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Universo Paralelo

Capítulo 1

Se vería que era un día soleado en London, algo raro por que siempre andaba lloviendo,
después de tantas horas en avión ambos estaban cansados pero muy ilusionados por haber
llegado, pidieron un taxi, y a los minutos llegó un taxista bastante majo.

-¿Hey sois nuevos por la ciudad?, nunca os había visto, y no nunca olvido una cara -dijo el
taxista con una sonrisa.

-Si somos nuevos, un placer, ¿nos llevaría a comisaria por favor? -dijo la chica pelirrosa con una
sonrrisa.

-Por supuesto, por cierto soy Filemón, un placer -dijo el taxista mientras se disponía a conducir
el vehículo directo a comisaría- Y usted caballero como se llama? -le preguntó el taxista al
acompañante de la chica.

-Echedey Armiche, un placer -dijo el acompañante.

-Usted es Canario, ¿no?, un caballero llamado Mousa me preguntó si ya habías llegado a la


ciudad, le dije que no tenia ni idea de quien eras pero que si lo veía te avisaba -dijo el taxista
mientras conducía.

-¿Cómo? ¿Qué Mousa ya llegó y no me llama?, bueno la que la voy a armar cuando le vea -dijo
el joven cogiendo el móvil.

-Bueno a lo mejor se quedó sin batería y la única forma de decírtelo fue a través de un taxista
-dijo la joven pelirrosa mirando a Canario.

-Pues puede ser, a ver si ya anda en comisaría -dice el joven mirando la hora- son las 7 de la
tarde ya.

Minutos después el joven de gafas de sol miraría a su acompañante y le preguntaría- ¿Qué


pasará si lo han destinado aquí Sassa?, deberás contárselo un día -dijo el joven.

Ella miraría al suelo del coche y unos segundos después giraría su cabeza a mirarle- Mucha
casualidad sería que nos lo encontráramos en London ¿no crees?.

-Tarde o temprano se va a enterar -dijo el joven- los secretos no duran eternamente.

El taxista los miraba a ambos por el retrovisor sin meterse en el tema, y finalmente llegan a la
comisaria.
El joven pagó al taxista y ambos se dirigieron dentro del edificio.

-¿Sois los nuevos cadetes? -dice la secretaria detrás del ordenador con unas gafas rosas que
parecen de los años 80.
-Ella si, yo soy guardia, Echedey Armiche un placer -dice el joven de las gafas de sol mirando
a la secretaria.

-El DNI por favor -dice la mujer de gafas.

Ambos les darían la documentación y tras unos segundos que parecían eternos con la mujer
revisando el documento y mirando el ordenador para cuadrar los números, finalmente se
los devuelve -muy bien esperen aquí, los inspectores, los demás cadetes y el comandante
vendrán enseguida -dice la mujer mirando ambos.

Media hora después en donde venían personas, pasaban por donde la mujer de gafas para
que les tomaran la documentación y se dispersaban después por la comisaria, vendrían 4
hombres uniformados.

De repente la chica pelirrosa se queda mirando a un hombre nerviosa, éste pasó una mirada
a toda comisaria donde se cruzaría con la de la joven y se quedaría mirándole unos
segundos hasta que la joven aparta la mirada nerviosa.

-Bien ¿Ya estamos todos? Pues comencemos, voy pasar lista -diría uno de los hombre
uniformados que tendría un portafolio y empezaría a nombrar nombres.

Después de la larga presentación y de las normas del comisario jefe, todos se disponían a
irse a los vestuarios a cambiarse, y justo cuando se iba a ir a los vestuarios una voz dulce le
dio un escalofrío por la espalda.

-Sassa, hace mucho que no te veía..., ¿Cómo has estado? -dijo el hombre de ojos verdes
uniformado.

-Hola Jack.... yo muy bien, ¿y tú? -decía la joven con una mirada nostálgica.

-Te he echado de menos, pensé que aunque no acabáramos juntos me hablarías en estos 5
años... -dijo el joven con voz nostálgica.

La joven al escuchar esas palabras no pudo decir nada y le empezó a doler el pecho como le
dolió aquella vez hace 5 años, pero se armó de valor- Es que perdí t-tu número y no puede
contactarte.... -dijo la joven aún ni ella creyéndose sus propias mentiras.

-Entiendo... pues si quieres me das tu número y nos ponemos al día -dijo el hombre
uniformado no sabiendo si creerse del todo esa excusa.

