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1. Expresión emocional
2. Disfrute estético
3. Entretenimiento
4. Comunicación
5. Representación simbólica
6. Respuesta física
7. Hacer cumplir la conformidad con las normas sociales
8. Validación de instituciones sociales y rituales religiosos
9. Proporcionando continuidad y estabilidad de la cultura
10. Facilitar la integración social
Conecta socialmente
Integra, moviliza, controla, expresa, une y normaliza.
Comunica
Historia, memoria, emociones, creencias culturales y costumbres sociales.
Educa, crea el statu quo, y también protesta contra él.
Coordina e instiga el movimiento neurológico y físico
Trabajo/mano de obra, simulacros militares, danza, ritual y trance.
Las canciones y los cantos utilizan el ritmo para mantener el tempo de un
grupo y coordinar los movimientos, o bien estimula el arrastre que se
encuentra en trance alineando las frecuencias del cerebro con las del
sonido.
Estimula los sentidos de placer
Excita, emociona, entretiene y provoca respuestas neuroquímicas, como
manos sudorosas y latidos cardíacos rápidos.
Es adictivo, crea ciclos de expectativa y satisface esa anticipación. Estimula
el centro de placer en la parte antigua del cerebro responsable de
recompensar estímulos como la comida o el sexo.
Nos da un “escalofrío” al escuchar música de una liberación de dopamina
anticipando una respuesta emocional máxima.
Altera la percepción
Regula y cambia el estado de ánimo/emoción. Es terapéutico, catártico y
permite trascendencia.
Fomenta la experiencia flexible del tiempo.
Aumenta el enfoque y la atención y estimula grandes áreas del cerebro.
Construye identidad (cultural y personal)
Define, representa, simboliza, expresa y transforma (Sarrazin, 2014).
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Otro enfoque que los científicos toman para determinar si estamos cableados para
la música es buscar ejemplos en el mundo animal. Todos somos conscientes de la
presencia del canto de los pájaros y de los patrones musicales que emiten los
delfines y las ballenas para comunicarse, pero hasta el momento, ha sido difícil
determinar si los animales tienen la capacidad de abstracción requerida para
entender la música y el arte. Sin embargo, hay ejemplos crecientes en
investigaciones con animales que demuestran que los animales efectivamente
usan música, y que los monos y otros animales usan patrones musicales y
también pueden escuchar abstracciones en la música. Un estudio de Kaplan
(2009) indica que los animales responden a la música e incluso pueden participar
en actividades musicales.
La pista final sobre la innatencia de la música es que hay muchas áreas del
cerebro que procesan la música. La corteza auditiva tiene áreas que procesan el
tono, mientras que otras áreas del cerebro combinan biología y cultura para
estimular el sistema límbico para que responda emocionalmente a la música.
Los neurólogos saben desde hace mucho tiempo que había áreas del cerebro
dedicadas específicamente a la música, pero a través de FMRI y exploraciones de
mascotas realizadas en tiempo en vivo, han descubierto que el alcance de la
música es mucho más extenso. Al escuchar música, las vibraciones sonoras
ingresan a la corteza auditiva y se descomponen instantáneamente en elementos
de tono, timbre, relaciones espaciales y duración del tono. Luego se envían los
datos a otras partes del cerebro y se comparan con las asociaciones de sonido
almacenadas (corro o me quedo) y las respuestas emocionales (me gusta o no),
estimulando muchas partes del cerebro en ambos hemisferios.
La información del tiempo, que incluye ritmo, tempo y medidor, timbre, significado
y emoción, es menos entendida. El timbre musical es uno de los componentes
más críticos de la música, sin embargo, sigue siendo uno de los atributos
perceptivos humanos más misteriosos. En un estudio de 2012, Patil et al.
examinaron los fundamentos neuronales del timbre musical para comprender los
procesos subyacentes del reconocimiento de timbre. Observaron cómo se
reconoce el timbre en la corteza auditiva primaria de los mamíferos para predecir
el reconocimiento de fuentes de sonido humanas. La corteza auditiva primaria es
una de las áreas más antiguas y desarrolladas del cerebro humano, lo que sugiere
que reconocer el timbre es una función extremadamente importante en la
evolución humana. Aunque los neurólogos todavía están explorando cómo
funciona la corteza auditiva, ahora creen que el procesamiento de la música es en
realidad mucho más complejo de lo que inicialmente se imaginaba, e involucra
muchas más partes del cerebro de lo que se pensaba anteriormente.
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El estudio también indica que después de la formación musical, hubo una mejora
en la atención, habilidades de secuenciación y procesamiento de componentes
literarios como sílabas, habilidades lingüísticas y habilidades de alfabetización.
