Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ricossa - 2004 - Def Consumo Parte I
Ricossa - 2004 - Def Consumo Parte I
que ver con el desgaste o la destrucción, y en en la gama de c. típicos de las grandes ciuda.
des e inconcebibles en las economías rurales
L produ de antaño.
S1 Éstos a su vez no fuesen necesarios para es la relación
Producir bienes de consumo/Elmiveldevida entre el valor monetario de los c. y el valor
monetario del ingreso durante el mismo pe-
riodo. Si se consume, en promedio, el 80% del
ue, para ampliar en el futuro esa canti- ingreso, la propensión media al c. es por lo
d_a'cl Yy esa calidad, hacen falta bienes de inver- tanto de 0.8. Por las razones indicadas, esta
S16n. El ingreso per cápita es un indicador del propensión, en determinado periodo, es ma-
'enestar menos significativo que el consumo yor para los individuos, las familias, las po-
Per cápita. La economía del c. es la economía blaciones pobres, inferior para los individuos,
de los individuos y de las familias, es decir las familias, las poblaciones ricas. Pero si se
de !os verdaderos destinatarios de cualquier comparan periodos sucesivos, durante los
actxyidad económica; mientras que los bienes cuales hayan mejorado todos los ingresos
de inversión son los que pertenecen a las (pobreza y riqueza son conceptos relativos:
Empresas, las cuales son meros instrumentos continuaremos llamando pobres a los que tie-
al Servicio de los individuos y las familias. nen menos, aunque su ingreso haya mejora-
Existen los llamados c. públicos, bienes de c. do con relación al pasado), entonces las pro-
producidos por la administración pública pensiones se mantienen aproximadamente
(generalmente servicios): pero también ellos constantes. Estados Unidos, de un siglo a esta
son gozados por los particulares, y no podría parte, se ha enriquecido casi incesantemen-
ser de otro modo, ya que sólo los individuos te,
están dotados de sentidos y se satisfacen con
utilidades.
A los c. los individuos y las familias dedi- -norteamericanos
dicho, la de los más ricos,
can una parte del ingreso obtenido: aproxi- hoy como antes, es inferiora
0.8, y la de los
madamente el 80%, incluso más en las eco- más pobres es superior. Si en lugar de la pro-
nomías más pobres, donde el ingreso es ape- ¡ensión media consideramos la propensión
nas suficiente para satisfacer las necesidades sea la relación entre la variación
más urgentes,El ingreso no consumido se lla- de los c. y la variación del ingreso en deter-
ma ahorro, y debería ser encaminado a la minado periodo respecto al periodo anterior,
adquisición de nuevos bienes de inversión. El las estadísticas revelan que el resultado
ahorro generalmente es menos agradable que depende de la longitud del intervalo tempo-
el c., constituye un sacrificio, una renuncia ral. Si el intervalo es breve, la propensión
a gozar de utilidades inmediatas; pero un marginal tiende a ser inferior a la media; si
sacrificio que se aligera a medida que el ingre- el intervalo es largo, no hay diferencias apre-
so aumenta y permite financiar fácilmente los ciables entre una y otra. Una redistribución
C. necesarios e incluso los superfluos casi has- del ingreso en el sentido de la igualdad, de
ta la saciedad/Varias veces se ha temido que todos modos, debería favorecer el c. y perju-
el aumento del ingreso obtenido, al acompa- dicar el ahorro.
