (VBR). En la
primera vertiente, la empresa diseña su estrategia de acuerdo con el entorno industrial externo. La segunda
se originó con los trabajos de Penrose (1959) a finales de los años 50 (Porter, 1983) y se incorporó a la gestión
estratégica en los años 80 (Hitt, 2011). Para esta visión, la empresa diseña una estrategia con los elementos de
su entorno interno (Wang, 2014; Mitschke, 2008), donde resulta esencial la noción de competencias básicas.
1.- Introducción
La competitividad es la capacidad con la que cuenta una empresa o país para ganar rentabilidad en mercado en
relación con sus competidores. De la misma manera, la competitividad económica internacional se refiere a al
análisis de la competitividad de un país o región económica. El termino competitividad ha sido muy utilizado en los
medios empresariales, políticos, socioeconómicos así como en el ámbito general. A todo esto se debe la expansión
del marco de referencia de los agentes económicos que han pasado de una forma de actuar auto protectora a un
planteamiento más abierto, expansivo y proactivo.1 La competitividad puede ser medida a través de índices. Los índices
de competitividad son los factores que explican la capacidad de un país para producir bienes y servicios con estándares
internacionales de tecnología y calidad en forma eficiente, y como consecuencia lograr altos niveles de productividad y nivel
de ingreso. El lugar que ocupa México en los índices de competitividad actualmente es el 58 según el Informe Anual de
Competitividad Global 2011-2012 del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) Estados Unidos ocupa la
quinta posición. Hay diversos factores que influyen en la competitividad de un país como la calidad del ambiente
macroeconómico el cual resume indicadores objetivos de estabilidad de precios, costo del financiamiento interno y externo,
tendencias de tipo de cambio real, entre otras cosas. Otro factor es la calidad del ambiente institucional el cual sintetiza la
opinión de los empresarios sobre el imperio de la ley el control de corrupción, solo se utilizan 7 preguntas para realizar este
índice altamente reconocido. El tercer y último factor es la capacidad tecnológica, este ocupa un lugar prominente dentro de
los estudios e indicadores, fue introducido por primera vez en el informe del 2000 en Global Competitiveness Report
(Reporte Global de Competitividad). El problema de la competitividad se basa en que los países establecen políticas
económicas en la empresa ya que ellos tienen mal definida la competitividad en el aspecto de que ellos piensan que la
fortalezas económica de un país se mide por el superávit comercial externo, que las importaciones afectan a la economía
del país creyendo que afectara en el desplazamiento de empleos nacionales, bajos salarios de los países pobres haciendo
que la competitividad se vuelva una obsesión peligrosa. 2 El trabajo de investigación se organiza de la siguiente manera: la
sección 2 analiza la competitividad y sobre los índices de competitividad; la sección 3 sobre los factores que influyen en los
índices de competitividad internacional. La sección 4 aborda el tema sobre los problemas que se presentan en los índices
de competitividad internacional.
2. La competitividad y su sus principales factores
La competitividad se origina en tres niveles: a nivel país, a nivel sector y a nivel empresa; de ahí que sea un
concepto relativo puesto que no todos los países, sectores o empresas tienen los mismos niveles de competencia
en los mercados.se define como la capacidad de generar una gran satisfacción de los consumidores al menor
precio, producción al menor costo posible, situación de aumento de los costes de producción, La competitividad
de las empresas es un concepto que se refiere a la capacidad de las mismas para producir bienes y servicios de
forma eficiente. Proceso de creación de ventajas competitivas.3 Factores importantes que influyen en la competitividad:
productividad, servicio e imagen.
Como primer factor que influye en la competitividad tenemos la productividad en la que podemos demostrar que la
capacidad de producir servicios, depende de la tecnología, ya que a través de esta se verá la calidad del trabajo.
Una mayor productividad redunda en una mayor capacidad de producción a igualdad de costes, o un menor costo a
igualdad de producto. Servicio, segundo factor de la competitividad el cual se encarga de tratar de la mejor manera
a sus clientes, dándoles una prestación de forma honesta, justa y transparente. El servicio que se presta al cliente
debe hacerse de las maneras antes indicadas, para así dejarlos satisfechos de las relaciones de la organización
proporcionada. Para cerrar con éstos tres puntos importantes contamos con la imagen, representación visual que
se la da a un objeto. Capacidad de promover en la mente de muchas personas la idea de que es la mejor producto a
comprar para la obtención de los bienes o servicios que dejarán satisfechas sus necesidades y sus expectativas. 4
Podemos concluir que para tener una buena competitividad es necesaria una buena calidad del producto así como
sus niveles de la productividad, servicio e imagen. Todos éstos niveles que son indispensables para que una
empresa o país sea mas eficaz por lo cual son muy importantes en la competitividad, ya que éstos tienen un efecto
directo generando la mayor satisfacción de los consumidores al menor precio.