-Claro, apunta, 32052 -dice la joven con el móvil en la mano.

-Pues ya está, apuntado, de hecho si quieres después de las instrucciones a cadetes


quedamos -dijo él algo ilusionado.

En esos instantes Sassa por un lado deseaba quedar con él, y no solo quedar, le echaba de
menos, siempre se arrepintió de esa decisión pero sabe que no tenía otra manera o eso
creía ella.
Capítulo 2

Primer día de cadete, Sassa tenía los nervios a flor de piel ya que le rondaban muchos
pensamientos por su cabeza, de repente se daría cuenta al escuchar a lo lejos su apellido.

-¡¡¡Velar!!!, ¿Estás lista para el patrullaje? -le gritó con una voz amable el comisario.

-Buenas comisario, ¿Cómo está? -pregunta la pelirrosa con una sonrisa mientras se dirige a
coger las llaves de un coche patrulla.

-Estoy como siempre por lo menos por ahora no llueve, eso me hace feliz, a ver cuanto dura
-decía el comisario metiéndose en el asiento del conductor- y dime ¿En qué piensas Velar?.

-¿Yo?, pues no se en lo típico, es mi primer día y no quiero hacer errores -decía la joven
mientras salían del garaje de comisaria.

-A mi no me engañas Velar, estás preocupada por algo, ¿Qué es? -comentó el comisario
mientras conducía.

-No, no es nada, es solo que ya sabes los nervios del primer día jeje -decía Sassa con una
ligera risa nerviosa.

-Mientes muy mal pero no insistiré si no quieres, cuéntamelo cuanto lo veas preciso -
comentó el rubio mientras no despegaba su vista de la carretera.

Mientras en un atraco en una joyería, intentando negociar con el atracador una persona en
el ático de un edificio observaba al dúo de polis con una leve sonrisa maligna en su rostro.
Sassa en un momento de la negociación, por el reflejo de la mampara de la tienda creyó ver
a la persona de negro del ático, pero no lograba ver quien era desde la distancia.

-Compañero creo que estoy viendo a un posible suicida -seguiría mirando por la mampara
ya que no podría girarse y distraerse con el atraco- ¿Avisa a otro patrulla para que se hagan
cargo de él? ¿O mandará a otro patrulla que se haga cargo del atraco y nosotros vamos a por
él?.

-No, voy a mandar a otros que se encarguen. Aquí mando solicito dos patrullas para un
posible suicidio en la calle Morningwood Boulevard , vallan rápido. -avisaría por radio el
comisario.

Pero Sassa notaba que algo malo estaba pasando, ¿Por qué un posible suicida se quedaría
mirando delante de policías en lugar de irse a otro edificio para completar su cometido?, no
le cuadraba, sabía que ese hombre estaba espiando más que atentar contra su vida, pero
intentó mantener alejada esos pensamientos para concentrarse en el atraco, además ya
habían encargado a dos patrullas a por él.

Después de un éxito en la persecución del atraco el dúo conducía directo a comisaría


llevando a los detenidos para empapelarlos y llevarlos a la cárcel.
-Que éxito de atraco eh comisario -decía Sassa con un sonrisa de oreja a oreja mientras
miraba a su compañero.

-Normal, conducía yo, jajajajajaja, de todos modos no intentes disimular Velar, te pillé
mirándome la parte trasera de los pantalones -decía el comisario con una sonrisa y una voz
algo seductora mientras la miraba.

-Por que esos pantalones le quedan bien comisario jajajajaja, igual que a mí mi uniforme, ¿O
yo no me veo bonita con el uniforme? -decía la pelirrosa posando un poco.

-Si si, bonita te ves pero no más que yo -soltó el comisario con una sonrisa burlona mientras
ambos se reían.

Al salir a la entrada de comisaria se encontraron fumando a uno de los inspectores.

-O' Conner, que te cuentas? -dijo el comisario mientras se disponían a poner los tres en
círculo.

-Tirando, comisario, podríamos estar peor -dijo el moreno mientras aspiraba una bocanada
de tabaco.

-Cierto, podría estar lloviendo y yo me estaría cagando en todo -dijo el comisario con una
leve sonrisa.

-Tiene trauma a la lluvia por lo que veo comisario -decía la pelirrosa mientras reía.

-No es trauma es que simplemente no me gusta -contestó el rubio.