ñar un aumento menos que proporcional del Lo dicho vale para el conjunto de todos los
c., condujera a un desequilibrio entre la oferta bienes de c. de producción privada y públi-
de bienes de c. (excesiva) y su demanda (insu- ca. Ya no es necesariamente válido para los
ficiente): el fenómeno, llamado subconsumo, bienes particulares. En las economías moder-
se verifica de tanto en tanto, perono parece nas, los c. públicos tienden a crecer incluso
ser una tendencia inevitable del sistema eco- más rápido que el ingreso; y en consecuencia,
nómico, debido a que el c. es estimulado cons- los c. privados tienden a crecer con menos
tantemente por la invención de nuevos bienes velocidad. Dentro de la categoría de los c. pri-
de c. capaces de satisfacer necesidades nue- vados es preciso distinguir además: crecen
vas o bien necesidades viejas en forma nue- mucho menos que el ingreso los c. de prime-
va, de modo que los consumidores nunca ra necesidad (sobre todo los alimenticios); cre-
dejan de desear y de demanda¡/Basta pensar cen más que el ingreso los c. en bienes dura-
A
CONSUMO , - 123
—
en un dSltf'C“e
Efl 'Cantldad deterioro““;yde lsu aua
i se tradu.N —' aaunque a veces los economistas se
cine falta de buenos servicios
por . calidad de laDe vida
sociales. ahí especializan en el tratamiento del p! primero. Es
; .
exigencia . de una “autoridad” inevivnabl; y deseable que una parte de los c.
la pretendida
ue restablezca el equilibrio i sea decidida por los políticos, los cuales pre-
3 . públicos a Entrec. privados — sumiblemente conocen ciertas necesidades
especiales de los ciudadanos particulares
mejor de lo que pueden conocerlas los pro-
ios ciudadanos. Con todo, no es lícito olvi-
dar que existen amplios sectores en que nadie
más que el interesado directo sabe qué cosa
La vid — está bien para él y qué cosa está mal.’Y no
Colectivismo: La vida social Siempre es una — sólo eso: en ocasiones hay que reconocerle a
mezcla d.e lo uno y lo otro, pero cada tanto cada quien el derecho de equivocarse por
hay alguien qued quiere ] modificar
, la mezcla
e cuenta propia, que además es la exigencia de
en pro de uno de los .dos ingredientes. Esinne- — la responsabilidad individual, fundamento de
g
gable que, con el mejoramiento
> general de los la moral.
ingresos, los c. privados se han extendido La economia de mercado no se recomien-
mucho en lo superfluo yavecesenelmal gus- da sélo, ni siquiera principalmente, por su efi-
to, en el desperdicio. Con todo, dejando de — ciencia.La llamada soberanía del consumidor
lado el caso de las publicidades S fraudulentas es el poder de éste de encaminar la produc-
que desde luego deben ser castigadas e impe- — ción de los bienes de c. hacia sus propios gus-
didas, es una cuestión
. delicada
- la de interfe- tos. Por el contrario, en una economía plani-
.
rir en las elecciones
s " familiares para encami- ficada el consumidor a menudo está obliga-
narlas en direcciones que espontáneamente doa elegir exclusivamente dentro de una pro-
no habrían tomado. El régimen democrático ducción que responde a los gustos políticos
no tolera injerencias públicas más allá de — del planificador. Se ha puesto en duda la sobe-
cierto grado: admite la educación de los ciu- — ranía del consumidor en el capitalismo indus-
dadanos, no admite la coacción en gran esca-7. trial, donde grandes empresas imponen sus
la en materia de consumos. Los bienes de c. - productos con campañas publicitarias masi-
no poseen un mero valor material: son ade- — vas, y donde además la creación de nuevos
más el sostén de la libertad individual y el — productos es debida casi siempre a la inicia-
medio de actualizar la propia concepción de — tiva de los productores,/Efectivamente, el con-
la vida. Por otra parte, como se dijo en la sec- — sumidor no podía pedir la televisión antes de
ción 1, en las modernas democracias occiden- — que alguien la inventase. Pero lo importante es
tales los c. públicos aumentan desde hace — que los nuevos productos sean sometidos al
varias décadas mucho más que el ingreso y —cedazo del consumidor, quien los aceptao los
los c. privados,Si tantos servicios socialesson — rechaza según su juicio. Si no fuese así, las
insatisfactorios por su calidad, la causa prin- — empresas no gastarian tanto dinero en las
cipal no parece atribuible a la penuria de los — investigaciones de mercado, que apuntan jus-
medios que fluyen hacia la administración — tamente a conocer la orientación del consu-
pública que debe producir esos servicios; más — midor antes del lanzamiento de nuevos pro-
bien parece pertenecer a la naturaleza mis- — ductos.