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Financiamiento y alianzas

Hay 32 senadurías. De manera que, yo puedo hacer una alianza en nivel senatorial

Hay siete niveles de elección

- Nivel presidencial
- Nivel senatorial
- Niveles diputados
- Nivel de alcaldías
- Nivel de Regidurías
- Nivel directores municipales
- Nivel de vocales

En la ley se establecía que los partidos en su primer proceso electoral tenían prohibido hacer
alianzas, es decir, que tenían que competir solos, pero la disposición que establecía esto fue
declarada inconstitucional por el TC.

Ya hubo un partido que entonces decidió fusionarse a otro para poder participar en las elecciones
en una condición de obtener mayores candidaturas porque uno de los objetivos de la alianza es
aumentar las posibilidades de ganar, para eso son las alianzas (unimos fuerzas para así aumentar
las posibilidades de ganar). Lamentablemente ese partido se fusionó, y como una semana
después sale la sentencia del TC que declaró el mencionado artículo inconstitucional.

La fusión no es más que unirse a un partido de manera definitiva, con esto se pierde la personería
jurídica del partido que decide fusionarse con otro, o bien, ambos partidos pueden renunciar a su
personería jurídica y crear una nueva. Lo que es diferente a la alianza ya que en esta ultima solo
se unen para participar juntos en un proceso electoral, de manera que ambos partidos conservan
su personería jurídica, y es que una vez termine el proceso electoral la alianza deja de surtir
efectos.

El partido opción democrática se fusionó con el partido alianza país, de manera que Opción
democrática dejó de existir y pasó a ser Alianza País. Sucede que el año pasado la JCE emitió un
acto mediante el cual anuló la fusión entre Alianza País y Opción Democrática. De manera que
revivió a opción democrática. El problema aquí está en que la ley no establece un proceso para la
desfusión, solamente para la fusión, y se supone que la única manera de yo anular esa fusión es
anulando la resolución que le dio lugar, pero otro problema que se dio aquí es que la resolución
en del año 2019 o sea que se sobrepasó el plazo de 30 días que establece la ley para atacar las
resoluciones.

Esa resolución de fusión del 2019 surtió sus efectos, se le notificó a las partes e incluso Alianza
país y Opción Democrática participaron como uno solo ante las elecciones del 2020. No fue
hasta el año 2022 que Opción Democrática solicitó la nulidad de la resolución que acogió la
fusión. Cuando la administración electoral conoció este recurso simplemente ordenó la nulidad
de la fusión. Pero a raíz de esto ultimo surge otro problema y es el siguiente, la ley 33-18
establece en su art.61 cómo se distribuyen los recursos que el Estado le da a los partidos.

El estado dominicano desde el año 1997 reconoce el derecho de los partidos a recibir dinero del
Estado, es decir, financiamiento público. De manera que, a partir de entonces en nuestro país
existe el financiamiento mixto. Es mixto porque por una parte los partidos se financian de
fuentes privadas y también se fiancian del Estado.

Todos los años EL CONGRESO NACIONAL, aprueba el presupuesto para la JCE y para los
partidos. Esos son financiamientos que se utilizan para dos tipos de actividades: 1- Actividades
cotidianas/ ordinarias ya sea de mantenimiento de personal alquiler de locales, información
política, etc. 2-para realizar actividades proselitistas, es decir, actividades tendentes a captar
votos.

El art.62 de la ley 33-18 establece cómo deben invertirse los fondos que otorga el Estado:

Los recursos del Estado que reciban los partidos, agrupaciones y movimientos políticos serán
invertidos de la siguiente manera:

1) No menos de un diez ciento (10%) será destinado a los gastos de educación y capacitación
atendiendo al contenido del numeral 1), del artículo 38 de esta ley.

2) Un cincuenta por ciento (50%) para cubrir los gastos administrativos operacionales de la
organización política (pago de personal, alquiler, servicios y otros).

3) Un cuarenta por ciento (40%) para apoyar las candidaturas a puestos de elección popular de
manera proporcional en todo el territorio nacional.
Párrafo I.- En los años en que no se celebren elecciones de dirigentes, primarias y candidaturas a
puestos de elecciones popular, el porcentaje establecido en el numeral 3) de este artículo será
distribuido de acuerdo a las obligaciones del partido.

Este párrafo lo que quiere decir es que cuando no estemos en años electorales los fondos se
utilizarán para gastos administrativos o de educación y capacitación.

