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Textos Practica (Tema1)
Textos Practica (Tema1)
Texto 1
Localiza en el texto los mecanismos fóricos de referencia que tengan como
antecedente o elemento A a “Rafael Arenas”, “los alumnos” y “el libro de lengua
castellana de la niña”.
I. G. PEÑA@IRENEGOMEZPENA
Día 07/03/2014 - 16.14
Texto 2
Localiza en el texto los mecanismos fóricos de referencia que tengan como
antecedente o elemento A a “Rafael Arenas”, “los alumnos” y “el lenguaje del
móvil”.
No es necesario decir que comparto con mi colega catalán, y seguro que con miles
de docentes de todos los niveles, la ilusión de que nuestros jóvenes hablen y escriban con
«corrección, precisión y elegancia en el lenguaje», pero me temo que la forma de
comunicarse a través del móvil tiene poco que ver con las dificultades para alcanzar ese
objetivo. Sin ir más lejos, yo he escrito una docena y media de libros, diría que con una
calidad de lenguaje por lo menos razonable, pero cuando escribo un SMS lo hago, por
comodidad y rapidez, frecuentemente sin acentos, y poniendo «tq» (por 'te quiero') y «tb»
(por 'también').
Quizá mi colega no lo sepa, pero una persona culta es, por definición, la que
maneja registros lingüísticos distintos en función de la situación en que se encuentra: no
es lo mismo hablar con los amigos que hacerlo en casa; ni escribir un examen que un
SMS telefónico. Conozco a bastantes personas que hablan «con elegancia», pero que son
incapaces de cambiar de registro cuando toca, lo que les hace parecer, con frecuencia,
unos auténticos redichos.
Aceptado, pues, que enseñar como parte del currículo escolar el peculiar uso
lingüístico del móvil (pues de eso se trata en realidad) quizá esté fuera de lugar, no tengo
duda alguna de que concebir los procesos de aprendizaje como si no existiesen los
móviles, la televisión y los ordenadores es una forma estúpida de alejar las aulas de la
realidad en la que se desenvuelven a diario la práctica totalidad de los alumnos a quienes
se dirige el proceso educativo.
Y es que el objetivo no es que los chavales escriban sus SMS o sus wasaps con
elegancia cervantina (¡maldita la falta que les hace!), sino que, al mismo tiempo que
wasapean a su gusto, disfruten igualmente leyendo a Verne o García Márquez. Algo que
sería más fácil de lograr si la escuela y la Universidad no estuvieran tan de espaldas a lo
que pasa fuera de sus muros como lo están en la actualidad.
Pues tan pintoresco es enseñar en la escuela el lenguaje de los móviles como tratar
de que un niño de catorce o quince años lea, así, a pelo, La Celestina o el Cantar del Mío
Cid.
(Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2014/03/09/wasapearia-william-shakespeare/0003_201403G9P18993.htm)