2.1 Ventajas competitivas: la evolución
El concepto de competitividad fue establecido hace poco más de tres siglos por las teorías del comercio internacional, la
cual está basada sobre todo en los aspectos económicos. Uno de los principales expertos mentores en estas teorías fue
David Ricardo, a este gran mentor se le destaco por su metodología de las ventajas comparativas. La teoría económica
clásica dice que las ventajas comparativas de una región o de un país se basan en la abundante dotación de factores
básicos de producción, por ejemplo tierra, mano de obra y capital, y sobre todo en la abundancia en los recursos naturales.
La globalización y toda la serie de elementos innovadores como la avanzada tecnología, los nuevos patrones de consumo y
una mayor conciencia para la conservación de los recursos naturales, hicieron que surgiera una nueva forma de
conceptualizar a la competitividad. Esto haría que las ventajas comparativas se convirtieran en un nuevo termino llamado
ventajas competitivas. Las ventajas competitivas inician desde la diferenciación del producto y la reducción de costos, los
elementos más importantes para este tipo de ventaja son la tecnología, la capacidad de innovación y los factores
especializados. El autor nos menciona que los factores especializados no son heredados, sino creados y que surgen de
habilidades especificas que se derivan de un sistema educativo eficiente, del legado exclusivo del “saber como” (“know-
how”) tecnológico, de la infraestructura especializada, de una capacitación ofrecida al recurso humano, de mercados
capitales desarrollados y de una amplia cobertura de servicios públicos de apoyo. Las ventajas competitivas de cada región
son únicas y parece imposible replicarlas o acceder a ellas fácilmente, ya que además de resolver las necesidades
individuales de una industria concreta, requieren de que se este invirtiendo considerablemente, constantemente para poder
mantener esa ventaja y porque no, mejorarla. 5
3. Índices de competitividad internacional: ¿Qué son y para qué sirven?
Los índices de competitividad son los factores que muestran la capacidad que tiene un país para producir bienes y servicios
con estándares internacionales de tecnología y calidad en forma eficiente, y como consecuencia lograr altos niveles de
productividad y nivel de ingreso. Éstos índices de competitividad sirven también para que los países vean los puntos en los
que tienen que mejorar para poder ser competitivos frente a los demás países en el resto del mundo. 6
Existen ciertos indicadores de competitividad los cuales miden el desempeño de cada país. Uno de los más conocidos
internacionalmente es el estudio del Foro Económico Mundial (FEM) llamado Global Competitiveness Report en el cual
México está situado en el lugar 58 a comparación de Estados Unidos. Éste estudio de competitividad esta liderado por un
profesor de económicas llamado Xavier Sala I. Martin, de la Columbia University , de Nueva York, a éste estudio se le
suman las diferentes organizaciones estadísticas que tiene cada país, por ejemplo en México la organización encargada de
dicho análisis es el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO). Por otro lado se encuentra un estudio encargado
de medir los índices de competitividad llamado IMD (Informe de Competitividad Mundial) en el que se sigue 327 criterios
para su Índice bajo cuatro factores competitivos, que son el rendimiento económico, la eficiencia del gobierno o de los
gobiernos, la eficiencia de las empresas y del mundo empresarial y la calidad de la infraestructura. La competitividad es de
vital importancia porque los elementos de los que está compuesta son fundamentales para que un país tenga un
crecimiento, una buena productividad y para impulsar la inversión, tanto de los inversionistas extranjeros como de los
nacionales. Los índices de competitividad de los países que elabora año con año la FEM básicamente está basado en los
siguientes pilares de competitividad:
12. Eficiencia en el sector laboral.
13. La sofisticación del mercado financiera.
14. Preparación tecnológica.
15. Tamaño del mercado.
16. La sofisticación de los negocios.
17. La innovación.
Instituciones.
18. Infraestructura.
19. Estabilidad macroeconómica.
20. Salud y educación primaria.
21. Educación secundaria y formación.
22. Eficiencia de los mercados de los productos.
Para muestra de lo que se publica en el informe de competitividad global se ejemplifica con la siguiente información En el
reporte de 2011 del WEF destaca:
1.- Los primeros lugares los ocupan Suiza, Singapur y Suecia. Destaca en Suiza la fortaleza y transparencia de sus
instituciones, sobre todo la del poder judicial y su estabilidad macroeconómica dentro de la turbulencia del continente
europeo.
