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LOS RETOS DE LA EXTENSIÓN ANTE UNA NUEVA Y CAMBIANTE NOCIÓN DE LO RURAL

De la extensión agrícola a la extensión rural

aborda la necesidad de cambiar el enfoque de la extensión agrícola hacia uno más amplio y
holístico que abarca todas las dimensiones de lo rural. Se destaca que la extensión agrícola
tradicional se centraba principalmente en aspectos técnicos y productivos, dejando de lado
las dimensiones sociales, culturales y ambientales de las áreas rurales.

Se menciona que la noción de ruralidad ha evolucionado y ya no se limita únicamente a la


agricultura, sino que incluye una diversidad de actividades económicas y sociales. Por lo
tanto, la extensión rural debe adaptarse a esta nueva realidad y considerar aspectos como la
diversificación de las actividades económicas, la participación activa de los sujetos rurales y
la gestión efectiva de los recursos.

Se resalta la importancia de construir nuevos discursos y formas de relación entre el


individuo, la naturaleza y la sociedad, reconociendo la interdependencia entre estos
elementos. Además, se menciona la necesidad de una mayor interacción académica y de
redefinir el perfil de los profesionales de extensión para que sean capaces de abordar los
aspectos multidimensionales del desarrollo rural.

El extensionista frente a la multidimensionalidad de lo rural

plantea la necesidad de que el extensionista rural reconozca y aborde la complejidad y


multidimensionalidad de lo rural. Se destaca que el extensionista debe superar la visión dura
productiva y escasa en ser un acompañante de procesos que buscan condiciones que
satisfagan el vivir de las comunidades rurales.

● La dimensión antroposocial en la extensión rural se refiere a la importancia de


comprender y abordar las interrelaciones entre los aspectos sociales y culturales de
las comunidades rurales. Se reconoce que la cultura ejerce un papel determinante en
el aprovechamiento de los recursos y en las interacciones entre los procesos
ecológicos y los procesos históricos de construcción de identidad y arraigo a la
naturaleza.

El texto menciona que el extensionista rural debe reconocer e incorporar la


multidimensionalidad rural como eje de su trabajo, centrándose en aspectos como la
diversidad socioeconómica, la cultura rural y campesina, y la participación activa de los
sujetos rurales. Se destaca la importancia de ser un acompañante de procesos que aporta
conocimientos, habilidades y percepciones en función de buscar condiciones que
satisfagan el vivir de las comunidades rurales.
● La dimensión político-institucional en la extensión rural se refiere a la importancia de
reconocer y trabajar con las estructuras políticas y administrativas a nivel local,
regional y nacional. Se destaca que el extensionista rural debe conocer y comprender
las lógicas formales e informales de acción de estas estructuras para asegurar el
desarrollo adecuado de los programas y proyectos propuestos.

Se menciona que el extensionista debe ser capaz de mediar entre las diferentes fuerzas y
actores presentes en el ámbito rural, actuar como un mediador entre autoridades y
comunidades locales y regionales. Además, se resalta la importancia de establecer
acciones de representación democrática efectiva, buscando la participación activa de los
diferentes actores en los procesos de toma de decisiones y el acceso a la información
pertinente.

● La dimensión económica en la extensión rural se refiere a la importancia de


comprender la dinámica económica de una localidad o región rural. Esto implica
identificar los distintos actores y actividades productivas presentes en la comunidad,
así como las interacciones entre ellos. Se destaca que la actividad agrícola no debe
ser vista de manera aislada, sino como parte de circuitos productivos más amplios,
con encadenamientos hacia adelante y hacia atrás.

Se plantea la necesidad de superar el enfoque técnico-científico tradicional de la extensión


rural y reconocer la importancia de incorporar "tecnologías blandas" relacionadas con la
comercialización, el mercadeo, la administración y la gestión empresarial. Se menciona que
la diversificación de la base económica de las comunidades rurales es fundamental para
enfrentar el declive económico de la actividad agrícola y garantizar un nivel de vida
adecuado para los habitantes rurales.