En el caso del financiamiento público, este tiene dos tipos:

Financiamiento público directo, este se refiere a transferir de manera liquida el dinero a la cuenta
del partido.

Financiamiento indirecto, es la concesión de ciertos espacios para que puedan ser utilizados por
el partido. De forma que, se evita que el partido pague, si no que la administración electoral
contrata de manera directa esos servicios y se los ofrece al partido para que los utilice. Por
ejemplo: en vez de que el partido contrate 50 m en anuncios de TV, lo hace la JCE, y esta a su
vez distribuye este tiempo entre los partidos tomando en cuenta diversos aspectos. Esto lo
podemos ver mucho en el canal del Estado, pero en general en nuestro país el financiamiento
indirecto no es muy común.

Lo bueno del financiamiento indirecto es que permite una mayor fiscalización de los recursos.

Se estarán preguntado por qué el estado tiene que darles dinero a los partidos políticos. Esto se
aplica en todos los países latinoamericanos con el objetivo de lograr tres cosas:

1- Garantizar la independencia de los PP de los grupos de intereses que persiguen fines


meramente particulares y evitar la influencia de determinados individuos o corporaciones.
2- Transparentar el origen y gasto del dinero involucrado en la competencia política, ejercer
mayor control sobre las finanzas y someterlas a la vigilancia de los órganos de fiscalización.
3- Garantizar y promover las condiciones equitativas en la competencia electoral

El financiamiento no puede ser solo público porque daría lugar a que se crearan partidos solo
para recibir fondos del estado. Así tampoco puede ser solamente privado porque daría lugar a los
llamados “favores” (empresarios invirtiendo en partidos para ellos lograr sus fines individuales).

La mera existencia del financiamiento público no es suficiente para lograr equidad en la


contienda, sino que se necesitan otros elementos adicionales como por ejemplo establecer topes
de gastos. De nada me vale tener financiamiento publico para contrarrestar los males del sector
privado si yo no le pongo un tope al financiamiento privado. En las elecciones pasadas, el
financiamiento del PRD y PLD fue entre un 80-70% privado. Lo que evidencia que, en nuestro
país, a pesar de existir financiamiento público, tiene más fuerza el privado, por lo que prevalecen
todos los problemas que devienen de un sistema de financiamientos estrictamente privado

A la par con el tope de gastos, que se encuentran en la ley 33-18 pero solo para la precampaña,
debe existir un sistema sancionatorio.

Hay cuatro formas de distribuir el dinero público. OJO: la administración electoral no puede
determinar de manera subjetiva lo que le corresponderá a cada partido, sino que debe aplicar un
criterio objetivo que se desprenda da la Ley. Estos son:

1- Método proporcional a la fuerza electoral, este se distribuye de acuerdo a la cantidad de votos


obtenidos en la elección inmediatamente pasada, es decir, si un partido obtuvo el 40% de los
votos pues le corresponde el 40% de los recursos.

2- Método proporcional a la representación, este distribuye de acuerdo a la fuerza parlamentaria.

3- Método combinado, en que un porcentaje se distribuye equitativamente entre todos los


partidos y el otro porcentaje de acuerdo con la fuerza electoral.

4- Método combinado, en que un porcentaje se distribuye equitativamente entre todos los


partidos y el otro porcentaje se divide de acuerdo a la fuerza parlamentaria.

La junta propuso un combinado de un 30% de los recursos igual para todos los partidos y un
70% que sea conforme a la fuerza electoral. Así todo el mundo tiene un piso igualitario, pero que
no es muy exagerado.

En el caso dominicano, se pudiera decir que nuestro mecanismo es conforme a la fuerza electoral

pero lo que pasa es que es una fuerza electoral muy sui generis porque tenemos tres categorías en

virtud del art.61 de la ley 33-18:

1) Un ochenta por ciento (80%), distribuido en partes iguales entre los partidos que hayan
alcanzado más del cinco por ciento (5%) de los votos válidos emitidos en la última elección.
2) Un doce por ciento (12%), distribuido entre todos los partidos que hayan alcanzado más del
uno por ciento (1%) y menos del cinco por ciento (5%) de los votos válidos emitidos en la última
elección.

3) Un ocho por ciento (8%), distribuido entre los partidos que hayan alcanzado entre cero puntos
cero uno por ciento (0.01%) y uno por ciento (1%) de los votos válidos obtenidos en la última
elección

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