2.- Estados Unidos baja por desconfianza de políticos para resolver problemas económicos y desequilibrios
macroeconómicos
3.- España mejora 6 lugares y Portugal 1 lugar
4.- En América Latina
- Brasil sube 5 posiciones al lugar 53
- México sube 8 posiciones al lugar 58
- Centroamérica baja por inseguridad
Se publica nuevo índice de competitividad y sostenibilidad7
Se puede concluir que gracias a estos estudios la competitividad, los países tienen una idea de cómo están situados
económicamente en comparación con otros países. Además es importante porque las condiciones de los estudios
realizados permiten a empresas a comprometerse en sus inversiones y en su crecimiento. Todo esto trae como beneficio
más inversión, más crecimiento, más productividad y más empleo.
4. Factores que influyen en los índices de competitividad internacional
Los factores principales mas significativos en los índices de competitividad internacional son la calidad del
ambiente macroeconómico , la calidad de las instituciones publicas y las capacidad tecnológica ya que estos
influyen en el Global Competitiveness Report encargado de construir índices con base en encuestas de alrededor
de 100 empresarios por país.
Para comenzar abordaremos con el primer factor que influye en los índices de competitividad internacional el cual es la
calidad del ambiente macroeconómico, Este se encarga de resumir indicadores objetivos de estabilidad de precios ,
Financiar el costo interno y externo, tasas de ahorro, niveles de gasto publico junto con opiniones de recesión y facilidad de
acceso al crédito. Como segundo término contamos con la calidad de las instituciones púbicas, en materia de esta el índice
Global Competitiveness Report esquematiza la opinión de empresarios sobre el imperio de la ley y control de corrupción, sin
embargo se utilizan tan solo siete preguntas para construir este índice, su similitud es muy alta con indicadores reconocidos.
la capacidad tecnológica ocupa un lugar prominente dentro GCR , ya que esta recibe tecnología internacional y exporta
bienes con alto contenido tecnológico y el grado de asimilación de las nuevas tecnologías de información y comunicación
estos combinan información de empresarios.8
En síntesis entendemos que la calidad del ambiente macroeconómico , la calidad de las instituciones publicas y las
capacidad tecnológica son muy importantes debido a que pueden ayudar a los inversionistas a asignar recursos entre
países, a los investigadores a analizar problemas en términos comparativos, juzgar desempeño económico y a las
empresas a medirse contra sus competitivos. Éstos son útiles para hacer un buen índice de competitividad para medir el
cometido de los países.
4.1 La competitividad: sus niveles más importantes
También dentro de la competitividad se encuentran dos niveles importantes el cual en el ámbito de comercio exterior
depende de condiciones que están presentes y son los siguientes: macro y estructural, micro y estructural, dentro de estos
hay elementos a considerar.
En el nivel macro y estructural hablamos de las condiciones básicas que comprende el país, están son necesarias par que
las empresas operen con una gran eficiencia, esta tiene elementos muy importantes el cual iniciaremos con la dotación de
recursos naturalezas, se comprende de las materias primas, la geoeconómica y la variedad climática así como también de
una población integrada y solidaria. La infraestructura comprende de factores físicos dentro de estos predominan las
comunicaciones, transporte, aduana, instituciones todos estos importantes para agilizar el movimiento de las mercancías.
También como otro elemento contamos con la educación, factor fundamental para desarrollar un país, la educación aparte
de compensar a las regiones eleva el potencial de recursos que la naturaleza nos haya brindado. El desarrollo tecnológico
también es considerado elemento fundamental ya que es el resultado natural de los sistemas educativos y de la
investigación, en la actualidad la tecnología y el trabajo han demostrado primar sobre la dotación de recursos naturales.
Para que la empresa funcione al máxime se requiere una relación profunda, comprometida y proactiva entre la empresa, el
gobierno y la universidad, donde la empresa se dedique a comercializar, el gobierno no prevea el marco de seguridad
creando una infraestructura requerida, la universidad se concentre en educar todo aquello que se encuentre relacionado con
el país. El apoyo institucional que se brinda se agrupa en financiamiento preferencial, promoción en interior y exterior para la
exportación y por ultimo apoyo con asesoría e información especializadas en la materia. La normatividad en comercio
exterior determinan el éxito o fracaso de las exportaciones, esta facilita motiva y apoya al esfuerzo exportador de la
empresa nacional. Hablaremos de el segundo nivel de la competitividad, micro y estructural es la que se encuentra las
condiciones de empresa y producto que pueden realizar que la mercancía de desplace rápidamente y exitosamente en los
mercados meta, los elementos de este nivel son: el producto, comercialización y empresa, el producto vendible en el
mercado cuenta con buen diseño calidad, presentación, tecnología, envase y precio todos estos hacen de el un producto
esencial y ampliado. La comercialización del producto lleva consigo la promoción, venta, servició y condiciones comerciales
para analizar las necesidades de las personas. Por ultimo tenemos a la empresa esta se basa en la organización, capacidad
productiva y la actitud hacia los negocios, dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para
satisfacer las necesidades de bienes y servicios de los demandantes.