Un estudio de dos a tres años concluyó que los niños que asisten a una escuela
de juegos musicales exhibieron diferencias significativas en la discriminación
auditiva y la atención en comparación con los niños no involucrados en la música.
Los niños con exposición a más actividades musicales mostraron un
procesamiento más maduro de las características auditivas y una mayor
sensibilidad en los aspectos temporales de los sonidos, mientras que los sonidos
sorprendentes fueron menos propensos a distraer la atención de los niños
(Putkenin et al., 2013).
Actividad
aprender más
1. ¿Qué tiene que ver la música con la creatividad? Esta charla TED de
Charles Limb discute justamente eso y más.
2. “Cómo la música nos cambia el cerebro”: Un artículo sobre cómo la música
afecta al cerebro.
3. Un video increíble que muestra a un niño de tres años dirigiendo a
Beethoven.
4. Un artículo y video sobre los efectos psicológicos de la música en la salud y
para ayudar al cuerpo a dormir.
El efecto “Mozart”
Tanto escuchar cómo crear música son factores cruciales para involucrar el
cerebro de un niño con la música. Hay, sin embargo, una clara diferencia en lo que
sucede en nuestro cerebro cuando escuchamos música y cuando hacemos
música.
Interpretar música involucra todas las regiones del cerebro como las
cortezas visuales, auditivas, motoras, sensoriales y prefrontales; cuerpo
calloso; hipocampo; y cerebelo. Acelera la comunicación entre los
hemisferios y afecta el lenguaje y el funcionamiento cerebral de orden
superior.
La música aumenta la plasticidad cerebral, cambiando las vías neuronales.
Los músicos tienden a tener una mayor memoria de palabras y patrones
cerebrales neuronales más complejos, así como un mayor funcionamiento
ejecutivo organizacional y de orden superior.
Tocar un instrumento influye en partes generalizadas del cerebro utilizadas
para otras funciones. Las personas que reciben entrenamiento musical
demostraron una mayor eficiencia en muchas otras habilidades, incluida la
capacidad de procesamiento lingüístico, y el aumento de las regiones
cerebrales motoras, auditivas y visual-espaciales (Gaser y Schlaug, 2003).
En definitiva, los científicos dicen que nada de lo que hacemos como humanos
usa más partes de nuestro cerebro y es más complejo que tocar un instrumento.
Pero hasta hace muy poco, no teníamos pruebas de los amplios beneficios
cognitivos de la música. Sin embargo, algún imperativo innato de hacer música ha
garantizado su existencia, una hazaña notable considerando que la música
requiere una inversión cultural tan intensa. Pero de todas las contribuciones de la
música a la condición humana, su capacidad para crear cohesión social y
comunicar emociones ha asegurado su longevidad. Los psicólogos evolutivos
Kirschner y Tomasello sugieren fuertemente que la música fomenta la vinculación
social y la empatía (2010). Los niños que previamente habían hecho música juntos
tenían significativamente más probabilidades de ayudarse espontáneamente que
aquellos que no lo habían hecho.
Actividad
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Cree ideas de lecciones que involucren una escucha pasiva, receptiva y activa con
los niños.
Guiar a los niños hacia una escucha más deliberada y activa que involucre al
cerebro y todas sus conexiones neuronales es altamente beneficioso. Es de
esperar que los niños puedan comprender no sólo los elementos musicales, sino
también descubrir el significado cognitivo y los aspectos de memoria de la canción
para estimular todas las partes del cerebro mencionadas en la sección anterior.
Identificación aural-visual
Pida a los niños que agrupen sonidos similares por fuente (animales,
instrumentos musicales, vehículos); por timbre (áspero, aireado, áspero); o
por material (madera, metálico, electrónico).
Una salida extraña: pida a los alumnos que identifiquen el sonido que no
forma parte de un grupo de sonidos (por ejemplo, perros ladrando,
gruñidos de cerdos, mugidos de vacas, interpretación de instrumentos
musicales).
Discriminación musical
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Referencias
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beneficios del entrenamiento musical sobre la función cerebral en jóvenes y
mayores. Diaria de la Ciencia. Recuperado el 19 de abril del 2013,
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Sousa, D. (2011). Cómo aprende el cerebro. Thousand Oaks, CA: Prensa Corwin.
El vocabulario
escucha activa: la música es el foco principal; el oyente interactúa con la música
de una manera cognitiva, emocional y significativa
escucha receptiva: significa que la música crea una atmósfera; el oyente responde
con una emoción intensificada