-Y dígame señorita Velar, ¿Al final quedaremos para ese café? -dijo el inspector mientras la
miraba con una sonrisa.

-Será si yo se lo permito O' Conner, jajajajaja -dijo el comisario de bromas.

-Vaya no sabía que ella te tenía que pedirte permiso, comisario -dijo el moreno algo
mosqueado con la broma.

-Que era broma O' Conner joder no te pongas así, como la voy a negar que quede con gente,
ya es mayorcita -dijo el rubio mientras se cruzaba de brazos.

De repente se sentía que se podía cortar el ambiente con un cuchillo hasta que

-A mi me parece guay que podamos quedar inspector, ¿Qué le parece el sábado? -dijo Sassa
aliviando la tensión.

-Me parece perfecto señorita Velar -dijo el moreno con una sonrisa.

De repente un aviso salto en la tablet.

-Quiero 3 patrullas en Epping Forest por el aviso de secuestro, ADAM 20 ADAM 30 y ADAM 40
-informaba el comisario desde radio- Velar tu conmigo, Inspector asígnese con Tarradellas.
-Copiado -dijeron ambos.

Cuando llegaron al lugar del secuestro los policías de ADAM 40 se quedaron fuera para
vigilar quien salía, mientras que los policías de ADAM 20 Y ADAM 30 entraron en las minas
del bosque.
Al ir avanzando por la cueva se notaba que la temperatura y la luz descendía, ambos dúos
pusieron sus linternas por encima de sus pistolas para poder ver en la penumbra, y de
repente se escuchó por los pasillos de la cueva un grito que parecía femenina y que fue
cortado a los segundos por un golpe.
Los policía se disponían a bajar rápido pero con cuidado hasta que los gritos eran más
cercanos.
Hasta que vieron una entrada sin puerta solo con pilares de madera que formaban el arco
de la puerta, y al entrar vieron a un grupo de hombres de negro con máscara de payaso
siniestro torturando a una joven llena de sangre que estaba atada a un pilar redondo de
madera que estaba al fondo de la habitación de la mina.
Los cuatro policías que apuntaban al aire, empezaron a apuntar a cada sujeto con máscaras.

-MANOS ARRIBA- dijo unos de los policías mientras apuntaba a un sujeto a la izquierda.

Mientras todos los policías entran en la habitación dos payasos que tenían la vista en la
puerta lograron sacar sus metralletas mientras que los otros dos payasos que estaban de
espaldas fueron disparados por los agentes.
Cuando lograron derribar a las dos primeras víctimas los payasos armados disparaban a
diestro y siniestro a los agentes.
Segundos después se podía escuchar los gritos ahogados de los agentes que iban delante y
los disparos que venían de atrás atinando en los últimos dos payasos, que no cayeron
muertos pero si malheridos.

-¡¡Comisario!! ¿Está bien? ¿Le han herido? -le decía la pelirrosa con clara preocupación en la
cara.

-Si tranquila solo me dio en el hombro, nada que unas pastillas no solucionen -decía el
comisario tapándose la herida de bala con la mano.

-¿Cómo estáis los demás? ¿Algún herido más? -decía Sassa mirando a sus compañeras en
busca de alguna herida que tuvieran.

-Por suerte los payasos eran mancos al apuntar, madre mía el nombre los definen bien -
decía Decker ayudando a levantar a Smith que tenía una herida de bala en la pierna.

-Estoy bien solo me duele el muslo, podría a ver sido peor; mirar si la secuestrada está viva -
dijo Smith tocándose la herida de bala mientras miraba a la víctima atada.

-Primero más importante sois vosotros, ADAM 20 solicito una ambulancia para dos agentes
heridos -dijo Sassa por radio mientras se acercaba a la víctima atada, le tomó el pulso- está
muerta.... -dijo y mientras le miraba la cara para intentar reconocer al sujeto- Dezita.... ¿por
que tú?....
Mientras Sassa se lamentaba por no haber sido más rápida, se puso a observar a los
payasos y empezó a quitarles las mascaras pero no reconocía a ninguno- Hay que llevarlos
con el forense, para que los analicen.
Mientras Sassa paraba un poco el sangrado como podía con su camiseta llegó la ambulancia
y se llevaron a los heridos, mientras que los patrullas se llevaron a los cadáveres.