La competitividad en términos comerciales significa posibilidad de triunfar sobre otros, teniéndose alta probabilidad de salir
victoriosos, la competitividad depende de estos dos niveles , macro y estructural y micro y estructural dentro de estos
encontrándose los elementos ya descritos, gracias a ellos se pueden lograr mejoras en el crecimiento como también en las
condiciones de vida y niveles de precios y tipo de cambio. 9
5. Problemas de la Competitividad.
En los últimos años se a creado interés en la competitividad por parte de los gobiernos y sectores privados por formar
políticas económicas para mejorarla por medio de la calidad del ambiente de inversión y el aumento de la productividad en
un medio de estabilidad macroeconómica, siendo esto un uso inadecuado ya que son las empresas y no los países las que
compiten entre si, esta confusión puede llevar a creer que se mida la fortaleza económica por medio de superávit comercial
externo haciendo de esto una obsesión peligrosa.
La cultura de una empresa es un conjunto de valores, normas y tradiciones que establecen su forma de ser, así como
también tenemos los tres tipos de crisis en la competitividad, la crisis estratégica Incumple objetivos, No se adapta al
entrono, Fracaso de mercado, este se puede observar cuando por todos lados es evidente que la intervención y regulación
fallo. Crisis de objetos y resultados: Caída de la rentabilidad y pérdida de cuota de mercado, muchas compañías han
perdido de vista otros criterios como el de la rentabilidad y han “muerto de éxito”, conquistando cuota de mercado a costa de
rentabilidad, lo que les ha llevado a asfixiarse financieramente y tener que echar el cierre. La cuota de mercado es un
criterio que puede ser válido en distintas circunstancias, pero que en otras muchas es preferible no atender, puesto que
puede acabar llevando a la organización a la ruina, por ultimo tenemos a Crisis de supervivencia: Amenaza de cierre de la
empresa, si una Empresa no se diversifica, dura lo que dura su Producto. Una empresa sin Diversificación de productos,
tiene menos probabilidades de Supervivencia, atrasos tecnológicos así como cualquier modificación no prevista, Sub-
Capitalizarse, puede llevar a un endeudamiento extremo, la falta de Capital de Trabajo hace peligrar a la Empresa en el
área del Crecimiento, si el Costo del Capital es muy elevado esto conlleva a un aumento en los costos.
En si La crisis estratégica, de objeto de mercado y de supervivencia se muestran como consecuencia de la obsolescencia
de las estructuras político-institucionales actuales que se ven superadas por la velocidad y confusión de las
transformaciones en los ámbitos económico, político y social. Ante la necesidad de desafiar las crisis, y para alcanzar
visualizar las oportunidades que éstas generan, actores privados y públicos asumen un rol activo en la modificación de la
realidad inmediata inspirados por la posibilidad de hacer real todo lo posible.10
5.1 Falta de visión: El gran problema de la competitividad en México
Cuando hablamos de competitividad, sin tener lugar a la duda se tiene que hacer referencia a la perdida de lugares en los
diferentes rankings de competencia global, y como es de imaginar México no avanza. Algunos empresarios han tratado de
competir, pero para poder lograrlo primero que nada hay que respetar las reglas para neutralizar. En México existen
alrededor de 3 millones de empresas, de las cuales el 99.8% son micro, pequeñas y medianas (MiPYMES) de acuerdo con
el número de empleados y su presencia es de vital importancia para la economía nacional ya que aportan más de la mitad
de la riqueza del país y generan más de 7 de cada 10 empleos formales. La competitividad de las empresas mexicanas no
depende exclusivamente de su forma de gestión interna y externa o de su capacidad para entregar productos de alto valor
agregado a sus clientes, sino que es resultado de la interacción de los diversos factores, que generan las condiciones de
competitividad.
Existen algunos obstáculos tanto internos como externos que impiden avanzar como país y ejercer una competitividad
sobresaliente, éstos se manifiestan en aspectos tales como los altos costos de operación los cuales se originan por los altos
precios de las materias primas, energéticos o uso de tecnologías obsoletas y que en muchas ocasiones son importadas. El
bajo poder de negociación es otro aspecto que obstaculiza la competitividad y en este se analiza que las PYMES tienen un
bajo o limitado poder de negociación tanto con sus proveedores como en el sector de mercado en que se desempeña. Si
hablamos de los proveedores, los volúmenes de compra son reducidos en general por lo que se limita la negociación de
descuentos por volumen, así como condiciones de entrega y servicios de materias primas. En el mercado, la baja escala de
producción limita el acceso a mercados más grandes y rentables, en donde se requieren de grandes volúmenes de
producción. El tercer aspecto que limita a la competitividad es el rezago tecnológico, como casi siempre sucede, las
pequeñas y medianas empresas operan con tecnología obsoleta e inadecuada para poder competir. Cada vez existen
mejores niveles de valor agregado en los mercados, ya sea nacional como internacional, lo cual sólo es posible al contar
con tecnologías modernas y eficientes. El cuarto y último aspecto son los bajos niveles de capacitación y en este aspecto se
analiza que en función de su reducido volumen de producción y rentabilidad, la pequeñas y medianas empresas no tiene
muchas oportunidades, sobre todo financieras, de mantener actualizado a su personal, tanto en temas básicos de la
operación de la empresa, como en aspectos de planeación estratégica, así como el desarrollo de capacidades de
innovación y creatividad.