● La dimensión ambiental en la extensión rural se refiere a la importancia de reconocer


y abordar las interrelaciones entre los procesos ecológicos, económicos y sociales
en el ámbito rural. Se destaca que el extensionista rural debe comprender que las
relaciones entre un grupo social y su entorno natural no se producen únicamente por
la forma de aprovechamiento de los recursos, sino que están mediadas por la cultura
y la construcción de identidad y arraigo a la naturaleza [ 3] .

Se plantea la necesidad de superar la visión economicista de capitalización y monetización


de la naturaleza y reconocerla como una fuente biológica de existencia. Se menciona que
muchas comunidades rurales están enfocadas en la defensa de un proyecto de vida que va
más allá de la explotación de los recursos naturales. En este sentido, se destaca la
importancia de promover formas de democracia ambiental y esquemas participativos de
planificación y gestión ambiental [5] .

El extensionista rural debe contribuir a la creación de espacios autónomos generados a


partir de esquemas participativos, motivando la conversión hacia formas originales de
democracia ambiental. Se reconoce que la visión economicista de capitalización y
monetización de la naturaleza está en proceso de transformación, y se enfatiza en la
importancia de que las comunidades enfoquen su interés hacia la defensa de un proyecto
de vida más amplio, no solo de los recursos naturales
HACIA UN NUEVO PERFIL DEL EXTENSIONISTA RURAL

Se menciona que el nuevo extensionista rural debe ser un facilitador y acompañante de


procesos, capaz de trabajar de manera multidimensional y en colaboración con los
diferentes actores y sectores involucrados en el desarrollo rural. Se resalta la importancia de
promover la participación activa de las comunidades rurales en la toma de decisiones y en
la implementación de proyectos, reconociendo su conocimiento y experiencia.

Además, se plantea la necesidad de que el nuevo extensionista rural tenga una visión
integral del desarrollo, considerando aspectos sociales, culturales, económicos y
ambientales. Se destaca la importancia de promover la diversificación económica, la
valorización de la cultura rural y campesina, y la gestión sostenible de los recursos
naturales.

IDEAS PRINCIPALES DEL TEXTO

● La extensión rural debe adaptarse a los cambios en la noción de ruralidad y adoptar


un enfoque más holístico.
● Se debe valorar la cultura rural y campesina, así como la autoestima y confianza en sí
mismo de los individuos y comunidades.
● La extensión rural debe mediar entre lo nuevo y lo tradicional, identificar intereses y
promover la participación.
● Es importante considerar la dimensión política e institucional del trabajo de
extensión y representar a las comunidades ante las instituciones.
● La dinamica economica y los diferentes actores y cadenas productivas deben ser
reconocidas en la extension rural.
● La extensión agrícola debe considerar aspectos complementarios o accesorios y
reconocer que el mejoramiento del ingreso puede ser solo un medio para alcanzar
otros objetivos políticos, culturales, sociales o ambientales.
● La diversificación de las actividades no agrícolas en las zonas rurales debe ser
considerada.
● La dimensión ambiental debe ser integrada en la extensión agrícola y se deben
construir nuevos discursos y formas de relación entre el individuo, la naturaleza y la
sociedad.
● El nuevo perfil del extensionista rural debe considerar la multidimensionalidad de lo
rural, la diversidad socioeconómica y promover la participación activa de los sujetos
rurales.
● Se necesita una mayor interacción académica sobre los temas críticos de la
extensión y redefinir el perfil de los profesionales en esta área.
● Se debe fomentar una visión global de la realidad en los extensionistas y encontrar
un equilibrio entre la formación profesional y las demandas sociales en el campo
agropecuario.
● Los extensionistas deben asumir su responsabilidad como actores en las dinámicas
rurales y promover el cambio de actitud.

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