Se encontraban los tres dúos de policías en el hospital, los que estaban sanos esperaban en
la sala de espera nerviosos por sus compañeros, Sassa se encontraba cabizbaja pensando
¿Por que Dezita era la víctima?, ¿Qué había hecho ella para que la llegasen a matar?, estaba
en un mar de dudas hasta que Decker interrumpió sus pensamientos ofreciéndole un café y
un donut con chocolate.

-¿En que piensas Sassa? -dijo Decker sentándose a su lado.

-¿Por qué ella?, ¿Qué hizo para que la llegaran a matar?, seguro que si hubiera sido más
rápida la habría podido salvar -decía la pelirrosa con lagrimas en los ojos.

-Eh eh eh, ¿Pero que dices?, no te fustigues así, hicimos lo que pudimos, no hay que
castigarse de esa manera, no se por que la cogieron a ella, pero sabiendo como era seguro
insultó a alguien que se lo tomó muy mal y planeó su secuestro, es... lo más probable -dijo la
albina sacando un pañuelo de papel de su bolsillo.

-No tendría que haber muerto así, nadie merece que lo maten así -seguía diciendo la
pelirrosa mientras se sonaba la nariz con el pañuelo.

De pronto una mano se posaría en el hombro de la pelirrosa, y ella al alzar la mirada vería al
inspector con una sonrisa amable tranquilizadora -ahora solo hay que pensar en que hemos
salvado a los compañeros y que se pondrán bien.

Ella al mirarle recordó el pasado pero no quería preocuparle así que fingió una sonrisa-
cierto por lo menos ellos se pondrán bien.

De repente salió el médico de la habitación junto con Gordon y Smith, donde él llevaba un
cabestrillo en el brazo izquierdo y ella tenía vendada la pierna derecha e iba con unas
muletas.

-¿Cómo os encontráis? -dijo Sassa levantándose del asiento y acercándose a ellos.

-Mejor que antes eso está claro, pero estaré así unos días -dijo la compañera con las
muletas.

-Igual, unos días así y a tomar por culo el cabestrillo, menos mal que soy diestro, aún puedo
disparar -dijo el comisario.

-De eso nada, te tomas unos días libres hasta que te recuperes comisario, ante todo la salud
-dijo Sassa mientras miraba al comisario.

-Que yo puedo disparar con la derecha Velar -dijo el comisario con su típico grito.

-Que no me va a convencer comisario, que debe descansar, primero su salud, hágale caso a
una exmédica -dijo la pelirrosa replicando.
-¿Y por qué le haría caso a una exmédica?, si eres exmédica es por algo -dijo reprochando el
comisario.

-Lo dejé por motivos personales no por que me despidieran -contestó reprochando la
pelirrosa.

-Bueno bueno esta bien, pero seguiré de patrulla, que no pueda disparar no significa que no
pueda tocar las pelotas al resto jajajajajaja -contestó riéndose el rubio.

-Pero que le digo que se tome unos días libres comisario -siguió reprochando Sassa mirando
al comisario.

-Que no, que yo soy el comisario y yo mando -dijo el rubio poniendo el único brazo sano
cruzado.

Tras una larga discusión que acabó ganando el comisario por tener el rango más alto
volvieron a comisaria para ir a la sala forense y examinar a las víctimas muertas.

-Tres puñaladas, y cinco moretones, la mataron con ansias -dijo el forense mientras
examinaba el cuerpo de Dezita.

-¿Alguna pista más doctor? -dijo el comisario mirando el cadáver.

-Me temo que no, solo le encontré las lesiones, no había ningún objeto en particular -decía el
forense mientras cogía los utensilios para examinar más el cadáver.

-Bueno ya sabes que hacer entonces, lo dejamos en tus manos, nosotros nos vamos -dijo el
rubio mientras salía de la sala forense.

-¿Que te parece si vamos a tomar algo Sassa? -dijo el moreno mirándola mientras
caminaban por los pasillos de comisaria.

-Pues me parece bien así nos despejamos de tanto trabajo -dijo la pelirrosa dirigiéndose a
los vestuarios.

Ambos se encontraban en taquillas continuas sin nada de separación entre ambos, y la


pelirrosa empezó a coger su ropa de calle y desvistiéndose del uniforme para ponerse la
otra, mientras el moreno no podía evitar mirarla de reojo y sonrojarse un poco hasta que
empezó a cambiarse.
Cuando ambos terminaron, cerraron sus taquillas y salieron de los vestuarios para
finalmente fichar e ir al "Uwu café" en coche y empezar su cita.

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