Se puede concluir que es necesario mejorar en ciertos aspectos para que México se un país competitivamente atractivo,
para eso hay que mejorar la forma de llevar acabo las negociaciones. Es necesario apoyar a las micro, pequeñas y
medianas empresas para que estas puedan crecer y desarrollarse satisfactoriamente. También es necesario fortalecer la
producción nacional, es irónico importar materia prima, energéticos y la tecnología obsoleta. También es necesario
contrarrestar el rezago tecnológico y los bajos niveles de capacitación, esto ultimo se puede mejorar ofreciendo capacitación
a las PYMES para que se desarrollen de manera eficiente.11
Conclusión
Ya terminada ésta investigación podemos concluir que la competitividad le sirve a las empresas o países para
ganar rentabilidad en el mercado mundial y así poder superar a la competencia. También se puede asegurar que
para que un país este informado sobre como esta parado competitivamente ante los demás países, La
competitividad se origina en tres niveles: a nivel país, a nivel sector y a nivel empresa; de ahí que sea un concepto
relativo puesto que no todos los países, sectores o empresas tienen los mismos niveles de competencia en los
mercados, Las ventajas competitivas inician desde la diferenciación del producto y la reducción de costos, los
elementos más importantes para este tipo de ventaja son la tecnología, la capacidad de innovación y los factores
especializados .Los índices de competitividad son los factores que muestran la capacidad que tiene un país para
producir bienes y servicios con estándares internacionales de tecnología y calidad en forma eficiente. Los factores
principales mas significativos en los índices de competitividad internacional son la calidad del ambiente
macroeconómico, la calidad de las instituciones publicas y las capacidad tecnológica, También dentro de la
competitividad se encuentran dos niveles importantes el cual en el ámbito de comercio exterior depende de
condiciones que están presentes y son los siguientes: macro y estructural, micro y estructural, dentro de estos hay
elementos a considerar. En los últimos años se a creado interés en la competitividad por parte de los gobiernos y
sectores privados por formar políticas económicas para mejorarla por medio de la calidad del ambiente de
inversión y el aumento de la productividad en un medio de estabilidad macroeconómica . Hablar de competitividad,
sin tener lugar a la duda se tiene que hacer referencia a la perdida de lugares en los diferentes rankings de
competencia global, y como es de imaginar México no avanza. Existen algunos obstáculos tanto internos como
externos que impiden avanzar como país y ejercer una competitividad sobresaliente, Se puede concluir que es
necesario mejorar en ciertos aspectos para que México se un país competitivamente atractivo, para eso hay que
mejorar la forma de llevar acabo las negociaciones.
Bibliografía
¿Qué es la competitividad?
Existen diferentes definiciones de acuerdo al contexto en el que se use el término competitividad. En el ámbito empresarial, se relaciona
con la capacidad de generar mayores ingresos en comparación con las empresas que realizan la actividad. Sin embargo la definición de
competitividad para un país o región es más compleja, pues se consideran muchos elementos para conocer sus capacidades (ej. salud,
infraestructura, educación, innovación, etc.). En México, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
define como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la
generación de empleo.
Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Índice de Competitividad Internacional, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Índice de Competitividad Mundial, del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD).
Índice de Facilidad para Hacer Negocios, del Banco Mundial.
Índice Nacional de Competitividad, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para conocer la competitividad de las entidades federativas, existen los siguientes indicadores de competitividad:
Por otro lado, la evaluación de competitividad habitualmente es utilizada para establecer las áreas en las que los diferentes niveles de
gobierno pueden dirigir sus esfuerzos, pues proporcionan información sobre múltiples elementos, los cuales guardan una relación con la
competitividad de un país o región.
Sin embargo, también existen acciones diseñadas para promoverla de forma más específica. Desde la Secretaría de Economía, a través de
la Subsecretaría de Competitividad y Normatividad se llevan a cabo acciones para este fin, por ejemplo:
Ciudades Competitivas.
Grupo de Alto Nivel para la Competitividad Industrial.
Índice de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Índice de Competitividad Internacional, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO).
Índice de Competitividad Mundial, del Instituto Internacional para el Desarrollo Gerencial (IMD).
Índice de Facilidad para Hacer Negocios, del Banco Mundial.
Índice Nacional de Competitividad, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para conocer la competitividad de las entidades federativas, existen los siguientes indicadores de competitividad:
IMPLEMENTACI�N DEL MODELO INTEGRAL COLABORATIVO (MDSIC) COMO FUENTE DE INNOVACI�N PARA EL
DESARROLLO �GIL DE SOFTWARE EN LAS EMPRESAS DE LA ZONA CENTRO - OCCIDENTE EN M�XICO
Jos� Luis Cendejas Vald�z (CV)
Volver al �ndice
2.4 Competitividad
La competitividad es una variable determinante en el desarrollo económico y social de una nación. Esto implica considerar algunos
factores como la innovación, eficiencia, productividad y calidad; además se ve influida por otros factores que tienen que ver con el
entorno. La palabra competitividad se ha convertido en un término genérico que se aplica a una gran variedad de situaciones y ámbitos
geográficos y que puede adjetivar a países, mercados, productos o empresas; Rodríguez (2001). El interés existente respecto a las diversas
cuestiones relacionadas con la competitividad ha sido creciente y más pronunciado, tanto en empresas públicas como privadas. A lo largo
de las tres ultimas décadas los esfuerzos por definir y acotar el término competitividad han sido numerosos y las definiciones aportadas
varían sustancialmente entre ellas. En la tabla 2.1 se muestra un resumen de algunas de las definiciones más relevantes que se han
realizado en numerosas publicaciones:
Tabla 2.1 Definiciones de competitividad.
En el nivel macro se encuentran los agregados económicos; en este nivel se puede ubicar lo que menciona la escuela tradicional, que
considera a los países como una unidad de análisis, la cuál se mide y define a la competitividad de una forma cuantitativa a través del
rendimiento comercial, su balanza de pagos, comportamientos de la tasa de cambio, entre otras medidas; y cualitativamente, a través de la
actividad científica y tecnológica del país o los resultados de las instituciones de investigación y desarrollo.
En el nivel microeconómico podemos decir que encontramos a los sectores, empresas y productos en los que se evalúa la competitividad.
Este nivel de análisis es evaluado por lo que se podría llamar la aproximación moderna de la competitividad. Algunas de las formas de
medir y definir la competitividad en este nivel se basan cuantitativamente en la participación del mercado, generando indicadores de
productividad y/o costo, márgenes de ganancia y/o beneficios netos. Al igual que en el nivel macro, existen mediciones y definiciones de
tipo cualitativo como la investigación y desarrollo además de las estrategias gerenciales.
Las empresas son más productivas cuando el ambiente de negocios en el que operan es positivo. Por ello, los países compiten ofreciendo
ambientes apropiados donde las empresas puedan ser altamente productivas.
2.5 Elementos de la competitividad
Michael Porter, quien en el libro “La ventaja competitiva de las naciones” (1991); presentó las bases de lo que sería una teoría de la
competitividad, enuncia:
“La prosperidad de una nación depende de su competitividad, la cual se basa en la productividad con la cual esta produce bienes y
servicios. Políticas macroeconómicas e instituciones legales sólidas y políticas estables, son condiciones necesarias pero no suficientes
para asegurar una economía próspera. La competitividad está fundamentada en las bases microeconómicas de una nación: la sofisticación
de las operaciones y estrategias de una compañía y la calidad del ambiente microeconómico de los negocios en la cual las compañías
compiten. Entender los fundamentos microeconómicos de la competitividad es vital para la política económica nacional”.
Dicha definición distingue tres elementos importantes que son:
Productividad: la competitividad está determinada por la productividad con que un país usa sus recursos. En el sentido amplio que
utiliza Porter (1990), depende de la calidad y singularidad de los bienes y servicios y de la eficiencia con la que ellos se producen. Es un
proceso de largo plazo que resulta en la prosperidad de los individuos y de la sociedad en su conjunto.
Empresa: la fuente primaria de creación de riqueza es la empresa. Por ello, la competitividad de los países se basa en la capacidad que
sus empresas tienen para competir. En la perspectiva de Porter (1990), la base de la consecución de los fines a obtener descansa en la
capacidad y sofisticación de las organizaciones que operan en el país. Ninguno es competitivo si sus empresas no lo son y, para ello,
estas, más allá de poseer eficiencia operativa, deben tener un posicionamiento de estrategias único. El Estado no crea riqueza, pero puede
ayudar a crearla, de la misma forma que puede alentar o desalentar la competitividad del país. El papel del mismo en la economía cambia
y se acomoda a las circunstancias particulares de cada país a través del tiempo. Por tanto, concentrar la atención en la discusión entre el
Estado interventor versus el laissez-faire es simplista y no ayuda a entender el fenómeno de la misma. Ejemplos de países que, en los
últimos años, han logrado niveles de alta competitividad, como Finlandia, Alemania, Singapur, entre otros, demuestran cómo el Estado,
las empresas, las instituciones de educación, de investigación, de innovación tecnológica y, en general, las de la sociedad civil, pueden
trabajar en conjunto para mejorarla.
Localización: un elemento crítico para la productividad de la empresa es la ubicación en la que se encuentra. Porter (1990), plantea que,
con la intensificación de la globalización, la localización geográfica es más importante en lugar de serlo menos, como se suele afirmar.
Las empresas, conforme se internacionalizan, tienen que tomar decisiones respecto de la localización de sus mercados, sus plantas
industriales, laboratorios de investigación y outsourcing, entre otros. Esta circunstancia las lleva a discernir sobre las características de los
ambientes de negocio de los países o regiones y evaluar factores como la calidad de la mano de obra, infraestructura, cantidad y calidad
de proveedores, nivel de sofisticación de los consumidores, regulaciones y otros. La evaluación final de las empresas está orientada a
elegir la localización que garantice el mejor ambiente de negocios para lograr sus objetivos estratégicos, que le asegure un alto nivel de
rentabilidad en el largo plazo.
El crecimiento de la economía, es un incremento real del PIB, no implica que haya necesariamente un aumento en la productividad. Los
países más competitivos no son necesariamente los que muestran mayor crecimiento del PIB; sin embargo, el crecimiento sostenido del
mismo es una condición necesaria, mas no suficiente, para el aumento de la competitividad. Un ejemplo de esto es China quien ha tenido
un crecimiento real promedio de su PIB de más del 10 por ciento en los últimos treinta años, sin embargo, no se encuentra en los países
más competitivos del mundo. Como consecuencia del aumento de la productividad, los países más competitivos muestran un gran
dinamismo en el comercio internacional de bienes y servicios, flujos de inversión directa al país y este al extranjero y, sobre todo, un alto
grado de innovación tecnológica. Es la capacidad innovadora de los países la que, en última instancia, sustenta el crecimiento de la
productividad. Países altamente competitivos como Suiza y Estados Unidos, entre otros, muestran altos niveles de inversión en ciencia,
tecnología y dinamismo en la producción de patentes.
2.5.1 Determinantes de la competitividad
Porter (1998), plantea que está determinada por la dotación de los recursos con los que cuenta un país, los aspectos macroeconómicos que
lo caracterizan, así como los microeconómicos que lo sustentan. Además del conjunto de recursos naturales, la localización geográfica, el
legado histórico-cultural, entre otros. Esto se refiere a con los que cuenta un país. Esta dotación de recursos es importante para aumentar
la competitividad, ya que presenta la oportunidad de edificar sobre ellos, como se muestra en la tabla 2.2 Sin embargo, también puede
inhibirla si no se avanza en los otros dos determinantes. Los países que compiten solo sobre la base de su riqueza en recursos naturales no
son altamente competitivos y sus niveles de crecimiento son erráticos.
México es un país débil en algunos de estos factores, principalmente porque no realiza innovación tecnológica suficiente para crear
ventajas competitivas que promuevan mejores niveles de productividad, eficiencia y calidad. La competitividad de las empresas ha sido
analizada teóricamente por Porter en el llamado “Diamante de la Competitividad” en donde cuatro determinantes interrelacionados
(condiciones de los factores de producción; condiciones de la demanda; estrategia, estructura y rivalidad; sectores conexos y de apoyo) y
dos elementos exógenos (gobierno y azar) determinan el potencial competitivo de una empresa, como se muestra en la figura 2.3 La
ventaja competitiva se encuentra en la tecnología como factor de producción, que hace que los anteriores factores puedan desarrollarse e
incluso, crearse nuevos.
Las condiciones de la demanda hacen referencia a la sofisticación de la demanda interna en la cual las empresas pueden garantizar la
máxima calidad y/o eficiencia de sus productos 1. La estrategia, estructura y rivalidad de las empresas es el ambiente competitivo
microeconómico. Finalmente, en cuanto a los sectores conexos y de apoyo, las empresas buscan cooperar, pero a la vez competir
actuando como clúster, si se analizan intra sectorialmente (análisis horizontal), y cadena de valor, si se hacen inter-sectorialmente
(análisis vertical). Para Porter, el gobierno es exógeno, es decir es un factor que se genera dentro de otro. Este afecta a los demás
determinantes pero no es afectado por los mismos. Como el gobierno, el azar afecta los determinantes de la competitividad (p.ej., guerras,
cambios climáticos etcétera), ya que no pueden ser controlados. Lombana (2006), comenta que para hacer trascender a los clúster al
ámbito internacional estos deberán estar ligados a clúster que los apoyen hacia delante de su cadena de valor. Porter (2011), establece que
entre más sofisticada sea la demanda interna mayores son las posibilidades de internacionalizar la producción.
1 Es una de las mayores críticas al modelo de Porter, en tanto la sofisticación de l
La instauración de la competitividad como un objetivo de desarrollo latinoamericano presupone tener alguna idea sobre cómo se
promueve y apoya a los países en la elevación sostenida de la productividad de sus diversas actividades.
De acuerdo con Michael Porter [1], cuatro factores pueden ser determinantes en la competitividad:
910.2K
Top 10 The Bachelor Moments That Haven’t Aged Well
1. La dotación del país, en términos de cantidad y calidad de los factores productivos básicos (fuerza de trabajo, recursos naturales,
capital e infraestructura), así como de las habilidades, conocimientos y tecnologías especializados que determinan su capacidad para
generar y asimilar innovaciones.
2. La naturaleza de la demanda interna en relación con la oferta del aparato productivo nacional; en particular, es relevante la presencia de
demandantes exigentes que presionan a los oferentes con sus demandas de artículos innovadores y que se anticipen a sus necesidades.
3. La existencia de una estructura productiva conformada por empresas de distintos tamaños, pero eficientes en escala internacional,
relacionadas horizontal y verticalmente, que aliente la competitividad mediante una oferta interna especializada de insumos, tecnologías y
habilidades para sustentar un proceso de innovación generalizable a lo largo de cadenas productivas.
4. Las condiciones prevalecientes en el país en materia de creación, organización y manejo de las empresas, así como de competencia,
principalmente si está alimentada o inhibida por las regulaciones y las actitudes culturales frente a la innovación, la ganancia y el riesgo.
En su conjunto, estos cuatro actores determinantes de la competitividad de una nación forman una suerte de sistema dinámico que no se
limita a la sumatoria de sus partes, y que funciona como un todo.
En la actualidad, uno de los comunes denominadores más notorios entre la inmensa mayoría de los países en las esferas económica y
política es que en mayor o menor grado éstos se hallan empeñados en las tareas conceptuales, políticas y programáticas para redefinir el
papel del Estado en la promoción y regulación de la actividad económica.
Se necesita formular e instrumentar una política industrial que permita a su aparato productivo generar las ventajas competitivas
requeridas para una inserción exitosa a la dinámica de la economía mundial. Conviene asimismo, erradicar el malentendido que identifica
fomento con protección. En un entorno de profundos rezagos estructurales y de numerosos problemas de competitividad, la carencia de
mecanismos de fomento ha sido una de las principales deficiencias de la estrategia modernizador.
Competir por la localización de la producción inversión extranjera, donde las multinacionales tienen cada vez más poder, por lo que la
soberanía de los estados se hace vulnerable a los deseos de las multinacionales.
Acuerdo en la necesidad de entrar en el sistema de competencia global. De allí buena parte de su energía la han dedicado a desmontar los
viejos modelos de desarrollo y por supuesto, como esos planes se basaban en la acción del estado paternalista, entonces lo prioritario ha
sido su reestructuración y modernización. a ideología liberal con su estrategia.
Millones de medianos, pequeños y microproductores encuentran que el mercado en el cual sus capacidades productivas eran pertinentes
ha desaparecido. Producían y comercializaban en y para mercados locales que fueron destruidos o mejor, expropiados.
Lo que era competitivo en un mercado regional o nacional no está resultando serlo en el nuevo mercado globalizado, lo cual está
implicando la destrucción masiva de las capacidades productivas que se encuentran en manos de la gran mayoría de los productores y
trabajadores de los países menos avanzados.
Las condiciones, por lo tanto en toda América Latina no son muy favorables, y son pocas las empresas que logran insertarse
adecuadamente en la dinámica de crecimiento, configurando pocos grupos empresariales, con perfil ganador.
Generalmente con perfil familiar, que conservan el liderazgo de las industrias que operan en los países y representan el núcleo de los
grandes grupos industriales – financieros nacionales [2].
Ante estas realidades mundiales, los diferentes bloques económicos, aplican diferentes políticas para afrontar los retos de la competencia
global. En un extremo del espectro se encuentran países que han logrado superar en el curso de pocos decenios los obstáculos a la
convergencia de ingresos y productividad con el mundo desarrollado y, en el otro, aquellos que aun no logran identificar la manera de
librarse de los obstáculos del atraso relativo y absoluto.
Los primeros están preocupados por generar sus propias fuentes de innovación y cambio tecnológico y consolidar la marcha hacia
actividades de cada vez mayor valor agregado. Los segundos deben aun experimentar con formas socialmente viables de progreso
institucional y social, identificar actividades sostenibles que permitan acumular recursos en una economía abierta, instituir mercados y
crear las capacidades necesarias para el cambio estructural.
América latina puede experimentar dicho cambio estructural, si es capaz de administrar su potencial, junto a políticas más activas de
desarrollo…